Outbreak Company: Moeru Shinryakusha (NL)

Volumen 4

Capítulo 1: La Melancolía De Una Emperatriz

Parte 1

Yo, Kanou Shinichi, quiero gritarlo desde los tejados:

¡Los uniformes de mucama son lo mejor!, ¡Ellos son muy, muy buenos!

“Pee……”

No existe realmente una definición establecida de uniforme de mucama. Decir que es el uniforme que usa una criada puede parecer tautológico, pero también es completamente cierto. De acuerdo, tenemos cosas como uniformes de marinero, que comenzaron como los trajes usados por los marineros, pero ahora, al menos en Japón, prácticamente se han convertido en sinónimo de alumnas. Hazme un favor y olvídate de todo eso.

Creo que el conjunto que la mayoría de la gente imagina cuando piensan en una sirvienta es algo como esto: un vestido de una pieza negro o azul oscuro, un delantal con volantes y tal vez un tocado (también con volantes).

Y eso es correcto. Tiene una belleza funcional, totalmente sin ostentación, pero nunca en peligro de ser simple. Su propósito es lo que lo hace atractivo.

“Peeeeeee……”

Pero en la era moderna, y especialmente en Japón, los uniformes de mucama son, ante todo, cosplay.

Pueden venir en rosa o azul claro, por ejemplo. La falda solo puede llegar hasta los muslos, para combinarse con medias altas. Pueden ser sin mangas. Se trata de ostentación, exceso, probar cualquier cosa y todo.

Por supuesto, como otaku que se enorgullecía de sus gustos tan variados, me encantó una buena mucama cosplay. Era todo lo que podía desear. Especialmente ese territorio absoluto que se asoma entre sus calcetines y su falda, como una línea de batalla entre la inocencia y la tentación… Es arte. Solo los calcetines, subiendo por sus muslos, fueron suficientes para hacerme girar la cabeza.

“Peeeeeeeeeeee……”

¡Y sin embargo, y sin embargo!

¿Eso significa que pensé que deberíamos fingir que los uniformes de mucama destinados para el trabajo de limpieza real no existen? ¡Apenas! No podemos olvidar nuestras raíces, ¿no estás de acuerdo?

Especialmente… el color. Los tonos oscuros (el negro es representativo) hacen que una persona se vea más delgada. ¡Luego está la blancura del delantal que contrasta con el uniforme oscuro! ¡Eso es crucial! El blanco habla de la inocencia de una joven doncella; ¡Es lo único de una criada con la que me niego absolutamente a comprometerme!

Estos uniformes son fundamentalmente diferentes de los conjuntos cuyo atractivo principal es la cantidad de piel que muestran. ¡Alabado sea la criada! ¡Venera su uniforme! No es una mera reacción instintiva contra el deseo sexual: presenta una panoplia de metáforas, creando drama dentro de todos los que lo ven. ¿Qué mayor grado de moe podría haber?

“¡Peeeeeeeeeeeeeeeeeeee……!”

Y así sucesivamente y así sucesivamente. “¡Peeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee……!” Tales apreciaciones matizadas y perceptivas:

“¡Peeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee……!”

—Estaba completamente ausente de mi mente en ese momento.

Estaba completamente a merced del torbellino de emoción que brotó dentro de mí. Solo pude levantar mi voz con admiración.

¡Qué… qué… pecho!

Había sido una mañana como cualquier otra, y acababa de caminar por el pasillo de mi mansión, cuando de repente oí que se abría una puerta. Y cuando miré por encima…

“¡Peeeee…… eeee! ¡Peeeeee………… chos! ” Era como un huerto de duraznos, un paraíso.

¡Si! ¡Dos melocotones ricos y jugosos justo allí! Escondido de mí solo por un delantal blanco y un vestido azul marino. ¡Prácticamente podrías olerlos! Prácticamente lloraron, ¡Míranos! Dos grandes colinas que luchaban contra la tela atrapándolas, como si pudieran atravesarla en cualquier momento.

¡Tan redondo y perfecto! ¡Oh! ¡Oh! No solo eran grandes, sino que eran perfectos en el arco que describieron…

¡En nombre de todo lo que es bueno, elogie estas colinas gemelas!

¡OPPAI!

“¿Shinichi-kun?” Mientras estaba allí temblando de gratitud, escuché una voz dudosa. “¿Qué estás haciendo?”

“Estoy adorando”, dije, presionando mis manos firmemente juntas.

¡Oh, gracias, gracias!

Estas enormes tetas eran un sueño hecho realidad. Las tetas son amor. Las tetas son la vida.

Adórelos adecuadamente y tenga la seguridad de que su vida se extenderá por mil días.

“¿Adorando qué, exactamente?”

“¡Qué más! Estos generosos, nerviosos, verdaderamente escandalosos…”

Eso fue lo más lejos que llegué antes, parpadeando, y con mucho esfuerzo, logré levantar los ojos del pecho a la cara.

“Oh hola. Eres tú, Minori-san”.

“Así que ni siquiera me miraste a la cara primero, ¿eh?”, Dijo la criada de pelo negro con exasperación.

La mujer frente a mí podría haber pasado por una adolescente, pero en realidad tenía poco más de veinte años, una verdadera cara de bebé. Tenía rasgos agradables y simétricos, pero había una cualidad redondeada en su rostro que la hacía parecer menos bella que linda. Los grandes ojos llorosos que acechaban detrás de sus lentes contribuyeron al efecto.

“¿Qué? ¡Nada de eso! Dios nos libre. Por supuesto que, eh…” Alcé la mano derecha como para enfatizar mi veracidad. Decidí que este sería un buen momento para un saludo apropiado. “Buenos días, Minori-san.”

Se llamaba Koganuma Minori-san. Se podría decir que ella era su tipo arquetípico cálido y difuso: se veía muy amable y, de hecho, era muy buena para cuidar a las personas. ¿Su ocupación, sin embargo? Ella era una WAC, un miembro femenino de la Fuerza de Autodefensa de Japón. Ella vivía en esta mansión como mi guardaespaldas.

¡Éramos compañeros de casa más o menos! “No te reconocí al principio”.

Realmente no lo hice. Minori-san normalmente usaba su uniforme JSDF: una camisa, una falda ajustada y una corbata para la moda. ¡Un equipo que básicamente gritó, soy miembro de las fuerzas armadas! A veces se cambiaba a ropa de trabajo cuando había que realizar trabajo físico, pero ahora que lo pensaba, nunca había visto a Minori-san con vestimenta civil.

Por lo tanto, mi imagen de Minori-san iba de la mano con su uniforme militar. Para que ella aparezca de repente con un traje de mucama, ¿cómo podría no ser un poco Huh? ¿Quién es esa? No era como si estuviera constantemente mirando su pecho todo el tiempo. Principalmente.

Además, hoy, Minori-san tenía el pelo suelto.

Normalmente, ella siempre mantenía su cabello recogido en un moño. Probablemente fue mucho más fácil moverse de esa manera, pero también significaba que, de un vistazo, podría parecer que tenía un cabello juvenilmente corto. Sin embargo, esta mañana, su cabello cayó justo debajo de sus hombros.

En conjunto, junto con sus lentes, de repente dio la impresión de una mujer muy madura, alguien elegante y elegante. Sé que dicen que las mujeres son maestras del disfraz, pero ella era totalmente diferente hoy. Y además de todo eso, ella llevaba un uniforme de mucama. La imagen de la inocencia estaba completa.

Supongo que se podría decir que fue lo más inesperado.

Estaba tan acostumbrado a verla con su atuendo formal que ahora sus senos solo… me llamaron. Fue como… Oh, lo sé. Fue como cuando ves a una chica normalmente juvenil ponerse un lindo vestido y tu corazón comienza a latir con fuerza.

“¿Qué pasa con el atuendo?”, Pregunté.

“Oh… Uh”, respondió Minori-san, sonriendo tímidamente y rascándose la mejilla avergonzada.

¡Oh! El gesto en sí parecía fresco y adorable. Aunque sé que esas no son palabras que normalmente usarías para alabar a una mujer mayor que tú.

“Myusel y Cerise solo… ya sabes”.

Myusel. Cerise. Eran las dos criadas reales actualmente empleadas en nuestro hogar. Originalmente había sido Myusel sola, pero por la situación, terminó muy ocupada, y decidimos contratar a una segunda criada. Esa fue Cerise.

Myusel a veces puede ser un poco apresurada; ella era del tipo de “chica torpe”. Cerise, sin embargo, todavía no estaba acostumbrada al trabajo de limpieza, o más exactamente, a la vida humana en general, y tenía una tendencia a equivocarse periódicamente. Y si ambos tuvieran problemas a la vez, podría convertirse en algo.

Para tomar un ejemplo reciente…

Error número uno: Myusel pone toda la ropa de Minori-san a la vez.

Error número dos: Cerise derrama accidentalmente el agua de un jarrón sobre Minori-san.

Este combo torpe significaba que la única ropa seca de Minori-san, la que llevaba puesta, estaba hecha. De todos modos, deduje que eso era lo que había sucedido. Cerise era la esposa de alguien, así que pensarías, pero olvídate de eso.

“Y tuve que usar algo hasta que mi ropa se seque…”

“Pero este uniforme”, le dije. “No es de Myusel, ¿verdad?”

“Este. El uniforme que usa, supongo que en realidad no es el suyo”.

“¿Huh?”

“Es un uniforme de trabajo. Proporcionado por su empleador, al igual que mi uniforme del ejército.

“Ah…”

Ahora lo entiendo.

Aunque, prácticamente hablando, esta era mi casa, la mansión era en realidad propiedad del Sagrado Imperio Eldant, en otras palabras, el estado. Solo lo estaba alquilando de ellos. Y para mi sorpresa, la casa llegó con una criada e incluso un jardinero. Así que tenía sentido que un uniforme de sirvienta fuera tratado como equipo necesario.

“Ahora que lo pienso, Cerise usa uno con un diseño ligeramente diferente,

¿verdad?”

“Bueno, todo en ella es un poco diferente, incluido su tipo de cuerpo”, dijo Minori-san.

En otras palabras, parecía que había una gama de trajes de mucama en diferentes estilos y tamaños guardados aquí en la mansión. Minori-san simplemente llevaba uno de ellos.

“Me gusta cómo es diferente de Myusel”, dije. “Muy chic.”

“Está un poco apretado”, dijo Minori-san.

Tenía razón: no era exactamente un tamaño demasiado pequeño ni nada, pero parecía un poco restrictivo. El vestido abotonado hasta el cuello, y parecía… bueno, pesado. Tipo de estilo “gótico”. Y en el caso de Minori- san, apenas le quedaba alrededor del pecho, la tela parecía estallar. A pesar de la poca piel que mostraba, el efecto era extrañamente erótico.

Adentro, estaba profundamente agradecido con Myusel y Cerise por cometer errores tan excelentes.

“Simplemente no puedo mantener esta falda baja”, dijo Minori-san, “y realmente es un poco demasiado pequeña para moverse cómodamente. Me gustaría cambiarme a otra cosa, o tal vez ir a buscar algo de mi ropa, incluso si aún no está completamente seca”.

Y eso, al parecer, era lo que había estado haciendo cuando salió de su habitación y se topó conmigo.

A pesar de todo eso, sin embargo… “Sabes, realmente te queda bien”.

“Trata de no mirar mi pecho cuando dices eso”.

“Discúlpame mucho”, dije, ajustando mi mirada hacia arriba. “Pero lo digo en serio. Te ves bien”. Esta era la verdad sincera; Quise decir exactamente lo que dije. “Podrías salir usando eso. Ya sabes, dar la vuelta a la casa.”

Tal vez Minori-san siempre usaba su uniforme JSDF porque, técnicamente, siempre estaba en el trabajo. Se suponía que debía estar vigilándome 24/7/365.

Pero aun así, tal vez podría usar algo más normal, incluso solo cuando estaba en casa.

Minori-san, sin embargo, apartó la vista de mí y dijo inarticuladamente: “Sí, bueno… no sé sobre eso…”

Le di una mirada inquisitiva. ¿Qué está mal? Esto no era como ella en absoluto. Curioso, traté de mirarla a la cara, pero mis ojos naturalmente comenzaron a vagar hacia la hinchazón debajo de su cuello. ¡No! No es así. Juro que no lo haré a propósito, ¡en su mayor parte! ¡Pero todavía no es así! ¡Son solo esas tetas! ¡Esas tetas están ahí…!

¡Bam!

Escuché algún tipo de estallido. Minori-san dejó escapar un sonido de sorpresa sin voz. En el mismo momento, sentí dolor asaltar mi cara, mis ojos, de hecho.

“¡Mis ojos! ¡Mis ojos!”

Más tarde supe que eran los botones del uniforme. Ya no podían soportar la tensión del prodigioso cofre de Minori-san, se habían salido volando… directamente hacia mí, que estaba mirándolos directamente.

¡Qué castigo divino! ¡Qué retribución kármica! “¡Sh-Shinichi-kun! ¿Estás bien?”

“¡Mis ojos! ¡Mis ojos! ”Seguía repitiendo, como el horrible villano loli-con de un cierto anime sin nombre. Afortunadamente, Minori-san tuvo la amabilidad de no invocar algún hechizo de destrucción como “¡Ba ** e!”, Pero en cambio vino en mi ayuda.

“Mis ojos, ¡duele!”

“¡Que-hey!”

Mientras me agitaba, loca de dolor, me resbalé y caí, llevándome a Minori- san.

En circunstancias normales, estoy seguro de que Minori-san me habría atrapado. Ella podría ser una niña, pero era muchísimo más fuerte que un ex guardia de seguridad del hogar como yo, y tenía mejores reflejos. Pero ahora ella estaba en un atuendo desconocido. Además, estaba tratando de cubrirse el pecho, del cual todos los botones habían salido sumariamente. No era la situación más propicia para moverse libremente.

Estiré mis manos instintivamente, listo para una colisión desagradable con el piso, pero mi cara y la parte posterior de mi cabeza se escaparon sin un golpe.

Es… ¡Es tan suave!

Algo, algo suave, detuvo mi rostro. ¿Podría esto… podría ser esto? ¡No podría ser! ¡De ninguna manera! No puede serserserserserserserserserser (Facultades lingüísticas en cortocircuito por la emoción. Por favor, espere).

“Eyow-ow…”

“¿Estás bien?”

Volví a mí mismo y rápidamente abrí los ojos. Mi visión estaba borrosa por las lágrimas, pero al menos parecía que aún podía ver.

Y lo primero que vi fue… bueno, exactamente lo que esperaba.

“¡Whoa!”

¡Un pecho!

Y debido a que su vestido casi se estaba cayendo, Minori-san lo sostenía desesperadamente con su brazo, lo que hizo que sus pechos se aplastaran de una manera que los hacía parecer extra, más cómodos, como si estuvieran exclamando: ¡Aprietanos! Aprieeeeeeeetano—

¡No! ¡Ahora no era el momento!

Espera, espera un segundo. ¿Minori-san no lleva…?

¿Podría Myusel haber lavado accidentalmente toda la ropa de Minori-san a la vez?

¡Ahhh! ¡Myusel! ¡Myusel! ¡Buen trabajo! ¡Excelente trabajo!

¡Para! Este no es el momento de alabar a mi torpe criada. “¡¿Shinichi-kun?!”

“¡L-Lo siento por eso!”

Me apresuré a salir de Minori-san. Pero como si hubiera estado esperando ese momento exacto…

“¿M-Maestro?”

Su voz sonaba profundamente conmocionada. Inconscientemente me congelé.

Repasemos la situación en la que estábamos Minori-san y yo. Estaba tumbada en el suelo, con un traje de mucama sin botones, sin mencionar que sus chicas corrían libres. Y luego estaba yo, no solo encima de ella sino con mi rostro enterrado en su pecho.

No importa quién se topara con nosotros de esta manera, su conclusión probablemente sería la misma: había empujado a Minori-san al suelo y estaba tratando de hacerle algo indescriptible.

Tuve la tentación de bajar la cabeza e intentar escapar de la realidad, pero lo sabía mejor que eso. Con mucho esfuerzo, me di la vuelta.

Myusel estaba de pie allí, tan conmocionado como sonaba. Y luego estaba Elvia, con los ojos muy abiertos como si estuviera viendo algo increíble.

Myusel Fourant: la chica medio elfa que era una criada aquí.

Y Elvia Harneiman: una chica hombre lobo y autoproclamada artista errante.

Ambas vivían aquí en la mansión.

“Shinichi-sama—” Las orejas y la cola de los animales de Elvia se movieron un poco. ¿Estaba conmocionada o algo así como… admirando? “¿Es…‘ese día ’?”

“¡No lo es!” Casi grité.

El “día” al que se refería la bestia no era exactamente igual al “día” de una niña humana. En cambio, era un período de una vez al mes de estar en celo. Ese período me había causado más que un pequeño problema no hace mucho. ¿Estaba insinuando que los hombres bestia también lo experimentaron? Parecía que eso haría las cosas terriblemente caóticas…

De acuerdo, olvídate de eso.

Myusel apartó la vista de nosotros como para decir que no podía soportar ver más, luego se dio la vuelta y salió corriendo al pasillo.

“M-Myusel, ¡espera!” Extendí la mano después de su rápida desaparición. “¡Todo esto es un error! ¡Un error!

Dobló una esquina en algún lugar del pasillo y desapareció. La vi irse con un sentimiento de hundimiento, mientras en un rincón de mi mente mi monólogo interno observaba, con sorprendente objetividad, que había dicho algo muy similar no hace mucho tiempo.