Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 14

Capítulo 3: Colmillo Del Vengador

Parte 3

Si es así, esta situación podría haber sido creada por Reiss para determinar las verdaderas intenciones de Sylvie. Esa fue la suposición natural a hacer. A pesar de que todavía estaba sacudida por esta situación, Sylvie se devanó la cabeza desesperadamente.

“¿Qué ocurre? Por favor, di algo, Sylvie,” gritó Renji, un poco ansioso.

“Hehe. Parece que nuestra relación ya es lo suficientemente fuerte como para soportar algo tan simple como transferir al rehén”, respondió Reiss en nombre de Sylvie.

“¿Qué…?” Renji frunció el ceño. Ya podía imaginar que era porque la estaban amenazando con otro motivo.

“Renji. Aprecio el sentimiento detrás de que actúes por mí, pero este es el problema de nuestro reino. No es algo que pueda solucionarse regresando al reino en este momento”.

Estelle, que había estado en silencio junto a Renji hasta ahora, finalmente tomó una decisión y habló. Su expresión y sus palabras eran amables, pero al mismo tiempo tenían un toque de resignación.

“¿Ves? Por eso te llamé imprudente, apresurado y arrogante. Has entrado en un asunto que no se puede resolver con tu poder”, se burló Reiss.

“Yo también lo dije. Que eres un idiota que no entiende la forma en que funciona el mundo”, Lucius se burló de Renji con una carcajada.

“…” Renji se quedó dónde estaba, temblando de furia. Después de hacer una declaración tan dramática de su intención de rescatarla, la propia rehén se había negado a ser salvada. Debe haber sido un espectáculo realmente cómico.

“… No me menosprecies”, murmuró Renji después de un momento.

“¿Ah?” Lucius respondió sin ningún interés.

“¿De verdad crees que mi poder no puede resolver esto?” Renji les preguntó a Reiss y Lucius con un destello de ira que no tenía adónde ir en sus ojos.

“Bwahaha, realmente eres un mocoso después de todo. ¿Por qué no cambias de aventurero a payaso en formación?” Lucius dijo mientras contenía su risa.

“Voy a decir esto una vez más: no me menosprecies”.

“¿Qué si hago?”

“Tienes dos opciones: frotarte la cabeza contra el suelo y disculparte conmigo a través de la sangre que corre por tu frente, jurando mantenerte alejado de Sylvie y Estelle, o ser asesinado por mí aquí mismo. ¿Bien? Tú decides.”

“Sin embargo, creo que hay muchas más opciones disponibles”.

“¿Oh?”

La tensión entre Lucius y Renji era como pisar hielo.

“H-Hey. ¡Detente, Renji! ¡No hagas nada tonto!” Sylvie trató de detenerlo a toda prisa, pero…

“Lo siento, pero este ya no es tu problema. Ahora es mi problema. No puedo perdonar a nadie que me desprecie. Tengo que resolver esto a mi manera de aventurero, especialmente contra el Sr. Parche de allí. ¿Estás listo?”

Ser menospreciado era una derrota. De eso se trataba ser un aventurero, y por eso se negaba a seguir escuchando. Su cabeza estaba llena de nada más que rabia hacia Lucius y Reiss ahora.

“Bueno, nunca tuve la intención de dejarte ir a casa tranquilamente ahora que has presenciado esta escena de todos modos. Lo que significa…” Reiss hizo un espectáculo al mirar a Lucius, quien lo acompañaba como guardia. Lucius se encogió levemente de hombros antes de colocar su mano en el pomo de la espada envainada en su cintura.

“¡Por favor, espera, Reiss! Hablaré las cosas con Renji yo mismo”. Sylvie intentó arreglar las cosas pacíficamente.

“… ¿Crees que perderé contra estos tipos, Sylvie?” Renji preguntó con amargura.

“Sé muy bien que eres un aventurero invicto aquí. Sin embargo, incluso si los matas, también sería un problema para nosotros. Por favor, comprende,” suplicó Sylvie.

“Eso es increíble. Invicto en casa, ¿eh?”

“¡Por favor, no provoques a Renji!” Sylvie regañó a Lucius por sus burlas. “Dices eso, pero él ya está ansioso por ir”.

“Sí, no sigo las órdenes de nadie”, declaró Renji con energía. “Ngh…” Sylvie se preocupó.

“Mmm. Parece que la princesa Sylvie tiene una opinión bastante alta de las habilidades del Aloof. Lo que hace que esta sea la oportunidad perfecta para que demostremos nuestras habilidades como socios cooperativos. Entonces, si puedo hacer una sugerencia, ¿qué tal una apuesta?” Reiss dijo como si acabara de tener una idea.

“¿Una apuesta?” Sylvie frunció el ceño, preguntándose qué estaría pasando en una situación como esta.

“No debería ser un mal negocio para ti, princesa Sylvie. Tendremos un duelo uno a uno entre mi guardia Lucius y el Aloof de allí, y el perdedor tiene que aceptar las condiciones del vencedor. Veamos… si gana el Aloof, prometo liberar a la princesa Estelle incondicionalmente. Pasaré por alto su intervención aquí”.

“¿Por qué mencionas esto de repente…?” Sylvie preguntó con una mirada cautelosa.

“¿Porque preguntas? Porque valoro mucho el  hecho de que no nos traicionaste cuando el Aloof intervino por primera vez. Como prueba de que ha contribuido en gran medida a nuestra relación de confianza, solo quería preparar algo apropiado”.

“En ese caso, yo lucharé—”

“No, voy a ser yo”. Renji habló sobre las objeciones de Sylvie al duelo. “Renji…”

“Como dije, esta es mi pelea ahora. No tengo ninguna intención de dar marcha atrás después de haberme dejado en ridículo hasta este punto”.

“Entonces está decidido”. Reiss sonrió afablemente.

“No tengo objeciones a la apuesta, pero la pelea es mía. Quiero una condición adicional”.

“Como desees.” Reiss accedió fácilmente a que Renji agregara una condición. El rostro de Sylvie se contrajo con amargura.

“Hmph. Pero antes de declarar mi condición, déjeme escuchar su condición en la remota posibilidad de que el Sr. Parche gane”, dijo Renji.

“Solo tengo una petición si Lucius gana: que de ahí en adelante, te conviertas en mi subordinado y sigas mis órdenes. Por ejemplo, si te digo que luches contra alguien que yo designe”, explicó Reiss.

“…Bien. A cambio, si el Sr. Parche pierde conmigo, me darán todo su dinero y se convertirán en mis esclavos”.

“Hehehe, muy bien. Entonces está decidido. Si tienes algo que quieras decir antes del duelo, adelante. También puede quedarse con la princesa Estelle temporalmente con usted”. Estaba claro que el contenido de las condiciones de Renji era más duro que el de Reiss, pero Reiss estuvo de acuerdo con una sonrisa intrépida. Luego, comenzó a caminar fuera del alcance del oído de la conversación de Sylvie y hacia Lucius.

“… Oye, Reiss”, dijo Lucius a la espalda de Reiss en un tono disgustado. “¿Oh? ¿Estás dudando de tu capacidad para ganar?”

“No es eso.”

“Está bien. Incluso si ganas, no haría nada como usar al Aloof para verter agua sobre tu sed de venganza. Me decepcionaré si pierdes, así que tengo la intención de darte un respaldo extenso”, agregó Reiss encogiéndose de hombros, sintiendo que Lucius no estaba satisfecho.

“Estoy diciendo que no necesito ese respaldo”.

Quizás era porque ahora estaban hablando de Rio, pero la atmósfera de Lucius había cambiado por completo. Su voz adquirió un tono helado sin una gota de calidez en absoluto.

“¿Oh? Pero ese ojo y brazo tuyo son productos de mi forma de respaldo más dedicada, ¿no? ¿Estás diciendo que llevarás a cabo tu venganza sin usarlos?”

“…Silencio.” Lucius exudaba aún más enojo por la actitud despreocupada de Reiss.

“Caramba. Qué persona tan caprichosa en verdad. Sin embargo, necesitas encontrar la ubicación del chico, ¿no? Te agradecería que confiaras un poco más en mí”.

“Te conozco bien. No tienes ningún problema en mentirle a la gente, traicionar a la gente fácilmente después de ganarte su confianza”.

“Qué duro.”

“Pero no me importa qué tipo de hombre seas fuera de mi negocio con ese bastardo. Así que date prisa y dime su ubicación”.

“Ya te lo he dicho muchas veces, su ubicación está bajo investigación. No he podido captar su rastro después de que entregó a la primera princesa del Reino de Beltrum a la Restauración. Después de todo, es el tipo de persona que vaga por todos lados”, dijo Reiss con un suspiro.

“En ese caso, no tengo ninguna razón para cooperar contigo”, dijo Lucius, dando a entender que era libre de actuar de forma independiente.

“Tengo un plan. Y mis métodos deben ser de tu agrado. Creo que debería ser mucho más eficiente que buscar por tu cuenta. Sería una cuestión si me acompañaras, pero si no me acompañas, tendré que excluirte cuando haga mi movimiento, ¿no?”

“¿Eso es una declaración de guerra?”

“Estoy herido. Incluso preparé esta pelea para ti como preludio de tu pelea con tu compañero predestinado.  Te has estado recuperando recientemente, por lo que tus sentidos de batalla se han embotado un poco, ¿no es así?”

“… Estoy perdiendo interés en esto”.

Era cierto que las habilidades de Lucius se habían debilitado después de su largo período de recuperación. Eso, y pensó que aplastar a Renji actuaría como una buena distracción. Sin embargo, cuando pensó en cómo este desarrollo fue planeado por completo por Reiss, su interés se desanimó de inmediato.

“Vamos, no digas eso. Utiliza esta batalla para probar las habilidades de ese ojo y brazo. Si pierdes, nos convertiremos en sus esclavos, ¿sabes?” Reiss se rio entre dientes.

“¿Estás diciendo que perderé?”

“Para nada. Mientras no se haya despertado como un héroe, no hay ni la más mínima posibilidad de que pierdas contra él”.

“Hmph. Entonces, es hora de terminar esto rápido. Parece que ellos también están listos”. Lucius se detuvo en seco y se volvió mientras hablaba. Renji también había terminado de decir lo que necesitaba decirles a Sylvie y las demás y estaba mirando a Lucius y Reiss con una mirada penetrante.

“¿Empezamos, entonces?” Reiss y Lucius se acercaron a Renji una vez más.

***

Renji y Lucius se miraron el uno al otro mientras estaban parados en un campo de hierba salvaje lleno de rocas. Junto a ellos estaban Reiss y Sylvie, y otras pocas docenas de metros en la distancia estaban Estelle, Elena y los tres encapuchados.

“Ahora, por algunas reglas simples. La victoria se decidirá haciendo que tu oponente se rinda o dejándolo incapaz de seguir luchando. Matar está técnicamente en contra de las reglas, pero no hay realmente una penalización por hacerlo. ¿Alguna objeción?” Reiss explicó brevemente.

“¿Oh? Mis habilidades no son adecuadas para dejar inconscientes a los enemigos, pero ¿estás diciendo que está bien si termino matándolo? Que conveniente.” Renji sonrió, su humor se iluminó ante la oportunidad de finalmente silenciar al hombre que tenía delante. No dudaba en absoluto de su propia capacidad para ganar, lo que extrañamente calmó su ira y elevó su ánimo. Sin duda se encontraba en su mejor estado.

“No me importa si vienes hacia mí con la intención de matarme. Usa el poder de esa alabarda como quieras. No te reprimas”, respondió Lucius con valentía.

“Esa fue mi intención desde el principio… Después de todos tus alardes, será mejor que sobrevivas al primer golpe. Me he aburrido tanto de acabar con todos mis enemigos con un solo golpe”, se lamentó Renji, suspirando dramáticamente.

“Seguro. Espero que llegue”. Lucius desenvainó la espada negra de su cintura con la mano izquierda mientras hablaba. Luego, se quitó el parche. Debajo había un globo ocular del color de la oscuridad que todo lo envolvía. No hubo distinción entre la pupila, el iris o la conjuntiva. Era como si tuviera una oscuridad completamente negra en lugar de un ojo izquierdo.

Zurdo, eh… Su brazo izquierdo cubierto con vendas también parece extrañamente vistoso… ¿Está afligido por una versión de otro mundo del síndrome de octavo grado? Sin mencionar esa espada negra… ¿y qué pasa con ese espeluznante ojo morado? ¿Puede siquiera ver con eso?

Renji miró a Lucius con disgusto.

“Oye, ¿por qué te quedas quieto? ¿Tienes los pies fríos?” Lucius preguntó con una mueca.

“No, estaba mirando tu ojo y brazo izquierdos, y esa espada. Todos parecen extrañamente llamativos, así que sería una risa real si fueran solo por la apariencia”, se rio Renji burlonamente.

“Corten la charla ahí. En el momento en que esta piedra que arroje golpee el suelo, comenzará el encuentro. Ahora, ambos ocupen sus lugares. Nosotros también retrocederemos”, dijo Reiss, caminando hacia donde estaba Estelle con Sylvie. Una vez que estuvo a unos veinte metros de distancia, arrojó una piedra aproximadamente del tamaño de su palma. La roca voló en una línea parabólica, aterrizando entre Renji y Lucius. En el momento en que aterrizó, Renji cerró los diez metros de distancia a Lucius en un abrir y cerrar de ojos, balanceando su alabarda hacia abajo con gran fuerza.

Lucius reaccionó a esa velocidad moviéndose hacia atrás una distancia mínima. La hoja del hacha no alcanzó el rostro de Lucius por un pelo.

“Hmm, para que puedas reaccionar correctamente a esta velocidad,” dijo Renji como si estuviera impresionado. “Pero ahora es el momento de que mueras”. Instantáneamente, el área diez metros frente a él se congeló, creando un bloque de hielo de varios metros de altura que se tragó a Lucius.

“Hmph. Parece que, después de todo, solo eras palabras…” murmuró Renji, desahogando su rabia reprimida. Vertió esencia mágica en su Arma Divina para fortalecer su cuerpo físico y balanceó su alabarda contra el bloque de hielo con todas sus fuerzas.

“¡Haaah!”

Fue un golpe enérgico. El impacto provocó un tremendo sonido de ruptura, la alabarda sacó un trozo de hielo sin detenerse, enviando polvo de hielo por todas partes.

Renji cerró los ojos y sonrió, colocando su alabarda en su hombro derecho.

“Se acabó. Después de todo ese parloteo que tuve que escuchar, no eras diferente del rufián promedio en el gremio de aventureros… Qué decepción. Hubiera sido más interesante que te disculparas como mi esclavo”, dijo como si estuviera seguro de su victoria. Sin embargo—

“En efecto. ¿Quién hubiera imaginado a un tonto tan soso?”

Se escuchó la voz de alguien que no debería haber estado allí. Debería haber estado muerto.

“¿Q-Qué…?” Renji se dio la vuelta.

Thud. El sonido de algo golpeando el suelo.

En el siguiente momento, Renji sintió que su lado izquierdo se había aligerado de una manera extraña. Se dio la vuelta para ver a Lucius de pie con su espada negra en la mano.

“Eres una decepción, he perdido completamente el interés. Esto ni siquiera se puede llamar un calentamiento para mi encuentro con ese bastardo”, dijo Lucius con una mirada aburrida.

Renji miró a Lucius con cara de incredulidad. Luego volvió la mirada al suelo de dónde provenía el sonido. Había un brazo en el suelo con ropa que le parecía muy familiar. ¿Qué podría significar esto?

“… ¿Un brazo? Espera… ¿Mi brazo izquierdo?”

Renji estaba extremadamente confundido mientras miraba donde debería haber estado su brazo izquierdo. Sin embargo, no había nada más allá de su hombro. En cambio, una tremenda cantidad de líquido rojo brotaba, fluyendo hacia el suelo.

“¡RENJI!”

Un latido después, el grito de la voz familiar de una chica se podía escuchar en la distancia