Isekai Tensei Soudouki

Volumen 4

Historia Paralela: La Reminiscencia De Un Guerrero

Había un colega de Sanai cuyo nombre era Maeda Kokuzou Intotsu Nensai (前 田 穀 蔵 院 咄 然 斎).

Al contrario del rumor llamativo sobre él en la sociedad, podría decirse que es un hombre afeminado con una apariencia elegante con su forma encantadora y hermosa.

Su aspecto que suspiraba de fascinación al ver el sakura en Aizu que todavía estaba en plena floración, incluso cuando mayo había venido, se parecía más a un viejo elegante que se podía encontrar en la ciudad que a un guerrero.

Era sobrino del difunto primer ministro Maeda Toshiie. Por cómo se veía, era impensable que este fuera el gran excéntrico conocido en el mundo con el nombre de Maeda Keijirou Toshimasu. Un hombre se decidió y lo llamó.

“Supongo que eres la renombrada Maeda Keijirou Toshimasu, ¿estoy en lo cierto?”

“Y tú que me preguntaste eso, ¿quién podrías ser?”

La voz del Keijirou levemente sonriente estaba llena de elegancia como la voz de un cantante, por lo que el hombre sintió que se burlaban de él. Él respondió con ira.

“Soy Ushuu, nacido en Tsukiyama y se llama Yomogida Juurouemon.

¡Deseo tener un partido con Maeda-dono!”

Juurouemon parecía que iba a sacar su espada y atacar en cualquier momento. Keijirou agitó su mano perezosamente para reprenderlo y habló.

“Tú, ¿por qué estás tocando la puerta de este clan Uesugi? Puedes intentar obtener logros en la batalla contra Tokugawa-dono para que puedas ser aceptado en el servicio gubernamental, ¿verdad? Incluso si luchas contra mí, solo te lastimarás inútilmente y serás incapaz de obtener lo que deseas al final. El cielo no lo permita.”

Juurouemon era un hombre de treinta años en la cima de su virilidad. Su habilidad en las artes marciales también había alcanzado la madurez. No parecía alguien que fuera superado por un oponente mediocre.

Aunque Keijirou era dueño de numerosas leyendas, ya tenía 51 años.

Un hombre tan viejo le estaba diciendo que se detuviera antes de salir lastimado como si todavía fuera un niño.

Juurouemon no tenía intención de quedarse como un samurái sin maestro ronin para siempre.

Tenía la intención de derrotar a Keijirou, que era famoso pero que ya había pasado su mejor momento para ganar fama entre el Clan Uesugi, de modo que se le permitió servir aquí.

“¿Te estás burlando de este? ¡Te enseñaré quién de nosotros será el que resulte herido!”

Juurouemon estaba furioso, pero Keijirou solo se contuvo el estómago mientras contenía la risa.

“Te llevaré en cualquier momento si estás peleando conmigo, pero ¿estás realmente bien con eso?”

“¡Basta de hablar!”

Juurouemon era un hombre grande con una altura de seis shaku (alrededor de 180 centímetros). Su katana también era una espléndida espada larga que fue forjada por Tsukiyama Sadakatsu, un herrero experto en herrería de Tsukiyama.

La ambición de Juurouemon de ascender en el mundo podría deducirse de cómo llevaba una espada larga a pesar de que no era más que un soldado de infantería común.

Eso fue porque una espada larga era llevada principalmente por un samurái a caballo en lugar de un soldado de a pie común.

La curvatura profunda y el esplendor espléndido de la katana eran realmente apropiados para una espada que fue obra de un maestro herrero.

Era difícil para un hombre promedio incluso levantar una espada larga, pero Juurouemon la desenvainó fácilmente y la sostuvo frente a él en una postura ortodoxa. La comisura de su boca estaba acurrucada en la creencia de su victoria.

Keijirou solo se quedó quieto en una postura natural. Ni siquiera desenvainó su amada espada de guerra Magoroku Kanemoto──an oodachilarge que tenía tres shaku y tres de sol (alrededor de un metro).

Solo el coraje de actuar así fue digno de elogio, pero Juurouemon no tenía intención de darle a Keijirou la oportunidad de desenvainar esa espada estúpidamente larga después de esta tarde.

“¡Prepárate!”

Los musculosos músculos de Juurouemon que parecían granito se hincharon y saltó hacia adelante.

Fue un movimiento ágil como una bestia. Tal movimiento era inimaginable proveniente de un cuerpo tan grande.

El golpe de Juurouemon fue sin piedad y sin ninguna apertura. Cualquiera que haya visto esto estaba convencido de que en el momento siguiente la materia gris de Keijirou sería salpicada horriblemente.

“Demasiado lento.”

“Umu. Eso es débil.”

Pero los hombres que estaban viendo el partido de los dos con deleite no estaban preocupados por Keijirou en lo más mínimo.

Uno de los hombres era Kamiizumi Mondo, y el otro era Oka Sanai.

Ciertamente, como un solo soldado, Juurouemon era un hábil artista marcial que rara vez se veía.

Sin embargo, Juurouemon no tenía experiencia con el campo de batalla.

Era decisivamente ignorante acerca de qué tipo de existencia era un viejo general que había sobrevivido a numerosos campos de batalla. Por eso se estaba precipitando en el rango de Keijirou tan descuidadamente así.

“¡Fuhn!”

No estaba claro si duró ni un instante.

Tan pronto como Juurouemon entró en el campo de exterminio de Keijirou, Keijirou balanceó su espada junto con su vaina.

Con un grito de espíritu de lucha, el cuerpo de Keijirou que tenía cinco shaku y tres de alto sol (alrededor de 160 centímetros) parecía que se estaba volviendo enorme hasta más de diez shaku de alto.

Juurouemon sintió un miedo primitivo que brotaba de lo profundo de su alma y sintió pesar.

Fue desafortunado para Juurouemon que era lo suficientemente capaz como para tener tiempo de arrepentirse. Si solo fuera un humano promedio, ni siquiera tendría tiempo para percibir lo que estaba sucediendo.

El cuerpo de Juurouemon fue arrastrado hacia el jardín que tenía el suelo cubierto de piedras blancas. Era como si hubiera sido golpeado por el puño de un gigante.

“OuHou, él está vivo.”

Sanai se rio encantada. Keijirou murmuró en voz baja y triste. “Un verdadero guerrero no morirá fácilmente.”

Sin embargo, era seguro que la herida de Juurouemon no se curaría por completo antes de la batalla.

No podría participar en la batalla que decidiría el destino del país. Había perdido su lugar para trabajar y también un lugar para morir. Parecía que ese hecho estaba lastimando a la excéntrica ante los ojos de Sanai.

Para Sanai, Keijirou era un conocido desde la campaña de Odawara. Cuanto más lo conocía, más se daba cuenta de lo bueno que era este hombre. Y esto puede sonar contrario, pero este hombre también era un guerrero incómodo que no podía encontrar el valor de vivir sin batalla.

Esta auto-contradicción no se curaría incluso hasta que muriera en Yamagata de su enfermedad crónica.

Sanai pensó que era un hombre lamentable.

Su profunda compasión inherente y su impulso que no podía dejar de buscar la batalla como una bestia hicieron que este hombre que originalmente podía alcanzar una altura mucho mayor se volviera excéntrico.

Incluso Sanai no tenía confianza para derrotar a Keijirou en un duelo uno a uno, aunque sería una historia diferente si se tratara de una batalla como general en el campo de batalla.

Se dijo que los amados por el cielo serían juzgados por él, pero la forma en que Keijirou fue amado por el cielo fue realmente lamentable.

Sanai de repente sintió curiosidad por la razón de Keijirou para pelear.

Sabía muy bien que Keijirou era el mejor amigo de Naoe Yamashiro no Kami, pero quería saber la razón por la cual un hombre como él seguía en el campo de batalla como un solo guerrero.

“Bueno, ahora, ¿por qué estamos luchando?”

Sanai también era una persona atípica que no podía vivir en otro lugar que no fuera en la batalla.

Sanai también estaba buscando la etapa de su vida donde podría morir antes de que llegara el mundo de la paz.

No sabía si sería capaz de obtener un lugar para morir que fuera digno para el final de su vida en este Aizu, pero al menos su maestro, Uesugi Kagekatsu era un maestro digno para que él arriesgara su vida. .

“…… Simple, solo soy un mocoso al que le encanta pelear.”

Keijirou se rio alegremente, “ja, ja”, pero Sanai sintió que Keijirou decía esas palabras como si vomitara sangre.

── Lo más probable es que Keijirou fuera alguien que había perdido su lugar para morir.

Debido a que sobrevivió durante ese tiempo cuando estaba decidido a morir, ya no podría encontrar ese lugar para morir. Aun así, Keijirou continuó persiguiendo ese sueño transitorio a pesar de darse cuenta de lo inútil que era.

Quizás los numerosos actos extravagantes de Keijirou que desafiaban a la muerte misma eran en realidad la expresión de tal desesperación dentro de sí mismo.

“Ya veo, qué karma tan pesado.”

Fue doloroso para un guerrero no morir cuando debería morir.

Sin embargo, un guerrero era un guerrero exactamente porque no podían morir incluso cuando lo intentaban.

(El lugar donde debería morir……) Sanai no lo sabía.

Él mismo también perdería su lugar para morir como Keijirou. Encontraría su muerte en su cama al final de las angustias que asolaban su vida.

Tampoco sabía cómo le llegaría el momento de mirar hacia el campo de batalla una vez más en su próxima vida.

-FIN DEL VOLUMEN 04-