Genjitsushugi Yuusha No Oukoku Saikenki

Volumen 2

Capitulo 2: El elenco de las dos naciones

Parte 1

— 9° mes, del año 1,546, calendario Continental — Capital del Principado de Van.

La ciudad de Van, en la capital principado del Principado de Amidonia, estaba rodeada por altas murallas de castillo y su arquitectura carecía de exceso estilístico ni ornamentación. Puesto en una luz favorecedora, podría ser llamado austera y resistente. Llamado menos favorable, era aburrido y monótono. El paisaje sin refinar de esta ciudad se parecía mucho a las personas que lo habitaban.

Este país, que habían perdido tierras en una guerra con Elfrieden hace dos reinados, habían hecho la venganza en ese reino como una política nacional. Lo qué valoraban por encima de todo era el espíritu del Guerrero. De sus hombres, exigieron austeridad. De sus mujeres, exigieron servilismo a los hombres, así como pudor femenino. Debido a eso, no había hombres riendo en las calles, ni  mujeres paseando con trajes de moda.

Esa era la naturaleza de la “ciudad tranquila” Van, pero recientemente allí había un extraño vértigo en el aire. Se había iniciado cuando su país vecino, el reino enemigo de Elfrieden, había sufrido un cambio repentino de liderazgo.

En el año 1,546 del calendario Continental, el rey Alberto de Elfrieden había abdicado de su trono.

Albert, ahora es el rey anterior, había sido un individuo mediocre, pero debido a su naturaleza apacible, él había sido respetado por sus vasallos y las personas.

Sin embargo, también debido a esta gentileza, él no había implementó las políticas drásticas que habrían erradicado la corrupción de los malvado vasallos. Gracias a esto y una variedad de otras, causas superpuestas, el reino había caído lentamente.

Este Albert había entregado su trono a un héroe que se decía que había sido convocado desde otro mundo.

El héroe aparentemente fue nombrado Souma Kazuya.

Al mismo tiempo que Albert le había confiado el trono a Souma, él también había arreglado el compromiso con su única hija Liecia, con el nuevo rey, asegurando el poder de Souma. Este Souma, a quien se le había entregado el trono, aún no había sido coronado formalmente, pero en realidad era el rey y se había embarcado en una serie de reformas políticas.

Con este cambio repentino de Reyes, había quienes sospecharon usurpación al principio, pero, con el apoyo de Liecia, él había corregido los errores de sus vasallos, reunió nuevo personal, mejoró la situación de la seguridad alimentaria durante el tiempo de escasez, e instaló una red de transporte interna para aumentar la capacidad de envío. Con la implementación constante de estas políticas y más, Souma estaba reuniendo el apoyo de las personas. Para ser un héroe, era bastante simple, pero como un rey, era magnífico. Esa fue la valoración de las personas de él.

Sin embargo, en el reinado de Souma no fue fácil en todos los aspectos. En primer lugar, los tres duques que controlaban las fuerzas terrestres, marinas y aéreas de Elfrieden (también había una fuerza distintas a estos, el ejército prohibido, que servía directamente al rey) aún no había jurado lealtad a Souma.

El hombre bestia León  que era el general del ejército, Georg Carmine.

La serpiente marina que era el almirante de la Marina, Excel Walter.

El dragonete general de las fuerzas aéreas, Castor Vargas.

Desde el cambio de reyes, estos tres habían tomado sus ejércitos y se habían aislado ellos mismos en sus propios territorios.

Como todo estaba ocurriendo en otro país, sus intenciones exactas seguían siendo desconocidas, pero estaba claro que sus relaciones con Souma eran tensas. En particular, había rumores de que el general del ejército, Georg Carmine, había estado reuniendo fuerzas en su territorio, dejando claro su posición en contra de Souma.

Además, los nobles que habían sido investigados por Souma por corrupción fueron presionados contra él.

A los que cometieron delitos graves fueron despojados de sus títulos y se les confiscaron sus tierras y sus bienes. Aquellos cuyos crímenes eran aún más graves serian encarcelado o castigado de otra manera.

Los nobles corruptos no estaban contentos sobre esto y habían intentado tomar sus activos y abandonar el país. Sin embargo, las fronteras ya habían sido selladas, y sin otra alternativa, se habían reunido bajo la protección de Georg Carmine, quien se oponía abiertamente a Souma.

Por lo tanto, la discordia entre Souma y los tres duques saliendo a la superficie, los ciudadanos de Amidonia estaban de buen humor. Hubo rumores plausibles que el rey Souma había comenzado a reclutar tropas para someter a los tres duques que no darían un paso atrás desde su posición de rebeldía. El reino estaba experimentando un conflicto entre el rey y sus vasallos.

Este fue una situación que hizo que el Principado de Amidonia diluía en sus bocas. Parecía una oportunidad sin precedentes para perseguir sus objetivos nacionales, para “recuperar la tierra robada” y “tomar venganza contra ese reino.”

Debido a eso, no sólo entre los soldados sino entre la población en general, el abrumador consenso fue que: “¡Ahora es el momento para invadir el reino!”

En este estado militarista, el ejército era primero y las vidas de las personas en segundo lugar. Se dio prioridad a los militares cuando se repartía la financiación, lo que significa que las personas no se hicieron más próspera. Por supuesto, debe haber habido descontento de esto, pero a las personas se les enseñó que “todo nuestro sufrimiento es culpa del Reino de Elfrieden, que robaron nuestras tierras”.

En lugar de dirigir su ira hacia los políticos o el ejército, en su lugar dirigieron al reino de Elfrieden. No importaba cuan mal fuera gobernados, siempre era culpa de ese reino. Desde la perspectiva de un estadista, no podría haber una situación más ideal.

Además, esta creencia de que “ese reino es responsable de nuestras vidas difíciles” condujo naturalmente a la creencia de que “nuestras vidas será mejor si podemos derrotar al Reino”. Esa era precisamente la razón por la cual, dada esta oportunidad aparentemente ideal, había un crecimiento en el impulso para invadir el Reino.

Habiéndose enterado de ese impulso, se podían escuchar palabras audaces en cada esquina.

“¡Finalmente, ha llegado el momento para que nosotros luchemos contra ese reino!”

“¡Eso es correcto! ¡Ya no perdamos nuestro tiempo!”

“¡El valiente y varonil lord Gaius nunca perderá contra ese cachorro!”

“Una guerra, eh…”

Mientras muchas personas estaban buscando pelea, también había los que sentía inseguros sobre la guerra que parecía estar acercándose. Temían que ellos mismos, sus hogares, o sus familias pudieran quedar atrapados en medio.

Sin embargo, ahora mismo, el sentimiento público en este país no les permitiría expresar esas preocupaciones. No tenían más remedio para reprimir su ansiedad, confiando en el flujo.

Una persona miro silenciosamente a las personas desde las sombras de un callejón.

Esta persona llevaba un manto ocre, la capucha cubría su cabeza por completo, por lo que no era posible ver su expresión. Sin embargo, era de constitución ligera y tenía menos de 160 cm de altura. La persona suspiraba por la forma en que las personas de la ciudad estaban actuando, y luego se alejó a paso rápido.

La persona se dirigía hacia una tienda. De la mercancía en la vitrina, parecía vender prendas de vestir de hombres. El cartel de afuera decía “El ciervo plateado.”

La persona entró en la tienda, y en el momento en que retiro su capucha, aparecieron dos coletas trenzadas gemelas. La capucha había estado ocultando el adorable rostro de una niña.

A continuación, un hombre de mediana edad con canas grises que estaba vestido como un camarero salió de la parte posterior. Este hombre tenía un comportamiento caballeroso y al ver a la joven, la saludó con un “Bienvenido de nuevo.”

“¿Qué le pareció, lady Roroa?”, agregó.

“¿Cómo se veían las cosas en la ciudad?”

“No hay dos formas de hacerlo, Sebastián… es terrible,” dijo la chica. La chica que se dirigió al dueño de esta tienda en la jerga mercantil (falso
Dialecto de Kansai) era la primera princesa de Amidonia, Roroa Amidonia.

“Casi todo el mundo ‘están esperando’ la guerra que se aproxima,” continuó.

“Están pensando ya que el rey Souma es joven y no puede mantener a su pueblo en línea. Ni siquiera han pensado que posiblemente que ese viejo podría perder.”

“Lord Gaius es fuerte y valiente, después de todo”, dijo el dueño de la tienda.

“Simplemente se ve fuerte, eso es todo,” dijo la princesa. “Incluso si él es fuerte, es sólo un hombre.”

A pesar de que eran padre e hija, Roroa fue despiadada en su crítica. Entre Roroa, que tenía gran sentido económico y quería usar el dinero que había ganado para reconstruir el país y Gaius, el militarista que quería poner los fondos en equipos militares, había una gran brecha en sus formas de pensar.

Fue triste ver tal abismo entre padre e hijos, pero Roroa, como la primera princesa de este país, se encontró en una situación en la que tenía que hacer algo más que simplemente lamentarse ese hecho. Como alguien que estaba por encima de los demás, ella tenía que tomar medidas para prepararse para cualquier eventualidad.

Tal vez por la consideración, Sebastián le preguntó en un tono amistoso.

“Lady Roroa, pues bien ¿cómo lees a este personaje de Souma?”

“No sé”, dijo ella. “Las cosas que escuche, no son sus logros personales, son los logros de sus subordinados. Es por eso que es tan difícil de entenderlo. Sin embargo, él parece un rey que es bueno en escuchar a sus vasallos.”

Con esas palabras, Roroa puso sus manos en sus caderas y se quejó.

“Si estamos empezando una guerra con alguien a quien no podemos leerlo bien, eso es peligroso. Eso no cambia sólo porque el rey y los tres duques no se llevan bien. Ya sea su territorio, poder o población, el reino nos tiene venció en los tres campos. Y, por supuesto, el número de soldados que pueden desplegar, también. Nosotros tenemos muchos recursos minerales, por la que, la calidad de nuestro equipo es buena, pero… eso es todo lo que tenemos para nosotros.”

Con Roroa haciendo esa pesimista evaluación, Sebastián le preguntó,

“… Señora Roroa, ¿usted cree que este país va perder?”

“Ya lo dije, no lo sé,” ella dijo. “La guerra no es mi área de especialización. Sin embargo lo que si se es que si perdemos, va a ser real malo para nosotros. No es sólo el reino del que tenemos que preocuparnos. Esa irritante teocracia al norte, el Estado papal Lunaria y luego está la república Turgis, que está esperando cualquier apertura para que avance al norte. Tenemos una alianza con el estado mercenario de Zem a nuestro oeste, pero no estoy segura de que sean de mucha ayuda para nosotros si terminamos con el pie en el trasero.”

El estado Papal de Lunaria era la sede de la ortodoxia Lunariana, una religión que se alzaba, junto con la adoración de la madre dragón, como una de las dos más grande religiones en este continente. Ese país era gobernado por el Papa ortodoxo Lunaria, que era a la vez la autoridad temporal y religiosas, y tenía un sistema de valores que eran marcadamente diferente de otros países. Había muchos seguidores de la ortodoxia Lunaria en el Principado de Amidonia, y con cierta agitación, era posible que el estado podría derrocar al Principado.

La República de Turgis al sur, era una tierra de frío gélido. Durante el largo invierno, sus tierras fueron enterradas en la nieve y sus mares bloqueados con hielo. Debido a eso, en su búsqueda tierras con puertos descongelados y aguas cálidas, siempre estaban atentos al norte para tener cualquier oportunidad de expandirse.

El estado mercenario de Zem era un país único. Profesaban la neutralidad eterna y, sin embargo, obtenían garantías de seguridad mutua mediante el envío de sus mercenarios a cada nación. Habían enviado mercenarios al Principado, así como todos los demás, pero… los mercenarios estaban motivados por las ganancias. Si su país se encontraba en una desventaja, no había manera para saber cuan seriamente los mercenarios tomarían la lucha.

Si sucediera lo peor, e iban a perder, ¿cómo reaccionarían estos tres países?
Eso fue lo que le preocupaba a Roroa.

“El sentimiento que se ha establecido en este país en estos momentos es lo peor”, dijo Roroa con un suspiro.
“No hay nadie pensando en lo que sucederá si perdemos. Aun que, en el peor de los casos, podríamos ser invadidos por tres de nuestros vecinos a la vez.”

Ella lo pensó, y dijo:

“Eso por eso que voy a hacer lo voy a hacer. Incluso si significa estar en desacuerdo con mi viejo, tengo que estar lista si las cosas van al sur… ”

Mientras ella decía eso, le mostro a Sebastián una gran sonrisa.

“Así que, ahí lo tienes, Sebastián. Ayuda a esta chica, ¿a salir?”

“… Supongo que tendré que hacerlo, ¿no?” dijo Sebastián encogiéndose de hombros, como si tratara de sonar muy irritado. Esa era la apariencia que proyectaba, pero él ya se había decidido en lanzar su suerte con esta chica. A veces las acciones de Roroa traicionaban su juventud, pero tenía un cierto encanto que atraía a las personas hacia ella.

A veces, creo que es una pena que haya nació como una mujer… pensó.

Si Roroa hubiese podido tomar el trono, ¿podría este país convertirse en un lugar más cómodo para vivir? Sebastián no podía evitar de preguntarse.

En cuanto a la propia Roroa, ella ya había empezado a pensar en su siguiente paso.

“Bueno, ahora que todo está arreglado, todavía estamos cortos de manos, ” Dijo ella.

“Me gustaría dedicar más tiempo para buscar colaboradores, creo.”
“… ¿Y tiene el ojo en alguien en particular? Sebastián le preguntó, sintiendo algo en la forma de hablar de Roroa, y ella le devolvió una sonrisa traviesa a cambio.

Algunos días más tarde…

En su castillo en la capital del Principado, Van, el príncipe soberano de Amidonia, Gaius VIII, había reunido a los principales comandantes militares de este país en la sala de audiencias. Gaius se levantó del trono, y se dirigió a los comandantes reunidos.

“¡Ha llegado la hora! ¡Debemos reunir nuestras fuerzas en la frontera sur con Elfrieden!”

Esa fue la declaración que abrió la guerra con el Reino de Elfrieden.

Gaius había recibido informes de que el abismo entre Souma Kazuya y uno de los tres duques, Georg Carmine, se había vuelto insalvable, y que era sólo cuestión de tiempo antes de que los dos se enfrentaran. Muy pronto, el reino sería arrojado al caos. En ese caos, recuperarían nuevamente las tierras robadas de ellos hace cincuenta años.

“Al mismo tiempo como Georg inicia su rebelión, comenzaremos nuestra invasión a Elfrieden!”, anunció.

“¡Nuestro objetivo es la región productora de granos en el sur! ¡Ahora es el momento para recuperar las tierras robadas a nuestros antepasados!”

“””¡Hurrah!””” Los comandantes reunidos soltaron una ovación.

Finalmente, había llegado el momento de tomar venganza por sus pasadas pérdidas contra el Reino. Estos comandantes, quienes eran militares centrales, no pudieran evitar sentir que su sangre hirviera y se agitara en su interior. En ese ambiente…

“¡Por favor, espere, su Alteza!”

… Un solo hombre hablo en oposición, avanzo para arrodillarse ante su soberano.
Era el joven Ministro de finanzas, Gatsby Colbert.

Con su raro sentido para la economía, se le había confiado el cargo de Ministro de finanzas a pesar de sólo ser un joven alrededor de los veinte años.

Si bien el talento de Roroa radicaba en gastar dinero para hacer que la economía se moviera, Colbert era especializada en eliminar gastos inútiles y liberar los fondos de esa manera. Si bien tomaron diferentes enfoques, estos dos trabajaron juntos para cortar lo que era necesario cortar y gastar donde era necesario gastar. Ellos eran los únicos que apenas mantenían la economía de este país cayera al borde del abismo.

“¡Oh, eres tú, Colbert!” Gaius lo miro con severidad. Él estaba claramente disgustado.
Cuando Gaius, un hombre que incluso los generales que habían sobrevivido a muchas batallas, temían a su ira, volvieron la mirada hacia Colbert, un mero burócrata, Colbert comenzó a temblar. Sin embargo, tuvo el coraje de ofrecer su consejo.

“Lo digo con el debido respeto, Señor,” se las arregló. “¡Por favor, reconsidere la invasión de Elfrieden! ¡Las personas de nuestro país están sufriendo una crisis alimentaria y una pobre economía! ¡Si empezamos una guerra ahora, nuestro pueblo se morirá de hambre!”

“Lo sé”, el rey dijo bruscamente. “Es por eso que capturar la región productora de granos es tan urgente.”

“¡Las guerras requieren un gran gasto por parte del Estado!” Colbert protesto. “Si tiene mucho margen de maniobra en el presupuesto, ¡Deberíamos poder ser capaces de importar alimentos del extranjero! En lugar de pelear una guerra, no sabremos si ganaremos o perderemos, y que, incluso si ganamos, no tenemos ninguna garantía que nuestros esfuerzos rindan frutos, no es este el momento cuando debemos fortalecer nuestra fuerza y… ”

“¡Silencio!” Gaius rugió.

Caminó hacia el burócrata y lo pateo lo suficiente como para enviar al hombre a volar.

“Urkh…”

Mientras miraba a Colbert tirado en el piso, Gaius tenía una expresión de ira en su rostro.

“¡Los ministros de asuntos interno siempre dicen lo mismo! ¡Trabajadores de asuntos internos, ahora no es el momento para esto, es todo lo que escucho! ¡Mira en donde nos ha metido todo esto! ¡Es fácil ver lo agotado que esta nuestro país! Sin embargo, en contraste a nosotros, ese reino, a pesar de haberse estancado bajo ese último rey tonto, ¡Han comenzado a recuperarse con este nuevo rey que subió al trono! ”

“E-es porque… el nuevo rey, Souma, ha estado trabajando para enriquecer su país… ”

“¡¿Todavía estas diciendo eso?!”

Gaius pateo a Colbert en el piso una vez más.

Tal vez se había hecho un corte en la boca, porque la sangre corría por una esquina de los labios de Colbert. Aun así, Colbert no dejo de hablar.

“Su Alteza… El personal total del ejército de Amidonia es aproximadamente la mitad del ejército de Elfrieden. ¡Esto es… un plan demasiado imprudente!”

“¡Lo sé sin que algún humilde funcionario me lo diga!” gritó el rey. “¡Es precisamente por eso que ahora, con el rey y los tres duques en conflicto, tenemos una oportunidad!”

“Aun así, no se sabe cuánto tiempo durará” ¨Protestó Colbert.

“¡Bwahaha! No hay necesidad de preocuparse. Georg Carmine se lanzara a la rebelión. Ese cachorro joven de rey no tendrá la fácil en subyugarlo, estoy seguro. Las guerras civiles se alargaran durante mucho tiempo. Será lo mismo incluso si Georg gana. ¡Si un traidor se levanta, no hay ninguna manera para que el país se mantenga unido!”

Colbert se mordió su labio con frustración. ¡¿Esa es la razón por la cual su Alteza está actuando tan audazmente?!

Debido a que era Georg Carmine, una de los tres duques, y el que era famoso para ser un feroz general, que estaba levantando la bandera de rebelión contra Souma, eso probablemente empujaba a Gaius a actuar.

La verdad era que no había ninguna garantía de que una oportunidad como ésta llegaría a ocurrir otra vez. Gaius ya tenía 50 años, de ninguna manera era un hombre joven. No quería dejar pasar esta oportunidad ideal mientras todavía estaba en condiciones de ponerse al frente de un ejército y dar órdenes.

Sin embargo… ¡Es demasiado optimista al pensar de esa manera! Colbert pensó tercamente.

“¡Por favor, escúchame, su Alteza!” estalló. “¡Si invades Elfrieden, nuestro país se expondrá a la crítica de todos los demás países! ¡Hemos firmado la declaración del frente común de la humanidad contra la raza demonio del imperio! ”

“… La declaración de la humanidad, ¿verdad?” Aquí, por primera vez, Gaius tenía una mirada tensa.
Encabezada por el imperio del gran caos, la declaración del frente común de la humanidad contra raza demonio (también conocido como la declaración de la humanidad) se refería a una declaración y el tratado internacional resultante respaldado por el imperio más grande, más poderoso en el continente. Establecía que, a la luz de la expansión del dominio del señor demonio, todos los conflictos entre la humanidad debían cesar. Y, para evitar que los monstruos y los demonios avancen más al sur, toda la humanidad debe trabajar como una y cooperar.

Los elementos esenciales de la declaración de la humanidad se dieron en estos tres artículos:

En primero lugar, la adquisición de territorio adquirido por la fuerza entre las naciones de la humanidad seria considerará inadmisible.

En segundo lugar, se respetaría el derecho de todos los pueblos a la igualdad y autonomía.