Genjitsushugi Yuusha No Oukoku Saikenki

Volumen 2

Capitulo 6: Los Esquema de Batalla por la Ciudad del Dragón Rojo

Parte 1

—32º día, 9º mes, 1,546º Año, calendario continental – La Ciudad del Dragones Rojo.

Desde que Souma había emitido su ultimátum, el señor de la ciudad del dragón rojo, Castor Vargas, había estado increíblemente ocupado. Debido a que había decidido apoyar Georg Carmine usando sólo sus tropas personales de la ciudad del dragón rojo, existía el riesgo de que la propia ciudad del dragón rojo se convertiría en un campo de batalla.

Castor era consciente de que todo esto se había producido como resultado de su propio orgullo. No podía permitir que las personas de su dominio sufrieran por su orgullo.

Debido a eso, terminó teniendo que hacer el trabajo de evacuar a la ciudadanía a otras ciudades él mismo. Normalmente, Castor dejó este tipo de tareas por completo a su mayordomo Tolman, pero esta vez hizo el trabajo por sí mismo. Pensó que esta podría ser la última vez que tuviera la oportunidad, por lo que estaba tratando de cumplir con sus deberes como su lord.

Dentro de la oficina de asuntos gubernamentales en el Castillo del dragón rojo, su castillo en la ciudad del dragón rojo, Castor le hizo una pregunta a Tolman.

“¿Cómo va la evacuación de los ciudadanos?”

“Ya está completo”, respondió Tolman. “Ahora, las únicas personas que quedan en la ciudad del dragón rojo está la unidad de la fuerza aérea y los que están conectados a la Casa de Vargas”.

“Entiendo… me alegra oír eso”, dijo Castor, reclinándose en su silla, con una expresión de sincero alivio en su rostro.

“Tal vez no debería decir esto, pero es una carga en mis hombros. Sin esa carga que llevar, puedo actuar como un guerrero.”

“Verdaderamente, esas fueron palabras que un lord nunca debe hablar”.

“Nunca estuve hecho para ser un lord de todos modos”, dijo Castor.

“A pesar de que he heredado la fuerza aérea y mis súbditos de mi padre, nunca he tenido el talento para la administración. Cuando pienso en lo que hubiera sido sin ti y Accela, la sola idea de eso me asusta”.

Castor miró hacia el techo.

“Cuando pienso en el pasado, me doy cuenta de que el rey Albert llevaba mucho más, y con esa tímida personalidad suya… Y ahora, ese nuevo rey, Souma, está llevando esa carga. Es bastante impresionante, para un niño de su edad. Puedo ver por qué la princesa estaba dispuesto a cortarse el pelo para caminar junto él.”

Liscia se había cortado el pelo como una muestra de determinación hacia Georg, pero cuando Castor lo había visto, su corazón se había movido. Castor siempre había tenido una personalidad sencilla, expresiones de emociones tan directas como esa realmente lo golpeó duro.

Al ver a Castor así, Tolman le preguntó con asombro:

“¿Has cambiado tu visión de él ahora, después de todo este tiempo?”

“Sí. Tengo… Tienes razón, me tomó demasiado tiempo”, dijo Castor, reconociendo su propia culpa.

Era demasiado tarde para dar marcha atrás. Él tampoco tenía intención de intentarlo. De aquí en adelante, se enfrentaría a Souma valientemente. Incluso si era derrotado, él mostraría al rey el orgullo de un general de la fuerza aérea de larga trayectoria.

“Hemos recibido solicitudes de las unidades de las fuerzas Aéreas de todo el país diciendo que desean ponerse de su lado, Maestro…” Comenzó Tolman.

La Fuerza Aérea era el hogar de una gran cantidad de rufianes que pensaban que podrían hacer las cosas bien, por lo que un comandante valiente y feroz como Castor obtuvo mucho respeto de sus subordinados. Sin embargo, Castor agitó su mano ante la idea.

“Diles a todos que hagan una caminata. No les permitiré que se unan a mí en mi obstinado orgullo.”

“… Pensé que dirías eso”, dijo Tolman, mirando a su torpe maestro con resentida resignación. “Ahora bien, maestro. ¿Qué piensas hacer ahora?”

“No voy a hacer nada”, dijo Castor.

“Voy a esperar aquí por Souma”.

“¿No irás a unirte al Duque Carmine?”

“No puedo dejar la ciudad del dragón rojo vacía. Además, no me importaría luchar junto al duque Carmine, pero tendré que pasar de cabalgar junto a un grupo de nobles corruptos. No podría permanecer fiel a mi orgullo así.”

Para Castor, el resultado de esta guerra fue secundario. Gane o pierda, vivir o morir, sólo pensó en combatir de una manera de la que nadie sería capaz de reírse él.

“Esperaré en esta tierra hasta que venga Souma”, dijo. “Si viene con un gran ejército, caeré gloriosamente en la batalla. Si me subestima y sólo envía una pequeña fuerza, voy a masticarlo en pedazos. Eso es todo”.

“Ah, pero ¿irán las cosas como usted ha planeado…?”, Dijo Tolman, mirando hacia abajo a los documentos en sus manos. “Según los informes de nuestros exploradores, una fuerza de 10.000 del ejército prohibido se dirigían hacia el ducado Carmine. No está claro si el rey Souma está acompañando ese ejército, pero no creo que tengan fuerzas para enviarnos.”

“¿Estás diciendo que me va a ignorar?” Preguntó Castor.

“Sólo tenemos un centenar de caballeros, así que creo que ignorarnos sería una opción.”

“Ja, no es una oportunidad”, Castor desestimó las preocupaciones de Tolman con una sonrisa. “¿Los 40,000 efectivos del ejército liderados por el duque Carmine, o 100 caballeros de la fuerza aérea? ¿Quién suena como el oponente más difícil para ti? Además de eso, si me vence, tenemos una regla que dice que toda la Fuerza Aérea se pondrá bajo el mando de Souma. Para Souma, el mejor curso de acción es derribarme, luego de dirigir la fuerza aérea a una batalla final con el duque Carmín.”

“Sin embargo, el hecho es que el rey Souma no tiene tropas disponible a su disposición…”

“No sé sobre eso. El nuevo rey es astuto, y he oído que su mano derecha, el primer ministro, también es fuerte. Pueden llegar a algún método que nunca habría pensado”, dijo Castor, sonriendo con anticipación. Su expresión era como el de un niño travieso, emocionado de ver si su broma iba a funcionar o no.

Cuando vio a Castor esperando ansiosamente algún plan por sus enemigos, a pesar de que pronto podría estar en una crisis seria, Tolman se sostuvo las sienes.

“Maestro, simplemente no puedo entender ese sentido tuyo”.

“Ja, ja, ja, realmente no necesitas entenderlo. En realidad… Tolman, no te involucres en esta batalla”, dijo Castor, repentinamente tomando una seria expresión.

Tolman se quedó en silencio, pero después de un momento recuperó la compostura.

“… ¿Por qué dijo eso?”, Preguntó. “¿Estoy listo para servirle hasta el final?”

“Si algo me sucede, y luego mueres también, ¿quién va a dirigir a la Fuerza Aérea? Además, estoy preocupado por Carl, a quien deje con la duquesa Excel”, dijo Castor, con una sonrisa un tanto solitaria.

“La duquesa Walter se ha aliado con el rey Souma. Incluso si algo nos sucede, estoy seguro de que Carl, con quien he cortado los lazos, hereda la casa de Vargas. Pero Carl todavía es joven. Accela no puede manejar las cosas por sí misma. Es exactamente por eso que quiero que sirvas y cuides a Carl. Conoces bien la Casa Vargas, después de todo. Por eso es que… no importa lo que pase, tienes que sobrevivir. Esto es un orden.”

“… Usted me está dando una orden tan cruel”, dijo Tolman, con una sonrisa amarga con un tinte de soledad. Sin embargo, rápidamente tomó una expresión seria. De pie, con la espalda recta y los pies juntos, saludó.

“Definitivamente he recibido su orden.”

“…Cuento contigo.”

Mientras el amo y el sirviente estaban teniendo este intercambio, la hija de Castor, Carla, entró corriendo a la habitación, sin aliento.

“¡Padre! ¡Las fuerzas de Souma han aparecido!

Cuando escuchó esas palabras, Castor se levantó, lleno de vigor.

“Él está aquí, ¿eh? Entonces, ¿Qué tan grande es la fuerza que él está liderando?”

Cuántas tropas había traído Souma determinaría si Castor podría mostrarle su orgullo. ¿Fue 5,000 o 10,000? Castor había esperado una gran fuerza, pero las siguientes palabras de Carla lo hicieron dudar de sus oídos.

—La fuerza enemiga es… ¡una barco!
 
“… ¿En serio?”

Después de haber subido a los muros para mirar, Castor vio un barco de guerra avanzando a través de las llanuras hacia ellos. La ciudad del dragón rojo se construyó a mitad de una montaña en el medio de las llanuras. No había ríos cerca de él que un barco de guerra pudiera atravesar. Sin embargo, ese acorazado corría en la tierra, no a lo largo de un río o cualquier otra cosa.

“Padre, se parece al acorazado Albert “, dijo Carla, mirando a través de un telescopio.

“¿El Albert? ¿Qué está haciendo esa cosa corriendo por la tierra?” Castor preguntó incrédulo.

El acorazado Albert. Llamado así por el antiguo rey, era el único barco en poder del Ejército Prohibido, y también el buque insignia de la Armada Real. Mientras que su forma era similar a la de Mikasa, el buque insignia de la Flota Combinada en el momento de la batalla de Tsushima, en lugar de ser propulsado por un motor de combustión interna, fue propulsado por dos dragones marinos.

Sin embargo, no fueron los dragones marinos los que estaban tirando del Albert ahora.

“¡Ah! Padre, mira. El Albert está siendo arrastrado por rinosaurios”.

Cuando Castor tomó el telescopio de Carla para ver por sí mismo, vio que el Albert estaba siendo arrastrado por tres de las grandes criaturas terrestres llamadas rinosaurios.

Cuando miró más de cerca, notó que la quilla de Albert había sido modificada. Había lo que parecían ruedas a los lados.

“¡¿Ellos le pusieron ruedas en él para que pudieran forzarlo a que corra por tierra?! ¡Después de una modificación como esa, no hay forma de que pueda volver a ser un barco! ¡¿Planean tirar su buque insignia aquí?!”

“No es como si tuviéramos muchas opciones”, dijo una voz transmitida.

“Ya tenemos escasez de mano de obra”.
“?!”

Cuando me di la vuelta para mirar a la repentina voz que había respondido a sus preguntas, vio a Tolman allí de pie sosteniendo un simple receptor de la joya de transmisión de voz. De pie detrás de Tolman había un número de subordinados de Castor que, por alguna razón, traían una joya de transmisión de voz a la muralla.

La imagen de Souma Kazuya se mostró en el receptor simple que Tolman sostenía. Estaba demasiado oscuro para ver qué había detrás de él.

“Acabamos de recibir una carta del Rey Souma solicitando hablar con usted por la joya de transmisión de voz, así que hicimos los preparativos necesarios”, explicó Tolman.

Al escuchar esto, Castor dijo, “… Entiendo”, asintiendo.

“¿Y? ¿Por qué es el Albert hace su camino tierra a dentro? ”

En respuesta a la pregunta de Castor, Souma simplemente se encogió de hombros. “No subestimes la capacidad de transporte del Ejército Prohibido. Si utilizamos las carreteras pavimentadas, y los rinosaurios, transportar un buque de guerra modificado es fácil.”

“No es de lo que estoy hablando. Te pregunto por qué te tomaste la molestia de traerlo de esta manera hasta aquí”.

Castor no preguntaba cómo, quería saber por qué.

Souma le dijo la respuesta sin ningún teatrismo.

“Atacar y tomar la ciudad del dragón rojo, por supuesto.”

Al siguiente momento…¡Booooooom!… Hubo un fuerte ruido. Luego, solo unos segundos más tarde, hubo un crujido cuando un gran temblor sacudió la muralla. Mientras se tambaleaba hacia adelante debido al temblor, Castor miró alrededor del área.

“¡¿Qué?! ¡¿Qué pasó?!”

“¡E-estamos bajo fuego del Albert! ¡Parece haber dado un golpe directo en las murallas!

“¡¿Estamos bajo fuego?!… ¡Ah! ¡Entiendo! Cañones, ¿eh?”

Las armas de fuego no se habían desarrollado muy lejos en este mundo con magia.

Dentro del reino, solo el Ejército tenía cañones que estaban destinados para ser utilizado en el interior. Sin embargo, debido a que todos los tipos de magia distintos del agua tienden a ser más débiles en el mar, las batallas en el agua se libraron principalmente por barcos que disparan el uno al otro con artillería. Por supuesto buques de guerra estaban cargados con grandes cañones. Esto también fue cierto para Albert del Ejército Prohibido.

Souma había llevado al Albert para que pudiera usar sus cañones.

“Ya que es un trabajo duro atacar una fortaleza de montaña como la ciudad del dragón rojo”, explicó Souma.

“No tenemos mucho tiempo de sobra, ya sea, por lo que confiamos en armas que podrían atacar desde de larga distancia.”

“¿Estás diciendo que remodelaste el barco de guerra por eso?” Exigió Castor.

Qué va a pensar que este tipo después, pensó Castor, sintiendo como si estuviera viendo un mago en el trabajo.

Si hubiera tenido conocimiento moderno, probablemente lo habría pensado: Todo lo que hizo fue utilizar un buque de guerra como un arma de ferrocarril. (Que eran las armas hechas cargando los cañones por lo general grandes y difíciles de transportar en un tren, lo que es posible moverlos a largas distancias). Sin embargo, para las personas de este mundo en el que todavía no había ningún concepto de un arma de ferrocarril, la idea Souma de fue suficiente loca par estar estupefacto.

Castor se quedó estupefacto por un momento, pero pronto comenzó a reír a carcajadas.
“¡Ja ja ja, no está mal! ¡Nunca pensé que vería un barco cruzando la tierra!”

“¿Te gustan los trucos llamativos como este, verdad?”, Preguntó Souma, a lo que Castor asintió.

“Creo que estoy enamorado. Usted puede convertirse en un rey infernal”.

“No es demasiado tarde para que te rindas. Lo haría más fácil, ¿sabes? “, Dijo Souma, pero Castor negó con la cabeza en silencio.

“Lamentablemente… no puedo hacer eso. No puedo hacer algo tan patético como rendirme tan tarde en el juego. Ahora que se ha llegado a esto, quiero ser el muro que se interpone en tu camino. Si tienes lo que se necesita para ser rey, entonces pasa por encima de mí.”

Al ver que Castor rebosaba con la voluntad de luchar, Souma entrecerró los ojos.

“… Eso es realmente lamentable, Castor”.

¡Booooooom! …¡Explosión!
 
Otro disparo fue disparado contra las paredes de la ciudad del dragón rojo.

Cástor se giró hacia Carla y le ordenó: “Carla, saca a la caballería wyvern y vuélalo hasta el infierno a ese acorazado”.

Cuando recibió la orden, los ojos de Carla se abrieron con sorpresa.

“¿Voy a dirigirlos? ¿Qué vas a hacer, padre?

“Me quedaré aquí y veré tu batalla. Dado que, sin importar nada, uno de nosotros tiene que quedarse atrás. Ahora sal y destruye los cañones.”

“… ¡Entendido!”

Carla corrió hacia los establos wyvern. Después de ver a Carla partir, Castor se volvió para hablarle a Souma sobre el simple receptor.

“Mi hija está yendo por tu cabeza. Prepárate para conocer a tu creador.”

“Te sugiero que hagas lo mismo”, Souma respondido.

Los dos hombres se miraron el uno al otro.

Así comenzó la batalla por la Ciudad del dragón rojo.