Hai to Gensou no Grimgar

Volumen 3

Capitulo 6: La Votación

“Muy bien, entonces lo pondremos a votación.”

Una noche había terminado… y ahora era de noche de nuevo.

Habiendo obtenido una buena ganancia en su trabajo de soldado voluntario durante el día y haberse retirado a un rincón de la Taberna Sherry, como de costumbre, Haruhiro y su grupo estaban planeando nuevamente hoy.

Habían pedido bebidas, que ya estaban sobre la mesa, pero nadie las había tocado.

Haruhiro miró los rostros de cada uno de sus camaradas.

Ranta tenía los brazos cruzados, viéndose engreído y autoimportante.

Moguzo debe haber estado bastante tenso, porque tenía una mirada severa en su rostro.

Shihoru estaba mirando hacia abajo.

Yume parecía que estaba orando para que esto terminara pronto.

Mary parecía que estaba manteniendo la calma.

Haruhiro suspiró profundamente. “El tema es si participamos o no en la orden para la Operación «Serpiente de Dos Cabezas». Todos los a favor, levanten la mano.”

“¡Sí!” Ranta inmediatamente levantó ambas manos.

Moguzo lo siguió.

Yume mantuvo su mano al nivel de la mesa, levantándola un poco y luego bajándola de nuevo.

Mary se mantuvo rígida e inmóvil.

Cuando Haruhiro levantó suavemente su mano, Shihoru levantó la suya, como si estuviera siendo arrastrada.

“…Eh,” dijo ella, mirando hacia atrás y adelante de su propia mano a la de Haruhiro.

“…Hoh,” Yume dejó escapar un extraño sonido de sorpresa.

Los ojos de Mary se agrandaron: “…¿Eh?”

Moguzo parpadeó repetidamente, inclinando su cabeza hacia un lado, “¿Hm?”

“Qu…” Ranta saltó de su silla, sus ojos se movieron rápidamente mientras contaba el número de manos. “Uno, dos, tres, cuatro, cinco… ¡¿Cinco?!”

“No, Ranta, solo contaste tus dos manos,” dijo Haruhiro.

“¡¿Eh?! ¡No lo hice! ¡Como si haría eso! No, espera, tal vez lo hice. Si, lo hice. Entonces, ¿entonces qué, son cuatro? Cuatro. Eso es una mayoría, eh.”

“Sí, en cierto modo lo es,” dijo Haruhiro. “Así que, eso lo resuelve. Aceptaremos la orden.”

“B-Bien,” dijo Ranta, pareciendo incrédulo.

“¿Qué?” Preguntó Haruhiro. “Es lo que votamos. No debería haber problema.”

“No tengo ningún problema con eso… ¡Pero, espera! ¡Haruhiro! ¡¿Estás o favor?! ¡¿Qué ha provocado eso?!” Ranta exclamó.

“No «o». Quieres decir «a», ¿verdad?”

“¡Cállate! ¡Eres un dolor! ¡Realmente no importa! ¡Eres un cobarde hasta la médula, así que si votas a favor, ¿qué estás tramando?! ¡No, no me lo digas! ¡Lo tengo! ¡Ya te entendí! ¡Apuesto a que estaba claro que perderías la votación incluso si votaras en contra, por lo que pensaste que sería menos duro si votaras a favor, o algo así! ¡En el banco , ¿verdad?! ¡Eso es como tú!” Ranta le dio palmadas a Haruhiro repetidamente en el hombro.

Eso duele, ¿sabes? Cuando me golpeas así. Espera un poco, ¿quieres? Me estás volviendo loco. ¿Por qué tienes que ser tan mal educado? ¿Es porque eres Ranta?

“…No solo decidas eso,” dijo Haruhiro, apartando la mano de Ranta. “Eso no es lo que estoy pensando en absoluto. Además, si no hubiera estado a favor, no habríamos tenido la mayoría.”

“No seas tan exigente con cada pequeña cosa,” se burló Ranta. “¿Qué eres, una lupa?”

“Las lupas no hablan.”

“Mira, eso se llama ser quisquilloso.”

“Eres demasiado impreciso.”

“¡No sudo las cosas pequeñas, así que llámame magnánimo!” Exclamó Ranta. “¡Significa real! ¡Porque soy digno de ser un rey!”

“No, no significa eso,” Mary lo corrigió fríamente.

Con un: “Urkh…” Ranta se quedó en silencio, aunque solo momentáneamente. Se recuperó rápidamente. “¡¿Bueno, entonces qué?! ¡Haruhiro! ¡¿Por qué votaste a favor?! ¡Sácalo! ¡Vamos, vomítalo!”

Yume hizo una mueca. “Eso es sucio…”

“…Sí… Su misma existencia lo es…” dijo Shihoru, mirando a Ranta como si fuera algo impuro.

Espera, ¿su propia existencia lo es? Haruhiro pensó. ¿No fuiste un poco dura ahí, Shihoru? Bueno, a Ranta no parece importarle, así que está bien, supongo. Aún así, es impresionante que él pueda tomar eso. Si ella me dijera eso, me deprimiría y probablemente no me recuperaría por un tiempo.

“Me gustaría saber…” Moguzo tomó un sorbo de su cerveza. “También me gustaría saber su razón para eso… ¿tal vez? Pensé que te estabas oponiendo porque estabas preocupado por todos nosotros. Ya sabes… ya que eres nuestro líder.”

“¡Sin embargo, es una basura en eso!” Ranta bebió su cerveza, luego soltó una carcajada.

“Eso no es cierto,” protestó Moguzo. “¡Haruhiro-kun está haciendo todo lo posible por nosotros!”

“¡Sí, sí! ¡Moguzo tiene razón! ¡Haru-kun está haciendo un gran trabajo,” agregó Yume.

“…Yo también lo creo,” dijo Shihoru.

“Estoy de acuerdo,” Mary terminó.

“¡¿Qué es esto?!” Gritó Ranta. “¡¿Me atacan en grupo?! ¡Bueno, no me importa, no me importa ni un poco! ¡Vengan aquí!”

Haruhiro se tapó la boca con la mano. Hombre, debo tener la sonrisa más tonta en mi cara ahora mismo. De alguna manera, ¿tienen una opinión más alta de mi trabajo de lo que yo esperaba…? Bueno, la opinión de Ranta estaba un poco fuera de lugar. Por otra parte, el propio Ranta está un poco fuera de lugar.

Pero este no es el momento de sentirse mareado al respecto.

Haruhiro tosió educadamente. “Había varias razones…”

Como estar preocupado por Choco.

No sabía mucho sobre el grupo de Choco, pero estaba seguro de que no eran novatos muy competentes como el Team Renji. Si lo fueran, los otros soldados voluntarios habrían hablado de eso, y Haruhiro se habría enterado.

El grupo de Haruhiro no era particularmente fuerte, pero si un grupo aún más inexperto planeaba unirse a una operación para atacar a orcos, eso era simplemente imprudente. Era claramente demasiado peligroso.

Dicho eso, incluso si se unieran a la operación también, eso no significaría que podría proteger a Choco. Después de todo, no estaban en el mismo grupo. Pero si estuviera cerca cuando algo sucediera, podría ayudar un poco.

Aunque no puedo decir eso.

No puedo decirle eso a mis camaradas, por supuesto.

Además, estar ahí solo era una ventaja añadida.

Más que nada, Haruhiro había decidido que debían aceptar la orden por su propio bien.

“Primero, está la recompensa,” dijo. “El hecho de que obtendremos un oro entre el adelanto y el resto del pago al finalizar es una buena oferta por el trabajo. Si no se concluye en un día, a partir del segundo día recibiremos un estipendio de 30 platas por día. Además, también puede haber una compensación especial otorgada en el campo, ¿verdad, Ranta?”

“Sí,” dijo Ranta, encogiéndose de hombros. Probablemente estaba tratando de verse genial, pero no se veía así. “Si derrotamos a enemigos fuertes, como sus comandantes, supongo. Parece que hay muchas cosas así.”

“Bueno, no creo que tengamos que apuntar activamente hacia ellos si eso significa arriesgarnos mucho,” dijo Haruhiro, golpeando sus manos sobre la mesa. “Ese es el punto.”

“¿Hmm?” Preguntó Yume, arrugando el rostro e inclinando la cabeza hacia un lado. “¿El punto de qué”

“Ya sabes, por esta orden, nos pagan solo por participar en ella, ¿verdad?” Preguntó Haruhiro. “Incluso si podemos lograr, o no lograr nada, recibiremos el pago fijo. Si las cosas se ven mal, no tenemos que hacer ninguna locura.”

“¡Eres un cobarde sin agallas!” Ranta le sacó el dedo y la lengua. “¡Perdedor!”

“Llámame como quieras. No me importa en lo más mínimo.”

“¡Haruhiro, eres débil!” Gritó Ranta.

“Sí, sí.”

“¡Eres un pedazo de mierda!”

“…Vamos, hombre.”

“¡También eres pequeño!” Agregó Ranta.

“¡Eso no tiene nada que ver con esto!”

“¿Pequeño…?” Preguntó Yume, hinchando una de sus mejillas e inclinando su cabeza hacia un lado.

“…Y-Yume, eso quiere decir…” comenzó Shihoru.

¿Qué estaba tratando de explicarle Shihoru en un susurro? Haruhiro no podía decir que no tenía curiosidad.

“Como sea,” dijo Haruhiro, rascándose la cabeza.

Había agonizado mucho antes de tomar esta decisión. Descubrir que el grupo de Choco estaría participando en la operación le había dado una excusa. Solo había sido eso, una excusa; no había sido el factor decisivo. Esta era la decisión a la que había llegado después de tanto agonizar.

“En lugar de tratar de lograr un despliegue glorioso de heroicidad, es mejor que todos salgamos de esto de forma segura,” dijo Haruhiro. “Eso es lo que pienso. Pero nuestra línea de trabajo no es tan fácil como para poder superarla sin correr ningún riesgo. Si queremos vivir más tiempo en este entorno hostil, tenemos que ser más fuertes. Necesitamos construir más experiencia. Dicen que no eres un verdadero soldado voluntario hasta que mates a un orco. Así que llegará un momento en el que tendremos que desafiarnos para enfrentar a los orcos. En ese caso, ¿por qué no hacerlo ahora? Durante esta operación, tendremos otros soldados voluntarios con nosotros, así que no es una mala situación hacerlo, ¿no?”

Shihoru tragó saliva.

Yume dijo: “Ohh,” sus ojos se ensancharon con emoción.

Moguzo miró fijamente a Haruhiro mientras Mary escuchaba en silencio.

“Jeh, je, je, je, je, je…” Ranta de repente puso una sonrisa malvada. “¡Wajajajaja! ¡Gwajajajaja! ¡Haruhirooo! Reaaaaaalmente no tienes esperanza, en serio, un lamentablemente patético pollo, ¿eh? ¿No estás avergonzado de estar vivo? ¿Hmmmm?”

“…De regreso a ti. Me sorprende que puedas vivir con esa horrible personalidad tuya.”

“¡¿Horrible personalidaaaaaad? ¿Ehhhhhhhhh? ¿De qué estás hablandoooooo? Solo lo digo como es, ¿sabeeeeeees?”

Si veo esa línea la próxima vez que esté detrás de Ranta, lo apuñalaré sin dudarlo.

Bueno, por ahora, tengo que contenerme. Sí. Bueno. Paciencia, paciencia, paciencia, paciencia. Si le sigo la corriente, empeorará. Ignoralo.

“Además,” dijo Haruhiro en voz alta, “di lo que quieras sobre nosotros, somos el grupo que mató a Death Spots. Y la fortaleza esta vez se llama Capomorti. Morti también significa muertes, los nombres significan algo parecido. No lo sé, ¿no creen que es una señal? Podría ser.”

“¡Guau!” El enorme cuerpo de Moguzo se inclinó hacia atrás. Debe haberse sorprendido, pero terminó sorprendiendo a Haruhiro también. “A-Ahora que lo mencionas, tienes razón! ¡Capomorti…! ¡Nunca me di cuenta…!”

Yume se veía emocionada. “Whoo. Yume también. Yume también. Está bien. Death Spots y Capicatí, puede que tengan algo similar. Pero Death también suena como DEP, ¿eh?”

“…No Capicati, Capomorti, ¿de acuerdo?” Haruhiro la corrigió, como si fuera por algún sentido del deber. “El ‘death’ de Death Spots’ y en su lugar ‘DEP’ están un poco cerca, aunque… De todos modos, Yume, ¿estás en contra de esto después de todo?”

“Hmmmnya,” dijo Yume. “Si todos dicen que lo van a hacer, ya sabes, Yume pensará que está bien intentarlo también.”

“¿Y tú, Mary?” Preguntó.

Mary asintió con algo parecido a una sonrisa. “Si eso es lo que todos decidieron, estoy de acuerdo con eso. Haré todo lo que pueda para mantenerlos vivos a todos.”

“¡Y-Yo, también!” Moguzo golpeó su pecho. “¡Mi papel es diferente al de Mary, pero si hago bien mi trabajo, eso ayuda a proteger a todos! ¡Lo haré! ¡Trabajaré duro!”

“Bueno, entonces,” sonrió Ranta. “Es unánime. Todos están muy a favor, ¿verdad?”

Ranta, el hombre con una sonrisa que enoja a la gente. Oh, cómo envidio ese regalo suyo.

No, en realidad no.

Nunca lo envidiaría.

Haruhiro levantó su jarra de porcelana llena de hidromiel. “Vamos con eso.”