Outbreak Company: Moeru Shinryakusha (NL)

Volumen 5

Capítulo 1: Bueno, Saben Que: ¡Es Otro País!

Parte 5

 

 

Hubo un golpe repentino en la puerta. “Estoy entrando.”

Sin esperar a que respondiéramos, Elvia, de cabello blanco, quiero decir, Amatena, entró en la habitación.

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Sé que es de mala educación seguir confundiéndolos. Pero en serio, ¡se parecen mucho! Solo cambia el color del cabello y no sabrías cuál era cuál.

Me di cuenta de que Clara de repente se puso rígida, y luego saltó precipitadamente de mí. Me sorprendió un poco su reacción. Siempre estaba tan apagada, casi sin emociones, pero ahora…

¿Guhuh?

Cuando se levantó de la cama, vi que su cola estaba erguida.

Pensé recordar que los perros meneaban la cola de un lado a otro cuando estaban felices, pero una cola erecta significa disgusto. No estoy seguro acerca de los gatos. ¿No se levantan sus colas cuando la están pasando bien?

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La cara de Clara seguía siendo la imagen de la reserva, pero ¿podría estar realmente feliz de ver a Amatena?

Espera un segundo… ¿Era esta una bandera yuri?

Aun cuando la idea me pasó por la cabeza, me di la vuelta y me senté en la cama.


“Er…”

Hubo más de unas pocas preguntas que quería hacerle a Amatena, pero ella comenzó a hablar primero.

“Kanou Shinichi. Hay algo que quiero mostrarte, vil cerdo”.

“¿Huh? ¿Mostrarme?”

“Correcto. Prepárate para salir afuera, de inmediato.”

“¿Preparar? ¿Salir afuera?”

Desde que había estado encerrado aquí durante una semana, la ropa que había llegado se había ido a la lavandería; Por el momento, estaba vestida con algo que parecía un atuendo local. No tenía una idea real de si era adecuado para salir de mi habitación, pero supuse que no. ¿Debo cambiarme a otra cosa para salir?

Espera, ¿salir?

Amatena me miró, su cara idéntica a la de Elvia pero sin nada de calma. No parecía que estuvieran planeando liberarme ni nada. Ella me iba a llevar a otro lugar.

“Er… ¿Ustedes distinguen entre ropa interior y exterior?”

“… Clara”, dijo Amatena. Tal vez ella pensó que no tenía sentido hablar conmigo. “Ayuda a Kanou Shinichi a prepararse. Tienes tu tarea.”

“Sí, señora”. Clara asintió bruscamente, aún inexpresiva. Sin embargo, no pude evitar notar que su cola todavía estaba de pie. ¿Y qué? te estarás preguntando Estaba bastante segura de que Clara tenía algo por Amatena.

De todos modos, seguro que no había visto su cola levantarse así cuando estaba conmigo … Pero dejando a un lado la pregunta de si Clara prefería el reino florido de yuri, parecía que había tomado la decisión correcta al no echar una mano sobre su.

“Estaré esperando afuera”, dijo Amatena, y salió de la habitación.

¿Dónde planeaban llevarme?

Finalmente tuve la oportunidad de salir de esta jaula, pero todo lo que podía sentir en mi pecho era un miedo sin nombre.

***

 

 

Cuando todo estuvo listo, salí de la casa y me metieron en un carruaje que esperaba afuera.

Parecía que la gente aquí se movía de la misma manera que lo hizo en el Imperio Eldant. La diferencia era que los carruajes aquí fueron tirados por lagartos gigantes. O, bueno, la impresión que dieron fue más  como dinosaurios.

Me refiero a los tiranosaurios o velociraptores: reptiles de dos patas del tamaño de vacas. Dos de ellos estaban unidos al carruaje.

Así que se trataba de carruajes tirados por dinosaurios, no de pájaros, en Bahairam.

El silencio reinaba en la cabina. Clara se había quedado en la casa donde había estado cautiva; los únicos que viajaban en el carruaje éramos Amatena y yo. El conductor era un hombre que vestía un uniforme militar como el suyo. No había nadie más alrededor. No parecía ser un gran contingente de guardia para transportar a un secuestrado.

Por otra parte, si las capacidades físicas de Amatena se parecían a las de Elvia, detenerme si intentara pelear o correr sería pan comido para ella. Casi todo un pastel, en realidad. No era exactamente imposible para un humano luchar contra una persona bestia, pero las probabilidades eran muchas.

Minori-san podría tener una oportunidad real, ahora que lo pienso, reflexioné, la imagen de un cierto valiente WAC pasando por mi mente. Después de todo, estábamos hablando de alguien que había pateado un dragón de forma rotunda.

Ella me había dicho que era hija de un maestro de dojo y que había estado aprendiendo artes marciales desde que era muy joven. Se dice que un exceso de práctica puede compensar la falta de talento.

De todos modos, odiaría ser el tipo que pensó que podría saltar sobre Minori-san solo porque ella estaba tan relajada. Apuesto a que eso habría terminado en un solo golpe.

Pero de todos modos, dejando eso de lado… “Entonces, ¿esto es Bahairam?”

Hasta este punto, había conocido el Reino de Bahairam solo por su nombre, sin una idea real de qué tipo de lugar era realmente. Mientras vivía en el Sagrado Imperio Eldant, era solo “un país vecino” o “un país enemigo” o “la patria de Elvia”, y nada más. Pero ahora, aquí estaba.

“Es muy…”

El paisaje que se apresuraba fuera de la ventana del carruaje tirado por dinosaurios era diferente a todo lo que había visto en Eldant.

Quiero decir, ¿era esto realmente una ciudad? Edificios largos, blancos, de un solo piso se alzaban a intervalos regulares. Se alinearon a ambos lados de la calle, todos exactamente iguales. Era como si hubieran sido producidos en masa a partir de un solo molde y todos colocados de acuerdo con las mismas reglas. Era prácticamente lo contrario de la atmósfera caótica de Eldant.

Además de eso, aunque era casi mediodía, el lugar estaba inquietantemente tranquilo; No vi a nadie alrededor.

“¿Muy qué?”

“¿Huh? Oh, eh… Muy… bien. Organizado.” Elegí mis palabras con cuidado.

“Ya veo”, dijo Amatena con un pequeño asentimiento. Pero le llevó un segundo.

¿Eh? ¿Había dudado algo?

Tal vez fue solo mi imaginación.

“Es cierto que esto, Borfoi, la ciudad oriental, es uno de los desarrollos urbanos más nuevos de nuestra nación. Naturalmente, algunos de los asentamientos rurales permanecen en el viejo estilo, no tan bien cuidados. Pero confío en que con el tiempo todos ellos se convertirán para ser como la capital y esta ciudad”.

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Amatena ofreció su explicación en un tono desapasionado.

No pude entender qué decir. (“¡Me encanta lo triste que es! ¡Casi no creerías que alguien vive aquí!” Tal vez no.) En cambio, pregunté: “¿A dónde vamos?”

Amatena solo me miró y dijo: “Lo sabrás pronto”.

¿Cuál es la palabra para esto? ¿Frío? ¿Standoffish?

Suspiré un poco. Su cara realmente se parecía exactamente a la de Elvia, y aparte de pequeñas diferencias físicas y, por supuesto, el color de su pelaje, también lo hacía el resto de ella.

A pesar del cabello blanco, las orejas y la cola, ella era la viva imagen de mi artista residente. En realidad, su piel estaba quizás un poco más pálida, pero prácticamente tendrías que verlos a los dos uno al lado del otro para notarlo realmente.

De todos modos, mi punto es que realmente se parecían mucho.

Y, sin embargo, la personalidad de Amatena era casi exactamente la opuesta a la de Elvia. La cara de Elvia estaba prácticamente atrapada en una sonrisa gigantesca y amistosa por defecto, mientras que Amatena apenas tenía expresión alguna.

Toda mi experiencia con la gente de Bahairamanian ahora consistía en Amatena, Clara y Elvia, pero aun así, los números me hicieron preguntarme si las personas de este país en realidad tendían a ser geniales e inexpresivas como Amatena y Clara, siendo la naturaleza extrovertida de Elvia la excepción.

Nos sentamos en silencio. Era extrañamente incómodo estar en el carruaje con la persona bestia agria. Empecé a desear que nos apuráramos y llegáramos a dónde íbamos.

Pasé algún tiempo mirando por la ventana mientras reflexionaba. “¿Huh?”

Fue entonces cuando escuché que algo se acercaba. Algún tipo de ruido vivo.

En realidad, supongo que no se estaba acercando a nosotros. Nuestro carruaje probablemente se estaba acercando a él.

Al principio, el sonido de nuestro vehículo ahogaba el ruido exterior, y no pude distinguir lo que era, pero a medida que se hizo más y más fuerte, me di cuenta de que era el bullicio de las voces alentadoras.

¿Aplausos?

Asomé la cabeza por la ventana del carruaje tirado por dinosaurios, tratando de determinar la fuente del sonido.

Más adelante, pude ver un edificio masivo. Era mucho más grande que mi mansión. No tan grande como el Castillo Eldant, tal vez, pero eso no decía mucho. Ciertamente empequeñeció los edificios planos que había visto a lo largo del camino en el camino hacia aquí.

Además, este edificio solo tenía una arquitectura muy singular. Tenía un exterior muy tradicional, elaborado, con muchas curvas fluidas. De hecho, me hizo pensar en…”¿Un templo?”

Si. Definitivamente daba la impresión de ser algún tipo de edificio religioso.

Y en la plaza frente a ella había cientos, tal vez incluso más de mil personas, todos vitoreando y gritando. La multitud parecía estar compuesta por varias razas diferentes, con humanos representando a la mayoría, y luego bestias.

Pero susurré mi siguiente observación: “Todos están vestidos igual”.

La gente allí vestía atuendos simples, menos que simples, en realidad. Desde el material hasta el estilo, la asombrosa diferencia de lo que Amatena llevaba puesto era inevitable.

No dije nada,  pero estaba  empezando a  tener, como  dicen, un mal presentimiento sobre esto.

Revisemos: por un lado, teníamos una ciudad llena de edificios extremadamente simples y una multitud de personas con ropas extremadamente simples. Por otro lado, teníamos un templo muy ostentoso y un cuidador con uniforme militar que parecía provenir de otro mundo de lo que todos los demás llevaban puesto.

Esto fue más que una diferencia en la clase social. Esto era…

Pero incluso mientras estaba sentado allí, inquieto y discutiendo conmigo mismo, el carruaje tirado por dinosaurios se acercó al templo.

Entonces, de repente, a poca distancia de la multitud, se detuvo. Todos parecían concentrados en el templo, por lo que nadie pareció notar nuestra llegada.

“Muy bien, sal.”

“Er, cierto”.

Salí del carruaje para descubrir que la superficie de la carretera no estaba pavimentada. Eso explicaría por qué la calidad del viaje había sido tan pobre.

Solo puedo hablar por el área alrededor de la capital, pero de vuelta en Eldant, la mayoría de las carreteras principales tenían pavimento básico, bordeadas de losas en la mayoría de las áreas principales. Sugirió que Eldant estaba adelante en lo que respecta a la infraestructura urbana.

Por otra parte, dado que esta no era la capital de Bahairam, podría ser mejor no comparar las dos.

Entonces noté algo. “¿Eh…?”

Justo en el frente del templo, y un poco más arriba. Había un balcón que daba a la multitud.

Y había un hombre parado en el balcón. Er, bueno, tal vez la palabra “hombre” no da la impresión más precisa. Estrictamente hablando, era un viejo de pelo blanco.

Debajo del bigote que cubría su labio superior flotaba una sonrisa; saludó magnánimamente a las personas reunidas debajo. Echó hacia atrás su capa: la ropa debajo era lo suficientemente elegante como para que pareciera una especie de noble.

Al igual que el templo mismo, definitivamente se destacaba de su entorno. “¡Padre!”


“… ¿Padre?”

Arrugué mi frente cuando escuché el grito. ¿Padre? ¿Quien? ¿Ese tipo en el balcón?





¿Qué, tenía un hijo o una hija en algún lugar de la multitud?

Eché un vistazo a las personas reunidas, pero todos tenían la misma sonrisa en la cara, todos saludaban al hombre de arriba. Escuché el grito de “Padre” repetido varias veces.

¿Tal vez estaba escuchando algo mal? No es probable. Tenía mi anillo mágico para traducirme telepáticamente, así que no corrí el riesgo de malinterpretar una carta o algo así. No estaban diciendo “molestar” o “platija” o lo que sea.

Pero también estaba bastante seguro de que toda esta multitud no estaba compuesta completamente por los niños biológicos de ese hombre en el balcón.

Realmente…

Ahora que lo pensaba, noté que no podía entender la gran mayoría de lo que la multitud gritaba. Eso significaba que la mayoría de las personas allí no llevaban anillos de intérprete mágicos, o lo que sea que sirviera para esa función aquí en Bahairam.

Recordé que incluso en el Imperio Eldant, solo las personas por encima de una determinada estación social podían tener los anillos. Era solo que pasaba tanto tiempo con personas que los usaban que casi me había olvidado.

Por lo que valía, en realidad había aprendido un poco del idioma Eldant, pero no entendía la mayor parte de lo que estaba escuchando ahora. Eso sugirió que la gente de Bahairam hablaba un idioma diferente. Algunas facetas de la pronunciación sonaban similares, casi como un acento muy espeso en lugar de un idioma separado, pero las sutilezas se perdieron en mí.

“Él es nuestro honrado padre-gobernante”, dijo Amatena, como si pudiera ver lo que estaba pensando. “Aunque creo en otras tierras, lo conoces simplemente como el Rey de Bahairam”.

Contuve el aliento y rápidamente volví a mirar al viejo en el balcón.

¡¿Ese era el rey de Bahairam?!

¿Pero por qué estaba él…?

“Nuestro padre-gobernante hace recorridos ocasionales por  su reino. Cuando lo hace, nos hace a nosotros, a sus hijos, el honor de dejarnos verlo. Esta mañana ha sido tan amable de venir a esta ciudad oriental”.

“Huh…”

“Padre-gobernante” e “hijos”, ¿eh?

Entonces, en este país, el rey fue visto literalmente como “padre del pueblo”. Y supuse que todos los ciudadanos eran iguales a sus hijos.

“Amatena… ¿Es esto lo que querías mostrarme?” Miré a los “niños” y al templo y al “padre-gobernante”.

Comprendí que el hombre era el Rey de Bahairam, pero ¿qué sentido tenía mostrármelo? Seguramente, ella no pensó que me conmovería hasta las lágrimas, que me arrodillaría en el momento en que lo viera. Ella no podía ser tan engañada.

Solo por un instante, pensé que tal vez me iban a llevar a conocerlo. Pero si es así, ¿por qué detenerse fuera del templo para mirarlo? Supuse que tendría que entrar para encontrarme con él. ¿O Amatena estaba tratando de darme una idea de cuánto adoraba la gente de este país a su líder?

Pero entonces de nuevo… Para un rey, esto parece…… sorprendentemente escasamente atendido.

Sé que puede sonar extraño referirse a una multitud que dije que podría superar a mil personas como pequeñas, pero aquí estábamos hablando del rey.

Es cierto que no sabía cuál era la densidad de población de Bahairam, y mucho menos esta parte específica del país, pero ¿no esperarías que decenas de miles de personas pudieran vislumbrar el rostro real? Diablos, obtenemos decenas de miles solo por Comiket. Comparado con eso, esto fue un poco decepcionante. Aunque para ser justos, la gente viene de todo el país para Comiket.

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“¿Qué…?”


Mis pensamientos fueron interrumpidos por un pedazo de papel que Amatena repentinamente arrojó frente a mí.

Su rostro no mostraba expresión; ella solo se quedó allí con el papel extendido, sin decir nada. La sábana estaba doblada. ¿Me estaba diciendo que la abriera y echara un vistazo?

Tomé el papel vacilante y lo desdoblé. “¿Huh?”

En él, vi algo muy inesperado: Petralka.

Era la Emperatriz del Sagrado Imperio Eldant, que lucía más en su adorable atuendo de niña mágica, posaba y sonreía directamente al espectador.

Era ella, o más bien, una foto de ella. ¿Qué era esto, algún tipo de foto publicitaria?

No, cuando miré más de cerca, me di cuenta de que, aunque era de calidad fotográfica, era una ilustración.

Sospeché que era un grabado en madera de color. Es cierto que la escuela tenía una copiadora y una impresora a color, pero los estudiantes no podían usarlas sin permiso. Fue similar con las fotos. No podía imaginar que alguien hubiera estado haciendo y vendiendo algo así sin que yo lo supiera. Lo más probable es que alguien en la capital se haya encargado de producir esta imagen.

Outbreak Company: Moeru Shinryakusha Vol 5 Capítulo 1 Parte 5

 

No mucho antes, habíamos hecho una película con Petralka como una niña mágica. En realidad, había comenzado como un encubrimiento de un problema por parte del gobierno japonés, pero nos metimos tanto en eso que terminamos completando la película (por cruda que fuera) y luego mostrándola tanto en el Castillo Eldant como en varios sitios alrededor de la ciudad.

Y vaya, se fue con la población.

Nunca esperábamos que la popularidad de Su Majestad se disparara como lo hizo. Petralka misma estaba profundamente avergonzada por la película, pero resultó  en que  sus sujetos la adoraban como  persona y como emperatriz.

“Exigimos que haga algo como esto”, dijo Amatena. “¿Esto?”, Pregunté, frunciendo el ceño.

¿Bahairam me estaba ordenando que produjera una película? ¿O solo retratos como este? Realmente no importaba, porque no tenía el equipo para hacer una película, y la tecnología para producir impresiones como esta había existido desde mucho antes.

De cualquier manera, secuestrarme no parecía muy útil.

“Aquí”, dijo Amatena, empujándome otro papel. Este representaba a un hombre barbudo con ropa elegante.

Me tomó un segundo, pero la barba me dio pistas: era el Rey de Bahairam. Lo habían embellecido tanto en esta imagen que casi no lo reconocí, pero pensé que se trataba de un retrato del gobernante de la nación. Esto también se parecía a un grabado en madera de color; como el de Petralka, era extremadamente realista, pero si mirabas de cerca, podías ver que no era una fotografía.

Miré en silencio una foto, luego la otra. Entonces Amatena decía…

“¿Quieres que convierta a este chico en una chica mágica?”

Una imagen pasó por mi mente del “padre-gobernante” con una minifalda con volantes y calcetines hasta la rodilla, sosteniendo un palo y guiñando un ojo mientras exclamaba: “¡Fue un gran maullido! ☆” Sin olvidar la pose coqueta, por supuesto.

………………

………………

Urgh

“No.” Amatena sacudió la cabeza mientras luchaba contra una ola de náuseas.

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“Gracias a dios. Obviamente, supongo. ¿Por qué necesitarías algo así?”

De acuerdo, probablemente había una pregunta más profunda que una de necesidad.

Pero espera… ¿Podría funcionar como una mordaza? Vueltas y vueltas fueron mis pensamientos irreverentes.

“Kanou Shinichi”, dijo Amatena, mirándome fijamente a la cara, “hiciste algo que hizo que la popularidad de Petralka an Eldant III en el Imperio Eldant aumentara dramáticamente”.

“¿Huh? Er, sí, supongo.

Supongo que fui yo, ¿no? Sí, está bien. Creo que es bueno que un administrador sea popular entre la gente.

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“Harás lo mismo por nuestro país”.

“¿Perdón…?”

“Usarás tus habilidades para hacer que los niños sean muchas veces más leales al padre-gobernante. Trabajarán más por él, lucharán más por él y estarán más felices de hacerlo”.

“………… ¿Eh?”

Esta solicitud fue una especie de rincón del gatito de lo que había estado imaginando, y todo lo que pude responder fue un gruñido vacante. Sin embargo, fue ahogado por los gritos y vítores, y no estaba segura de que Amatena me escuchara.

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