Maou no Ore ga Dorei Elf wo Yome ni Shitanda ga

Volumen 1

Capitulo 1: El Primer Amor Es Una Enfermedad Desagradable Que Todo El Mundo Sufre

Parte 2

Barbatos siguió mirando a la niña.

“Hoo, esta chica… ella posee bastante maná, ¿verdad? ¿La usarás como sacrificio o algo así?”

“No es de mi gusto usar la brujería que requiere sacrificios”. Dicho esto, Zagan golpeó la planta de su pie contra el suelo una vez más.

Una tenue luz se envolvió alrededor del cuerpo de la niña, y ella desapareció. Esta vez, debería haber sido enviada fuera del dominio de Zagan.

“Que desperdicio. Deberías habérmela entregado si no la quisieras”.

“No vayas a secuestrar personas en mi dominio. Seré tratado como el culpable”.

“Heehee, eso seguro suena bien. Supongo que haré eso la próxima vez”.

“… Ve y haz eso, y volaré tu base, ¿entendido?” Este hombre era realmente responsable de hacer eso, y Zagan lo miró con un brillo peligroso en los ojos.

Sin embargo, incluso eso fue solo por unos segundos, y Zagan soltó un bostezo soñoliento.

“Oye, ¿qué es eso? Pareces muy somnoliento”.

“Estaba absorto leyendo libros sobre brujería toda la noche. Me voy a dormir. Si necesitas algo, vuelve más tarde.

“Wow, no debes preocuparte por algo como la somnolencia si simplemente juegas un poco con la adrenalina en tu cerebro, ¿verdad? Salí de mi guarida para visitarte, así que no digas algo tan frío”.

“Es precisamente porque haces ese tipo de cosas por las que te ves tan poco saludable”. Los hechiceros fueron aquellos que dedicaron toda su vida a la investigación de la brujería y apuntaron a superar a la humanidad.

Vivían precisamente para poder investigar la brujería. Por eso los hechiceros comenzaron a estudiar cómo manipular su propia carne y sangre en profundidad. Sin embargo, esto no era solo algo simple como aumentar su fuerza física. Era lo básico de la brujería manipular el interior de sus propios cuerpos a nivel celular. Por esa misma razón, los hechiceros estaban muy alejados de asuntos como la enfermedad y la duración de la vida.

Después de llegar a esa etapa, uno finalmente pudo nombrarse hechicero.

Sin embargo, si no tuvieran agua ni alimento, entonces morirían de hambre y morirían. Fueron capaces de estafar la necesidad de dormir, pero no pudieron deshacerse de él por completo. Y así, el resultado de eso fueron los rasgos faciales que poseía Barbatos.

Esa fue la razón por la que Zagan no se sobre exigía a tanta hechicería. Barbatos soltó una carcajada como si la idea le pareciera extraña.

“No digas eso. Llegué con una historia interesante para ti”. A pesar de poner un frente malvado, Barbatos puso su brazo alrededor de Zagan de manera amistosa.

“¿Una historia interesante?” Mientras le apartaba el brazo de su irritante amigo, Zagan hizo esa pregunta a cambio.

Una sonrisa se levantó en el rostro delgado de Barbatos.

“Exacto. Sabes que uno de los Archidemons, Marchosias, murió hace poco, ¿no?” Al oír ese nombre, los ojos de Zagan se abrieron de par en par.

El término Archdemon no se refería al rey de los monstruos como algo salido de un cuento de hadas. En cambio, era un nombre dado a los maestros de la brujería que estaban en su cumbre.

Junto con ese título, se les dio una tremenda cantidad de maná, y fueron capaces de someter a los hechiceros de rango inferior como sus sirvientes. Esto en sí mismo fue la culminación de todo el poder y la autoridad que los brujos deseaban.

Originalmente, había trece “Archidemons”, pero uno de ellos que tenía más de mil años finalmente dio su último aliento. A pesar de que utilizaron la brujería para prolongar su vida útil, parecía que mil años era el límite absoluto.

Cuando se trataba de noticias de esos Archdemons, incluso Zagan era incapaz de ignorarlo.

“¿Oh? ¿Qué es eso? Estás haciendo una cara como si quisieras escuchar más sobre eso, ¿sabes? No, espera un segundo. Dijiste que querías dormir, ¿verdad? Hmm, aunque es desafortunado, realmente no quiero incurrir en tu ira aquí, ya ves”.

“Deja de ponerte aires y solo cuéntame sobre eso”.

“… Hombre, eres el mismo culo insociable de siempre”. Después de dejar escapar un suspiro desconcertado, Barbatos continuó hablando.

“Hay una ciudad llamada Kianoides, ¿verdad? Estaba dentro del dominio de Marchosias, y allí se abre una gran subasta. Todo, desde productos propios hasta cosas más ilegales, se vende allí”.

“No quieres decir…” Se escuchó el sonido de Zagan.

“¡Eso es exactamente! Estoy seguro de que se mostrará. Me refiero al legado del archidemonio.

Esto suena realmente sombrío, fue el primer pensamiento que vino a la mente de Zagan.

Sin embargo, Archdemon Marchosias tenía más de mil años. Incluso si Barbatos lo llamaba claramente su legado, probablemente no se limitara a una o dos cosas simples. Esa fue la razón por la que uno de los que se filtraron en una subasta no parecía estar fuera de lo posible.

Barbatos empujo a Zagan con el codo.

“Así que mira, deberías venir también. Si quieres, te dejaré elegir una o dos mujeres. Además, ¿cómo lo pongo… mientras estamos en eso, me ayudaría si pudieras brindarte un poco de ayuda, me entiendes?” Al decir eso, Barbatos imitó la forma de una moneda con dos de sus dedos.

En otras palabras, parecía que no tenía los fondos para participar en la subasta.

Y aunque dejó escapar un suspiro, Zagan no lo rechazó. “Si ese es el caso, tomaré su legado, ¿sabes?”

“Oye, ¿en serio? Soy quien te lo contó”.

“Si no te gusta, prueba con otra persona”.

“No hay forma de que haya otro hechicero por ahí que me preste el oro, ¿verdad?” Mientras Barbatos se aferraba a él al borde de las lágrimas, Zagan terminó siguiéndolo hasta la subasta.

Sin embargo, un pensamiento cruzó la mente de Zagan. Mujeres… cierto.

Zagan también era un hombre. No era como si no tuviera ningún interés en el cuerpo femenino.

En verdad, la chica acaba de estar en su casa por completo.

Sin embargo, en lugar de sentir el encanto de la escena de esperar normalmente a una mujer, la impresión de que era demasiado molesta era mucho más pronunciada.

También existía la forma de tratarlos como una herramienta. Pero en ese caso, pensó que sería mejor usar un aparato de hechicería que cumpliera la función que le fue asignada sin necesidad de abrir la boca.

No era como si no tuviera ningún deseo de ser amado, pero pensar en cómo tenía que hacer que la otra parte  se sintiera así también era demasiado problemático.

Más que los encantos del cuerpo, todos los posibles deméritos producidos por el cumplimiento de ese deseo flotaron en su mente. Por eso Zagan no sabía nada de mujeres hasta el día de hoy.

Más importante aún, si los humanos no son lo suficientemente fuertes, también morirán de inmediato.

No importa lo que se le hiciera a un humano débil, no podían quejarse. Si querían protegerse, tenían que hacerse fuertes.

Por eso… Zagan se convirtió en hechicero por pura voluntad a la temprana edad de dieciocho años.

… Bueno, incluso si un hechicero tan distante da sus aires, sus pensamientos sobre el asunto solo se mantuvieron verdad hasta este punto.

***

Kianoides era una ciudad del canal.

Con sucursales que se extendían en las cuatro direcciones del continente, era una ciudad que debía su prosperidad a la distribución de bienes utilizando barcos que fluían a lo largo de los canales. No solo mercancía, sino incluso varias razas todas reunidas en este lugar.

Aparte de los humanos, había los therianthrope que poseía colmillos y pieles como la de las bestias. Los avianos que poseían alas en sus espaldas. Y los enanos, que a pesar de parecer bastante cortos y groseros, se enorgullecían de sus adornos finamente detallados.

Con cada una de esas razas volando su propio escudo de armas en sus barcos de vela, incluso el viento que sopla en el canal no pudo borrar el olor del suelo del ajetreo y el bullicio. En este país, fue una de las ciudades más llamativas. Incluso se dijo que en un solo día, más de un millón de personas iban y venían.

Y dentro de esa misma ciudad, había una fila de varias personas que llevaban collares alrededor del cuello con cadenas conectadas a ellos.

Esclavos.

Había humanos, así como los de otras razas. El que los guiaba tampoco era necesariamente un humano. Había un enano golpeando a un gran hombre humano con un bastón, y también había una hermosa mujer aviar que los respetaba. Incluso había un therianthrope bebiendo leche de un plato dejado en el suelo como un perro.

Una parte de ellos definitivamente se vendió en la subasta como mercancía, por así decirlo.

La diferencia entre los que eran y no eran esclavos era solo en el nivel de riqueza y poder, o si tenían o no buena o mala suerte.

Debido a que Zagan no quería terminar así, buscó el poder desesperadamente. Por eso los sentimientos de simpatía no se hincharon dentro de él.

Con el tiempo, Zagan murmuró algo extraño para sí mismo.

“Siento… un extraño cosquilleo en el aire”. Era la atmósfera de la ciudad.

Esta no era la primera vez que venía a Kianoides, pero los Caballeros Angélicos de la iglesia patrullaban aquí y allá. También se sentía como si la gente del pueblo tuviera miedo de algo, y el aire se sentía como si estuviera lleno de algún tipo de indignación, como si hubiera alguna presencia allí que normalmente estaba fuera de lugar.

Barbatos se rio a carcajadas, como si le resultara agradable, al escuchar sus palabras.

“Parece que algunos idiotas han estado reuniendo nada más que mujeres jóvenes para usar en experimentos, ¿sabes?”

“¿Cómo sacrificios? Están pisando bastante el fino hielo allí, ¿eh? “Si uno fuera a usar un sacrificio, era posible manipular la brujería que no se activaría usando su propio poder. Como catalizador de la brujería, era bastante común.

Sin embargo, obtener sacrificios como ese requería la compra de esclavos o el secuestro de personas cuya identidad era completamente desconocida. Como mínimo, era necesario cubrir las huellas de uno.

Zagan no pudo entender el significado de salirse del camino para secuestrar a las chicas comunes, mientras desafía los peligros de llamar la atención de la iglesia. Era como si estuvieran peleando con la iglesia misma.

Barbatos se encogió de hombros ligeramente.

“¿Quién sabe? Cuando empiezas a restringirte al día en que nacieron, a veces surgirán cosas como el secuestro de mujeres, ¿no?”

“¿Planean convocar a un demonio o algo?”

“Demonio” era el nombre de un monstruo con cuernos y alas que surgiría en los cuentos. No era definitivo si algo así podría realmente llevarse a la existencia, pero había indicios de que “algo” digno de los dioses y los demonios existía en este mundo.

Si tal cosa fuera a ser convocada, entonces se requeriría un ritual como el del que hablaba Barbatos. Sin embargo, Zagan creía que no era más que un sueño salvaje.

Mientras hacía una expresión de exasperación, Barbatos continuó dejando escapar una risa agradable.

“Eso me recuerda, Zagan, parece que eres uno de los sospechosos,

¿sabes?”

“Qué tontería. La brujería que requiere un sacrificio es inútil en momentos urgentes, ¿verdad?”

“Heehahaa, no es broma. En realidad, no hay ningún compañero extraño que te acompañe de todos modos”. Habiendo dicho eso, Zagan involuntariamente se desplomó sobre sus hombros.

Bueno, no es que necesite compañeros.

Estaba acostumbrado a estar solo. Estaba acostumbrado a ello. Y aunque estaban hablando de tales cosas, el objetivo de estos brujos no era hacer turismo.

Barbatos guio a Zagan a un lugar debajo de la ciudad. Esta ubicación subterránea era una ruina antigua, probablemente una arena o algo similar, que quedó atrás, y con una parte de ella reparada, era un lugar donde se realizaban tratos por bienes que no podían venderse en la superficie.

El lugar de la subasta fue en una parte de la arena en sí. Usando el escenario circular como escenario, los asientos de los invitados se alinearon alrededor de él. Parecía que la subasta ya había comenzado, y el sonido de varias voces que gritaban números ya estaba resonando.

El único lugar que estaba iluminado era el escenario, y ni siquiera había velas colocadas entre los asientos de los invitados. Ese no fue un acto hostil, sino uno hecho en consideración para que los invitados no pudieran ver las caras de los demás.

… Bueno, no es que tuviera mucho significado para un brujo. Mientras aseguraban sus propios asientos, Barbatos soltó un silbido.

“Echa un vistazo, Zagan. Los Kimaris ‘Black Blade’, y por encima de allí está el Gremory ‘Hechicera’. Además, incluso tenemos la “Aparición” de Valefor por ahí. Con las luces apagadas, era natural que cualquiera que se llamara hechicero usara al menos hechicería para que sus ojos funcionaran en la oscuridad.

Cuando Zagan miró en las direcciones que Barbatos estaba señalando, vio varias sombras envueltas en una atmósfera extraordinaria.

Zagan no los conocía, pero todos eran hechiceros bastante conocidos. Los humanos eran la raza más común, pero entre los presentes estaban los de las otras razas. El Black Blade, Kimaris era un therianthrope con una orgullosa melena. La aparición, Valefor estaba ocultando todo su cuerpo con una túnica, capucha y máscara, por lo que su raza era desconocida.

Black Blade y otros prefacios similares fueron los segundos nombres de los brujos. Incluso se podría decir que son sus títulos. Era algo otorgado a un hechicero con un cierto grado de poder.