Honzuki no Gekokujō (NL)

Volumen 4: Aprendiz De Doncella En El Templo I

Capítulo Extra 1: Un Lugar Aún Lejos de Aquí

“Tuuli, ¿tienes un segundo? Quiero que cuides de un cliente para mí».

«Voy a estar allí». Cuando el ayudante de la jefa vino a llamarme, me aseguré de que los puntos que acababa de hacer estuvieran limpios, luego aparté las agujas y me quité el delantal a toda prisa. Rápidamente revisé para ver si mi cabello o mi ropa tenían hilos sueltos o suciedad.

… De acuerdo, perfecto. Tal como Myne había dicho, una vez que comencé a mantenerme limpia, mis jefes comenzaron a dejarme manejar a los clientes. No solo eso, Corinna había comenzado a ocuparse más de nuestro taller para poder «preguntarme más sobre cómo hacer las horquillas» desde que llegó a ese acuerdo con Myne. Nuestra jefa quería desesperadamente conexiones con la Compañía Gilberta y, gracias a mi ayuda en ese frente, comenzó a dejarme hacer más trabajo de una vez.

En la primavera había sido uno de los cambios más bajos del taller, pero en verano todo había cambiado. Estaba contenta con eso, pero ahora la gente en el taller comentaba que solo yo podía tratar con los clientes.

Rita y Laura incluso se quejaron a la cara de que la encargada había comenzado a jugar conmigo de repente. Terminaron quejándose en el almuerzo también, y terminé haciendo pucheros mientras me sentía un poco incómoda.

«No te quejes, solo estoy haciendo lo que Myne me dijo que hiciera». Cuando le dije a Rita y Laura lo que Myne me había dicho sobre ser cortés y mantenerse limpia como debería ser un representante del taller, sus ojos se abrieron de par en par de sorpresa.

“¿Por qué Myne sabe todo eso? Ella es demasiado débil como para ir al bosque». Laura era nuestra vecina y sabía cuán débil era Myne. Pero ella era un año mayor que yo y apenas la había conocido, ya que era una aprendiz cuando Myne logró fortalecerse lo suficiente como para ir al bosque. Realmente solo la había conocido cuando sacó la varilla de pelo de Myne en la ceremonia del bautismo y se puso ansiosa por eso.

«Myne está demasiado débil para caminar mucho, pero en cambio usa su cabeza y ayuda a papá a trabajar en la puerta. Ella lee cartas y hace matemáticas. Aparentemente, ella aprendió a hablar con nobles y dueños de tiendas ricas mientras estaba allí”.

En verdad, Myne había comenzado a ir al templo como una doncella del santuario de túnica azul, pero mamá y papá me habían dicho que no le dijera a nadie sobre eso. Todos los demás pensaron que iba a ayudar a papá en la puerta o visitar a la compañía Gilberta para hablar sobre las horquillas. Ella fue a la compañía Gilberta con Lutz a veces, por lo que no era del todo falso.

«¿Wow, ella puede leer? Eso es realmente genial». Rita abrió mucho los ojos con sorpresa. Ella vivía en el lado opuesto de la ciudad (con el barrio de artesano entre nosotros), por lo que nunca había visto a Myne antes. Rita estaba impresionada por ella a pesar de que eso me hizo feliz.

«Uh huh, Myne es increíble. Conoció a alguien de la Compañía Gilberta mientras trabajaba en la puerta, y así fue como la Sra. Corinna notó las horquillas que hizo Myne. Y luego incluso compró los derechos de las horquillas. Normalmente, Myne le iba a enseñar cómo hacerlos, pero en cambio voy porque es demasiado débil para llegar tan lejos”. Decidí no mencionar que Myne era peor que yo para hacer las horquillas. Si todos supieran que ella era mala cosiendo además de estar enferma, Myne nunca podría casarse. Como su hermana mayor, era mi trabajo evitar que eso sucediera.

«Hmm. Eres muy afortunada, Tuuli. Tienes que ir a la casa de la señora Corinna gracias a ella, ¿verdad? Ojalá tuviera una hermana pequeña como Myne también, tal vez la encargada me elegiría a mi como su favorita en su lugar”, dijo Laura con un suspiro envidioso.

… Pero hace unas semanas decías que debe ser un gran dolor cuidar a una hermanita enferma. Me sentí un poco molesta por el cambio de opinión de Laura en un instante, momento en el que me di cuenta de algo y aplaudí. Si todos siguieran el consejo de Myne, no sería la única al que se le pediría que tratara con los clientes.

“Cuando fui a la casa de la señora Corinna, ella estaba haciendo un vestido súper hermoso. Pregunté cómo hacer diseños maravillosos para los nobles, y Myne me dijo lo que tenía que hacer».

«¿Qué? ¿Qué dijo Myne?” Las dos, ahora sabiendo que el consejo de Myne era increíble, se inclinaron hacia adelante y me miraron con anticipación chispeando en sus ojos.

“Dijo que debería ir al norte de la ciudad en mis días libres y ver qué vestía la gente, para poder anotar qué diseños eran populares entre la gente rica. Ella dijo que no sabré lo que es bueno si no miro las cosas buenas. Entonces, estaba pensando en ir al norte en mi día libre mañana. ¿Quieren venir conmigo?»

«¡Sí!»

«¡Yo también!»

Rita y Laura saltaron a mi invitación de inmediato. Suspire de alivio. Los había invitado por una simple razón. A diferencia de Myne y Lutz, que iban al norte con frecuencia para visitar la Compañía Gilberta, todavía estaba tan nerviosa que nunca tuve el coraje de ir más al norte que la plaza central. Pensé que tal vez tener dos amigas a mi lado lo haría más fácil.

Cuando llegó mañana, terminé el desayuno rápidamente y agarré la ropa que había lavado y me puse a secar anoche. Eran las ropas de verano que había usado para la casa de Corinna. Solo por haberlos usado en el norte una vez antes, me dieron un poco de coraje.

“Adiós, Myne. Me voy al norte».

“Espero que aprendas mucho allí. Buena suerte, Tuuli”. Myne me dijo adiós. Sinceramente, me hubiera gustado que ella viniera conmigo, pero no quería, ya que Rita y Laura estarían allí. Ella dijo que no caminarían a su ritmo y que ella simplemente estaría muerta, quedándose atrás y desmayándose.

Salí de casa y corrí escaleras abajo hasta la plaza, donde encontré a Laura caminando por el pozo.

“Buenos días, Tuuli. ¡Vámonos! Rita probablemente ya nos esté esperando».

Laura y yo tejemos por los estrechos callejones de camino al callejón de los artesanos. Encontramos a Rita en poco tiempo.

“Laura, Tuuli. Buenos días.»

“¡Buenos días, Rita! ¡Estaba tan emocionada que ni siquiera pude dormir anoche!” Dijo Laura, saltando hacia Rita con entusiasmo. Comenzamos a caminar hacia el norte y casi de inmediato pasamos junto a unos niños que conocíamos que se dirigían al bosque.

«¿Oh? Son Tuuli y Laura. ¿Van algún lugar para divertirse? ¿Quizás el mercado?”

«Nuh, uh. Vamos a estudiar. Todos ustedes van al bosque, ¿verdad? Buena suerte”. Nos despedimos y luego seguimos a las personas que se dirigían desde el callejón del artesano a sus lugares de trabajo. En el camino hablamos exclusivamente sobre costura y moda.

“Hey, Tuuli. Habla sobre la vez que fueron a la casa de la señora Corinna». Querían saber de la ropa y las cosas que Corinna me había mostrado, así que pensé en ese día e intenté describir lo que me habían dicho. Pero Corinna había usado tantas palabras que no sabía que era naturalmente imposible para mí recordar todos los detalles. Eso me recordó cómo Myne siempre escribía cosas en su bloc de notas y las miraba cuando olvidaba algo.

… También podría necesitar aprender a leer.

Había muchos carros que subían y bajaban por la calle del callejón de los artesanos, pero no había carruajes. La mayoría de las personas aquí usaban el mismo tipo de ropa a la que estábamos acostumbrados.

Todos me fueron entregados en tiendas usadas. Pero cuando nos acercamos a la plaza central, las costuras mejoraron, la ropa se volvió más colorida y la cantidad de tela utilizada aumentó. Cuando comenzamos a ver personas con accesorios, la plaza estaba justo frente a nosotros.

Entramos en la plaza mientras hablamos entusiasmados entre nosotras. Había un montón de personas que se dirigían desde la plaza al puerto al oeste de la ciudad, por lo que la moda era indescriptiblemente variada. No solo la ropa era más elegante, sino que también había carruajes en la calle en lugar de solo carretones.

Rita, cuya casa estaba en el extremo suroeste de la ciudad, abrió mucho los ojos después de entrar en la plaza central.

«No suelo ir a la plaza, ya que puedo llegar por los callejones al mercado. No me di cuenta de que había tantas personas diferentes aquí. Y ahora que miro… Hay mucha ropa azul. ¿Tal vez porque es el color divino del verano?», Dijo Rita, lo que me llevó a centrar mi atención en la ropa en la plaza central. Como ella dijo, parecía que había mucha ropa azul. Miré a la multitud mientras pensaba en lo que Corinna me había enseñado, cuando de repente mis ojos se posaron en la falda de una mujer.

«¡Wow! Esa falda se ve increíble. Solo un par de volantes hace que se vea tan elegante».

«El atuendo de bautizo de Myne también fue increíble, ¿no?»

«Myne solo pellizco la tela extra ya que es más baja que yo. Pero son lo mismo, eh, eh. Supongo que lo que importa para lucir elegante es usar tela extra». No pude evitar sonreír ante el punto de Laura. Era cierto que la ropa de bautizo de Myne había sido súper linda y elegante gracias a cómo mamá y yo la habíamos alterado. Pero gracias a eso, nos vimos envueltos en muchos problemas. Ese día aprendí una lección importante: Estrafalario no siempre significa mejor.

Había el Gremio Merild y otros gremios menores cerca de la plaza central, por lo que había mucha gente moviéndose de muchas clases sociales diferentes.

Pero si prestaba atención, podría decir de qué clase social era alguien por la ropa que llevaban puesta. Cuando fui a la tienda de segunda mano para elegir la ropa de Myne, aprendí cómo uno podía mostrar su clase social al elegir su ropa. Lutz y yo habíamos elegido vestidos que quedarían bien en Myne, pero ella había elegido otra ropa por completo. Pensé en eso y señalé a una mujer que pasaba con una blusa, una falda y un corsé.

«Mira, mira. Esa chica no lleva solo un vestido. Si tiene dinero extra, puede comprar tres prendas separadas, ¿verdad? Una blusa, una falda y un corsé. Puedes cambiar completamente la sensación de un atuendo cambiando una parte, o como, cambiando el dobladillo de una blusa o cambiando el encaje de una manga».

«¡Es verdad! Tuuli, eres inteligente». Bueno… No soy yo quien es inteligente.

«Un poco más y estaremos en el norte de la ciudad». Llegamos al extremo norte de la plaza sin ningún problema, pero todo lo que había allí era tierra de gente rica. Dar el primer paso adentro fue aterrador. Nos reunimos en la salida norte y miré por encima de mi ropa. Laura y Rita notaron eso y de repente se callaron, sus expresiones se nublaron mientras miraban nerviosamente su propia ropa.

“H-Hey, Tuuli. ¿Realmente vamos al norte?”

«Has estado en el taller de la señora Corinna antes, así que estás bien allí, ¿verdad?» Laura me empujó hacia adelante, pero yo simplemente planté los pies en el suelo sin dar un paso. El taller de Corinna no estaba muy lejos de la plaza, y siempre enviaba a alguien para que me guiara.

“¿Está bien que vayamos al norte?” Preguntó Rita nerviosamente, agarrando mi mano.

“U-Ummm… Bueno, ¿y si seguimos mirando la ropa en la plaza? Todavía no he echado un buen vistazo».

«Convenido. Todavía hay mucho que tenemos que aprender aquí».

Los tres caminamos alrededor de la fuente de la plaza, tomados de la mano y prestando atención a la ropa de todos. Rodeamos alrededor de cinco veces mientras observamos a los transeúntes. Pero habíamos recorrido todo este camino para ir hacia el norte, y no fue tan fácil dejar de pensar en ello. En medio de una rotación, todos disminuimos la velocidad inconscientemente a medida que nos acercábamos a la salida norte.

«Tuuli, ¿por qué has estado caminando por la fuente así?»

«¡¿Lutz?! Espera, ¿por qué estás aquí, Lutz?”

«Estoy haciendo un recado al Gremio de comerciantes. Estabas aquí cuando vine y cuando terminé, así que sentí curiosidad», dijo Lutz mientras señalaba al Gremio de Comerciantes y nos miraba de manera extraña. Ahora que lo mencionó, realmente habíamos estado mirando sospechosamente. Alguien que conocíamos nos había visto caminando en círculos alrededor de la plaza central sin salir hacia el norte.

…Oh no. Esto es súper vergonzoso. ¿Cómo debería explicarle esto a Lutz? Acuné mi cabeza y temblé de vergüenza, pero Laura se rió de la palmada de Lutz en el hombro.

“La verdad es que Tuuli nos pidió que fuéramos al norte de la ciudad con ella para mirar la ropa de las personas ricas, pero se puso demasiado nerviosa para salir de la plaza. Y espera. Lutz, llevas ropa muy bonita. ¿De dónde vienen?” Parecía que Laura todavía no sabía que Lutz había sido contratado por la Compañía Gilberta. Miró por encima de su uniforme de aprendiz de pies a cabeza, inclinando la cabeza confundida.

“… Este es el uniforme de aprendiz para la Compañía Gilberta. Tengo que volver al trabajo, pero puedes venir conmigo a la tienda si quieres».

«¿Qué? ¡¿En serio?!” Habíamos encontrado un guía inesperado y estaba muy feliz. Con Lutz al frente, finalmente logramos salir de la plaza y dirigirnos hacia el norte. Dado que aquí solo vivían personas ricas, había muchos más carruajes que carretones y todo parecía diferente al sur de la ciudad donde vivíamos. Había muchos edificios delgados y altos en el sur, pero aquí todos los edificios eran altos y una vez que llegaste al tercer piso de madera, comenzaron a pintarse con bonitos colores.

«Tuuli, ¿no has estado aquí un par de veces?»

“Sí, pero venir aquí todavía me pone nerviosa. Todavía no estoy lista para ir por mi cuenta”. Lutz sacudió la cabeza con exasperación, pero aun así nos llevó hasta el frente de la Compañía Gilberta. Luego entró corriendo, diciendo que tenía que volver al trabajo.

«… Lutz realmente es un aprendiz aprendiendo aquí, ¿eh?». Laura miró a la Compañía Gilberta con la boca abierta. Myne y Lutz entraron como si no fuera nada, pero para nosotros fue como una fortaleza inexpugnable. Incluso si quisiéramos entrar, el guardia de la puerta probablemente nos rechazaría.

Durante algún tiempo nos paramos frente a la Compañía Gilberta, observando a las personas que pasaban. Había más personas que vestían ropa con volantes que antes, y al menos, no vimos a nadie que me pusiera las manos abajo. En comparación con lo que habíamos visto en la plaza, los diseños eran mucho más consistentes y regulares. Eso probablemente reflejó las «tendencias» de las que Myne y Corinna habían estado hablando.

«Puedo decir que la ropa que usan las personas ricas es increíble, pero no creo que pueda hacerla yo misma. No tengo la tela para practicar, y ni siquiera sé cómo comenzaría a hacerlos», dijo Rita encogiéndose de hombros. Laura asintió de acuerdo.

«Estas no son las prendas que nuestros clientes quieren, seguro. Parece que están fuera de nuestro alcance, muy lejos de lo que podemos hacer. Tal vez para estudiar deberíamos limitarnos a la plaza».

Había trabajado codo a codo con Rita y Laura durante mucho tiempo, por lo que sus opiniones eran completamente diferentes a las mías. Quería quedarme aquí y mirar más ropa de gente rica. Quería practicar cómo hacerlos yo misma como lo hice con el traje de bautizo de Myne, incluso si eso significaba hacer ropa pequeña para muñecas. Quería mejorar con todos y pasar a un taller mejor cuando llegara nuestra próxima renovación.

Pero ambas se dieron por vencidas de inmediato, pensando que era demasiado para ellos. Me di cuenta de que en algún momento nuestros objetivos y formas de pensar habían cambiado. Ya no compartíamos los mismos sueños y eso me dejó perdida.

«¿Quieres ir a casa por hoy?», Pregunté, ya que parecían realmente incómodas. Asintieron y comenzamos nuestro viaje de regreso a la plaza. Pero mis piernas y mi corazón se sentían pesados. Caminé mirándome los pies, quejándome por dentro.

… ¿Por qué ya nos vamos a casa? ¡Vinimos hasta aquí! No he visto suficiente todavía. Los dos piensan que esta ropa es demasiado para nosotras, pero no lo creo. No quiero pensar eso.

 Después de caminar un poco, me detuve y me di la vuelta. Pude ver clientes entrando en la Compañía Gilberta. Probablemente estaban allí por Corinna. Su ropa se parecía mucho a los ejemplos que había visto en su habitación.

… Tan bonita. Quiero mirarlos más.

Los pensamientos sobre el vestido para nobles que había visto en la casa de Corinna pasaron por mi mente. Fue exactamente porque estaba fuera de mi alcance que quería estudiar y practicar más. Quería ser lo suficientemente buena como para unirme al taller de Corinna. Lutz y Myne habían logrado ser aceptados por la Compañía Gilberta, por lo que tal vez si trabajo duro también podría ser aceptado.

… Creo que estoy pensando así por Myne. Myne siempre trabajó desesperadamente para conseguir lo que quería, y siempre lo hizo. Especialmente porque ella tenía a Lutz, quien caminó por su propio camino en la vida incluso después de que sus padres lo rechazaron. No quería conformarme con algo menos. No quería pensar que alguien fuera imposible para mí o fuera de mi alcance. Quería cargar en mi propio camino.

«¿Qué pasa, Tuuli?» Las dos dejaron de caminar y se dieron la vuelta. Alcé la vista y los saludé con una sonrisa.

«Lo siento. Pueden irse a casa sin mí. Ahora que estoy aquí, quiero aprender hasta que esté satisfecha».

La Compañía Gilberta todavía era un sueño lejano para mí, pero no me rendiría. Por lo menos, necesitaba trabajar duro hasta que pudiera elegir mejor ropa que Myne. Me avergonzaría de mí misma como costurera si ni siquiera pudiera vencerla cuando se trata de ropa.

Me di la vuelta y regresé a la Compañía Gilberta. Me senté y observé la ropa de las personas que pasaban.

… No voy a perder con Myne. Porque vamos. ¡Soy su hermana mayor!