Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 14

Capítulo 1: Las Pruebas De Los Hermanas Reales

Parte 1

Una tarde, tres días después de que Río luchara contra Nidoll en el castillo de Proxia, en la habitación de una aeronave encantada que volaba por los cielos cerca de la frontera entre Beltrum y Galarc…

“Instans Motus”.

A través del cristal de teletransportación utilizado por tres intrusos que invaden la nave, Christina y Flora desaparecieron instantáneamente de la habitación.

Los intrusos usaron otro cristal de teletransporte para desaparecer repentinamente de la escena del crimen. La única que quedaba en la habitación era Vanessa, que había sido apuñalada en el abdomen y sangraba profusamente.

La puerta de la habitación se abrió de repente.

“¡Oye! ¡¿Que fue ese ruido?!”

Roanna y Hiroaki, que antes estaba enfurruñado, entraron en la habitación. Tan pronto como vieron los restos devastados de la habitación y Vanessa tirada en un charco de su propia sangre—

“Qué…”

Los ojos de Hiroaki se abrieron en shock mientras se quedaba sin habla. Lentamente giró el cuello para mirar alrededor de la habitación, pero Christina y Flora no estaban a la vista.

“¿Qué es esto…?” Después de ver el estado de la habitación detrás de Hiroaki, Roanna palideció instantáneamente.

“O-Oye, ¿cuál es el significado de esto…?” La voz de Hiroaki se quebró en su nerviosa confusión.

“¡Vanessa!” Roanna corrió hacia ella a toda prisa.

“Urgh… Princesa…” Vanessa miró fijamente hacia adelante con los ojos nublados y desenfocados, dejando escapar un gemido.

“¡Ella todavía está respirando!” Roanna confirmó que Vanessa todavía estaba viva. Sin embargo, el abdomen de su uniforme de caballero estaba completamente empapado con la gran cantidad de sangre que se había acumulado en el suelo. A este ritmo, moriría por pérdida de sangre.

“¡Oye! ¡¿Qué pasó?! ¿Dónde están Christina y  Flora? ¡Oye!” En su conmoción, Hiroaki interrogó histéricamente a Vanessa.

“Ah… P-Princesa…” Vanessa murmuró en voz baja.

“¡Oh no, no hables! ¡Morirás!” Roanna no la obligó a hablar y en su lugar sacó el cuchillo de la vaina de la cintura de Vanessa. Ella procedió a abrir la chaqueta abotonada que llevaba Vanessa, luego la camisa abotonada debajo también para exponer la parte superior del cuerpo de Vanessa sin reservas.

“¡O-Oye, Roanna! ¡¿Qué estás haciendo?!” Preguntó Hiroaki en estado de shock mientras miraba el estado semidesnudo de Vanessa.

“Estoy revisando sus heridas. El único lugar donde fue apuñalada fue su estómago, pero… E-Esto es… Cura”.

Roanna usó la mínima cantidad de movimiento para confirmar la herida en el cuerpo de Vanessa, luego recitó el hechizo para comenzar a curar su abdomen. ¿Fue apuñalada por una hoja que luego se retorció? Su abdomen estaba desgarrado en una pulpa de color rojo brillante.

“Ugh, eso es brutal…” Hiroaki debe haber sentido náuseas, ya que palideció y apartó la mirada de Vanessa.

“Puede que no pueda salvarla sola. Sir Hiroaki, por favor grite por el pasillo pidiendo ayuda. Es posible que los atacantes todavía estén en el barco, así que asegúrate de no salir”, instruyó Roanna con la cara pálida. El hecho de que no se los viera por ningún lado probablemente significaba que ya habían huido, pero la posibilidad seguía ahí. A pesar de las circunstancias, no estaba dispuesta a abandonar una vida que aún podía salvarse.

“C-Cierto… ¡H-Hey! ¡¿Hay alguien ahí?!” Hiroaki asintió con nerviosismo y se dirigió a la puerta, donde gritó por el pasillo silencioso en busca de ayuda.

“…”

Sin embargo, nadie asomó la cabeza por ninguna de las habitaciones del pasillo. Por supuesto que no lo harían. Todos los soldados cercanos habían sido emboscados y asesinados por los intrusos, luego sus cuerpos habían sido empujados a las habitaciones cercanas.

“¡Hey! ¡Hey! ¡Alguien! ¡¿Que están haciendo todos ustedes?!” Hiroaki continuó gritando de angustia.

¿No vendrían los atacantes a esta habitación si grito? La preocupación surgió dentro de él mientras gritaba, aumentando su ansiedad por el momento.

“¡Hey! ¡Hey! ¡Hey! ¡¿Por qué nadie responde?!” Hiroaki continuó gritando de todos modos, por el pasillo de habitaciones llenas de cadáveres…

“No viene nadie…” murmuró débilmente después de un tiempo. “¿Qué diablos pasó aquí…?”

Nadie a bordo del dirigible sabía la respuesta a eso. Poco tiempo después, los tripulantes supervivientes notaron la anomalía a bordo del barco.

***

Mientras tanto, en el lado occidental del Reino de Paladia, un pequeño reino ubicado al noreste de la región de Strahl que se alió con el Imperio de Proxia…

Después de haber sido teletransportadas a la fuerza por los atacantes en el barco, Christina y Flora se encontraban congeladas en un denso bosque, vestidas con sus batas.

“¿Eh…? ¡¿Qué?!”

El repentino cambio de escenario dejó a Flora en una clara confusión. Una vez que entendió que estaban en un bosque sombrío, inmediatamente se acercó a su hermana mayor con miedo.

“… ¿Dónde estamos?”

Christina tocó el collar de sellado mágico que los hombres le colocaron y miró a su alrededor aturdida. Sus ojos vagaron, asimilando el denso crecimiento de la vegetación.

Habían sido atacados por tres asaltantes en la aeronave encantada, entonces, ¿por qué estaban en un bosque en el suelo? ¿Fue esto un sueño? La sensación de frío del collar decía lo contrario.

Miró a su alrededor, pero no había nadie más a la vista. Las plantas estaban siendo agitadas por el viento. Cuando escuchaba con atención, podía oír los gritos de pájaros y bestias a lo lejos. Su corazón tronó en su pecho.

El artefacto mágico en forma de cristal que los hombres nos arrojaron en la aeronave… ¿Estaba encantado con la hechicería espacial?

Christina estaba lo más tranquila posible en una situación tan poco realista, y se devanaba la cabeza desesperadamente en busca de una explicación.

La hechicería espacial era un nivel ultra alto de hechicería imposible de usar con la hechicería moderna de la región de Strahl, pero ella había leído sobre la existencia de tales artefactos antiguos durante sus días en la Academia, y también se decía que las piedras sagradas que convocaron a los héroes estar encantado con la hechicería espacial. Sería extremadamente difícil explicar la situación actual de otra forma.

Sin embargo, era extraño que fueran teletransportadas hasta aquí sin que nadie esperara su llegada. Los hombres también habían dicho que no sabían qué pasaría una vez que llegaran aquí…

Dijeron que si querían matarnos, ya lo habrían hecho. También dijeron que cuantas más dificultades, mejor, ¿nos van a utilizar como rehenes? Pero no hay nadie alrededor…

Había muchas fuerzas en las que podía pensar que querrían usarlos como rehenes reales, pero no había suficiente información para que ella captara la situación con claridad.

“¿Christina…?” Flora gritó, preocupada por su silencio.

Christina sonrió gentilmente para calmarla. “Lo siento, estaba tratando de resolver la situación. Incluso yo estoy confundida por algo como esto”.

“¿Dónde estamos? Vanessa, Sir Hiroaki, Roanna… Todos los demás en el barco están…” Una sombra oscura cayó sobre el rostro de Flora.

“La aeronave encantada todavía volaba con normalidad, por lo que las personas en la cabina deberían estar a salvo.  Sir Hiroaki y Roanna también, seguramente. Alguien encontrará a Vanessa y le dará tratamiento. Así que… centrémonos en nosotros mismas por ahora”.

Christina abrazó a Flora cerca de ella y le acarició la cabeza con suavidad. Sus palabras no iban dirigidas a su hermana pequeña, sino a ella misma.

O todavía estaba temblando, o podía sentir una vaga sensación de peligro por esta situación impredecible, ya que su mano temblaba débilmente.

“Está bien…” Flora asintió lentamente.

“Si esperamos aquí, esos hombres y sus aliados pueden aparecer… Pero no nos dejaremos caer en sus manos tan fácilmente. Antes de partir al azar, exploremos esta área primero. Puede que encontremos algún tipo de pista”.

Por lo tanto, los dos comenzaron a explorar su entorno inmediato. Luego, en unos minutos…

“¡Hay una cabaña allá, Christina!”

“Sí, puedo verlo”.

Descubrieron una sola cabaña sola en el bosque, no lejos de donde fueron teletransportadas.

Está cerca del lugar al que nos teletransportaron. Sería natural suponer que este lugar pertenece a esos hombres, pero…

Puede que haya gente adentro. Si no, entonces todavía había una gran posibilidad de obtener algunas pistas, pensó Christina mientras miraba la cabaña.

“Examinaremos el estado de las cosas desde afuera, y si no parece estar ocupado, miraremos adentro. Sígueme detrás de mí en silencio”.

“Okay.”

Mirando a su alrededor con cautela, las dos se acercaron a la cabaña.

Vestidas y tacones altos. No era un atuendo apropiado para caminar por el bosque, y era extremadamente llamativo, por lo que no era adecuado para moverse sigilosamente. En primer lugar, la base inestable del bosque era extremadamente difícil de caminar. A pesar de eso, se acercaron a diez metros de la cabaña.

“Me voy a acercar un poco más. Te escondes aquí” dijo Christina, acercándose sola a la cabaña. Dio la vuelta a la parte trasera en lugar de la delantera y escuchó con atención.

No escucho nada.

No se oía ningún sonido de conversación, crujidos de pisos por pasos, ni ningún tipo de trabajo que se estuviera realizando. Solo hubo un completo silencio.

La ventana está cerrada, pero… 

Christina intentó abrir la pequeña ventana de madera que estaba situada un poco por encima de su cabeza. Luego, con un suave crujido, la ventana se abrió. Se estiró hacia arriba para mirar dentro de la habitación.

No hay nadie aquí.

La luz estaba apagada, por lo que la habitación estaba oscura, pero pudo ver una mesa y una silla.

Christina dio la vuelta al exterior de la casa y abrió las ventanas para comprobar cuidadosamente el estado del interior. Como resultado, confirmó que no había luces encendidas en ninguna habitación y que la cabaña estaba realmente deshabitada.

“Flora, ven aquí.” Christina se paró ante la entrada y llamó a Flora desde las sombras de los árboles.

“¿No había nadie dentro?”

“Sí. Me avergüenza actuar como un ladrón, pero entremos. La puerta está abierta. En este momento queremos tanta información como sea posible, así como los suministros que necesitaremos para sobrevivir en este bosque”.

“Okay…” Flora debe haber sentido algún sentimiento de culpa, mientras asentía vacilante.

“Lo estoy abriendo ahora”.

Christina agarró el pomo de la puerta y lentamente abrió la puerta. Crujió más fuerte que cuando abrió las ventanas. Incluso sabiendo que no había nadie dentro, los dos todavía se estremecieron levemente.

Una vez que abrieron la entrada, había una habitación que parecía ser un comedor y una cocina.

“Entremos.” Christina entró primero, seguida de Flora. “Perdón por la intrusión…”

“Flora. ¿Puedes usar magia para hacer algo de luz?” Christina tocó el collar de sellado mágico y preguntó.

“¡Sí! Radialem”.

Flora inmediatamente extendió la mano y recitó el hechizo. Una fórmula de hechizo  con  patrones  geométricos  apareció  más  allá  de  su  mano, convirtiéndose en una bola de luz. No tenía poder destructivo, pero era magia desarrollada para iluminar la oscuridad de esta manera. El lanzador podía ajustar el brillo de la luz, y también emitía un leve calor que podía usarse para calentarse uno mismo.

“Revisemos que todas las habitaciones estén vacías, por si acaso”.

“Okay.”

No era un edificio grande. Inmediatamente después de la entrada había un comedor y una cocina, un dormitorio con tres camas, una pequeña habitación para guardar cosas y un baño. No les tomó mucho tiempo revisar todas las habitaciones y comprobar que estaban completamente desiertas antes de regresar al comedor.

“Parece bien mantenido…” murmuró Christina. Ella había tocado la cama y otros muebles y ninguno estaba cubierto de polvo.

“¿Eso significa que alguien está viviendo aquí?”

“Eso, o es posible que esos hombres anticiparon que encontraríamos esta cabaña e hicieron que sus amigos la limpiaran con anticipación”.

“…” El rostro de Flora se puso rígido mientras se quedaba sin habla.

“Perdón por asustarte. El comedor, la cocina y el dormitorio están limpios y carecen de esa sensación de estar vivo, así que no creo que haya nadie viviendo aquí en este momento. Aunque todavía no podemos relajarnos demasiado…” dijo Christina con una mirada preocupada.

“¿Q-Qué debemos hacer?” Flora preguntó en pánico.

“No hay nada que podamos hacer. Me siento mal si esta cabaña pertenece a alguien que no es pariente de esos hombres, pero vamos a hurgar en busca de comida o suministros útiles. Ven aquí.” Christina se dirigió primero a la cocina. Abrió el armario y encontró algunos utensilios de cocina y vajilla sencillos. También había leña.

“Parece que hay un juego de utensilios de cocina aquí. Todo lo que queda por averiguar es si hay comida o no. Revisemos la sala de almacenamiento”.

“Okay.”

Las dos se trasladaron a la sala de almacenamiento.

“Revisaré todo. Simplemente quédate ahí e ilumina la habitación”, instruyó Christina rápidamente.

“Okay.”

La luz de Flora llenó la habitación cuando Christina abrió la tapa de una de las cajas de madera. Dentro había alimentos en conserva como carne seca y pan seco, una botella de aceite, frascos de condimentos y botellas de alcohol. En otra caja de madera, había una sola hoja de papel con escritura.

“¿Una carta…?”

Christina se movió junto a la luz que Flora sostenía en alto para leer la carta.

Esta es la comida. No ha sido envenenado, así que siéntete libre de ayudarte.