Honzuki no Gekokujō (NL)

Volumen 4: Aprendiz De Doncella En El Templo I

Capítulo 3: No Como las Otras Túnicas Azules

«¡Luuuutz!» En el momento en que vi la cara de Lutz, sentí el alivio de estar de vuelta en un mundo con el que estaba familiarizado. Corrí escaleras abajo y salté a los brazos de Lutz, abrazándolo con fuerza mientras frotaba mi cabeza contra él.

«Ya estoy tan cansada, Lutz».

«Aaah, sí, te ves un poco cansada. Buen trabajo hoy”.

Lutz me dio unas palmaditas en la cabeza y me alabó por mi arduo trabajo. Principalmente acabo de leer hoy, pero mis sirvientes aparentemente debían permanecer cerca de mí como parte de su trabajo. Siempre hay alguien cerca de mí, observando todo lo que hice. Era normal que dejara de prestar atención a mi entorno una vez que me absorbiera un libro, pero fue malo para mi corazón notar que alguien me observaba cada vez que volvía a la realidad. El bagaje emocional de ser visto era lo suficientemente pesado como para cansarme.

… Los nobles eran impresionantes, en realidad. ¿Cuánto tiempo pasaría antes de que me acostumbrara a este tipo de cosas? Tal vez lo tuve más fácil que ellos ya que podía irme a casa y dormir sin vigilancia. Probablemente me volvería loca si me vieran constantemente desde «Buenos días» hasta «Buenas noches».

“Hey, Lutz. Quiero ir a ver al Sr. Benno ahora mismo si puedo. ¿Está en la tienda?”

“Volvió cuando me iba, así que probablemente. ¿Por qué, qué pasó?” Negué con la cabeza a Lutz cuando comenzó a preocuparse.

“Necesito obtener dinero del Gremio de Comerciantes y llevarlo al Sumo Sacerdote como donación. Cuanto antes mejor, así que…”

«Hmm. Muy bien, vámonos». Comenzamos a irnos, pero por alguna razón mi trío de sirvientes comenzó a seguirnos. Dentro del templo había una cosa, pero definitivamente no quería que me siguieran afuera. No quería que me vieran en todo momento.

«… Ustedes tres no tienen que venir».

«Me temo que debo hacerlo, como su sirviente».

«¡Eso es correcto! Conocer a alguien sin tus sirvientes es simplemente ridículo, ni siquiera piensas en eso”. Fran e incluso Delia se opusieron tanto a que conociera a Benno sin ellos que podría suponer que los sacerdotes con túnica azul siempre llevaban a sus sirvientes a las reuniones. Tendré que hacer una nota mental de eso.

«Hmph. Bueno, si no me tengo que ir, no lo haré. Tengo demasiada hambre para eso». Gil, que probablemente tampoco sabía mucho sobre sirvientes, me dirigió una mirada un tanto odiosa y se dio la vuelta para irse. Pero los otros dos no hicieron lo mismo.

Me sentía mejor sin sirvientes alrededor, iba a un lugar al que estaba acostumbrado a visitar, y con Lutz alrededor, los sirvientes serían un peso muerto. Bueno … ¿Cuál es el daño al despedirlos, entonces?

«Hey, Delia. ¿Podrías decirle al Sumo Sacerdote que volveré con la donación una vez que arregle las cosas con el Sr. Benno? Estaré en grandes problemas si él no se entera de esto. Cuento contigo.»

«Oh, ¿estarás en un gran problema? Entiendo. Me aseguraré de que escuche sobre esto”. Delia esbozó una sonrisa amplia y fácil de entender. O no entregaría el mensaje o se lo entregaría al Sumo Obispo. Delia se dio la vuelta y entró en el templo con la sonrisa más emocionada que había visto en ella todo el día.

Solté un suspiro de alivio por haber sacudido a Delia, lo que hizo que Fran hiciera una mueca mientras miraba a Delia irse.

“Myne, si tienes mensajes para el Sumo Sacerdote, puedo entregarlos. Por favor, ve con Delia”.

“Fran, le pedí a Delia que hiciera eso. Si necesito un sirviente conmigo, puedes venir conmigo”. Fran frunció el ceño descaradamente infeliz y sacudió la cabeza.

«Pero no se sabe si ella realmente entregará ese mensaje al Sumo Sacerdote».

«Estoy con Lutz en este momento, así que puedes entregárselo tú mismo si quieres. Estaré en problemas si nadie más lo hace, definitivamente».

Lo dejé así y me fui, cogidos de la mano con Lutz. Fran titubeó un poco en la entrada del templo, pero finalmente decidió priorizar la entrega del mensaje al Sumo Sacerdote. Se dio la vuelta y entró en el templo.

“¿Estás seguro de que era lo correcto, Myne? ¿No se supone que deberían estar aprendiendo a controlar tu salud?” Lutz se volvió y miró la entrada del templo ahora vacío. Oh sí, se suponía que debían aprender a hacer eso, pensé mientras suspiraba profundamente.

«… Mmmm. Uno de esos tres servidores que me asignaron debería estar aprendiendo a hacer eso, pero no creo que suceda. Simplemente no tiene la motivación para ello».

«¿Huh?»

“Él quiere servir al Sumo Sacerdote, pero probablemente le dijeron que me sirviera a mí. No importa lo que esté haciendo por mí, no parece feliz por eso. Las cosas podrían cambiar si comienza a considerarme su maestro más de lo que considera al Sumo Sacerdote su maestro, pero eso básicamente nunca va a suceder, nunca».

“¿Tú como maestra, Myne…? Sí, no puedo verlo. No tienes el tipo de majestad o dignidad que exige respeto», dijo Lutz en un tono burlón con una sonrisa. Me reí con él. Fue bueno volver con alguien en quien podía confiar.

«Hola, señor Mark. ¿Está el Sr. Benno aquí?” Vi a Mark mientras Lutz abría la puerta, así que lo saludé como de costumbre. Sus ojos se abrieron y palideció en el momento en que me vio.

“Myne, entra. Con rapidez.»

«¿Bwuh?»

Mark, luciendo más inquieto de lo que lo había visto antes, me instó apresuradamente a entrar en la tienda. Inmediatamente abrió la puerta de la oficina de Benno y nos indicó que ingresáramos, sin obtener su permiso y hacernos esperar en la tienda como solía hacerlo.

“Maestro, Myne ha llegado a la tienda. La dejaré entrar de inmediato”.

«¿Qué te pasa, Mark? ¿Por qué la visita de Myne los atrapó a todos?», Dijo Benno en un tono burlón mientras miraba hacia arriba, al escuchar a Mark cerrar la puerta inmediatamente. Pero en el momento en que me vio, abrió mucho los ojos y sus cejas se alzaron de ira.

«¡GRAAAH! Myne! ¡IDIOTA!»

«¡Eek!» Sus gritos repentinos me sorprendieron tanto que me caí y me tapé los oídos. Incluso Lutz jadeó y saltó un poco.

«¿Bwuh? ¿Qué? ¿Por qué estás tan enojado, Benno?”

“¡Idiota irreflexiva! ¿Por qué viniste aquí con eso? ¡¿Realmente caminaste todo el camino hasta aquí desde el templo con eso?!”

«… Lo hice, pero ¿cuál es el problema con eso?» Miré mi atuendo, inclinando la cabeza en confusión. Lutz hizo lo mismo. Al ver que ninguno de nosotros entendía fundamentalmente el problema, Benno se rascó la cabeza y Mark se frotó las sienes.

«Myne, llevas una túnica azul de doncella del santuario. Las doncellas túnicas azules normales del santuario son nobles. Los nobles viajan en carruaje. Nunca salen a caminar por la ciudad. ¿Entiendes por qué?»

La pregunta de Benno me confundió. Pensé en las pocas veces que había montado en carruajes. Estaban llenos de baches e incómodos. Pero como los plebeyos rara vez llegaban a montarlos, se convirtieron en un símbolo de estatus y fueron una forma rápida de impresionarlos. En mis días como Urano, solo usaba un automóvil cuando sabía que traería muchas cosas de regreso, cuando el destino estaba muy lejos, o cuando el clima era malo y caminar era molesto.

«Ummm… ¿Porque quieren presumir y caminar es un dolor?»

«¡No! ¡Si los nobles simplemente caminaran, serían secuestrados y retenidos como rehenes por un rescate! ¡Nunca uses eso fuera del templo a menos que quieras ser secuestrada!”

«¡S – S – S – S – SÍ SEÑOOOORR!» Inmediatamente comencé a quitarme mi túnica de doncella de aprendiz. Estaba usando mi ropa de aprendiz de comerciante debajo de ellos, así que todo lo que tenía que hacer era deshacer la faja y ponerme la túnica sobre la cabeza.

… Pensé que las túnicas azules eran básicamente como un uniforme escolar, pero para otras personas eran como un letrero que decía: “Soy un noble. Tengo dinero”. Ni siquiera consideré que alguien pudiera secuestrarme por dinero.

Benno me vio doblar la túnica con una expresión conflictiva en su rostro, luego suspiró con cansancio.

«De todos modos, ¿qué haces aquí? Dudo que hayas venido aquí solo para darnos un ataque al corazón”.

“Bien, tengo una solicitud para ti. Sr. Benno, ¿podría venir conmigo al Gremio de Comerciantes y luego ir al templo?”

«¿Para qué?» Benno parpadeó confundido.

“Quiero que ayudes a retirar y llevar cinco monedas pequeñas oros al templo por la donación. He estado manejando grandes intercambios de dinero con mi tarjeta de gremio hasta ahora, pero el Sumo Sacerdote no tiene una, y me daría miedo caminar con esa cantidad de dinero. Le pregunté al Sumo Sacerdote sobre esto y lo creas o no, él solo me dijo que hiciera que mis sirvientes lo hicieran”.

Benno frunció el ceño ante mis quejas.

“¿Qué quieres decir, lo creas o no? Eso es lo que hacen los sirvientes. Es su trabajo».

«… No sé cómo alguien espera que tenga el coraje de confiar tanto dinero con personas que apenas conozco. Gente que ni siquiera me quiere», dije, frunciendo los labios. Los ojos rojo oscuro de Benno se abrieron de par en par y parpadeó sorprendido.

«Existen personas por ahí que alguien tan irreflexivo como tú, alguien que ha sido engañado por el maestro del gremio más de lo que cuento, alguien que sigue confiando y confiando en él después de eso, ¿no puede confiar? ¿Qué demonios les pasa?”

“Ummm, uno de ellos es un espía enviado por el Sumo Obispo, y uno de ellos también es un espía enviado por el Sumo Sacerdote. El último es un alborotador que me asignaron por despecho. Puedo tratar con ellos siguiéndome por el templo, pero de ninguna manera puedo confiarles mi dinero”.

«Sabes, lo supuse, pero wow… Realmente te odian por allí, ¿eh?» La evaluación precisa de Benno me hizo gemir un poco.

«Guuuh… Cuando todo comenzó, pensé que no me importaría nada mientras pudiera leer libros durante los últimos meses de mi vida, pero esto será horrible si nunca se detiene».

«Sí, la situación es diferente ahora. Su única opción con los espías es construir una buena relación con ellos, incluso si es solo superficial. Busca cosas en las que pueda confiar para que hagan sin confiar plenamente en ellos. En cuanto al alborotador, bueno, entrénelo como lo haría con un animal salvaje”. Enmarcar a Gil como un animal salvaje me hizo pensar en un bebé mono que jugaba trucos en un árbol mientras chillaba ruidosamente.

«Pero los animales y las personas son diferentes».

«No tanto como piensas. Si no te escuchan, lo golpeas con un palo. Si te escuchan, dales una recompensa. Golpéalos y de muestra quién es su maestro.” Dejando a un lado los asuntos de confianza, parecía que tendría que hacerlos obedientes de cualquier manera.

«… Prefiero usar ese tiempo para leer libros».

«¡No seas perezosa! ¡Será peor si terminas en una sociedad noble sin sirvientes que puedas usar!»

«Ngh… voy a tratar de ser optimista».

Benno suspiró y sacudió la cabeza para volver a encaminarse.

“Nos salimos del tema aquí. Entonces, ¿cuándo se supone que llevas para esta donación?»

“Iba a decidir una fecha después de enterarse de sus planes. Le pedí a uno de mis sirvientes que le dijera al Sumo Sacerdote que traeré el dinero cuando esté listo, así que—” Al oír eso, Benno saltó de su silla.

«¡Es lo mismo que decir que lo traerás de inmediato! Mark, prepárate! ¡Vamos al templo!»

«¡Entendido!» Pálido, Mark salió corriendo de la habitación.

«U-Um, está bien, vamos al gremio de comerciantes entonces».

«Eso sería una pérdida de tiempo. No hay necesidad de que nos vayamos. Extienda tu tarjeta.” Después de tocar tarjetas conmigo, Benno dijo que me pusiera de nuevo mi túnica azul, luego usó la puerta interior para subir corriendo las escaleras hasta el siguiente piso.

Recogí las túnicas que me quité y me las puse de nuevo. Después de atar la faja, bajé la cabeza. No esperaba que nada de esto sucediera. Solo dije eso para deshacerme de mis sirvientes, pero nos puso a Benno y a mí en una mala situación.

«… ¿Qué debo hacer, Lutz?»

Todo, hasta el significado de unas pocas palabras, cambió dramáticamente en función de dónde estabas y con quién estabas hablando. Las palabras significaban cosas diferentes para diferentes grupos. Pensé que entendía algo así de simple, pero no lo entendí.

Lutz me acarició la cabeza suavemente.

«No es sorpresa aquí, no sabemos nada sobre los nobles. No pudiste evitar cometer un error esta vez, pero debes trabajar para mejorar tus fallas».

«¿Mis fallas?» Incliné la cabeza confundida, y Lutz asintió con la cabeza mientras me miraba con ojos algo severos.

“Sé que amas los libros más que nada, y que solo quieres seguir leyendo libros para siempre, pero antes de que eso pueda suceder, debes aprender a hablar con las personas que te rodean, pedir ayuda, escuchar lo que dicen y Aprender a vivir adecuadamente. No sé nada sobre el mundo de los comerciantes. Cosas que todos a mi alrededor saben, yo no. Así que hago todas las preguntas que puedo sobre cualquier cosa que pueda. Aprendiendo todo lo que puedo. De los otros aprendices, el Sr. Mark, todos me están enseñando.

Si no haces preguntas solo porque eso es demasiado trabajo, nunca aprenderás a vivir». Las palabras de Lutz penetraron profundamente en mi corazón. Sabía que él, como hijo de un artesano que saltó de cabeza al mundo de los nobles, estaba haciendo todo lo posible para encajar en la tienda. ¿Pero yo? Aunque mis motivaciones eran diferentes, había saltado al mundo del templo como Lutz, pero no estaba haciendo ningún esfuerzo para acostumbrarme a vivir allí.

«Estoy trabajando duro porque quiero vivir como comerciante. Si quieres leer libros en el templo, debes aprender a vivir en el templo. No te preocupes Sé que tu puedes hacerlo. Porque eres inteligente, Myne».

«No soy inteligente. Nunca pienso antes de hacer nada. Eres mucho más inteligente que yo, Lutz». De ninguna manera fui inteligente. Era una idiota irreflexiva, tal como Benno dijo que era. No importa cuánto aprendí en ninguna de las dos vidas, nunca me ayudó a calmarme y pensar con anticipación.

«Descuidada o no, siempre corres directamente hacia tu meta, ¿verdad? Si su objetivo es leer libros y ser feliz, ¿qué le impedirá hacer eso? Trabaja duro, Myne, para que puedas relajarte y leer libros”.

«Ngh… Me conoces muy bien, Lutz». Justo cuando mi corazón se aceleraba con optimismo, los pasos pueden resonar por las escaleras. La puerta interior se abrió y Mark, vestido con un traje de manga larga de tela ligera y respirable, regresó a la habitación.

«Lamento haberte hecho esperar».

En lugar de su atuendo habitual de mayordomo, Mark llevaba una prenda suelta de manga larga que se parecía mucho a un kimono. Era verde con bordados azules, y la prenda le llegaba hasta las rodillas. Debajo había un par de pantalones blancos ajustados, en contraste con la prenda superior suelta, lo que me recordó cómo había hecho que mi traje de bautismo se viera más elegante. La tela era visiblemente de alta calidad y era obvio que el atuendo era para tratar con nobles.

«Finalmente hecho».

Benno entró en la habitación después de Mark. Llevaba una prenda superior blanca con mangas aún más largas y más grandes que el atuendo de Mark y un dobladillo que le llegaba hasta los tobillos.

El bordado era mucho más elegante que el de Mark que ni siquiera se podían comparar, e incluso llevaba un delgado manto en forma de capa encima. El manto tenía piedras preciosas azules en los hombros y estaba abrochado con un broche dorado. Estaba sosteniendo algo que parecía flores. Su cabello color lechoso estaba peinado hacia atrás con algo parecido a una pomada, haciéndolo parecer completamente una persona diferente.

El hecho de que se esperara que usara un atuendo tan diferente solo para hablar con los nobles me hizo jadear. Una vez más, recordé que había saltado a un mundo completamente diferente, y ahora me aterrorizaba más que nunca. Nunca debería haber dicho algo que envolviera a Benno ni a nadie más en esto.

«Señor Benno, lo siento. Te envolví en esto porque no pensé lo suficiente…» Corrí hacia él y Benno, señalando la horquilla de flores y llamándola la más nueva, le dio su habitual sonrisa invencible.

«No te preocupes tanto. Mi lema es que encuentres las mejores oportunidades en el peor de los casos. Si entregamos su donación rápidamente y tratamos esto como si fuera un noble, le daremos una buena impresión de la Compañía Gilberta. Vámonos». La declaración de confianza de Benno no parecía ser deshonesta.

No sabía qué tipo de estructura de comando existía dentro de la tienda, pero cuando Benno y Mark terminaron de cambiarse y salieron de la tienda, tenían una pequeña caja llena de monedas pequeñas de oros, un paño enrollado, un pequeño frasco, y tres cosas envueltas en tela, todo preparado. Fuera de la tienda había un carruaje lo suficientemente grande como para acomodar a cuatro adultos, con un conductor bien vestido esperándonos.

… ¡¿Cuándo ocurrió todo esto?! Mientras estaba allí sorprendida, Benno me recogió con una reverencia mucho más respetuosa de lo habitual y cortésmente me llevó al carruaje. Después de estar sentada en el carruaje claramente caro, miré a Benno con una mirada de preocupación en mi rostro. Me sacudió la frente.

«Eres una noble en este momento. Estoy acostumbrado a esto y me ocuparé de eso, así que solo siéntate y sonríe. No te asuste pase lo que pase. Se audaz Nunca bajes la cabeza ni mires al suelo. ¿Todo eso suena posible?”

«… Puedo hacerlo». Vi a Lutz a través de la ventana del carruaje. Él pronunció «buena suerte» y asentí con fuerza.

Mark entró, cerró la puerta y salió el carruaje. Mi corazón se sacudió junto con el carro lleno de baches, ya que me llevó a mi primer encuentro real con la sociedad noble.