Hai to Gensou no Grimgar

Volumen 2

Capitulo 5: Capacidad

Regresaron a Altana antes de la puesta del sol, vendiendo el botín de cinco kobolds menores y siete trabajadores bajos a un comprador cerca del mercado. Solo ganaron un poco más de 7 platas.

“Guau…” Yume miró las siete monedas de plata y unas cuantas de monedas de cobre con una mirada triste en su rostro. “Esto es un poco dudoso, ya saben…”

“Es más que dudoso…” La mejilla de Ranta se contrajo un poco. “Para decirlo sin rodeos, esto es lamentable. En serio… En serio…”

Moguzo se rió incómodamente. “Yo… había esperado un poco más, ¿saben…?”

“Sí.” Shihoru agachó la cabeza. “…Pensé que sería más rentable que cazar goblins…”

“B-Bueno…” Haruhiro trató de dirigirse a sus camaradas, pero simplemente no pudo encontrar las palabras correctas.

“Hoy solo fueron kobolds normales,” Mary intervino rápidamente con una voz tranquila y clara. “Si nos enfrentamos a los mayores, creo que eso pagará más.”

Haruhiro asintió rápidamente, “S-Sí, ella tiene razón. Sí. Bueno, ya saben cómo fue. Tampoco luchamos mucho, ¿saben? Al principio nos sentíamos un poco incómodos, pero no recibimos ninguna herida real, así que teníamos espacio para esforzarnos más. Solo pusimos un poco de esfuerzo, por eso solo ganamos un poco, ¿no creen?”

“Esperemos que tengas razón,” Ranta resopló burlonamente. “Si es así otra vez mañana, Haruhiro, será mejor que asumas la responsabilidad.”

“¿Qué se supone que significa eso? ¿Asumir la responsabilidad?

“Te estoy diciendo que me des tu parte, para mostrar algo de sinceridad,” dijo Ranta.

Haruhiro estaba asombrado. “¿Por qué debería tener que hacer eso…?”

“¿Eh? Vamos, fuiste tú quien sugirió que fuéramos a las Minas Cirene.”

“Tú también estabas a favor de eso, ¿recuerdas?” Haruhiro le recordó.

“Solo aprobé la idea. No fui yo quien la sugirió. Durante los últimos cien millones de años, todo el mundo sabe que el tipo que sugiere hacer algo es el más responsable de lo que pase.”

“Bien, solo di lo que quieras…”

“¿Eh? Ya estoy diciendo lo que quiero.”

Sí, seguro que lo estás. Haruhiro no pudo encontrar respuesta, y eso lo deprimió. Sé que no hay nada de qué estar deprimido, pero no puedo evitarlo. Estoy cansado. Si lo estoy, es culpa de Ranta.

Incluso aquí, cenando en un puesto barato, pero todavía bastante bueno, cada vez que hablaba con Ranta, lo desgastaba un poco más.

Cuando no quiero hablar con él, va y me molesta por cada pequeña cosa. Ese es el tipo de persona que es Ranta. Pues bien. Si así es como será, lo ignoraré por completo.

“Oye, Haruhiro,” dijo Ranta.

“…”

“Yo, Haruhiro.”

“…”

“Ahoy, Haruhiro.”

“…”

“Ahoy-oy.”

“…”

“¡Tú!” Ranta comenzó a hacer un extraño baile mientras todavía sostenía una brocheta de carne a medio comer. “¡Ho-ho-oy, oy-oy, ho-ho-oy, ho-ho-oy! ¡Ho-ho-oy, oy-oy, ho-ho-oy, ho-ho-oy! ¡Ho-ho-oy, oy-oy, ho-ho-oy, ho-ho-oy!”

Bueno, esto es malo, pensó Haruhiro.

Ranta levantaba las piernas sucesivamente, sacudiendo sus caderas, pero por alguna razón, la parte superior de su cuerpo apenas se movía. Parecía extraño, realmente extraño, hasta el punto de que en realidad era gracioso.

Haruhiro se dio vuelta y miró hacia otro lado. Apuesto a que todos están haciendo todo lo posible para no mirar a Ranta. Pero… puedo escuchar a alguien reprimir una carcajada. No solo uno. Algunos de ellos están listos para empezar a reír.

“¡Pft!” Yume se echó a reír.

“¡Whoa-ho!” Ranta estaba emocionado. “¡Ho-ho-oy!”

“¡Pft!” Shihoru no pudo resistir más.

Ranta saltó alrededor. “¡Ho-ho-ho-oy, oy-oy! ¡Ho-ho-ho-ho-ho-oy!”

“¡Gwajaja!” Moguzo se rindió.

Solo quedaban Haruhiro y Mary. Haruhiro miró a Mary, quien miraba hacia abajo, con sus hombros temblando. Ranta se acercó a ella, presionando el ataque con su Danza Ho-ho-oy completamente intensa.

Mary. No es bueno. Estás en tu límite, pensó Haruhiro.

Mary finalmente enterró su cabeza en sus brazos en el mostrador. Venga el infierno o la marea alta, ella no iba a dejar que la hiciera reír.

“¡Ho-ho-oy, oy-oy! ¡Ho-ho-ho-oy! ¡Ho-ho-oy, oy-oy! ¡Ho-ho-ho-oy! ¡Ho-ho-oy, oy-oy! ¡Ho-ho-ho-oy!”

“¡…!”

Aguanta, Mary. Puedes superar esto de alguna manera.

—Espera, ¿por qué tenemos que pelear una batalla como esta?

De repente, el impulso de reír se desvaneció. Haruhiro se deslizó detrás de Ranta, dándole una patada en la parte posterior de la rodilla con la punta de su pie.

“¡¿Uwah?!” Habiendo recibido una patada repentina en la parte posterior de la rodilla, Ranta se dio la vuelta y se puso muy cerca de la cara de Haruhiro. “¡¿Qué demonios estás haciendo?! ¡Haruhiro! ¡Casi la tenía…!”

“Habla, no escupas. Hombre, eres asqueroso.”

Ranta roció deliberadamente a Haruhiro con saliva. “¡Peh! ¡Peh ¡Peh ¡Peh!”

“¡Oye! ¡Espera! ¡Detente!”

“¿Quién crees que va a detenerse, imbécil? ¡Peh, peh, peh, peh, peh, peh!”

Haruhiro no era la única víctima del ataque de saliva de Ranta: el resto de sus camaradas y la comida de todos también fueron golpeados.

Qué desastre.

Además, a pesar de que todos los demás estaban hartos y molestos, Ranta parecía estar encantado consigo mismo, lo que lo hacía aún peor.

Gracias a eso, su viaje de regreso a la casa de hospedaje fue el peor de todos.

Eso, incluso en esta situación, Ranta todavía podía sentir que así había demostrado que había algo muy malo en él.

“¡Está bien!” Declaró Ranta. “¡Ya que las chicas están tomando un baño primero, eso significa que hoy será el día que mire!”

Haruhiro se dio la vuelta en su litera, dándole la espalda al molesto Ranta. Ni siquiera quiero responder.

“¿Eh? ¿Qué, haruhiro? ¿No vendrás? Apuesto a que te preocupas por cosas tontas como lo que pasará si nos atrapan de nuevo. Imbécil. Moguzo, vienes, ¿verdad?”

“…¿Eh? N-No, yo no…”

“¿Por qué no? Vamos. Si no vienes, me quedaré sin taburete para pararme.”

“No soy un taburete…”

“¡Pero puedes actuar como uno! ¡Tú, señor, puedes convertirse en un excelente taburete!” Declaró Ranta.

“No quiero…”

“¡En este punto, no me importa lo que pienses! ¡Confía en mí, y sigue adelante para mi conveniencia! ¡No dejaré que termine mal para ti! ¡¿Está bien?!”

“N-No voy a ir.”

Ante un rechazo inusualmente fuerte por parte de Moguzo, Ranta parecía desanimado.

“…¡Entonces está bien! Ya veo como es. Iré solo y haré un brillante éxito de esta misión. Si te arrepientes de no haber venido más tarde, será demasiado tarde. No me va a importar. ¿De acuerdo?”
“E-Estoy bien.”

“¿Estás realmente bien con eso?”

“Dije, estoy bien.”

“¡Pues yo no estoy bien con eso! ¡Moguzo! ¡Si no eres mi taburete, este plan fracasará incluso antes de comenzar! ¡Vamos! ¡Ponte en marcha! ¡No importa lo que digas, irás conmigo! …¡Maldición, eres pesado! ¡Si te estoy jalando muy fuerte y ni siquiera te mueves, ¿qué tan pesado eres? ¿Eres un gordo?”

“…Sí, estoy gordo, pero…”

“No es gordo,” intervino Haruhiro sin querer. “Moguzo no es gordo. Su barriga no sobresale. Él es simplemente grande.”

“Oh-ho.” Ranta golpeó la cama de Haruhiro. “Finalmente con ganas de hacerlo, ¿eh, Haruhiro? No tienes remedio, ¿lo sabes? Bueno, vámonos entonces. ¡Vamos, levántate ya!”

¿Cómo pudo haber interpretado lo que Haruhiro dijo para decir eso? Haruhiro no tenía idea. ¿Alguien, por favor, puede deshacerse de Ranta por mí ya?

Apenas estoy bromeando con eso.

Después de eso, Haruhiro se bañó una vez que las chicas terminaron. Cuando regresó a la habitación oscura y estaba acostado en su cama, Haruhiro seguía pensando para sí mismo. La pregunta es, ¿debería echarlo o no? En cuanto a mis sentimientos personales, hay veces en que desearía no tener que ver más la cara de Ranta. Si Ranta se fuera, probablemente pensaría que fue una buena decisión.

Haruhiro estaba seguro de que no era el único que se sentía así.

No sé nada sobre Moguzo y Mary, pero Yume y Shihoru tienen muchas palabras amargas para Ranta. Estoy bastante seguro de que ninguna de ellas es del tipo que dice cuando no les gustan las cosas. A pesar de eso, hacen una demostración bastante descarada de odiar a Ranta. Eso significa que Ranta tiene que ser bastante malo.

Aún así, no puedo decidir basándome en eso. Después de todo, soy el líder del grupo… ¿verdad? También necesito considerar el lado práctico de las cosas.

Básicamente, ¿cómo es Ranta como un activo en batalla? ¿Cómo afectaría la forma en que luchamos si lo echamos?

Haruhiro lo pensó un poco.

En este momento, Ranta funciona como un segundo tanque después de Moguzo. Lleva una camisa de cota de malla debajo de su armadura de cuero, y tiene ese casco como cubo, así que… bueno… es una opción razonable para el papel.

Aunque no parecía que los caballeros oscuros se enfrentaran al enemigo en intercambios directos. Hacían todo lo posible para evitar trabar las cuchillas y mantenían su distancia. Después atacarían desde fuera del alcance del enemigo, o atacarían mientras se alejaban del enemigo. Usaban su habilidad un tanto poco ortodoxa para jugar con los enemigos. Fundamentalmente, los caballeros oscuros no eran tanques, eran atacantes. Teniendo en cuenta la personalidad de Ranta, también podría ser más adecuado para eso.

Aún así, no podían tener a Yume, con su ligera armadura, ser el segundo tanque, y Haruhiro tampoco podía hacerlo. Mary, como una sacerdotisa, y Shihoru, como una maga, estaban fuera de discusión. Por proceso de eliminación, solo quedaba Ranta.

Si perdemos a Ranta, el grupo perdería su segundo tanque, concluyó Haruhiro. No tenemos un reemplazo, así que eso dolería.

En ese caso, podríamos tratar de encontrar otro soldado voluntario, o algo así. A diferencia de los sacerdotes, que no tienen escasez de grupos que los buscan, si buscamos, probablemente podríamos encontrar a alguien, es la sensación que tengo. Si vamos con Kikkawa, con todas sus conexiones, probablemente podría encontrar a alguien para nosotros.

Después de todo, Mary se unió al grupo a través de la presentación de Kikkawa. Las cosas fueron un poco difíciles al principio, pero Mary se ha mezclado gradualmente con el resto del grupo. Él es excesivamente extrovertido y actúa como un amigo con todos, pero el ojo de Kikkawa para las personas podría no ser tan malo después de todo. Por lo menos, tiene que haber muchos guerreros que sean mejores que Ranta.

Tal vez… Es una opción. Parece que valdría la pena considerar eso.

Haruhiro podía escuchar a Moguzo roncando.

¿Qué hay de Ranta? Por lo general, es el más rápido para dormirse. Pero, incluso ahora que estoy escuchando, no escucho los distintivos ronquidos de Ranta.

“Ranta,” llamó Haruhiro, y obtuvo una respuesta.

“…¿Sí?”

“Escucha.”

“¿Qué?”

“Hay algo de lo que debería hablarte.”

“Hmph.”

“Pero no aquí… no quiero despertar a Moguzo. ¿Podemos salir?”

“Está bien por mi.”

Los dos salieron de la casa de huéspedes. Haruhiro se preguntó por qué había llamado a Ranta aquí.

¿Tenemos algo de qué hablar? Seguro que no quiero hablar con él. Es solo que… siento que tengo que decirle. Independientemente de lo que termine haciendo, si tuviera que planearlo todo sin que él lo supiera y de repente un día lo echara, diciendo: “No te necesitamos más,” eso sería cruel. Eso sería ir demasiado lejos. Incluso si fuera Ranta a quien lo estuviera haciendo.

O tal vez es solo que no quiero actuar de forma deshonesta. Por supuesto que no quiero. Por supuesto que no. Si solo voy a echar a Ranta, ¿por qué debería tener que tramarlo en secreto, como si me estuviera ensuciando las manos de alguna manera? No es gracioso.

“Entonces, dime,” dijo Ranta.

Haruhiro se agachó, apoyándose contra el edificio, y Ranta hizo lo mismo.

“¿Hm?” Ranta exigió.

“¿Cómo pongo esto…? ¿Qué piensa al respecto? El grupo, quiero decir,” respondió Haruhiro.

“El grupo es un grupo, ¿no? Ni mas ni menos.”

“¿Y qué significa eso? ¿Ni mas ni menos?”

“¿Tienes algún problema conmigo? Creo que estoy desempeñando mi papel bastante bien.”

“¿Cómo…?”

“Bueno, soy yo, ¿no? Quiero decir, hoy mismo, demostré que puedo enfrentarme a uno de ellos por mi cuenta.”

“Sí, y si todos nos hubiéramos aliado, habríamos terminado en poco tiempo.”

“¿Puedes garantizar que siempre podrás hacer eso? No puedes, ¿verdad? Si puedo manejar uno de ellos por mi cuenta, nos da algo, ¿qué, amplitud? ¿Tácticamente? Algo como eso.”

“…Aun así…” Haruhiro sostuvo su frente con fuerza en la palma de su mano. A su manera, ¿también está pensando en las cosas? Pero, ya sabes… incluso si lo estás…

“No puedo decir cuándo estás haciendo ese tipo de cosas,” explicó Haruhiro. “No, a menos que me lo digas.”

“¿Qué? ¿Quieres que te cuente cada pequeña cosa que voy a hacer y cuáles son mis intenciones de antemano o algo así?”

“No estoy diciendo que tengas que ir tan lejos. Estoy diciendo que hay cosas que no entenderé a menos que me las digas. Ya eres bastante fácil de… malinterpretar, supongo.”

“Apuesto a que no crees que sea un malentendido.” Ranta tomó un guijarro y lo lanzó. “No importa lo que esté pensando. Todos han llegado con sus propias impresiones de mí, y todos me juzgarán en base a eso.”

“…Incluso si eso es cierto, nuestras impresiones de ti se basan en las cosas que has dicho y hecho.”

“¿Qué, estás diciendo que es mi culpa?”

“Bueno, ¿de quién es la culpa?” La sangre corría hacia la cabeza de Haruhiro. “¿Es mía? ¿De Yume? ¿De Shihoru? ¿De Moguzo? ¿O de Mary?”

Necesito calmarme, pensó Haruhiro. No quiero empezar una pelea.

Haruhiro suspiró. “Estás trabajando en un grupo. Tiene que haber… cómo se llama… ¿una voluntad de cooperar? Necesitamos eso.”

“¿Y estás diciendo que no la tengo?”

“¿Crees que la tienes?”

“No.”

“Entonces, tú no…”

“Oye, todos tenemos nuestras fortalezas y debilidades. Si tengo debilidades, ¿qué hay del resto de ustedes? ¿No tienen ninguna? ¿Soy el único malo, y todos ustedes son un montón de santos?” Ranta exigió.

“…No, eso no es cierto,” Haruhiro vaciló.

“¿Cuál es mi debilidad?” Preguntó Ranta. “¿Que soy egoísta?”

“¿Y ruidoso y molesto?” Añadió Haruhiro.

“Cállate, escoria.”

“Eres mal hablado. Además, eres rápido para culpar a los demás.”

“No todo puede ser completamente culpa mía. Es una responsabilidad conjunta, una responsabilidad conjunta. Eso es lo que significa estar en una grupo, ya sabes.”

“Siempre estás haciendo argumentos sin sentido como esos,” objetó Haruhiro.

“¡No es un argumento sin sentido, es perfectamente válido!”

“Si sigo enumerando tus defectos, estaremos aquí toda la noche,” dijo Haruhiro.

“Entonces, ¿qué hay de ti, eh, Haruhiro? ¿Cuáles son tus defectos?” Espetó Ranta.

“Yo…” Haruhiro se calló.

—Defectos.

Mis propios defectos.

No es que nada me venga a la mente. Los tengo. De hecho, es más difícil pensar en mis puntos fuertes.

“¿Por qué debería tener que hablar de eso delante de ti?” Dijo finalmente Haruhiro.

“Siempre estás mencionando mis defectos, pero cuando se trata de ti mismo, ¿vas a quedarte en silencio, eh? Sí, pensé que lo harías. Así es como ustedes operan.”

“¿Como… nosotros operamos?”

“¿Estoy equivocado?” Ranta exigió. “Soy un blanco fácil, así que todos me atacan, ¿y qué hay con eso? ¿Consiguen construir algún sentido de unidad? Todos ustedes se están uniendo, lo saben.”

“No, en realidad no lo estamos.”

“¿Puedes negarlo? No puedes, ¿verdad?”

“…No es como si todos estuviéramos conspirando para atacarte.”

“Sí, no tienen que conspirar para hacerlo. Es un acuerdo tácito, ¿no? Básicamente, soy su chivo expiatorio para todo.”

“Te lo digo, tienes un complejo de persecución.”

“¿En serio piensas eso?” Ranta sonrió sarcásticamente. “Bueno, debe ser bueno ser ustedes. Gracias a mí, pueden hacer la vista gorda ante los defectos de los demás. Pero, ¿alguna vez me he quejado de eso? Solo lo dije ahora porque lo mencionaste, Haruhiro. Si no lo hubieras hecho, no tenía intención de mencionarlo. No estoy interesado en tratar de ser amigo con el resto de ustedes. No podría soportar jugar a ser amigos así. Por eso, si quieren odiarme, bueno, háganlo. Con mucho gusto seré el antagonista para ustedes, o cualquier otro rol que deseen. No me molesta, somos una grupo después de todo. Voy a desempeñar mi papel. Eso es lo que significa trabajar en grupo, ¿no es así?”

Haruhiro trató de decir algo en respuesta, pero no pudo. No pudo encontrar las palabras.

Haruhiro había estado tratando de decirle a Ranta que por favor saliera del grupo. Que era por el bien de el grupo. Honestamente, no había confiado en que pudiera decirlo sin dudar. Si no fuera capaz de decirlo, al menos quería hablar de las cosas. Si no arreglas tu mal comportamiento, ya no podemos trabajar juntos. Eso era lo que había estado pensando.

¿Haruhiro había sido demasiado parcial sobre las cosas? ¿Haruhiro y los demás estaban usando a Ranta como chivo expiatorio, como dijo Ranta?

No lo creo, pensó.

Había cosas sobre Ranta que merecían críticas. Era culpa de Ranta que todos lo culparan.

—No nos equivocamos. Ranta se equivoca.

Si ese fuera el caso, ¿no debería echar a Ranta después de todo? Seguramente lo haría sentir mejor. Podría explicarlo a todos después. Sus camaradas probablemente apoyarían la decisión de Haruhiro.

Sin embargo, no podía decir con certeza que no lo lamentaría. Cuando llegara el momento, el que más se arrepentiría probablemente sería Haruhiro. Porque, como el que lo había pensado, tomó una decisión y echó a Ranta, Haruhiro llevaría la carga más pesada.

¿Por qué debería ser yo?

¿Por qué solo yo?

“Me voy a dormir.” Ranta se levantó y entró en la casa de huéspedes.

Haruhiro no podía moverse de ese lugar.

Hay un gran peso en mi estómago. Creo que estoy harto de esto. Ya no quiero lidiar con esto. No quiero pensar. Simplemente no soy adecuado para esto. Es demasiado. Ser un líder. No puedo asumir la responsabilidad. Ayúdame, Manato. Sí, lo sé. No puedo recurrir más a Manato para obtener ayuda con esto.

“…Es tan solitario,” dijo Haruhiro en voz alta.

No debería haberme convertido en el líder.

No tengo la capacidad.