Ore ga Heroine o Tasukegite

Volumen 3

Capitulo 3: Seguros Destrozados, Anhelo De Destrucción

Parte 1

Riendo las nueces. Insectos de colores extraños. Nubes bailando en un círculo.

Ninguna de estas cosas debería haber sido posible. “¡¿Dónde estamos?!” Gritó Hibiki.

“¡No me preguntes!” Le grité de vuelta, levantando la voz por una vez.

Y seguimos gritándonos el uno al otro hasta que estábamos jadeando y sin aliento, y el calor repentinamente se fue de nuestras cabezas.

“Ugh…” Ambos suspiramos al mismo tiempo.

Supongo que realmente nos dimos cuenta de que gritar no ayudaría en nada. Y entonces intentamos echar otro vistazo alrededor.

“Hombre, este es un mundo extraño”, dijo.

“¿Alguna vez has estado en otro mundo como este?”

“No, esta es mi primera vez en otro mundo. ¿Qué pasa contigo?”

“Nunca he estado en uno tan extraño. Sin embargo, fui a uno que era un poco medieval.”

Supongo que el mundo de los jardines  amurallados de Kult  también contaba como uno, pero esta era mi primera vez en otro mundo que se sentía tan… de otro mundo.

Pero ese era exactamente el problema. “¿Por qué estamos aquí?”

“Eso es lo que quiero saber.”

“Rekka Namidare, dijiste que pasar por la puerta roja nos llevaría de vuelta a casa, ¿verdad?”

“Si. Pensarías que te llevaría de vuelta al mismo lugar, ¿verdad? ”

“Entonces, ¿qué es este lugar?”

“…Ni idea.”

Y sin una sola pista, no había forma de decirlo. “¿Qué hacemos ahora?”

“Si esperamos, Kult podría venir a buscarte”.

“Hmm… es pasivo, pero supongo que es nuestra única opción. Sin embargo, no me gusta esperar. Esta vez, vendrá tan preparado como sea posible para capturarme. Necesitamos idear un plan para detenerlo primero”.

¡Booooom!

Justo cuando comenzamos a discutir lo que haríamos a continuación, el suelo comenzó a temblar. Se sintió como si un gigante hubiera pateado de repente la montaña en la que estábamos.

“¡Jajajajajaja!” Las nueces de los árboles se rieron cuando varios de ellos cayeron al suelo.

“¿Qué fue eso?” Hibiki preguntó, pero no esperó una respuesta. Ella pasó el cepillo, cubriéndose la cabeza mientras se movía.

“¡Eh! ¿A dónde vas?”

“¡En algún lugar donde pueda ver! ¡No puedo decir lo que está pasando aquí!”

Ella tenía un punto, así que la seguí a través de la vegetación. Pronto llegamos a un camino que había sido despejado a través de la montaña.

“Si hay un camino como este, eso significa que debe haber personas,

¿verdad?” Susurré mientras miraba la sinuosa carretera. “Puede que no sean personas”, respondió Hibiki. “¿Huh?”

“Este mundo es un lugar extraño. Tendría sentido si hubiera criaturas aquí que no fueran humanas”.

“… Tal vez, sí”.

Sin embargo, preferiría que lo fueran.

Si nos topamos con algo, al menos esperaba que no dará miedo.

Pero entonces la montaña volvió a temblar, interrumpiendo mis pensamientos. Fue seguido por un murmullo asustado desde los lados de la montaña.

“Son esas nueces…”

¿Por qué esas nueces espeluznantes actuaban tan asustadas? Las nueces a nuestro alrededor comenzaron a murmurar también.

… ¿Estaba surgiendo algo desde abajo? “Esto suena mal… ¡Vamos a escondernos!”

“Estoy contigo”, dijo Hibiki.

Asentimos el uno al otro y nos agachamos en los arbustos justo fuera del camino.

Y luego subió la montaña, sobre las copas de los altos árboles.

Escondidos en los arbustos de abajo, vimos cómo escalaba la montaña con facilidad. Al principio solo parecía una bola blanca, pero a medida que se acercaba pude ver que parte de ella brillaba. Cuando se acercó aún más, me di cuenta de que era una cola dorada. Nueve colas, de hecho. Cada uno de ellos brillaba mientras pasaba a cuatro patas.

Era…

“¿Era un zorro?”

Ciertamente parecía un zorro, pero no podía estar seguro. Quiero decir, era cinco veces más grande que los leones en el zoológico. Sus colmillos eran grandes y afilados, y sus enormes ojos eran del tamaño de mi cabeza.

Esta enorme criatura zorro saltó por el sendero de la montaña, desapareciendo rápidamente sobre nuestras cabezas. Observamos con asombro cómo sus nueve colas retrocedían en la distancia.

“Nueve colas… ¿Era un zorro de nueve colas?” Hibiki preguntó. “¿Un zorro de nueve colas?” Estaba confundido por su pregunta. Ella me miró como si fuera un completo idiota.

“Tengo mejores cosas que hacer que darte la explicación completa, pero es un monstruo legendario que causó mucho daño en India, China y Japón.

Por supuesto, esto podría no ser el mismo de nueve colas que en nuestro mundo, pero probablemente aún sea más seguro mantenerse alejado”.

“Si.” Tampoco quería acercarme a esa cosa. “Si subía la montaña, tal vez deberíamos bajar”.

“Tienes   razón. Mientras caminamos, podemos buscar puntos  para interceptar a Kult Graphimore”.

Y luego las nueces comenzaron a susurrar de nuevo. “¡¿Ahora qué?!” grité. Me estaba hartando un poco de esto.

“No fue un gran ruido como el último. Retrocedamos  y veamos qué sucede”.

“Bien”.

Los dos nos agachamos de nuevo.

Lo que vino luego a la montaña fue tan extraño como el zorro de nueve colas. Quizás incluso más raro.

“¿Es eso un mapache? ¿Una nutria?” Yo pregunté.

“Tiene un plato en la cabeza. Eso definitivamente es un kappa”.

“Ese tiene una rueda en su cara…”

“Es un gran ciempiés”.

“Veo una pared de roca corriendo. Pero es lento”.

“Una mujer fría y hermosa… ¿Una mujer de nieve?” Esto continuó y continuó.

Vimos como docenas, si no cientos, pasaban junto a nosotros. La mayoría de ellos eran monstruos que no parecían humanos en absoluto.

“Parece que este es un mundo para los monstruos japoneses, ¿eh?” Hibiki susurró tan pronto como todos pasaron.

El zorro de nueve colas también era un monstruo japonés, supuestamente, por lo que parecía estar en algo.

“Una montaña de monstruos japoneses, ¿eh?”

Volví a mirar la montaña, pero esta vez había una columna de fuego.

Espere. ¿Una columna de fuego?

Luego hubo un fuerte rugido, seguido de gritos. Sentí algo familiar: la sensación de batalla.

“¿Quizás ese zorro de   nueve colas está peleando con los otros monstruos?”

“Tal vez. Pero parecía que lo estaban persiguiendo… ”

“¿Cuál es esa columna de fuego entonces?” Yo pregunté.

“Son   monstruos    japoneses.    Probablemente    puedan    usar   la   magia japonesa”.

“¿Magia japonesa…?”

Tan pronto como pregunté, una bola gigante de hielo cayó del cielo.

La batalla en la cima de la montaña se estaba volviendo más feroz. Si quedamos atrapados en eso, no duraríamos un instante.

“¿Deberíamos correr, Hibiki?”

“Si. Nos retiraremos y nos prepararemos para interceptar a Kult”.

Con un curso de acción, rápidamente nos dirigimos hacia la montaña para salir del peligro.

“Eso nos costó tiempo. Tenemos que darnos prisa y poner una trampa,” dijo Hibiki mientras nos movíamos.

“¿Dónde?” Yo pregunté.

“Buscaremos un buen lugar mientras corremos. No caerá en el mismo truco dos veces, así que esta vez necesitamos… ”

Mientras hablábamos, llegamos a una curva en el sendero de la montaña, justo a tiempo para que un pequeño zorro saltara frente a Hibiki.

Iba demasiado rápido para detenerse a tiempo. “¡Uwah!”

“¡Yip!”

Chica y zorro chocaron, ambos gritando. Escuché un tonto ruido de “poof”, y mi visión se oscureció casi instantáneamente por el humo rosa.

“¡¿H-Hibiki?!”

¿Qué era este humo rosa? No pude ver lo que había sucedido. “¡Maldición!”

Hice todo lo posible para alejarlo de mí, pero se me escapó de los dedos. De repente, desapareció tan rápido como llegó.

Y luego vi a Hibiki tirado en el suelo. “¡Hibiki!”

“……”

Me lancé a su lado, pero ella guardó silencio. “¡Hibiki! ¡Ey, despierta! ¡Hibiki!”

“… Mmm”.

Finalmente hubo una pequeña respuesta mientras continuaba gritando. Me sentí aliviado de que ella estuviera bien… pero luego noté algo extraño.

“Mmm…”

Sacudida, sacudida.

Mientras respiraba, las orejas de zorro que habían aparecido en su cabeza se movieron.

“Umm…”

¿Desde cuándo Hibiki tenía orejas de zorro? “R, ¿qué pasa con esas orejas?”

“Lindo,  ¿no?  Me  gusta  el  contraste  entre  esto  y su  comportamiento normalmente frío.”

“¿De qué estás hablando?”

“Es super moe”.

No… No sé cómo puede ser realmente para alguien decirlo con tanta indiferencia.

Mientras me sentaba allí y la abrazaba, Hibiki de repente gimió en mis brazos y lentamente abrió los ojos.

“Hibiki, ¿estás despierta?”

“… ¿Hibiki?”

Mientras susurraba débilmente su propio nombre, se miró el cuerpo y las extremidades. Luego se puso pálida.

“Esto es… ¡Oh no! ¡Lo hice otra vez!”

“¿Hiciste qué?”

¿Qué estaba pasando aquí?

“¿Qué  hago?  ¿Qué  hago?”  Hibiki  parecía  extrañamente  confundida mientras murmuraba para sí misma.

¿Qué en el mundo…? “Hey… ¿Hibiki?”

“¡Hyah!” Los hombros de Hibiki saltaron cuando ella me miró con miedo.

Su cara estaba pálida. Ella también estaba temblando y comenzando a llorar.

“Hace un poco de calor, ¿no?” Dijo R. “Sí, realmente es… ¡Espera, no! ¡No es!”

Le tiré un uppercut a R por interrumpir. Ella lo esquivó. “¡Aahh…!”

Correcto. Hibiki no podía ver a R. Parecía aterrorizada por el chico que acababa de empezar a gritar y golpear el aire.

“Waahh…”

Pero… tenía demasiado miedo, ¿no? No estaba seguro de cómo manejar este nuevo lado suyo.

“¿De qué estás hablando? Vamos, Hibiki, dime.”

“Waah… Hibiki está inconsciente en este momento”.

“¿Qué? ¿De qué estás hablando?”

“Mi nombre es Kokomo”.

“… ¿Eh?”

No sabía a qué se refería, así que estoy seguro de que solo parecía más confundido. Pero aun así, de alguna manera, podría decir…

La historia se había vuelto aún más complicada.

Justo entonces, llegó otro fuerte estruendo desde la cima de la montaña. “Wow, un rayo esta vez, ¿eh?”

Cuatro rayos se habían unido, golpeando la tierra. Incluso desde donde estaba parado, pude  ver que habían  sacado un  trozo gigante de la montaña.

Necesitábamos alejarnos de aquí. Rápido. “¡Oh no! ¡Tengo que darme prisa!”

Pero Hibiki hizo algo que no esperaba. “¿Huh?”

Antes de que pudiera preguntarle por qué tenía prisa, comenzó a correr la montaña a toda velocidad.

“¡Hey, espera!”

“¡Lo-Lo siento, pero tengo prisa!”

“¡Idiota! ¿No se suponía que íbamos a bajar la montaña?” Grité mientras la seguía.

¡Argh! ¡Ya no sabía lo que estaba pasando! “¡Dime por qué volveremos a subir, Hibiki!”

“¡Te lo dije, no soy Hibiki! ¡Cuando me estrellé contra ella, mi magia de posesión se salió de control y nos combinamos!”

¿Chocar contra ella? ¿No es Hibiki? ¿Posesión de magia? ¿Combinación? Pensé en cómo se había encontrado con el zorro en la curva del camino.

… ¿Entonces Kokomo era ese pequeño zorro? ¿Era también un monstruo japonés?

“Ya veo. Entonces eso es lo que pasa con las orejas de zorro, ¿eh? Son bastante bonitas, ¿no?”

Claro, habíamos resuelto el misterio de las orejas de zorro, ¡pero los comentarios de R eran tan relajados como siempre!

Especialmente porque este zorro Kokomo estaba a punto de atrapar a Hibiki en una batalla de monstruos.

“¡Entonces solo deshace el hechizo y sal del cuerpo de Hibiki!”

“¡No puedo deshacerlo yo mismo una vez que se sale de control!” “¡Entonces al menos deja de correr!”

“¡No puedo hacer eso! ¡Yo… me tengo que ir! ¡Todos me necesitan! ¡Así que lo siento!”

Kokomo se había estado disculpando todo este tiempo, pero no estaba disminuyendo en lo más mínimo. No estaba seguro si la magia de posesión estaba haciendo a Hibiki más fuerte o si ella era tan fuerte para empezar, pero estaba corriendo hacia la montaña como si no fuera nada.

En cuanto a mí, estaba llegando a mi límite. Mis puntajes en la carrera de resistencia de la escuela intermedia habían sido inferiores al promedio…

“¡Gwah… aah… aah…! ¡Maldición!”

Pero si los dejo escapar ahora, ¡no se sabe qué pasaría con el cuerpo secuestrado (?) De Hibiki! ¡Iba a seguirla sin importar qué!

“… ¡Maldición! ¿Qué está pasando en esta montaña? ¡Al menos dime eso!”

El precio de gritar fue que me quedé sin aliento en los pulmones. Empecé a toser.

“Mi mamá… ¡El líder de los zorros de nueve colas inhaló un poco de veneno ki y se salió de control! ¡Todos en este país lo saben!”

¡Lo que sea! ¡Soy de la Tierra!

Sin embargo, no me quedaba el aliento para gritar. Me redujeron a jadear. Mi cerebro se sentía caliente y lento, y me dolían tanto los pulmones que pensé que podrían estallar.

Espera un segundo… Si ella era “la líder de los zorros de nueve colas”, eso tenía que significar que era la zorra de nueve colas que vimos antes, ¿verdad? Estaba empezando a ver lo que estaba pasando.

“En otras palabras, ¿los monstruos están tratando de detener al zorro de nueve colas, tal vez?” R ofreció, sin ser invitado como siempre.

Pero estuve de acuerdo con ella.

Comprendí la situación más o menos, pero todavía había algo que me desconcertó. Y esa fue la razón por la que este tipo Kokomo se dirigía al campo de batalla.

¿Qué  tan  lejos  hemos  llegado  a  la  montaña?  Levanté  la  vista  para comprobar… justo a tiempo para ver que algo grande caía hacia mí.

“¡Dwaaahh!”