Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 14

Capítulo 6: El Paradero De Las Hermanas Reales 

El día después de que Christina y Flora fueron enviadas al bosque de Paladia, las dos caminaron silenciosamente por el bosque durante las horas de la tarde, tratando de salir. Aunque tomaron algunos descansos, habían estado caminando continuamente desde la mañana.

La magia curativa de Flora podía aliviar su fatiga física, pero no se podía hacer nada con respecto a su fatiga mental. Estar arrinconados en una situación extrema como esta, además de pasar por la conmoción de Flora siendo mordida por una araña en la mañana, significaba que habían superado los límites de sus mentes.

“¿Cómo estás, Flora?” Preguntó Christina, deteniéndose con frecuencia para ver a Flora mientras caminaba detrás de ella.

“Estoy bien.” Flora asintió con una sonrisa valiente, sudando profusamente. “Has estado asombrado por un tiempo”.

Aunque solo se tomaron un descanso hace un momento.

“Ehehe… Umm, creo que puedo tener un poco de hambre. Parece que no tengo mucho apetito cuando camino”.

“Lo siento, perdí la noción del tiempo. Vamos a comer.”

Habían estado tan preocupados por caminar que probablemente su sentido del hambre se había adormecido. Sin embargo, seguramente tenían que estar hambrientos; su capacidad de pensar en declive era prueba de ello.

“Okay.”

Aunque sonrió alegremente, el cansancio se reflejó en el rostro de Flora. Christina dejó descansar a Flora mientras ella misma preparaba la comida.

El menú era el mismo que ayer por la tarde, ayer por la noche y esta mañana: granos hervidos con carne en conserva en una sopa sazonada con sal, junto con pan duro y seco.

Para empezar, no era muy delicioso, pero lo habían comido cuatro veces seguidas. Definitivamente ya estaban aburridos de eso, pero no estaban en posición de quejarse.

Realmente hace que uno se dé cuenta de lo lujosa que fue la comida que sir Amakawa y Orphia prepararon en nuestro viaje.

Christina miró la sopa hirviendo con pensamientos contradictorios, pero este no era el momento para perderse en sus sentimientos. Se recompuso y se dio la vuelta para buscar a Flora, que descansaba detrás de ella.

“Está casi listo, Flo… ¡¿Flora?!”

Palideció al ver a su hermana pequeña envuelta en una manta, desplomada sin fuerzas en el suelo. Abandonando su cocina, corrió hacia ella.

“Hah… Hah… ¿Christina?” Flora respondió, respirando con dificultad. “¿Qué ocurre?”

“Estoy bien. Estoy un poco cansada”.

“Pero estás sudando mucho. ¿Por qué estás envuelto en una manta?”

Christina sacó su pañuelo y empezó a limpiar el sudor de Flora. Luego intentó levantar la manta, pero…

“Estoy bien. Tengo frio.”

Flora se negó a soltar la manta. Se acurrucó en una bola, sacando solo su cara sonrojada. Sus ojos parecían estar desenfocados, sus pupilas temblaban somnolientas.

“… Muéstrame lo que hay debajo de la manta”.

Christina tuvo un mal presentimiento y se detuvo un momento antes de agarrar la mano de Flora. Luego, levantó la manta una vez más. Flora se había rendido o no le quedaba energía para oponerse, ya que la manta se levantó fácilmente.

“Desde nuestro último descanso, mi cuello de repente comenzó a sentirse caliente… Así que estaba echando purgo y cura debajo de la manta…” Flora explicó con voz débil. El área donde fue mordida por la araña esta mañana se había vuelto negra gradualmente.

“… Lo siento”, se disculpó Christina, con la voz cargada de pesar. Había estado tan desesperada por dejar el bosque que no se había percatado de la anomalía en Flora que normalmente le habría resultado evidente.

No puedo creer que caminamos durante horas mientras el veneno fluía por su cuerpo…

¿Por qué Flora no dijo nada hasta ahora? Quizás fue porque decir algo no habría ayudado.

“¿Por qué te disculpas, Christina? Yo soy el que lo siento… en realidad no tenía hambre, solo quería descansar un poco…”

“Oh, Dios… Qué tonta. Deberías haberlo dicho”. Abrumada por su impotencia, Christina contuvo las lágrimas. En realidad, se estaba llamando tonta.

“Pero…”

“Sin peros. ¿Puedes beber agua? ¿Qué hay de la comida?”

“Agua…”

“Aquí.”

Colocó la taza contra la boca de Flora y la dejó tragar el agua.

“Lo siento, no creo que pueda comer. Aunque te tomaste la molestia de cocinar…” Flora se disculpó con una mirada de dolor.

“Eso no importa en absoluto. Yo te llevaré de ahora en adelante. Tenemos que dejar el bosque lo antes posible…” El veneno que roía el cuerpo de Flora no parecía ser letal, pero no se sintió aliviada en absoluto. Tuvieron que irse de inmediato.

Llevaremos un poco de comida, pero tendremos que dejar el resto atrás.

Christina miró sus provisiones antes de apagar rápidamente el fuego calentando la sopa y organizando sus pertenencias. Partieron de la zona poco después.

***

Pasó una hora. Christina cargó a Flora en su espalda mientras caminaba, con la esperanza de dejar el bosque lo antes posible. Parecía que Flora se estaba acercando a su límite: su fiebre alta la había dejado tan exhausta que en ese momento estaba inconsciente.

“Hah… Hah…” Christina jadeó. Su fatiga se había estado acumulando todo este tiempo, pero ahora estaba cargando a otra persona a través del bosque irregular encima de eso.

Como sus tacones altos no eran adecuados para caminar, los había tirado. Caminar descalza significó pisar rocas y ramitas que la lastimaron, haciéndole sangrar los pies y protestar de dolor.

El aire en el bosque era fresco, pero el caminar constante dejó su cuerpo enrojecido. También sudaba mucho, lo que hacía que su vestido se le pegara incómodamente. Con Flora y su fiebre alta cargada a la espalda, la tela estaba completamente empapada.

Sin embargo, Christina no se arrepintió de eso en lo más mínimo mientras caminaba. No ralentizó su paso en absoluto. De hecho, cada vez que sentía que estaba luchando, aceleraba como para regañarse a sí misma por ello.

Caminó sin cesar por el bosque así, paso a paso, procediendo con una voluntad de hierro. Sin embargo—

“¡Aaa!”

Christina tropezó con una planta, perdió el equilibrio y cayó pesadamente hacia adelante con Flora a la espalda.

“Ugh, eso duele… ¿E-Estás bien, Flora?”

Se apresuró a mirar hacia Flora, pero no mostró signos de despertarse. Su respiración era agitada y todavía estaba completamente débil.

Tengo que levantarme…

Christina sostuvo su cuerpo con sus delicados brazos, logrando de alguna manera levantarse. Su elegante vestido estaba empapado por el sudor y absorbía la suciedad del suelo, pero no le dio ni un solo pensamiento.

Pero era difícil usar sus brazos en este punto. Mientras su mente aguantaba, su cuerpo gritaba en protesta. Era casi como si estuviera usando pesos pesados. Estaba llena de ganas de caer de bruces.

Tenemos que dejar el bosque rápidamente. ¡Por el bien de Flora!

Christina forzó la fuerza en sus brazos a través de su pura voluntad. Después de un momento, logró ponerse de pie, aunque temblaba como un cervatillo recién nacido.

Me levanté… ¿Pero hacia dónde caminaba? Desde que caí hacia adelante, fue así. Pero debería trepar a un árbol para confirmar nuestra dirección pronto.

Quizás no le había proporcionado a su cerebro suficientes nutrientes, ya que sus pensamientos finalmente se estaban embotando. Por un breve momento, perdió por completo la noción de sus pensamientos y tuvo que volver a concentrarse. Estaba llena de incertidumbre sobre la dirección en la que se estaban moviendo.

Se habían subido a un árbol para comprobarlo antes, pero definitivamente no lo habían hecho con tanta frecuencia como lo había hecho Rio mientras se trasladaban de Cleia a Rodania.

¿Y si hubiera cometido un error? ¿Y si no pudieran dejar el bosque hoy por eso? ¿Y si fueran atacados por bestias o monstruos? Christina ni siquiera podía crear agua con magia en su estado actual. E incluso si se despreciaba de sí misma, ¿podría Flora pasar otra noche en este bosque?

Estaba segura de que había estado preparada mentalmente para dejar el bosque, pero esa única incertidumbre se convirtió en la base de todas las demás preocupaciones en la parte posterior de su cabeza.

¿Qué tengo que hacer…?

¿Y si no podía salvar a Flora, a pesar de que estaba aquí a su lado? Christina palideció al imaginarse que ocurría el peor de los casos.

“… Debería comprobar a dónde vamos”. Sacudió furiosamente la cabeza como para alejar sus incertidumbres, luego expresó su tarea actual para animarse a sí misma.

“Lo siento, Flora. Por favor, descansa aquí un rato”. Christina dejó a Flora contra el tronco de un árbol y se acercó a un árbol cercano que parecía fácil de escalar. Luego, lentamente comenzó a escalar el árbol.

El sol aún no se había puesto. Aunque le preocupaba que fuera imposible dejar el bosque al final de hoy, continuó escalando.

Finalmente, llegó a la cima del árbol. Estoy cansada…

Christina buscó primero la posición del sol. Todavía estaba brillante, pero la puesta de sol seguramente ocurriría en las próximas horas.

A continuación, miró a su alrededor a su alrededor.

El humo está cerca… Puedo ver el borde del bosque.

Vio el humo al que se dirigían como un signo de civilización. En las lejanas profundidades de su vista, pudo ver dónde terminaban los árboles. Significaba que el momento de dejar el bosque finalmente estaba cerca.

“Podemos irnos… ¡Podemos irnos! Es el fin del bosque… tengo que volver a bajar”, dijo Christina con voz ronca, tragando saliva. Con un ligero sobresalto, comenzó a bajar del árbol.

“Christina…”

Cuando llegó al suelo, Flora se había despertado.

“¡Flora! Gracias a Dios, estás despierta… Vi el borde del bosque. Hay un asentamiento justo al lado. Pronto podremos salir del bosque”, dijo Christina con alivio.

“¿E-En serio? Genial…”

“Lo es. Vamos. Vamos, te llevaré. ”

“Primero, la taza. Procreo Aqua. Toma, por favor bebe.”

Flora inmediatamente sacó una taza de la manta que se usaba para transportar suministros y recitó un hechizo para llenarla de agua. La taza se llenó de agua saliendo del pequeño círculo mágico.

“… Bebe primero”. Christina negó con la cabeza lentamente y empujó la taza hacia Flora.

“Has estado caminando todo este tiempo, así que bebes primero. Haré más para mí”. Flora sonrió débilmente y tomó la otra taza, llenándola con otro hechizo para crear agua.

“Gracias”, dijo Christina con una reverencia, llevándose la taza a la cara con elegancia. Sin embargo, parecía que estaba severamente deshidratada, ya que se lo tragó todo a la vez.

“Uf… siento que me han revivido”, dijo Christina aturdida.

“Me alegro. Creo que me siento un poco mejor ahora, gracias a que me cargaste todo este tiempo”, dijo Flora mientras tomaba un sorbo de su taza.

“Tu fiebre parece subir cuando mueves tu cuerpo. Todavía tienes un poco de fiebre, así que déjame que te siga cargando. Si a pesar de eso duele, avísame”.

“Está bien… Muchas gracias”, dijo Flora en tono de disculpa. Los dos continuaron rehidratándose durante unos minutos antes de partir para salir del bosque.

No mucho después de que Christina comenzara a caminar, Flora cayó en un sueño profundo como si hubiera vuelto a perder el conocimiento, pero estaban casi fuera del bosque. Christina confiaba en ese futuro para mantener a raya su ansiedad mientras seguía caminando con la mayor calma posible.

Luego, aproximadamente media hora después… “Salimos…”

Christina finalmente llegó al final del bosque. Se sintió como una eternidad desde la última vez que había visto algo más que árboles, por lo que se quedó aturdida por un momento.

El bosque llegó a su fin en una suave zona montañosa con una vista despejada. Había edificios que parecían formar una aldea fuera del bosque. El alivio y el cansancio la invadieron instantáneamente.

“Es un pueblo… Vayamos a ver si tienen un médico”.

Christina exprimió la energía que le quedaba en el cuerpo para arrastrar lentamente los pies hacia la aldea. Sin embargo, con su fatiga acumulada y su mente concentrada en dejar el duro bosque, Christina había olvidado una cosa importante: la posibilidad de que su perseguidor estuviera detrás de ellos…

“Haha. Bien hecho. Qué esfuerzo”.

Había alguien en el bosque mirando a Christina descender la colina hacia el pueblo con Flora a la espalda. Lucius.

Si bien el bosque era un entorno hostil para las dos chicas criadas como princesas, para Lucius no era más que un paseo por el parque. No le había tomado tiempo alcanzarlos en absoluto, y una vez que lo hizo, observó a los hermanos reales en su dura lucha.

Bueno, definitivamente descansarán en el pueblo en su estado. Puedo dejar esto por ahora y regresar con Duran.

Probablemente Rio ya había visitado a Duran; de ser así, el momento de la verdad estaba cerca. Lucius sonrió y arrojó el artefacto mágico para establecer la ubicación de un cristal de teletransportación a la colina cercana para que pudiera regresar en cualquier momento.

“Volveré pronto por ustedes, princesas. Transilio”.

Con el hechizo de teletransportación pronunciado, Lucius desapareció.

***

De vuelta en la capital de Paladia…

Había pasado un día desde la contienda de Rio con Duran, y era aproximadamente al mismo tiempo que Christina y Flora habían llegado a la aldea.

Rio no había dado un solo paso fuera de su posada desde el día anterior. Como no sabía cuándo llegaría el mensajero de Duran, no quería ausentarse de la posada si era posible.

Había sacado un libro de su caché espacio-temporal para leerlo, pero ninguno de sus contenidos se había filtrado en su cabeza. Finalmente había obtenido una pista sobre Lucius, por lo que sus emociones parecían estar inusualmente agitadas.

Esto no está bien. Necesito calmarme…

Rio cerró su libro de golpe y respiró hondo. Entonces, alguien llamó a su puerta.

“¡Sí!”

¿Podría ser? Rio saltó de su asiento con ese pensamiento, respondiendo con una voz más fuerte de lo normal. Se preparó lo suficiente para reaccionar sin importar lo que sucediera, luego abrió lentamente la puerta. Allí, se enfrentó a alguien inesperado.

“Príncipe Durán…” Rio pronunció su nombre en estado de shock. No se había imaginado que el primer príncipe vendría a esta posada en persona.

Además, estaba aquí sin un solo guardia. No había señales de nadie más en el pasillo.

¿Realmente vino sin guardias? ¿No es eso realmente descuidado por su parte? Rio pensó para sí mismo, pero había escuchado noticias del carácter del príncipe durante sus investigaciones al llegar a este reino.

“¿Por qué estás tan sorprendido?” el hombre grande miró a Rio y dijo.

“No esperaba que Su Alteza me visitara en persona… ¿Necesitaba algo?” Rio preguntó, recomponiéndose.

“Se trata de tu recompensa. Vine a decirte su ubicación”, dijo Durán mientras miraba con curiosidad a su alrededor en la habitación de la posada en ruinas.

“¿Dónde está?” Rio preguntó con la respiración contenida.

“Si sigue la carretera hacia el oeste desde esta capital durante treinta kilómetros, encontrará un gran bosque. Antes de que el bosque sea una aldea, dijo que te esperaría allí”.

“… ¿En una aldea?”

“Tu cara dice que te estás preguntando por qué está allí, de todos los lugares”. Duran se rio entre dientes, viendo a través de la reacción de Rio.

“¿Podrías decirme la razón?”

“Hay alguien relacionado contigo en ese pueblo, aparentemente”.

“… ¿Qué significa eso?” La expresión de Rio cambió con un tic. Las palabras llamaron su atención; tenía un mal presentimiento.

“¿Quién sabe? No tengo más información que esa, y pareces bastante asesino. Si te molesta tanto, ¿por qué no te das prisa?” Duran se encogió de hombros, sugiriendo que Rio se marchara.

“Disculpe, entonces.”

“Seguro.”

Rio salió de la habitación. Originalmente llegó con la ropa que vestía, por lo que no tenía ninguna pertenencia para llevar.

Durán se quedó solo en la habitación. Pero tan pronto como salió al pasillo, entró en la habitación de al lado.

“¿Fue eso suficiente, Lucius? Hice todo lo que dijiste, pero…”

“Sí. Estoy muy agradecido”. Lucius se puso de pie.

“Aparte de eso, seguro que has cambiado mucho desde la última vez que te vi. Debe ser un hombre bastante escandaloso para hacerte sufrir tanto…”

Duran miró a Lucius de cerca. Su ojo izquierdo estaba cubierto por un parche y su brazo izquierdo estaba fuertemente envuelto en vendajes. El aire a su alrededor era más agudo de lo habitual, y en su mirada se podía ver una pizca de odio profundo que ninguna persona normal jamás habría sentido.

“Desafortunadamente, no tengo tiempo para charlar contigo. Reiss se habrá dado cuenta de que algo andaba mal y pronto volverá a visitarte. Mientras tanto, necesito adelantarme al bastardo para poder estar al acecho. Si vienes, quédate en silencio”.

Lucius estaba claramente de mal humor. Antes, hablaba con Duran, su socio contractual, con cierto nivel de respeto, pero cuando Rio se convirtió en el tema de conversación, instantáneamente se deshizo.

Dicho esto, Duran había asumido un papel para ayudarlo a adelantarse a Reiss. Después de que Lucius llegó primero para encontrarse con Duran, Duran le dio a Reiss información falsa sobre el paradero de Lucius el día anterior. A estas alturas, Reiss debería estar buscando a Lucius, deambulando por el punto al que originalmente se suponía que debía dirigir a Duran para que guiara a Rio.

“Muy bien. A cambio, permíteme ver tu batalla con él. Tendré que decidir cuál de las hermanas reales recibiré también como recompensa”.

Duran no parecía particularmente desconcertado y actuó como siempre. Había solicitado presenciar el enfrentamiento con Rio como pago por ayudar a Lucius. Como no habría podido burlar a Reiss sin Duran, Lucius aceptó de mala gana.

“Hmph… Transilio”.

Por lo tanto, los dos se dirigieron al pueblo donde estaban Christina y Flora.