Genjitsushugi Yuusha No Oukoku Saikenki

Volumen 2

Capitulo 6: Los Esquema de Batalla por la Ciudad del Dragón Rojo

Parte 3

Era prácticamente uno de esos barcos fantasmas que había oído hablar. ¿Acaso el rey Souma tenía algunos poderes secretos y extraños a su disposición?

Cuando un frío escalofrío comenzó a arrastrarse por las espaldas de los caballeros wyvern, llegó un nuevo informe.

“¡Tengo un reporte! ¡Hemos recuperado partes de lo que parece ser una armadura de alrededor de las baterías principales destruidas y los lanzadores de repetición antiaéreos! ”

“¿Armadura? ¿Había cadáveres?”

“Acerca de eso… dentro de los guantes que encontramos, había manos de un maniquí”.

“¿Un maniquí?”

Se encontraron maniquíes en lugar de artilleros.

Luego estaba la premonición que ella misma había sentido, que tal vez el barco carecía de números. Cuando consideró todo eso, Carla llegó a una conclusión.

“¡Todos los caballeros, regresen al castillo a paso redoblado!”

“¡Pero aún no hemos encontrado a Souma!”

La caballería wyvern reaccionó con desconcierto ante la ahora frenética Carla.

Carla le explicó a la caballería wyvern, su cara se llenó de arrepentimiento, “No… Souma probablemente no está a bordo de este acorazado. No sé qué magia utilizo, pero él estaba controlando los maniquíes que encontramos para que nos ataquen. El Albert no tripulado era el cebo, y picamos el anzuelo, la línea, y el plomo.”

“¿Fue un cebo…? Entonces, ¿cuál era su verdadero objetivo?

Al ver que comenzaba a amanecer sobre la caballería wyvern, Carla asintió con gravedad.

“Lo más probable es que fue mi padre en el Castillo del Dragón Rojo”.

***

—Una hora antes. Según lo previsto por Souma Kazuya.

La oposición de Castor no era algo que esperábamos.

Georg había estado haciendo movimientos inquietantes, y Castor había dejado a su esposa e hijo con Excel después de que ella había tratado de persuadirlo. Sin embargo, incluso si él tomó una actitud rebelde hasta el último momento, había pensado que Castor se pondría de nuestro lado al final.

Sin embargo, esa fue una esperanza ingenua. Habíamos subestimado el sentido de la caballerosidad de Castor.

Nunca había pensado que Castor se alió con el enemigo, dispuesto a martirizarse por su amistad con Georg. Era un pequeño respiro que, preocupado por sus subordinados, sólo había tomado a él mismo y a un centenar de sus tropas personales. Sin embargo, cuando los espías de Excel habían llevado esa información a nosotros, tanto Hakuya y como yo mantuvimos nuestras cabezas en nuestra manos.

Eso fue porque significaba que íbamos a tener que cambiar parte de nuestro plan cuidadosamente formulado.

Cuando se confirmó que Castor se opondría a nosotros, el mayor problema fue que no tenía fuerzas para enviar a la ciudad del dragón rojo.

De los 15,000 soldados que podía mover, los 10,000 de la Guardia Real y el Ejército Prohibido tenían que ir al Ducado Carmine, mientras que los 5,000 restantes habían sido enviados al sur del reino donde estaban los ejércitos del principado de Amidonia. Si bien había logrado asegurar la cooperación de Excel, tenía otras órdenes para la Marina.

Entonces el problema era que casi no tenía tropas disponibles.

Aunque Castor solo tenía cien de sus tropas personales, todos eran caballeros wyvern  que se dice que son equivalentes a quinientos soldados del ejército. Si enviaran nada menos que una fuerza adecuada, no serían capaz de tomar la ciudad del dragón rojo.

Con esta falta de mano de obra, Hakuya y yo elegimos confundir a nuestro oponente con una estrategia tras el plan, luego tratamos de tomar ciudad del dragón rojo con un ataque rápido.

En primer lugar remodelamos el acorazado del Ejército Prohibido, el Albert, para poder operarlo en tierra.

Con el fin de ejercer presión sobre la ciudad del dragón rojo, que estaba a mitad de una pequeña montaña, es absolutamente necesario tener armas de largo alcance. Por eso se me había ocurrido utilizar cañones del Albert. La idea procedía del arma de ferrocarril que había visto en un manga de guerra.
(JuCaGoTo: Y quien dice que los mangas no enseñan :p)

Al poner las ruedas en el barco y hacer que los rinosaurios tiraran de ella, Tomoe había logrado reunirlos, para que pudiera funcionar a través tierra firme.

… Sin embargo, después de una remodelación tan loca como esa, probablemente nunca sea capaz de hacer de nuevo un barco. Significaba que había tirado a la basura el único acorazado del Ejército Prohibido, pero había que tomar decisiones difíciles.

Usando el Albert como una plataforma de artillería móvil, lo primero que hice fue bombardear la ciudad del dragón rojo. Eso debe haber sorprendido al enemigo. Es decir, había un barco que atraviesa la tierra y dispara contra ellos.

Al mismo tiempo, utilicé la joya transmisión de voz para contactar a Castor. Cuando lo hice, le hice pensar que estaba en el Albert.

Los planes que se aprovecharon de la psicología humana como esta fueron la especialidad de Hakuya.

Castor estaba seguro de llevar a sus cien tropas personales para atacar al Albert. La caballería Wyvern era un tipo de tropa que tenía tanto poder como movilidad. A pesar de que los cañones podrían destruir las paredes del castillo, no importaba lo poderosos que eran si no podían golpearlos. Puesto que todo lo que habíamos hecho era arrastrar al Albert a la tierra, probablemente sería destruido por la caballería wyvern en cuestión de minutos.

A fin de evitar eso, cargamos a bordo al asesino de wyvern, el lanzador de repetición de flechas antiaéreas, en el Albert. Si había lanzadores de flechas de repetición antiaéreas a bordo, la caballería wyvern no podía acercarse a él fácilmente. Por lo menos, compraría tiempo.

Por cierto, los cañones del Albert y los lanzadores de flecha de repetición antiaérea eran operados por muñecos que controlaba con mi Poltergeists Vivientes. En otras palabras, el Albert no estaba tripulado.

Luego, una vez que Castor y su caballería wyvern fueron a atacar al Albert, Pensé que tomaríamos la ciudad del dragón rojo, mientras estaba ligeramente defendido.

Porque Excel se puso de nuestro lado, sabíamos que había una serie de túneles de escape bajo la ciudad de dragón rojo, al igual que los de la capital. Al usar esos túneles, nosotros enviamos un unidad de élite dirigida por Aisha, no importa cuán firme sea las defensas de un castillo, serian capaces de ocupar fácilmente.

Una vez que la ciudad del dragón rojo fuera tomada, la ciudad los lanzadores de flechas de repetición antiaérea de la ciudad se usarían para atacar a Castor y a sus tropas cuando regresaban. Además, una vez que su propio castillo cayera, Castor finalmente tendría que admitir la derrota… o al menos eso era el plan.

Sin embargo, aquí es donde sucedió algo que no habíamos planeado.

Castor se había quedado en la ciudad del dragón rojo.

Cuando llegamos a las murallas del castillo para apoderarnos de los lanzadores de flechas de repetición antiaérea de la ciudad del dragón rojo, nos encontramos con Castor. De pie detrás de él estaba un hombre de mediana edad quien parecía el administrador de la familia.

Cuando nuestros ojos se encontraron…

“… Castor Vargas”.

“… Souma Kazuya, eh”.

Así, Castor y yo dijimos el nombre del otro. Esta fue nuestra primera vez que nos encontramos cara a cara.

Conociéndolo en persona, Castor era grande y parecía más joven que cuando lo vi en una pantalla. Si bien tenía el pelo rojo, alas de dragón y una cola, también tenía rasgos finos que lo hacían parecer más un hombre joven que un general.

No tuve el lujo del tiempo, pero elegí dar mi nombre como muestra de respeto.

“Soy el que sirve como el rey provisional del Reino de Elfrieden, Souma Kazuya”.

“Soy el general de la fuerza aérea, Castor Vargas”. Cuando pronuncie mi nombre, Castor respondió con cortesía. Entonces, Castor inclinó la cabeza hacia un lado y preguntó,

“Si están aquí, ¿quiere decir que el acorazado que está montando un gran tiroteo llamativo de ahí es una distracción?”

“Sí. El plan era tomar la ciudad del dragón rojo mientras estaba ligeramente protegido, pero, bueno…”

“Ja ja ja, lástima que me haya quedado atrás”, Castor se rió jovialmente.

Cuando vi Castor actuar de esa manera, comencé a sospechar.

“Por supuesto, te quedaste atrás, pero solo son dos de usted, ¿verdad? No creo que debas estar riéndote en este momento”.

“Whoa allí, soy el único que te pelearé”, dijo.

“Deja a Tolman, fuera de eso”.

“Soy Tolman, mayordomo de la Casa de Vargas”, el hombre de mediana edad detrás de Castor se volvió hacia mí y se inclinó.

“También serví como el segundo al mando del duque Vargas en la fuerza aérea”.

“Tolman no tiene nada que ver con todo esto”, continuó Castor.

“Si pierdo, puedes hacer que lidere la fuerza aérea. Debería ser excelente general de la fuerza aérea”.

Mientras decía eso, Castor le dio una palmada a Tolman en la espalda vigorosamente.

Había considerado qué sucedería después de su derrota, y que estaba haciendo recomendaciones para su sucesor, ¿eh?

“… Si vas a ser un buen deportista al respecto, ¿por qué no cancelamos todo esto por completamente?” Pregunté.

“Debes darte cuenta ahora, ¿verdad? Esta batalla no tiene sentido”.

“No tiene sentido. Puedes convertirse en el hombre que me superó”, dijo Castor y luego sonrió.

“Superar al ‘General de las Fuerzas Aéreas Castor Vargas ganarás mucho prestigio. La duquesa Excel ya te sigue. Ahora, solo intenta derrotar al Duque Carmine. Si tú haces eso, estoy seguro de que todos los nobles que actuaban como aliados de momento vendrían a ti tropezando entre sí para servirte”.

“Tú…”

“Sin embargo, dicho esto, no tengo la intención de facilitarte las cosas”. Cuando terminó de decir eso, Castor desenvainó la espada de su cadera.

“¡Señor, quédate atrás!”

Aisha y los otros en el equipo de infiltración se movieron hacia arriba, colocándose entre mí y Castor. Varios de mis muñecos el pequeño Musashibo (grande) se mezclaron con los muñecos, lo que hizo una escena surrealista.

Castor volvió su espada hacia mí.

“Eres un héroe, ¿verdad? ¿Quieres un enfrentamiento uno a uno?”

“No estés loco. Un hombre ordinario que pasa todo su tiempo haciendo nada más que trabajo administrativo no va a ser rival para ti “.

Si él quisiera desafiarme a un duelo, solo iba a tener que encogerme de hombros.

Había venido aquí como parte del equipo de infiltración, pero no había derrotado a ninguno de los guardias. Bueno, aunque no servía de ayuda aquí, estaba en medio de una lucha en otro lugar en este momento.

Al utilizar mi conciencia dividida al máximo, mis muñecos manejaban las armas principales del acorazado Albert y los lanzadores de flechas antiaéreas que habíamos subido secretamente a bordo. Los estaba usando para luchar contra la caballería wyvern que habíamos atraído.

Sin embargo… la caballería wyvern estaba mejor entrenada de lo que había imaginado.

Parecía que los había tomado por sorpresa, pero incluso el arma llamada asesino de wyvern, la lanzador de flechas antiaéreo de repetición, podría no ser capaz de detenerlos por mucho tiempo.

Mientras pensaba en eso, Aisha columpio con su gran espada.

“¡Castor! ¿Cuánto tiempo tienes la intención de apuntar tu espada a su Majestad?

“¡Guh! ¡Para ser una niña pequeña, tiene una increíble fuerza loca!”, gritó Cástor.

Dijo eso, pero dado que había detenido la gran espada de Aisha con su propia espada, supuse que también tenía cierta “fuerza loca”.

Aisha parecía indignada siendo llamada niña pequeña.

“¡Prefiero no decir esto delante de su Majestad, pero hare que sepas que he vivido por décadas!”

“¡Hmph! ¡Bueno, he estado luchado por este país por más de un siglo!”, declaró.

“Mrrrrgh…”

Vamos, ¿por qué estaban compitiendo? ¿Esto era algo de orgullo porque ambos eran de razas de larga vida? Eso era lo que me preguntaba, cuando…

“Si subestima a un dragonewt, nacido de la sangre de dragón, ¡vas a conseguir algo más que un ligero daño!” gritó Castor, extendiendo sus alas para intimidarla.

La ráfaga de viento que creó fue lo suficientemente poderosa para hacer que los soldados salgan volando contra la pared. Aisha estaba logrando resistirlo poniendo sus manos en el suelo.