Genjitsushugi Yuusha No Oukoku Saikenki

Volumen 2

Interludio: La Historia de un cierto grupo de aventureros 2

Sucedió unos días antes del ultimátum a los tres duques.

Yo estaba en una habitación oscura con Hakuya, estudiando minuciosamente un gran mapa de este país que se extiende sobre la mesa. Había peones de varios tamaños, todos con forma de “T” al revés, en varios puntos en el mapa.

En el punto que representa la capital real, Parnam, había un peón grande y un peón de tamaño mediano. En la ciudad central del Ducado Carmine, Randel, había cuatro peones grandes. En la ciudad central del Ducado Vargas, ciudad del dragón rojo, había un solo peón que era más pequeño que los otros. Estos peones en forma de T representado las fuerzas posicionadas en cada ubicación.

Hakuya estaba usando un palo largo para explicar cada uno de los peones.

“Los peones grandes representan una fuerza de 10,000, los medianos una fuerza de 5,000 y los pequeños una fuerza de 100. En otras palabras, la cantidad de tropas que puedes movilizar es de 15,000, mientras que el Duque Carmine ha reunido alrededor de 40,000. Había muchos desertores del Ejército, como Glaive Magna, pero parece que se han formado por sus pérdidas de eso con las tropas personales de los nobles que se dedicaban a la corrupción.”

“Por lo tanto, ningún cambio en los valores numéricos, no, eh”, dije.

“Correcto. Además, según la información que tenemos recibido de la duquesa Walter, el duque Vargas ha hecho lo que él declaró que él haría. No ha llamado a la fuerza aérea. Parece que él tiene la intención de ir dentro batalla con solo 100 de sus tropas personales”.

“Hm… Aun así, si son las tropas de Castor, son todos de la caballería wyvern, ¿verdad?” Tomó uno de los peones medianas de lado el mapa y reemplazó por un peón pequeño en la ciudad del dragón rojo.

“He escuchado que un solo caballero wyvern puede hacer el trabajo de 500 soldados del ejército. Si estamos buscando comparar una potencia, debemos pensar en ellos como equivalente al 5.000 de nuestras tropas. Incluso si solo hay 100 de ellos, no podemos permitirnos subestimar su poder.”

“Estoy impresionado por tus astutos poderes de observación”. Hakuya se inclinó con reverencia. Hizo una gran cantidad de eso, pero sabía que probablemente me estaba halagando.

“Por favor deja eso. No me alegra poder señalar cuán mala es la situación para nosotros”.

“Supongo que no”, dijo. “Parece que la situación aún empeora, también…”

Con esas palabras, Hakuya colocó tres peones grandes en el suroeste en la frontera con el Principado de Amidonia. Estos tres peones grandes representaban las fuerzas de Amidonia que estaban a punto de invadir este país.

“Los ejércitos del Principado de Amidonia están preparados para avanzar a través de los valles de las montañas Úrsula para invadir”, dijo.

“Su mano de obra total era 50,000 o menos, ¿verdad?”, Le pregunté.

El Principado de Amidonia era sólo la mitad de una nación tan poderosa como el reino de Elfrieden. Por eso, solo podían mantener la mitad del ejército permanente. Además de eso, el Principado de Amidonia compartida fronteras con otros tres países, además de nosotros, por lo que tuvieron que dejar tropas para defenderse de ellos.

“Dadas sus circunstancias, 30,000 es mucho para enviar”, dije.

“Supongo que puedes ver lo serio que Gaius es sólo de eso, supongo”, respondió.

“Está listo para ganar o morir en el intento”.

“Eso solo va a significar problemas para nosotros”, suspiré.

“… ¿Qué hará el principado desde ahí?”

“Probablemente quieren ocupar la ciudad suroccidental de Altomura”, respondió. “Una vez que Altomura caiga, barrerán toda la oposición del área circundante y se moverán para asegurar la región productora de granos. Una vez que tengan el control del feudo de esta zona, esperan que declararen parte de su dominio.”

Gaius estaba movilizando a su ejército con la determinación de ganar o morir en el intento, pero entonces él estaba a punto de hacer el equivalente de robar en un edificio mientras estaba en llamas.

“A pesar de su resolución, no está haciendo mucho”, le dije.

“Con la mano de obra que tiene Amidonia, creo que esto es lo máximo que podrían lograr”, respondió Hakuya.
“Si se les escapa demasiado de las manos, los nobles que han estado esperando y aprovechando su conflicto con el duque Carmine seguramente se unirían a ustedes, después de todo”.

“Entiendo… ¿Cuál es la fuerza de nuestra fuerza de defensa fronteriza?”, pregunté.

Hakuya movió el peón de tamaño mediano que estaba en Parnam al borde sudoeste.

“Ya he enviado a 5,000 del ejército prohibido al área cerca de la frontera.”

“Estamos enviando una fuerza de tierra de 5,000 para enfrentar a una fuerza de 30.000 que tendrá fuerzas aéreas, así, eh…” murmure.

Nos superaron en número en más de seis a uno. Sabía que este sería el caso, pero… No me sentí bien con esos números.
“… ¿Cuánto tiempo pueden aguantar?” Pregunté.

“Incluso si se encierran en la fortaleza cerca de la frontera, les iría bien para durar un día”, respondió. “La intención es solo ganar tiempo, por lo que se ha ordenado al comandante no ser imprudente, y llevar a cabo una puesta en escena retirada.”

“Es más fácil decirlo que hacerlo… Sin embargo, pueden lograrlo, supongo. Pero incluso si asumimos que las tropas están muy bien con todo esto… ¿qué piensas hacer con las personas que viven en la zona?” Dirigí una mirada dura hacia Hakuya.

A menos que esperaran una emboscada, los ejércitos evitarían las fuertes pendientes y avanzarían a lo largo de los caminos a través de terrenos planos. Esos caminos vieron el ir y venir diario de las personas, y las personas se reunieron en ellas para formar ciudades y pueblos. Habría ciudades y pueblos en los puntos a lo largo de la ruta de los ejércitos del principado por donde estarían avanzando hasta llegar a Altomura.

“No tenemos mucho tiempo antes de que el ejército del principado ataquen”, añadí.

“¿Deberíamos emitir una orden real para alentarlos a evacuar?”

Cuando pregunté eso, Hakuya negó con la cabeza en silencio.

“Por favor, absténgase. Si mostramos que somos conscientes de las intenciones del principado, sus ejércitos estarán en alerta. Eso podría hacer que todos nuestros preparativos para nada.”

“… ¿Me estás diciendo que los abandone?”

“Creo que no tenemos otra opción”, dijo firmemente Hakuya, sus ojos nunca vacilaron con mi mirada.

“Ahora que ha tomado la decisión de luchar, mi señor, usted debe ser consciente de que eso significa que la sangre de tu pueblo será derramada. Como rey, a veces hay que tragarse sus lágrimas y estar preparado para hacer sacrificios para salvar a un mayor número de personas”.

Hakuya dijo esto con una mirada seria en su rostro. Pudo haber sonado frío, pero él se estaba tomando la molestia de decir las cosas que sabía que me harían daño. Para que no pudiera escapar de tomar esas decisiones.

“… Sí”, dijo.

“Entiendo lo que estás diciendo. Esa es probablemente la forma más garantizada, y segura. Pero… ¿es realmente la única opción?”

No dije nada.

“En esta ocasión, no me importa si el método es un poco duro o peligroso”, agregue.

Con una guerra que se avecina, iba a haber un gran número de personas sacrificadas no importa lo que hiciera. Aun así, si no trabajo para reducir esos números al mínimo absoluto, eso no estaba seguro, era ser negligente.

“Todavía tengo un largo camino por recorrer”, le dije con voz tensa.

“¿Hay algo, cualquier cosa que podamos hacer?”

Hakuya se detuvo por un momento para pensar. Entonces… dejó escapar un suspiro, encogiéndose de hombros con exasperación.
“Y yo aquí pensando que últimamente has estado actuando como un rey, mi señor”.

“Todavía tengo un largo camino por recorrer si dejo que la compasión se apodere de mí, ¿es eso?” Pregunte.

“Si eres consciente de eso, entonces esta, muy bien. Santo cielo… Parece que no tengo otra opción.”

Por todas sus quejas, esto fue lo más cercano que había visto a una sonrisa en el rostro de Hakuya en algún momento. Parecía que incluso Hakuya tenía algunas reservas sobre abandonar a las personas a lo largo del camino hacia su destino.

“Tengo una idea”, dijo. “Sin embargo, este es un método bastante duro…”

El plan que él propuso fue definitivamente muy duro. Para las personas a lo largo del camino, era seguro que será una verdadera molestia. Aun así… era mucho mejor que abandonarlos.

“Vamos con ese plan”, dije.

“Hay poco tiempo. Contáctese con el gremio de aventureros de inmediato”.

“Por su voluntad”.

***

Los monstruos no identificados habían aparecido en el sureste de Elfrieden Reino.

Los monstruos eran bípedos y humanoides, tenía una mezcla, con cuerpos de payasos, y sus cabezas estaban en llamas. Estos eran monstruos que nunca antes habían sido descubiertos.

Desde su aparición, los monstruos llegaron a ser conocidos como pierrots* de llamas.

*(JuCaGoTo: una forma refinada y elegante de decir payaso, lo que se aprende en estas novelas)

Pierrots de llamas aparecerían en grupos, atacan los pueblo, a luego, utilizan las llamas en la cabeza para quemar las casas. Si bien no era común que una nueva especie de monstruo aparezca así, en un mundo en el que había mazmorras en todas partes, no era algo inaudito. Estos pierrots de llamas, sin duda, habían nacido en alguna mazmorra u otra.

Tratar con nuevos monstruos como estos fue principalmente un trabajo para aventureros. Entonces, poco después de que los informes de los pierrots de llamas llegaron, una misión fue emitida por el gremio de aventureros.

“Protejan a los refugiados desplazados por el ataque de los pierrot de llamas”, dijo.

Esta búsqueda había sido emitida por el reino bajo el nombre del rey. Parecía que el primer pensamiento del rey había sido evacuar a las personas de los pueblos cercanos donde los pierrots de llamas habían aparecido. Sin embargo, el actual rey, el rey Souma, y el general del ejército, Georg, se encontraban en un estado de conflicto, por lo que no podía permitirse el lujo de enviar tropas.

Después que el gremio hiciera una misión, probablemente había esperado tener aventureros para proteger a los refugiados. Como una misión emitida por el país, parecía que sería un buen pago del mismo, por lo que todos los aventureros aceptaron la misión y trabajaron para proteger a los refugiados

Aquí, también, había otro grupo que había aceptado esta misión.

No era su líder, el espadachín joven y musculoso, Dece, la ladrona con cara de niña, Juno, el sacerdote afable y tranquilo, Febral, y la bien formada belleza silenciosa, Julia. Esta era el grupo que una vez había ido en una misión con el pequeño Musashibo.

Esta vez, además de esos cuatro, estaba el, alborotador macho musculoso, Augus. La razón por la cual el pequeño Musashibo se había unido a su grupo la última vez fue que Augus no había estado disponible y habían estado buscando a alguien para reemplazarlo a él.

Ellos también habían aceptado la misión del reino.

Cuanto más cerca estaba un pueblo de la capital, cuanto antes un grupo de aventureros había reclamado, y así, después de haber tenido un comienzo tardío, su grupo aceptó a un pueblo de montaña cercana a la frontera sureste. Ahora estaban avanzando en dirección este a través de la espesura del bosque, protegiendo a una treintena de aldeanos.

Hasta ahora… Todo despejado. El explorador del grupo, Juno, estaba inspeccionando el área desde arriba en el copas de los arboles.

En el proceso de proteger a los aldeanos, tenían que estar alertas para algo más que solo pierrots de llamas. Había animales salvajes feroces y, en áreas donde el orden público era pobre, también tenían que vigilar a los bandidos durante una misión de escolta. Debido a eso, Juno estaba saltando de árbol en árbol como un mono, inspeccionando la zona.

El pago está bien, no ha habido muchos problemas… Estoy un poco decepcionado, pensó Juno mientras saltaba por el aire.

La mayor parte del tiempo, si una misión bien pagada, sería muy difícil. Incluso para las misiones que parecían no ser tan difícil a primera vista, si había una buena recompensa, se podía contar con que hay algo más que eso. “Cuidado con todo lo que parece demasiado bueno podría no ser verdad” era una regla de hierro entre los aventureros. Incluso si la misión vino del muy confiable Reino.

Sin embargo, una vez que lo habían aceptado, no aparecieron pierrots de llamas, y solo resulto ser una simple misión en el que se sólo salieron a caminar con algunos aldeanos.

Cuando Juno terminó su misión de patrulla y regresó, Dece y Febral estaban hablando.

“Creo que esta misión realmente es demasiado fácil”, dijo Febral.

“Hey, ¿qué pasa con eso de fácil?” Respondió Dece al más pensativo Febral, balanceando sus brazos en círculo mientras lo hacía.
Febral fue el analista del grupo y también se desempeñó como el asesor de Dece, el líder del grupo.

“Para empezar, ni siquiera hemos visto a los pierrots de llamas se suponía que era el motivo de esta misión”, dijo Febral.
“Se ha hablado lo mucho de lo peligroso que son, pero… no puedo evitar sentir que estaban exagerado.”

“Ah, he estado pensando eso también”, dijo Juno, uniéndose a su conversación.

Dece miró a Juno. “¿Cuál es la situación?”

“Todo despejado. El bosque estaba tranquilo”.

“Ya veo… Entonces, ¿qué es lo que estabas pensando, Juno?”

“Esta es una misión de escolta en la que protegemos a las personas de los pierrots de llamas, ¿sí? Me preguntaba por qué no era una misión de sometimiento contra los pierrots de llamas. Por lo que he escuchado, no hay muchos de ellos. En lugar de hacer todos estos aldeanos se mueven, ¿no sería más rápido eliminar esos pierrots de llamas? ”

“Creo que es una opinión razonable,” dijo Febral con un movimiento de cabeza, pero Dece todavía parecía dudar.

“¿Eso no sólo significa que es demasiado peligroso para lanzar una misión de sometimiento por ellos?”, preguntó.

“Si lo fueran, esperarías informes de daños más extremos que lo que estamos viendo “, respondió Febral. “Los únicos daños que hemos escuchado hablar son un pueblo vacío o dos incendiándose después de que sus residentes ya habían sido evacuados… ”

“… Bueno, supongo que eso parece un poco extraño”, dijo Dece.

Como se esperaría del líder del grupo, Dece sabía cómo escuchar a los demás. Cuando creía que valía la pena escuchar una opinión, tenía la mente abierta para seguir los consejos de los demás.

Dece habló con Juno, que tenía las manos detrás de la cabeza, con los dedos entrelazados.

“Juno. Estoy contando contigo de ser cuidadoso en la exploración. Desde aquí en adelante, mantén un ojo atento para algo más que monstruos o animales”.

“¡Entendido!”

Con esas palabras, Juno se subió al árbol nuevamente, luego saltó lejos.

Después de ver Juno irse, Dece dijo, “Febral, ve a decirle a Augus y Julia en la parte delantera todo lo que me dijiste. Me quedaré aquí y protegeré la retaguardia”.

“Entendido”.

Mientras miraba a Febral correr hacia la cabeza del grupo, Dece dejó escapar un suspiro. Aquí está la esperanza de que esta misión se mantenga así hasta el fin…

Esa era la ferviente esperanza de Dece.

Después de separarse de Dece y los demás, Juno volvió a patrullar.

El bosque estaba tan silencioso como siempre, pero cuando salió a uno de los caminos estrechos de la montaña, los sensibles oídos de Juno recogieron algo.

Juno descendió de los árboles, poniéndose en cuatro patas y poniendo una oreja al suelo. Este ruido… ¿Es el sonido de cascos?

El ruido venía de no muy lejos. Había más de uno, y el ruido era fuerte.

Por ahora, todo lo que escuchó fue el sonido de los cascos. Teniendo en cuenta que no oyó las ruedas, juzgo que el sonido fue probablemente proviene de jinetes… un grupo de caballería pesada, por eso.

¿Hay un grupo de caballería pesada galopando a lo largo de este camino de montaña?

Sospechoso, Juno decidió explorar en la dirección del ruido. Pero, antes de ir a explorar…

“¡Awoooo!”, Aulló, imitando el grito de un lobo gris.

Este fue un mensaje para Dece y los demás.

“Se detectó una situación anormal. Estate en guardia “, fue lo que significaba.

Habiendo hecho esto, Dece y los demás se mantendrían alertas. Si algo le sucediera en retrasar su regreso, probablemente vendrían a su rescate.

Juno se mantuvo aún más sigilosa que antes, saltando de árbol en árbol mientras buscaba a los individuos que hacían tal ruido.

Después de un tiempo, escuchó el crujido de la armadura en la distancia. Juno se escondió en las sombras, examinando el área alrededor de ella.

Cuando lo hizo, como se esperaba, vio a un grupo de caballería pesada galopando a lo largo del camino de la montaña. Había cinco de ellos en total. Cada uno de ellos llevaba una armadura negra completa.

¿Qué están haciendo aquí?

Mientras Juno los observaba sospechosamente, el emblema en el los escudos que llevaban le llamaron la atención.

Esa cresta… Pertenece al Principado de Amidonia. Entonces… ¿son jinetes del principado?

Este era el territorio del reino de Elfrieden. Era extraño para los jinetes del Principado de Amidonia estuvieran aquí en absoluto.

Los aventureros deambulaban por el continente en busca de mazmorras y misiones, por lo que su lealtad a cualquier estado era débil. Sin embargo, debido a que recorrieron el continente, estaban muy bien informados sobre las relaciones entre los diferentes países.

Se supone que el principado es hostil al reino, pensó ella. Si los jinetes del principado están aquí… ¿el Reino de Elfrieden ha sido atacado por el Principado de Amidonia?

Recordó que se había hablado de que el Principado de Amidonia concentraba sus fuerzas en la frontera.

El gremio de aventureros tenía un sistema que permitía que un país que estaba bajo ataque pagar una cierta cantidad de dinero para reclutar a todos los aventureros dentro de su territorio. Debido a eso, los aventureros que trabajan en el reino habían estado manteniendo una estrecha vigilancia sobre los movimientos del principado, pero el gremio no recibido ninguna solicitud de apoyo del reino. Por eso, ella había pensado que nada saldría de esto.

Por cierto, Souma había cancelado ese contrato con el gremio, declarando que era una pérdida de dinero por las mismas razones que contratar mercenarios, pero los aventureros mismos no habían sido informados de esto.

A juzgar por sus números, son un grupo de exploración. En eso caso, ¿la fuerza principal está cerca?

Si los soldados se encontraban con los aldeanos que el grupo estaba escoltando, iba a ser muy, pero muy malo. El grupo podría estar bien contra cinco jinetes, pero si los atacaban en grandes cantidades, el grupo no tenía ninguna posibilidad. Los aldeanos podrían ser arrastrados como prisioneros de guerra, pero ellos, los que los escoltan, podrían ser asesinados. Aun así, si abandonaban su misión y huían, se encontrarían en la lista de buscados del gremio.

Juno dejó escapar un pequeño suspiro, tratando de dejar de lado sus sentimientos. Por ahora, necesito detenerlos.
Juno se escondió en el follaje, ocultándose mientras se acercaba gradualmente a los cinco jinetes. Luego ella tomó una piedra en su mano y lo tiró a la cabeza del caballo que corría a la cabeza del grupo.

Golpear.

“¡Neighhhh!”

“¡¿Whoa?!”

Después de haber sido golpeado en el costado del cuello con una piedra, el caballo se encabritarse retrocediendo. El sorprendido soldado de principado casi fue arrojado de su caballo.

Sus camaradas se agruparon a su alrededor.

“¿Qué pasó?”

“De repente perdí el control del caballo…”

“¿Le picó una abeja, o algo así?”

“No sé. Creo que algo vino volando por aquí, aunque… ”

Mientras los jinetes del principado hablaban de eso, Juno dio vueltas detrás de ellos. Luego, una vez más, arrojó una piedra al caballo que estaba en la parte trasera del grupo.

Golpear.

“¡Neighhhh!”

El momento en que lo golpeo, el caballo que había estado en la parte trasera saltó y corrió salvaje.

“¡Whoa! ¡Hey, cálmate!”

“¡¿Qué?! ¿Hay algo aquí? ”

Los jinetes miraron alrededor inquietos. Con dos de sus caballos sorprendidos por algo en una breve sucesión, parecían haberse vuelto muy cautelosos.

Cuando ella vio eso, Juno se sintió aliviada.

Bueno. Eso debería reducir su ritmo.

Cuanto más cauteloso eran de su entorno, más lento avanzarían. Ahora sólo tenía que unirse con Dece y los demás, luego, hacer que los aldeanos se dieron prisa. Con esto en mente, Juno estaba dando la vuelta para salir cuando sucedió.

Como ella se había vuelto repentinamente, las ramas crujieron levemente. Esa vibración, por desgracia, sobresalto a un pájaro posado en la rama por encima de Juno y despegó. Con el fuerte sonido de las alas, los soldados del principado miraron en la dirección de Juno.

“¡¿Hay algo allí?!”

“¡Oh, mierda…!” Juno huyó de inmediato.

Tomando una decisión rápida, se fue en la dirección opuesta de como ella había venido. No podía llevar a estos tipos de vuelta a donde están los aldeanos.

Los jinetes persiguieron a Juno. “¡No dejes que se escape! ¡Asegúrense de capturarla!”

Juno podía oír las voces que gritaban detrás de ella. Juno huyó a través de las áreas donde los árboles estaban densamente compactados, haciendo giros cerrados para tratar de sacudir a sus perseguidores, pero los caballos eran más rápidos en tierra. Los jinetes controlaban hábilmente sus caballos, desviándose alrededor de los densos árboles para perseguir Juno.

Maldición… ¡Estos tipos simplemente no se dan por vencidos!

Juno no estaba convencida de que saldría de esto con vida. Como un aventurero, Juno tenía ninguna lealtad en particular al reino. Sin embargo, no es probable que les importe eso. Si ella fuera capturada, no sabía que podrían hacerle. La idea envió un escalofrío por su espina dorsal.

Huff… huff… Alguien, sálvame…

Sucedió justo cuando estaba orando por la salvación.

Ella vio llamas parpadeantes delante de ella. Seis de ellos, en total. Si pudiera verlos tan claramente de esta lejos, tenían ser incendios bastantes grandes. Juno casi se detiene, a su pesar. Entonces, “¡Whoa!”

Un brazo de repente se acercó y jaló a Juno hacia los arbustos. “¡O – Ow…!”

Pompf.

Juno comenzó a gritar, pero algo suave cubrió su boca. Ahora que lo veía mejor, había una cosa redonda, e hinchada frente a ella. Cuando ella lo vio, Juno dejó escapar un pequeño.

“¡¿T – Tú?!”

Juno sabía esto. Ese cuerpo regordete. Esa cara envuelta en seda blanca con ojos de bellota mirando hacia afuera. La canasta de mimbre en su espalda, el gran rosario que llevaba, la naginata en su mano.

Este era el conocido en los rumores como el aventurero Kigurumi, el pequeño Musashibo.

“¡Eres el Sr. Kigurumi! ¡¿Qué estás haciendo aquí?!” ella exclamó.

En respuesta a la pregunta de Juno, el pequeño Musashibo levantó una mano redonda para cubrirse la boca.

“…” (El pequeño Musashibo estaba diciendo: “Cállate, por favor. Ellos nos encontraran.”)

¿Encontrarnos? Mis perseguidores están ahí… ella pensó.

“…” (“Está bien. Solo mira”, dijo, haciendo un gesto para que Juno lo mirara).

¿Hmm?

Después de pasar por una de sus conversaciones habituales, donde lograron comunicarse de alguna manera, Juno asomo la cabeza fuera de los arbustos al tiempo para ver las llamas antes de pasar. Tenían cuerpos mezclados, la ropa hecha jirones, los movimientos como zombis, y las llamas ardientes en sus cabezas.

Los pierrots de llamas…

Juno los reconoció al instante como los nuevos monstruos que se habían reportado al gremio. Sin embargo, cuando los miró de cerca, algo parecía estar mal. Sus movimientos eran extrañamente espasmódicos, casi como si fueran marionetas.

Mientras ella pensaba eso…

“¡Ahhhh!”

“¡¿Q – Qué son estas cosas?!”… los jinetes del principado que la perseguían comenzaron a gritar.

Una vez que vieron las aberraciones flamígeras moviéndose hacia ellos con un ruido de clic, los jinetes tenían cosas más importantes de las que preocuparse que su misión de exploración. No tenían nada que ganar de quedarse aquí y luchar contra estos monstruos desconocidos. Notificando a la fuerza principal sobre la existencia de estas cosas fue lo primero.

“¡Tch! No tenemos tiempo para lidiar con estos tipos. ¡Retirada!” Gritó el líder.

Los jinetes retrocedieron. Juno dio un suspiro de alivio, pero aún no estaba fuera de peligro todavía.

Ahora, ella tenía un enjambre de pierrots de llamas cerca de ella. Juno sacó su espada corta, por lo que estaría lista para luchar en cualquier momento.

Pompf.

El pequeño Musashibo puso su mano sobre la cabeza de Juno.

Fue tan repentino, los ojos de Juno se abrieron de par en par.

“H-Hey, ¡¿Señor?! ¿Qué crees que estás haciendo en un momento como este…?

“…” (“Está bien ahora. El peligro ha pasado”, dijo, dándose unas palmaditas en la cabeza).

“¿El peligro ha pasado…? ¡Pero esas cosas todavía están aquí!”

“…” (“No importa ellos. Vamos a volver rápidamente a Dece y a los otros”, estaba diciendo.)

Entonces, el pequeño Musashibo levantó a Juno, arrojándola en la cesta de mimbre en su espalda.

“¡Whoa! ¡¿Esto otra vez?!”

Ignorando las protestas de Juno, el pequeño Musashibo se alejó lentamente. Juno estaba desconcertado por un tiempo, pero una vez que volvió en sí, apoyó la barbilla en la cabeza del pequeño Musashibo.

“… Esta es la segunda vez que me salvas ahora, Señor.”

“…” (El pequeño Musashibo dio un pulgar hacia arriba).

“¿Qué estás haciendo aquí?”

“…” – el pequeño Musashibo no dijo nada para responder la pregunta de Juno. No, él nunca había dicho nada, pero incluso Juno no pudo percibir sus sentimientos en esta ocasión. Sin embargo, al mirar su espalda, sintió que podía sentir algo así como tristeza.
Juno se rascó la cabeza, y luego comenzó a golpear la espalda del pequeño Musashibo repetidamente.

“…” (“Pa-Para, por favor”, dijo, agitando sus brazos alrededor).

“¡Hmph!”, Dijo ella.

“Si quieres que pare, entonces anímate. Las cosas no siempre funcionan en la vida, pero aun así, solo sobrevivir es una victoria. Significa que todavía puedes comer mañana”.

“…”

El pequeño Musashibo no dijo nada en respuesta. Sin embargo, sus pasos parecían un poco más ligeros ahora que antes.

***

“Solo sobrevivir es una victoria… eh”.

Juno se había puesto un poco ruda, pero probablemente había estado tratando de alentarlo. Las palabras de Juno sin duda habían llegado a Souma, quien había estado controlando al pequeño Musashibo y los pierrots de llamas desde muy lejos en el capital.
Este era el plan Hakuya que se le había ocurrido para salvar al pueblo del sureste del principado.

Mediante el uso del poder de Souma, Poltergeists vivientes, tendrían un montón de muñecos extrañas circulando como un nuevo tipo de monstruo, los pierrots de llamas. Los utilizarían para atacar ciudades y pueblos a lo largo de la ruta del ejército del principado y obligarlos a evacuar. Luego se emitirían una misión para el gremio de los aventureros. Esto daría la credibilidad historia, y podrían salir los aventureros a escoltar a los refugiados.

De hecho, incluso había usado los pierrots de la llama quemar algunas ciudades ahora desocupadas en el suelo. Desde la perspectiva de las personas cuyos pueblos estaban siendo incendiadas, era un terrible inconveniente. Intentaría compensarlos a ellos más tarde, pero estaba todavía incendiando sus casas, sin duda llena de precioso recuerdos, para su propio beneficio.

No es de extrañar que Hakuya le había advertido de antemano que era un plan difícil.

A pesar de eso, Souma todavía lo había elegido. Había pensado que era mejor que dejar a las personas desprevenidas ser tiranizado por los ejércitos del principado. Había sopesado sus opciones, y luego hizo su elección para salvar lo que podía y desechar el resto. Sus acciones ciertamente no fueron loables.

Había pesado en su corazón, pero las palabras de Juno le habían animado un poco.

“Ella tiene razón. Si ellos no sobreviven, ni siquiera ser capaz de pedir disculpas más tarde.” Susurrándose esas palabras a sí mismo, Souma salió de la oficina de Asuntos Gubernamentales.

***

Mientras tanto, más o menos al mismo tiempo, Julius, que estaba con la fuerza principal del ejército Amidoniano, estaba mirando el informe que había recibido, desconcertado. La apariencia de un monstruo de llamas… Fue difícil de tomar al pie de la letra.

Hay informes de que las ciudades y pueblos a lo largo del camino del ejército se han incendiado…

Cuando había recibido el informe, había pensado que algunos soldados debieron haberse vuelto salvaje, corriendo por delante del ejército para participar en el pillaje. Su objetivo era anexionarse esta región después de la guerra, por lo que no serviría a sus intereses alienar a la población local demasiado.

Justo cuando Julius había estado pensando en que debería advertir a todo el ejército en contra de esto, había recibido un informe diciendo que esas ciudades y pueblos se habían quemado varios días antes de que las fuerzas del principado hubieran llegado. Si bien se alegraba de que no hubiera sido causado por soldados alborotadores, ¿por qué se habían incendiado las ciudades y las aldeas?

Lo siguiente que recordó a Julius fueron las tácticas de tierra arrasadas. En otras palabras, sospechaba que la gente había incendiado las ciudades y pueblos a lo largo del camino del ejercito Amidoniano para evitar que repongan sus provisiones localmente. En ese caso, significaría que el reino había predicho exactamente lo que estaban haciendo. Si es así, era peligroso avanzar ahora, y Julius debería asesorar a su padre Gaius a retirarse.

Aun así… Está muy mal hecho como para ser una estrategia de tierra arrasada.

Al ser el final del noveno mes del año, ahora estaban en la mitad de la temporada de cosecha. Si estuvieran usando tácticas de tierra arrasadas, deberían haber arrasado los campos y haber destruido o envenenado los pozos, también.

Sin embargo todo lo que había sido quemado eran las ciudades y pueblos mismos. Los campos quedaron intactos, y los pozos todavía se podían usar. Las fuerzas del Principado aún podrían reabastecerse en el campo. Además, habían encontrado objetos de valor en las ciudades quemadas. Esto tenía que ser una prueba de que los residentes habían evacuado a toda prisa.

Al final, llegó a la conclusión de que las ciudades y pueblos de esta zona deben haber sido atacado por monstruos o bandoleros. Por eso, Julius no le aconsejó a Gaius que hiciera nada.

El informe de avistamientos de monstruos de llama no es inconsistente con las condiciones en el sitio… Pero, aun así.
¿No era demasiado conveniente? Así fue como lo sintió Julius.

No puedo evitar sentir que hay algo raro sobre el reino en este momento.

—Es el pandemonio.

Mientras miraba hacia el noroeste, eso fue lo que pensó Julius.