Isekai Tensei Soudouki

Volumen 3

Capitulo 2: Un Contrato Con El Diablo

Parte 1

Hubo alguien que se enfureció de inmediato en el momento en que escuchó el informe sobre el intento de asesinato de Franco.

Fue la segunda reina Elena.

Para Elena, que ve el sueño de su hijo sentado en el trono después de la prematura muerte de Abrego, Franco es una existencia insustituible.

Para dar un ejemplo, lo que estaba sintiendo en este momento era similar a que su joya favorita se rompiera. El odio que sentía era similar, pero diferente al de un odio nacido del amor de una madre hacia su hijo que casi fue asesinado.

Sin embargo, Elena ni siquiera se dio cuenta de eso y cayó en una ira trastornada. Impulsada por su furia, se dirigió hacia la habitación privada de la primera reina María con fuertes pasos.

“¡Cómo se atreve esa mujer a intentar matar a Franco……!”

Esta fue la última oportunidad de Elena para aclarar la humillación que recibió de María.

Si Franco perdía en la lucha por el trono y Pedro era coronado como rey, Elena sentiría que su vida pertenecía al grupo conocido como perdedores.

Elena también llamó a las nobles damas de su facción a quienes pasó por el camino. Tal vez fue un acto impulsado por su instinto defensivo para formar un grupo grande como este antes de cargar en la sala de estar de María.

“¡Entonces aquí es donde se esconde el sinvergüenza que dañó a mi hijo-!”

Elena tenía la intención de aprovechar esta oportunidad para darle a María un ultimátum muy egoísta que le decía que volviera a su país de origen, pero no era María quien estaba esperando dentro de la habitación en la que se metió.

“¿Hm……? ¿Son modales adecuados en el Reino de Sanjuan entrar sin permiso en la sala de la reina sin ningún anuncio previo?”

Había una mujer alta y audaz dentro.

Tenía un porte hermoso y digno, pero también tenía la apariencia de una mujer valiente que emitía el aura de un soldado con el olor a quemado del campo de batalla a su alrededor.

Aunque la apariencia de esta mujer presionó a Elena, ella aún dio un discurso dominante.

“No tengo negocios con una mujer humilde como tú. ¡Trae a María aquí de inmediato!”

La actitud arrogante de Elena parecía creer completamente que su demanda sería obedecida sin ninguna duda. La mujer naturalmente se rio de ella con una mirada desdeñosa.

“No creo que pueda conceder tu demanda allí. ¿No eres tú quien no conoce su lugar? ¿Con qué tipo de autoridad te atreves a darle una orden a su majestad la primera reina?”

“¿Sabías que esa mujer ordenó que mataran a mi hijo? ¡Ella no tiene más autoridad como reina, ni nada más, después de llevar a cabo un acto tan escandaloso!”

“──Qué poco profundo. Su majestad el rey ya ha proclamado la inocencia de Maria-sama. No podrás culpar a nadie más que a ti mismo si te acusan de traición por ir en contra de las palabras de su majestad al decir eso”.

“¿Qué dijiste?”

Los ojos de Elena se abrieron como platos. Escuchar que el rey había proclamado la inocencia de María fue como un rayo de la nada para ella.

“Maria-sama está actualmente descansando con su majestad en el palacio del fénix blanco. Lo entiendes, entonces vete ya.”

Parecía que ahora era imposible interrogar abiertamente a María sobre este caso. Elena se vio obligada a aceptar eso. Sin embargo, eso no significaba que tuviera la menor intención de retirarse en silencio de esta manera.

“¿Quién en el mundo eres? Para actuar tan groseramente con una dama noble… ¿crees que podrás escapar a la ligera después de tal ofensa?”

La mujer trataba incluso esa indignación de Elena como una simple brisa pasajera. La sonrisa en sus labios no se desvaneció.

Más bien, la mujer arrojó su pecho con arrogancia y se paró frente a Elena con una mirada condescendiente como para provocarla.

La altura de la mujer podría alcanzar los 180 cm. Elena instintivamente sintió miedo al mirar a la mujer de cerca y no pudo evitar que sus pies retrocedieran.

“…… Su majestad la segunda reina, le recomiendo que aprenda un poco más sobre la política de la corte real. Soy La Condesa, mujer conde Urraca de Parma (ウ ラ カ ・ デ ・ パ ル マ), la ministra de marina del Reino de Majorca. El placer de conocerla.”

Una de los parásitos de Elena, una condesa murmuró en estado de shock ante el nombre que reconoció.

“…… La Tormenta Negra……”

“Bueno, algunas personas también me llaman así.” (¡¿Esta mujer es ──?!)

Incluso Elena, que ignoraba la situación internacional, había escuchado ese nombre antes.

Fue cuando la armada del Reino de Sanjuan, liderada por Carlos, sufrió una derrota completa contra la armada del Ducado de Trystovy.

El Reino de Trystovy se fue con el impulso y había planeado ocupar el Reino de Majorca y el Reino de Sanjuan medio asediado.

En ese momento, se pensaba que el Reino de Majorca era un mero pequeño país insular. Pero entonces, un aterrador comandante dirigió la armada del reino y destruyó la armada invasora de Trystovy. Fue Urraca.

Se lanzó un ataque contra la armada Trystovy en medio de una tormenta violenta y cayeron en el caos. Al final, casi toda la armada se convirtió impotentemente en restos bajo el mar.

Esta batalla se llamó la Batalla Naval de Mármara más tarde. No se sabía quién fue la  primera  persona en acuñar el apodo,  pero Urraca,  que transformó esa noche tormentosa en una tragedia para Trystovy con su largo cabello negro azotado por el viento, se llamaba Tormenta Negra para siempre.

“Mi señor no es su majestad Carlos, por no hablar de una mera segunda reina como tú. ¿Tienes alguna causa para imponerme castigo?”

Al escuchar eso, Elena se dio la vuelta con un gruñido áspero sin poder despejar su resentimiento.

“──Buena pena. Su majestad Carlos también debe estar preocupado, para tener ese tipo de esposa.”

El problema sucesor del Reino de Sanjuan no era solo el problema de otra persona para el Reino de Majorca.

No era como si quisieran que el Príncipe Pedro fuera el que estaba en el trono sin importar qué, pero al menos querían evitar que Elena estuviera en una posición donde pudiera arrojar su peso. En ese caso, no pudieron evitar oponerse a la entronización del Príncipe Franco. Urraca, naturalmente, estuvo de acuerdo con eso.

***

El hecho de que el Príncipe Franco fue casi asesinado causó graves disturbios en el Reino de Sanjuan.

El rey y los nobles se vieron obligados a darse cuenta una vez más de que la disputa por el trono se había intensificado a tal grado.

Sin embargo, el problema no era tan simple que pudiera calmarse tan fácilmente.

Cada uno de los príncipes tenía su propia facción poderosa. Dependiendo de cómo se resolviera este asunto, era posible que el Reino de Sanjuan también cayera en una guerra civil como su país vecino Trystovy.

“¡No se puede permitir que la facción de esa perra sucia actúe como quiera, incluso más que esto!”

Naturalmente, fue Elena la más furiosa y decidió de manera unilateral que el intento de asesinato de Franco fue obra de la facción de Pedro.

Los burócratas y nobles que pretendían utilizar a Franco como su mascarón de proa para oponerse a los militares también estuvieron de acuerdo con su opinión.

Y así, Elena intentó precipitadamente eliminar a Pedro con fuerza bruta. Pero su padre, el duque Stefan de Córdoba (ス テ フ ァ ン ・ デ ・ コ ル ド バ) apenas logró contenerla.

También era una poderosa autoridad dentro del reino y entendió que, en el peor de los casos, el reino inmediatamente caería en una guerra civil el día que su hija actuó precipitadamente y usó la fuerza bruta.

En la actualidad, hubo un informe de que alrededor de un regimiento de la fuerza terrestre de la marina se había estado preparando para la guerra desde ayer.

Stefan pensó que las cosas realmente no iban como él deseaba.

También hubo un momento en que tuvo el sueño de ejercer la autoridad como regente del reino cuando Abrego murió de una enfermedad, pero en realidad había demasiados problemas acumulados como una montaña.

Stefan no tenía intención de hacer algo tan peligroso que pudiera traer destrucción con un solo paso incorrecto.

La Casa de Córdoba fue la familia más noble después de la familia real en el Reino de Sanjuan, con una fuerte influencia.

Planeaba colocar a Franco en el trono pacíficamente utilizando maniobras constantes de la facción mayoritaria, sin correr riesgos intencionales que pudieran causar algo como una guerra civil.

Sin embargo, el enfoque cauteloso de su padre estaba empeorando la insatisfacción de Elena.

“¡Qué mentalidad débil! ¡No hay un verdadero caballero que lamenta la situación actual del reino!”

Elena estaba furiosa, pero su influencia no fue demasiado sin la ayuda proactiva de su padre.

Además, una situación que le quitó la ira al instante acababa de ocurrir.

En un sorprendente giro de los acontecimientos, Franco proclamó su compromiso con Teresa, hija de un vizconde del Reino de Mauricia.

“¡Nos vamos a casar!”

“¿Eh?”

“¿Eh?”

Voces estúpidas que se filtraron de las bocas del rey Carlos y Baldr en armonía hacia la pareja que arrojaba esa bomba con una sonrisa brillante.

¿Qué demonios está diciendo este tipo tan de repente? O Carlos o Baldr, o quizás los dos podrían estar teniendo tales pensamientos. Pero dejándolos a un lado, los dos que estaban haciendo esta proclamación bajo la vigilancia del primer ministro y los ministros hablaron en serio.

“── No puedo pensar en nadie más apropiado para ser mi esposa que Teresa. Su majestad, por favor concédenos tu bendición para este matrimonio.”

“¡Espera un segundo, alteza! ¡Es imposible decidir asuntos tan importantes tan repentinamente como esto!”

El primer ministro interrumpió en pánico, pero Franco solo sonrió con calma sin ninguna preocupación.

Sabía desde el principio que estaba actuando ilógicamente.

“Sé desde el principio que estoy actuando sin razón. Aun así, primer ministro, ya no puedo dejar de amar a Teresa. Está bien incluso si te opones a este matrimonio. Sin embargo, hazlo con la conciencia de que me convertirás en tu enemigo con eso.”

Las palabras de Franco fueron pronunciadas con decisión. Lanzó un caos incontrolable dentro del palacio.

Después de todo lo dicho y hecho, la base de poder de Franco eran los nobles burocráticos dentro del país.

Su objetivo era rechazar la línea de sangre de otros países como el Reino de Mauricia y reducir la influencia de los militares que se habían expandido considerablemente. Y, sin embargo, si se vieron obligados a dar la bienvenida a una mujer del Reino de Mauricia, y lo que es más, una mujer que era solo la hija de un vizconde como reina, les hizo preguntarse por qué estaban apoyando a Franco.

La proclamación de Franco fue lo mismo que cometer un suicidio político. Baldr miraba aturdido el aire vacío con su alma flotando de su boca……

“Jejeje…… Me estoy quemando. Todo es blanco puro……”

“Como se esperaba, esto es lamentable.”

La espalda de Baldr parecía como si estuviera ardiendo, como si el mundo se hubiera acabado para él. Brooks abrazó su hombro para consolarlo.

***

“──Espero que al menos me avises de antemano demasiado para preguntar, ¿Teresa?”

“Lo siento. Fue para dispararnos a nosotros mismos, para hacer la declaración de guerra…… pensamos que era un ritual necesario para decidirnos.”

Como era de esperar, Teresa pareció pensar que estaba equivocada y honestamente bajó la cabeza hacia Baldr, que tenía las venas hinchadas en la frente.

“No culpes a Teresa por esto. Esto se debe principalmente a mi egoísmo.”

Cuando Franco inmediatamente cubrió a Teresa de esa manera, un aura cómica de amor comenzó a fluir entre Teresa y Franco una vez más. Esto era lo que la gente solía decir cuando decían que el amor es ciego.

“Personalmente, estoy feliz de que Teresa haya encontrado a alguien que la tome. Sin embargo, si Franco se va a casar con Teresa, que vino de Mauricia, estaré preocupado si no te conviertes en el próximo rey……”

Ciertamente, para Baldr era feliz que su amiga de la infancia se casara.

Sin embargo, si Pedro fue quien se convirtió en rey mientras Franco se casaba con Teresa, en el peor de los casos en que Pedro trató a Franco con hostilidad, forzaría una gran carga sobre Mauricia, tanto política como militarmente.

Para Baldr, que fue enviado aquí como embajador del Reino de Mauricia, este fue un asunto grave que le preocupó mucho.

“Por supuesto que entiendo tu posición. Sin embargo, para casarme con Teresa y convertirla en mi reina, no será un buen plan para mí ascender al trono endeudándome con los nobles. En otras palabras, no deseo ascender al trono con la ayuda de los nobles para reprimir a los militares. Después de todo, al hacerlo solo les otorgaré el poder de oponerse a mi decisión de tomar a Teresa como mi reina”.

“………… Hou.”

Este príncipe estaba más atento al futuro de lo que pensaba.

Baldr se dio cuenta de que tenía que revisar la forma en que miraba a Franco.

Como era de esperar, la educación sobre cómo gobernar como monarca que le habían enseñado a Franco desde que era un niño había penetrado profundamente en la carne y la sangre del príncipe.

“Yo tampoco estoy actuando imprudentemente sin ninguna posibilidad de éxito… en línea con esto, Baldr, tengo una solicitud que quiero pedirte……”

Justo cuando Franco iba a continuar, la puerta se abrió violentamente y apareció una mujer con una cara distorsionada por la ira, como la de un demonio.

Era la madre de Franco, Elena.

Incluso el cosmético que se había puesto con esfuerzo se estaba despegando de su sudor. Parecía que la proclamación de Franco había sacudido a Elena mucho.

“── ¿Dónde está la gata ladrona que llevó a mi adorable Franco por mal camino?”

Elena lo fulminó con los ojos bien abiertos y el cabello despeinado. Esa expresión aterradora hizo que Baldr casi escapara de la realidad por un momento. Sin embargo, debido a su posición, era imposible ignorar a esta mujer o expulsarla con fuerza.

Cuando Elena recibió un informe de su doncella de que su hijo declaró que se casaría con la hija de un noble de Mauricia, Elena no lo creyó en absoluto.

Eso fue natural.

Como mínimo, según lo que Elena sabía, Franco era un joven muy obediente a sus padres sin mucha autoafirmación.

Además, fue altamente evaluado como un príncipe que entendía la etiqueta social adecuada para la realeza y un gran trabajador tanto en sus estudios como en las artes marciales. Fue reconocido como un príncipe talentoso con logros en las artes literarias y militares.

Su facción también estaba sonando sobre la posibilidad de que se comprometiera con la tercera princesa de Mauricia. Que se comprometiera con una mera hija de un vizconde era un asunto loco.

“¡Franco! ¿Qué podrías estar pensando? ¡Tu madre no te permitirá casarte con una perra sucia de una mera casa de vizconde!”

“Le pido a mamá que detenga tus insultos a Teresa. No te perdonaré, incluso si eres la madre que compartió tu sangre conmigo.”

Franco negó firmemente la insistencia de su madre con un tono severo que no rompió ninguna discusión.

“¡Como puedes……!”

Elena debe ser incapaz de liberarse de su impresión de Franco como un hijo obediente y dócil.

Se quedó sin palabras por la inesperada respuesta de Franco.

“Abre los ojos, Franco. Eres la persona que se convertirá en el próximo rey del Reino de Sanjuan. No debes bajar aún más bajo que esto.”

“Si casarme con Teresa hará que otros muestren desprecio por mí, entonces no necesito algo como el trono. Quizás debería ceder personalmente el derecho de heredar el trono a Pedro en su lugar.”

“¡N-No seas imprudente, Franco! ¡¿Entiendes lo que estás diciendo ahora?!”

Elena solo podía mirar horrorizada las palabras de su hijo.

Hasta ahora, Elena creía desde el fondo de su corazón que el propio Franco deseaba convertirse en rey.

El trono que era el símbolo de la autoridad de un país y que le permitiría a quien está sentado ejercer un inmenso poder. Tal cosa debería ser más atractiva que cualquier otra cosa en este mundo. Incluso Franco abriría los ojos si entendiera que podría perder el trono… Elena, que estaba cegada por el trono, naturalmente estaba pensando así.

Para que su hijo estuviera preparado para abandonar su derecho a heredar el trono por el bien de una mujer, era algo que estaba completamente fuera de su imaginación.

“C-Cálmate. Será demasiado tarde si te arrepientes después, ¿sabes? El trono, estás a solo un paso de poder convertirte en el rey.”

Era la posición que cualquiera deseaba, ¿no es así? Elena estaba nerviosa porque algo que era un sentido común natural para ella se estaba desmoronando.

Para que su ambición se hiciera realidad, necesitaba absolutamente que Franco ascendiera al trono.

“El trono no es más que una carga para mí. Nunca he deseado algo así ni siquiera una vez después de tener la edad suficiente para pensar por mí mismo.”

── Aunque intencionalmente no dijo la continuación de su oración, ‘aunque lo tomaré por la fuerza si es necesario que me case con Teresa’.

Ciertamente, la posición de rey era simplemente una carga para él desde el momento en que se dio cuenta de su verdadera naturaleza.

Franco recordó sus días de pensar tontamente sobre por qué tuvo que nacer como un rey.