Genjitsushugi Yuusha No Oukoku Saikenki

Volumen 2

Capitulo 6: Los Esquema de Batalla por la Ciudad del Dragón Rojo

Parte 2

La caballería wyvern bajo el mando de Carla voló hacia el cielo con movimientos coordinados.

Carla, siendo una dragonewt, podía volar por sí misma, pero por lo general volaba en la parte posterior de un wyvern para que pudiera concentrarse por completo en la batalla. Ellos utilizan la magia de viento para elevarse hasta una altura que los cañones no pudieron alcanzarlos, y luego, después de entrar en formación, se llevaría a cabo un ataque de buceo Cuando terminaron de formarse, y justo cuando Carla estaba a punto de dar la orden de atacar, uno de la caballería wyvern se acercó a ella.

“Mi Señora, por favor, espere un momento.”

“¿Qué pasa?”, Preguntó ella.

“Algo es extraño aquí. Hemos llegado a esta altura, pero no vemos ninguna señal de refuerzos detrás de ellos. Parece que el Albert es realmente la fuerza enemiga completa.”

Mientras respondía al caballero wyvern, que tenía una mirada dudosa en su cara, Carla inclinó la cabeza hacia un lado perpleja. “¿No hemos recibido ya informes al respecto?”
“Sí”, dijo él. “Sin embargo, creo que pueden estar escondidos en algún lugar, o pueden tener tropas esperando en un lugar separado. Mi señora, ¿cree que es posible tomar un castillo con sólo unidad de armas de asedio?”

Carla consideró la pregunta. “… No, no se puede. Incluso si son capaces de atacar el castillo, carecen del poder para ocuparlo y luego mantener esa ocupación. Si quieren defender el castillo, necesitaran una unidad de infantería, además de la unidad de armas de asedio.”

“Sí”, estuvo de acuerdo. “Sin embargo, no veo ninguna señal del enemigo tenga esas fuerzas.”

“Entonces, básicamente… ¿qué significa eso?”

“No lo sé. Sin embargo, ¿crees que el enemigo aún podría tener algo bajo la manga?

Carla pensó profundamente por un momento antes de negar con la cabeza. “Incluso si lo hacen, no cambiaría nada. En este momento, el castillo del dragón rojo está siendo expuesto bajo el fuego de los cañones. Con el fin de garantizar la seguridad de mi padre, hay que destruir ese acorazado.”

“Bueno… Sí, supongo que es verdad…” El caballero wyvern pudo ver eso también, por lo que retrocedió en silencio.

Carla levantó su mano derecha en alto. “¡El objetivo de nuestro ataque es el acorazado Albert! ¡El rey Souma es un objetivo para capturar! ¡Qué ese rey sea testigo de la valentía de la casa Vargas!”

“” “¡Sííííííí!” ”

Al escuchar las órdenes de Carla, los hombres musculosos de la fuerza aérea levantaron sus voces de júbilo.

En comparación con las otras fuerzas, los miembros de la Fuerza Aérea tendían a valorar el poder por encima de todo. En la Fuerza Aérea, podría ser correcto. Podría ser un absoluto. Podrían dejar lo intelectual y el cálculo a las otras fuerzas.

Los que están en la Fuerza Aérea sólo se necesitaban ser fuerte, y para estar listo en todo momento para destrozar a los enemigos antes que ellos. Por eso los soldados de la Fuerza Aérea tenían un profundo respeto por Castor y Carla, con su abrumadora poder.

“¡Caballería Wyvern, aquí están tus órdenes! ¡Desciendan, carguen y luego pisoteen al enemigo!” grito.

Cuando Carla, a quien respetaban profundamente, bajó la mano, los soldados de la Fuerza Aérea comenzaron su rápido descenso hacia el Albert.

La mejor estrategia para combatir con la caballería wyvern en un campo abierto era descender rápidamente, mientras que desatan el aliento de fuego del wyvern quemando la tierra y, luego, dan la vuelta y asciende una vez más. Para cuando los soldados en la tierra habían preparado sus arcos, los wyverns ya habían desaparecido. Con el equipo utilizado para combatir a sus oponentes en tierra, poco es lo que se podía hacer para contrarrestar esta alta potencia, alta movilidad de ataque.

Ni siquiera el cañón principal de Albert sería capaz de seguirles la pista a la velocidad que iban, y su armadura no duraría mucho frente al ataque de la unidad wyvern.

Parecía sólo cuestión de tiempo antes de la Albert se cayera, pero…

Twang, twang, twang, twang, twang…
 
En el siguiente momento, incontables objetos volaron hacia los caballeros descendientes desde la dirección del Albert. Cuando se dieron cuenta de que eran flechas tan gruesas como estacas, la caballería wyvern ya había quedado atrapada bajo la lluvia de flechas.

“¡¿Qué?! ¡¿Flechas?!”

“¡Gwah…!”

“¡Ti-Tienen mis alas! ¡Estoy cayendo!”

“¡Evade! ¡Evaaaade! ”

En este aluvión de flechas que parecían llover desde la tierra, la caballería wyvern se vieron obligados a dar marcha atrás y ascender. Una gran cantidad de caballería wyvern había sido derribada solo en ese aluvión solo.

El ataque había venido desde abajo, por lo que la mayor parte del daño ya estaba hecho a los wyverns en lugar de a los caballeros. Incluso entre los wyverns que lograron retirarse de manera segura, muchos se tambaleaban de dolor con las piezas que les habían golpeado en algún lado.

Mientras miraba a esta debacle, Carla se dio un puñetazo en el muslo con ira.

“¡¿Qué pasaba con esas flechas?! ¡¿Cómo es que son muchos?!”

“Si se pueden alcanzar a una unidad wyvern a varios cientos de metros en el aire, las flechas no fueron disparados por ningún humano”, uno de sus caballeros respondió.

“Si tenemos en cuenta el número, también… lo más probable, que era un lanzador de flecha antiaéreas encantada con  magia de viento.”

Al escuchar el informe de la caballería wyvern, Carla frunció el ceño con preocupación.
“¡¿Lanzador de flechas antiaéreas?! ¡¿Por qué esta esas cosas cargadas en un barco?!”

“Lo más probable es que… cargaron uno de esas cosas de la muralla del castillo hasta el barco”.

El lanzador de flecha antiaérea estaba encantada con magia de viento para aumentar drásticamente su alcance y permitirle disparar decenas de flechas por segundo. Era un arma especialmente creada para combatir wyverns. Normalmente fueron montadas en las murallas del castillo, y era insólito que sean cargadas en barcos.

Esto se debía a que una de las diferencias entre los dragones y los wyverns era que, aunque los dragones no temen al mar, los wyverns sí. Cuando los wyverns estaban lo suficientemente lejos del mar como para que ya no pudieran ver la tierra, se asustaban y se sacudían hasta el punto de que se volvían completamente incontrolables. En otras palabras, los wyverns casi nunca peleaban con los acorazados, por lo que los barcos no tenían necesidad de llevar equipo anti wyvern.

Debido a eso, Carla y su caballería wyvern habían olvidado a su enemigo natural, el lanzador de flechas antiaérea de repetición, hasta este mismo momento.

Carla golpeó su muslo en cólera una vez más.

“¡Maldita sea! Él se está burlando aprovechándose de nuestra expectativa…”

Cuando ella pensó, desde el momento en esta batalla había comenzado, su comprensión de cómo funcionan las cosas había estado cayendo a pedazos. Hubo un barco que atraviesa la tierra, cargado con armas que por lo general no tendrían. Porque habían tratado de recurrir a su sentido común, el enemigo había sido capaz de jugar con ellos.

No sé si esto fue el plan de ese rey, o si es del primer ministro de negro quien lo propuso, pero cualquiera de ellos que fuera, él es francamente desagradable, Carla pensó para sí misma amargamente.

De hecho, este plan había sido un trabajo de colectivo entre Souma y Hakuya. Souma le había propuesto ideas a Hakuya basadas en armas y tácticas de su mundo, mientras que Hakuya las había formulado en un plan que tomaría al enemigo por sorpresa. Si alguien era desagradable, eran ellos dos.

Sin embargo, eso importarle poco a Carla en este momento.

El caballero wyvern le dijo: “Si tienen un lanzador de flechas antiaéreas a bordo, ese acorazado es un pequeño castillo en sí mismo. Esto es peligroso.”

Al oír a uno de los caballeros wyvern debajo de ella analizar la situación, Carla chasqueó la lengua.

“¡Maldita sea…! ¿Qué hacemos?”

“Bueno… Puede que ahora sea como un pequeño castillo, pero todavía tiene forma de acorazado, así que sospecho que aún puede tener los mismos puntos ciegos”.

“¿Dónde están los puntos ciegos de un acorazado?”, Preguntó Carla.

“El área entre la superficie del agua y la cubierta. Un acorazado no tiene medios de atacar a los enemigos más bajos que su cubierta. Para Albert, el área desde el suelo hasta su cubierta debería ser un punto ciego para ello. En resumen, si vamos atacar ese barco…”

“…Sólo tenemos enfocarnos en volar en muy bajo” Carla dijo con alegría, contenta de haber encontrado una buena estrategia.

Por lo general, el vuelo de altitud mínima con wyverns era peligroso. Podría causar que se estrellen contra el suelo en todo momento. Sin embargo, eran una unidad experimentada de la fuerza aérea.

“¡Escucharon eso!”, Grito Carla.

“Todos los caballeros, volaran a baja altura y se acercan al Albert. ¡Muévanse rápidamente para neutralizar todas las armas, incluido al cañón principal y lanzador de flechas antiaéreas! ”

“Entendido, ¿pero solo las armas? ¿No sería más rápido para aplastar el puente?” Preguntó un caballero Wyvern, pero Carla sacudió la cabeza en silencio en respuesta.

“Creemos que Souma está en ese acorazado. Si Souma está ahí, Liscia puede estar cerca. Si atacamos el puente y Liscia se lastima, eso sería inaceptable. Por lo tanto, solo necesitamos neutralizar sus armas. Capturemos a Souma vivo.”

Incluso mientras daba esas órdenes a sus subordinados, Carla se sentía diferente. Además, si matamos a Souma, estoy seguro de que Liscia estaría triste.

Carla había estado mirando desde atrás de Castor mientras Souma le había entregado su ultimátum. Por supuesto, ella había visto todo, incluso a Liscia cortándose el pelo.

Castor podría haberse sentido conmovido por la determinación de Liscia, sino como su amiga, y como una mujer, Carla había sido conmovida aún con más fuerza. Liscia había estado tan decidida a vivir al lado de Souma que había sido capaz de cortar su hermoso cabello sin vacilación.

El compromiso se había visto obligado en ella por sus padres al principio. Por eso Carla había estado tan enojada, y había decidido quedarse con su padre cuando él se opuso al rey, diciendo que iba a salvar a Liscia. … Sin embargo, después de haber demostrado que el nivel de determinación, no tenía más remedio que aceptarlo. Liscia ya amaba a Souma desde lo más profundo de su corazón.

Si realmente estuviera pensando en Liscia, debería haber tratado de persuadir a mi padre, pensó Carla. Entonces, en lugar de oponerme a ellos, debería haber servido bajo su mando, estoy segura… Bueno, es un poco tarde para arrepentimientos ahora.

¿Cómo se suponía que debía enfrentar a Liscia ahora?

Carla sacudió la cabeza, como para librarse de esos sentimientos, entonces se inclinó ante los caballeros siguiéndola.

“Sé que pondré a todos en problemas innecesarios, pero estoy contando con ustedes.”

Cuando Carla se inclinó, todos los hombres golpearon sus pechos una vez.

“Déjelo en nuestras manos, Mi Dama.”

“¡Juramos que capturaremos a Souma por usted!”

Al escuchar la respuesta tranquilizadora de los hombres, Carla asintió y levantó su mano derecha. Entonces…

“¡A la carga!”

… Bajó su mano, dando la orden de cargar una vez más.

Toda la caballería wyvern cayó verticalmente, de cabeza, como marionetas con sus hilos cortados. Luego, se recuperaron solo instantes antes de impactar con el suelo y voló a una altitud mínima, como si se arrastraran a lo largo de la superficie. Era una trayectoria de vuelo peligroso, sino como un testimonio del entrenamiento riguroso que se sometieron diariamente, ninguno de los caballeros se retiró al realizar esta hazaña.

Con Carla a la cabeza, la caballería wyvern continuó volando a una altitud mínima, dirigiéndose directamente hacia el Albert. Como habían anticipado, no hubo fuego de cañones o lluvia de flechas. Carla confirmó visualmente la presencia de lanzadores de flechas antiaéreas montados a los lados del Albert.

“¡Los encontré! ¡Todos los caballeros, procedan según lo planeado para ataque al armamento enemigo! ¡No sabemos dónde se encuentra Souma, por lo que no ataquen ninguna sección de la nave que no necesiten!”

“” “Sí, señora.” “”

“Aquí vamos… ¡Fuego!”

Cuando Carla dio la orden, bolas de fuego surgieron de la boca de los wyverns. Las bolas de fuego impactaron en las armas a bordo del Albert una tras otra. Las dos baterías principales en la parte delantera y trasera del Albert explotaron, y los lanzadores de flechas ardieron. La diferencia en lo que explotó y lo que no se decidido por si se trataba de un arma de pólvora o no.

Con todas las armas destruidas en un instante, la unidad del caballero wyvern se elevó hacia arriba alejándose del Albert, como si cabalgara en el humo ascendente.

Confiada en su victoria, Carla hizo que su wyvern volara en un círculo elegante.

“¡Bueno! ¡Ahora, asaltar al Albert! ¡Capturen a Souma y pónganlo bajo custodia!”

“¡Eahhhhhh!”

Pero ella no dijo nada a cambio.

Entre la caballería wyvern enardecida, Carla estaba sola con una expresión dudosa.

… Es extraño. El Albert tiene armas secundarias, pero las únicas que nos dispararon fueron las dos baterías principales y los lanzadores de repetición antiaéreas. Si hubieran querido levantar una cortina de fuego, mientras más armas dispararan, es lo mejor, creo. Tal vez ese acorazado… no tiene los números para ¿eso?

Mientras Carla comenzaba a sospechar, la caballería wyvern ya se había dirigido al puente del Albert. A pesar de sus dudas, Carla los siguió.

Cuando Carla alcanzó el puente del Albert, no había ninguna persona a la vista. El puente estaba vacío.

Tenía sentido que ahora, en este momento en particular, no pudiera ver a nadie, pero no había señales de que alguien hubiera estado allí recientemente. Cuando Carla se quedó allí estupefacta, un caballero wyvern entró corriendo para darle su informe.

“¡reportando! Estamos buscando actualmente el interior del Albert, pero aún tenemos que encontrar algún soldado, ¡y mucho menos esta Souma!”

“¡Eso es absurdo! Entonces, ¡¿con quién estábamos luchando hasta ahora?!” ella exclamo.

Se sentía como algún paño había sido puesto ante los ojos de alguna manera. El barco estaba desocupado. En ninguna parte se encuentra a los artilleros.