Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 8

Epílogo: Tres Meses Después

Han pasado tres meses desde que me inscribí. Mi vida escolar era monótona. Por la mañana me despertaba, entrenaba, practicaba mi magia, desayunaba, iba a clase, almorzaba, investigaba en la biblioteca, volvía a casa, cenaba, repasaba el material para prepararme para el día siguiente, y luego dormía. Enjuagar y repetir.

Sería una mentira decir que no era agradable. En mi vida anterior, había sido un encerrado. Asistí a la secundaria pero no al instituto, y obviamente, nunca fui a la universidad. Este lugar tenía comida que nunca había probado en la secundaria. También tenía una gran variedad de clases en materias que me interesaban.

Por supuesto, era la primera vez en mucho tiempo que iba a la escuela, y podría estar envuelto en la nostalgia y la novedad de la misma. El brillo podría desaparecer con el tiempo, pero cruzaría ese puente cuando llegara a él. No necesitaba un título para salir adelante en este mundo. No había razón para obligarme a quedarme más tiempo del que quería.

Mientras tanto, sin embargo, mi vida había cambiado para mejor en los últimos tres meses.

Primero fue Julie, la esclava enana que Zanoba, el maestro Fitz y yo habíamos comprado juntos. Para un príncipe sin otros intereses aparte de las figuras, Zanoba estaba haciendo un buen trabajo cuidando de ella. Le enseñó a leer y escribir, la alimentó, le dio ropa para que se pusiera y un lugar para dormir. De hecho, la trató más como una hermana menor que como una esclava. Había tratado de darle el mismo nombre que su difunto hermano menor, así que probablemente había algo de afecto real allí.

A través de todo esto, estaba viendo un lado más humano de él, lo que me hizo feliz de ver. Julie también se estaba encariñando con Zanoba. Lo escuchaba sin importar lo que dijera, y lo seguía a todas partes, como un patito que sigue a su madre. Cuando me miraba, sin embargo, ocasionalmente veía un poco de miedo en sus ojos. Ella estaba bien cuando yo le daba lecciones, pero si se equivocaba o no podía hacer algo que le pedía, temblaba y se escondía detrás de Zanoba mientras se disculpaba conmigo. Actuaba como si yo fuera el tipo de profesor que gritaba y golpeaba a sus alumnos que hacían algo que no les gustaba… lo cual no era así. Nunca había hecho ninguna de esas cosas.

Sintiéndome un poco descorazonado, decidí pedirle a Zanoba su opinión.

“Zanoba, ¿por qué es que Julie parece tener tanto miedo de mí?”

“Hm”, dijo.

“Los enanos tienen un cuento de hadas llamado ‘El monstruo del agujero’.”

El Monstruo del Agujero, explicó, vivía en lo profundo, dentro de un agujero del que normalmente nunca salía. Sin embargo, amaba tanto a los niños malos que se arrastraba lentamente para secuestrarlos. Si un niño trataba de correr, el suelo debajo de ellos se convertía instantáneamente en lodo y los atrapaba, con lo cual el monstruo los metía en una bolsa y los arrastraba de nuevo a su guarida. Los niños que se llevaban eventualmente

Volumen 08 – Adolescence – The University Arc [Light Novel]

reaparecían en la superficie, pero se comportaban tan bien que parecían personas diferentes.

Uno se preguntaba: ¿qué pasó con los niños malos cuando bajaron a ese agujero? “Probablemente te asoció con esa historia después de ver lo que les pasó a Linia y Pursena”.

Sabía que no podía complacer a todo el mundo, pero no me gustaba que me tuviera miedo. Decidí tener mucho cuidado de no regañarla durante las clases, y darle palmaditas en la cabeza, felicitarla y darle dulces cuando hacía las cosas bien.

Espera, no, tampoco quería tratarla como a una mascota. Hmm… Esto era más difícil de lo que pensaba.

***

Linia y Pursena, mientras tanto, me habían estado llamando “Jefe” desde ese incidente. No me llevaban la mochila ni me seguían a todas partes, pero se inclinaban en señal de saludo cuando me veían y se apartaban para dejarme pasar.

“Heya. Has llegado pronto otra vez, Jefe, mew”.

“Buenos días”.

Incluso entablaban conversación casualmente durante la clase, sentados cerca de Zanoba y de mí.

“Ustedes dos seguro que han estado actuando más amigablemente últimamente”, comenté.

“¿Preferirías que actuáramos de forma más respetuosa, mew? No somos muy buenas actuando de manera formal, así que probablemente nos tropezaríamos si lo intentáramos.”

“Nuestro respeto es genuino. Respetamos a los fuertes”. Pursena meneó la cola mientras decía eso.

Más que nada, era agradable tener chicas jóvenes a mi alrededor. Eran un regalo para la vista, sobre todo comparadas con Zanoba. Como ventaja añadida, los otros delincuentes habían mantenido su distancia de mí desde que Linia y Pursena empezaron a actuar así, lo cual me pareció bien.

***

“¡Hey, Rudeus!” En el momento en que salí del edificio después de la clase, Elinalise me llamó.

“Seguro que has hecho muchos amigos en poco tiempo.”

“¿Amigos…? Oh, sí.” No había estado buscando hacer amigos, pero había adquirido un montón de todos modos. Tal vez no sea sorprendente, dado que esto era una escuela. Si mantuviera este ritmo, tendría veinte amigos en un año. Con el sistema de siete años de esta escuela, podría eventualmente tener cien amigos.

“Pero son todas chicas. No me sorprende, supongo, que seas el hijo de Paul.”

“Eso no es cierto. No todas son chicas”.

“Sabes, Paul dijo algo similar hace mucho tiempo.”

Ahora que lo pienso, mi relación con Elinalise también ha cambiado. No habíamos tenido mucho contacto desde que empezamos a ir a la escuela, y tampoco habíamos sido muy cercanos antes de eso. Probablemente estaba ocupada disfrutando la vida escolar al máximo.

“Señorita Elinalise, es raro que venga hasta aquí. ¿Necesitaba algo?”

“Sí. Necesito que me presten algo.”

“Vas a tener que encontrar a alguien más para eso. El mío está actualmente fuera de servicio.”

“Eso no es lo que estoy pidiendo. Dejé mi libro de magia en el dormitorio. ¿Podrías prestarme el tuyo, por favor?”

Propensiones sexuales aparte, Elinalise estaba asistiendo a clases en serio. No tenía ni idea de lo que una aventurera de clase S como ella esperaba aprender, pero Ghislaine me había contado historias de momentos en los que luchó porque no podía usar la magia. Tal vez Elinalise pensó que no tenía nada que perder al menos aprendiendo lo básico.

“Bueno, supongo que sí. Sólo tengo una copia, sin embargo, así que no lo olvides de nuevo.”

“Te devolveré el favor en algún momento”, dijo, saludando mientras se iba.

***

Sin que Rudeus lo supiera, había dos pares de ojos mirándolo. Uno estaba detrás de él, la mirada de un joven que acababa de salir de la clase donde se había hecho la clase. Pareciendo indignado, el chico apartó la mirada y volvió a la clase.

El segundo par miraba desde arriba, desde una habitación cerrada en el piso más alto del edificio de investigación. Si uno mirara hacia arriba y se encontrara con esos ojos, podría temblar de miedo o abrir sus propios ojos en shock, ya que el observador tenía una máscara blanca sin rasgos que cubría su cara.

***

Mientras la vida escolar de Rudeus transcurría sin problemas, había movimiento lejos al este de él. Más allá incluso del Reino de Biheiril, el más oriental de los Territorios del Norte, al otro lado del océano, había una isla conocida como la Isla del Ogro. Estaba habitada por la tribu de los ogros, un pueblo de cabello rojo oscuro y un solo cuerno que crecía en cada una de sus frentes. Su milicia estaba dirigida por un fuerte guerrero llamado el Dios Ogro.

La tribu de los ogros era una raza de demonios que no había participado ni en la gran guerra entre humanos y demonios ni en la guerra de Laplace. Por esa razón, los humanos los vieron separados de la raza demoníaca, como los enanos o los elfos. Sin embargo, como generalmente se mantenían a sí mismos en su isla, su existencia no era de conocimiento común. La única relación amistosa que la tribu tenía con la humanidad era con el Reino Biheiril, y los forasteros que entraban en su territorio eran atacados y asesinados sin piedad.

Pero incluso esta tribu abría su corazón a un visitante reconocido. Actualmente había una persona de este tipo entre ellos, un hombre que había estado viajando a bordo de un barco perteneciente a la gente del mar cuando se acercó a la isla. Curioso por la isla, desembarcó. Después de un poco de alboroto, la tribu de los ogros lo aceptó como su invitado.

El hombre encontró la isla confortable y se estableció allí. Habló amablemente con el Dios Ogro, bebió con la tribu y, a veces, entrenó a sus jóvenes. Dos años pasaron de esa manera. Para este huésped, que había vivido varios miles de años, fue poco más que un parpadeo.

Un día, llegó una carta para él. Había hecho una petición de emergencia a un aventurero de rango S, un viajero experimentado, que había enviado la carta rápidamente. La carta era concisa: Encontré a la persona que buscábamos en una de las Tres Naciones Mágicas. En unos pocos meses más, nos dirigiremos a la Universidad del Reino de Ranoa.

 Después de leerla, el hombre se puso de pie. Habiendo visto el contenido de la carta y la mirada en la cara de su invitado, el Dios Ogro preguntó: “¿Te vas?”

El invitado sacudió la cabeza y dijo: “Sí. Me tengo que ir ahora”. Al escuchar esto, la tribu de los ogros habló unánimemente.

“Estaremos muy solos sin ti”.

“Por favor, no te vayas. Hay mucho más que quiero que me enseñes”.

“¿No puedes vivir aquí? ¡Toda la gente del pueblo te daría la bienvenida!”

Gruñó en reconocimiento a cada arrebato.

“Confía en mí, me gustaría hacer eso también. Pero los humanos tienen una vida corta. Si paso demasiado tiempo disfrutando aquí, el que tengo que conocer podría morir para mí.”

El Dios Ogro, líder de la tribu de los ogros, sólo le dijo un simple “Cuídate”.

Aunque reacios, los otros ogros obedecieron. Se celebró un gran banquete de despedida, y el invitado y el Dios Ogro disfrutaron de una variedad de eventos especiales como luchas y concursos de comida. Luego, con buen ánimo, vieron a su invitado apagado – el hombre amable que había aparecido de repente un día y luego vivió en su pueblo durante casi dos años. Un hombre inmortal que luchó con el Dios Ogro y perdió, sólo para revivir al día siguiente y perder una y otra vez en un ciclo de muerte y renacimiento. Un gran hombre con piel negra y seis brazos.

“¡Fwahahaha! ¡Espera!”

Se dirigió hacia el oeste. Un país fue sorprendido por su repentina invasión y le lanzó magia de nivel avanzado. Otro le preparó un tributo. Ignoró a todos ellos y se lanzó hacia adelante, dirigiéndose más al oeste. Atravesó montañas y pasó por valles a una velocidad que superó la de la red de información de los humanos. Para cuando cada país descubrió lo que quería, ya había cruzado sus fronteras y se había ido. Cada vez más al oeste fue a una velocidad vertiginosa. Su destino era el Reino de Ranoa.