Hai to Gensou no Grimgar

Volumen 2

Capitulo 6: Incluso si es un Desvió

Sabes, los humanos son misteriosos, pensó Haruhiro.

Incluso después de tanta agonía, hasta el punto de que todo parecía demasiado esfuerzo, y hasta el punto de que hubiera sido más feliz si mañana nunca llegara, después de que se fue a dormir y se despertó, se sintió un poco refrescado.

Ranta no parecía ser diferente a lo usual, así que por ahora, las cosas eran como siempre.

Solo había una cosa que hacer. Hoy, volverían a las Minas Cirene. Y si iban, tenían que sacar un buen provecho de ello.

Teniendo eso en cuenta, Haruhiro y su grupo se lanzaron a las Minas Cirene, derribando a los kobolds menores y los trabajadores bajos sin ningún riesgo real a medida que avanzaban constantemente hacia el segundo nivel. Habían llegado al segundo nivel ayer, así que hoy su objetivo era el tercer nivel.

Haruhiro sintió que todavía no estaban acostumbrados a los kobolds, pero en comparación con el día anterior, podía seguir sus movimientos y también predecirlos.

¿Esto parece bastante viable…?, él pensó. Aunque ese tipo de perspectiva optimista podría fácilmente conducir a una caída desagradable.

El pozo apareció a la vista. A su lado, había un kobold. No.

“¿Eso es un kobold…?”

Debido a que había visto lo que parecía ser un enemigo en la distancia, Haruhiro hizo que todos se detuvieran mientras él se adelantaba a explorar, y lo que vio lo hizo dudar de su visón.

Es enorme.

¿Podría ser un mayor? Pero según he escuchado, los kobolds normales miden unos 150 cm de altura y los mayores rondan los 170. ¿Esa diferencia es suficiente? ¿Ese no es uno más alto? El realmente grande está llevando a su alrededor a tres kobolds más pequeños, pero el grande es una o dos tallas más grande que los más pequeños.

Sin embargo, incluso esos pequeños, siento que son más altos que los kobolds normales. Tienen una armadura que parece que tiene un alto poder defensivo, llevan cascos, espadas y escudos redondos. Si el grande es dos tallas más grandes que ellos, ¿mide dos metros?

—Espera, ese es…

“Blanco y negro…” Haruhiro murmuró para sí mismo. Había algo blanco mezclado con su pelaje negro, dándole un aspecto moteado.

Mi corazón acaba de saltar. Mierda. Aunque no parece que me haya notado todavía. Si me nota, estoy en serios problemas. Da miedo. Demasiado miedo. ¿Qué hay con esa espada que tiene? Probablemente es un metro o dos de larga. Es gruesa. Como un cuchillo carnicero enorme. Si recibo un buen golpe de esa cosa, probablemente me cortaría en dos. Esa arma parece muy pesada, pero la lleva como si fuera ligera. Qué monstruosa fuerza tiene.

¿El grupo de Mary peleó contra esa cosa? Estaban locos, pensó Haruhiro sin querer. Sí, ellos murieron. Por supuesto que murieron.

No había comparación con el goblin blindado y el hobgoblin que habían sido enemigos formidables para Haruhiro y su grupo. Era una cosa completamente diferente. Era claramente poderoso y peligroso.

Haruhiro se volvió hacia donde estaban los demás. No podía ver su propio rostro, pero la expresión debía ser terrible.

“…Era Death Spots.”

“¿Eh…?” Shihoru perdió las palabras.

“¡Muh!” Estalló Moguzo. Parecía que él también.

Espera, ¿qué significa “muh,” de todos modos? ¿Qué es “muh”?

Tal vez Mary había anticipado esto hasta cierto punto. Ella frunció el ceño, solo asintiendo levemente.

“Es Red Splotch, eh,” susurró Yume.

“Quieres decir Death Spots…” Haruhiro la corrigió obedientemente, lo que le ayudó a calmarse un poco. Haruhiro miró a Ranta.

“Tenemos que hacerlo,” dijo Ranta, riendo. Probablemente pensó que tenía una sonrisa intrépida en su rostro, pero parecía un imbécil.

Bueno, sabía que diría eso, pensó Haruhiro.

“Bueno, está bien. Ranta, ve y mátalo solo. Haz tu mejor esfuerzo.”

“…Así que así será, ¿eh? No tienes sangre ni lágrimas, ¿verdad, amigo?”

“Sí, di lo que quieras. ¿Entonces qué? ¿Qué será? ¿Vas a ir o no? Elige rápido.”

“Parece que no tengo otra opción.” Ranta se frotó la punta de la barbilla con el pulgar. “Lo dejaré para la próxima vez. Aunque solo significa que Death Spots morirá un poco más tarde, eso es todo.”

“Sí, sí, bien por ti.”

“Deberías decirle eso a Death Spots. Porque es el que se salvó la vida.”

“Ve y dícelo tú mismo. Tengo mejores cosas que hacer,” replicó Haruhiro.

Haruhiro intentó no volver a bromear con Ranta después de eso. Parecía que incluso Yume, que siempre había estado dispuesta a hablarle a Ranta hasta ayer, también se había cansado de ello. Haruhiro notó que solo él y Ranta estaban hablando, lo que casi hacía parecer que se llevaban bien.

Realmente no me gusta eso, pensó mientras se dirigían a un pozo diferente. Había cinco pozos que conectaban al tercer nivel desde el segundo nivel, por lo que no era un gran inconveniente.

En este pozo, no había señales de ninguna persona, no, ningún kobold, alrededor. Haruhiro intentó echar un vistazo al pozo, pero tampoco parecía haber nada abajo. Aunque, dicho eso, había un límite en cuanto a lo que podía ver desde arriba.

“Voy a bajar primero,” le dijo al grupo. “Si no hay problemas, los llamaré, así que bajen.”

“¿Qué harás si hay problemas?” Preguntó Yume, parpadeando.

“Sí… En ese caso, los llamaré, así que vengan a salvarme.”

Yume sonrió. “Seguro.”

Eso es un poco tranquilizante. Haruhiro le devolvió la sonrisa a Yume. “Bueno, entonces me voy.”

Había escaleras de cuerda que bajaban por el pozo. Las cuerdas parecían viejas, pero no parecía que se romperían bajo el peso de una persona.

Incluso si no era mucho de uno, Haruhiro todavía era un ladrón, así que se deslizó rápidamente por una de las escaleras de cuerda. Cuando llegó al tercer nivel y se dio la vuelta, había kobolds ahí.

“Oh, hola,” dijo.

“Grrrrrrr…”

“¡Espera, este no es el momento de decir hola!” Haruhiro saltó hacia atrás cuando uno de los kobolds se acercó a él.

¡Este kobold es grande! Aunque no es tan grande como Death Spots. Un mayor, ¿eh?

Este era un mayor. Llevaba una cota de malla y estaba armado con una espada de un solo filo. Había un mayor y dos kobolds normales. Los dos normales también iban vestidos como el mayor.

“¡B-Bajen! ¡Aquí! ¡Enemigos! ¡Ah! ¡Ayuda…!” El habla de Haruhiro terminó fragmentada.

Haruhiro corrió por ahí tratando de alejarse de los kobolds mayores y normales. Sin embargo, no podía salir del fondo del pozo. Hasta que sus camaradas bajaran, tenía que quedarse ahí.

Pero había tres de ellos. Si hubiera sido uno, podría haber estado bien, pero competir contra tres oponentes era bastante difícil para él. Dondequiera que corriera, había un kobold. Si se daba la vuelta, había un kobold. Si saltaba a un lado, había un kobold. Kobold, kobold, kobold. Era como un festival de kobolds.

“¡Urkh…!”

Haruhiro trató de deslizarse más allá de la hoja del mayor, pero le cortó la mejilla. Realmente no podía sentir el dolor, pero sabiendo que había sido golpeado, Haruhiro se asustó.

No puedo decir las posiciones de los enemigos, si vienen mis camaradas, nada. Si veo un kobold, corro. Eso es todo lo que puedo hacer. No alejarse del fondo del pozo no será posible. No tengo ese tipo de margen de maniobra. No hay manera de hacerlo.

“¡Toma esto!” Gritó la voz de Ranta.

¿Alguna vez me he alegrado tanto de escuchar la voz de Ranta? No lo creo. No, definitivamente no lo he hecho.

Ranta bajó y, aunque probablemente no debería haberlo hecho, atacó al mayor.

Estamos hablando de Ranta, así que dudo que haya un pensamiento profundo detrás de eso. Probablemente era el más cercano cuando bajó, y era el más grande, así que llamó su atención primero, o algo así. La razón por la que llegó primero a ayudar, probablemente tampoco es porque quería salvar a un camarada que está en apuros y actuó de inmediato debido a eso. Es fundamentalmente irreflexivo, pero eso le permite actuar de manera espontánea. Es una debilidad que también es una fortaleza, supongo…

“¡Urgh!” Gruñó Moguzo.

“¡Haru-kun…!” Gritó Yume.

“¡Ohm, rel, ect, vel, darsh​​…!” Cantó Shihoru.

“¡Haru!” Y apareció Mary.

Uno tras otro bajaron, y pronto, Haruhiro había recuperado la compostura. Al principio, Ranta había estado manteniendo ocupado al mayor, pero ahora se había cambiado con Moguzo. Ranta y Yume tomaron uno cada uno, Kobold A y Kobold B.

“¡¿Haru, estás herido…?!” Preguntó Mary.

Haruhiro frotó suavemente su mejilla. Hubo una sacudida de dolor, pero mientras no la tocara, estaba bien. “¡Estoy bien! ¡Puede esperar!”

Haruhiro fue a apoyar a Yume, apuntando a la espalda del Kobold B.

Al mismo tiempo, necesito hacer un balance de la situación que nos rodea.

—No puedo imaginar que tenga la capacidad o las cualidades para ello, pero, técnicamente soy el líder.

Ranta, bueno, lo está haciendo bastante bien. Utiliza Exhaust para retirarse rápidamente, luego busca una oportunidad para usar Avoid y, si puede poner algo de distancia entre ellos, ataca con Hatred o Anger desde fuera del alcance del enemigo. Siento que se está moviendo demasiado, pero tal vez así es como pelea un caballero oscuro. Sin embargo, cuando Ranta lo hace, no puedes evitar molestarte con él por correr por todo el lugar.

Supongo que Moguzo y el mayor están igualados. Moguzo aún no ha podido dar un golpe fatal, y la espada del mayor ocasionalmente logra golpear a Moguzo, pero… No, no es eso. Estoy bastante seguro de que está dejando que lo golpee.

Moguzo usa una armadura de placas, por lo que un ligero corte no le hará ningún daño. Raspará su armadura, eso es todo. Los golpes fuertes los esquiva o bloquea con su espada bastarda, mientras que los débiles que deja pasar para ser detenidos por su armadura. Moguzo es capaz de distinguir entre ellos de esa manera.

“¡No eres un hobgob…!” De repente, Moguzo gritó, acercándose más.

La espada bastarda de Moguzo chocó con la espada del mayor. Trabaron cuchillas.

“¡Hungh…!” Gritó Moguzo.

Rápidamente, Moguzo envolvió su espada alrededor de la espada de su oponente, golpeando la cara del mayor con Wind.

El mayor recibió un corte en la mejilla como lo había hecho Haruhiro y saltó hacia atrás a toda prisa. Moguzo rugió y continuó con otro golpe. “¡Hungh!”

Un escalofrío recorrió la espalda de Haruhiro.

Es asombroso lo estable que es Moguzo en batalla. Y, además de eso, realmente ayuda que Ranta pueda manejar uno de ellos. Parece que también es capaz de luchar con más compostura que ayer. ¿Es experiencia?

Debido a que Ranta se había esforzado el día anterior, tal vez había encontrado algún truco o ritmo.

En cualquier cosa, hay cosas que simplemente no sabes hasta que lo has probado por ti mismo. Al acercarse a todo con cuidado, solo haciendo cosas que estás seguro de poder hacer. Si sigues eligiendo el plan seguro de esa manera, o no avanzas o si lo haces, te mueves lentamente. Por ejemplo, si yo actuara como el timonel del grupo, y todos hicieran lo que les dijera, probablemente solo avanzarían poco a poco.

—¿Necesitamos a Ranta…? Tengo problemas para verlo de esa manera.

¿O es que no quiero pensar eso?

Aunque Manato probablemente reconoció que necesitamos a Ranta. Dicho eso, no era que a Manato le agradara mucho Ranta. Si no se trataba de agradarle, ¿se decidió por algo más? Se sentía como si Ranta no se opusiera a Manato tan a menudo. Y cuando Manato murió, Ranta pareció tomárselo bastante fuerte a su manera.

¿Qué hay de diferente entre Manato y yo? ¿Qué…?

Bueno, por supuesto, había muchas cosas. Especialmente cuando se trataba de sus habilidades, había una diferencia demasiado grande.

Manato había podido llevarse bien con Ranta, mientras que Haruhiro no podía. ¿Entonces qué era diferente? ¿Estaba bien escribirlo como una cuestión de habilidad o aptitud?

De repente, Haruhiro vio una línea.

Estaba oscuro, pero vio una línea ligeramente brillante.

Conectaba la daga de Haruhiro y un punto en la espalda del kobold. No era una línea recta o incluso una línea curva. Giraba y se torcía.

De alguna manera, sabía que solo necesitaba seguir esa línea.

Deseaba poder ver la línea todo el tiempo, pero no era así como funcionaba. Ni siquiera lo veía una vez en cien. No, las probabilidades eran incluso más bajas que eso.

Cada vez que Haruhiro se encontraba con un enemigo, lo primero que intentaba hacer era ponerse detrás de ellos. En realidad, no era solo lo primero, siempre se movía para tratar de ponerse detrás de ellos.

Entonces, cada segundo, tal vez más a menudo que eso, buscaba incesantemente ese momento. Si tuvieras que contar el número de veces que lo había hecho, eran miles, tal vez más hasta ahora.

Porque Haruhiro sentía que era todo lo que tenía. Luchar cara a cara contra un enemigo era imposible para él. Lo había sentido profundamente después de sus primeras peleas contra las ratas de agujero y el goblin de barro. No importaba a qué enemigo se enfrentara, en una justa contienda de fuerza, no tenía la fuerza para ganar.

Por eso, por injusto que fuera, los golpeaba en la espalda donde eran más vulnerables.

Sentía que era patético, pero no completamente patético. Después de todo, esto era una cuestión de vida o muerte.

Ambas partes eran serias. No se ponía más grave que eso. No había manera de que fuera fácil, por lo que recurriría a cualquier cosa que tuviera que hacer. Eso era algo que él había aprendido de Manato.

Cuando podía ver la línea, tenía que mantener la respiración estable. Si contuviera la respiración, inhalara o exhalara de forma incorrecta, la línea desaparecería en un instante. Tampoco podía doblar las rodillas y bajar su centro de gravedad. No podía poner demasiada fuerza en su muñeca, codo u hombro.

No tenía tiempo de pensar en lo que sucedería si perdiera esta oportunidad. Necesitaba actuar de inmediato.

O mejor dicho, para cuando veía la línea, su cuerpo ya estaba en movimiento. Eso era lo que se sentía. Si su cuerpo no se moviera automáticamente, nunca tendría éxito. En lugar de que eligiera seguir la línea, podría ser más exacto decir que para cuando se daba cuenta, ya la estaba siguiendo.

Esta vez, funcionó.

El cuerpo de Haruhiro se movió suavemente, su daga entró fácilmente en la espalda del kobold. El kobold vomitó su último aliento y se derrumbó.

“¿Eh?” Yume parpadeó, mirándolo fijamente con asombro.

“¡Yume, el siguiente!” Gritó Haruhiro.

Yume asintió rápidamente. “¡S-Sí! ¡Yume se sorprendió! ¡Lo siento por eso!”

“¡Oh, oh, rel, ect, vel, darsh​​…!” Shihoru cantó, lanzando el hechizo Shadow Beat.

Vwong. El elemental de sombra, que parecía una bola de algas negras, salió volando.

El mayor lo notó y trató de evitarlo, pero le rozó el brazo. El mayor llevaba una cota de malla, por lo que probablemente no hizo ningún daño. Sin embargo, Shadow Beat no usaba calor, ni impacto, ni electricidad: usaba vibración.

El hombro derecho del mayor tembló. Por un instante, el mayor dejó de moverse.

“¡Gracias…!” En ese momento, Moguzo atacó con el Corte de Gracias. El mayor todavía logró bloquear con su espada, pero no estaba en la posición correcta. La espada del mayor fue empujada hacia atrás por la espada bastarda de Moguzo, a la deriva hacia un lado.

“¡Hungh!” Moguzo inmediatamente continuó con un golpe desde otro ángulo, enterrando su espada bastarda en el flanco del mayor. El mayor intentó contraatacar, pero antes de que pudiera hacerlo, Moguzo lo tiró al suelo y, cuando el mayor aterrizó sobre su espalda, Moguzo llevó su espada bastarda a la cabeza del mayor.

“¡Sí!” Haruhiro agitó un poco su brazo en celebración. Solo quedaba un kobold.

Ranta se retiró de nuevo con Exhaust, probablemente esperando atraer al kobold. Sin embargo, obviamente lo vio. El kobold no se movió hacia adelante.

Cuando no pasaba eso, Ranta se movía hacia adelante para desatar su Hatred. Pero el kobold también había esperado eso, y esquivó hacia la derecha. Eso significaba que el kobold había logrado rodear al lado de Ranta. Ladrando, blandió su espada.

“¡¿Ay…?!” Tirándose al suelo, Ranta evadió por poco el ataque del kobold. Estuvo cerca.

“¡Ranta…!” Haruhiro estaba a punto de correr hacia Ranta.

“¡No vengas!” Gritó Ranta, levantándose sobre una rodilla y desviando la espada del kobold. “¡Todavía tengo esto! ¡Voy a derribar a este tipo! ¡Tengo que matarlo con mis propias manos y ganarme mi vicio!”

“…¿Qué, no lo hacías para darnos más amplitud táctica?”

“¡Son ambas cosas! ¡Exhaust…!” Ranta hizo un zoom hacia atrás desde su posición medio agachada. “¡¿Eh?! ¡Eso fue un nuevo Exhaust! ¡¿Tal vez acabo de descubrir una propia habilidad original?!”

“No se veía diferente de lo habitual,” dijo Yume con frialdad.

“…Sí,” estuvo de acuerdo Shihoru.

“Tienes razón,” concurrió Mary.

“Ja, ja, ja…” Incluso la risa de Moguzo sonaba seca.

“¡Malditos gusanos!” Gritó Ranta.
Mientras lanzaban algunas invectivas de odio a su manera, Ranta fue a atacar al kobold.

Dejémoslo así, pensó Haruhiro. Bueno, al menos hasta que parezca que va a morir.