Hai to Gensou no Grimgar

Volumen 6: Hacia una Gloria que No Vale la Pena Tomar

Capitulo 7: Disposición

Parte 2

 

 

Sin embargo, Pelirrojo reaccionó rápidamente también. Se levantó, tirando de Max con él, que estaba aferrado a su brazo

“¡Uwajajajaja!” Pelirrojo inmediatamente bajó violentamente su brazo, tratando de golpear a Max contra el suelo.

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Haruhiro imaginó una escena de él siendo salpicado, pero eso no sucedió. Antes de que pudiera ser aplastado, Max soltó el brazo derecho de Pelirrojo. Con una flexibilidad y agilidad que lo hizo lucir como un invertebrado, giró una vez y volvió a levantarse.

“¡Eso no va a funcionar conmigo, Ducky! ¡Es la segunda vez después de todo!”

“¡Pensé que no! ¡Todavía no puedo olvidar cómo se sintió aplastarte esa vez! ¡Quiero probarlo otra vez!”

“¡Bueno, ¿esa no es una coincidencia?! ¡Sueño cuando esa vez te maté a puñetazos también!”

“¡Uwajajajaja!”

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Pelirrojo repentinamente salió de su posición de lucha y le ofreció a Max su mano derecha. Max sonrió y le dio una palmada a la mano derecha de Pelirrojo con la suya.

Los hombres a su alrededor estallaron en aplausos.

“¡Max! ¡Maaaax!”

“¡Ducky es el mejor!”

“¡Max es fuerte!”

“¡Idiota, Ducky es claramente más fuerte, ¿sabes?!”

“¡Si pelearan en serio, Ducky es quien moriría!”

“¡Cállate, ano!”

“¡Ahora lo dijiste, estúpido Berserker!”

Algunos de los hombres se estaban insultando mutuamente, pero no parecía que estuvieran listos para matarse entre ellos. Habría sido demasiado decir que se llevaban muy bien, pero parecían divertirse.

“¿’Ano’?” Yume inclinó la cabeza hacia un lado.

“Es solo un insulto, probablemente,” dijo Haruhiro, tratando de mantenerse lo más calmado posible. “De todos modos, no deberías decir esa palabra.”

“¿Aaaano?” Yume lo miró, desconcertada. “¿Por qué?”

“No, está bien, supongo,” murmuró Haruhiro. “Aunque no realmente…”

Hai to Gensou Volumen 6 Capítulo 7 Parte 2 Novela Ligera

 

“Ahora escucha, Yume,” dijo Ranta con un suspiro, poniendo su mano en el hombro de Yume. “Déjame contarte sobre el ano. Es, bueno, difícil de explicar en palabras, así que señalaré dónde está. Ya sabes que tienes un trasero, ¿verdad? Bueno, dentro de tu trasero está—”

“…Sucio,” murmuró Shihoru para sí misma.

“¡Muy lista!” Kikkawa señaló a Shihoru.

Shihoru se encogió dentro de sí misma. “Yo… yo no estaba tratando de hacer una broma.”





“‘One-on-One’ Max y ‘Red Devil’ Ducky, eh.” Tada se subió las gafas con el dedo índice izquierdo. “Sí, no son rival para mí.”

“Esos dos siempre lo están haciendo.” Tokimune los miró a los dos como lo haría un orgulloso padre. “Creo que es como dicen: cuanto más peleas, mejor te llevas.”

“No puedo entender eso…” Mary negó con la cabeza.

“Se estaban sacando sangre…” Kuzaku parecía un poco extrañado también.

“Heh…” dijo Inui.

Ojalá Inui permaneciera callado, pensó Haruhiro.

“Pensar que comenzarían ese ritual sin mí…” continuó Inui.

Porque nada de lo que dice tiene sentido.

¡Oh, stupid fuckers! ¡Hay otras cosas que hacer primero, ¿sí?!” Anna-san saltó con las mejillas hinchadas. “¿Otras cosas? ¿Por qué, shit? ¿Qué era? ¿Qué?”

Honestamente, ¿qué es lo que deberíamos estar haciendo primero, eh? Haruhiro cerró los ojos, respirando profundamente. Tal vez siempre había sido del tipo paciente. De cualquier manera, sentía que había acumulado un nivel impresionante de tolerancia.

Cuando abrió los ojos, vio a Shinohara acercándose con un grupo de hombres y mujeres con capas blancas. En comparación con Max de Iron Knuckle y Ducky de Berserkers, personas que no parecían que pudiera entender, Shinohara parecía un salvador. Incluso tenía un halo de luz en su cabeza. ¿Eso era una ilusión?

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Bueno, por supuesto que era una ilusión. No había manera de que tuviera un halo de luz real en su cabeza.

“Urkh…” Mimorin hizo una mueca y entrecerró los ojos.

¿Era él demasiado brillante para ella? De ninguna manera… ¿Mimorin también podía ver ese halo de luz?

Haruhiro parpadeó para confirmarlo por sí mismo. No, ni siquiera Shinohara, grandioso como era, emitía un halo de luz. Eso era obvio.

“Hey, Haruhiro, Tokimune,” los saludó Shinohara. “Parece que hemos llegado a una mala situación, eh.”

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“Hola,” asintió Haruhiro, mirando a Shinohara con los ojos vueltos hacia arriba, “¿Una mala situación? Qué quieres decir con—”

“Permíteme a mí, Kimura de Orion, explicar,” dijo el hombre con gafas y el corte crew.

Este tipo otra vez.

“Notamos que el dios gigante había dejado de moverse aproximadamente hace dos horas. Nuestra trampa pozo ya estaba completa, así que decidimos ubicar la posición actual del dios gigante. No es exactamente una tarea difícil. Si te acercas al dios gigante, su ubicación se hace evidente. Y entonces, lo vimos. El dios gigante que se eleva sobre la colina inicial. ¡Oh, qué horrible! ¡Porque ese es nuestro único camino a casa! Ahora, aunque no seamos completamente incapaces de regresar, hacerlo sería increíblemente difícil.”

¿Q-Qué dijiste? Haruhiro casi dijo en una voz completamente monótona, pero se detuvo. No estaba tan sorprendido.

Estaba deprimido porque su peor predicción, aquella en la que no había querido pensar, se había hecho realidad. Pero eso era todo. Eso era todo.

Por la apariencia de Shihoru, Mary y Kuzaku, esto había matado cualquier entusiasmo que tuvieran.

Yume parecía estar sumida en sus pensamientos. Parecía que había llegado a una conclusión. “…¡Ah! Si no podemos regresar, ¿eso significa que no tenemos manera de irnos a casa?”

“¡Eso ya lo dijeron! ¡¿Eres idiota?!” Ranta le gritó.

“Yume no es una idiota,” se defendió. “Las personas que llaman a otras idiotas, son las verdaderas idiotas, ¿sabes?”

“¡Bueno, siguiendo tu lógica, ¿los verdaderos genios son los que llaman genios a otros?!” Ranta gritó.

“Hmm. Probablemente, ¿no crees?”

“¡Genio! ¡Genio! ¡Yume, eres una genio realmente hermosa!”

“¿Oh? ¿De verdad? Ranta, así es como has estado sintiéndote por Yume,” sonrió. “Es un poco vergonzoso.”

“¡T-Tonta! ¡Eso no es lo que quise decir! ¡No es así, ¿de acuerdo?!”

“Tu cara está toda roja…” Shihoru miró a Ranta de reojo, temblando de disgusto. “Qué desagradable…”

“¡¿M-M-M-M-M-Mi cara está toda roja, no?! ¡¿Y a qué te refieres, bruta?!”

“Hmm.” Kimura ajustó cuidadosamente la posición de sus gafas, mirando de Ranta hacia Yume. “Me disculpo si esta es una pregunta delicada, pero ¿ustedes dos están en una relación profundamente romántica? En resumen, ¿son novio y novia?”

“¡¿Q-Qué?!” Ranta se mareo tanto que bailó un poco. “¡¿Qu-Qu-Qu-Qu-Qué estás diciendo, idiota?! ¡N-N-N-N-No me hagas reír!”

“Nop.” Yume rápidamente lo negó. “Te equivocas.”

“¡S-S-S-S-Sí! ¡E-E-E-E-Estás equivocado! ¡N-N-N-N-No lo entiendas mal! ¡Nunca me conformaría con ella! ¡Quiero decir, mira sus diminutas tetas!”

“¡Los pechos de Yume no son diminutos!”

“¡¿Qué pasa con los pechos pequeños?!” De repente, Kimura se puso enojado. “¡Plano es sublime! ¡La humanidad aún tiene que inventar cualquier cosa que pueda trascender al pecho plano! ¡De ninguna manera!”

“Kimura, cálmate.” Shinohara parecía un tanto preocupado mientras le daba una palmada en el hombro a Kimura.

“Oh, perdóname.” Kimura se rió. “Perdí la compostura. Sin embargo, permíteme aclarar cualquier malentendido. Si bien mi filosofía personal es que los pechos planos son el pináculo de todas las cosas, entiendo que no sean las únicas cosas valiosas. ¡Naturalmente, también puedo bajar a enormes pechos! De hecho, soy lo suficientemente flexible como para adaptarme a cualquier tamaño de busto.”

“¡Eres apasionado!” Kikkawa agitó su brazo. “¡Tienes pasión, Kimuracchi! ¡Lo entiendo, sí, lo entiendo! ¡Soy de la misma manera, hombre! ¡Estoy bien con cualquier tamaño, sí!”

“¡Sí!”

Kimura y Kikkawa intercambiaron un firme apretón de manos. Parecía que se había formado una amistad apasionada entre ellos.

Incluso Orion tenía bichos raros como este, eh. De alguna manera, era un descubrimiento profundamente conmovedor.

“Um, sí…” Anna-san se encogió de hombros y los miró con decepción. “¡Cada vez que abren la boca, dicen tetas, tetas, tetas! ¿Eso? ¡Eso se llama acoso sexual, sí! ¡¿Qué pasa si Anna-san y las otras chicas comienzan a hablar sobre el tamaño de un pebe frente a ustedes?! ¡Piensen en cómo eso los enviaría al cielo, perdedores de penes diminutos!”

Mary frunció el ceño. “¿Hayashi? ¿Qué pasa?”

Al mirar por encima, el antiguo camarada de Mary, Hayashi, estaba agachado. “…No. No es nada. No pasa nada. Realmente nada…”

¡Oh, my God!” Anna-san se tapó la boca. “¿Realmente tinenes un pene pequeño? No hay nada de qué preocuparse, ¿sí? Las teorías dicen que incluso si es pequeño, todavía funciona sin problems…”


“Las teorías dicen,” dijo Mimorin sin expresión.

¿Por qué lo estaba repitiendo?

Hayashi estaba al borde de las lágrimas en este punto. El pobre sujeto. Pero habría sido incómodo ir a consolarlo. No era como si Haruhiro fuera tan pequeño que necesitara compasión. No podía ofrecer apoyo, o realmente decir mucho de nada en esta situación. Tal vez ninguno de los chicos podía, y ¿solo tenían que callarse?

“Hmph…” Tada se humedeció los labios. “Básicamente, vamos a tener que pelear. No lo haría de otra manera.”

Este era Tada-san. Sin gracias sociales en absoluto. A Tada no le importaba, probablemente no le importaba. Por eso lo ignoró. Era una forma muy como Tada de hacer las cosas. En este caso, Haruhiro estaba agradecido por ello.

¿No? ¿Estoy agradecido? ¿Eh? ¿”Tenemos que pelear”? Espera.

“¿Qué quieres decir?” Haruhiro olvidó lo que estaba a punto de preguntar. Más precisamente, el hecho de que estaba tratando de decir algo se le había escapado de la cabeza.

Nooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooong.

Algo hizo eco antes.

¿Un sonido? No, fue más una vibración que un sonido. Aunque, si recuerdo, el sonido es una vibración, así que supongo que fue lo mismo que un sonido. ¿Qué tipo de sonido? Haruhiro no estaba seguro, pero era ruidoso. Todo su cuerpo se sacudió como si se hubiera convertido en un gran tímpano. Su propio ser fue sacudido por el sonido.

Sin tiempo para sorprenderse, estaba a merced del sonido. Esta era una experiencia nueva para él. ¿De dónde venía el sonido? ¿De dónde venía y qué tan lejos llegaba? No estaba seguro de cuán vasto era el Reino del Atardecer, pero no podía ser tan pequeño. ¿Había llegado el final?

Haruhiro vio el sonido. Sacudía al mundo y lo distorsionaba. Las distorsiones eran visibles a simple vista.

Haruhiro se agarró el pecho. Su corazón estaba palpitando como loco. El sonido pasó en unos momentos, como máximo. Sin embargo, su corazón todavía estaba temblando. Era diferente de su pulso. ¿Estaba entumecido? Sentía algo así.

Miró a su alrededor. Nadie estaba totalmente bien. Todos habían sido golpeados por ese sonido en este momento. Shihoru estaba sentada en el suelo, agarrándose la cabeza.

“¿Estás bien?” Mary sostuvo a Shihoru mientras la ayudaba a levantarse.

Shihoru asintió, pero parecía que no podía pronunciar ninguna palabra. Había lágrimas en sus ojos.

“¿Qué… crees… que fue, justo ahora?” Haruhiro intentó preguntarle a Shinohara, pero luego pensó que Shinohara estaría tan perdido por una respuesta como él.

Como esperaba, Shinohara negó con la cabeza. Tenía una mirada más aguda en sus ojos que de costumbre. “No lo sé… pero dudo que sea una buena señal.”

“¿Eso crees?” Tokimune dejó escapar un profundo suspiro, luego mostró sus dientes blancos. “Aunque yo no podría estar más emocionado.”

Ah… Esto no va a terminar bien, pensó Haruhiro. Puedo decir por experiencia que nada bueno sucede cuando Tokimune dice eso. Esto es lo peor. Ya no me gusta esto. ¿Cómo terminaron las cosas así? ¿De quién es la culpa? ¿Qué demonios? Detente, por favor. Maldición. Maldición. Maldición.

Haruhiro desató todas las quejas que pudo pensar dentro de su cabeza, y luego las embotelló a todas.

Quiero irme lejos, pero no puedo.

Estoy listo para esto, pero eso es algo que no puedo decir. No es posible. Pero tengo que prepararme. Pase lo que pase, todo lo que puedo hacer es enfrentarlo. ¿No importa lo que pase?

¿Qué va a pasar aquí?

No lo sé.

Como si fuera posible.

Iron Knuckle y los Berserkers se habían reunido en sus respectivos grupos para hablar de ello. Orion estaba haciendo lo mismo. Aquellos que no estaban en un clan, o que habían venido al Reino del Atardecer como un Party individual, no como parte de un clan, se estaban agrupando también, por incertidumbre. De alguna manera, aunque el grupo de Haruhiro y los Tokkis no habían decidido hacer esto, el flujo de cosas los llevó a unirse al grupo de Orión.

Discutieron una gran cantidad de cosas.

¿Dónde está el grupo de Soma? ¿Dónde están Akira-san y su grupo? ¿Qué fue ese sonido? ¿Qué debemos hacer? ¿Qué podemos hacer por el momento? Deberíamos irnos a casa. Incluso si volviéramos a casa, el problema es que no hay una manera fácil de hacerlo. Bueno, ¿entonces qué deberíamos hacer? Deberíamos salir de aquí. ¿Por qué nos alejamos del asentamiento? Hagamos lo que hagamos, debemos decidir qué dirección tomar.

Es mejor si no nos separamos. Es mejor si nos quedamos juntos. No, tal vez sería mejor dividirse y no enfocarse en un solo lugar. Si todos están agrupados, existe el riesgo de que todos sean eliminados.

¿Eliminados? ¿Qué quieres decir, aniquilados? No lo sabemos todavía, ¿verdad? Podría ser que nada suceda. ¿Dónde están Soma y su grupo? Originalmente íbamos a reunirnos en la colina inicial. Ahora no podemos, es por eso que Orion llegó al asentamiento. Probablemente sea lo mismo para los demás. Entonces, ¿dónde están Soma y su grupo? ¿Akira-san y su grupo? ¿Qué hacemos? ¿Qué debemos hacer? ¿Cuál es el curso de acción correcto?

Más o menos, esto iba solo en círculos. No pudieron encontrar ninguna respuesta. Iron Knuckle y Berserkers tampoco se estaban moviendo.

Eventualmente, Shinohara y Kimura comenzaron una discusión. Parecía que los dos decidirían qué hacer con Orion.

Había soldados voluntarios dispersos, discutiendo sobre esto o aquello. Era ruidoso. No solo eso, había una inquietud en el aire.

Haruhiro tenía que decir algo. Tenía que hablar con sus camaradas. Porque Haruhiro era el líder. Tenía que decidir. Así se sentía, pero no podía pensar con claridad. Nada le venía a la mente.

Esto no era bueno. No podía dejar que las cosas siguieran así. Honestamente, eso era lo único que Haruhiro sabía. No quería mirar a sus camaradas a los ojos, así que bajó la cabeza.

No es bueno. Esto no es bueno. En serio, no es bueno. Me siento enfermo. No puedo respirar adecuadamente. Duele. ¿No me había preparado para lo peor? Qué patético. Sí, es cierto. Soy una persona patética. Lo sé. No puedo ser decisivo incluso si quiero. Quiero decir, no es lo que soy.

“Escucha,” dijo Kuzaku. “Voy a seguirte. Pase lo que pase, estoy contigo, Haruhiro. Pensé que al menos debería decir eso.”

“Y-Yo también.” Shihoru levantó su mano un poco. “Haruhiro-kun, me has salvado muchas veces. Quería decir eso…”

“Tiene que ser Haru-kun, ¿sabes?” Yume dijo, con una risita.

“Estoy segura.” Mary sonrió. “Si no hubieras estado ahí, Haru, algo terrible habría sucedido. Quiero decir eso de muchas maneras. Estoy aquí ahora gracias a ti.”

Todo resonaba.

De muchas maneras.

Las palabras de Mary en particular.

Eso es lo que es, ¿eh?

No era la forma correcta de decirlo, pero sintió que algo precioso se le fue arrebatado.

Si tan solo se hubiera dado cuenta antes. Que realmente amaba a Mary.

Aún así, incluso si se hubiera dado cuenta, este era Haruhiro. Seguramente no podría haber hecho nada. En otras palabras, habría sido lo mismo.

Sí. Lo ismo. Las cosas habían salido de esta manera porque lo necesitaban.

“Heh.” Ranta resopló burlonamente. “Ustedes son muy cursi. ¿Tanto quieren levantar sus banderas de muerte? Son unos idiotas. En serio, en serio.”

En realidad, eso fue tranquilizador. Si Ranta no hubiera actuado como Ranta,  eso habría dejado a Haruhiro fuera de balance.

Haruhiro giró sus hombros alrededor. Resolvió la tensión ¿De qué servía estar nervioso? Esta no era ese tipo de situación.

“No vamos a morir, hombre.” Los ojos de Haruhiro probablemente parecían soñolientos en este momento. Por supuesto, no estaba cansado. “No dejaré que nadie más muera.”

En el momento en que lo dijo, comenzó a pensar cosas como: Bueno, esa es la esperanza, trabajaré prácticamente hasta la muerte para mantener a todos vivos, eso es lo que estoy diciendo, es una expresión de intención, no sé si es posible o no, pero—

Este era Haruhiro. No podía cambiar de repente quién era. Sin embargo, pretendiendo haber cambiado, eso, hasta cierto punto, podía hacerlo.

“¡Ducky, vamos!”

“One-on-One” Max llevó a Iron Knuckle a la acción. Parecía que se dirigían a la colina inicial.

“¡Haz lo que quieras! ¡Los Berserkers se quedan a la espera!”

“Red Devil” Ducky gritó de vuelta. Parecía que los Berserkers planeaban quedarse en el asentamiento.

Max y Ducky tenían versiones diferentes, pero eran del mismo tipo. Debido a que eran los líderes, o jefes, más bien, Iron Knuckle y los Berserkers emitían un aura similar. Eran agresivos y llamativos.

Iron Knuckle usaba azul y negro, mientras que los Berserkers usaban rojo como sus colores distintivos, y cada uno de los miembros mostraba esos colores en sus equipamientos.

Parecía que también tenían símbolos de clan. El de Iron Knuckle era un puño cerrado, mientras que los Berserkers usaban una calavera con una espada cruzada y un hacha.

Sin embargo, a pesar de que eran similares, los de Iron Knuckle eran alegres y traviesos, emitiendo lo que podría tomarse como un ambiente más juvenil. Los Berserkers tenían lo que caritativamente se podía llamar un sentido de la dignidad, o menos caritativamente llamado astucia.

Iron Knuckle estaba a la ofensiva, los Berserkers estaban a la defensiva. Shinohara y Kimura todavía estaban hablando de eso. ¿Qué harían los Tokkis? Haruhiro miró a Tokimune para medir su reacción.

¿Eh? ¿Hay algo extraño?, pensó de repente. Por extraño, quiero decir, esto es…

Este sonido.

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Haruhiro miró hacia el este. Entonces, al sur.

Está viniendo. Acercándose. Un gigante blanco. Pisadas, eh. Es correcto. Este ruido sordo… Son pisadas de un gigante blanco. No, pero esto… Pero espera, ¿eh? Estos gigantes blancos, el número de ellos…

No son solo uno o dos, ¿verdad? ¿Aproximadamente cuántos? No lo sé. ¿Tal vez todavía están lejos?

Vienen de ahí, ¿y de ahí también?

No puedo contar. Son demasiados. No tengo tiempo para sentarme aquí y contar.

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“¡H-Hay un enjambre de gigantes blancos!” La voz de Haruhiro sonó como si se rompiera.

“Vaya…” Incluso Tokimune se sorprendió. “Vienen de todas partes, eh.”

Tada se rió, haciendo girar su martillo de guerra. “Así es como me gusta.”

“Heh…” Inui abrió los brazos de par en par. “¡El viento de la ruina, golpea con salvaje abandono!”

“¡No digas cosas de mal presagio, ¿sí?!” Anna-san golpeó a Inui.

“Gere-prote a Anna-san con mi da-vi!” Kikkawa se señaló a sí mismo con su pulgar.

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“Gere-prote y da-vi…” murmuró Haruhiro sin querer. Probablemente eran algunas de las palabras codificadas de Kikkawa, pero ni siquiera podía entender lo que significaban.

“Kwahh.” Mimorin dejó escapar un extraño sonido mientras sacaba su espada.

“Parece que tenemos que luchar, maldita sea.” Ranta bajó la visera de su casco.

“Pero incluso si vamos a luchar…” Kuzaku se ajustó el casco y preparó su escudo. “…¿realmente podemos hacerlo?”

Yume, Shihoru y Mary estaban en silencio. Sus expresiones eran rígidas y sombrías. Incluso Yume estaba haciendo una mueca.

Haruhiro honestamente quería huir. Pero la pregunta era, ¿a dónde? Sí, no parecía que hubiera ningún lugar. Porque el dios gigante estaba en la colina inicial.

¿El dios gigante pudo haber hecho ese increíble sonido? Ese era el tipo de cosas en las que estaba pensando. Entonces, ¿resultó así? Dicen, deja descansar a los dioses durmientes, pero ¿tal vez los soldados voluntarios enfurecieron al dios de este Reino del Atardecer?

No importaba. Por lo menos, no era algo en lo que pensar por ahora.

“¡Oye, Shinohara!” Ducky gritó, saludándolos con la mano. “¡Ayúdanos aquí por ahora! ¡Dividirse no es un plan inteligente!”

“¡Llamemos también a Iron Knuckle!” Shinohara asintió. “¡Este es un momento en el que necesitamos unirnos, dejando de lado las diferencias entre clanes! ¡Orion hará lo que siempre hace!”

“¡Escucha, no te atrevas a asustarte y darle la espalda al enemigo!” Ducky rugió. “Si das la espalda, esperas que te maten! ¡Mira hacia adelante hasta que mueras!”

“¿Por qué ese tipo pelirrojo dice lo que es obvio?” Tada se rió burlonamente.

¿Este tipo no tenía miedo?

Haruhiro tenía miedo. Podía sentir sus rodillas y la parte inferior de su estómago temblando.

Los de Iron Knuckle dieron media vuelta y regresaron, liderados por Max.

“¡Están aquí, están aquí, están aquí!” Tokimune golpeó su escudo con su espada.

Oh, no quiero mirar... Pero Haruhiro tenía que mirar. Los gigantes blancos. Todavía están lejos los del sur. Los gigantes blancos del este están bastante cerca. Por lo que puedo ver, ¿tal vez hay alrededor de diez? Podría haber más detrás de ellos.

Si bien había diferencias entre los gigantes blancos individuales, se podían categorizar en aproximadamente tres categorías de tamaño. La clase de cuatro metros, la clase de seis metros y la clase de ocho metros. Aquellos en la clase de ocho metros eran raros, y Haruhiro nunca había visto uno antes.


Habían dos que parecían ser de esos gigantes blancos de ocho metros. Uno era de la clase de seis metros, y el resto eran de la clase de cuatro metros.

Haruhiro no era valiente ni decisivo, ni fuerte, ni sensato, ni calmado. Lo mejor que podía hacer era representar el papel del líder intrépido. Necesitaba jugar ese papel de alguna manera.

Shihoru. Yume. Ranta. Mary. Kuzaku. Miró a cada una de sus caras. Tengo camaradas, y no quiero que ninguno muera. Es por eso que tenemos que superar esto juntos.

“Si tienes sueño, vete a dormir, líder,” se rió Ranta.

“¿Cuántas veces tengo que decírtelo? Nací con estos ojos.” Haruhiro golpeó un puño contra su pecho. “Bueno. Hagamos este trabajo. El sueño puede esperar hasta después de esto.”

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