Lazy Dungeon Master (NL)

Volumen 14

Prologo: Ropa de Cama Divina

“Maestro, ¿podría revisar este documento?”

“Seguro. Gracias, Niku”.

Estábamos en medio de un carruaje (uno ridículo con una oficina completa incorporada) en nuestro camino de regreso del Reino Demonio, escribiendo nuestro informe sobre los resultados de nuestro viaje. Dicho informe se tituló: Amistad y comportamiento social en la cultura del reino de los demonios.

No sabía cómo escribir en el idioma de este mundo, por lo que necesitábamos ejecutar un trabajo en equipo poco ortodoxo en la forma en que yo hablaba el contenido del informe mientras Niku escribía mis palabras.

“Sí. Esto coincide perfectamente con mis notas”, dije. Probablemente hubo algunos errores ortográficos y letras sueltas mezcladas, pero algo conveniente e inconveniente acerca de mi traductor automático fue que convirtió automáticamente todo eso en un idioma que entendí sin importar los errores menores que cometiera Niku. “Estoy seguro de que uno de los trabajadores de Haku arreglará cualquier error tipográfico y todo eso, así que sí. Eso debería bastar para el informe. Buen trabajo, Niku”.

“Bwuh…” gimió Niku, cayendo sobre la mesa exhausta.

Buen trabajo, mi fiel loli. Pensé que estaba libre de informes después de llegar a este mundo de fantasía, pero supongo que esto es solo parte del trabajo para el gobierno. Aunque Rokuko no tiene que hacerlo ya que ella es una “embajadora de la amistad” o algo así.

“Pero hombre, el Reino Demonio seguro era un lugar intenso. Me alegro de haber salido con vida”.

“¿Hm? Pensé que era cómodo”.

Sí, supongo que el Imperio de Laverio también tiene un montón de adictos a la batalla. Probablemente todos encontrarían el Reino de los Demonios un lugar cómodo para quedarse.

“Maestro… Um, ¿puedo pedir una recompensa?”

“Whoa. Es raro que pidas algo así, Niku. Solo di la palabra y haré todo lo que pueda”.

Ella debe haber estado bastante agotada por todo el alboroto. Así que le di una gran recompensa… Con lo que quiero decir que la acaricié como ella me pidió. Parecía muy feliz por eso, lo cual fue lo suficientemente bueno para mí.

De todos modos, presentamos nuestro informe una vez que regresamos a la capital imperial y nos informaron que teníamos una audiencia con el emperador Lionel al día siguiente. No había nada extraño en eso, ya que nos habíamos  ido por asuntos  oficiales del  imperio después de una audiencia con el emperador. Solo había una cosa.

¿Por qué estoy arrodillado frente a todos los demás como si fuera el líder de  la  expedición?  Pasé  básicamente  todo  el  mes  como  esclavo,

¿recuerdan? ¿Alguien?

Dicho esto, no pude expresar exactamente mis quejas. Haku me estaba diciendo que me fuera, así que no tuve más remedio que irme. Tener a Rokuko en mi lugar tampoco era una opción, y Niku estaba escondida en la parte de atrás, así que…

Fui yo quien recibió el gran honor de que el emperador Lionel me hablara directamente. Es cierto que el impacto de todo esto disminuyó un poco al verlo charlar con Haku de manera tan casual, pero aun así, tenía un aura bastante intimidante. No esperaría menos de un emperador.

“Barón Goren. Sus esfuerzos en esta misión diplomática fueron encomiables; tiene mis elogios”.

“¡Gracias, señor!”

“Pensar que tendríamos un malentendido tan fundamental de la cultura del Reino de los Demonios a pesar de que nuestras historias estuvieron entrelazadas durante tanto tiempo … Si quieres, puedo escribir una carta recomendando que te asciendan al rango A en el Gremio de Aventureros”.

“Me siento honrado, pero creo que un estatus tan alto estaría fuera de mi alcance”.

“Ya veo. Independientemente, le enviaré un mensaje de que está más que listo para ascender al rango A cada vez que surja la oportunidad”, continuó. No vi en qué se diferenciaba que él escribiera una carta de recomendación, pero de todos modos. “Entonces, te recompensaré de otra manera. ¿Qué deseas? Indique lo que desee. Ah, conceder a la ciudad de Goren la independencia de Tsia es totalmente posible. ¿Lo combinamos con Dragg también?”

Espera. Aguanta, aguanta. Esa es mucha más responsabilidad de la que jamás hubiera deseado. Pero afortunadamente, planeé una solicitud con anticipación para esta situación exacta. Es hora de jugar bien mis cartas y ver qué pasa.

“… Si me lo permite, Alteza, tengo una humilde petición. Soy miembro de la Iglesia Beddhist y estamos recolectando piezas de la Ropa de Cama Divina. Tengo entendido que el Imperio de Laverio tiene una Ropa de Cama Divina en su poder, y todo lo que te pido es que me brindes ayuda en mi búsqueda”.

“Muy bien. Pero la Ropa de Cama Divina se considera un tesoro del estado y no puedo dárselo. En cambio, te permitiré alquilar la Ropa de Cama Divina en posesión de mi imperio. A quienes posean la Ropa de Cama se les pedirá que se la proporcionen de acuerdo con sus necesidades. Tú y ellos determinarán el pago cuando llegue el momento”.

¿Qué? B-Bueno, supongo que a veces las cosas funcionan. Nunca está de más intentarlo, ¿eh? Su respuesta inesperadamente positiva me tomó por sorpresa, y apenas pude contener mi sonrisa. Gracias, Rokuko. Es gracias a tu consejo que pensé en hacer esto.

“Mi imperio posee dos piezas de la Ropa de Cama Divina: el Colchón Divino y la Almohada Divina. La Casa de Orkluv administra el colchón, mientras que la Casa de Tsia posee la almohada. Les enviaré un mensaje a ambos en un momento posterior”.

“¡Sí, mi señor! Me siento honrado.”

“Que puedas seguir sirviendo bien al imperio”. Y así la audiencia llegó a su fin.… Así que prácticamente acabo de recibir dos piezas de la Ropa de Cama Divina, ¿verdad? Veamos, ¿qué queda… el gorro de dormir y la ropa interior, creo? Tengo los otros seis (cinco excluyendo el despertador), así que sí, wow, tengo la mayoría de ellos ahora. Whoa.

“¿No es genial, Maestro?”

“S-Sí. Seguro que lo es, Niku”.

Salí de  la  sala de audiencias llena de una sensación esponjosa  de satisfacción, habiendo obtenido dos piezas de la Ropa de Cama Divina a la vez (tres si consideras los pijamas divinos que había recibido en el Reino de los Demonios). Mi objetivo estaba ahora a solo unos pasos.

Niku y yo regresamos a la habitación de invitados en el castillo que me habían dado, donde nos recibieron Rokuko y Neruneh.

“Buen trabajo, ustedes dos. ¿Cómo estuvo la audiencia, Keima?”

“Buen trabajo”.

“No hice mucho. Solo me arrodillé”, dijo Niku primero.

“… ¿Por qué están ustedes dos aquí, de todos modos? No es que importe, pero…”

A Rokuko le habían dado otra habitación, con Neruneh sirviendo como su sirvienta, pero, bueno, nadie podía enojarse con ella por esperar en la habitación de los miembros de su grupo hasta que regresaran. En cuanto a Aidy, se alojaba en una habitación específicamente para visitantes diplomáticos.

“Está bien, lo diré directamente. Este viaje al Reino de los Demonios nos acaba de conseguir tres piezas enteras de la Ropa de Cama Divina. Yo sé que suena loco, y apenas puedo creerlo, pero ahí lo tienes”.

“¿En serio? Estupendo. Parece que valió la pena hablar con Lionel antes de tiempo”.

Uh.

“Er, ¿Rokuko? ¿Qué le dijiste al emperador?”

“Um. Quiero decir, pensé que esta sería una buena oportunidad, ya que estás coleccionando todo el juego de la Ropa de Cama Divina. Entonces…”

“¡Oh, sí, fue de gran ayuda! Estoy agradecido, ¡pero wow!”

“Además, todo lo que hice fue responder cuando me preguntó qué tipo de recompensa querrías”.

Espera, espera, entonces, ¿de quién es la culpa? ¿Quién instaló esto…? O espera, no. Cálmate, yo, cálmate. Piénselo: nadie pierde nada aquí. Nadie tiene la culpa.

El emperador Lionel está contento de que todo lo que tiene que hacer es prestarme la Ropa de Cama Divina, a los administradores de la Ropa de Cama Divina se les paga cuando los tomo prestados, y todo lo que tengo que hacer es pagar un poco para usarlos todos a la vez, así que Estoy tan satisfecho como puedo. Me puse un poco en guardia ya que las cosas parecían ir demasiado bien, pero quiero decir, oye, a veces las cosas simplemente funcionan a tu favor, y eso está bien.

“¿Te pasa algo, Keima?”

“No para nada. Lo hiciste bien, Rokuko. Gracias. Y… Er, bueno… yo…”

“¿Tú?”

“Yooooo… theeeee… aaamo”.

………

Pensé que intentaría actuar como si fuéramos una pareja casada, como dije que haría cuando volviéramos del Reino de los Demonios, pero realmente me sentí demasiado fuera de lugar para mí. Y tuve que ahogarme con la voz quebrada. Por un segundo me sentí demasiado avergonzado para siquiera mirar a Rokuko, pero tenía curiosidad por saber cómo estaba reaccionando, así que le eché un vistazo a la cara.

“¡¡¡Eeee…!!!”

Vaya, eso es rojo brillante. ¿Es esto una manzana que veo?

“Neruneh, ¿grabaste eso?”

“Puedes apostarlooooooo. Fue lindo cómo se mordió un poco la lengua”.

“Oh, sí, es un paquete de ternura. ¡Lo voy a guardar para siempre!”

¡Oye! Puse todo mi coraje para decir eso, ¡¿y te vas a burlar de mí por eso?! ¡¿Quieres que llore?! ¡Voy a llorar!

“Ah, lo siento, Keima, de verdad. Pero, b-bueno, realmente me hizo feliz. Entonces, u-um, no digas que nunca lo volverás a decir, por favor.”

“… Ngh.”

“Aquí, te daré un beso para animarte”, dijo Rokuko, dando un paso adelante y acercando su rostro al mío.

E-Er, ¿hola? Hay niños (es decir, Niku) mirando, ¿sabes?

Un golpe repentino en la puerta me envió a saltar lejos de Rokuko. “…Gr. Las cosas se estaban poniendo buenas,” refunfuñó Rokuko.

“Rokukoooo, ¿puedo entrar, querida?”

Fue Haku. Esa era definitivamente la voz de Haku. Pero esta era la habitación de invitados en la que Niku y yo nos estábamos quedando. En otras palabras, para que quede perfectamente claro, la habitación de Rokuko estaba en otra parte.

El hecho de que Haku le estuviera pidiendo permiso a Rokuko para entrar significaba que sabía que Rokuko estaba en mi habitación. Debió haber revisado el mapa y haber visto dónde estaba.

Esto no es bueno. Estamos en el territorio de Haku, pero bajé la guardia por completo.

“Vooooy,” gritó Rokuko. La puerta se abrió con un clic y entró Haku. Tenía una sonrisa muy brillante.

“Oh, ¿Keima también está aquí? Qué casualidad.”

“Ahahaha… me voy ahora”.

“¿A dónde vas a ir? Esta es tu habitación, recuerdas.”

Si lo sabes, por qué dijiste que fue una coincidencia verme aquí, ¿eh?

“Por   cierto,    Keima,    ¿qué   estabas   haciendo   con   Rokuko    hace   un momento…? Tus caras parecen bastante rojas”.

“E-Er, nada en absoluto. Quiero decir, acabo de regresar, así que…”

Mierda, esa es una mirada intensa. Estoy a unos diez segundos de que me corten la cabeza.

Miré a Rokuko en busca de ayuda. Sacudió la cabeza con exasperación y suspiró.

“Hermana. Aquí.”

“¿Hm? ¿Qué pasa, Rokuko?”

“Aquí.”

Rokuko se sentó en una de las camas y le hizo un gesto a Haku. Haku, atraído como una polilla por una llama, se sentó junto a Rokuko.

“¿Palmea mi cabeza?”

“… Um.”

“Dame palmaditas, hermana. Aquí… Mm.”

Rokuko descansó su cabeza contra el generoso pecho de Haku. Haku se levantó bruscamente, luego extendió una mano hacia la cabeza de Rokuko.

Pat pat pat pat pat pat.

“¡Aaah, Rokuko, te extrañé muchísimo…! Estoy tan contenta de que hayas llegado a casa sana y salva… Estaba tan, tan preocupada. ¡Estaba fuera de mí con la preocupación de que te pasara algo en ese país de bárbaros!”

“Ahaha. No te preocupes, Keima me protegió”.

“… ¿Pero era un esclavo?”

“Él es quien puso a Wataru para que me proteja, así que es lo mismo. Y aquí estoy, en casa sana y salva. Eso es lo que importa, y está bien lo que acaba bien. Por cierto… dejaste de acariciarme la cabeza”.

“Ngh, ngggh… E-Es cierto que finalmente terminaste a salvo, pero…”

“Realmente me gustaría que elogiaras a Keima por todo lo que hizo, hermana…”

Rokuko miró a Haku con ojos de cachorro mientras le acariciaban la cabeza. ¡¿Cuándo aprendió a hacer eso?!

“… Keima. Hiciste bien en traer a Rokuko a salvo a casa en el imperio.”

“C-Cierto. Si. Simplemente hice lo que cualquiera haría”.

Haku me elogió por la solicitud de Rokuko, con la sonrisa más forzada que jamás había visto.

Buenooooo, en realidad pasé todo mi tiempo como esclavo mientras Rokuko iba de turismo y esas cosas con Aidy, pero no es necesario que diga eso aquí. Dejaré que Rokuko se encargue de esto.

“Estoy muy contenta de que reconozca lo duro que trabajó Keima para mí, hermana”.

“Er, bueno, yo…”

“¿Estoy entendiendo mal…?”

“¡Ngggh…!”

Rokuko mantuvo el ataque, su cuerpo a centímetros de presionar directamente contra el de Haku.

Espera. En serio, ¿dónde aprendiste estas técnicas de alto nivel, Rokuko…? ¿El reino de los demonios? ¿Los aprendiste en el Reino de los Demonios? ¡¿Qué has aprendido mientras no podía verte…?! Bueno, de cualquier manera, parece que regresaré vivo a Goren. Gracias, Rokuko. Gracias, Rokuko. Lo dije dos veces porque es así de importante.