Jaku-chara Tomozaki-kun

Volumen 4

Capitulo 4: Incluso los jefes aparentemente imbatibles tienen puntos débiles

Parte 3

—Um… ¿puedo tener tu opinión sobre algo?

Le hice la pregunta después de que Kikuchi-san susurró que pensaba que Nakamura e Izumi se gustaban. Ya habíamos hablado de Erika Konno una vez antes, en el café, pero yo tenía más que quería saber.

—Sí… ¿sobre qué?

Ella se dio cuenta de que iba en serio. Puso un marcador en su libro y lo puso sobre la mesa antes de voltearse hacia mí.

—Um, gracias; Dije. —En realidad, se trata de Erika Konno otra vez…

Había hecho tres conjeturas, y ahora buscaba una forma de confirmarlas. Hubiera sido una cosa si yo mismo llevara a cabo el plan, pero como dependía tanto de otras personas, quería estar seguro antes de pedirles ayuda.

Por eso decidí preguntarle a la observadora Kikuchi sobre un par de cosas. Las suposiciones que hice por mi cuenta no eran fiables, pero si alguien más tenía los mismos pensamientos, la posibilidad de que yo tuviera razón se dispararía.

—Hmm, ¿qué debería preguntarte primero…? Bien, empezaré por aquí.

—Te escucho.

Le dije mi primera conjetura.

—El otro día en el café, dijiste que Erika Konno se preocupa por sus amigos, ¿verdad?

—Sí…

Ella asintió.

—¿Por qué crees que es eso?

Cuando Kikuchi me dijo que Erika Konno no quería que la gente la despreciara, ella continúo diciendo que se preocupaba por sus amigos. Al principio, asumí que sólo lo decía por decir, pero al pensarlo más, me di cuenta de que Kikuchi no era el tipo de persona que dice cosas que no quiere decir.

Luego, cuando vi a Izumi trabajando tan desesperadamente para ayudar a Nakamura—cuando presencié su amabilidad de cerca—recordé cierta característica que comparten las personas más exitosas.

Tomando el tiempo que Mizusawa y Mimimi vinieron a mi casa y empezaron a discutir seriamente el potencial romántico entre Nakamura e Izumi.

O la vez que Hinami me dio su bolso pero actuó como si lo “cambiara” por un broche para que no me sintiera culpable. O la forma en que Mimimi siempre actuó como una tonta para proteger a Tama-chan.

Aprendí por experiencia que los normies, especialmente los que estaban en la cima del grupo, a menudo eran capaces de pensar en serio.

Por supuesto, hubo excepciones, y tal vez fue una coincidencia que los normies que conocía fueran así. Pero Erika Konno era la líder de un grupo de alto nivel. Por experiencia y por lo que había dicho Kikuchi, yo podría haber encontrado una posible ruta hacia el éxito, sin importar lo aterradora que fuera.

—Bueno…; Dijo Kikuchi-san con una sonrisa un poco problemática. No tomó mucho tiempo para averiguar por qué. —Por ejemplo, si alguien se burla de una de sus buenas amigas, ella protegerá a su amiga burlándose aún más de la otra chica… Y si una de sus amigas es rechazada por un chico, ella se meterá con él…

—Oh…ja ja.

Me reí un poco irónicamente. Los ejemplos de Kikuchi-san fueron una demostración del enfoque ojo por ojo de Konno, pero también me di cuenta de que ella tenía razón al decir que era una forma de reflexión. Konno parecía estar atacando a la gente sin motivo, pero en realidad lo hacía por el bien de sus amigos. Me costó hablar con Kikuchi-san para darme cuenta de eso.

Y fue entonces cuando mi primera estrategia tomó forma.

Conseguiría que Izumi le dijera directamente a Erika Konno que quería que todos se divirtieran en el torneo deportivo.

Esa fue mi primera arma. Izumi era muy amiga suya, tanto que ya habían ido de compras juntas varias veces. Por lo que pude ver, Izumi estaba más unida a Erika Konno que nadie más de su grupo.

Si Izumi le dijo directamente que quería disfrutar del torneo, debería tener algún impacto—y más aún si a Konno le importaban sus amigos.

Decir simplemente lo que sientes puede sonar como un trabajo fácil para Izumi, pero ten en cuenta a quién se lo diría. Esta fue una misión bastante difícil. La estrategia sólo era posible porque ella había crecido mucho últimamente y había mejorado su forma de decir lo que pensaba. El arma sólo se completó cuando Izumi se hizo más fuerte. Será mejor que le agradezca que haya subido de nivel.

—Gracias … Y hay algo más.

—Sí…; Kikuchi-san asintió, y yo hice mi siguiente pregunta.

—Erika Konno presta mucha atención a Hinami, ¿no? Ya sabes, como rival.

Esperé la respuesta de Kikuchi-san. Ella se detuvo y miró hacia abajo, como si no estuviera segura de qué decir.

—Sí… estaría de acuerdo con eso. Bien. Tuve mi segunda confirmación.

—Eso pensaba.

Me di cuenta de esto el día que Erika Konno y su grupo se unieron a nuestro grupo. Había estado observando la conversación entre ella, Nakamura, Mizusawa, Takei, Hinami, Izumi, y dos de los otros miembros de Konno, desde fuera del círculo.

Erika Konno y Hinami apenas se habían hablado. Nunca las había visto hablar antes, pero la forma en que evitaron hacer contacto visual fue simplemente extraña.

Y ninguna de las dos estaba tranquila en la conversación en general, lo que debe significar que se estaban evitando intencionadamente. Y eso significaba que había un conflicto invisible pero profundamente arraigado entre los líderes de los dos grupos.

Si ese conflicto existiera, no podría imaginarme a Hinami siendo el que lo iniciara. El único escenario que podía imaginar era que Erika Konno lo iniciara, y Hinami lo hiciera porque no tenía otras opciones.

No sabía si Konno veía la brillantez de Hinami en cada área con hostilidad o simple miedo, pero definitivamente tenía algún tipo de emoción negativa hacia ella. Sin embargo, si tuviera en cuenta el orgullo de Konno, apostaría a que quería evitar tomar una posición de inferioridad con respecto a alguien más fuerte que ella.

En otras palabras, Konno veía a Aoi Hinami como un rival más grande que cualquiera de sus otros compañeros. Y ahí es donde apuntaría mi segunda arma.

Le haría pensar que si no jugara bien en el torneo deportivo, Hinami la despreciaría.

Había tomado una pista del propio enfoque de Hinami para la resolución de problemas. Por ejemplo, con el incidente de Nakamura, había planeado usar sus propias buenas notas para mejorar la imagen de Atafami.

En la elección del consejo estudiantil, había usado sus logros en el equipo de atletismo. Todo el esfuerzo que había invertido de antemano produjo grandes resultados. Esta vez, conseguiría que usara su alta posición en la jerarquía de la clase.

Todo lo que tenía que hacer era pedirle a Hinami que avivara las llamas de la inseguridad de Erika Konno, y el plan estaba hecho. Le pedí que hiciera pequeños comentarios al grupo de Konno: ¿Va a jugar Erika? y si no se siente con ánimos, puede dejármelo a mí. ¡No me importa en absoluto! y supongo que esto no es realmente lo suyo, ¿eh? Si el mensaje llegó a Konno a través de ellas, eso debería estimularla un poco. Gracias, Hinami. Sé que las líneas que te estoy dando son un poco dudosas.

Pero esta estrategia no necesariamente daría grandes resultados.

Si Konno fue capaz de evitar el desprecio de Hinami burlándose del torneo deportivo, ella podría conseguir lo que quería de esa manera. Para evitarlo, necesitaba mi tercera arma.

Así que le hice otra pregunta a Kikuchi-san.

—También…

—¿Sí?

Pensé por un momento en cómo decirlo.

—Probablemente a Erika Konno todavía le gusta Nakamura, ¿no crees? Kikuchi-san asintió con un poco de mala gana. —… creo que sí.

Está bien. Todas las piezas estaban en su lugar.

Mis razones para esa suposición eran simples. Primero, la escuché decir en la antigua oficina del director que le gustaba Nakamura en el pasado. Segundo, ella había mostrado su mano cuando él volvió a la escuela después de su larga ausencia.

La única e irrepetible Erika Konno se había levantado y se había acercado para unirse a nuestro grupo sin ningún tipo de aviso. Era extraño para ella. Pero cuando lo pensé, todo parecía muy sencillo. Quería hablar con Nakamura porque no había venido a clases—y ella lo deseaba tanto que en vez de que él la llamara, ella fue a él

Esta fue mi última arma.

Conseguiría que Mizusawa dejara caer suavemente una indirecta de que a Nakamura le gustaban las chicas deportistas.

Es un plan algo idiota, pero algunos dicen que las estrategias más simples funcionan mejor. Realmente no necesito explicar esto, ¿verdad? La idea era convencerla de que si lo daba todo en el torneo, Nakamura podría pensar que era ardiente. Tenía algunas dudas en usar esta debilidad contra ella, pero, bueno, a veces el fin justifica los medios…

Así que esa era mi estrategia, y tenía una razón para usar tres puntas, gracias a lo que Gumi- chan había dicho en el Karaoke Sevens. Ella pertenecía a la misma tribu que Erika Konno, y me había dicho lo más importante para conquistarla.

—¡Si quieres motivar a la reina, tienes que hacer que valga la pena!

En otras palabras, el rendimiento de los costes fue la clave. Déjeme explicarlo:

Ella quiere hacer feliz a su amiga Izumi.

Ella quiere evitar que Aoi Hinami la menosprecie. Ella quiere gustarle a Nakamura.

Basándome en la información que había recogido, estos eran los tres deseos de Erika Konno. Yo sólo tenía que preparar las cosas para que a través de la sola acción de involucrarse en el torneo deportivo, ella pudiera cumplir los tres deseos. Una vez que lo hiciera, la recompensa por esa pequeña cosa sería extra tentadora.

Incluso si cada elemento individual era débil, los tres juntos tenían bastante fuerza y el rendimiento del costo de que ella participara mejoró. Y cuando eso sucedía, Erika Konno, la compañera alíen apática de Gumi-chan, actuaba.

Esa fue mi estrategia para derribar a Erika Konno, que fue posible gracias a la ayuda de muchas otras personas.

Todo lo que tenía que hacer ahora era ver cómo mis tres flechas cambiaban el estado de ánimo.

***

Habían pasado varios días desde que terminé de sentar las bases de mi estrategia, y todos habían completado sus tareas. Entre las chicas de la clase, la actitud hacia el torneo no había cambiado dramáticamente, pero sin embargo había cambiado definitivamente.

—¡Hey, Yuzu! ¿Ya ha sido elegido el deporte?

—¡Sí! Voy a anunciarlo en la próxima clase de tutoría, ¡pero vamos a jugar softball!

—Huh.

—El baloncesto también era popular en los otros grados, así que hicimos piedra-papel-tijera, y perdí. Pero entonces el softball fue nuestra segunda opción, y ni siquiera tuve que usar piedra, papel o tijera para eso.

—Uh-huh. Lo entiendo.

Si te dijera que la que hace todas las preguntas es Erika Konno, podrías ver cuánto ha cambiado el estado de ánimo. Había pasado de estar totalmente desinteresada en el torneo a hacer preguntas activamente sobre él. Vale, así que ese “Uh-huh” era una señal de que seguía fingiendo que no le importaba, pero yo sentía que en realidad sólo fingía. Esto fue un gran progreso.

—Entonces, ¿quién va a ser nuestro pitcher? ¿Yuki?

—Uh, yo jugaba softball, pero estaba en tercera.

—Sí, pero ¿no eres la única opción?

Y en respuesta a su líder, las otras miembros del grupo Konno comenzaron gradualmente a mostrar algo de interés, también.

Algunas probablemente sólo seguían su ejemplo, pero mi suposición es que las otras siempre estaban interesadas y lo habían ocultado por su culpa.

En cualquier caso, cuando la persona que normalmente establecía el estado de ánimo cambiaba de dirección, el grupo que la rodeaba también cambiaba inmediatamente.

Esto fue lo opuesto al incidente de Nakamura—cuando él estaba ausente, todos empezaron a dividirse en nuevas facciones. Cuando la figura central indicaba una dirección clara, el grupo se unía.

Después de eso, podría haber dicho con seguridad que las chicas de la clase estaban emocionadas por el torneo, creo. Pero mientras que mi estrategia era en parte agradecer (junto con el trabajo de Hinami, Mizusawa, e Izumi), el golpe más limpio sorprendentemente vino del hecho de que Izumi era ahora el capitán.

Justo cuando Erika Konno empezaba a mostrar voluntad de participar un poco, Izumi le dio un empujón extra, y el resultado final fue una especie de sinergia.

Además, si yo tenía razón en que Erika Konno tenía el ojo puesto en Hirabayashi-san por alguna razón, entonces es muy probable que estuviera siendo tan obstinadamente desmotivada debido a quién era el capitán. Cuando su amiga Izumi se hizo cargo, eso tuvo un gran impacto. Estaba tan agradecido por el crecimiento personal de Izumi.

De todos modos, todos esos pequeños factores se unieron para hacer un gran cambio en la actitud de Konno.

En lugar de usar un duro empujón para dar vuelta todo, le había dado un empujón poco a poco y al final logré un gran resultado.

En ese sentido, mi estrategia tenía la misma estructura que mi enfoque general de la vida, y de muchos de los juegos que jugaba. Ahora sólo tenía que esperar al torneo en sí.

***

Teníamos tres días hasta el torneo, y la escuela había acabado por hoy.

—Sí, es seguro decir que has pasado tu tarea.

Hinami me estaba dando su aprobación antes de que llegara el gran día.

—¿En serio? ¿Ya he terminado?

—Sip.

Cierto, en los pocos días que pasaron desde que la vi bombardeando a Izumi con preguntas, Konno se había involucrado totalmente en el torneo. Tenía un deseo inherente de ser mejor que otras personas, así que supongo que una vez que se rindió y empezó a hacer algo, sintió la necesidad de hacerlo bien. De esa manera, me recordó a Nakamura.

—Dudo que tengamos nada de qué preocuparnos en este momento… e incluso si todo va mal, aún diría que pasaste después de lo mucho que te las arreglaste para influenciar a Konno.

—¡Síííí!

Apreté mi puño en señal de victoria sin que nadie lo viera. Vaya, esa fue una larga tarea. Pero fue divertido, se sintió como un juego.

—Espero que puedas mantenerte así de positivo para el torneo, pero para alguien tan fuera de forma como tú, eso va a ser difícil.

—Ouch…

Mi espíritu cayó mientras Hinami ponía en palabras lo que yo mismo ya había percibido débilmente. Ella me sonrió con satisfacción.

—De todos modos, fue divertido ver a Nanashi armar una estrategia. Quería que fuera difícil, pero hiciste un trabajo sorprendentemente bueno.

—Uh, oh, ¿en serio?

Estaba con la guardia baja, y el repentino giro de los insultos a los elogios dio un sólido golpe.

Mierda, ¿ahora qué hago? Estaba feliz, no podía evitarlo.

Hinami debe haber reconocido instantáneamente que mi guardia estaba baja. Ella sonrió con una madura sensualidad, separó sus suaves labios y me golpeó con un “Buen trabajo”. Bien, Hinami, ahora sé que sólo estás tratando de avergonzarme. No me rendiré tan fácilmente.

—Entonces, ¿cuál es mi próxima tarea?

Luchando contra su mirada seductora, cambié de tema. Ella sonrió sádicamente mientras yo luchaba por recuperar mi compostura.

—¿Qué pasa?

—N-nada. Acabo de preguntar sobre mi próxima tarea.

—¿Es así?

—S-S-Sí, eso es.

Ella me estaba molestando intencionalmente con sus implacables preguntas. No, yo había perdido. Apenas pude conseguir un golpe durante este intercambio. Ella realmente sabía cómo presionar mis botones.

Aparentemente satisfecha, volvió a su habitual actitud fría.

—De todos modos, tienes razón. En lugar de esperar a ver qué pasa, sería mejor que siguieras adelante de manera eficiente. Creo que deberías dejar atrás a Erika Konno y pasar a tu siguiente tarea.

—… lo tengo.

Asentí con la cabeza, y finalmente me calmé de nuevo. Había tenido un descanso en los últimos días mientras veía cómo se desarrollaba mi estrategia, así que estaba listo para volver.

¡Adelante!

—Ahora bien, tu tarea para los tres días entre ahora y el torneo es…

—Oh boy…; Me preparé.

—…Dedicarte por completo a mejorar tus lanzamientos de baloncesto; Con la mayor gravedad, anunció una tarea muy decepcionante en el más serio de los tonos…. ¿En serio?

Ella sonrió burlonamente a mi reacción.

—Toda la clase está emocionada por el torneo ahora. Sería una pena no ganar, ¿no?

—… Ja, ja.

La sonrisa de Hinami era extrañamente divertida, y no pude evitar reírme un poco. Aquí estaba de nuevo, su obsesión por ser la número uno. El equipo de los chicos no tenía nada que ver  con ella, pero supongo que quería una doble victoria para nuestra clase.

—Estoy bastante segura de que las chicas se las arreglarán para ocupar el primer lugar. Mi trabajo en el consejo estudiantil aún no ha comenzado, así que puedo concentrarme en esto. Tener a Erika Konno a bordo ahora es enorme, y también lo es el hecho de que Nakamura haya vuelto a la escuela. Los chicos tienen que estar al tanto de esto. Teniendo en cuenta a quién tienes en tu equipo, ganar no es una completa fantasía.

—¿Crees eso…?

—No es que vayas a hacer mucha diferencia aunque mejores, pero me gustaría apuntalar ese punto débil suyo.

—Punto débil…

Tenía razón, pero escuchar la verdad sigue doliendo. Quería pasarlo bien en el torneo, pero quizá sería mejor si no jugara en absoluto.

—Pero… tres días de práctica no cambiarán mucho, ¿verdad?; Pregunté. Hinami me señaló con el dedo.

—Escucha. No vas a practicar todos los movimientos del baloncesto, sólo tus lanzamientos. Si te concentras en eso, puedes esperar junto a la canasta a que alguien te pase el balón en el momento justo y arrojarlo. No es una posición típica, pero está bien. Probablemente ni siquiera habrá una verdadera defensa hombre a hombre en el torneo.

No pude evitar sonreírle a su extraña pero extrañamente práctica estrategia.

—Bien, lo entiendo… pero, ¿es esta realmente la tarea que quieres darme? Quiero decir, todo lo demás ha tenido que ver con cosas sociales.

Hinami sonrió con suficiencia.

—¿De qué estás hablando? Esto va a ayudar en ese frente, también.

—¿En serio?

Hinami respondió en su habitual tono racional. —Finalmente puedes participar en las conversaciones con el grupo de Nakamura, pero todavía eres incapaz de hablar con más de la mitad de los chicos de nuestra clase. Escuché que Tachibana incluso olvidó tu nombre el otro día.

—Uh…

Así que mis compañeros de clase todavía me veían de esa manera.

—Ya tienes las habilidades para hablar normalmente con los otros chicos de la clase. Sólo que no has tenido la oportunidad. Sé que tres días es mucho para gastar en algo que no tiene nada que ver con las habilidades de comunicación, pero recuerda que esto es como tomar un atajo para hacer oportunidades de conversación. No es algo totalmente ineficiente.

Hinami sonrió con orgullo.

—Um… así que quieres que practique lanzamientos y encuentre un rol en el torneo para que pueda hablar con los deportistas de la clase…

—Básicamente.

Así que ella no sólo intentaba ganar, sino que también pensaba en mi posición en la clase. Me quito el sombrero ante ti, Hinami.

—Además, deberías obtener algo de EXPERIENCIA del nuevo entorno que esta tarea crea.

—… Oh, claro.

Recordé un par de días el incidente con Tachibana-kun. Se había unido a nuestra conversación por primera vez y yo me había puesto tan nervioso que toda la serie de intercambios se sentía como un territorio inexplorado. Realmente me encendió un fuego bajo mi trasero. Al empujarme intencionadamente fuera de mi zona de confort, ella quería que recogiera más EXPERECIENCIA a diario.

—Esta será una buena oportunidad, ¿verdad?

—Bueno, ahora que lo pones así… sí. Tuve que admitir que tenía razón.

—De todos modos, quiero que empieces a practicar lanzamientos después de la escuela hoy… Recuerda, estás apuntando al número uno.

—Ja, ja… lo tengo.

Hinami me habló de un parque entre la escuela y la estación de tren donde podía usar las canchas de baloncesto, y con eso comenzó mi entrenamiento intensivo. Ella se detenía después de la práctica de atletismo para darme consejos y corregir mi forma. Y se burlaba de mi horrible coordinación.

En serio, sin embargo. Incluso ha encontrado una forma de convertir la práctica de tiro en EXPERIENCIA para mis objetivos finales—¿Cuan lógica era?