Hai to Gensou no Grimgar

Volumen 2

Capitulo 4: Los Caminos de Oscuridad

Como las llaman minas, probablemente hay túneles que se han excavado en la montaña. En esos túneles, será completamente negro, por supuesto. Eso era lo que Haruhiro había pensado, pero sus expectativas fueron traicionadas.

Hay flores.

Las flores están floreciendo aquí y allá en el túnel.

Estas no eran simples flores; emitían un brillo esmeralda. Según Mary, aparentemente se llamaban flores de luz, que era exactamente lo que eran.

En un examen más detenido, en lugar de flores, se parecían más a plantas que estaban hechas de musgo, pero, sin embargo, gracias a las flores de luz, los túneles no eran oscuros. Todavía no podían llamarse brillantes, pero, bueno, el grupo podía ver, en su mayor parte.

“Pero, ya saben, estas cosas,” dijo Ranta, recogiendo una flor de luz y, ¿en qué estaba pensando metiéndola en su boca? Inmediatamente la escupió. “Puaj. Esto es asqueroso. Es amargo. Tan amargo que podría vomitar. No puedes comer estas cosas. Ugh. Puaj. Bleh, bleh, bleh.”

Haruhiro suspiró. “…¿Qué estás haciendo?”

“¿Eh?” Ranta se limpió la boca y dijo: “Tratando de comerla, obviamente.”

“¿Por qué la comerías…?”

“¿No lo entiendes? Sentí que teníamos un mal humor aquí, así que lo hice para tratar de ayudarlos a que se relajen.”

“Eso nunca ayudará a nadie a relajarse, y el estado de ánimo es totalmente normal. Si es malo, entonces probablemente sea tu culpa,” dijo Haruhiro.

“¿Eh? No me des esa mierda. ¿Por qué sería mi culpa? No trates de echarle la culpa a otras personas.”

“No lo hagas, Haru-kun,” Yume jaló la manga de Haruhiro. “Ranta no escucha ni una palabra que la gente le dice. Tratar de tener una conversación con él es simplemente perder el tiempo.”

Haruhiro asintió. “Sí. Tienes razón.”

“—¡Espera! ¡Espera! ¡Oye!” Protestó Ranta.

“Deberíamos guardar silencio,” Mary le dirigió a Ranta una mirada tranquila. “Como se dan cuenta, ya estamos en territorio enemigo.”

Ranta arqueó las cejas y arrugó la cara. Era una expresión terrible. “Sí, sí, sí, sí. Solo tengo que estar tranquilo, ¿verdad? Muy tranquilo. El resto de ustedes se callan también. No digan ni una palabra ¿Lo entienden? ¿Bien?”

“…Es como un niño,” susurró Shihoru.

Eso hizo que una vena se hinchara en la sien de Ranta. “¿Qué dijiste…?”

“¡Ya es suficiente!” Gritó Haruhiro sin querer. “No estamos aquí para jugar. Si esto va mal, alguien podría morir, ¿de acuerdo?”

Ranta miró torpemente a un lado. “…Lo sé. No es difícil entenderlo. No tienes que decirme.”

“¿Realmente lo entiendes…?” Haruhiro dijo bruscamente.

Él realmente me hace enojar. Estoy tan molesto que no sé qué hacer.

¿Está bien? Haruhiro se preguntó. ¿Realmente podemos mantener a Ranta en el grupo así?

Si considero qué es lo mejor para el grupo, ¿no sería mejor echarlo? No es que no pueda contar con él para que contribuya en la batalla, y no es que no sea útil, pero… causa problemas por cada pequeña cosa. Él nos irrita a todos. Se está convirtiendo en una fuente de estrés. ¿Tal vez es más negativo que positivo? ¿Es un estorbo?

Supongo que eso no es algo para pensar en este momento. Sin embargo, si digo eso, ¿cuándo voy a tomar la decisión?

Continuaron por el túnel, encontrando un grupo de tres kobolds menores. Sus oponentes parecían asustados, pero no huyeron, así que lucharon contra ellos. Cuando Moguzo derribó a uno y Ranta a otro, el tercero huyó repentinamente.

Tenía una forma única de correr. Los Kobolds usualmente caminaban erguidos en dos patas, pero este también usaba la mano en la que no tenía un arma para correr. Eso lo hacía bastante rápido. Les costó alcanzarlo y estaban preocupados al hacerlo. Si otros kobolds atacaban mientras lo perseguían, estarían en problemas. Afortunadamente, lograron evitar que eso sucediera, pero tendrían que tener en cuenta la rapidez con la que los kobolds podrían escapar.

Hay muchas cosas de las que no estamos seguros, pero tendremos que acostumbrarnos a los kobolds como nos acostumbramos a los goblins, pensó. Se trata de acumular puntos de experiencia.

“Las Minas Cirene tienen más de 10 niveles, y…” La forma en que la voz de Mary hizo eco a través del túnel, sonaba como si se estuviera filtrando en su corazón. “…las vetas de mineral en el primer nivel se agotaron hace mucho tiempo. Básicamente, no hay nada más que flores de luz, por lo que los kobolds menores con, su baja posición social, viven aquí. Había un ascensor que llegaba a abajo, pero fue enterrado por un derrumbe, y ahora tienes que bajar a través de los pozos para llegar al segundo nivel.”

“¿Pozos…?” Preguntó Shihoru.

“Sí,” respondió Mary, con un asentimiento. “Pozos. Sin embargo, así es como los llaman soldados voluntarios. Básicamente, son agujeros verticales. Desde el tercer nivel hacia abajo, hay pozos con ascensores, pero principalmente utilizamos pozos normales para subir y bajar.”

Moguzo dio un: “Hmm,” nasal y luego hizo una pregunta. “¿Es porque la seguridad es estricta…?”

“Sí. Con los kobolds, hay tres tipos: kobolds menores, kobolds normales y kobolds mayores, que son más grandes. Solo los kobolds mayores pueden usar los ascensores libremente. Los kobolds normales solo pueden usar los ascensores cuando están permitidos u ordenados por un kobold mayor para hacerlo.”

“Suena como que esos mayores actúan realmente mandones,” dijo Yume. Conociendo a Yume, probablemente simpatizaba con los otros kobolds.

Mary sonrió débilmente. “Los mayores son la clase dominante, los kobolds normales son los trabajadores, mientras que los kobolds menores ni siquiera se consideran autosuficientes. El segundo nivel es el espacio para vivir de los obreros más bajos, los trabajadores bajos, así que piensen que ahí es donde las cosas comenzarán de verdad.”

“Entonces adelante, ¿eh?” Haruhiro se lamió los labios para humedecerlos.

Haruhiro y los demás se habían detenido frente a un agujero vertical abierto.

Este es un pozo.

Él le calcularía unos 3 metros de diámetro al agujero. Era un poco irregular, pero el agujero era mayormente redondo, y había cuatro escaleras de cuerda unidas a el.

¿Vamos? ¿O no?

Mientras Haruhiro estaba tragando su saliva y agonizando por eso, Ranta comenzó a bajar la escalera.

“Espera, ¿no te estás apresurando…?”

“¿Eh?” Ranta entrecerró los ojos. “Vamos, deja de arrastrar los pies. Después de llegar tan lejos, ¿ni siquiera será una opción? No es así, ¿verdad? Como siempre debería ser. Vamos, montón de bufones. Los dejaré atrás, ¿entienden?”

“En realidad, casi quiero dejarte atrás aquí…” murmuró Haruhiro.

“Inténtalo, y te mataré. En serio lo haré.”

Bueno, entonces no hay otra opción. Haruhiro descendió una de las escaleras de cuerda.

El segundo nivel era bastante diferente del primero. Originalmente había sido un nivel de minas, por supuesto, pero había innumerables agujeros excavados en los lados de las paredes, y parecía que eran residencias… o más bien, madrigueras… Bueno, era más de lo que parecía, ya que en este momento estaban más o menos seguros de ello.

Para comprobar, cuando Haruhiro se asomó a uno de ellos, había kobolds roncando. Eso lo sorprendió un poco.

“…¿N-No estaremos en problemas si se despiertan? Hay un buen número de kobolds justo en este agujero…”

Justo cuando Haruhiro se preguntaba eso, escuchó un ladrido en la distancia. Los kobolds se peleaban entre sí. Así es como parecía sonar.

¿Hay una pelea en curso?, él se preguntó.

El ladrido se desvaneció rápidamente, pero luego escuchó más ladridos desde otra dirección.

“Es bastante ruidoso, ¿eh?” Yume no parecía tan asustada.

“…Tal…” Shihoru se aferró a Yume, temblando. “…¿Tal vez deberíamos dar la vuelta…?”

“Está bien,” dijo Mary con voz serena. “Siempre son tan ruidosos como ahora, así que una vez que los trabajadores bajos duermen, no se despertarán a menos que suceda algo realmente importante. Incluso si hacemos una pequeña escena, es raro que muchos de ellos se reúnan.”

Moguzo dijo: “Oh…” y respiró hondo.

“Sin embargo, eso solo es así en este nivel,” dijo Mary con una pequeña risa. “Porque, desde el tercer nivel hacia abajo, hay mayores. Hay que tener cuidado con los mayores. Además, está el que tiene las manchas de la muerte, Death Spots.”

No solo era Haruhiro. En el momento en que escucharon ese nombre, incluso la expresión de Ranta se puso un poco rígida.

Con pelaje manchado en blanco y negro, tenía un cuerpo que era más grande que un mayor. Este súper kobold extremadamente perverso recorría las minas con un pequeño grupo de subordinados.

El “Spots” en su nombre provenía de sus manchas, mientras que “Death” venía de haber matado a un gran número de soldados voluntarios. Entre sus víctimas se encontraban los antiguos camaradas de Mary.

Para Mary, ella debía sentir que tenía que matar a Death Spots para vengar a sus amigos. Si alguien hubiera logrado matarlo, la gente se habría asegurado de hablar de ello. Como eso no había sucedido, eso significaba que todavía estaba vivo.

“Incluso a veces aparecerá en el primer nivel, eso es lo que dicen.” El tono de Mary no cambió. Era extraño que no lo hiciera.

¿No se está obligando a mantener una apariencia calmada? Haruhiro no pudo evitar pensar.

“No tenemos ningún informe confiable de que se haya visto ahí, así que no creo que tengamos que pensar en eso por ahora,” dijo Mary. “Sin embargo, desde el segundo nivel hacia abajo, es un asunto diferente. Necesitas tener en cuenta a Death Spots. Si nos encuentra, debemos correr de inmediato, o—”

“Esto,” Ranta sonrió e hizo un gesto como si su garganta estuviera siendo cortada. “Eso es lo que nos va a pasar, ¿verdad?”

“¡Oh, cielos!” Yume golpeó a Ranta en el hombro.

“Ay. ¿Q-Qué?”

“¡¿Cómo puedes ser tan insensible?!” Preguntó Yume.

“¿Eh? ¿Cómo soy insensible? No creo que encuentres a una persona tan sensible como yo.”

“¡Impensa antes de hablar!”

“…Yume, es piensa antes de hablar, ¿de acuerdo?” Haruhiro la corrigió, pero sintió que la había interrumpido cuando ella estaba tratando de decir algo, y se arrepintió un poco.

Aclarando su garganta ruidosamente, miró a Mary. Mary está actuando como si estuviera bien. Esperaba eso, pero no sé si realmente lo está o no. Ella parece ser del tipo que embotella sus sentimientos dentro de sí, así que estoy preocupado.

“De todos modos, Ranta, cállate un poco,” dijo Haruhiro. “Si tienes que hablar, al menos di algo útil.”

“Bien, entonces déjame sugerirte algo útil.” Ranta usó su barbilla para hacer un gesto hacia el agujero donde los kobolds trabajadores estaban durmiendo. “Esos tipos no se despiertan fácilmente, ¿verdad? En ese caso, ¿por qué no matamos a muchos de ellos mientras duermen y conseguimos un botín fácil? Vamos a acabar con ellos, rápido y fácil.”

Haruhiro se quedó sin habla por un momento. “…¿Eres un demonio?”

“Tch, tch, tch.” Ranta movió su dedo índice hacia delante y hacia atrás mientras hacía clic con su lengua. “No soy un demonio. Soy un caballero oscuro. ¿Entiendes? Sirvo al dios oscuro Skullhell. ‘Todos somos iguales antes de la muerte,’ es parte de nuestra filosofía. Los vicios que valoramos son, básicamente, la antítesis de los tópicos sin sentido que ustedes llaman moral y sentido común. Su antítesis. Es importante, así que lo diré por tercera vez, su antítesis.”

“Quiero decir, de todos modos, todos vamos a ser abrazados por la muerte algún día, así que, ¿no es estúpido dejarse atar por todo eso? Si hay algo a lo que deberíamos estar obligados, son nuestros deseos. Nuestros instintos, impulsos, ese tipo de cosas. Al final de todo, la igualdad de la muerte espera. ¿Entiendes?”

“No lo entiendo en absoluto, y no quiero.”

“Haruhiroooo. Deberías recibir un poco más de entrenamiento, ¿sabes? Para esa cabeza tuya. No puedes servir como líder con ese bajo nivel de comprensión, ¿verdad? Déjame decirte que te estoy advirtiendo con la bondad de mi propio corazón, ¿sabes?”

…Vaya. ¿Qué tengo que hacer? ¿Qué hago aquí? ¿Qué es lo que hay que hacer? Tengo muchas ganas de golpearlo.

¿Ranta había terminado así porque su mente estaba envenenada por los caballeros oscuros? Por lo menos, tenía que haber más que eso. Después de todo, Ranta originalmente estaba destinado a ser un guerrero, pero se había escapado y se convirtió en un caballero oscuro. Los guerreros eran indispensables para un grupo, así que se había ofrecido voluntario para el puesto. A pesar de eso, porque pensaba que eran más geniales, o por alguna razón como esa, y sin decírselo a Haruhiro y a los demás, había ido y se había convertido en un caballero oscuro. Ranta siempre había sido un tipo egoísta e irrazonable. Era su personalidad. Su naturaleza.

Ranta nunca va a mejorar. No va a cambiar. Él siempre será así. ¿Puedo seguir trabajando con un tipo como este? Para ser totalmente honesto, no estoy seguro de poder.

O, mejor dicho, ¿es algo sobre lo que debería tener que estar seguro? ¿Por un tipo como Ranta?

Sin embargo, no es algo para decidir aquí y ahora, lo sé. Si dijera: “Ya no te necesitamos, nos vemos,” y terminara con él aquí mismo, de alguna manera, siento que eso me pondría al mismo nivel que Ranta.

“Tu sugerencia es rechazada. No creo que ni siquiera tengamos que votar,” dijo Haruhiro.

Todos asintieron. Todos excepto Ranta.

“Pft. Sí, pensé que podría ser así.”

“Entonces no lo digas en primer lugar…”

“Me estoy molestando en sugerir las cosas que ni siquiera se te ocurrirían. ¿No puedes entenderlo? Mi amor paternal.”

“¿Qué clase de padre eres?” Gritó Haruhiro.

No puedo llevarme bien con este tipo. O, mejor dicho, realmente no debería.

Haruhiro y su grupo avanzaron a través del segundo nivel. Aparentemente había cinco pozos hasta el tercer nivel desde el segundo. Por ahora, se dirigieron hacia uno de ellos, y…

¿Estos kobolds están volviendo del trabajo?

…se toparon con un grupo de kobolds de trabajadores bajos que llevaban picos y palas. Cuatro en total.

“Cuatro… ¡Esos son muchos!” Haruhiro atacó reflexivamente a uno de los trabajadores bajos. Cuando lo hizo, ese trabajador bajo balanceó su pala para bloquear la daga de Haruhiro. Se fue rápidamente al ataque.

Pala. Pala. Pala. Una ráfaga de golpes de pala.

Haruhiro uso Swat, Swat, Swat. Respondió con la habilidad de lucha de ladrones que apuntaba al arma de un enemigo y desviaba el golpe.

Daña mi daga, así que no quiero usarla a menudo, pero supongo que no puedo darme el lujo de decir eso ahora. ¿Qué pasa con los demás? Moguzo, Ranta y Yume parecen estar tomando uno a cada uno.

Hubo un punto muerto que duró unos segundos.

“¡Ohm, rel, ect, vel, darsh​…!”

Vwong. Shihoru golpeó al trabajador bajo con el que Moguzo estaba luchando con Shadow Beat. El cuerpo del trabajador bajo se convulsionó, dejándolo indefenso por un momento.

Moguzo no perdió la oportunidad. “¡Gracias…!”

Ahí estaba. Rage Blow, también conocido como Corte de Gracias.

Haruhiro no tenía idea de cómo había crecido por su cuenta, pero sentía que los cortes de Moguzo definitivamente se habían vuelto más agudos y más precisos. Con un splat, el trabajador bajo se desplomó.

Moguzo fue inmediatamente a ayudar a Yume.

Bueno. Podemos hacer es—

Algo golpeó a Haruhiro en la espalda.

“¡¿Qué?! ¡Haruhiro, maldita sea!” Gritó Ranta.

“¡¿Eres tú, Ranta? ¡Mira hacia donde vas—!”

“¡Podría decirte lo mismo!”

“¡Lo siento!”

“¡Mientras lo entiendas!”

Se queja de cada pequeña cosa, y me molesta. Incluso cuando me estaba disculpando. ¿Cuál es su problema?

“¡Gracias!” Moguzo cortó otro con un Corte de Gracias.

Con eso liberando a Yume y Moguzo, Ranta gritó: “¡Estoy bien! ¡Tengo esto! ¡Ve a ayudar al estúpido Haruhiro!”

“¡¿A quién llamas estúpido?!”

Dame un respiro ya. He tenido hasta aquí con esto. No lo puedo creer. Eres de lo peor, simplemente de lo peor.

Haruhiro podía sentir la sangre subiendo a su cabeza, pero tenía que controlarse. Moguzo y Yume venían. El trabajador bajo se volvió hacia ellos.

Está de espaldas. Puedo ponerme detrás. Ahora.

“¡Backstab…!”

Eso no se sintió como un buen golpe. Hueso. La hoja de la daga golpeó el hueso.

Haruhiro chasqueó la lengua y saltó lejos. Aun así, el trabajador de bajo parecía preocupado por la herida en su espalda, y terminó en una distraída posición que parecía que podría darse vuelta o no.

Entonces Moguzo atacó. “¡Gracias…!”

Ese es su tercero.

El Corte de Gracias golpeó de nuevo, con resultados explosivos. El hombro derecho del trabajador bajo parecía que había estallado.

“¡Moguzo, eres increíble!” Yume gritó de alegría. Realmente era increíble.

Era fuerte, pero no muy listo. Algunas personas podrían pensar que era lento y estúpido, pero Moguzo era serio y decidido. Incluso cuando aceptaba los golpes del enemigo con su espada bastarda y armadura, buscaba una abertura. De lo contrario, trababa cuchillas con ellos y usaba la habilidad Wind o la fuerza bruta para hacer que su oponente vacilara, rompiendo su postura. Luego, los terminaba con el Corte de Gracias.

No tenía mucha variación, pero al repetir esos mismos movimientos sin cansarse nunca, los había pulido. Moguzo era el miembro del grupo que más había crecido.

“¡Exhaust…!” Ranta se retiró hacia atrás tan rápido que parecía que podría despegar en el aire.

Como si hubiera sido succionado, el trabajador bajo se movió hacia adelante.

Ranta empujó su espada larga en una estocada. “¡Anger…!”

El trabajador bajo gritó, girando a un lado y evitando la espada por lo que Ranta retrocedió aún más.

“¡Exhaust..!”

Como si hubiera sido succionado, el trabajador bajo… no avanzó.

Sí, por supuesto que no. No es tan estúpido.

“¡Maldita sea! ¡Bien, entonces!” Ranta saltó, blandiendo su espada larga en diagonal. “¡Hatred…!”

Hubo un ladrido y un chasquido cuando el trabajador bajo desvió la espada larga de Ranta con su pico.

Ranta dio dos, tres, pasos hacia atrás y luego exhaló. “No eres tan malo. Para un perro callejero, eso es. No me importa reconocerte. ¡Eres mi rival…!”

El trabajador bajo mostró sus colmillos. “¡Grrrrr…!”

“Oh…” Shihoru susurró desinteresadamente. “Tu rival, eh…”

“¡Es una cuestión de sentimiento!” Gritó Ranta enojado.

¿Qué tipo de sentimiento? Haruhiro no pudo evitar preguntarse, pero mantuvo la boca cerrada. Sintió que sería estúpido decir algo más.

“¡Pero! ¡Este próximo te acabará!” Ranta saltó hacia el trabajado bajo. “¡Anger…!”

Con un grito, el trabajador bajo esquivó el golpe y le devolvió el golpe a Ranta.

Ranta se escapó. Fue Exhaust.

Avoid. Miss.

Hatred. Exhaust.

Anger. Exhaust.

Anger, y después Exhaust.

Hatred, seguido por Exhaust.

Anger. Exhaust.

Hatred. Exhaust.

Hatred. Exhaust.

Anger. Exhaust.

Exhaust.

Exhaust. Exhaust.

Exhaust, Exhaust, Exhaust.

“…Hahh, hahh, hahh, hahh.” Ranta estaba jadeando. Por supuesto que lo estaba. Después de encadenar tantas habilidades que requerían moverse mucho, no había forma de que no estuviera cansado.

“¿Alguien no debería ayudar…?” Mary miró a Haruhiro y le preguntó.

Los ojos inyectados de sangre de Ranta se agrandaron. “¡No necesito su ayuda! ¡Este tipo es mi rival! ¡Mi presa! ¡Lo mataré! ¡Yo! ¡Cuando digo que haré algo, lo hago! ¡Todos pasen un buen rato bebiendo té o algo así!”

¿Por qué tiene que ponerse tan serio al respecto? Haruhiro no lo entendía en absoluto. Probablemente podría pasar cinco siglos reflexionando sobre la pregunta y aún así no entender. “Ni siquiera tenemos té…”

“¡Era una metáfora, maldita sea! ¡Hatred…!”

El trabajador bajo gritó de dolor.

Finalmente lo cortó.

El trabajador bajo estaba retrocediendo.

Ranta blandió su espada larga varias veces en rápida sucesión. “¡Toma esto, y esto, y esto, y esto…!”

El trabajador bajo gritaba con cada golpe.

Ranta no lo estaba cortando tanto como golpeándolo. El trabajador bajo debió haberse agotado totalmente. No podía esquivar. Con un golpe final en la cabeza, aulló y colapsó.

“¡Muere…!” Ranta apuñaló su espada larga en el pecho del trabajador caído, dándole un buen giro antes de sacarla. “Uf…”

Cuando se limpió la frente con una expresión que parecía decir: Todo en un solo día de trabajo, honestamente, era bastante desagradable. En muchos sentidos, Haruhiro no podía evitar sentir repulsión.

Haruhiro negó con la cabeza ligeramente. No lo sé… 

¿Qué voy a hacer, en serio? Sé que no puedo hacer nada ahora.

“…Bueno, ¿deberíamos recoger el botín y seguir adelante?” Preguntó Haruhiro.

“¡¿Eso es todo lo que tienes que decir?! ¡¿No se te ocurre algo?! ¡¿Como ‘Buen trabajo’ o ‘Eso fue especial, Ranta’ o ‘Eso fue genial, Ranta’ o ‘Eso fue fantástico, Ranta-sama’?!”

“No.”

“¡Tropiezo!”

Haciendo caso omiso de Ranta mientras hacía una exagerada caída falsa, Haruhiro recogió los talismanes de los trabajadores caídos. A diferencia de los kobolds menores, los trabajadores bajos tenían lo que parecían piedras preciosas incrustadas en sus pendientes y anillos en la nariz. Estos parecen que van a tener un alto precio.

Ranta había hecho las cosas más difíciles para sí mismo sin una buena razón, pero haber matado a cuatro trabajadores bajos era un logro. Haruhiro continuó avanzando hacia el pozo.

Para llegar al pozo hasta el tercer nivel, con todo lo que había involucrado, habia tardado unos 30 minutos.

Después de derrotar a tres trabajadores bajos que salían del pozo, comenzaron a discutir la pregunta de qué deberían hacer a continuación.

“¿Qué hacemos? ¿Bajar por supuesto?” Preguntó Ranta.

En un instante, los otros cinco llegaron a un acuerdo.

“Regresemos por hoy,” dijo Haruhiro. “Tenemos que tomar el camino de regreso, y estoy empezando a tener la falsa impresión de que estamos acostumbrados a este lugar cuando en realidad no lo estamos. Deberíamos hacer un reinicio, aclarar nuestras cabezas y volver mañana.”

Por supuesto, Ranta se opuso ferozmente a la idea, pero a Haruhiro no le importó.

—Quiero decir, decidir qué hacer contigo es el mayor problema.