Ore ga Heroine o Tasukegite

Volumen 3

Capitulo 5: Y Yo Salvo Y Soy Salvado

Parte 1

Ya superé mis preocupaciones.

Yo era débil. Pero todos compensarían mi debilidad. Cuando carecía de poder, me lo prestaban. Así fue como pude salvarlos a todos. Yo podría proteger a todos. Podría resolver estas historias.

Ese fue el camino que había elegido. Y el primer paso fue la historia del científico mágico que me había metido en todo esto.

“¡Oye, Kult!”

“Meifa… Meifa… ¿Hmm? Oh…”

Kult levantó la vista de su amante dormido aturdido. Parecía haber envejecido diez años en solo unos minutos.

“¡Anímate! Necesito tu ayuda.”

“Hmph… ¿Qué puedo hacer ahora? Solo déjame en paz.” Kult acunó débilmente el cuerpo de Meifa. “No pude proteger nada. Ni el mundo, ni siquiera el corazón de la mujer que amo…”

“¿Te refieres a las pesadillas de las que Zolphiakd estaba hablando? Estaba mintiendo”.

“¿Cómo puedes estar seguro? Si estaba mintiendo, ¿cómo pudo revivir?” Preguntó Kult.

Si Zolphiakd había logrado romper el sello y revivir, eso significaba que había conseguido la energía de la oscuridad de alguna manera. Como estaba vinculado a Meifa, parecía que el único lugar donde podría haberlo conseguido era de ella. En otras palabras, sus pesadillas.

Había lágrimas en los ojos de Kult.

“Nunca debí haberla involucrado. Nunca debí haberle dicho que ella era la única que podía sellar a Zolphiakd. Ella fue tan amable… Cuando escuchó eso, debe haber sentido que no tenía otra opción… Aproveché su amabilidad y la forcé a soportar este horrible sufrimiento. Ninguna cantidad de expiación compensará esto…”

“Entonces…” Agarré a Kult por el cuello de su bata blanca de laboratorio. “¡Solo tendrás que hacer lo que puedas!”

“¿Q-Qué?”

“Solo un cobarde se rendiría antes de que lo intente, ¿verdad?”

“Pero si Meifa se despierta y ve este desastre, se culpará a sí misma”, dijo.

“Sí”, respondí.

Meifa se había sacrificado para salvar su mundo. Ese era el tipo de persona que era. Si ella viera que Zolphiakd había revivido, seguramente se culparía a sí misma.

“Lo sé. Por eso vamos a arreglar todo esto antes de que ella se despierte”.

“¿Es eso posible?” Los ojos de Kult se abrieron.

“Para hacerlo, necesito tu ayuda”.

“…”

“Escucha, tal vez se arrepintió de haber elegido dormir por toda la eternidad, y tal vez tuvo pesadillas. Pero eso no significa que ella te culpó, ¿verdad?”

“¿Qué quieres decir?”

Era cierto que Zolphiakd había vuelto. Eso probablemente significaba que estaba teniendo pesadillas mientras dormía mucho, pero no significaba que las pesadillas fueran lo que el demonio dijo que eran.

“Cualquiera se sentiría mal después de tener que decir adiós para siempre a la persona que ama, ¿verdad?”

Nunca había tenido novia, así que tal vez no era mi lugar para hablar, pero eso no tenía importancia.

“También te dolió, ¿no? Entonces cree en ella. Cree que ella sintió lo mismo que tú. Y esta vez, ¿por qué no lo intentas? ”

“¿Intentar para qué?”

“¿Qué más?” Le di la sonrisa más brillante que pude reunir. “Un final feliz donde todos están sonriendo”.

***

Estaba en la espalda de Lea como un caballero a caballo. Como había perdido la mayor parte de su poder, ahora era lo suficientemente pequeña como para poder envolver mis piernas alrededor de su torso. Juntos, estábamos volando sobre el campo de batalla de Clayman.

Me había prestado el péndulo de zahorí de Kult y lo estaba usando para buscar a Zolphiakd. Lo hizo sonar como si fuera a ver la pelea, lo que significaba que probablemente estaba flotando en algún lugar por aquí, mirando a los hombres de arcilla y riéndose mientras se derramaban la sangre del otro…

“Rekka, lo encontré”, me dijo Lea telepáticamente. Podía ver mucho más lejos que un humano.

“Está bien, lanzaremos un ataque sorpresa desde arriba…”

“No, él ya nos ha notado también”, dijo.

“Muy bien… ¡entonces a la carga!”

“¡Entendido!”

Lea aceleró. El viento nos azotó a medida que avanzábamos. Ningún humano normal podría soportar este tipo de aceleración o este tipo de viento. Es decir, a menos que estuvieran protegidos.

Llevaba una armadura de héroe, el Infinity Reviver. Kult había eliminado su modificación para convertir la Relación de Destino del usuario en energía, y había restaurado la función original de la armadura: convertir la Relación de Destino de uno en puro poder de combate.

La bola de cristal de Kult le había dicho que la línea de sangre de Hibiki la convertía en la persona perfecta para impulsarla… ¡pero mi destino era tan loco como el de ella!

De hecho, sentía que todo mi cuerpo estaba desbordado de poder. A pesar de llevar armadura pesada, mi cuerpo se sentía ligero y flexible.

Miré mi puño cerrado y vi un aura roja ardiente. Con este tipo de poder, debería ser capaz de luchar incluso contra un demonio devorador de oscuridad.

“¡Rekka, él está tirando algo!”

El mensaje telepático de Lea me llamó la atención. Miré hacia arriba y escaneé el horizonte. Zolphiakd todavía era solo un punto en la distancia de mis ojos humanos, pero pensé que podía distinguirlo levantando el brazo que no sostenía a Hibiki. Su mano emitió un aura maligna que instantáneamente se convirtió en una lanza de pura oscuridad.

“¡Esquívalo!”

Reflexivamente me agaché. Por supuesto, Lea también lo esquivó, pero la lanza pasó justo sobre mi cabeza.

“Es rápido. Y que más…”

Sentí la inquietud en la voz de Lea y miré hacia atrás. La lanza que acababa de esquivar había dado la vuelta y se dirigía directamente hacia nosotros nuevamente.

“¡Parece que él también puede controlarlos!”

Lea rodó para esquivar la lanza que amenazaba con atravesarla por detrás. Pero una vez más, la lanza se volvió y volvió a atacarnos.

“Lea, déjame manejar esto”.

“¿Estás seguro? Todavía no has probado cuánto esa armadura realmente mejora tu poder, ¿verdad?”

“Tengo que luchar contra él de cualquier manera. Esta es una oportunidad tan buena como cualquiera para resolverlo”.

Miré a Zolphiakd, que ahora estaba lo suficientemente cerca como para ver con claridad. La lanza era solo una distracción. Si no podía manejarlo, no había forma de vencer a un demonio.

“Todo bien. Trataré de esquivar lo suficientemente cerca como para que puedas alcanzarlo”, dijo Lea. Ella entendió exactamente a lo que me refería.

Esta vez, la lanza de la oscuridad cayó sobre nosotros desde arriba como un meteorito. Lo miré y me armé de valor.

La armadura del héroe… No, “Infinity Reviver”. Préstame tu poder. Ayúdame.

En el instante en que nos cruzamos con la lanza que caía, arrojé mi puño con guante y rompí el borde de la lanza. El aura roja y el aura oscura se entremezclaron, pero fue solo por un instante.

Con un ruido como un árbol que se separa de un rayo, la lanza se hizo añicos y desapareció. Estaba hecho de energía en lugar de materia física, por lo que no quedaba nada de ella.

Pude ver los labios de Zolphiakd curvarse en una sonrisa. “¡Bueno! ¡Podemos hacer esto!”

Con la velocidad de Lea, estaría lo suficientemente cerca como para golpearlo en solo unos segundos más. Pero justo cuando estaba listo para golpear esa sonrisa en su rostro…

Lanzas apareció uno tras otro de sus dos manos. Casi al instante, había más de treinta. Esquivar o derribar a muchos no sería una tarea fácil. Tal vez este fue el final del camino para mí.

Pero más importante… “¡Hibiki!”

Cuando Zolphiakd levantó su otro brazo y la soltó, Hibiki comenzó a caer al suelo.

¡Ese bastardo! Tiró a Hibiki tan pronto como encontró un nuevo juguete para jugar. ¡Maldición!

“¡Lea!”

“¡Claro!”

Lea se sumergió al instante. Fuimos más rápidos que la gravedad que empuja el cuerpo de Hibiki hacia abajo, pero la bandada de lanzas negras todavía nos perseguía.

“¡No tengas miedo! ¡Solo concéntrate en atraparla!” Lea gritó.

“…!”

Sus palabras me impidieron dar la vuelta.

Ella tenía razón. Lea esquivaría las lanzas por mí. Mi trabajo era…

Vi a Hibiki mientras caía. De repente, sus ojos se abrieron. El rugido y la presión del viento deben haberla despertado.

“Ugh, ah… ¡Kyaaaaah!” Ella gritó cuando se dio cuenta de que se estaba cayendo.

“¡Hibiki!”

“¿R-Rekka Namidare?”

Parecía confundida cuando escuchó mi voz. Tal vez ella no me reconoció con la armadura que llevaba puesta.

Apreté las piernas con fuerza alrededor del torso de Lea y solté el anillo que había estado usando como riendas para poder extender la mano con ambos brazos. Hibiki debe haber entendido porque ella también se acercó a mí.

“¡Te mataré si me tocas en algún lugar extraño!”

“¡¿Ahora es realmente el momento de preocuparse por eso?!” Grité de vuelta.

En el instante en que Lea la alcanzó, me agarré a Hibiki.

Lea salió de su inmersión, zigzagueando a través de las lanzas.

Puse a Hibiki detrás de mí para protegerla del viento. Con mi armadura, podría evitar que la alcanzara.

“¡Agárrate fuerte!” grité.

Ella cooperó y me abrazó con fuerza. Con su agarre a mí, pude volver a usar mis manos.

El aura roja se reunió alrededor de mis puños una vez más cuando golpeé las lanzas negras.

“¡No te caigas!” Lea me advirtió cuando comenzó a subir rápidamente. Las lanzas giraron, esperando empalarnos desde abajo.

Me aferré a Lea e intenté soportar tanto mi peso como el de Hibiki con solo mis piernas. Si me relajara aunque sea un poco, ambos nos caeríamos de inmediato. ¡Esto fue más difícil de lo que esperaba!

¡Maldición! ¡Vamos, Infinity Reviver! ¡Dame más poder! ¡Juré que les daría a todos un final feliz!

“¡No dejaré que termine aquí!”

Mientras gritaba, todo mi cuerpo latía con luz roja. Sentí un gran poder surgir a través de mí. Mis piernas, que habían estado a punto de resbalar, se aferraron al torso de Lea y pude ver que el aura alrededor de mis manos se fortalecía.

Por alguna razón, sentí que realmente podía hacer esto. Relajé mi puño y moví los cinco dedos. Justo como esperaba, las luces rojas se reunieron en la punta de mis dedos. Miré a mí alrededor y conté las lanzas restantes.

“¡Vamos!”

Las balas rojas de luz que brotaban de mi mano eran más rápidas, más ágiles y más precisas que las lanzas. Mis cinco balas destruyeron fácilmente las veinte lanzas o más que quedaban.

“Buen trabajo, Rekka”.

“No…”

Lea estaba impresionada, pero no sabía por qué me había encendido de repente. En el calor del momento… ¿qué había estado pensando?