Ore ga Heroine o Tasukegite

Volumen 7

Historia Paralela 3: Crónica De Hibiki (24 De Julio)

Habían pasado tres días desde que se formó la alianza con Nartessia. Había invitado al grupo a una mansión de la familia Margaret a las afueras de Japón. Como estarían trabajando juntos ahora, parecía una buena idea conocerse un poco mejor.

La organización de Yang era un grupo de psíquicos. Por supuesto, se necesitarían preparativos para derribarlos. Pero…

“¡¿Cuánto tiempo me va a hacer esperar?!”

“Ama, cálmate”.

“¿Cómo puedo mantener la calma? ¡Han pasado tres días! ¡Siempre pregunto cuándo vamos a atacar y sigo recibiendo respuestas vagas! ¡Nos está insultando!”

Suzuran estaba haciendo todo lo posible para calmarla, pero la paciencia de Rosalind estaba al límite. Volvió a sentarse en el sofá, pero siguió quejándose.

“¿No sería mejor para nosotros recuperar a Ellicia por nuestra cuenta?”

“Si huimos ahora, podríamos terminar convirtiéndonos en enemigos de los Margarets. ¿Podemos salvar a Ellicia con ambos grupos después de nosotras?”

Hibiki suspiró, pero también estaba golpeando sus dedos contra sus brazos cruzados. Ella también estaba molesta.

Hay sirvientes y magos por todas partes aquí, así que no he podido usar mi magia. Nartessia quiere recuperar su tesoro, así que no hay razón para que nos traicione, pero…

Pero no se sentía bien simplemente sentarse sin hacer nada. Cuando estaba atrapada en historias con Rekka, nunca había tiempo para algo como esto. Era increíblemente raro pasar días preparándose para algo de esta manera.

Tal vez así era como se suponía que era la norma en lugar del caos que rodeaba a Rekka, pero… el destino del mundo dependía de esta historia. Satsuki estaba inquieta. Ella se sentiría mucho mejor de tener esto resuelto ya.

¿Qué está haciendo Rekka ahora, me pregunto…?

Sus pensamientos vagaron hacia su amiga ausente de la infancia. Habían pasado cuatro días desde que se fue, y todavía no había vuelto.

Si no puedo usar mi Magia de Omnisciencia, no puedo decir qué le está sucediendo. Hice que Tetra se quedara en casa en caso de que hubiera un problema y él necesitara regresar de otra manera que no sea usar los guantes de Hibiki… pero no he escuchado nada. Shirley regresará mañana, supongo, pero…

Al final, los Margaret pasaron otro día “preparándose” y cayó la noche sin que el grupo tuviera una buena idea de dónde estaban las cosas. Todos fueron a sus habitaciones con la esperanza de que mañana fuera el día en que sucediera algo.

Satsuki se tumbó en la cama y suspiró. Había una criada de la familia Margaret fuera de su habitación, y era muy probable que ella conociera la magia. Si Satsuki intentara lanzar un hechizo, seguramente actuaría rápidamente. O tal vez solo observaría para ver lo que estaba haciendo.

Tal vez debería haberme quedado en Japón con Tetra. Pero Chelsea probablemente está en una posición incómoda aquí después de huir de casa. Probablemente no pudo detener nada de lo que Nartessia quería hacer. Si Nartessia no sirve para nada, entonces todos los que no conocen la magia están en peligro.

Satsuki se recordó a sí misma la razón por la que había venido. Había estado haciendo eso todas las noches antes de irse a la cama últimamente. Ella había venido con las demás para protegerlas… y ese fue probablemente el movimiento correcto, pero…

¿Había cometido un error en alguna parte? ¿Había otra elección que ella podría haber hecho? Tales dudas seguían corriendo por su mente.

“Me pregunto si Rekka se preocupa así…”

Si cometió un error y se equivocó, la tragedia podría sucederle a él y a todos los que estaba ayudando. Unos pocos días de preocupación como esta habían sido suficientes para desgastar a Satsuki y mantenerla despierta por la noche. Cuando pensó en la presión que su amiga de la infancia debía estar bajo… Satsuki se mordió el labio inconscientemente.

“Necesito al menos hacer lo que puedo”.

Se lo recordó a sí misma, pero aún no podía pensar en nada que pudiera hacer. Acostada en la cama luchando con tales pensamientos en lugar de dormir, Satsuki de repente vio algo por el rabillo del ojo.

Era la primera vez que lo había visto antes, pero Satsuki reconoció la marca púrpura como un molino de viento debajo del ojo izquierdo de la persona.

“¡Elli…!” Casi gritó, pero se cubrió la boca con la mano.

Este era territorio enemigo para Ellicia. Por supuesto, le había dicho a Nartessia que querían proteger a Ellicia, pero eso no significaba que fuera una buena idea anunciar su presencia. Satsuki se levantó de la cama tan silenciosamente como pudo y se acercó a la niña.

“Um… ¿Ellicia?”

“Así es.”

“Bueno. Me alegra que estés a salvo “, dijo Satsuki con un suspiro de alivio.

Tenía muchas preguntas, pero primero tenía que informar a las otras chicas sobre esto.

“¿Puedes esperar aquí? Iré por las otras”.

“No, no hay necesidad de eso”.

“¿Huh?”

Antes de que pudiera preguntar qué estaba pasando, Ellicia la agarró de la muñeca.

“Eres Satsuki, ¿verdad?”

“¿Cómo… sabías mi nombre?”

Satsuki sabía sobre Ellicia, pero nunca la había visto antes. Por supuesto, Ellicia tampoco la había conocido. Incluso si Hibiki le hubiera contado a Ellicia sobre ella, no debería haber podido reconocerla así.

“Yang me mostró tu nombre y apariencia con su telepatía”.

“¿Huh?”

“Yang leyó los recuerdos de esa chica Hibiki, por lo que sabe que eres amigo de la infancia de Rekka, el chico al que le di el arete”.

“Um…”

Por un momento, Satsuki tuvo problemas para mantenerse al día. Ellicia había obtenido su información personal de Yang… ¿Por qué? Yang la había capturado y la había llevado de regreso, entonces, ¿cómo estaba ella allí?

“Porque…”

“… ¿has venido?” era lo que quería preguntar, pero antes de que pudiera terminar, un rápido puño la golpeó en el plexo solar. Fue Ellicia quien la golpeó.

“¿Por qué…?”

“La organización se ha ido. La magia del clan Margaret destruyó nuestro cuartel general”.

“Ah…”

Satsuki trató de decir algo, pero la oscuridad se acercaba tan rápido que no pudo. Pero antes de que todo se volviera negro…

“Así que voy a seguir el plan de Yang… y destruir el mundo”.

Lo último que escuchó Satsuki fue la declaración sin emociones de Ellicia.