Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 8

Capítulo 2: Examen De Entrada

 

 

El REINO DE RANOA era el país más grande de la región norte del continente central, con el mismo tipo de influencia y poder que el Reino de Shirone en el sur. Sin embargo, también tenía una alianza con Basherant y Neris, así como lazos íntimos con el Gremio de Magos. Los tres países de Ranoa, Basherant y Neris se llamaban las Tres Naciones Mágicas.

¿Por qué “magia”, te preguntas? ¿Fue porque el cuartel general del Gremio de Magos estaba ubicado allí? Eso fue parte de ello, pero la verdadera razón fue que estos tres países vertieron una tremenda cantidad de recursos en la investigación de la magia. Creada para ese propósito, y actuando como líder de la alianza, fue una gran ciudad construida en el borde del Reino de Ranoa: la Ciudad Mágica de la Sharia. La Universidad de Magia de Ranoa, el Cuartel General del Gremio de Magos y el Taller de Implementos Mágicos de Neris fueron empujados a esa ciudad floreciente que era básicamente el centro de las Naciones Mágicas.


Si miraras la ciudad desde arriba, encontrarías el Gremio de Magos en su centro, construido con el último estilo de ladrillo resistente a la magia. En el este, el Distrito Estudiantil se centraba en la Universidad de Magia, mientras que en el oeste, el Taller de Implementos Mágicos era el corazón del Distrito de Talleres. En el centro del Distrito de Comercio estaba el Gremio de Comerciantes, y en el sur el Distrito de Alojamiento, que acogía a los que entraban en la ciudad, incluyendo a los aventureros. Mirando el mapa, me di cuenta de que su diseño estaba basado en el de Millishion. No es que hubiera nada útil en ese descubrimiento.

Elinalise y yo reservamos una posada en el Distrito de Alojamiento. Esta vez, elegimos una de primera categoría equipada con una chimenea. Elinalise venía a sumergirse en mi cama cuando hacía frío, y la tentación me hacía sentir deprimido.

Como descubrí en nuestro viaje aquí, ella tenía una razón para necesitar dormir con hombres. Mientras estábamos en la carretera, tomamos un ligero giro equivocado y no llegamos a la siguiente ciudad por más de una semana. Durante ese tiempo, su salud se deterioró rápidamente. Los temblores recorrieron su cuerpo sin explicación, su cara se puso pálida, pero había algo peligroso en sus ojos mientras me miraba.

Le lancé frenéticamente magia de desintoxicación, y me reveló que estaba afligida por una maldición: si no se acostaba periódicamente con hombres, moriría. Al oír eso, sentí cierta simpatía por su situación, pero parecía que Elinalise no se sentía amargada por ello en absoluto.

“Me encanta el sexo, así que incluso si no estuviera maldita, haría lo mismo”, dijo. A diferencia de mí, ella estaba manejando su enfermedad única bastante bien.

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“Bueno, entonces, voy a ir a ver a este señor Jenius ahora. ¿Qué va a hacer, señorita Elinalise?”

“Yo también iré.”

“…¿por qué?” Me imaginé que iría a algún lugar como el Gremio de Aventureros para olfatear a un hombre.

“Ya que vinimos hasta aquí, voy a tratar de inscribirme en esta Universidad de Magia también.”

“¿Por qué? ¿Te interesa la magia?”

“No, pero me interesan los hombres jóvenes.”

“Ah, así que eso es todo.” No tenía ni idea de cómo eran las leyes de Ranoa, pero aunque ella las eludiera, no sería yo quien fuera arrestado.

“Probablemente tendrás que pagar la matrícula y los honorarios completos.”

“No hay problema. Esto puede ser una sorpresa para ti, pero tengo bastante dinero, sabes”, dijo, dándole una bofetada a su monedero. No sólo contenía moneda de esta región, sino también más de cinco monedas de oro Asura. También sabía que tenía un número de cristales mágicos en su mochila, hermosos cristales con forma de esfera, lo suficientemente grandes para caber en la palma de mi mano. Cada uno de ellos produciría unas diez monedas de oro Asura si se vendieran. Me preguntaba dónde había conseguido esas cosas, pero era una aventurera que solía ir a explorar los laberintos. Tal vez las había tenido por un tiempo, llevándolas consigo en lugar de dinero.

“Está bien. Entonces vamos a seguir adelante.” Los dos nos dirigimos a la Universidad de Magia.

***

 

 

La Universidad de Magia de Ranoa ocupaba una vasta extensión de tierra, el campus estaba lleno de enormes edificios de ladrillo, incluyendo uno en el centro que parecía casi un castillo. Para el ojo inexperto, podría parecer una fortaleza. Me recordaba a la Universidad de Tsukuba en la Prefectura de Ibaraki, aunque sólo había visto fotos.

Le pasé mi carta a la pareja que hacía guardia en la puerta principal.

“Disculpe, esta es la carta que recibí.”

El guardia le echó un vistazo, gruñó y asintió con la cabeza.

“¿Conoce el edificio de los profesores?”

“No lo conozco”.

“Siga recto desde aquí, y gire a la derecha en la estatua del primer director. Es el edificio con el techo azul. Entréguele esto a la recepcionista de allí y ellos le harán saber al vice-director que usted está aquí.”

“Gracias”.

Antes de que Elinalise pudiera darle al hombre una mirada sugerente, la arrastré por la oreja. Sus largas orejas proporcionaron mucha compra.

Era un camino recto hasta la estatua del primer director. El camino estaba bordeado de árboles desnudos. Me preguntaba si los cerezos florecerían una vez que llegara la primavera. En realidad, no tenía ni idea de si este mundo tenía flores de cerezo. Detrás de los árboles se alzaba un muro de ladrillos de unos tres metros de altura.

“Todos estos están hechos de ladrillos resistentes a la magia”.

“Hm.” Al escuchar a Elinalise, dirigí mi atención a la pared. Ladrillos resistentes a la magia, como su nombre indica, eran ladrillos que repelían el maná. Aparentemente, podían incluso soportar un ataque mágico a gran escala.

Por lo que escuché, el Gremio de Magos tenía el monopolio sobre la venta y producción de ladrillos resistentes a la magia. Eran tan caros que el único lugar donde se usaban en el Reino de Asura era la capital. No había visto ninguno en el País Santo de Millis o en el Reino del Dragón Rey, pero los veías mucho en las Naciones Mágicas. Incluso se usaban en los muros de los gremios de aventureros de aquí. El proceso de su creación era un secreto bien guardado, pero tal vez las materias primas en sí no eran tan costosas.

Entramos en una plaza algo grande, en el centro de la cual había una estatua de una chica con una bata. Había una placa pegada a ella que decía: “Primera Directora, Líder de la Cincuenta y Seis Generación del Gremio de Magos, Frau Claudia”. El muro de ladrillos terminaba aquí, y ante nosotros se alzaba una mansión lo suficientemente grande como para ser una fortaleza, rodeada por al menos otros seis edificios. Alcancé a ver las llamas rugientes en el terreno al lado del edificio. Considerando que nadie estaba haciendo un escándalo, asumí que era parte de una clase.

A la izquierda había varios edificios grandes con techos rojos, muchas ventanas y verandas. Por la ropa que se secaba en dichas galerías, supuse que eran los dormitorios de los estudiantes. A la derecha había un edificio con techo azul, y a mi izquierda, otro con techo rojo. Como yo no era parte de la familia Sylvanian, iba a ir a la derecha.

“Me estoy emocionanda un poco”, murmuró de repente Elinalise.

“¿Lo estás?”

“Quiero decir, ¡mira todos estos enormes edificios!”

¿Por qué esta zorra de repente se puso tan cursi? Supuse que los aventureros no se encontraban con edificios tan grandes a menudo. Como mucho, tenían el Gremio de Aventureros.

“¿Cuál es el edificio más grande en el que has estado antes?”





“La sede del Gremio de Aventureros de Millishion”, dijo.

“Eres un aguafiestas”, dijo.

“Cuando vi el Gremio de Aventureros de Millishion por primera vez, estaba tan emocionada que casi me abrazo a Paul sin siquiera pensar… tch. Esos son recuerdos que preferiría olvidar.”

Mientras  Elinalise  murmuraba  para  sí  misma,  su  expresión  se  retorcía  de  asco.

¿Exactamente qué había hecho Paul para que esta mujer, que se había jactado de estar bien con cualquier hombre, lo odiara tanto? Ahora que lo pienso, ¿cuánto tiempo hace que se separaron? Yo tenía quince años ahora, así que tuvo que ser hace más de quince años…

***

 

 

“Esto es un poco inesperado, pero ¿cuántos años tiene, señorita Elinalise?”

“Vaya, vaya, esa no es una pregunta que deberías hacerle a una dama”, reprendió.

“Por cierto, tengo cincuenta años.”

“Mentirosa”.

Mientras hablábamos, finalmente llegamos al edificio con el techo azul. Le entregué mi carta a la recepcionista, una anciana, y nos llevaron a una habitación barata con un sofá y una mesa.

“Por favor, espere aquí un momento”, dijo, y desapareció.

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“Uf”, exhalé.

“Si suspiras así, dejarás escapar toda tu buena fortuna.”

Me senté en el sofá y Elinalise se acurrucó contra mí. Siempre hacía esto cuando se sentaba al lado de un hombre, pero no me molestaba. Le hacía feliz acariciar el cuerpo de un hombre, y me hacía feliz tener una hermosa mujer mayor presionada contra mí. No había razón para que ninguno de los dos se opusiera, excepto mi hombrecito, que se negaba a responder incluso en esta situación.

Preocupado con esos pensamientos, inspeccioné nuestro entorno. Si tuviera que clasificar esta área de recepción, le daría una C. La habitación era escasa y el sofá era duro. Tal vez eso lo convertía en un lugar adecuado para recibir aventureros.

“Lamento haberlos hecho esperar. Soy Jenius, el subdirector.”

El hombre que apareció después de unos veinte minutos era viejo y de aspecto quisquilloso, con una línea de cabello que retrocede. Como llevaba una bata de color azul oscuro, supuse que usaba magia acuática.

“Un placer conocerle, soy Rudeus Greyrat.” Me puse de pie rápidamente, ofreciendo el saludo de un noble e inclinándome ante él. Cuando miré a Elinalise, noté que hacía algo similar mientras bajaba la cabeza.

“¿Y tú eres?”

“Mi nombre es Elinalise Dragonroad. Soy miembro del grupo de Rudeus.”

“Uh-huh…”

Le echó una mirada que decía: “¿Quién diablos eres y qué estás haciendo aquí?”, pero Elinalise parecía totalmente imperturbable. Jenius se encogió de hombros y nos hizo señas para que nos sentáramos.

“Nunca imaginé que llegarías a nosotros tan rápido”, dijo.

“Vine por recomendación de alguien”.

“¿De alguien? Ahh, ¿quieres decir de Roxy?”

¡Esa es la Srta. Roxy para ti, idiota! Grité por dentro, aunque me quedé callado.

“No me refería a eso, aunque ella también me recomendó esta escuela.”

“Ajá… bueno, entonces, ¿podemos seguir adelante e inscribirte en la universidad?”

“Sí, claro.” Desconcertado por la forma en que Jenius se inclinó repentinamente hacia adelante con entusiasmo, yo asentí vacilantemente.

“Ah, ¿dónde están mis modales? La mayoría de los magos que trabajan en solitario tienden a ser muy orgullosos, sobre todo los jóvenes como tú.”

“Ya veo”.

“Escuché que derribaste a un rezagado de Red Wyrm el otro día. Nunca esperé que alguien como tú aceptara inscribirse en nuestra universidad.”

Mientras que difería ligeramente por país o raza, la mayoría de la gente en este mundo se consideraba adulta al cumplir los quince años. De aquellos que se convirtieron en aventureros antes de llegar a la edad adulta, la mayoría nunca llegó muy lejos en sus filas. Los pocos que lo hicieron, sin embargo, tendieron a desarrollar egos de gran tamaño. Yo mismo había conocido a dos de esas personas. Una era un chico de catorce años de edad de la categoría B (¿cómo se llamaba?) que era increíblemente auto-afirmado, y que me había considerado como un rival, por alguna razón. Teníamos la misma edad en ese entonces, y probablemente no le gustaba el hecho de que yo fuera de categoría A. En el momento en que empecé a pensar, eh, no lo he visto por un tiempo, resultó que había fracasado en una búsqueda de exterminio y murió.

La otra era una chica de 15 años de edad de rango B. Se llamaba Sara. No quería pensar mucho en ella, pero estaba muy orgullosa, y nos peleábamos mucho al principio.

Jenius probablemente pensó que yo era como ellos, alguien que tenía una gran cabeza.

Desafortunadamente, la única cabeza grande que tenía no se sentía con mucha energía últimamente.

“Hay muchas cosas que todavía me gustaría aprender. La universidad parece un buen lugar para hacerlo. Y, por supuesto, me aseguraré de abogar por la escuela después de graduarme”, dije, recordando mi conversación con Conrad.

Jenius se rió amargamente.

“Aprecio que vayas directo al grano”.

“Dicho esto, no sé qué es un estudiante especial, exactamente. Esperaba que pudieras explicármelo”.

Jenius asintió con la cabeza, luego se detuvo, como si de repente recordara algo, y me dio una sonrisa forzada.

“Antes de eso, ¿estaría dispuesto a hacer una pequeña prueba primero?”

“¿Una prueba?” ¿Como un examen de ingreso? Mierda. No había preparado nada en absoluto. Habían pasado diez años desde que Roxy me enseñó por primera vez sobre magia, también. Uhh, si la memoria me sirvió correctamente, entonces la magia de combinación era… ah, mierda. Si hubiera sabido que esto iba a pasar, me habría preparado con antelación.

“Sí, una prueba para determinar si los rumores que hemos escuchado sobre tus habilidades son correctos. Una prueba práctica.”


Así que, no es una prueba escrita. Fue un alivio escuchar eso.

***

 

 

Esperaba que no quisieran que derrotara a otro rezagado, porque francamente, no estaba en condiciones de hacerlo. ¡Era un absoluto cobarde, después de todo! Cuando se lo dije a Jenius, se rió mucho y dijo: “Por supuesto que no”. Su risa a menudo sonaba así. Debe haber pasado por mucho.

Jenius me guió fuera, donde nos dirigimos hacia una línea de edificios. Según él, nuestro destino era la sala de entrenamiento del edificio de prácticas, donde se realizaban experimentos y pruebas mágicas.

“Ustedes sí que tienen muchos edificios aquí. ¿Realmente tienen tantos estudiantes?”

Jenius asintió.

“La Universidad de Ranoa se diferencia de la típica escuela de magia porque también ofrece cursos ordinarios. Hay cursos específicamente adaptados a los nobles, así como cursos de aritmética para comerciantes y personas que se dedican a los negocios, y más. Por supuesto, no importa en qué curso esté una persona, seguirá aprendiendo magia.”

Era tal y como Roxy había dicho: esta escuela podía acomodar a cualquiera. No es de extrañar que fuera enorme.

“Por supuesto, no tenemos a nadie en esta escuela que pueda enseñar magia de nivel emperador, pero contamos con una gran cantidad de profesores cuyas habilidades mágicas superan a las del personal de la Academia Real de Asura.”

“Impresionante”.

“También tenemos  un curso de estrategia militar, pero muy pocos estudiantes están inscritos en él.”

“¿Ofrecería un curso de medicina que, por ejemplo, enseñe a los estudiantes a manejar las enfermedades mentales?”

“¿Un curso médico sobre enfermedades mentales? No, definitivamente no existe tal cosa. Tenemos un grupo de profesores expertos en magia de curación y desintoxicación, pero el campo sobre el que está preguntando no está relacionado con la magia, ¿verdad?”

“Cierto, no lo está.” Supongo que era sólo una universidad después de todo, no un hospital universitario. ¿Podría mi condición realmente ser curada aquí? Bueno, el Hombre-Dios lo dijo, después de todo. No había necesidad de impacientarme.

“¿Está enfermo alguien que conoces?” Jenius me preguntó.

“No me atrevería a decir que está enfermo. Más bien… está maldito o algo así”.

“Ya veo, ¿así que has venido aquí para investigar cómo eliminar una maldición? Eso es admirable.”

“Mis intenciones no son tan nobles”, dije.

Mientras charlábamos, entramos en uno de los edificios construidos con ladrillos resistentes a la magia. Dentro había una gran área abierta casi como un gimnasio, y en el suelo había cuatro círculos mágicos con un radio de unos cinco metros cada uno. En sus bordes había una veintena de chicos y chicas con vestimentas similares. Entraron en los círculos en grupos de dos y comenzaron a lanzarse magia ofensiva unos a otros. ¿No se iban a lastimar haciendo eso?

“Esos son los estudiantes de cuarto año. Creo que esta clase es en su mayoría de ascendencia noble. Nuestra escuela enfatiza la experiencia de combate, así que hacemos simulaciones de batalla como estas”.

La bola de fuego de un estudiante envolvió a otro, sólo para ser extinguida por el círculo a sus pies, ya que emitió un leve resplandor. El estudiante reapareció de debajo de las llamas que se desvanecían sin una sola quemadura.

“¿Qué es ese círculo mágico?” Pregunté.

“Vaya, es increíble”.

“Está ubicado dentro de una barrera de nivel avanzado que puede soportar bastante magia”.

Ya veo. Un círculo mágico. No les presté mucha atención cuando los encontré por primera vez en un libro de magia hace años, pero me causaron problemas varias veces durante mi viaje a casa desde el continente demoníaco. Quizá debería aprender a usarlos, pero si alguna vez me quedaba atrapado en un círculo como el que encontré en Shirone, probablemente sería lo suficientemente fuerte para salir de él.

Nos movimos hacia un círculo frente a los estudiantes en duelo.

“¿Y qué debo hacer?” Pregunté.

“He oído que es usted un usuario de magia sin voz, Señor Rudeus. Me gustaría que me lo demostrara”.

“¿Eso es todo? Si fuera realmente un impostor, estaría dispuesto a fingir tanto, ¿no?”

“¿Hm? Bueno, eso es cierto… pero nuestra escuela sólo tuvo un profesor de magia sin voz y falleció el año pasado. Vejez”. Se inquietó sobre qué hacer por un momento, entonces, golpeó su puño en la palma de su mano.

“Ajá, esto es perfecto. ¡En realidad hay alguien más que puede usar la magia sin voz en esta clase! Puede que no sean rivales para ti, pero son nuestros preciados alumnos. También están involucrados en el Consejo Estudiantil de este año, pero, bueno, eso no es realmente importante.” Jenius corrió al otro círculo mágico, llamando a la profesora de allí.

“¡Profesor Gueta! ¿Puedo tomar prestado a Fitz?”

Después de unos momentos, se nos acercó un joven con pelo corto y blanco y gafas de sol. Sus orejas también eran largas: ¿un elfo, tal vez? Su contextura era pequeña… no, era joven.

¿Alrededor de trece años, tal vez? Más cerebro que fuerza, seguro. Posiblemente más joven que yo, y definitivamente menos corpulento, pero él sería mi superior. Al menos debería presentar mis respetos.

En el momento en que sus ojos se encontraron con los míos, incliné la cabeza y me presenté en voz alta.

“Es un placer conocerle. Me llamo Rudeus Greyrat. Si todo va bien, seré estudiante de primer año a partir del próximo semestre. Si me encuentra con alguna carencia, espero que me ayude a guiarme y a animarme”.


“Ah… ¿hm? ¡Oh, s-sí!” Fitz intentó decir algo, pero yo ya había terminado mi presentación. Después de todo, ¡la primera persona que se presentaba era el vencedor! Su boca siguió abriéndose y cerrándose, pero finalmente, se las ingenió, “Soy Fitz. Un placer.”

Mushoku Tensei Volumen 8 Capítulo 2 Novela Ligera

 

Su  voz  era  un  poco  torpe  y  alta;  parecía  que  aún  no  había  llegado  a  la  pubertad.

Definitivamente más joven que yo, pero un estudiante de clase superior sigue siendo un estudiante de clase superior. Temeroso de dejar una mala impresión, decidí mostrar algo de respeto.

“Me doy cuenta de que esto es un inconveniente, pero gracias por participar en mi prueba”.

“Uh… sí.”

Una vez que ambos estuvimos dentro del círculo mágico, Jenius murmuró algo y el círculo comenzó a emanar una luz tenue. Intenté probar la barrera exterior golpeándola, pero mi mano la atravesó.

“¿Eh? Vicedirector Jenius, esto no está funcionando correctamente.”

“Señor Rudeus, esta barrera sólo repele la magia.”

“Así que los ataques físicos pasan a través de ella.”

La barrera que encontré en Shirone había bloqueado tanto los ataques físicos como los mágicos, pero era de nivel rey.

“Bien, entonces. Ya que eres un aventurero, no te importará llevar a cabo un simulacro de batalla con Fitz, ¿verdad? Me gustaría que usaras principalmente magia sin voz.”

“Claro, me parece bien”. Asentí con la cabeza, mirando a Fitz.

Aunque… si fuera derrotado, ¿tendría que pagar la matrícula en lugar de conseguir un pase completo? Tenía una buena reserva de fondos después de eliminar a ese rezagado Wyrm, pero como alguien que había contado cada centavo durante años, ahora, quería evitar pagar si podía.

Es hora de ponerse serio entonces.

El espacio vacío bostezó entre nosotros cuando Fitz tomó su postura. Tenía en su mano una pequeña varita. Eso me trajo recuerdos: Una vez usé un instrumento como ese. Preparé mi bastón, el que había estado usando durante los últimos diez años: Aqua Heartia. Lo usé tanto que me planteé darle un nombre, como Charlene. Aunque honestamente, darle un nombre de chica no lo haría más poderoso.

“Ahora bien…”

Decidí tomarme esto en serio, pero también era la primera vez que luchaba contra otra persona que podía usar la magia sin conjuros. Había elaborado estrategias para este escenario, pero no estaba seguro de que funcionarían.

“¡De acuerdo, comienza!”

En el instante en que se dio la orden, mi ojo de demonio mostró a Fitz preparando su varita.

Probablemente planeaba usar la velocidad de su magia sin voz para lanzar el primer ataque. En ese caso, sólo tendría que contrarrestarlo, usando mi magia para interrumpir la suya.

“¡Disturb Magic (Magia Perturbadora)!”

“¿Eh? ¿Qué? ¿Por qué?” Fitz miró fijamente su varita mágica en estado de shock cuando no funcionó como se suponía que debía.

“Buena  pregunta.  ¿Qué  podría  ser?”  Con  mi  mano  izquierda,  conjuré  uno  de  mis característicos stone cannons (cañones de piedra). Poderoso, flexible y fácil de disparar en rápida sucesión; este hechizo, junto con Quagmire, era parte de mi estrategia de eliminación.

Hice mi cañón del tamaño de la punta de un dedo, le di un giro cerrado y lo lancé a toda velocidad. Inicialmente quería apuntar a la cabeza de Fitz… pero cambié de opinión.

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¡Y fuego! 

El cañón silbó en el aire, rozando el borde de la mejilla de Fitz y rompiendo la barrera con un hermoso choque. Se detuvo al chocar contra la pared de ladrillos mágicos, esparciendo escombros por todas partes.

“¡…!”

Un riachuelo de sangre corrió por la mejilla de Fitz mientras se mantenía congelado en su lugar. La herida se cerró casi inmediatamente, gracias al círculo de curación. Fitz limpió la sangre con un dedo y miró hacia atrás, hacia donde el stone cannon (cañón de piedra) se había plantado en la pared. Luego, cayó de nuevo sobre su trasero con un golpe seco.

Era bueno que hubiera apuntado a fallar. La magia de curación no era todopoderosa. La magia curativa de nivel santo podía curar heridas simples en un instante, pero no traer de regreso a los muertos, y un golpe directo podría haber matado a Fitz.

La mirada de Fitz se encontró con la mía. Llevaba gafas de sol, pero de alguna manera, supe que nuestros ojos se habían encontrado.

Ninguno de nosotros le dijo nada al otro. La mirada de Fitz se hizo cada vez más fuerte. Tuve la sensación, de alguna manera, de que realmente había arruinado esto. Los que se habían reunido alrededor del otro círculo mágico también se habían girado para mirarme a mí. Jenius miró fijamente, con los ojos muy abiertos. Elinalise bostezó.

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“¿Cómo has hecho eso ahora?” Hubo un temblor en la voz de Fitz. Jenius, también, parecía curioso por saber la respuesta.

“Se llama Disturb Magic (Magia Perturbadora) ¿No lo conoces?”

Fitz sacudió la cabeza. Supongo que no. No debe ser tan conocida, aunque la encontré particularmente útil en la batalla contra otros magos… Ahora que lo pienso, en los dos años que he estado aventurándome, nunca he visto a nadie más usarla excepto a Orsted.

Fitz se quedó mirándome fijamente. Su mirada era tan intensa, incluso a través de las gafas de sol, que yo evité la mía en silencio. Jenius había dicho que era un prodigio, y yo le había obligado a ponerse de culo delante de todo el mundo. Había una buena posibilidad de que hubiera arruinado su reputación.

Iba a tener que pagar por mí, ¿no? Probablemente trataría de hacerme tropezar durante las comidas, derramaría sus bebidas sobre mí y me llenaría de risas burlonas. Estaba seguro de ello. Tenía que evitarlo a toda costa.

¡Está bien, entonces!

“¡Gracias, señor! ¡Por perder a propósito para quedar bien delante de todos los demás!” Sonreí radiantemente y hablé lo suficientemente fuerte para que todos los demás estudiantes lo escucharan cuando me acerqué a él.

“¿Eh?”

Ofrecí mi mano para ayudarlo a levantarse. Fitz parecía un poco confundido, pero lo aceptó.

Su mano era suave. Probablemente nunca había sostenido una espada antes.

“Me aseguraré de agradecerle apropiadamente más tarde”, le susurré al oído mientras lo ayudaba a levantarse. Asintió rápidamente, y un escalofrío recorrió su cuerpo. Una vez que me inscribiera, le compraría un pastel o algo para presentarle mis respetos.

***

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En cuanto a la prueba, la había pasado con éxito. Jenius me llenó de elogios. Si podía eliminar a Fitz de esa manera, estaban listos para admitirme de inmediato.

Y así, un mes después, estaba viviendo en los dormitorios de la universidad. También recibí más detalles sobre los estudiantes especiales, que estaban exentos de pagar la matrícula y de asistir a las clases. Si lo deseaban, podían mezclarse con los estudiantes de admisión general y tomar sólo las clases que quisieran. Mientras asistieran a la sala de clases una vez al mes, eran básicamente libres de hacer lo que quisieran dentro de la escuela.

Podían reclamar un estudio en el edificio de investigación y sumergirse en el trabajo. Podías ocupar una habitación en el edificio de prácticas y pasar todo el tiempo entrenando. Podías ir a la biblioteca y pasar días con la nariz en un libro. Podrías sentarte en la cafetería y comer a gusto. Podrías incluso salir del campus y convertirte en un aventurero, o acudir al distrito del placer para liberarte y divertirte, aunque, por supuesto, serías responsable de cualquier acción que hicieras fuera del campus. Aún así, me habían dado una extraordinaria cantidad de libertad, al parecer.

Por  supuesto,  esta  libertad  tenía  sus  límites:  se  nos  prohibía  hacer  cualquier  cosa considerada un crimen bajo las leyes del Reino de Ranoa, o cualquier cosa que fuera destructiva para la escuela, o irrespetuosa con el Gremio de Magos. Me entregaron un pequeño folleto con las reglas de la escuela en su interior, y al hojearlo, llegué a la conclusión de que estaba bien siempre y cuando no hiciera nada demasiado extremo. Las reglas eran básicamente las mismas que el código de conducta del Gremio de Aventureros. En todo caso, esto hacía que el Gremio de Aventureros pareciera estricto en comparación.

***

 

 

Elinalise también se inscribió, por cierto, como estudiante de admisión general. Me dijo que la matrícula desde la inscripción hasta la graduación costaba un solo pago de tres monedas de oro Asura, lo que puede sonar bastante barato, pero las monedas de oro Asura eran la unidad monetaria más alta del mundo. Una sola moneda te permitiría vivir cómodamente en esta zona durante un tiempo.

Si un estudiante de admisión general obtuviera notas excepcionales en sus exámenes, recibiría algún grado de exención de la matrícula y las cuotas de inscripción. Si no tenían dinero, podían dejar de pagar hasta después de graduarse. La universidad estaba claramente preparada para hacer grandes arreglos financieros para asegurar un talento notable. No es que nada de eso me preocupe en absoluto.

“Hm”. Estaba repasando las reglas de nuevo. Específicamente, la sección de penalizaciones por infracciones sexuales, que era particularmente detallada.

“Srta. Elinalise, parece que mientras no se fuerce a nadie en contra de su voluntad, se le da un cierto nivel de libertad para hacer lo que quiera.”

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“Esta es una escuela increíble. ¿Sabía eso? Tales actos están completamente prohibidos en la escuela de Millishion.”

Las normas sociales de mi vida anterior me llevaron a creer que tener sexo en la escuela impactaría significativa y negativamente en la moral pública. Sin embargo, aunque el cuerpo estudiantil estaba compuesto en gran parte por jóvenes, abarcaba un amplio rango de edades y razas, por lo que las “normas” eran diferentes aquí. También había gente como Elinalise, que estaba maldita, y que se enfrentaba a problemas si sus vidas personales se veían limitadas por las normas.

Básicamente, esta escuela tenía tradiciones laxas por una buena razón. Eso significaba que era libre de trabajar en la restauración de mi masculina razón de ser. ¡Aww sí, hagámoslo!

¡Pongamos a mi pequeño en marcha!

 Sólo bromeaba, por supuesto. Tenía la palabra del Hombre-Dios de que mi condición se curaría algún día. No había necesidad de impacientarse.

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