Hai to Gensou no Grimgar

Volumen 4: Líderes y Lidederados

Capitulo 5: Este Desastre

Es la mitad de la noche, eso lo sé, pero, ¿qué hora es? Haruhiro pensó. Eso no está claro para mí. Todo lo que sé es que hemos estado aquí por bastante tiempo. Estaban en la Calle Jardín de Flores en el distrito norte de Altana.

¿Por qué se llamaba Jardín de Flores? Haruhiro no tenía ni idea, pero tal vez sea por flores o algo similar a lo largo del lugar hace mucho tiempo.

Extendiéndose desde mercado, la Calle Jardín de Flores y sus calles laterales tenían casas de alojamiento desde arriba y abajo por ambos lados de ellas. Cerca de la entrada de la calle había una serie de edificios que proporcionaban alojamiento temporal a los que pasaban. A medida que te alejabas del mercado, la cantidad de edificios grandes aumentaba. Más allá de esas casas de hospedaje de aspecto caro, con su apariencia majestuosa, había casas de hospedaje decentes, casas de hospedaje hasta entonces y, finalmente, las escuálidas periferias llenas de viejas casas de hospedaje ruinosas.

Haruhiro y Shihoru estaban frente a una especie de casa de hospedaje decente, no muy lejos de una de las calles laterales.

Habían estado parados en el frente al principio, pero ahora uno de ellos estaba sentado con la espalda contra la pared exterior del edificio. Ese era Haruhiro. La persona que estaba con él todavía estaba de pie.

Ambos estaban en silencio.

¿Cuándo hablaron por última vez el uno con el otro? Se sentía como si hubiera sido un tiempo. Él tampoco recordaba lo que habían dicho entonces. Ni Haruhiro ni la persona que estaba con él eran del tipo comunicativo. Ambos eran reservados, se podría decir, o pasivos.

Se agachó y abrazó una de sus rodillas. Es por eso que no somos un buen partido, probablemente, pensó.

Ni Haruhiro ni su acompañante darían el primer paso, así que no pasaba nada. La conversación nunca comenzaba.

Esto es incómodo, pensó.

Si la otra persona dijera algo, cualquier cosa, para iniciar una conversación, haría todo lo posible para mantenerla en funcionamiento. La persona con él probablemente se sentía de la misma manera. Probablemente ambos pensaban: ¿Por qué no estás diciendo nada? ¡Di algo!

De acuerdo, pensó Haruhiro. Lo entiendo. Bien, lo haré. Lo haré totalmente. Voy a hacerlo.

“Um… Ehh… ¿Shihoru?” Se aventuró.

“…¿Eh?” Preguntó ella.

“¿Estás cansada?” Preguntó.

“…Estoy bien.”

“Oh, esta bien…”

“Sí.”

Ese fue el final. Había empleado toda la fuerza de voluntad que pudo reunir para iniciar esa conversación, y había muerto en poco tiempo.

¿Qué demonios? Pensó con indignación. No es justo. Pon un poco más de esfuerzo. Esto es comunicación, ya sabes, comunicación. Es importante, en serio.

Además, ¿por qué estaba solo con Shihoru?

No… La razón, cómo había sucedido, era clara. Necesitaban ponerse en contacto con Mary sobre los trámites y su parte de la recompensa. Increíblemente, Ranta había comido demasiado y no podía moverse, mientras que Yume había dicho que estaba demasiado “funya-funya” para hacerlo. Lo que sea que eso significara. Por eso, se había ido con Shihoru, que se sentía bien y sabía dónde vivía Mary.

Se suponía que Mary se hospedaba en una casa de de hospedaje exclusiva para mujeres, por lo que Haruhiro no podía visitarla por su cuenta. En ese punto, estaba contento de que Shihoru haya venido con él. Pero solo en ese punto.

No era que no le agradara Shihoru. Pero era difícil de tratar cuando solo eran ellos dos.

Eran un mal partido el uno para el otro. Haruhiro y Shihoru no estaban muy bien juntos. Eso es lo que era. Básicamente, no eran compatibles.

Shihoru podría haber sentido lo mismo que Haruhiro. Haruhiro no pensaba eso porque no eran compatibles, no había nada que pudiera hacer, y estaba bien dejar que las cosas se mantuvieran como estaban. Sin embargo, sí pensaba que Shihoru podría estar haciendo más para tratar de hacer que las cosas funcionaran.

Cuando llegaron por primera vez a esta casa de hospedaje, Mary no estaba ahí, así que intentaron buscarla en la Taberna Sherry, pero tampoco estaba ahí, así que volvieron aquí. En todo ese tiempo, Shihoru apenas había hablado. Si Haruhiro le preguntaba algo, ella decía algunas palabras en respuesta. Eso era todo. Haruhiro no estaba seguro de cómo debería sentirse al respecto.

Haruhiro involuntariamente dejó escapar un suspiro.

Tal vez su pregunta salió mal. Aún así, pudo haber funcionado para romper el hielo.

“…Yo,” dijo Shihoru en voz baja.

Haruhiro miró a Shihoru. Shihoru estaba abrazando sus hombros y temblando ligeramente.

“…Escucha… si te cuento esto… podrías pensar que soy una persona horrible… pero en general me siento bien.”

“‘Me siento bien,’ espera, ¿qué quieres decir con eso?” Preguntó Haruhiro, estupefacto.

“No estoy… como todos los demás,” dijo Shihoru. “No estoy sufriendo tanto…”

“¿Tú… no?” Preguntó.

“¿No es horrible de mi parte?” Dijo. “Incluso yo… creo que es así. En todo caso… más que ser sacudida por la muerte de Moguzo… no estoy tan triste por la muerte de Moguzo… y estoy impresionada conmigo misma por eso, y me deprime. Me di cuenta… que realmente soy una persona desagradable…”

“Eso no es—”

—verdad, Haruhiro quería decir. ¿Pero realmente podría? Moguzo murió, sin embargo, ¿ella no está tan afectada por eso? Eso es una locura. Quiero decir, él era uno de nosotros. Estuvimos juntos, en los buenos y malos momentos. Moguzo era nuestro preciado camarada, demasiado preciado, y era el núcleo del grupo. ¿Por qué no está sorprendida por eso?

Por otra parte, Shihoru parece desconcertada de sí misma. Ella debería sentir una tristeza horrible y desgarradora, y una sensación de pérdida, pero no es así, y siente que hay algo anormal en eso. No puede perdonarse a sí misma por ello, y está sufriendo. —Oh, ya entiendo.

Es Manato.

Esto era pura especulación, pero probablemente era por lo que pasó con Manato.

Shihoru probablemente estaba enamorada de Manato. Manato, de quien estaba locamente enamorada, murió. Eso debió haber sido más difícil para Shihoru que para cualquiera de nosotros. Por supuesto, con la muerte de Moguzo, Shihoru debió haber sentido algo de dolor, pero no se parecía en nada a la última vez.

Las personas podían acostumbrarse al sufrimiento. Incluso aunque no quieran, naturalmente se acostumbrarán.

Porque si no lo hicieran, no podrían seguir viviendo.

Mientras vivan, cosas como estas pueden suceder. Porque la vida es un ciclo interminable de cosas como esta.

Si los derriban cada vez, y no pueden volver a levantarse, no podrían seguir viviendo.

De hecho, Haruhiro no estaba aturdido, como había estado justo después de haber perdido a Moguzo. Podría no estar haciendo un buen trabajo, pero estaba tratando de seguir adelante. Estaba pensando en cómo quería que todos miraran hacia el futuro. Porque, si no lo hicieran, Moguzo no podría descansar en paz. Solo así, estaba usando a su camarada muerto para darse el poder de seguir viviendo.

Haruhiro estaba tratando de vivir. A escondidas, con avidez, tenazmente, quería vivir.

Shihoru debe haber sentido lo mismo. La muerte de Manato había hecho más fuerte a Shihoru. Al hacerse más fuerte, ella estaba tratando de vivir.

“Shihoru, no eres horrible,” dijo Haruhiro. “No eres una persona desagradable. Me alegro de que hayas venido aquí conmigo. Que estés aquí conmigo ahora. Realmente lo creo.”

Shihoru iba a decir algo, pero cerró la boca y miró hacia otro lado. Sus hombros todavía temblaban. Ella podría haber estado conteniendo las lágrimas. Después de un tiempo, Shihoru sollozó una sola vez.

“…Haruhiro-kun, me alegra que estés aquí. Pienso lo mismo.”

“Uh, bueno… si,” dijo Haruhiro. “Eso es mejor que no quererme aquí…”

Haruhiro se cubrió la cara con las manos. Se sintió increíblemente avergonzado. Se sintió culpable por ser tímido ahora. Honestamente, cada vez que comía, cada vez que bebía, cada vez que dormía, quería disculparse con Moguzo. No es que disculparse cambiaría algo.

Algún día, este dolor punzante en el pecho se desvanecería, y luego desaparecería por completo. Se acostumbraría a este sufrimiento.

Quería vivir, así que se acostumbraría a ello para poder vivir.

“Ya es tarde,” dijo para cubrir su vergüenza. “¿A dónde ha ido Mary?”

“…Realmente, no conozco a Mary muy bien, así que… no podría decirlo,” dijo Shihoru.

“Sí, lo sé, ¿sabes?” Dijo Haruhiro. “Pero, quiero decir, soy un chico. Es difícil para mí estar cerca de ella.”

“No creo que ser del mismo género signifique que podamos estar cerca…” dijo Shihoru en voz baja.

“¿Así es como es?” Preguntó Haruhiro.

“Ya… sabes cómo soy,” dijo Shihoru. “Si fuera burbujeante como Yume, tal vez sería una historia diferente…”

“Hmm,” dijo. “No creo que ser burbujeante siempre ayude, ¿sabes? Quiero decir, Yume está bien. Parece que podría llevarse bien con casi cualquier persona. Mientras no sea alguien como Ranta.”

“…Ranta-kun podría ser una excepción.” Estuvo de acuerdo Shihoru.

“Ese tipo es un idiota. En serio. ¿Qué demonios estaba haciendo, comiendo en exceso de esa manera? No lo entiendo.”

“…Probablemente estaba comiendo soruzo, ¿no crees?” Preguntó Shihoru.

“¿Eh?”

“Esto es solo una suposición, pero… tal vez estaba tratando de comer la parte de Moguzo también…”

“Ahh…” Haruhiro tiró de su cabello. Ya veo. Eso era. No entendía nada. No estaba viendo nada. Esa era la manera en la que Ranta le presentaba sus respetos.

Haruhiro se rió solo un poco. Sintió una punzada en su corazón.

“Sí, definitivamente no eres una persona desagradable, Shihoru,” dijo. “Es increíble que seas capaz de entender los sentimientos de otra persona de esa manera.”

Shihoru negó con la cabeza. Entonces, ella se agachó. “Creo que… Mary,” dijo, forzando las palabras, “tiene más remordimientos que ninguno de nosotros. Ella tiene el mayor dolor. Porque es la sacerdotisa del grupo…”

Haruhiro asintió. Sintió que entendía todo. Después de todo, es su segunda vez.

Mary había perdido un camarada, varios camaradas, una vez antes. El peso de esa responsabilidad la había cambiado, y Mary no era la misma persona que había sido antes.

Después de asociarse con Haruhiro y su grupo, finalmente había empezado a mostrar una sonrisa de vez en cuando. Pero justo cuando había comenzado, había perdido a otro camarada.

Además de eso, Mary era una sacerdotisa. Era la que tenía la magia de luz que podía curar heridas, ella era la cuerda de salvamento del grupo. Es decir, estaba en una posición en la que la vida de sus camaradas era su responsabilidad. No sería de extrañar que se culpara por lo sucedido.

Podría ser presuntuoso de su parte, pero en este momento Haruhiro estaba más preocupado por Mary que nadie más.

“…Solo espero que no haya tenido ideas extrañas,” dijo en voz alta. Ahora que había dicho eso, le preocupaba aún más.

Por eso, cuando escuchó pasos, alzó la vista y vio una figura vestida de blanco, sintió una increíble sensación de alivio.

“¡Mary!”

“…¿Por qué?” Eso fue todo lo que dijo Mary antes de girar y caminar en la otra dirección.

“—¿Eh?” Haruhiro jadeó. “¡Espera, Mary! ¡¿Por qué estás huyendo?!”

“¡H-Haruhiro-kun, tenemos que ir tras ella!” Exclamó Shihoru.

“¡Ah! ¡Bien!”

Afortunadamente, Mary no estaba siendo muy rápida al huir. En realidad, Mary no se mantenía firme en absoluto. No corría tanto como se tambaleaba, parecía estar lista para caerse.

Cuando Haruhiro la atrapó, ella inmediatamente le apartó la mano, pero Mary no intentó correr más. Tal vez no podría haber huido aunque lo hubiera intentado.

Mary le dio la espalda a Haruhiro y Shihoru, cayendo de rodillas. “…¿Qué? ¿Necesitan algo?”

“Algo, sí, de hecho sí,” dijo Haruhiro. “Pero, espera, Mary, ¿has estado bebiendo?”

“¿Está mal para mí?” Murmuró.

“Bueno, no, no hay nada de malo en eso.” Vaciló Haruhiro.

“…Déjame en paz,” murmuró. “No te preocupes por mí.”

“No podemos simplemente dejarte en paz,” dijo Shihoru, agachándose junto a Mary. “No puedo hacerlo.”

“…¿Por qué no?” Mary exigió.

“Porque… me molesta. Al verte en ese estado… no puedo fingir que no sé nada.”

“…No quería que me vieran,” murmuró Mary. “No así. ¿Por qué están aquí?”

“Vinimos aquí… para verte, Mary,” dijo Shihoru.

“Yo… no quiero verlos, en absoluto.”

“No sentimos lo mismo.”

“¡No quiero verlos!” Mary gritó.

Ella era coherente, pero obviamente estaba muy borracha. Bueno, por supuesto que no querría que la vieran así. Eso era natural. Haruhiro tampoco quería ver a Mary así. Podría haber sido mejor si no lo hubiera hecho. Pero lo hizo. No podía pretender lo contrario.

“Mary,” dijo él.

“…¿Qué?” Preguntó insegura.

“Ocho en punto, frente a la puerta norte,” dijo. “Mirándote ahora, tal vez no vas a poder lograrlo.”

Haruhiro intentó esperar. Sin importar cuánto tiempo esperó, Mary no respondió. Ella no dijo nada. En cambio, se levantó y se alejó. Parecía que planeaba regresar a su casa de hospedaje.

Shihoru intentó seguir a Mary. Haruhiro la detuvo y llamó a Mary.

“Esto no se ha acabado todavía. Está bien parar y quedarse quieto, pero después tenemos que seguir adelante.”

Mary entró sin responder.