Hai to Gensou no Grimgar

Volumen 5: Escúchame y Trata de no Reír

Capitulo 5: La Mejor Persona Para Encargarse De Criar Mascotas

A las ocho de la mañana, todos se reunieron en el Wonder Hole. Pasaron por el valle de los agujeros, el nido de muryans y el reino de los demonios para llegar al lugar del problema.

Haruhiro y los demás fueron, por conveniencia, refiriéndose al lugar por el nombre en clave, NA. No era un nombre de código particularmente inventivo. Era un área nueva e inexplorada, por lo que el acrónimo representaba Nueva Área.

Parecía que, al menos hasta ahora, solo el grupo de Haruhiro y los Tokkis sabían de la existencia de NA. O al menos eso quería pensar.

Cuando se terminaron las preparaciones lanzando Protection y invocando a Zodiac, continuaron a través del túnel en doble fila, como el día anterior, avanzando por los túneles redondos para comprobar las habitaciones oblongas.

Ya habían revisado las primeras diez ayer, por lo que solo les dieron una breve inspección hoy. No mostraban cambios notables, pero Tada notó una cosa.

“Es solo un poco cada vez, pero los huevos se agrandan cuanto más nos adentramos,” comentó Tada.

“Ahora que lo mencionas, podrías tener razón,” dijo Haruhiro, dándose la vuelta para echar un vistazo.

Parecía que no lo estaba imaginando. Haruhiro había notado algo más.

Alguien lo había estado observando desde la mañana.

Era Mimori, no, Mimorin.

Pero, bueno, todo lo que Mimorin estaba haciendo era mirar a Haruhiro. Ella era inexpresiva, por lo que era imposible saber qué estaba pensando, o más bien, era difícil imaginar que estuviera pensando en algo. No, ella tenía que estar pensando algo; no podría no hacerlo. Era humana, después de todo.

No es que importara. No estaba lastimando a Haruhiro. Solo estaba mirando. Él solo tenía que dejar que eso no lo molestara. Sin embargo, lo hizo preguntarse: ¿Qué pasa?

“Hmm.” Tokimune mostró sus dientes blancos. “Lo entiendo. Esa es una buena tendencia, una buena tendencia de hecho. Bueno, supongo que pasaremos a la undécima habitación.”

Y entonces, Haruhiro y los demás entraron a la undécima habitación. No se sentía tenso hasta que Zodiac hizo sonar la alarma.

“…Kejeje… Ranta… La sombra de la muerte… viene… Kejejeje…”

“¿Eh? Deja los siniestros—” Ranta comenzó a responder al demonio como de costumbre.

Tokimune se detuvo justo antes de entrar a la habitación y Haruhiro también se detuvo. Se miraron el uno al otro.

Todos se prepararon para la batalla.

Haruhiro colocó la linterna a sus pies, tratando de no hacer ningún ruido. Iré a mirar, hizo una señal a Tokimune. Tokimune asintió.

Para ser prudente, Haruhiro sacó su daga y entró en la undécima habitación usando Sneaking.

Como el suelo no era completamente plano, era difícil usar Sneaking aquí. Requería una concentración considerable. La parte difícil era que con las paredes cubiertas de huevos brillantes, era difícil avanzar a lo largo de las paredes. Haruhiro bajó su postura lo más posible, caminando tan lejos de la fuente de luz como pudo, en el centro de la habitación donde estaba más oscuro. Miró las paredes cubiertas de huevos.

A mi derecha

Algo está ahí.

A juzgar por su estructura y figura, es como un goblin. Se presiona contra los huevos y mira hacia aquí. ¿Tiene miedo…?

La criatura había estado haciendo algo aquí cuando detectó a Haruhiro y los demás. Había querido huir, pero no había podido, así que se había mantenido oculto, rezando para que Haruhiro y los demás no lo entraran en esta habitación. Sin embargo, Haruhiro, de hecho, lo había entrado, así que ahora estaba acobardado.

Podía decir eso.

“Oye,” dijo Haruhiro.

La cosa saltó un poco y negó con la cabeza. Al parecer era un verdadero cobarde. Pero, eso no necesariamente significaba que no fuera peligroso. Podría tener acceso a magia de algún tipo, por ejemplo.

Tengo que dar el primer golpe, pensó Haruhiro. Esa es la única opción.

“¡Todos, entren aquí! ¡Tenemos compañía!” Llamó.

Los Tokkis se amontonaron en la habitación, seguidos por Kuzaku y Ranta.

La criatura todavía estaba encogida. No hizo ningún sonido.

Haruhiro gritó mientras corría hacia la criatura. “¡Está bien! ¡No lo maten!”

“¡Haruhiroooo…!” Gritó Tokimune.

Cuando Haruhiro miró hacia atrás, Tokimune estaba lanzando algo. —Espera, ¿Es un escudo?

“¡Estás en el camino! ¡Agáchate!”

“¡Ah!” Haruhiro se agachó, según lo ordenado. El escudo de Tokimune pasó sobre la parte superior de su cabeza, girando a medida que avanzaba.

Golpeó algo sólido. Hubo un impacto doloroso, seguido de un gemido de dolor, probablemente de la criatura parecida a un goblin.

Varias personas saltaron sobre Haruhiro. Para cuando se levantó, los Tokkis habían rodeado a esa criatura parecida a un goblin.

La criatura parecida a un goblin no estaba aturdida. Había caído al suelo, ambas manos levantadas, como diciendo, me rindo.

Inui se agachó y con la la linterna, le iluminó la cara. Un goblin… no lo era. Su cara y todo su cuerpo se asemejaban a un murciélago.

“Este chico es un verdadero ri-komo, eh,” dijo Kikkawa, teniendo la misma opinión que Haruhiro.

Ri-komo, pensó Haruhiro, traduciéndolo. Komori. Probablemente signifique murciélago, creo.

“Ohh,” Tokimune sonó impresionado. “Bueno, vamos a llamarlo Ri-komo de aquí en adelante.”

¿Qué, lo estamos nombrando? Haruhiro pensó, sorprendido. ¿Ri-komo? Bueno, no me importa.

Haruhiro y su grupo naturalmente se alinearon detrás de los Tokkis. Ranta fue el único que intentó presionar a Inui y Tada.

“Ri-komo, eh,” dijo Ranta. “Hmm. Tienes razón, parece un murciélago. Se ve débil.”

“No lo sé. Nunca se sabe, ¿verdad?” Tokimune, agachándose, dijo al lado del ri-komo. “Oye, Ri-komo. ¿Entiendes? Tú… eres… Ri-komo. Yo… soy… Tokimune. ¿Bien?”

Los ojos de Ri-komo estaban muy abiertos y todo su cuerpo temblaba. No parecía que pudiera entender lo que Tokimune estaba diciendo.

Tokimune se encogió de hombros. “No lo entiendes, eh. Tiene sentido. En cuanto a mí, no quiero repentinamente levantarme y matarte sin una buena razón, o ser hostil hacia ti. Hmm. Qué hacemos…”

“Abburoggurah,” dijo Ri-komo, o algo así.

“¿Hmm?” Tokimune inclinó la cabeza hacia un lado.

“Gurabburoadah.”

“Sí, no, no entiendo. Yo tampoco hablo tu idioma. ¿Qué? Cálmate. Habla despacio. ¿Tal vez podamos comunicarnos?”

“Aregoraburadeh, furaburaguraboradoh, zabaradiofuraburah.”

“Hombre, dije que lo tomes con calma—”

“¡Foah!”

El ri-komo de repente trató de ponerse de pie. Pero, no pudo hacerlo. Nunca lo haría.

Por Tada. El sacerdote que llevaba gafas, pulverizó la cabeza de Ri-komo con un solo golpe de su martillo de guerra.

“No tenía esperanza.” Tada hizo girar su martillo de guerra, poniéndolo sobre su hombro, luego usó el dedo índice de su mano izquierda para ajustar sus gafas ahora manchadas de sangre. “Tuve que matarlo. Por ahora, todos mueren, todos ellos.”

“Bueno, supongo que no hay muchas opciones, eh.” Tokimune se puso de pie. “Es matar o morir, y no podemos hacer mucho al respecto ahora que ya lo mataste.”

“¡Ellos son batbaric, sí!” Anna-san dijo, saltando de un lado a otro. “¡Batbarians! ¡No! ¡Se supones que deben reírse! ¡Hago juego de palabras con bat y barbarian, ¿sí?!”

“¡Wajajaja!” Kikkawa dio una risa obviamente falsa para Anna. “¡Buena esa, Anna-san! ¡Eres un motín de risa! ¡Una risa alborotada! ¡Gajajajajaja!”

“Heh…” Inui se ajustó el parche del ojo. “Gracioso…”

“¿En serio?” Mimorin era la única que parecía dudar. Sin embargo, dicho eso, ella estaba completamente inexpresiva, y solo inclinó un poco la cabeza hacia un lado.

“¡B-Bueno, eso lo soluciona!” Ranta asintió. “¡¿Ahora qué?! ¡Matamos a todo lo que aparezca! ¡En el lugar! ¡Agradable y simple! ¡Me gusta! ¡Ese es mi estilo!”

Haruhiro miró a Kuzaku, Shihoru, Yume y Mary. Kuzaku estaba estupefacto. Shihoru, Yume y Mary se sorprendieron.

Haruhiro suspiró profundamente. “Esa fue la elección correcta. Ri… Ri-komo…” Sí, realmente no me gusta ese nombre, pensó Haruhiro, pero se hubiera sentido estúpido al proponer una alternativa. “…Parecía que iba a atacar. No sabemos a qué nos enfrentamos, así que para protegernos es más seguro matarlos, y creo que esa fue la mejor opción.”

“Hombre.” Tada chasqueó la lengua con disgusto. “¿Por qué tienes que decir cosas que son obvias?”

Uh, oh… ¿Está buscando pelea conmigo? Haruhiro se preguntó. Podría ser. No es que vaya a darle una.

Haruhiro hizo una nota mental de que Tada era del tipo buscapeleas. Había tenido un sentimiento vago antes de que podría ser así.

Era difícil dar una respuesta. Si Haruhiro, el líder, fuera demasiado humilde, el grupo en conjunto sería menospreciado. Sin embargo, dicho eso, no quería chocar con él.

De todos modos, Haruhiro aceptó la mirada de Tada. No voy a retroceder, era lo único que tenía que mostrar aquí.

Ahora, ¿qué era lo siguiente? ¿Qué haría?

“Es algo de cultura, saben.” Tokimune se interpuso entre Haruhiro y Tada, poniendo una mano en uno de sus hombros. “Tenemos diferentes culturas. Nuestro grupo y el de Haruhiro, eso es. Tenemos que hacerlo, ¿qué es? ¿Aceptar que tenemos nuestras diferencias? ¿Y divertirnos juntos? ¿Sí?”

“Oh, no tengo ningún problema con eso,” dijo Haruhiro.

¿Estoy retrocediendo demasiado?, se preguntó. Pero Tada parece del tipo que se burla implacablemente de cualquiera a quien menosprecie. Siento que ese es el tipo de hombre que es.

“Si podemos divertirnos, nos divertiremos,” dijo Haruhiro. “Pero creo que no es bueno para nosotros obligarnos a contenernos.”

“Sí, es mejor no forzarnos a nosotros mismos,” dijo Tada, lamiéndose los labios. “Esto no durará mucho de todos modos. Sin embargo, puedo ser muy paciente.”

“Oh, ¿puedes?” Haruhiro dijo. “Es una sorpresa.”

“Oh, sí, puedo,” dijo Tada. “Tienes ojos soñolientos, así que tal vez simplemente no me estás viendo bien.”

Haruhiro respiró profundamente. Eso estuvo cerca. Casi me quedo ahí.

“Nací con estos ojos, y puedo ver perfectamente, Tada-san,” dijo.

“Oh, ¿puedes ahora?” Preguntó Tada.

“Sí. ¿Qué era? ¿Vamos a divertirnos?

“Oh, me estoy divirtiendo,” dijo Tada.

“Yo también,” dijo Haruhiro. “Fantástico.”

“Está bien, está bien, está bien, está bien, ¡Está bieeen!” Kikkawa agarró las manos izquierdas de Haruhiro y Tada y las obligó a juntarse. “¡Aquí tienen, todo arreglado! ¡Felices, felices, sonrisa, sonrisa! ¡Tenemos que disfrutar! ¡Sí! ¡Harucchi, Tadacchi, ambos!”

Tada apartó las manos de Kikkawa y Haruhiro, pero no dijo nada más.

Haruhiro rápidamente hizo una breve reverencia. “Lo siento. Por ponerme un poco descarado ahí.”

“Naa.” Tada parecía haber perdido el equilibrio por la disculpa, justo como Haruhiro había estado buscando. “Bueno, está bien.”

Haruhiro pensó que era una resolución tan buena como podría esperar. Sabía que no era del tipo orgulloso, así que disculparse y ceder terreno no era tan doloroso para él. Sin embargo, si iba a ser una desventaja para el grupo que lo hiciera, eso cambiaría las cosas.

Aún así, una actitud soberbia solo despeinaria las plumas. Necesitaba evitar el conflicto y también mantener las apariencias. Era un dolor en el trasero, pero era el líder. Tenía que hacerlo.

Haruhiro se cubrió sutilmente la boca con una mano y suspiró. Es cierto que era un dolor, pero también sintió una sensación de logro. Esa era otra forma en la que era simple y aburrido, y le molestaba.

“¡Haruhiro!” Llamó una voz.

“¿Sí? Bwuh—”

¿Q-Qué? ¿Qué acaba de suceder? ¿Eh? ¿Alguien me llamó por mi nombre? ¿Qué es esto? ¿Qué esta pasando? No lo entiendo Hay mucha gente hablando a mi alrededor. ¿Eh? ¿Qué significa esto?

¿Qué? ¿Eh? ¿Pechos? ¿Estos son pechos? ¿Pechos? ¿Alrededor de mi cara? ¿Mi cara está enterrada en unos pechos? Pero no son tan suaves, ¿sabes? Bueno, no los estoy sintiendo directamente, ¿supongo? ¿Hay ropa en el medio, quiero decir? ¿Ese es el problema? ¿Qué problema? No lo sé. No tengo idea de lo que está pasando.

Estaba siendo abrazado. Por la giganta, Mimori. Por Mimorin.

Estaba siendo abrazado ahora. Muy apretado, muy apretado. Mimorin era más alta que Haruhiro, entonces, la cara de Haruhiro terminó presionada contra sus pechos.

Mimorin abrazó a Haruhiro y lo apretó con fuerza. Era algo sofocante. Mimorin estaba frotando su cara contra la cabeza de Haruhiro. Ella emitía un dulce olor que no se parecía a nada que conociera.

Sí, no sé qué hacer con esto, pensó, estupefacto. Eso es todo, ¿sabes? Más de lo que pensaba, más de lo que imaginaba. Es como, ¿qué es esto? Esperaba que fueran más suaves, más blandos; sentirse bien, cómodo, para que sea una experiencia conmovedora. Pensé que así sería. Pero no lo es. Aparentemente no.

Duele, y no son suaves ni nada. Mis sueños, están destrozados. Me siento traicionado, de alguna manera.

¿Qué? ¿Eso es todo?

¡Como, pensé que sería mejor que esto! ¡Vamos, esto no es justo! 

“Ya, ya,” le susurró Mimorin.

Sí, di que todo lo que quieras, pensó Haruhiro. ¿Qué es esto?

En serio, ¿qué es esto?

¡¿Qué es estoooooooooooooooo?!

“Hiciste lo mejor que pudiste,” dijo Mimori.

“…¿Eh?”

“Ya, ya.”

—Sin querer.

Repentinamente.

Involuntariamente.

Sin pensar, o saber por qué—

Sus ojos comenzaron a llorar.

¡No, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, noooooo! Haruhiro gritó en silencio. ¿De qué sirve el llanto? Y, espera, ¿qué es esto? Es muy repentino. ¿Qué? ¿Qué sabes? No podrías saber nada. Si alguien que no conoce mis circunstancias me lo dice, me confundiré y, tal vez, también me enoje un poco. ¿Qué pasa contigo? ¿Quién crees que eres? Me asustas, en serio. Me estás asustando. Perdón por decirlo, pero eres enorme. Demasiado enorme. No es que realmente diría eso.

“Um, eh, Mimorin-san…” murmuró.

“No. No necesitas el -san,” dijo ella. “Mimorin.”

“…Mimorin.”

“¿Qué?”

“¿Podrías alejarte de mí…?” Se aventuró.

“Está bien.” Mimorin retrocedió sorprendentemente fácil.

Bien, bien, pensó. Si se hubiera negado, Haruhiro habría tenido un problema aún mayor.

“Mimorin…” murmuró Tokimune, sonando inusualmente estupefacto. “Mimorin, eh. Ya veo. Entonces asi es como es. Haruhiro, eh. Simplemente no entiendo a Mimori…”

“Mimori seguramente tiene un gusto horrible,” dijo Tada, resoplando burlonamente.

“Heh…” Inui tenía una expresión en su cara como si acabara de morder algo desagradable. “Entonces, este es el destino, ¿verdad?”

—No, ¿qué se supone que es el destino? Haruhiro retrocedió.

Mimori estaba mirándolo, su expresión tan vacía como siempre. Ella no tenía expresión, pero podía sentir pasión en su mirada.

“Whew.” Anna negó con la cabeza a la izquierda y derecha. “Anna-san realmente no lo entiende tampoco, sí. Horewer, Mimorin, a ella le encantan las cosas bizarras y de baja calidad, ¿verdad?”

“Bizarras y de baja calidad…” Ranta se echó a reír. “¡Wajajajajaja! ¡Sí, Parupiro, pintoresco, eres tú, está bien! ¡Ya veo, ya veo, bizarro y de baja calidad, eh! ¡Es por eso! ¡Puedo aceptar eso! ¡Gwajajajajajaja! ¡Felicitaciones, cosa bizarra y de baja calidad!”

“…Eje… Ranta… Ni siquiera pasas por baja calidad… Eres inferior a la baja calidad… Ejejeje…”

“¡Oh, cállate!” Gritó Ranta. “¡Cállate, Zodiac! ¡Me vas a hacer llorar, maldición!”

“Uh, bueno,” comenzó vacilante Shihoru. “Haruhiro-kun, ¿felicita… ciones?”

“No, no es…” Haruhiro se detuvo. Su mente se quedó en blanco; no pudo encontrar las palabras.

“Hooooh.” Los ojos de Yume se abrieron de par en par. “Yume realmente no lo entiende, pero se siente como algo para celebrar.”

“Felicitaciones,” dijo Mary, en un tono inexpresivo por alguna razón.

“Felicidades,” dijo Kuzaku, inclinando la cabeza de repente.

“No, esperen, espe—¡¿E-E-Esto no es extraño?! ¡¿Es extraño, verdad?! Quiero decir, no siento nada—M-Mimori-san tampoco.”

“Mimorin.” Lo corrigió Mimori con calma.

“Mimorin realmente no se siente de esa manera… tampoco.. ¿verdad? Um… ¿Qué era? Eh, ¿me estabas consolando? ¿Animándome? ¿Algo como eso? Fuera de ese tipo de… ¿amor humano y compasión? ¿Era… ese tipo de cosas…? ¿Estuvo bien?”

“¡Amor!” Ranta se retorció de risa. “¡Amor! ¡Es amor ahora! ¡Amooor! ¡Tenemos amor aquí! ¡A! ¡M! ¡O! ¡R! ¡Amooooor…!”

“¡Tú solo vete a morir!” Escupió Haruhiro. Sabía que no era algo que debería decir, ni siquiera en broma, pero no se sentía tan mal por haberlo dicho.

Haruhiro se giró para mirar a Mimorin. No tenía el coraje de mirarla a los ojos. Era demasiado aterrador mirarla a los ojos en este momento. “Así es como es… ¿verdad? Lo es, ¿verdad? Um… ¿S-Simpatía? ¿Tal vez? ¿O lástima? Esa clase de cosas…”

“Quiero criarte,” dijo Mimorin, claro como el día.

¿Criarme? Como, cuidarme, ¿o algo así? No, mo es eso. ¿Entonces qué es?

“…¿Eh?” Haruhiro dijo.

“Eres lindo. Así que quiero criarte.”

“Criarme, ¿quieres decir… como una mascota…?”

“Sí. Quiero criarte como una mascota.”

Haruhiro la miró. “Y-Yo no puedo ser tu mascota, ¿sabes? Quiero decir, soy humano…”

“Qué mal,” dijo ella, con pesar.

“Bueno, así como es,” dijo él, con alivio.

“Pero no me rendiré,” dijo Mimori con fuerza, luego sollozó.

Ella es un poco… Espera, ¿está llorando? Creo que sí.

“Algún día, te haré mi mascota,” dijo ella.

“…Oh, ¿todavía quieres?” Eso fue todo lo que Haruhiro pudo responder.

¿Qué es esto?, pensó, estupefacto.