Jaku-chara Tomozaki-kun

Volumen 5

Capitulo 3: Los aldeanos tienen su propia forma de vida

Parte 4

 

 

Después de eso, hablamos sobre qué hacer a continuación mientras comíamos nuestro bento y sándwiches. Mizusawa se metió un gran bocado de su pan de yakisoba frito en la boca.

—Puede que esté bien que comiences a relacionarte con otros chicos en clase mañana, pero podría parecer un poco extraño. Como dijo Fumiya, tenemos que pensar en la gestión de riesgos.

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—Sí, cierto.

Asentí con la cabeza, masticando mi sándwich. Él tenía razón. El otro día, hablé sobre la importancia de practicar en un ambiente seguro.

Desde esa perspectiva, era un poco peligroso para Tama-chan saltar directamente de entrenar con nosotros a conversar con el resto de la clase. Ella estaba bien con Mizusawa y conmigo, pero eso podría ser porque estaba acostumbrada a nosotros.

Una vez que estaba en el mundo real interactuando con diferentes personas, no podía darse el lujo de ponerse nerviosa, estropear y quedarse atascada haciendo girar sus ruedas. Sería especialmente doloroso verla estropear la broma de porque soy bajita.

Traté de pensar en cómo crear un espacio seguro, pero todo lo que se me ocurrió fue un dolor de cabeza.

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—… Eso es difícil en este momento. Mizusawa asintió con frialdad.

—¿Lo es?; Tama-chan preguntó, inclinando la cabeza mientras tomaba un gran bocado de tamagoyaki. Tal vez los efectos de nuestra rutina anterior persistieron porque el gesto se sintió un poco vulnerable—encantador. Esta fue una buena señal. Mizusawa se tragó el pan que tenía en la boca y se volteó hacia Tama-chan para explicarle.

—Me gustaría invitar a alguien a reunirse con nosotros después de clase para hacer un simulacro, pero ahora mismo, todos te están evitando.

Eso era cierto. Toda la clase la trataba como una herida inflamada que no deberían tocar. Parecía poco probable que alguien nos ayudara.

—Oh…; Dijo Tama-chan con tristeza.

—Esto es difícil.

—Lo es. Aoi y Mimimi están de tu lado, pero eres demasiado cercana a ellas, por lo que no sería una práctica real. ¿A quién más podríamos preguntar? ¿Quién nos ayudaría?

Lo consideré por un segundo.

—Uhm… ¿qué hay de Izumi?

Recordé nuestra conversación de la semana anterior. Parecía una candidata prometedora. Pero Mizusawa no parecía esperanzado.

—Creo que ella ayudaría, pero… si Konno la atrapara con nosotros, su posición estaría en riesgo.

—… Oh.

Por un lado estaba el enemigo obvio de Konno, Tama-chan. En el otro estaba su amiga más cercana, Izumi. Si Konno las pillaba a las dos llevándose bien, se molestaría. Hinami ya me  había advertido sobre algo similar en una situación diferente.

Gracias al incidente de Nakamura, Izumi había encontrado su identidad al ayudar a otras personas, así que probablemente diría que sí si le preguntara. Pero quería evitar todos los problemas potenciales que podrían causarle.

—Sí, tiene sentido. Probablemente ese no sea un buen plan; Dije. Todos guardamos silencio por un momento.

—… Entonces, ¿quién más podría ser? Alguien que sea neutral y de bajo riesgo incluso si se equivoca, y que no sea cercano ni a Konno ni a Tama.

Mizusawa suspiró, aparentemente repasando las calificaciones en su mente mientras buscaba un candidato. Pero, ¿quién podría marcar todas esas casillas? Alguien que no estaba influenciado por el estado de ánimo anti-Tama-chan en clase, que no haría un gran problema con las fallas, que no tuvo mucho que ver con Konno y que no conocía bien a Tama-

chan. Estaba pensando en lo poco probable que fuera a encontrar a alguien cuando de repente, una cara apareció en mi cabeza.

—¡Ah-ja!; Solté esa palabra.

—¿Qué, pensaste en alguien que podría encajar bien, Fumiya?

—Bueno, no es que “puedan” encajar bien…

Ella estaba justo en el centro del diagrama de Venn. Ella cumplió con todas las condiciones para una T. Era la candidata perfecta.

—¿Oh?

—Uhm…

Si.

Kikuchi-san.

Por alguna razón, mi corazón latía con fuerza, pero me concentré en hablar lentamente.

—… Déjame ver si está interesado.

—¿Así que tienes a alguien en mente?; Mizusawa me miró expectante.

—Uhm, sí… pero no estoy seguro.

Tama-chan parecía muy interesada. —Ooh, ¿quién es?

Sus ojos brillaban con curiosidad. Definitivamente eso salió más amigable que antes. Casi cedí a la presión, pero me las arreglé para no hacerlo.

—Uh, no quiero decírtelo hasta que esté seguro de que nos ayudará.

Dejé una respuesta real. No estaba seguro de cómo me sentía acerca de lanzar el nombre de Kikuchi-san, ya que tenía esa aura divina que la apartaba de las preocupaciones mundanas. No quería romper el límite sagrado que la rodeaba, así que oculté su identidad, y me sentiría mal si esto iniciara rumores sobre nosotros.

—Voy a consultarle primero.

—Lo tengo. Te dejaremos manejarlo, Fumiya; Dijo Mizusawa con indiferencia.

—Gracias.

Algo en la frase te dejaremos manejarlo me hizo extrañamente feliz.

—¡Si tú lo dices, Tomozaki!

Tama-chan siguió a Mizusawa y no me hizo más preguntas. ¿Por qué confiaron tanto en mí? Ahora estaba todo caliente y confuso.

Mientras disfrutaba de ese brillo, Mizusawa comenzó a terminar las cosas como de costumbre.

—Entonces, por ahora deberíamos mantenernos en contacto si algo cambia, ¿verdad?

—Cierto.

—¡Okay!

Incluso cuando se trataba de esas palabras finales formuladas, Tama-chan me superó en todos los aspectos. Con eso, nuestra reunión del almuerzo se acabó.

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***

 

 

Después de la escuela, fui a la biblioteca a esperar a que Tama-chan y Mizusawa terminaran con las actividades del club. Últimamente, yo venía a la biblioteca todos los días después de la escuela, así que me estaba acostumbrando a este nuevo horario—o debería haberlo estado.

Hoy, sin embargo, una cosa era diferente de lo habitual.

Una voz como las trompetas de los ángeles que anuncian el nacimiento de una nueva vida sonó, bendiciendo mis tímpanos.

—E-Estoy nerviosa…

La inteligencia de su voz resonó con las páginas de los libros de la biblioteca, pero también transmitió una calidez como un abrazo de la Santa Madre. Este se arremolinó a través de mis mismas células, impregnando todo mi cuerpo.

Sí, lo adivinaste. Hoy, Kikuchi-san estaba sentada en la silla junto a la mía.

—Uhm, sí. Eso tiene sentido.

Después de nuestro último salón de clases, cuando todos se apresuraban a ir a sus clubes y a las prácticas de equipo o se iban a casa, me acerqué para hablar con ella. Específicamente, le pregunté si ayudaría con el entrenamiento de Tama-chan después de la escuela.

—¿Todo lo que tengo que hacer es hablar con ella como lo haría normalmente?

—Sí, como de costumbre.

Simplemente dije que quería que ella tuviera una conversación con Tama-chan. Este sería el ensayo general de Tama-chan antes de aplicar su práctica tonal y su estrategia porque soy bajita para toda la clase. Y Kikuchi-san iba a desempeñar el papel de su compañera de conversación.

—E-Está bien.

Le dije que Mizusawa también estaría allí. Su voz era inestable y nerviosa, probablemente porque se estaba imaginando a sí misma saltando a una situación tan desconocida.

De todos modos, ella había aceptado mi pedido para ayudar a Tama-chan. Como sospechaba, no eran solo sus miradas y acciones superficiales las que eran angelicales. Incluso su corazón estaba hecho de material sagrado.

Por cierto, no mencioné que Tama-chan estaba cambiando su forma de hablar ni nada por el estilo. Pensé que sería mejor para ella hacer su propio juicio sin prejuicios.

—No has hablado mucho con Tama-chan, ¿verdad?

Kikuchi-san negó con la cabeza lentamente. —No. Cuando la veo en clase, me parece una persona realmente poderosa… pero nunca he hablado con ella.

—Huh.

Nuestra conversación se agotó. Ya habíamos repasado los puntos clave del ensayo y no me quedaba nada por explicar. De todos modos, mantuve la calma y pensé en lo que quería decirle, buscando dentro de mí mis sentimientos genuinos. Manteniéndolo natural, nada de fanfarronadas. Cuando pensaba en algo, simplemente lo decía.

—… Entonces, ¿qué piensas de todo esto? Quiero decir, sobre la forma en que Konno está acosando a Tama-chan y cómo todos los demás obviamente la están evitando.

¿Cómo se veía esta terrible situación a través de los ojos despejados de Kikuchi-san? Quería saberlo.

—Yo…

Kikuchi-san separó sus labios de color rosa pálido y se detuvo. Dudaba que hubiera mucho (si es que había alguno) de lápiz labial en ellos, y sin embargo brillaban misteriosamente, como si estuvieran cubiertos por un velo brillante y translúcido.

Después de pensar por un momento, continuó.

—Me siento muy mal por Hanabi-chan. Creo que la situación es injusta. Pero… no puedo culpar a Konno-san o al resto de la clase.

No esperaba esa respuesta. Una cosa en particular me llamó la atención.

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—¿No puedes culparlos? ¿Qué quieres decir?; Pregunté directamente. Kikuchi-san agarró los dedos de su mano izquierda con su mano derecha.

—Uhm… creo que está mal acosar a alguien o evitar a una determinada persona solo porque todos los demás lo están haciendo.

—Uh-huh…

Ella sacudió su cabeza. —Pero creo que la razón por la que hacen eso… es porque son débiles.

—… ¿Débiles?

Eso fue inesperado.

Kikuchi-san asintió vacilante. —Estoy segura… que tienen una especie de conflicto dentro de ellos que no pueden resolver por sí mismos. Tienen que liberar esa tensión de alguna manera… y saben que no está bien, pero se preocupan por lo que piensen los demás. Así que lo aceptan. Eso es lo que creo que está pasando…

Sus palabras fueron vacilantes e inseguras, pero el boceto que crearon fue seguro, poderoso y profundo. Continuó transformando la escena que vio en palabras.

—Creo que Konno-san y todos los demás están haciendo esto para escapar de algo que no pueden resolver por sí mismos… Por supuesto, es la forma incorrecta de manejarlo.

—Escapar… ¿eh?

En el caso de Konno, debe estar huyendo del estrés causado por la unión de Izumi y Nakamura. Para todos los demás, existía la sensación general de que las personas que derribaron a todos deberían ser responsables. En lugar de enfrentarse a las fuentes de estrés, estaban tomando el camino de menor resistencia.

—Sí… aunque, no soy quién para hablar ya que solo he estado mirando pasivamente; Ella negó con la cabeza con disgusto.

—E-Eso no es cierto. A veces, no puedes involucrarte incluso si quieres…

—Gracias; Dijo ella en voz baja, sonriendo modestamente, luego siguió hablando. —Si piensas en Konno-san, nuestros compañeros de clase y Hanabi-chan, creo que la persona más fuerte de todos es realmente Hanabi-chan.

Ella bajó sus largas pestañas mientras hablaba. Reflexioné en silencio sobre sus palabras que resonaban tan bellamente como elegantes ondas en la superficie del agua.

—… Creo que podrías tener razón. Tama-chan es muy fuerte. Kikuchi-san apretó los labios por un momento antes de responder.





—Sí. Creo que Konno-san y todos los demás dependen de su fuerza. Es más fácil que luchar contra su propia confusión interna. Porque no importa cuánto se apoyen en ella, Hanabi-chan nunca se derrumba.

Ella se frotó la delicada clavícula, que era tan blanca y hermosa como la ladera de una montaña cubierta de nieve.

—… Apoyándose en ella, ¿eh?

Su perspectiva fue más que sorprendente para mí. Ella consideró cuidadosamente a cada actor del drama—fue realmente como una vista del cielo. Pero eso no significaba que lo que estaba diciendo fuera extraño.

Konno no solo estaba atacando a Tama-chan. Se estaba alejando del estrés que sentía y compensando con el acoso para sentirse mejor, una estrategia que dependía de la fuerza de Tama-chan.

Mientras tanto, el resto de la clase no estaba simplemente evitando a Tama- chan. Ellos estaban evitando una batalla con el estado de ánimo y justificando su propio comportamiento al etiquetar a la invencible Tama-chan como “la culpable” y atacarla en nombre de la “justicia”.

Y sucedía porque Tama-chan era fuerte y ellos eran débiles, según Kikuchi-san.

—Pero eso no significa que deban estar haciendo esas cosas… y creo que el problema debe resolverse. Estoy encantada de que me estés dando la oportunidad de involucrarme. Gracias.

Ella me miró directamente mientras hablaba. Su piel era tan suave y clara como la porcelana. No pude evitar mirarla. Su resplandor era tan poderoso que parecía ser su propia fuente de luz. Pero más que nada, las palabras que este hermoso ser decía eran tan positivas, tan humanas.

—Sí. Entonces, pongámonos a trabajar en ello.

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La sonrisa inocente e indefensa de Kikuchi-san me envolvió como los brazos de una diosa.

—Si. Trabajemos en ello… juntos; Dijo con una voz fluida y amable llena de gentil determinación. Asentí y le devolví la sonrisa, convencido de que el abrumador brillo de su expresión permanecería grabado en mis retinas por la eternidad.

Caminábamos juntos hacia el mismo objetivo. Eso fue lo primero para mí. Me di cuenta de que extrañamente me hacía cosquillas la idea de luchar junto a esta persona que era tan importante para mí.

Como siempre, el tiempo que pasé con ella fue natural, sin prisas, gentil y cálido.

***

 

 

Después de recibir un mensaje de Mizusawa en nuestro chat grupal de LINE, Kikuchi-san y yo nos dirigimos al salón de clases donde él y Tama-chan ya estaban esperando. Estaban mirando por la ventana y hablando, no parecían haberse fijado en nosotros todavía.

No había tenido la oportunidad de decirles quién nos iba a ayudar. Ninguno de los dos lo había mencionado después de que Mizusawa dijera que me dejaría manejarlo. Realmente parecían confiar en mí en este caso. Ese tipo de aceptación era típico de Mizusawa, y quería estar a la altura de sus expectativas.

Con Kikuchi-san a medio paso detrás de mí, entré al salón, algo nervioso por cómo reaccionarían ante ella.

—Uhm… hey; Les llamé. Ambos me miraron y luego a Kikuchi-san. Ambos abrieron los ojos con sorpresa. Bueno, podría haberlo predicho. Mizusawa fue el primero en hablar.

—Hey, Fumiya … ¿y Kikuchi-san?

Medio escondida detrás de mí, ella los miró.

—H-Hola; Dijo ella con su voz un poco alta por el nerviosismo. Ella todavía me estaba usando para cubrirse. Tama-chan debió haber notado lo nerviosa que estaba, porque cambió su expresión de sorpresa a una sonrisa amistosa y la miró directamente.

—Hola, Fuka-chan. Hola, Tomozaki.

Su respuesta directa y fuerte fue pura Tama-chan. Pero me preguntaba por qué llamaba a Kikuchi-san por su primer nombre a pesar de que no la conocía bien. ¿Las chicas eran menos formales entre sí desde el principio?

—H-Hola; Dijo Kikuchi-san de nuevo. Este fue su segundo saludo del día. Mizusawa-san se rascó la cabeza suavemente, todavía luciendo sorprendido.

—Uhm, gracias por ayudarnos, Kikuchi-san. ¿Entonces esta era la persona en la que estabas pensando, Fumiya?

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—Uhm, sí.

—Huh.

Jaku-chara Tomozaki-kun Volumen 5 Capítulo 3 Parte 4

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Él me miró intensamente. Ahí estaba de nuevo—esa mirada que tenía cuando buscaba el alma de alguien. En este momento, él estaba investigando nuestra relación. Será mejor que tenga cuidado—Mizusawa siempre podía ver a través de mí. No es que tuviera nada que ocultar, en serio.

Finalmente, él desvió su mirada hacia Kikuchi-san y asintió. ¿Q-Qué? ¿Qué se suponía que significaba ese asentimiento?

—Bueno, ella es neutral en toda esta situación, no tiene una gran influencia en la clase, no está conectada con Konno y no es amiga de Tama-chan… Como dijimos.

—¿C-Cierto?; Dije, todavía nervioso.

—Uhm, Kikuchi-san, ¿Fumiya te ha explicado todo?

—… ¿Qué quieres decir con “todo”?

Kikuchi-san estaba emergiendo lentamente detrás de mí mientras hablaba con

Mizusawa. Ahora ella estaba tal vez en un 70 por ciento al descubierto. Lo estás haciendo bien, Kikuchi-san.

—Bueno, ¿te contó nuestra estrategia para ayudar a Tama? ¿Y que hoy solo queremos que tengas una conversación normal con ella?

—Oh, uhm, sí. Lo hizo.

A estas alturas, estaba fuera al 80 por ciento.

—¡Bien entonces!; Mizusawa dijo casualmente, luego sonrió. —Por cierto, ¿por qué pareces tan ansiosa?

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—Oh, uhm, porque no te conozco muy bien…

—Hmm; Dijo Mizusawa, sin sonar convencido, pero al momento siguiente, asintió. Después de su comentario, Kikuchi-san a exponer solo a un 60 por ciento. Qué barómetro más extraño.

—Está bien, no es gran cosa. Empecemos.

—E-Está bien.

Así fue como comenzó la conversación, que ahora incluía a Kikuchi-san. Ahora que lo pensaba, nunca había visto a Kikuchi-san en un entorno grupal. Aparte de cuando le pedí prestado el pañuelo a Izumi y la vez que Hinami y yo fuimos al café donde ella trabajaba, yo realmente no la había visto hablando con otras personas.

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