Hai to Gensou no Grimgar

Volumen 4: Líderes y Lidederados

Capitulo 10: Los que Permanecen y los que Quedan Atrás

“Hombre…” Haruhiro gimió, volteándose en la cama. Simplemente cambiar su posición era suficiente para causar un dolor insoportable en todo su cuerpo. “Voy a morir…”

Después de murmurar esas palabras: ¡No, no, no! Las rechazó. No debería usar esa expresión tan a la ligera. Pero, aún así, realmente duele.

“…Eres un verdadero ogro, Barbara-sensei,” gimió. “No es que no lo supiera ya…”

Había una habilidad llamada Assault. Era una de las habilidades de lucha de ladrón. El nombre la hacía sonar fuerte, pero en cuanto al tipo de habilidad que era, bueno, era un ataque desesperado.

Aceptar ser golpeado por cualquier contraataque a cambio de aterrizar un combo sobre el enemigo. Ni siquiera considerando la defensa o la evasión. Solo atacar, atacar y atacar un poco más.

Sin embargo, no se trataba solo de lanzarse al ataque violentamente. Había que utilizar las armas de manera eficiente, creando la menor brecha posible entre los ataques. En lugar de tomar medidas defensivas o evasivas, reducía el riesgo de un contraataque al mantener un asalto implacable.

Si había un contraataque, no quedaba nada que pudieras hacer. Tendrías que aceptar amablemente la muerte. Hay que matar antes de ser asesinado. Era una habilidad varonil.

Haruhiro estaba descansando su cuerpo exhausto y herido en la litera superior de su cama en una habitación con poca luz en la casa de hospedaje de soldados voluntarios. El nuevo equipamiento que había comprado, una nueva daga de buena calidad y un arma contundente llamada sap, yacían a su lado.

El sap era un garrote corto hecho de un material flexible, de unos 30 centímetros de largo, con un extremo más pesado. Todo estaba envuelto en un cordón de cuero, el extremo del cual envolvía la mano del usuario.

Haruhiro había preparado la nueva daga y el sap para usarlos mientras aprendía Assault. En otras palabras, para potenciarse a sí mismo, Haruhiro había elegido aprender Assault y adoptar un estilo de doble empuñadura.

Haruhiro, por supuesto, no era ambidiestro. Era diestro. No era fácil usar un arma en su mano izquierda. Cuando tenía en cuenta que usaría un arma en ambas manos, se hacía aún más difícil.

Barbara-sensei le había dicho que se acostumbrara. “Debería ser natural para ti sostener tus armas todo el tiempo que estés despierto, y también quiero que las sostengas mientras duermes,” había dicho ella.

Haruhiro sostenía su daga y su sap. Sostener sus armas durante todo el día era demasiado, pero trataba de tocarlas así cada vez que tenía tiempo.

Los seis días que había pasado aprendiendo Assault habían sido tan castigantes como siempre. Durante los primeros dos días, había pasado mucho tiempo experimentando el Assault de Barbara-sensei de primera mano. Durante los dos días posteriores, había practicado los patrones de Assault básicamente sin dormir ni descansar. Durante los últimos dos días, había prácticado con Barbara-sensei, en última instancia, Haruhiro nunca golpeó con éxito a Barbara-sensei con Assault, pero ella lo golpeó con sus espadas de madera más veces de las que podía contar. Se había desmayado varias veces y tuvo que ser curado por un sacerdote que Barbara-sensei llamó.

Entonces, técnicamente, estoy ileso, pensó Haruhiro. O mejor dicho, he sido sanado. Sin embargo, mi cuerpo todavía me duele por todas partes. Eso, y se siente pesado. Esto va más allá de simplemente sentirse lento.

“Ranta no ha vuelto…” murmuró.

Shihoru y Yume tampoco están en la casa de hospedaje. Ambas se habían ido para aprender nuevas habilidades y magia. ¿Eso es lo que está haciendo Ranta también?

Haruhiro sospechaba que Ranta estaba fuera de sí, pero aparentemente no era así.

Haruhiro tenía planes de ir al gremio de ladrones nuevamente para aprender otra habilidad, pero con su cuerpo en este estado, ¿podría hacerlo?

No estoy convencido, comenzó a pensar…

“…Pero eso no es algo que pueda permitirme decir, eh,” terminó en voz alta.

Mi cuerpo se siente horriblemente lento, pero tengo hambre. Debo comer algo antes de irme a dormir.

Haruhiro se obligó a levantarse, envainando su daga y sujetando su sap a su cinturón.

Tan pronto como bajó de la cama, rápidamente sacó su daga y su sap y cayó en una posición de combate.

“…Demasiado lento,” dijo.

Esto no es lo suficientemente bueno, pensó. Guardó su daga y su sap una vez más, luego lo intento de nuevo. Lo intentó varias veces, pero simplemente no se sentía bien.

“Aww… Bueno, supongo que está bien. No tiene sentido apresurarlo…”

No tienes suficiente espíritu, Barbara-sensei lo había regañado muchas veces.

Vigor. Espíritu. Carácter.

Lo sé, sin embargo, pensó Haruhiro. Incluso si quiero cambiar, incluso si trato de cambiar, no es tan fácil. Quiero, sin embargo. Ser más… ¿positivo? Siempre brillante y enérgico. El tipo de persona que puede arrastrar a todos con él. Pero aún así, ser cauteloso y poder actuar cuando las cosas se pongan difíciles, ese es el tipo de líder que quiero ser.

“…Pero soy solo un gato viejo después de todo.”

El apoodo de Choco era Cheeky Cat (gato descarado), pensó Haruhiro.

Cuando Haruhiro repentinamente recordó eso, sintió que tenía que sentarse.

¿De qué sirve sentarse? Se preguntó amargamente. Choco se ha ido. Podríamos haber podido acercarnos, pero cualquier esperanza de eso está completamente cortada ahora. Vivir ahí no me servirá de nada, pero no puedo evitar pensar en ello de vez en cuando.

“Tengo que parar…” Haruhiro guardó su daga y su sap.

Comida. Es hora de comer. Debería comer. Si conseguía algo bueno para comer, estaba seguro de que eso lo animaría.

El momento antes de salir de la habitación, sintió una presencia.

Había alguien en el pasillo.

¿Ranta? No, si fuera Ranta, entraría. ¿Shihoru o Yume? Si fueran ellas, al menos llamarían. Mary haría lo mismo, entonces, ¿quién es? Esto es espeluznante. No hay tal cosa como ser demasiado cuidadoso. Podría ser un bandido. Sin embargo, no es probable.

Usó Sneaking para eliminar el sonido de sus pasos mientras se acercaba a la puerta. ¿Ahora qué?

Decidió en un instante. Sacó su daga con su mano derecha y abrió la puerta con la izquierda. El tipo estaba parado al otro lado de la puerta. Era bastante alto. Haruhiro clavó su codo en el plexo solar del hombre.

“¡Gah…!”

Sin perder el ritmo, Haruhiro lo giró y se puso detrás de él, y estaba a punto de apuñalar al hombre en el cuello, cuando… Espera, conozco a este tipo.

“…¿Eh? ¿Estás vivo?” Haruhiro preguntó.

“Ay…” El hombre estaba sosteniendo su vientre con una mano e hizo una mueca, pero no había duda de quién era.

Es el Sr. Alto, pensó Haruhiro. Del grupo de Choco. ¿Un fantasma…?

No, no es eso. No puede ser. Creí que había muerto en la Fortaleza Capomorti. Estaba seguro de que todo el grupo de Choco había sido eliminado. ¿Estaba equivocado?

“…Perdón por estar vivo,” murmuró el hombre alto.

“No, no es nada por lo que te tengas que disculpar… pero… Uhh, ¿y los demás…?”

“No queda nadie más que yo,” dijo el hombre alto, respirando profundamente. “Y estaba seguro de que me iban a matar ahora mismo.”

“B-Bueno, eso es lo que pasa cuando te quedas parado así,” dijo Haruhiro. “No puedes culparme por pensar que eras sospechoso.”

“¿Así es como funciona?” Preguntó el hombre.

“Así es como funciona.”

“Tendré más cuidado a partir de ahora.”

“Esa sería una buena idea,” dijo Haruhiro. “Bueno, de todos modos, tengo que irme.”

“Ah.”

“¿Eh?” Respondió Haruhiro.

“…Espera, quería hablar.”

“¿Conmigo?” Preguntó Haruhiro.

“Bueno, como tú y yo somos los únicos aquí, amigo.”

“Bueno, sí, pero, ¿eh? ¿Qué? ¿De qué quieres hablarme?”

“Bueno… me pregunto.” El Sr. Alto se rascó la cabeza. “Uh… ¿Puedo pedir un consejo?”

“¿Eh?”

“¿No puedo?” Preguntó el hombre.

“Bueno, quiero decir—”

Claro, soy su superior y todo eso, pero nunca hemos hablado antes, pensó Haruhiro. No tengo ganas de comenzar ahora tampoco. Quiero decir, siento pena por él, pero aún así…

El grupo de Choco tenía seis personas. El Sr. Alto había perdido cinco camaradas a la vez, y lo habían dejado solo. ¿Qué le había sucedido después de eso? Haruhiro no lo sabía, pero si venía a pedirle ayuda, probablemente no estaba teniendo un gran momento con un nuevo grupo de camaradas.

“…Podemos hablar un poco mientras comemos, si eso está bien,” djo Haruhiro.

“Eso servirá.”

“Está bien,” dijo Haruhiro. “Será mi regalo.”

Tengo que preguntarme por qué estoy tratando de ser el mejor superior aquí, pero probablemente un poco de simpatía por él no me lastime, pensó. Quiero decir, sé por lo que debe estar pasando.

El lugar de puestos comidas cerca de la localidad de artesanos estaba cerca de la casa de hospedaje, por lo que decidieron buscar algo ahí. Por el momento, el soruzo estaba fuera del menú para Haruhiro. Puede que Haruhiro nunca vuelva a comerlo.

Fueron a un puesto con todas las variedades de carne frita y brochetas de vegetales imaginables y comieron un montón. El Sr. Alto acaba de comer las brochetas calientes que Haruhiro le ofreció, sin intentar decir nada.

“Bueno, está bien,” dijo Haruhiro. “Espera, no, no está bien. ¿No tienes algo de qué preguntarme?”

“Ohhh,” dijo el hombre alto. “Sí… supongo.”

Haruhiro podría no ser alguien para hablar, pero pensó que el Sr. Alto era terriblemente brusco. Parecía intensamente indiferente y cínico. Tenía más de 170 cm de altura, pero su postura era horrible.

“Pero, ya sabes, tengo algo que preguntar,” dijo el hombre alto torpemente. “Un favor, se podría decir.”

Haruhiro se sobresaltó. “¿De mi parte? ¿Un favor? ¿Eh? ¿Qué…?”

“Es realmente difícil decir esto,” dijo el hombre alto incómodo.

“Prolongarlo no ayudará…”

“Supongo que no.”

“Puede ser grosero decirlo,” dijo Haruhiro, “Pero eres un poco molesto, ¿lo sabías?”

“Kuzaku,” dijo el hombre.

“¿Tu nombre?” Preguntó Haruhiro.

“Sí. Mi nombre. Eres Haruhiro-kun, ¿no?”

“Bueno… sí, lo soy,” dijo Haruhiro.

¿Me está hablando casualmente ahora? Bueno, está bien. Realmente no me importa.

Haruhiro era definitivamente un superior de Sr. Alto, o Kuzaku, pero no era como si hubiera tenido un año o dos más de experiencia que él como soldado voluntario, y de los dos, Haruhiro probablemente parecía más joven. Además, no le gustaba ser excesivamente formal.

“Puedes dejar de usar el -kun,” dijo Haruhiro. “Entonces, ¿qué es ese favor?”

“Se trata del grupo,” dijo Kuzaku.

“Bueno, ¿el tuyo?”

“El tuyo, Haruhiro-kun… no, Haruhiro.”

“¿El mío?” Preguntó Haruhiro.

“Quiero decir, estoy solo ahora.”

“Ya veo.”

“He estado pensando que necesito unirme a un grupo,” Explicó Kuzaku. “Tengo que mantenerme alimentado y todo.”

“No vas a llegar a ningún lado sin un ingreso, sí,” estuvo de acuerdo Haruhiro.

“Pero, no lo sé… De alguna manera se siente mal.”

“¿Qué pasa?” Preguntó Haruhiro.

“¿No es un poco difícil?” Preguntó el hombre. “Acabo de perder cinco camaradas y me quedé solo. Es como, ¿me puedo llevar bien con personas que nunca han experimentado eso?”

“¿Crees que no entenderían cómo te sientes?” Preguntó Haruhiro.

“Hmm… Sí. Ahh. No exactamente. Pero, es lo mismo, supongo. Ah…” Kuzaku sostuvo su mandíbula y dejó que su lengua se saliera de su boca. “Mi mandíbula está agotada. No había hablado tanto desde hace un tiempo.”

Como si ese fuera mi problema, pensó Haruhiro. Esto no va a funcionar. No puedo verme llevándome bien con Kuzaku. ¿Por qué? Algo me está molestando. —Eso es.

En ese entonces, Kuzaku había estado luchando contra un orco, de espaldas a la pared, mientras trataba de proteger a Choco. Pero no fue capaz de protegerla. Kuzaku fue derribado por el orco, y luego Choco fue asesinada.

Haruhiro simpatizaba con la situación de Kuzaku. Pero, amigo, no protegiste a Choco, ¿sabes? Y a pesar de eso, todavía estás vivo mientras Choco está muerta. ¿Qué hay con eso?

No era que Haruhiro pensara eso de manera clara. Aún así, había algo que lo frustraba por el camino equivocado. Probablemente era eso. Choco estaba muerta, pero Kuzaku estaba vivo.

Kuzaku bien pudo haber hecho su mejor esfuerzo. Kuzaku podría haber estado más miserable que cualquiera de ellos por lo sucedido. Puede que no haya habido nada que Kuzaku pudiera haber hecho, pero Haruhiro no podía negar que sentía algo de antipatía hacia él.

“¿Qué has estado haciendo?” Preguntó Haruhiro. “Desde entonces.”

“Aprendiendo habilidades, ese tipo de cosas,” dijo el hombre alto. “Tenía algo de dinero. Mi herencia, podrías decir.” Kuzaku se tocó el lóbulo de su oreja, con una ligera sonrisa forzada en su rostro. “Aparte de eso, he estado pensando mucho.”

“Entonces, ¿quieres unirte a mi grupo?” Preguntó Haruhiro.

“Sí. Básicamente.”

“¿Eres un guerrero?” Preguntó Haruhiro.

“No, un paladín.”

“Mi grupo ha perdido a Moguzo, nuestro tanque, ¿entonces piensas que tomarás su lugar?” Preguntó Haruhiro.

“No estoy pensando eso.” Kuzaku parecía ofendido. “No creo que pueda tampoco. Ustedes son mis superiores. Están en un nivel diferente. En términos de experiencia, y cosas así.”

“Sin embargo, queremos un tanque.” Admitió Haruhiro. “Honestamente—”

Cuando había estado en el gremio de ladrones, Barbara-sensei lo había puesto a prueba, esa era la única cosa en la que había estado pensando durante sus raras vacaciones. Eso, que realmente iban a necesitar un tanque después de todo. Que podría no haber otra opción que encontrar un guerrero o un paladín para unirse al grupo.

Haruhiro negó con la cabeza y suspiró. “Pero… esto es solo mis pensamientos sobre el tema, pero es demasiado pronto. No hemos llegado a un acuerdo sobre eso todavía. Además, no es algo que pueda decidir por mi cuenta. No puedo darte la respuesta que deseas. Lo siento.”

“Ya veo.” Kuzaku inclinó la cabeza un poco. “Yo tambien lo siento.”

No es que no me duela hacer esto, pensó Haruhiro. Pero, sinceramente, no quiero volver a ver a Kuzaku nunca más.

Moguzo se fue.

Qué serio, serio golpe fue ese.