Hai to Gensou no Grimgar

Volumen 4: Líderes y Lidederados

Capitulo 7: Incapaz de Aferrarse a las Glorias Pasadas

Él tenía que encontrar algo.

Algo que pudieran hacer en su situación actual.

No esperaba que saliera bien desde el principio, por supuesto. No iba a ser tan simple. Pero aún así, las cosas no podían ser como antes.

“¡Ranta! ¡Te dije que no te alejes demasiado!” Gritó Haruhiro.

Haruhiro estaba usando Swat para soportar los ataques del Goblin A mientras intentaba tener una idea de cómo iba la batalla.

El Goblin A estaba equipado con un casco de cuero, una cota de malla, una espada corta y un pequeño escudo, pero no era tan grande como un orco, por lo que sus ataques individuales no tenían mucho peso detrás de ellos. Incluso uno a uno, no sería un gran desafío. El problema era Ranta.

“¡No he ido tan lejos!” Ranta gritó, justo antes de gritar: “¡Exhaust! Y rápidamente retrocedió. El Goblin B persiguió a Ranta como si estuviera siendo succionado. Ranta inmediatamente empujó su espada larga hacia adelante. “¡Toma esto! ¡Avoid!”

Sin embargo, el Goblin B, con su complexión algo musculosa y equipo pesado, logró evitar por poco la espada larga de Ranta. En realidad, su espada larga raspo la armadura del goblin entre su cuello y su hombro, pero eso no iba a ser suficiente para causar ningún daño real. El Goblin B continuó sin inmutarse, acercándose.

Ranta golpeó con su espada larga al Goblin B, gritando: “¡Reject!”

Era bueno que se las haya arreglado para empujarlo y hacer que retroceda, pero…

“¡Sonríe! ¡Eres mío! ¡Hatred!” Gritó Ranta.

Ranta entró y blandió su espada con todas sus fuerzas, y logró golpear el hombro del Goblin B. Sin embargo, eso no era suficiente. Era la armadura. La espada larga de Ranta solo abolló su armadura y no pudo atravesarla.

“¡Eres demasiado agresivo!” Gritó Haruhiro mientras detenía la espada del Goblin A.

“¡Oh, cállate!” Gritó Ranta enojado, bañando al Goblin B con una ráfaga de golpes. “¡Toma esto, y esto, y esto, y esto!”

El Goblin B estaba retrocediendo, pero también era posible ver eso mientras se defendía con éxito.

Esa es la razón por la cual tratar de avanzar con solo fuerza bruta no es bueno. ¿Lo entiendes, Ranta?

“Tú no eres—”

—Moguzo, ¿de acuerdo?

Haruhiro casi lo dijo, pero se detuvo justo a tiempo. No puedo decir eso. Quiero decir, Ranta está haciendo lo que puede.

Ranta se había colocado justo en el medio de los enemigod, tratando de ser el tanque para el grupo. Sin embargo, Ranta era fundamentalmente diferente de Moguzo; no era del tipo pesado que estaba ahí e intercambiaba golpes con el enemigo. El estilo de lucha de los caballeros oscuros tenía que ver con usar su movilidad para jugar con el enemigo y hipnotizarlos. No tenía más remedio que moverse. Si no lo hiciera, Ranta no podría usar todo su poder.

Ranta era diferente. No era un tanque. El grupo necesitaba hacer cambios fundamentales en sus tácticas.

¿Y? ¿Cuáles serán nuestras nuevas tácticas…?

“¡Oh!” Haruhiro intentó usar Swat en la espada del Goblin A, pero su mano se deslizó. El Goblin A lo presionó. Oh, mier—

“¡Hah…!” Escuchó a alguien gritar.

Mary. Mary había saltado. Empujó su bastón corto hacia el Goblin A. El Goblin bloqueó su bastón con su escudo, saltando hacia atrás.

“¡¿Ahora es el momento de perderse en los pensamientos?!” Gritó ella.

“¡L-Lo siento, Mary!” Llamó Haruhiro.

“¡Concéntrate!”

De acuerdo, Haruhiro respondió mentalmente mientras atacaba al Goblin A. Bueno, fingió hacerlo, para ser más preciso. Si el Goblin A contraataca, inmediatamente volveré a usar Swat. Si de alguna manera puedo encadenar Arrest con Swat para neutralizar al Goblin A, quiero hacerlo, pero no creo que sea posible. Los goblins son un poco demasiado pequeños para eso. Nunca antes había utilizado Arrest en un goblin. Maldita sea, ¿qué demonios es esto? Incluso ahora que he perdido mi virginidad de matar orcos, ¿todavía estoy luchando para enfrentarme a un goblin cara a cara en una pelea directa? Soy demasiado débil. Quiero decir, lo sabía. Sabía que soy débil.

“¡Ohm, rel, ect, nemun, darsh!”

Shihoru lanzó un hechizo. Era Shadow Bond. El elemental de sombra salió volando, pegándose a un punto en el suelo. El Goblin C, que estaba cruzando espadas con Yume, lo pisó con su pie derecho.

Muy bien, Shihoru, pensó Haruhiro.

El Goblin C pisó rápidamente con su pie izquierdo, tratando de liberar su pie derecho, pero el elemental de sombra lo sostuvo rápido y no pudo escapar.

“¡Funyaa!” Gritó Yume.

Yume saltó hacia el Goblin C, usando una combinación de Brush Clearer y Diagonal  Cross. El Goblin C llevaba un arma similar a un hacha y también llevaba una cota de malla, por lo que no fue un golpe letal. Aun así, Yume golpeó sus hombros, brazos y torso con su machete, por lo que tuvo que soportar mucho dolor. El Goblin C agitó salvajemente su hacha. Claramente estaba actuando por desesperación, pero Yume retrocedió. Yume solo usaba armadura de cuero, por lo que sería peligroso para ella recibir un golpe.

“¡Yume!” Gritó Haruhiro.

Solo por llamarla por su nombre, Yume miró en dirección a Haruhiro y pareció entender lo que quería hacer. Yume estaba corriendo hacia él ahora.

Haruhiro usó a Swat en la espada del Goblin A, y de inmediato despegó corriendo. El Goblin A intentó perseguir a Haruhiro, pero Yume se hizo cargo de la pelea y lo detuvo.

El Goblin C todavía estaba atrapado en el hechizo Shadow Bond. Notó a Haruhiro e intentó voltearse para mirarlo, pero era demasiado lento. En realidad, con su pierna atrapada, no solo no podía moverse, tampoco podía cambiar la forma en que lo enfrentaba. Con su oponente así, era evidente que Haruhiro podría estar detrás de él.

Haruhiro se puso detrás del Goblin C y luego saltó sobre él. Sujetó sus brazos detrás de su espalda, cortando rápidamente su garganta. Cuando saltó, el Goblin C cayó de rodillas. Debido a que su pie derecho todavía estaba pegado al suelo, no podía caerse.

“¡Sí! ¡Finalmente uno cayó!” Gritó Haruhiro.

Yume estaba luchando contra el Goblin A, y Ranta estaba luchando contra el Goblin B. Haruhiro podría tratar de obtener una puñalada clara en cualquiera de sus espaldas.

¿Debería ser el A o B? Se preguntó. El Goblin B lleva lo que parece una armadura decente, por lo que probablemente cause más problemas. Creo que acabaré con el Goblin A primero.

Cuando estaba por comenzar a correr, sintió el impacto sordo de algo golpeando su flanco izquierdo. Como si hubiera sido pateado.

“¿Eh…? ¿Qué…?”

Cuando miró hacia abajo, había una flecha sobresaliendo de su costado izquierdo.

¿Qué es esto?

“¿Por qué… ¿De dónde vino?”

Estaba más sorprendido que herido. Al menos por el momento.

Haruhiro miró alrededor del área.

A juzgar por la dirección, pensó, a la izquierda y un poco hacia atrás. Hay un muro que está derrumbado en un 80%. Sería difícil para un humano esconderse detrás de él, pero un goblin podría.

“¡Tienen apoyo!” Gritó Haruhiro.

“¡Haru, déjame sanar eso!” Mary trató de correr hacia él.

“¡No!” Haruhiro negó con la cabeza, girando hacia la pared. “¡Mary, cuida a Shihoru!”

Mientras Mary estuviera sanando a Haruhiro con magia de luz, el enemigo podría dispararle a Shihoru. O tal vez incluso podría dispararle a Mary. Eso sería malo.

“¡Urkh!” Haruhiro gimió mientras corría.

Cuando corro, me duele bastante. Aún así, no es suficiente para evitar que me mueva. Puedo soportarlo.

Sin embargo, dicho eso, Haruhiro no sabía lo que iba a poder hacer ahí solo. Eso era cuestionable. Sin embargo, ahora mismo, sentía que no sería una buena idea que Mary lo tratara. Eso era porque si Haruhiro fuera el goblin, se aprovecharía de esa apertura. Los goblins podrían ser más pequeños que los humanos, pero no eran estúpidos.

Haruhiro corrió a toda velocidad para llegar al otro lado de la pared. Se sorprendió por lo que vio.

“¡¿No está aquí?!”

Entonces una flecha voló hacia él desde la derecha. Reaccionó a tiempo para agacharse y evitarla, pero fue difícil. El gordo y pequeño Goblin D con su arco se asomaba de detrás de una pila de escombros de siete a ocho metros de distancia. El Goblin D había predicho que Haruhiro vendría después, así que se había movido de aquí para allá.

Honestamente, no eres idiota, pensó Haruhiro.

“¡Pero no dejaré que te escapes ahora!” Gritó.

El Goblin D estaba tratando de preparar una flecha. Sin embargo, en este rango, sería fácil saber no solo cuándo dispararía, sino también a dónde apuntaba. Incluso si lograra dispararle, podría esquivarlo. Al menos, así era como debería haber sido.

Haruhiro comenzó a sentirse aturdido.

Su corazón estaba actuando raro. Podía oír su pulso, y sonaba como si alguien golpeara violentamente sus pies. Estaba latiendo locamente rápido.

El Goblin D disparó. Por supuesto, Haruhiro trató de esquivar. Pero, bueno, ya sabes, no pudo moverse del modo en que pretendía.

La flecha apuñaló en el lado izquierdo de su pecho, justo debajo del hombro, y Haruhiro cayó sobre su trasero.

Oh, vaya, he recibido dos flechas ahora.

“¡Flechas envenenadas!” Gritó Haruhiro tan fuerte como pudo.

El Goblin D tiró su arco a un lado, sacando una espada corta y saltando hacia él.

¿Ahora que? ¿Uso Swat? No puedo. De ninguna manera.

El Goblin D empujó a Haruhiro al suelo y lo montó. Intentaba apuñalarlo en la cara con su espada corta. Tal vez la había dejado caer, no estaba seguro, pero Haruhiro no tenía su daga. Solo podía tratar de cubrir su rostro con sus brazos.

La espada corta del Goblin D lo cortó en sus brazos y manos. Haruhiro estaba desesperado.

No debería haber tenido tiempo para pensar, pero pensó: Maldición, lo arruiné. Tal vez no debí haber venido aquí. Tal vez hubiera sido mejor dejarlo a Yume. Pero eso no se me ocurrió. Tal vez solo pienso eso ahora porque he visto el resultado. El resultado. Este es el resultado. Fue demasiado rápido. Cuando cometes un error, así es como va. Aún así, pensar que un goblin me ganaría. No, no, no. Eso no es algo seguro por el momento. Sí, es cierto. No lo es. Realmente no lo es.

El Goblin D volvió a blandir su espada corta. Haruhiro usó los huesos en su brazo derecho para barrer a un lado la espada.

Había un proverbio: “Deja que tu carne se corte para romper los huesos de un oponente.” Pero en su lugar había usado sus propios huesos para defenderse.

“¡Ohm, rel, ect, vel, darsh!”

¿Eh? ¿Magia? ¿Shihoru? Es Shihoru.

Shihoru pegó su bastón prácticamente en la cara del Goblin D, desatando su hechizo de Shadow Beat a quemarropa. Haruhiro escuchó su característico sonido “vwong” e inmediatamente la cabeza del Goblin D fue lanzada hacia atrás. El elemental de sombra, que parecía una bola negra de algas, había golpeado un lado de la cara del Goblin D.

Shihoru no era la única que había venido a salvar a Haruhiro.

“¡Ha!” Mary apaleó al Goblin D con su bastón corto.

El Goblin D fue derribado, pero pronto volvió a levantarse. Corrió. Incluso logró levantar su arco. Shihoru apuntó su bastón a la espalda del Goblin D.

“¡Ohm, rel, ect, vel, darsh!”

Otro Shadow Beat. El Goblin D, sin embargo, de repente saltó detrás de los escombros y evitó el elemental de sombra. Depende de dónde estuvieras, pero las ruinas de los edificios y las paredes estaban por todas partes en la Vieja Ciudad de Damuro. Había muchas en esta área.

¿Por qué elegimos este lugar como nuestro campo de caza? Haruhiro se preguntó. ¿Hemos fallado desde el momento en que tomamos esa decisión?

“Uff… Huff… Uff.. Uff…”

Esa es una respiración terrible. ¿De quién es? Oh, es mía, eh.

Era el propio Haruhiro. Haruhiro estaba acostado de espaldas. Podía ver el cielo. Eso y el hermoso rostro de Mary. Ella sacó la flecha.

Ay… Eso duele.

“Primero disiparé el veneno,” dijo Mary.

Haruhiro asintió.

¿Ella lo hará a tiempo? Se preguntó vagamente, como si fuera el problema de otra persona. Espero no morirme.

“Oh, Luz, que la protección divina de Lumiaris sea contigo… Purify.”

“Disipar el veneno,” pensó. Eso significa que está eliminando el veneno ahora. ¿Ha desaparecido con ese hechizo ahora? El veneno. Realmente no lo sé. Me pregunto si Ranta y Yume están bien. ¿Y el goblin que huyó?

“¡Haru! ¡Manten un control firme de tus sentidos! ¡Oh, Luz, que la protección divina de Lumiaris sea contigo… Cure!”

Sentidos. Mis sentidos. Tengo que mantener un control sobre ellos. Firmemente. Sí. Lo entiendo. Lo entiendo, Mary. Está bien. Esto es lamentable. Me veo ridículamente patético. Pero no puedo dejarme morir. No puedo morir. Si muero, todo habrá terminado. No solo para mí. Para mis camaradas también. Para todos nosotros.

Poco a poco estoy empezando a sentirme mejor, se dio cuenta. La magia es increíble.

“¡¿Qué tal ahí?!” Ranta llamó desde algún lado.

“¡No hay señales!” Yume respondió desde muy lejos.

¿Qué están haciendo esos dos?

Shihoru estaba al lado de Mary mientras lo trataba. Sus ojos se encontraron.

“…Shihoru, ¿qué pasó con los enemigos?” Haruhiro logró preguntar.

“Solo es el que salió corriendo…” Respondió ella.

“Ya veo.”

Entonces ellos acabaron con el resto, pensó. Ranta, Yume y Shihoru hicieron lo mejor sin mí.

Haruhiro cerró los ojos, luego se rió. “¿Qué estoy haciendo?”

Una vez que las palabras salieron de su boca, se dio cuenta de que no debió haberlas dicho. Ni Shihoru ni Mary tenían ninguna respuesta, lo que solo lo hizo más embarazoso.

Parecía que su curación estaba hecha, entonces Haruhiro abrió los ojos y se sentó. Estaba a punto de agradecer a Mary cuando Ranta llegó corriendo.

“¡Maldito idiota! ¡¿Por qué casi te matan?! ¡No te atrevas a ser asesinado por un miserable goblin! ¡¿Qué tan idiota eres?! ¡Eres más inútil que una bola de mocos!”

“…Realmente no tengo una respuesta para eso,” dijo Haruhiro.

Pero no necesitas regañarme así. No, lo sé, me lo merezco esta vez, así que no me puedo quejar si quieres insultarme.

Lo arruiné. Así es como se siente.

No solo eso, sino que tuve que hacerlo aquí, hoy, de todos los días.

Se suponía que este era el día en que el grupo partía de nuevo. Era un día importante. Absolutamente no podían permitirse el lujo de fracasar. Es por eso que eligieron este lugar. La Vieja Ciudad de Damuro. El lugar donde una vez ganaron su apodo, los “Asesinos de Goblins.”

Podría ser un apodo de burla, o más bien, nueve partes de burla y una parte de asombro, pero Haruhiro y su grupo habían frecuentado la Vieja Ciudad de Damuro el tiempo suficiente para que la gente comenzara a llamarlos así. Tal vez esto había sucedido porque Haruhiro y los demás habían matado a demasiados goblins. Habían cambiado sus campos de caza a la Mina Cirene porque los goblins habían quedado en alerta máxima, pero conocían este lugar como la palma de sus manos. Incluso sin Moguzo, un pilar, no, el pilar central del grupo, deberían haber sido capaces de manejarlo de alguna manera.

¿Se habían descuidado? Podría ser. Era posible que así sea. Honestamente, Haruhiro no lo sabía. No podía verlo con la cabeza fría.

“¡¿Qué quieres hacer con el gobbie que se escapó?!” Yume gritó a lo lejos, a lo que Ranta respondió enojado: “¡Solo déjalo! ¡Se escapó a alguna parte! ¡Estoy seguro de que no volverá!”

“¿No crees que eso es tomar las cosas demasiado fácil?” Preguntó Shihoru.

“¡¿Eh?! ¡¿Has dicho algo, Shihoru?!” Gritó Ranta.

“Dije, creo que eso es tomar las cosas demasiado fácil… ¿No me escuchaste?”

“¿Qué se supone que significa eso?” Exigió Ranta. “¿Intentas decir que estoy siendo demasiado miope o algo así?”

“…Si quieres resumirlo, podría ser eso,” dijo Shihoru.

“Estás siendo terriblemente grosera,” espetó Ranta. “Si quieres pelear conmigo, espero que estés lista para las consecuencias, ¿de acuerdo?”

“No hables como si estuvieras tratando de amenazarme,” dijo Shihoru.

“No te estoy amenazando. Estabas siendo descarada conmigo, así que estoy un poco enojado.”

“…No creo que sea una excusa.”

“¿Por qué debería tener que poner excusas?” Exigió Ranta. “No me vengas con eso. Puedo ser un tipo tolerante, pero incluso yo tengo límites. Si no dejas eso.”

“¡Ooooye!” Yume se apresuró y golpeó a Ranta en la cabeza.

“¡Ay! ¡Maldición, Yume! ¡¿Qué diablos crees que estás haciendo?!” Gritó.

“¿Qué es biablos? ¡No hables cosas sin sentido!” Yume respondió.

“¡Tú eres la que no tiene sentido! ¡De ninguna manera tengo menos sentido que tú!” Gritó Ranta.

“¡Oh, cállate, idiota!” Gritó Yume, abrazando fuertemente a Shihoru. “¡Estabas acosando a Shihoru justo ahora! ¡¿De dónde saliste haciendo eso, eh, Ranta?! ¡Yume te asesinará, idiota!”

“¡No la estoy acosando! ¡Estábamos teniendo un intercambio de opiniones, claramente!” Gritó Ranta.

“…¿Cómo?” Shihoru murmuró.

Ranta miró a Shihoru, luego chasqueó la lengua. “¡Si tienes algo de lo que quejarte, ven y dímelo directamente! ¡Me molesta cuando actúas así!”

Mary parecía estar a punto de decir algo, pero luego bajó la vista y miró su muñeca izquierda. Había un hexagrama brillante ahí. Mostraba que su hechizo Protection todavía estaba en efecto.

Ahora que lo pienso, Mary ha estado revisando ese brillante hexagrama cada vez que puede. Y, espera, su arma es un bastón corto ahora. ¿Qué le pasó al bastón de sacerdote con los anillos que tenía antes? Haruhiro se preguntó. No, no. ¿Tengo tiempo para pensar en eso? Espera, ¿qué se supone que debo hacer? Mi cabeza está borrosa. Aunque no puedo imaginar que aún quede veneno, y Mary también curó mis heridas.

“…Uh,” Haruhiro negó con la cabeza y parpadeó. “¿Qué iba a decir? De todos modos… lo siento por arruinarlo. Por ahora, solo… De acuerdo. Lo sé. Ese goblin de antes. Ahora, no digo esto solo porque me atrapó, pero no creo que sea normal. Probablemente nunca hayamos encontrado uno que se mueva como lo hizo. Lo que estoy tratando de decir es… ah… lo sé, sí, cierto, es peligroso permanecer aquí. Podría intentar atacarnos con su arco otra vez. También podría traer algunos amigos aquí. Puedo ver que eso suceda.”

Ranta tenía una mirada amarga mientras asentía con la cabeza hacia Haruhiro. “Entonces ponte de pie ya.”

“¿Estás bien?” Preguntó Mary, ofreciéndole una mano.

“…Sí.”

Haruhiro se puso de pie. No era como si no pudiera mantenerse de pie, pero todavía se sentía raro de alguna manera. Se sentía débil e increíblemente lento.

“¿Hmm…?” Yume se agachó, y cuando echó un vistazo a la cara de Haruhiro, sus ojos se abrieron de par en par. “¡¿Eh?! ¡Haru-kun, te ves terriblemente pálido!”

Shihoru también miró a Haruhiro y frunció el ceño. “Yume tiene razón.”

“Es porque perdió mucha sangre,” dijo Mary, apoyando a Haruhiro. “He cerrado sus heridas con magia, pero eso no le devuelve la sangre que perdió. Por hoy, deberíamos…”

“¡Oye, oye, oye, oye, oooye!” Gritó Ranta, levantando la vista de ver a los goblins muertos. Una vena le palpitaba en la sien, y su cara distorsionada por la ira. “¡No vas a decir que deberíamos volver a Altana, ¿o sí?! ¡No hemos ganado nada todavía, ¿sabes?! ¡Si regresamos así, estaremos en rojo! ¡En rojo, ¿me oyes?!”

“¡Tenemos mucho dinero, ya sabes!” Replicó Yume.

“¡Cállate, Yume! ¡No importa cuánto dinero consiga, desaparece al instante!”

“…Porque lo desperdicias, ¿verdad?” Shihoru murmuró.

“Shihoruuuu. No quiero escuchar eso de alguien que está desperdiciando sus grandes tetas. ¡Te voy a manosear, maldición!”

Shihoru inhaló bruscamente, luego abrazo sus pechos con ambos brazos, como si los escondiera. “…Eres de lo peor.”

“Wajajaja,” se rió Ranta. “¡Ni siquiera estoy ofendido!”

“Ranta, hombre…” suspiró Haruhiro.

Me duele la cabeza. No quiero hacer nada, y me gustaría nada más que solo regresar, pero, ¿está bien? Sí, no, no está bien.

“…Lo siento,” dijo Haruhiro. “Déjenme descansar por ahora. En algún lugar lejos de aquí… Si puedo tomar un descanso, creo que me pondré al menos un poco mejor. ¿Podemos decidir qué hacer después de eso?”

“Supongo que está bien,” dijo Ranta. “Podemos hacerlo. Pero.” Ranta lo señaló. “Déjame decir esto, Haruhiro. Esto es tu culpa. Será mejor que te des cuenta de eso. Porque, a pesar de todas tus fallas, sigues siendo nuestro líder.”