Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 7

Capítulo 6: El Mago Impotente

Parte 2

Este, sin embargo, era un mundo diferente. Nadie tenía un avatar tras el que esconderse, y las consecuencias del drama de las relaciones podían poner en peligro la vida de los aventureros. Probablemente por eso había reglas tan estrictas en contra, especialmente en clanes grandes.

“Pero aún así”, protesté, “estar en situaciones de vida o muerte durante días y días crea naturalmente ese tipo de vínculos entre hombres y mujeres”.

“Lo hace”, acordó Soldat.

“Por eso somos tan estrictos en cuanto a la sustitución de miembros. Si un líder siente ese tipo de sentimientos entre dos personas, se le pide que se vaya inmediatamente.”

“Pero has estado con ellos por tanto tiempo. ¿Qué pasa con tu trabajo de equipo cuando de repente traes a una nueva persona?”

“Bueno, sólo repasamos las pautas básicas de batalla administradas por el clan, y un poco de práctica hace el resto. Todavía lleva un poco de tiempo, pero es por eso que los líderes como yo son proactivos en la presentación de recomendaciones para los nuevos miembros. De todos modos, estamos aquí”. Soldat se detuvo en su camino. “Vamos, sígueme.”

Antes  de  nosotros  había  un  edificio, encantador con su pintura roja y sus fogatas encendidas. Parecía demasiado intimidante para entrar; normalmente nunca me acercaría a un lugar así, y mucho menos entraría.

Sin embargo, mientras me apresuraba a buscar a Soldat, me encontré cruzando el umbral sin problemas. Solía preguntarme cómo alguien tan desagradable como Soldat podía liderar un grupo de aventureros, pero ahora lo he entendido. Era extrañamente fácil de seguir, algo así como Suzanne. Podías confiar en cualquiera de ellos para que te guiaran.

“No te pongas tan nervioso. Oh, tienes dinero, ¿verdad?”

“Yo… creo que tengo suficiente”. Había algo en la entrada que se parecía a una lista de opciones disponibles, y confirmé que el dinero en mi cartera era más que suficiente para pagar la opción más cara que ofrecían.

“Has estado ahorrando todo tu dinero, ¿verdad? Entonces deberías estar bien, al menos por una noche. Estarás jodido si te enganchas y empiezas a volver cada noche.”

Cuando entramos, fuimos recibidos por un arco iris de colores, con una elegante tapicería que se extendía hasta donde el ojo podía ver. A nuestra derecha había un mostrador, y a nuestra izquierda había unas seis mujeres vestidas, todas sentadas. En lugar del maquillaje llamativo de sus compañeras de pie, sólo llevaban lo suficiente para acentuar su belleza natural, haciéndolas parecer seductoras y sensuales. Esta era probablemente una de sus muchas habilidades.

A simple vista, podía ver que sus vestidos y el mobiliario eran muy caros. Las prostitutas de lujo, como su nombre lo indica, daban una sensación de grandeza.

“Esos son unos vestidos increíbles”, comenté.

“Sí, aparentemente son importados del Reino de Asura. Son vestidos hechos para la verdadera nobleza, pero los comerciantes evitan los impuestos y los venden a un precio decente transportándolos en piezas separadas, y luego la gente los cose juntos.”

“Tú eres muy consciente de eso”.

“Me enteré la última vez que vine aquí. Al líder de la cadena de Remates, Silent, se le ocurrió la idea. Así es como Remate se hizo tan grande recientemente.”

“Oh, wow.” Esto definitivamente me interesaba, pero no tenía tiempo ni dinero para ello ahora mismo.

Soldat se dirigió al mostrador y apoyó su codo en él.

“Yo”.

“Vaya, vaya, si es el Señor Soldat. Bienvenido a nuestro humilde establecimiento. Ah, pero lamento informarle que su acompañante preferida está actualmente reservada por completo.”

“Sólo estoy aquí para beber hoy. Pero es la primera vez que mi amigo viene aquí, ¿podría explicarme cómo funcionan las cosas?” Se alejó del mostrador y me empujó hacia adelante.

Me acerqué a la recepcionista como se me pidió. La persona al otro lado del mostrador era un hombre elegante con una sonrisa agradable, y aunque claramente parecía un niño en sus ojos, me miraba con la mayor cortesía.

“Un placer conocerle”, dijo.

“Permítame extenderle mi gratitud por haber elegido visitar hoy nuestro establecimiento, el Palacio Rosa Azul. Soy el gerente de este lugar, Profen.”

“Oh, encantado de conocerte. Soy Rudeus Greyrat”.

“¡Ah! ¡Eres Quagmire Rudeus! He oído rumores sobre ti desde hace tiempo.” ¿Qué clase de rumores? Una parte de mí quería saberlo y la otra parte no.

“Lord Soldat mencionó que es su primera vez aquí. Si puedo preguntar, ¿significa eso que también será su primera vez?”

“Oh, no, no lo es”. Sacudí la cabeza.

“Muy bien, entonces. Le explicaré cómo funciona nuestro sistema.” Y lo puso en marcha.

Primero, elegía a una de las chicas que esperaban en las sillas. Luego, el precio se determinaba en base al itinerario que seleccionaba. Los itinerarios tenían un montón de opciones diferentes, y todo lo que no estaba en la lista era simplemente fuera de la mesa. Se le daría una lista de lo que estaba permitido y lo que no, por supuesto, pero típicamente un cliente no tenía que preocuparse demasiado por los detalles. Las acompañantes ya habían memorizado todo lo que estaba en las listas.

Una vez elegido, entraría en uno de los baños para bañarse, y luego sería guiado a una habitación. Allí, la mujer que habías elegido se uniría a ti, y los dos estarían juntos a solas para hacer lo que quisieran. Mientras lo que quisieras estuviera en la lista, ella te obligaría. Si usted proponía algo que no estaba en la lista, ella lo rechazaba, y eso era todo.

Dicho esto, si realmente tuvieras tu corazón puesto en algo que no está en la lista, podrías negociar su inclusión a un costo adicional. Por supuesto, el establecimiento tenía numerosos métodos a su disposición para asegurarse de que usted se pusiera en contacto. Pagaste el setenta por ciento por adelantado, y el treinta por ciento más los honorarios adicionales después.

“Entonces, ¿a quién vas a elegir?”

Por recomendación de Soldat, elegí el itinerario más caro disponible y pagué rápidamente la primera mitad de la cuenta. Esto me permitiría probar una variedad de métodos diferentes para resolver mi problema. Después de eso, clasifiqué a las mujeres que estaban esperando. Como yo era un cliente de pago, se me permitió echar un vistazo más de cerca e incluso tocarlas si quería. Cada una de las acompañantes tenía una sonrisa deslumbrante al acercarme, sonrisas tan seductoras que podría haberme enamorado de sus portadoras si nos hubiéramos encontrado literalmente en cualquier lugar que no fuera aquí.

Cuatro de los asientos estaban vacíos, lo que probablemente significaba que esas chicas ya estaban viendo a otros clientes. Aún así, me sentí un poco incómoda al sentirme con alguien que me sonreía, así que…

“Supongo… que iré con ella.”

La chica que elegí fue la segunda de la izquierda. Parecía un poco menor de veinte años y era un poco más baja que yo. Tenía pechos grandes, una cintura apretada y un bonito culo redondo. Sus rasgos faciales parecían los de Asuran y tenía un aire de confianza en sí misma. Tenía el cabello rojo ligeramente rizado y ondulado.

En otras palabras, su apariencia física se parecía a la de Eris.

“Soy Elise. Un placer estar en su compañía.”

Incluso su nombre sonaba parecido. No… probablemente no era su verdadero nombre, de todos modos.

“¿Puedo pedirle su nombre también, mi Lord?”

“Oh, Rudeus. Rudeus Greyrat”.

Parecía sorprendida por un momento, pero luego sus labios se arrugaron.

“Bueno, entonces, Lord Rudeus, espero poder servirle.” Elise tenía una sonrisa encantadora en su rostro mientras se ponía rápidamente de tacón y desaparecía en otra habitación.

“Bueno, buena suerte”, dijo Soldat.

“Volveré a por ti cuando se te acabe el tiempo.”

“De acuerdo”.

Una vez que dijo eso, Soldat seleccionó a la chica más alejada a la derecha y desapareció en otro lugar. Me sentí de repente impotente ahora que estaba solo.

“Por aquí al baño. Por favor, siéntase libre de tomarse su tiempo para limpiar, ya que no cuenta para el tiempo que le corresponde con su compañera.”

Me deshice del sentimiento de soledad y seguí al guía, adentrándome más en el edificio. El área de baño incluía una bañera desbordante de agua caliente y dos chicas jóvenes con lo que equivalía a trajes de baño. Eran bastante jóvenes, también, y subdesarrolladas. Las dos se pusieron a lavarme en silencio. Tal vez estas chicas eran aprendices, no lo suficientemente mayores para tomar clientes, pero aprendiendo las habilidades como potenciales candidatas a ser acompañantes. Frotaron cada centímetro de mi cuerpo. Y cuando dije que limpiaban cada centímetro, lo decía en serio. Incluso me cepillaron los dientes y me pulieron hasta que brillé. Si mi mitad inferior estuviera en su estado adecuado, mi compañero de armas seguramente se habría parado atento y habría saludado a los cielos. Sin embargo, como siempre, estaba completamente en silencio.

Una vez que me puse la ropa interior y la camisa que me proporcionaron, poniendo mi ropa y objetos de valor en una cesta que me habían dado, me dijeron que fuera a la habitación 5.

Salí del baño por una puerta diferente a la que había entrado, luego tomé un pasillo estrecho para llegar a la habitación designada. Con los números claramente escritos en la puerta, era fácil de detectar. Las habitaciones después de la puerta 6 estaban arriba.

Abrí tímidamente la puerta. Sólo pensar que había una chica esperando al otro lado, dispuesta a hacer cualquier cosa dentro de las reglas de este establecimiento, me excitó. Y aún así mi precioso compañero de abajo no se interesó. “Perdón”, dije automáticamente al entrar.

Estaba oscuro en la habitación. La única luz provenía de varios candelabros y algunas velas de la mesa. En esa luz tenue había una cama con dosel. Elise estaba de pie en el borde, vestida con ropa transparente.

“He estado esperando por usted, Lord Rudeus. Por favor, venga por aquí.” Sonrió suavemente cuando se acercó a mí, tomando mi brazo. Elise era claramente diferente de Sara, con la forma en que su pecho prominente se presionaba contra mi brazo. Mi corazón retumbó furiosamente.

“¿Empezamos inmediatamente? ¿O prefieres un poco de conversación primero?”

“Uh, um…”

“Parece que estás nervioso. En ese caso, ¿por qué no charlamos un poco? No te preocupes, la noche aún es joven. No hay necesidad de apresurarse.”

Ahh, así que esta era una profesional. Era fácil de decir por la forma en que se comportaba y hablaba mientras se instalaba a mi lado en la cama. Con manos prácticas, tomó una botella de alcohol de la mesa y la vertió en una de las tazas que se le proporcionaron.

“¿Le gustaría tomar un trago?” preguntó.

“Sí, me gustaría”.

Persuadido por su oferta, vacié el vaso. Por un momento me pregunté si no se uniría a mí, pero luego recordé haber visto escrito en la entrada que las compañeras no beberían. También había una advertencia de que si un cliente insistía en que su compañera se uniera a ellos, sus habilidades podrían verse disminuidas y sus palabras menos filtradas debido a la embriaguez. Así que bebería solo por ahora. El paseo por aquí me había despejado desde antes. Lo que pasara después de esto sería esencial, así que necesitaba la influencia del alcohol para ayudarme.

“Estos dulces son del Reino de Asura. ¿Quieres un poco?”

“S-sí”.

Cuando hice lo que Elise me sugirió y me comí uno, se rió.

“He oído hablar de usted antes, Lord Rudeus”.

“Oh, sí… Bueno, me he hecho bastante famoso en el Gremio de Aventureros. Eso es cierto. Supongo que habrás oído hablar de mí por otro aventurero.”

“No, de mi hermana pequeña. Una vez curaste sus heridas sin pedir nada a cambio”.

“¿Una vez?” Me hice eco de las preguntas.

“Escuché que fue el invierno pasado, mientras ayudabas a limpiar la nieve.”

“Ohh.” Algo así había sucedido, ahora que lo pienso.

“Los aventureros son amables con nosotras cuando nos vestimos así, nos maquillamos y nos tocamos piel con piel, pero muchos de ellos tienden a ser bastante violentos, por lo demás. Particularmente hacia las jóvenes suplentes de aquí, que no tienen dinero, cuyas ropas están hechas jirones, y que a menudo son confundidas con huérfanos. Muchos aventureros no se detienen a considerar que, a medida que esos niños crezcan, tomarán clientes, y que esos mismos aventureros pueden convertirse en sus clientes.”

Un sucio huérfano en las callejuelas y una hermosa mujer aceptando clientes en un burdel parecían mundos aparte. Si me hubiera molestado en mirar más de cerca, me habría dado cuenta de que las niñas que me bañaban antes se parecían a las niñas que a veces veía en los callejones durante el día. “Creo que debes tener razón. Lo admito, yo también pensé que eran huérfanos.”

“Pero tú eras diferente al resto”, insistió.

“No buscabas nada a cambio y ayudaste a lo que pensabas que era un huérfano sin dinero por la bondad de tu corazón. Eres una persona increíble. Se ha hablado de que algunas chicas harían un esfuerzo extra para complacerte si las visitaras en el futuro.”

Esto definitivamente tenía que ser de labios para afuera, estaba seguro. Aún así, fue agradable oírlo.

“Estoy segura de que las otras chicas se pondrán celosas cuando sepan que fui yo quien se acostó contigo”.

“Uh, sí, claro… Um, ¿podría tomar otro vaso?”

“Sí, ciertamente. Pero no debes beber hasta el estupor, ¿sabes? Nos queda mucho tiempo esta noche. En lugar de disfrutar del licor, ¿por qué no intentas disfrutar de mí?”

“Oh, por supuesto. Sí.”

Después de comer y beber, mi cerebro se sintió lo suficientemente aturdido por el alcohol. En cuanto a Elise, se sentó a mi lado todo el tiempo, pegada a mi brazo, su mano acariciando mi muslo hasta la base de mi pierna mientras decía, “¿Sabe bien?” y, “Ciertamente puedes aguantar el alcohol”.

“Um, ¿podemos empezar ahora?” Finalmente pregunté.

“Por supuesto”. Elise me soltó el brazo, al que se había agarrado todo el tiempo, y se puso delante de mí.

“¿Te gustaría desvestirme tú mismo?”

“Uh, ¿qué? Oh, no, está bien.”

“Muy bien”.

La forma en que se movía cuando se quitaba las prendas era tan seductora que era embrujadora.

“Ahora bien, Lord Rudeus, a la cama.”

Su cuerpo desnudo me mantuvo arraigado en su lugar mientras buscaba a tientas mi propia ropa. Una vez que se quitaron, seguí su invitación y me uní a ella en la parte superior del colchón.

“Haré todo lo posible para complacerte”.

Toda la situación era tan sensual que parecía una ilusión, como si estuviera en un sueño.

Fue suficiente para hacerme creer, Oh sí, definitivamente puedo hacer esto.