Tensei Shitara Slime Datta Ken (NL)

Volumen 9

Capitulo 1: Víspera del Festival

Parte 2

El día después de que hablé con la pareja real de Blumund, fui recibido por otro gran nombre—Gazel, el rey enano.

“¡Bueno, Rimuru, aquí estoy!” dijo mientras se sentaba frente a mí con un ruido sordo. “¡Mi primer viaje en carruaje en demasiado tiempo! ¡Estoy agotado!”

Imponente como siempre, seguro. Ya estaba alcanzando el té y los bocadillos en la mesa, como si fuera su derecho otorgado por Dios.

“Whoa. No tomes los míos también, ¿de acuerdo?”

Fui un poco lento. En un instante, la última rosquilla de la mesa estaba en su boca. Había estado esperando eso. ¿Quién diría que tenía un gusto por lo dulce para acompañar su tremendo hábito de beber? Simplemente, nadie podía subestimarlo.

“Ahhh, no hay necesidad de preocuparse por los detalles. Si esas nimiedades aún te molestan, te queda mucho por aprender, ¿mm?”

¿Cómo que me queda mucho por aprender? Tú eres quien me roba las rosquillas. Me quedé mirando al egoísta Gazel, pero él no me dio cuartel, devolviéndole la mirada.

“Y gracias a que los ministros levantaron un alboroto, tuvimos que traer toda una caravana de carruajes. La longitud era ridícula. ¡Y todo es culpa tuya, Rimuru!”

Como explicó—con gran detalle—el viaje hasta aquí desde Dwargon normalmente tomaba un día en un Pegaso. Sin embargo, dado que se trataba de una visita de estado oficial, no se le permitió ir solo con los Caballeros Pegaso.

No era solo por preocupaciones de seguridad. Gazel estaría viendo la nobleza de todo el mundo, y como rey de la poderosa nación de Dwargon, necesitaba demostrar su propio poder. Esto significaba tener que empacar múltiples mudas de ropa y demás, junto con personal y asistentes para ayudarlo a vestirse adecuadamente. Convirtiendo a su séquito en una multitud de tamaño más que decente.

“Si viajas como rey, necesitas una gran cantidad de preparación. Tener una carretera pavimentada para viajar fue ciertamente una bendición, pero los últimos días de viaje fueron como la muerte para mí”.

Esa debe haber sido la razón por la que Gazel seguía escapando de su reino para viajar lo más ligero posible. Y ahora que lo pienso, Souei había informado que la carretera desde Blumund estaba abarrotada de carruajes y cosas por el estilo, lo suficiente como para que las patrullas tuvieran que jugar a ser policía de tránsito durante un tiempo, y todas las posadas en el camino estaban completamente llenas.

Lo cual era genial, en cierto modo, pero también me recordó la necesidad de un sistema de transporte a mayor escala. Los coches en Japón en estos días, después de todo, se estropean muy raramente—y si lo hacen, se puede llamar al servicio de carretera y arreglarlo en un santiamén.

En este mundo, sin embargo, si rompes el eje de un carro o algo así, estás en problemas. Simplemente sacar el vehículo del camino es una dura prueba.

También tenías caballos que cuidar y, en general, todo estaba plagado de trampas. Planeé deliberadamente carreteras anchas en previsión de esto, pero aun así, no resolvió el problema. Estaba recopilando información sobre estos incidentes para poder abordarlos en el futuro, pero a juzgar por la historia de Gazel, viajar largas distancias como noble era una travesía extremadamente ardua.

Parecía que el atasco había sido causado principalmente porque muchos más nobles de los que había planeado, decidieron participar. Tendré que considerar cosas así la próxima vez. Sería bueno si pudiéramos desarrollar trenes y hacer todo esto mucho más cómodo y rápido.

Pero independientemente.

“Sabes, no esperaba verte aquí en absoluto. Supuse que en su lugar enviarías un emisario”.

Eso era cierto. Realmente no lo había pensado. Así que fui honesto con él, esperando que entendiera la indirecta para dejar de quejarse de mí. No funcionó.

“¡Pffft! ¿Crees que haría eso? ¿Cuándo sé que estás tramando algún tipo de plan? ¡No puedo dormir por la noche hasta que vea lo que es con mis propios ojos! Y también… tengo una pregunta para ti”.

“¿Qué?”

“¿Peleaste con Hinata Sakaguchi? Todo el asunto del ‘empate’… Eso es mentira, ¿no?”

Supuse que él lo sabía, y así fue. Sabía que me había peleado con ella y no creía ni un poco en los resultados oficiales. Por el aspecto de las cosas, asumió que le gané.

“Bueno, podrías llamarlo ganar la batalla y perder la guerra, pero sí, gané”.

Le expliqué a Gazel cómo había salido todo al final, advirtiéndole que lo guardara para sí mismo por ahora.

“Increíble. Esa mujer, de todas las personas… Francamente, es más fuerte que yo. Su habilidad con la espada, está a la par—pero en fuerza general, perdería. ¿Realmente la derrotaste?”

Esto parecía realmente serio para Gazel. Supongo que lo había impresionado. Como Rey Heroico, Gazel nunca tendría la oportunidad de entrenar con Hinata, por lo que usó su red de espías para analizar su fuerza. La conclusión a la que llegó a partir de sus hallazgos, es que estaría contra las cuerdas. Escuchar que había ganado debe haberlo sorprendido sinceramente.

“La suerte tuvo mucho que ver con eso. Quiero decir, ella realmente era mucho más fuerte que Clayman, y él era un rey demonio. Creo que las habilidades con las que he sido bendecido tuvieron mucho que ver”.

Seamos claros: si no tuviera a Raphael, habría perdido. Y Raphael es una habilidad mía, pero también está manejando todas mis otras habilidades. Si no hubiera aprovechado algunos poderes que yo ni siquiera sabía que tenía, no había forma de que hubiera podido vencer a Hinata.

“¡Ja! La suerte es una fortaleza tan importante como cualquier otra. Me alegro de que mi condiscípulo tenga éxito, pero odio admitir lo inferior que soy tan fácilmente…”

“Bueno, ¿qué quieres que diga? Aún con mis poderes ‘reales’, no puedo vencer a Hakurou”.

“Ahhh, eres tan extraño para mí como siempre, ¿no es así? ‘Real’ o no, esas habilidades son parte integral de tu fuerza de batalla, ¿no es así?”

Parecía un poco exasperado, pero lo decía en serio. Sin Raphael, creo que mi mejor pareja para un sparring sería Gobta, de hecho. Pero no es algo que pudiera decirle a nadie.

“Bueno lo que sea”, dijo, borrando su ceño y dándome una mirada seria, “¿qué estás haciendo esta vez?” Esta fue su forma de cambiar a su tema principal, aparentemente. No tenía ni idea de qué era.

“¿Qué quieres decir?”

“¡¿Que quiero decir?! ¡La Santa Iglesia Occidental nos envió una misiva pidiendo abrir un canal para futuras negociaciones! ¡Solían clasificarnos como semejantes de los monstruos! ¿Por qué volcaron así su doctrina? ¡Fue demasiado repentino, así que sé que tienes que estar detrás de eso!”

¡Ah!

Los gritos de Gazel me recordaron mi conversación con Hinata y su gente. Sí, le había sugerido involucrar al rey Gazel. El Reino Enano había conservado su neutralidad durante mil años.

Así que podías depositar una confianza ilimitada en ellos, e incluso los adherentes más ortodoxos de la Iglesia, no podrían pensar seriamente que los enanos fueran lo mismo que los monstruos. Algunos, tal vez, pero tenía que ser una pequeña minoría.

Esa fue mi motivación detrás de la sugerencia a Hinata, pero me olvidé de, um, pedirle permiso al Rey Gazel para hacer eso. O, en realidad, no pensé que necesitara su aprobación—no esperaba que se enojara tanto por eso. Lo mejor es hacerse el tonto por ahora. Dudo que Hinata dijera explícitamente que fue idea mía.

“¿Ohhh? Bueno, tengo que decir que es la primera vez que escucho sobre esto. Pero sabes, creo que luchar con Hinata nos ha ayudado a desarrollar una especie de amistad. Así es como arreglamos las cosas, y acordamos que intentaremos mantenernos en buenos términos en el futuro. Entonces, tal vez eso los motivó a hacerlo, ¿eh? ¿Les inspiró a hacer algunas propuestas oficiales contigo también?”

“… ¿Hohh?”

Gazel enarcó una ceja. En momentos como estos, realmente deseaba estar en forma de slime. Pensé que podía sentir un sudor frío corriendo por mi espalda, aunque en realidad no sudo.

Precaución. El sujeto Gazel Dwargo está aplicando Lectura de Pensamiento a tu mentalidad superficial. Esto se permite debido a la falta de intención hostil o maliciosa percibida. ¿Bloquear esta habilidad?

—Sí.

—No.

 ¡Si! ¡¡Sí, sí, y mil veces sí!! ¡¡Si es algo tan importante, dímelo antes, Raphael!!

Pero eso explicaba las cosas. Había pensado que era un poco extraño antes, pero Gazel puede leer la mente de las personas, ¿eh? No es de extrañar que siempre me haya sentido un poco extraño a su alrededor, como si estuviera sondeando mi cerebro en busca de respuestas. Entre su lectura precisa de mis acciones durante la batalla y cómo siempre parecía un paso por delante de mí en nuestras conversaciones, tenía sentido que estuviera haciendo eso.

El gran sabio que se convirtió en Raphael debe haberme ayudado a reconocer la lectura pensamiento cuando Gazel la ejecutó. No parecía estar activo todo el tiempo, gracias a Dios, pero quién sabe cuánta información me quitó hace un momento…

Le di a Gazel una mirada. Me sonrió, una vena azul era visible en su frente.

“Je… je-je. Viste mi lectura de pensamiento, ¿verdad? Bueno, te aplaudo por eso, pero si lo bloqueaste, eso debe significar que estás pensando en algo malvado, supongo”.

“N-No, no, yo, eh, ¿no lo creo?”

“¡Tonto! ¡Lo vi! ¡Vi que pensabas que era mejor involucrarme en esto!”

El crimen nunca paga, supongo. Luego más o menos me obligó a confesar exactamente cómo había ido mi conversación con Hinata. Y entonces:

“Ya veo. Así que el Clero de los Siete Días estaba detrás de su política supremacista de humanos…”

“Sí. Y creo que la gente de Hinata está pensando en purgar la Iglesia de cualquier persona envenenada

por el pensamiento de los Siete Días. Dado que todos están muertos, estoy seguro de que ella puede rastrear

a sus simpatizantes lo suficientemente bien”.

Repasé los tratos internos que había tenido con la Santa Iglesia Occidental y Ruberios, omitiendo cuidadosamente la verdadera identidad de Luminous. Gazel asintió y reflexionó durante un minuto.

“… Imagino que tienes razón. En cuyo caso, ¿sería una tontería rechazar esto, entonces?” Había decidido aceptar la solicitud de Hinata—o de la Iglesia—

“Pensé que dirías eso”.

“Suficiente de ti. Haciendo mi diplomacia por mí, sin permiso… Pero bueno. No es necesario estar tan tensos durante esta ocasión festiva. Me has preparado solo los mejores asientos, ¿no es así? También podría disfrutar de lo que tienes para mí”.

Después de ese ataque que lanzó, estaba dispuesto a dejar el tema por ahora. Pensé que estaba lo suficientemente feliz con cómo resultaron las cosas, pero no fui lo suficientemente estúpido como para hacerle saber eso.

Tenía noticias de que Hinata y sus paladines también estarían en el Festival de Fundación de Tempest, así que pensé que era mejor que se reunieran directamente y resolvieran los asuntos. Sin duda, Gazel también tenía algunos de sus propios asesores con quienes deliberar.

Así que le prometí que organizaríamos conversaciones después del festival.

***

Ahora era de mañana, tres días desde el regreso de Diablo. La banda de Yohm estaba aquí, y eligió el momento exacto para aparecer—en realidad, estábamos celebrando una fiesta previa a la inauguración esta noche, y el festival finalmente comenzaba mañana. Antes de eso, sin embargo, estábamos en la sala de reuniones habitual, con Yohm y algunos de sus asesores más cercanos sentados frente a mí.

“¡Hola amigo! Ha pasado una eternidad ¿no? Bien ¿adivina qué? ¡Me convertí en rey!”

Su ropa ciertamente tenía algunos detalles y adornos más, pero la persona que estaba adentro no había cambiado. Era tan descarado como siempre, saludándome con una sonrisa desafiante.

Le devolví la sonrisa. “La ropa ciertamente hace al rey, ¿no es así, Yohm? Gracias por todo tu arduo trabajo”.

“¡Ja! ¡Demonios, gracias! Fuiste tú quien sacó a un vagabundo mugriento de la calle y lo convirtió en rey”, dijo con una sonrisa, “así que espero que veas esto hasta el final, ¿no? Estoy totalmente comprometido con lo que estás buscando, así que no me dejes solo a mitad de camino”.

Tal como prometió, Yohm se había convertido en un buen rey para mí—y con el trabajo tras bastidores de Diablo, ahora tenía un firme control sobre el trono.

Falmuth, una nación con una larga e ilustre historia, había caído. En su lugar nació un nuevo reino, con el campeón Yohm como su líder. Era una nación renacida de la amenaza que una vez fue, por lo que Diablo pensó que era conveniente cambiar su nombre a “Falmenas”. Para cimentar esto, también hizo que Yohm se autodenominara ‘Yohm Falmenas’.

Junto a él en la sala de reuniones, estaban dos demonios—Myulan y Grucius. Eran sus constantes guardaespaldas, y no tenía ninguna duda de que mantendrían a Yohm a salvo—aunque Myulan no era realmente su guardaespaldas, por supuesto.

“Rimuru-sama, déjame volver a presentarme. Soy Myul Falmenas, esposa del rey. Es bueno verlo de nuevo”.

Quizás notando mis ojos en ella, Myulan se levantó un poco el vestido e hizo una reverencia. Era hermosa, lo suficiente como para hacer palidecer a la típica princesa promedio.

“Encajas perfectamente en el papel de reina, Myulan”.

“Sí, ¿no es así?” Dijo Yohm, radiante de orgullo. “Ella es educada y todo, a diferencia de mí”.

“Tengo algo de experiencia en esto. Clayman era muy riguroso con la etiqueta y los modales…”

No había duda de que Clayman se mantenía bien, o al menos le gustaban los adornos nobles. Había adornado su castillo con muebles y obras de arte ornamentadas, y estoy seguro de que era igual de fastidioso con su propio personal. Parece que eso nos ayudó de la manera más sorprendente con ella.

“Sí, bueno, es una experiencia para todos nosotros. Quiero decir, gobernar una nación también ha sido difícil para mí. Hace un rato, tuve que saludar formalmente a todas las especies del Gran Bosque de Jura y eso casi me mata. Me sentí como una especie de ídolo sagrado”.

“¡Oh, te entiendo! Tengo a todos estos nobles solicitando audiencias conmigo, y algunos de esos idiotas ya están formando facciones e intentando comenzar algo. ¡Qué dolor de cabeza! Al menos ese viejo Razen, nuestro mago de la corte, está manejando todo eso bastante bien”.

El propio Razen no estaba aquí. Las cosas todavía estaban menos que estables en su nación, y él estaba ocupado yendo y viniendo, atendiendo asuntos posteriores a la guerra civil. Por un momento, temí que nos traicionara—pero, mirando hacia atrás, él estaba bajo los efectos del ‘Tentador’ de Diablo, así que no era una preocupación.

El retirado Edmaris, mientras tanto, había disfrazado su identidad y ahora se desempeñaba como asesor, compensando la falta de experiencia y educación de Yohm y ayudando en diversas áreas de la política.

Y en cuanto a Grucius, el licántropo:

“¿Así que ahora eres el jefe del Cuerpo de Caballeros?”

“Seguro que lo soy, Rimuru-sama. Rechacé el trabajo, pero él nunca me escucha…”

Yohm casi había obligado a Grucius a asumir un papel en el gobierno. Ciertamente tenía el músculo para hacerlo, y ninguno de los caballeros restantes expresó ninguna queja, por lo que la naciente nación de Falmenas quería nombrarlo caballero principal, con la esperanza de evitar que tal talento se perdiera.

Se había resistido al principio, disfrutando de la nueva libertad en su vida, pero después de que Myulan le suplicara también, le resultó imposible negarse. ¿Grucius estaría bien haciendo eso? No lo mencioné. No parecía tan reacio.

“Todavía me considero parte de la Alianza de Guerreros de Carrion-sama… pero por ahora, no me importa cuidar a este idiota”.

“¡Cállate! ¡Tú eres el idiota!”

No, esos dos no habían cambiado mucho. Y la escena de Myulan haciendo una mueca, me hizo retroceder también. Fue un acto familiar, pero esta vez, alguien lo interrumpió.

“¡Rey Yohm! ¡Capitán Grucius! ¡Están siendo terriblemente groseros con el rey demonio!”

La voz fuerte provino de lo que parecía un niño de escuela primaria, uno muy guapo e inteligente. “Ahhh, Edgar, siempre eres tan serio…”

“¡Jajaja! ¿Y por qué no? Está mucho mejor educado que tú. ¿Qué más podríamos pedir a un príncipe heredero?”

“¡Capitán Grucius! Este no es el momento de bromear. ¡Estoy haciendo todo lo posible para servir como asistente del rey Yohm, asegurándome de que se convierta en un rey bueno y justo!”

Edgar, hijo del rey anterior Edmaris, se puso rojo de vergüenza. Tenía solo diez años, pero “bien educado” era quedarse corto. Por lo que parece, él ya estaba acostumbrado a ser el blanco de sus bromas— tener que lidiar con adultos tan malos a su edad, seguro que era difícil. Al menos, Yohm y Grucius parecían preocuparse por él.

No me habría importado continuar esta agradable charla, pero tenía que terminar en algún momento. Todos estaban cansados del viaje, y esta noche vendrían otros VIP para la inauguración. Le sugerí que podríamos continuar esta conversación con algunos tragos más tarde, y Yohm estuvo de acuerdo.

“Entonces, Yohm, como agradecimiento por mantener tu promesa, tengo un regalo para ti. Diablo—”

“¿Se refiere a eso, Rimuru-sama?”

Antes de que pudiera terminar, Diablo se dio cuenta de lo que quería decir y recogió un certificado que habíamos preparado de antemano, dándomelo amablemente. Se lo di a Yohm.

“Oye, ¿qué es esto, amigo…?”

Yohm tampoco era particularmente bueno en todo el asunto de la “alfabetización”, así que rápidamente se lo entregó a su asistente, Edgar. Con un asentimiento, el niño lo leyó—y luego sus ojos se salieron de sus órbitas.

“¡¿Estás perdonando el resto de las reparaciones?!”

“Sí. Realmente no necesito nada de eso ahora que el rey es Yohm”.

Ya nos habían pagado 1.500 monedas de oro estelares en reparación. La suma total de 10.000 estelares era ridículamente astronómica, y ahora que nuestra misión estaba cumplida, no había necesidad de ese dinero de todos modos.

Yohm miró al niño sorprendido con una sonrisa. “¡Je je! Bueno, realmente no entiendo lo que eso significa, pero ahí tienes, Edgar”.

No lo sabía, pero Edgar sí lo sabía. Sin duda, sería otra estrella de oro para la reputación de Yohm.

De esa forma, sería conocido como una persona—o un rey demonio, supongo—que estaba dispuesto a negociar un poco cuando se trataba de reparaciones.

Mis conversaciones con el grupo de Yohm habían terminado. Todos salieron de la sala de reuniones, arrastrando a un Edgar todavía petrificado con ellos.