Ore ga Heroine o Tasukegite

Volumen 3

Epilogo: Despertar

El misterioso continente que apareció en el Pacífico fue una gran noticia por un tiempo, pero Kult estableció una barrera similar a la que había usado en su mundo para asegurarse de que nadie pudiera entrar para hacer una investigación detallada. Le pedí a Lea que vigilara a los hombres de arcilla. Y a las órdenes del zorro de nueve colas, los otros monstruos acordaron no abandonar la montaña y asustar a la gente.

Varios días después, cuando volví a revisar las cosas, Kult estaba listo para despedirse.

“Las reparaciones en la puerta del mundo finalmente están completas. Sin embargo, tuve que hacer algunas modificaciones sustanciales para que estos tres mundos volvieran a sus lugares originales”.

“Pero pudiste hacerlo de todos modos. Eres increíble, Kult”.

Ambos nos reímos mientras estábamos parados dentro del laboratorio parcialmente reconstruido.

“Muy bien, entonces ¿puedo dejarte a los hombres de arcilla?”

“En efecto. Solo déjalos a mi cuidado. Los monstruos dicen que también ayudarán, así que estoy seguro de que se me ocurrirá algún tipo de ciencia mágica que evitará que sus hijos tengan diferentes colores”.

Estos hombres de arcilla solo tenían el mismo color debido al hechizo de transformación de Kokomo. Pero los hombres de arcilla que no fueron teletransportados a la Tierra, así como los niños que tuvieron, seguirían teniendo un color diferente. Por eso le había pedido a Kult que se encargara de las cosas.

“Se siente un poco lamentable dejar los últimos pasos a otra persona, pero gracias por ayudar”.

“No dejes que te moleste. Gracias a ustedes, se alegraron de darnos su máquina de movimiento perpetuo”.

“Bueno, eso es gracias a Lea, no a mí”.

Estaban absolutamente convencidos de que Lea era mensajera de su dios, y que haría casi cualquier cosa que ella dijera. Además, ya no necesitaban su arma “Muerte eterna antes de la derrota”. Kult había sacado la máquina de movimiento perpetuo y ya la había convertido en una máquina para salvar a su mundo natal de la muerte por calor.

“Necesito apurarme y salvar mi mundo también. Odio decirlo, pero esta noche enviaré a cada mundo de regreso a donde pertenece, y luego volveremos a casa”.

Se volvió hacia su amante, Meifa. “……”

La bella durmiente ahora despierta sonrió suavemente y se inclinó. Kult dijo que no podía hablar porque había estado dormida durante tanto tiempo que había olvidado cómo. Pero seguramente lo recordaría pronto con la ayuda de Kult.

“Sí… esta vez, asegúrate de hacerla feliz”. Luego le dije adiós también.

***

Desafortunadamente, solo me había comunicado con los hombres de arcilla a través de Lea, así que no podía despedirme de ellos.

De hecho, si se hubieran enterado de que había allanado sus tiendas de alimentos, probablemente me habrían llevado ante un tribunal militar, por lo que decidí omitir el adiós por completo. Todo lo que podía hacer era desearles un futuro pacífico sin guerra.

***

Y entonces mi próximo destino fue la montaña monstruosa. “¡Rekka!”

Un pequeño zorro. No, un niño de unos cinco o seis años me vio y vino corriendo. Era Kokomo, quien ahora podía transformarse en humano.

“Hola, Kokomo. ¿Cómo has estado?”

“¡He estado genial!”

“Es bueno escucharlo. ¿Cómo está tu madre?”

“Todavía está durmiendo, ¡pero dicen que pronto estará bien!”

Me di cuenta por la alegría en su voz que las cosas probablemente iban a estar bien.

“Sabes, realmente suenas diferente como humano”, dije.

“¿Yo?”

“Seguro que sí”.

No estaba tan asustado como antes, para empezar. “Um… Eso es gracias a ti, Rekka”.

“¿Huh?”

“…”

No, espera un segundo. ¿Por qué estaba sonrojado?

Kokomo era un niño, ¿verdad? Quiero decir, es difícil saber si un niño pequeño es un niño o una niña a veces… pero él era un niño, ¿verdad?

“B-Bueno, una vez que regreses a tu propio mundo, mantente saludable. Tanto tú como tu madre.”

“¡Claro!” Él asintió con una sonrisa brillante en su rostro. “…”

Escuché que parte de la razón por la que realmente no podía usar su magia era que todavía era muy inmaduro. Pero Kokomo ahora podía transformarse en un humano, que era un hechizo más complejo que simplemente transformarse en una copia de algo, porque había crecido mentalmente. Si pudiera usar sus hechizos de esta manera ahora, probablemente estaría bien… pero decidí preguntar de todos modos.

“Escucha, Kokomo”.

“¿Qué pasa?”

“Si alguna vez tienes que luchar contra un enemigo realmente aterrador de nuevo, ¿qué harás?”

“Sé exactamente lo que haré. Apretaré los dientes y lucharé contra ellos con todo lo que tengo”.

Sonreí aliviado, o tal vez solo era una sonrisa normal, cuando escuché lo rápido que respondió. Para empezar, no había estado tan preocupado.

“Ya veo. De acuerdo, bueno, tal vez nos volvamos a ver algún día. Por supuesto, eso podría significar que quedó atrapado en otra historia extraña”.

“¡Eso no me molesta en absoluto!” Dijo Kokomo, luciendo un poco triste. “Espero que nos volvamos a ver algún día”.

“Si. Nos vemos.”

Y así terminé mis despedidas agridulces con todos los personajes de esta ronda de historias. Esa noche, la puerta azul de Kult envió a los tres mundos de regreso a casa.

***

El próximo fin de semana…

Estaba esperando a Hibiki afuera de una habitación en un hospital universitario en el próximo distrito escolar.

“…”

Su amiga se había despertado de su coma. Recibí la noticia hace dos días. Y tal como lo prometí, la acompañé al hospital.

Hibiki casi se había dado por vencido y se había ido a casa varias veces en el camino hacia aquí. Cada vez, la empujaba hacia adelante hasta que finalmente entraba en la habitación del hospital de su amiga. Eso fue hace casi una hora…

“Si. Te veo pronto.”

Pero ahora la puerta se abrió desde adentro y salió Hibiki. Ella me miró y pasó junto a mí. Seguí sin decir realmente nada.

“…”

“…”

Caminamos en silencio por el pasillo por un rato, luego bajamos las escaleras, pasamos la recepción y salimos del edificio.

Solo entonces finalmente pregunté: “¿Cómo te fue?”

“Bueno… Ella dice que puedo ir a verla de nuevo”.

“Ya veo.”

No había hecho nada grosero como escuchar su conversación, así que en realidad no sabía qué había sucedido. Pero mirando la cara de Hibiki ahora, la respuesta era obvia.

“Incluso alguien como yo… puede tener amigos, ¿eh?” Hibiki se susurró a sí misma con reverencia. “Oye, ¿por qué crees que es así?”

“Solo ella lo sabe”, le dije. “Pero… su deseo de ser amiga tuya probablemente superaba con creces cualquier preocupación que tuviera sobre tu peligrosidad, ¿verdad?”

“… ¿Es una forma indirecta de felicitarte por todas las chicas de tu vida?”

“¡No quise decir eso de esa manera!”

¡Eso no fue absolutamente lo que quise decir!

“Creo que podrías dejar que todo se te suba a la cabeza un poco más, Rekka. Particularmente si eso te impulsa a conectarte con una de las heroínas… ”

Cállate, R.

Como siempre, ella estaba flotando en el aire a mí alrededor. Decidir enfrentar mi linaje de frente en lugar de correr eventualmente incluyó enfrentar su futuro y la “Guerra de Todos”. Tal vez era hora de empezar a tomar en serio lo que dijo…

“¿No todos los hombres quieren un harem propio?”

…O tal vez no.

Suspiré y me rasqué la cabeza mientras caminaba con Hibiki hacia la estación. Ella vivía cerca, así que era donde nos separaríamos.

“Está bien, nos vemos más tarde”, le dije.

“C-Claro”.

“Llámame de nuevo si alguna vez necesitas ayuda”, le dije mientras saludaba y me dirigía a la estación.

“¡E-Espera!” Hibiki me agarró por la manga.

“¿H-Huh? ¿Qué es?” Me tambaleé un poco y me di la vuelta.

“E-Escucha…” Hibiki estaba inusualmente murmurando. “¡G-Gracias! … Por hoy, quiero decir. Por venir.”

“¿Qué, eso es todo?”

Supongo que solo quería agradecerme por ir con ella al hospital. Pero le había prometido que lo haría. No fue un gran problema. Aun así, no parecía haber terminado todavía, porque no me soltó.

“¿Puedo… venir a tu casa de vez en cuando?” preguntó ella, mirándome a los ojos.

“Si seguro. Básicamente somos parientes, así que ven cuando quieras”.

“Ya veo… Sí, tienes razón”.

“¿Eso es todo? Creo que mi tren llegará pronto”.

“¡O-Oh, y…! ¡Y…!”

Supongo que todavía no había terminado… “R-R-R-Re…”

“Re, ¿qué?”

Estaba tratando de decir algo pero estaba tropezando con sus palabras. Su cara se estaba volviendo más y más roja. ¿Estaba avergonzada porque estaba teniendo problemas para hablar bien? En poco tiempo, su rostro estaba tan rojo como un tomate maduro, pero luego cerró los ojos con fuerza y respiró hondo.

“¡Re-Re-Re-Rekka!”

Ella dijo mi primer nombre.

“Sí, um…” Casi le pregunto qué quería, pero luego me di cuenta de algo. “¿Huh? ¿No dijiste que estabas demasiado avergonzado para llamar a los chicos por sus nombres…? ”

“-!”

Un momento después, se sintió como una bomba explotó en mis entrañas. “¡Realmente eres un idiota!” ella gritó, y luego salió corriendo.

Ese pequeña… Ella realmente no tuvo que golpearme en el estómago. “No has crecido en absoluto, ¿eh?”

R me miró y suspiró como de costumbre.

***

Pasé el fin de semana sintiendo que alguien había atascado una piedra pesada en mi estómago.

Pero el lunes, mi mesa de la cocina estaba cargada con el desayuno que Satsuki me había preparado. Había arroz, kimchi, natto, sopa de verduras de raíz y luego ensalada de espinacas. La sopa fue sobrante de la cena de la casa Otomo anoche.

“¡Comamos!”

“A comer.”

Satsuki, Harissa y yo nos sentamos alrededor de la mesa, sin hablar de nada en particular.

Harissa terminó de comer primero. Se levantó y se puso el delantal cuando entró en la cocina. Como Satsuki había preparado el desayuno, fue el turno de Harissa de preparar el almuerzo. Parecía un gran esfuerzo adicional tener a dos personas preparando comidas separadas, pero lo habían resuelto, así que no iba a decir nada. La última vez que lo hice, me pellizcaron la mejilla por mis problemas.

Cuando terminó el desayuno, me preparé para la escuela. “Rekka, llegarás tarde si no te apuras”.

Podía escuchar la voz de Satsuki desde el vestíbulo. No era tan tarde, pero ella me conocía lo suficiente como para saber que me tomaría mi dulce tiempo sin ninguna motivación.

“Sí, ya voy”.

“Aquí tiene, señor Rekka”.

“Gracias, Harissa”.

Tomé el almuerzo que Harissa me preparó y me puse los zapatos en el vestíbulo.

“¿Olvidaste algo?”

“Por supuesto no.”

Satsuki realmente era irritante, pero nos abrió la puerta principal. Y afuera, vi una escena que conocía bastante bien.

Ya era hora de ir a la escuela.

Estas historias, el linaje de los Namidare, incluso yendo a la escuela… Una vez que decidí aceptarlas, se convirtieron en parte de lo que era normal para mí.

“Está bien, nos vemos más tarde”.

“¡Adiós!”

Harissa nos vio marchar mientras salíamos por la puerta principal.

-FIN DEL VOLUMEN 03-