Ore ga Heroine o Tasukegite

Volumen 4

Capitulo 1: ¿Con Quién Debo Pasar El Domingo?

Parte 4

Sábado.

Me recosté en mi cama, contando motas en el techo. Ya eran más de las tres, pero todavía no había salido de mi habitación, excepto para el desayuno y el almuerzo.

“Hahh…” Dejé escapar un profundo suspiro por enésima vez ese día.

Sabía que era el culpable aquí, pero todavía estaba temblando de miedo. Estaban mucho más enojados de lo que pensé que estarían. Peor aún, no lo dejaban mostrar en absoluto.

Harissa había venido a despertarme esta mañana, como siempre. El desayuno y el almuerzo fueron geniales. Ella incluso había limpiado mi habitación. Todo con su dulce sonrisa habitual… Esa fue la parte realmente aterradora.

TOC Toc.

“¡Sir Rekka!”

“¡Gyaaah!”

Cuando vi a Harissa asomar la cabeza por la puerta, mi corazón dio un vuelco tan violento que me caí de la cama.

“¿S-Sir Rekka? ¿Qué pasa? ”

“N-Nada. Me asustaste un poco. Eso es todo.”

“Golpeé…”

“Realmente, no es nada. S-Entonces, ¿qué pasa? ¿Necesitas algo?”

“Has estado en tu habitación todo el día, así que pensé que tal vez algo estaba mal…”

“Oh… No, no es nada. No es nada en absoluto, señora”.

¿Acabo de decir “señora”?

“Ya veo…” Harissa frunció el ceño con preocupación, pero asintió y cerró la puerta.

Escuché atentamente el sonido de ella corriendo escaleras abajo.

Cuando estuve segura de que estaba de vuelta en el primer piso, solté un largo suspiro cuando la tensión se fue de mis hombros.

¡E-Eso fue una locura! ¡No tenía idea de que Harissa era tan buena actuando! ¡Estaba actuando como si estuviera realmente preocupada por mí y que no estaba enojada por el domingo en absoluto! ¡Ella podría ser una actriz!

“E-Eso me asustó. Las chicas me dan miedo.”

Tenía tanto miedo que empecé a llorar. R me miró desde arriba de la cama, molesto.

“Eres un cobarde”.

“¡Cállate! ¡No sé cómo hacer que me perdonen ahora! ”

“No llores. Por favor.”

Fácil para ella decirlo. Esto realmente estaba empezando a llegar a mí.

“No me digas que esto termina causándote un mal caso de ginofobia, y eso es realmente lo que comienza la Guerra de Todos”, dijo R.

Dios, espero que no…

¡Rrrrring! ¡Rrrrring!

El tono de llamada de mi teléfono comenzó a sonar. Agarré el traqueteo del escritorio… luego lo dejé caer al suelo.

“¿Qué pasa?” R dio una vuelta en el aire mientras miraba la pantalla LCD del teléfono. “Oh, es Hibiki”.

“…”

“¿No vas a responder?”

“…Cierto. Necesitaba hablar con ella sobre el domingo de todos modos.”

De acuerdo, anoche estaba demasiado asustada para intentar llamarla de nuevo. Estaba demasiado preocupado de que ella también se hubiera enterado del domingo.

Y se necesitaba valor para presionar el botón de respuesta incluso ahora… Pero no importaba lo que estuviera pensando, negarse a responder simplemente la molestaría. Presioné con miedo el botón.

“¿H-Hibiki…?”

“Eres muy lento. Te dije que lo cojas más rápido la próxima vez.”

“¡S-Sí! ¡Lo siento!”

“¡Waah! … N-No necesitas gritar cuando te disculpas”.

Por el tono de su voz, me di cuenta de que estaba un poco confundida. Mi voz podría quebrarse cuando hablé. Así de asustado estaba.

¿Qué ángulo iba a usar para vengarse de mí? Solo de pensarlo me helaba la sangre.

“Bueno lo que sea. Así que aquí está el trato… ”

“…!”

Inmediatamente me tensé cuando ella comenzó a hablar.

“Necesitamos elegir un momento para la reunión de mañana. ¿Qué te parece las 5:00 p.m.?”

“… ¿Eh?”

“Dije las 5:00 p.m. Chelsea volverá aproximadamente una hora antes, así que si te funciona, es cuando me gustaría… ”

“¡N-No! ¡Espera un segundo!” Le grité que la interrumpiera antes de que ella pudiera decir algo más, pero esta vez fue más de sorpresa que de miedo.

“¡No grites! Estoy sosteniendo mi teléfono en mi oído, ¿sabes? ”

“¡Waah! ¡Lo siento! Espera, quiero decir… ¿No estás enojada, Hibiki?”

“¿Enojada por qué?”

Casi me desplomé físicamente en alivio. Evidentemente no había hablado con Satsuki ni con los demás. No, espera… Solo porque ella no se enteró no facilitó las cosas. Todavía no había resuelto el problema.

“Escucha, Hibiki…”

Primero, necesitaba disculparme, y luego necesitaba encontrar una solución con ella. Me senté arrodillado en la cama y le conté que había aceptado varias cosas superpuestas para el domingo. Le expliqué lo que había sucedido en los últimos días, incluso que podría necesitar ajustar un poco el tiempo de nuestra reunión.

“¿Eres un idiota?” ella preguntó tan pronto como terminé. “Si. Probablemente. Lo siento mucho.”

“Eso no es de lo que estoy hablando. Bueno, quiero decir, también eres un idiota al respecto, pero…” Se detuvo por un momento. “Deberías prestar un poco más de atención a los cambios que ocurren a tu alrededor”.

“¿Cambios?”

“Sabes que tú y yo tenemos una tendencia a quedar atrapados en cosas raras, ¿verdad?”

“Sí, por supuesto.”

Mi línea de sangre Namidare y la línea de sangre Banjo de Hibiki nos hicieron involucrarnos en historias que de otra manera carecían de un héroe. A veces sería nuestro trabajo tomar el lugar de un héroe y guardar una historia que se dirigía a un mal final.

“Escucha, cada vez que te encuentras atrapado en una historia, es decir, cada vez que las cosas se vuelven reales, siempre hay algún tipo de señal”.

“¿Algún tipo de señal? ¿Te refieres a los cambios de los que estás hablando? ”

“Así es.” Según Hibiki, cada vez que sucedía algo así, ella suponía que se avecinaba una “historia” y necesitaba prepararse. Ella continuó: “Escucha, debes estar haciendo lo mismo”.

“Tienes toda la razón”.

Era normal que Hibiki se frustrara conmigo, pero como la gente no se había enojado conmigo durante los últimos días, incluso cuando lo merecía, en realidad me hizo feliz.

“Ahora entiendes, ¿verdad? Piénsalo. ¿Qué ha cambiado a tu alrededor últimamente?”

Un cambio, ¿eh? Supe de qué estaba hablando de inmediato. “Rosalind”.

“Así es. Mencionaste su nombre varias veces. Creo que deberías asumir que es sospechosa”.

“Hmm… ¿Pero puede un estudiante de transferencia ordinario borrar los recuerdos de las personas?”

“Tú fuiste quien dijo que todo el mundo estaba actuando raro, ¿verdad? Realmente no los conozco bien, pero creo que es extraño para ellos tratar de vengarte de una manera tan desagradable”.

“¿Por qué?”

“Eso es porque tanto ellas como yo… Espera, ¿qué estás tratando de hacerme decir?”

“¿H-Huh?”

Apenas había dicho una palabra. ¿Por qué estaba enojada?

“Ejem. De todos modos…” Se aclaró la garganta y luego continuó. “No sabes que esta estudiante transferida es ‘normal’ en absoluto, ¿verdad?”

“Huh… No, supongo que no”.

Hace un mes pensé que era una broma, pero ahora era normal para mí asumir que ella no era normal en absoluto. Supongo que realmente puedes acostumbrarte a cualquier cosa, ¿eh? Eso es un poco alarmante.

“Cambios como que Satsuki repentinamente no almuerza contigo o no viene a tu casa por la mañana seguramente parece conveniente para esta chica Rosalind, dado lo mucho que parece querer ser tu amiga. Y ella no tuvo problemas para conversar con las otras chicas el primer día, ¿verdad? Entonces, incluso si es fácil hablar con usted, ¿por qué ser tan pegajoso con usted?”

“Es verdad.”

Rosalind ciertamente no parecía del tipo tímido en absoluto.

“¿Es posible que la razón por la que los tres parecen haberse olvidado del domingo tiene que ver con Rosalind? ¿Alguna idea de por qué podría hacer algo así?”

“…Si.”

Ella me pidió que le mostrara la ciudad el domingo. Ahora que Hibiki lo mencionó, Satsuki e Iris solo se habían ‘olvidado’ del parque de atracciones después de haber rechazado a Rosalind. Incluso le dije que no podía ir con ella porque tenía planes con los dos.

Ahora que lo pienso, lo mismo había sucedido con Harissa.

Pero no era como si le hubiera dicho a Rosalind que nunca iría con ella. Incluso me ofrecí hacerlo el sábado o el próximo fin de semana. Era como si estuviera obsesionada con el domingo. Tanto que quería evitar que saliera con las otras chicas.

“¿Pero por qué yo?” Yo pregunté.

En este punto, parecía bastante claro que Rosalind estaba detrás de esto, pero aún no sabía por qué.

“Ni idea. Eso no te lo puedo decir”.

“Por supuesto…”

“La forma más rápida sería preguntarle. Pero no lo recomendaría”.

“¿Por qué no?”

“¿Cuál es tu plan si Rosalind quiere lastimarte de alguna manera?” Jadeé.

“No sé qué podría haber hecho para molestarla, aunque…”

“No estoy seguro de eso yo mismo. Pero con la forma en que funcionan nuestros linajes, si no te preparas, te vas a arrepentir”.

“Odio decirlo, pero tienes razón”.

Suspiré. Y justo como lo hice, escuché sonar el timbre de la puerta delantera. Un momento después, escuché a Harissa subir las escaleras a mi habitación.

“Sir Rekka, tiene un visitante”.

“¿Lo tengo?”

“Si.”

¿Quién era? De todos modos, sabía que si tenía compañía, no podía quedarme al teléfono. Hablar con Hibiki solo tendría que esperar.

“Lo siento, tengo que irme por ahora. ¿Podemos hablar más de esto cuando nos veamos mañana?”

“Afirmativo.  Pero  definitivamente nos  reuniremos  frente a  la  estación mañana por la noche, ¿verdad? ”

“Así es.”

“Muy bien, nos vemos a las 5:00 p.m. mañana.”

“Correcto.”

Colgué el teléfono y lo puse de nuevo en mi escritorio. “Les pedí que esperaran en la sala de estar”.

“Entendido. Gracias Harissa.”

Después de agradecer a Harissa, bajé las escaleras. Abrí casualmente la puerta de la sala… y me congelé.

“Hmph. No puedo decir que apruebo hacer esperar a una dama”.

“Rosalind…”

Hablar del diablo. Sentada en mi sofá estaba la chica de la que estaba hablando, con un vestido gótico de estilo lolita. Ella sonrió mientras se levantaba y caminaba lentamente hacia mí.

“Entonces esta es tu casa, ¿verdad? Es un lugar agradable.”

“Si…”

“Pero no puedo decir que apruebo ese cabello despeinado. Cuida más tu apariencia.

“Claro…”

“¿No te vas a sentar?”

Ella me miró con un brillo en sus ojos rojos. Había algo… hipnotizante sobre ellos. Pero sobre todo me sorprendió la situación en la que me encontraba en un minuto después de que Hibiki me había dicho que me preparara. Había sido demasiado descuidado.

“Claro, iré a buscar una silla”.

“¿Por qué? Puedes simplemente sentarte en el sofá.”

Todavía no sabía qué buscaba, así que decidí hacer lo que quería. Me senté con ella.

“Espera, ¿por qué estás tan cerca de mí?” Yo pregunté. “Es un pequeño sofá. No tengo otra opción”.

De ninguna manera. El sofá no era tan pequeño. Rosalind era del tamaño de Harissa, y siempre teníamos mucho espacio para sentarnos juntas en el sofá.

“Heh. No estés tan nervioso”. Rosalind se rio un poco mientras se empujaba contra mí.

No había forma de que no estuviera nervioso. No después de la conversación que acababa de tener con Hibiki.

“Espera, ¿cómo sabes dónde vivo de nuevo?”

“¿Hmm? Oh, Satsuki me lo mostró,” dijo Rosalind, bastante poco convincente.

Una vez que comencé a pensar en ella como sospechosa, todo lo que hizo me pareció sospechoso. Pero aún no sabía cuál era su juego.

“Entonces, ¿qué te trae por aquí hoy?” Pregunté, mi voz un poco rígida.

“¿Qué más? Estoy aquí para hablar sobre nuestro viaje por la ciudad mañana”.

Al menos, en general, esperaba esa parte.

“Pensé que te había dicho que eso no estaba sucediendo”.

“En efecto. Pero soy una chica que simplemente no sabe cuándo rendirse, así que he venido a preguntarte de nuevo. ¿Estás seguro de que no puedes concederme este pequeño favor?” Rosalind se estiró para susurrarme al oído.

Era lindo, como una pequeña princesa malcriada que suplica que se salga con la suya… Pero también parecía estar segura de que no tenía buenas razones para negarme ahora. Ella no conocía a Harissa en absoluto, por lo que no tenía forma de saber que nuestro viaje de compras tuvo que ser cancelado. Entonces, ¿por qué estaba actuando de esta manera? Las campanas de alarma en mi mente se hicieron más fuertes.

“Lo siento…” Forcé las palabras fuera de mi garganta seca. “Me reuniré con alguien mañana”.

“…… ¡¿QUÉ?!” Hubo una larga pausa antes de que Rosalind respondiera con gran sorpresa. “Reunirte con alguien… ¿Te refieres a alguien más?”

“S-Sí, supongo”.

“¿Con cuántas personas hiciste planes?” Gritó Rosalind.

En cualquier otra situación, estaría de rodillas disculpándome. Pero en este momento estaba demasiado ocupado tratando de encontrar una salida a este desastre.

“… Entonces, ¿quién es esta vez? ¿Otra chica?”

Justo como esperaba, Rosalind quería saber quién era. ¿Iba a tratar de hacerles ‘olvidar’ también?

“…!”

De repente me golpeó. ¿Qué harías si alguien te preguntara sobre una promesa que no recordabas haber hecho? ¿No tratarías de averiguar más al respecto? Satsuki, Iris, Harissa… Ninguna de ellas había hecho una sola pregunta sobre nuestros planes juntos. No dónde, cuándo o por qué. No mostraron ningún interés en el asunto y terminaron la conversación lo más rápido posible. Además, Satsuki e Iris me habían estado evitando deliberadamente desde entonces.

¿Qué pasaría si el poder de Rosalind no fuera el poder de hacer olvidar a los demás, sino el poder de controlarlos? Si ese fuera el caso, incluso si tratara de mentirle ahora, ¿no me controlaría y me obligaría a decirle de todos modos?

“¿Qué pasa, Namidare? ¿No me lo vas a decir? ”

“¿Qué harás si te digo? ¿Las ‘controlarás’ también? ” “…”

La expresión de Rosalind cambió. Eso definitivamente la había puesto en guardia… pero si no quería que Hibiki estuviera en peligro, tenía que enfrentarla aquí.

“¿Quién eres tú? ¿Qué quieres de mí?” Pregunté mientras me levantaba del sofá y retrocedía.

Si Harissa estaba bajo el control de Rosalind, eso significaba que no podía simplemente agarrarla y correr. Tenía que averiguar qué buscaba Rosalind y lograr que dejara ir a los demás. Además, ella no me había lastimado hasta ahora. Tal vez ese no era su objetivo después de todo. Al menos, eso es lo que esperaba. Pero…

“… ¿Por qué no es esto tan fácil como pensé que sería?”

Había un aire de decepción en sus palabras, y todo su comportamiento cambió. Ella ya no parecía una niña pequeña. Ella era un monstruo peligroso.

“… ¡Gah!”

Por un momento, ni siquiera sabía lo que había sucedido. Lo siguiente que supe fue que los dedos de Rosalind se cerraron alrededor de mi garganta y se clavaron en mi piel. Ella agarró mi tráquea y me estrelló contra el piso de madera.

“¿R-Rosalind…?”

“No quería usar este poder en ti…”

Rosalind estaba encima de mí ahora, inclinándose cerca de mi cara. “¡Tch…!”

¡No pude moverme! Era una niña pequeña mucho más pequeña que yo, pero no importaba cuánto intentara empujarla, no podía moverme. Ella era mucho más fuerte que una chica de su tamaño.

Ella me miró fijamente. Había un destello peligroso en sus ojos rojos. Por alguna razón, no podía apartar la vista de su luz carmesí…

“Ahora, mírame a los ojos”.

Rosalind acercó su rostro al mío, lenta pero segura. Y todo se puso rojo.