Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 7

Capítulo 6: El Mago Impotente

Parte 4

 

 

No podía hacer nada por mí misma. Era lo suficientemente madura, mentalmente hablando, pero esto era todo a lo que llegaba. No importaba cuánto tiempo pasara, esto era todo lo que era capaz de hacer.

Aún así, mi casa estaba demasiado lejos. Me tomaría al menos un año llegar a Millis desde aquí. Paul y los demás podrían trasladarse a otro lugar para entonces. Incluso podríamos perdernos el uno al otro. No había manera de que pudiera arrastrarme a lo largo de mi corazón destrozado y seguir viviendo mientras tanto.

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No había esperanza.

“Bueno, ¿qué tal si vienes conmigo?” Soldat se abrió de golpe, justo cuando empecé a desesperarme.

“…¿Eh?”

“Un enorme laberinto fue descubierto en el Ducado de Neris. Un par de grupos dentro de Rayo recibieron órdenes de ir a conquistarlo. Eso nos incluye a nosotros, así que estamos pensando en irnos hoy. ¿Quieres acompañarnos?”

Estaba confundido. ¿Se iban hoy? ¿Eso significaba que él había pasado la noche anterior a su partida cuidando de mí?

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“Pero no quiero entrar en la casa de nadie…”

“No tienes que unirte a nuestro grupo. Sólo te estoy preguntando si quieres venir. Si te aterroriza tanto ver a esos tipos de nuevo, puedes ir a otro lugar y encontrar gente nueva, ¿sí? Hay tantas mujeres ahí fuera como estrellas en el cielo. ¿Qué dices?”

Lentamente levanté la cabeza. Soldat me estaba mirando. Como de costumbre, su expresión bordeaba el borde de la burla. La mirada en sus ojos, sin embargo, era genuina.

“¿Por qué estás… dispuesto a llegar tan lejos por mí?”

Se encogió de hombros.

“No hay ninguna razón en particular”.

“¿Pero pensé que me odiabas?”

“Sí, esa espeluznante sonrisa tuya y ese asqueroso discurso educado como una especie de santo… Esa mierda realmente me ha molestado. Quería que te quitaras la máscara. Pero ahora sé todo lo que está pasando contigo. Entiendo que tienes razones válidas para actuar como lo haces. Ya no hay razón para odiarte”.

Así que eso fue todo. Soldat realmente no me odiaba más.

“Me pellizqué y empujé y justo cuando pensé que me habías volado, empezaste a sollozar como un niño. Siento que yo también lo estropeé. La gente tiene cosas que quiere mantener para sí misma, ¿sabes? Lo sabía, pero seguí presionándote de todas formas”.

Sentí que realmente había malinterpretado a Soldat. Había habido más de una ocasión en la que me pregunté cómo un grupo en funcionamiento podía tener un líder como él, pero había resultado ser una persona mucho mejor de lo que yo había imaginado. Sí, claro, él también tenía sus defectos. De hecho, sus defectos eran en su mayoría a los que yo había estado expuesto hasta ahora. Pero los miembros de su grupo podían reírse de ellos porque también conocían sus puntos buenos.

“Entonces, ¿qué será?” Soldat preguntó mientras yo lo meditaba.

Por ahora, sólo quería irme de aquí. La idea de encontrarme con Sara porque me había quedado arrastrando los pies me aterrorizaba.

“Me iré. Por favor, llévame contigo.”

Sabía que esto equivalía a huir, pero quería librarme de este lugar. Incluso si iba a una nueva tierra, no tenía intención de buscar a alguien más. Ya me había hartado de intentar acercarme a otra persona. Quería arreglar mi problema si podía, por supuesto, pero estaba muy seguro de que dejar Rosenburg no iba a hacerlo. Lo que sea. Estaba bien. Había estado sin sexo en mi vida anterior. Rendirme ahora no iba a matarme.

“Bien, bueno, dejémoslo entonces”.

Poco a poco me puse en pie con el estímulo de Soldat, miré el sol naciente y me juré a mí mismo que nunca más me apoyaría en un solo grupo.

SARA

 Mientras tanto, Sara se quedó conmocionada y resentida después del encuentro, albergando un feroz odio por el llamado Rudeus Greyrat. “No puedo creerlo. No puedo, no puedo!” gritó.

Era justo después del mediodía. Había pasado mucho tiempo desde que había abofeteado al chico. Actualmente, estaba en la orilla de un río a medio día de distancia de Rosenburg. El grupo estaba escoltando a unos pescadores, una petición de rango C que no representaba ningún peligro. En otras palabras, Sara no tenía nada que hacer. Como resultado, había pasado su tiempo libre maldiciendo a Rudeus.

“No puedo creer que yo… con ese delincuente… ¡Qué escoria! ¡Una completa y total escoria!”

Estaba frustrada. Le había gustado mucho.

Por supuesto, al principio no lo soportaba. Pero incluso cuando hicieron su primer trabajo juntos, ella entendió más o menos que él no era una mala persona. Sus sentimientos por él no iban más allá: era sólo un cobarde y noble muchacho, a pesar del enorme poder que poseía.

Esa impresión de él sólo había cambiado después de lo que pasó en las Ruinas de Galgau. Tomó la retaguardia y se enfrentó a la horda de los snow drakes sin decir una palabra, sólo para que el resto de ellos pudieran escapar. Rudeus era ciertamente lo suficientemente fuerte como para huir de las criaturas solo, pero había dado prioridad a sacar a Counter Arrow con vida. En aquel entonces, no entendía por qué había ocultado sus habilidades, pero sí se dio cuenta de que era el tipo de persona que se sacrificaría para salvar a los demás.

A partir de ahí, sus sentimientos por él comenzaron a cambiar gradualmente. Sara comenzó a interesarse en lo que él decía y hacía. Trató de descartar sus sentimientos en ciernes, recordándose a sí misma que odiaba a los aventureros nacidos en la nobleza, o en realidad que sólo odiaba a los nobles en su conjunto. Pero la negación no se mantuvo, y en algún lugar de su corazón se dio cuenta de que Rudeus era diferente de los nobles que odiaba.

El desastre en el Bosque de Trier fue la gota que colmó el vaso para que admitiera sus verdaderos sentimientos. O quizás era mejor llamarlo una oportunidad en lugar de un desastre. A las puertas de la muerte en ese bosque, viendo a Rudeus venir a salvarla por sí mismo, finalmente reconoció que no era odio en su corazón, sino más bien, afecto. Se había enamorado de Rudeus.

Con esa comprensión, Sara tomó un enfoque asertivo. Empezó a invitarlo a sus lugares de reunión y a participar activamente en la conversación. Cuanto más hablaban, más crecía su afecto por él. Cuando lo miraba, sentía su afecto floreciente por él. Sara estaba demasiado avergonzada para confesar sus sentimientos directamente, así que planeó usar la deuda de su vida con él como pretexto para acostarse con él. Entonces, decidió que revelaría sus verdaderos sentimientos una vez que se acostaran.

Por eso lo que siguió fue un gran shock.

El cuerpo de él no reaccionó al de ella. Rudeus parecía preocuparse por ella, e incluso parecía receptivo a sus sentimientos por él, pero aparentemente no sentía ninguna atracción por su cuerpo. Fue una bofetada en la cara.

Si ella hubiera tenido el ingenio para observar la reacción de Rudeus más de cerca, se habría dado cuenta de que él también estaba en shock… …que no quería que esto sucediera, y que estaba tan ansioso como ella. Desafortunadamente, era la primera vez de Sara y no tenía suficiente compostura para eso. Era todo lo que podía hacer para escupir algunas palabras a él para salvar su orgullo y salir de allí. Había sollozado mientras huía de vuelta a su posada, y continuó llorando mientras le explicaba la situación a Suzanne. Pasó toda la noche llorando, pero de alguna manera resolvió ponerse alegre al día siguiente.

Pero Rudeus no estaba en su lugar de encuentro al día siguiente. En su posada, el dueño les dijo que se había ido la noche anterior y no había vuelto. Preguntando por ahí, se enteraron de que Soldat lo había arrastrado a algún sitio.

Rudeus, y todo Counter Arrow, de hecho, no se llevaba bien con Soldat. ¿Quizás él y Soldat se habían metido en esto, y Soldat lo había arrastrado para colgarlo? Mientras Sara se preocupaba por las posibilidades, ella y Suzanne siguieron las huellas de Rudeus. Fue entonces cuando le vieron en la entrada del barrio rojo, besándose con una acompañante pelirroja.

Increíble. Después de que Sara no pudo satisfacerlo, él se fue y tuvo sexo con una prostituta.

Soldat estaba cerca, y los dos estaban claramente borrachos.


Entonces ella escuchó lo que él dijo.

Basándose en todo lo que había visto y oído, Sara llegó a esta conclusión: Rudeus había pasado la noche con Soldat, acostándose con mujeres y bebiendo el mismo alcohol que se negó a beber con ella y los otros miembros de Counter Arrow. Se rió mientras contaba lo completamente indeseable y poco atractivo que había sido su cuerpo. Su conmoción y devastación se apoderó de ella, impidiéndole reunir las pistas que sugerían lo contrario. Su afecto por él se convirtió instantáneamente en odio.

Si Sara hubiera sido un poco mayor, podría haber sido capaz de pensar en esto con calma. Desafortunadamente, era sólo una chica de dieciséis años. Los adolescentes de su edad estaban seguros de que todo lo que veían y sentían era un hecho. Además, había vivido toda su vida como aventurera, y no tenía ni idea de cómo contener la oleada de emociones que resultó. Ciertamente no se dio cuenta de que tenía el mal hábito de mentirse a sí misma e ignorar la verdad.

“Hey, Sara.”

Suzanne era un poco más madura en ese aspecto. Ella también había visto a Rudeus y Soldat, pero su impresión del encuentro era ligeramente diferente. Ahora que sus emociones se habían enfriado, se dio cuenta de que había algo raro en lo que había dicho Rudeus. El chico que vio esa noche no era el Rudeus que ella conocía. Algo había sucedido. Suzanne ya había estado en esta situación antes, y sabía el peligro de tomar lo que veía al pie de la letra.

Por otro lado, era posible que Rudeus hubiera sido realmente deshonesto con ellos. Por lo que optó por consolar primero a Sara, en lugar de actuar como mediador.

“¿Crees que tal vez entendimos mal la situación?” Suzanne preguntó.

“¿¡Qué parte hemos malinterpretado!?” Sara le gritó a ella.

“Después de que… Y luego tuvo la audacia de aparecer con una prostituta y empezar a menospreciarme…”

“Piénsalo”, le instó Suzanne.

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“¿Podría Rudeus ser realmente un tipo tan despreciable?”

“No duh, el solo lo escondió de nosotros todo este tiempo! Me engañó… ¡todos lo hicimos!,¡Quién sabe, tal vez incluso estaba aliado con Stepped Leader en las ruinas de Galgau!”

“Oh chica…” Suzanne se encogió de hombros impotente. Ella misma no estaba bien versada en asuntos de romance, así que no tenía ningún buen consejo que ofrecer. Mientras buscaba palabras, Sara continuó desbordando de resentimiento sin filtrar.

Timothy intervino, “¿Qué pasa? ¿No es hora de que ustedes también me digan qué pasó?”

“Sara, ¿puedo darle lo no específico?”

A Sara no le importaba que Timothy fuera el líder del grupo, no le interesaba compartir los detalles de su situación. Pero sabiendo cómo podría impactar en el estado de ánimo del grupo, asintió débilmente a Suzanne.

“Bien, entonces lo que pasó es…” Suzanne habló en un susurro, transmitiendo los eventos a Timothy. Hizo todo lo posible por mantenerlo vago y ser lo más objetiva posible.

Después de unos momentos, Timothy levantó la vista repentinamente.

“Soldat”, ¿eh?


Entonces, tal vez deberías pedirle a esa escolta los detalles exactos de lo que pasó”.

“Pero Soldat nos odia”, protestó Suzanne.

“El único al que odia es a mí. Y a Rudeus, pero tú los viste juntos. ¿Quizás estaba tratando de ayudar? El hombre tiene una mala actitud y habla basura, pero he oído rumores de que es bueno para cuidar a la gente. Si estuviera realmente podrido hasta la médula, no sería el líder de un grupo veterano del rango S como Stepped Leader. Además, si Soldat realmente quisiera llegar a Sara, no lo haría de una manera tan indirecta. Haría que un hombre la esperara en su habitación, o…”

“Timothy, lo entendemos”, Suzanne intervino.

“Ya basta”.

Sara levantó la cabeza. Tuvo que admitir que Timothy tenía razón. Había estado demasiado atrapada en la autocompasión como para observar su entorno esa noche, pero parecía que Rudeus también estaba deprimido. Tal vez la forma en que las cosas se desarrollaron estaba más allá de su control.

“Déjame preguntarle sobre eso cuando lleguemos a casa”, dijo Suzanne.

“No, se lo preguntaré yo misma”, respondió Sara. Y si resulta que saqué conclusiones precipitadas, entonces me disculparé.

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Mushoku Tensei Volumen 7 Capítulo 6 Parte 4 Novela Ligera

***


 

 

Sin embargo, cuando Sara regresó a la ciudad, Rudeus no se encontraba en ninguna parte.

No estaba ni en el Gremio de Aventureros ni en la posada.

“¿Quagmire? No lo sé, no lo he visto hoy.”

“Hmm”.

Incapaz de encontrarlo en otro lugar, Sara se aventuró en el distrito del placer. Los negocios allí ya empezaban a abrir al acercarse la noche, pero los clientes aún no habían empezado a llegar, por lo que los números en las calles aún eran escasos. Sara comenzó a preguntar por la ubicación de Rudeus. Quizás sospechaba, en el fondo de su mente, que él podría volver aquí esta noche.

Pasó por varios burdeles, que aún se preparaban para abrir, antes de ver a cierta mujer.

“Eres tú…”, dijo Sara respirando con dificultad.

“¿Hm? Ohh.”

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Era Elise. Sara no sabía el nombre de la mujer, sólo que era una prostituta y que había sido testigo de su beso a Rudeus en la mejilla esa mañana.

“Hey, ¿por casualidad sabes dónde está Rudeus?”

“No, no me temo. ¿Quizás el Gremio de Aventureros?” Elise frunció el ceño a la repentina visita, sin reconocerla.

“No estaba allí. Vino y te vio anoche, ¿no? ¿Sabe algo?”

“Ah, tú debes ser Sara”. Eso fue suficiente para que Elise adivinara la identidad de la chica antes que ella. Miró implacablemente a Sara, recordando por qué Rudeus, que había ayudado a una chica a la que consideraba una hermana menor, había venido a ella ayer. Y la expresión de su cara, y las emociones con las que había luchado al volver a casa.

“¿Qué planeas hacer cuando lo encuentres? ¿Volver a arrinconarlo de nuevo?”

“¿Lo acorralamos?” Sara hizo eco, sorprendida.

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“Sólo quería preguntarle sobre ayer”.

“Muy bien. Entonces responderé por ti”. Elise comenzó a contar la historia de Rudeus, con la intención de culpar a Sara. A los acompañantes se les prohibía generalmente revelar detalles sobre sus clientes, pero ella sintió que tenía que compartir esto.

“¿Impotencia?” Después de escuchar todo el asunto, Sara inclinó la cabeza. Ella nunca había oído hablar del concepto antes.

“Es una enfermedad en la que los hombres ya no son capaces de levantarse. Ya está muy triste y molesto por la situación. ¿Qué más piensas decirle?”

“No, yo…”

Elise la ignoró y continuó: “Si no te diste cuenta de lo herido que estaba, entonces no estás lista para ser su compañera. ¿No crees que deberías darle algo de espacio?”

Sara no tenía nada que decir en su defensa, así que se despidió. Una vez fuera del distrito del placer, se tambaleó por el camino de vuelta a su posada, donde Suzanne la esperaba.

“Oh, bienvenida de nuevo, Sara. Acabo de enterarme de que Rudeus ha abandonado la ciudad esta mañana. ¿Qué es lo que quieres hacer? ¿Deberíamos ir tras él?”

“…No.”

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Sara siguió hasta su habitación con una mirada triste en su cara. Se cayó en su cama y reflexionó sobre lo que había pasado. Ahora no sólo estaba agobiada por su propio dolor, sino también por el conocimiento de que Rudeus había sido herido. Continuó digiriendo ese hecho hasta altas horas de la madrugada, finalmente murmurando, “Al menos me hubiera gustado disculparme”.

Pero ella estaba demasiado asustada para perseguirlo. Temía que él no la escuchara, temía que la alejara. Además, se dio cuenta de que el hecho de que él se fuera de la ciudad sin decirles nada también era una señal de rechazo.

Un sollozo se le escapó de la garganta. Al final, Sara se acurrucó en su cama como una tortuga y no se movió en absoluto. Cuando amaneció y finalmente se levantó de la cama, se dio cuenta de dos cosas: que tenía ojeras y que Rudeus la había rechazado.

Sabía que su amor había terminado, y mientras miraba el sol naciente, pensó para sí misma: Pero si ocurre que nos volvemos a encontrar, me gustaría disculparme. Y ser sincera al respecto.

Mushoku Tensei Volumen 7 Capítulo 6 Parte 4 Novela Ligera

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