Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 7

Capítulo 3: Quagmire Rudeus

Parte 1

“Huff…huff…”

Respirando suavemente, corrí por las calles de Rosenburg en la oscuridad de antes del amanecer. Podía ver mi aliento en el aire, y las calles estaban cubiertas por una capa apenas visible de escarcha. Cada paso que daba iba acompañado de un pequeño “crujido” y un agradable crepitar bajo mis pies. Mientras me perdió en la carrera, la ciudad pareció pasar a mi lado por sí sola.

“Phew…” Finalmente bajé la velocidad para detenerme cuando llegué a mi posada. Respirando pesadamente, miré hacia abajo y murmuré “¿Qué les pareció la carrera de hoy, muchachos?” a mis temblorosas pantorrillas. Por cierto, recientemente había llamado a mi pierna derecha Tíndalos y a mi pierna izquierda Baskerville. Quería inspirarlos para que crecieran tan rápido y ágil como un par de sabuesos.

“¿Ah, sí? Heh. Buenos chicos. ¡Buenos chicos!”

Mis dos cachorros estaban retozando felizmente en ese momento, así que me detuve para acariciarlos un poco. Siempre me aseguré de seguir nuestros paseos con un agradable y completo masaje. La magia de curación estaba fuera de discusión; los hechizos podían adormecer el dolor muscular, seguro, pero no podían transmitir mi gratitud.

“Ese fue un gran esfuerzo hoy, chicos”, susurré, apretando suavemente mis dolorosas pantorrillas entre mis dedos.

Cuanto más amor les mostraba a estos dos, más amor me ofrecían a cambio. Mis músculos, al menos, nunca me traicionarían. Siempre me devolvían mi afecto en agradecimiento . Por supuesto, nuestra relación se desmoronaría rápidamente si los lastimaba mucho o dejaba de prestarles atención. Tenía que tratarlos a ambos con el mayor cuidado. Pero si alguna vez me metía en un verdadero lío, nuestros lazos serían inestimables.

“Ups. No se preocupen, no me olvidé de ustedes dos.”

Ahora que terminé con mis piernas, volví mi atención a mis brazos. Mi derecha era ahora “Hulk”, y mi izquierda se llamaba “Hércules”. Esperaba que esto les animara a madurar y convertirse en un par de monstruos musculosos. Me propuse prestarles atención a estos chicos después de ver mis piernas. Como mago, no tenía que depender de la fuerza de mis brazos tan a menudo, pero me fue útil de vez en cuando. La gente usa sus brazos para todo tipo de cosas; si no trabajas en ellos, tarde o temprano te arrepentirás.

Hulk y su hermano eran muy celosos, y gracias a sus excelentes conexiones, sabrían de inmediato si yo estaba planeando descuidarlos. Lo último que necesitaba era que los chicos empezaran a enfadarse.

“Bien, probemos con cien flexiones de brazos. Empezando desde arriba…”

Me estiré boca abajo en el suelo y empecé a subir y bajar mi cuerpo a un ritmo lento. Golpear un número arbitrario no era realmente lo importante aquí, por supuesto; el objetivo era entrenar mis músculos. Muy pronto, Hulk y Hércules temblaban de alegría. Murmuré palabras de aliento y las empujé aún más fuerte.

Esto no fue fácil para mí, pero también fue duro para ellos. Aún así, los recuerdos de nuestra lucha común nos acercarían y nos harían más fuertes.

“Phew… bien, ahí vamos. Buen trabajo, chicos…”

Una vez que terminé, masajeé y puse hielo en mis músculos doloridos mientras les ofrecía unas palabras de gratitud. Hulk y Hércules parecían satisfechos. Claramente me había ganado unos cuantos puntos más de afecto hoy. Otro sólido entrenamiento en los libros. Excelente.

Después de limpiarme a fondo en el baño, ofrecí mi oración habitual al altar que había puesto en un rincón de mi habitación.

“Bueno, entonces… Por favor, cuide de mí hoy, Maestra.”

Saqué mi reliquia sagrada de su santuario, la doblé con cuidado y la metí en mi bolsillo. Normalmente, quitar un artefacto de este tipo de su lugar de descanso sería un acto de blasfemia, pero no podía arriesgarme a que me lo robaran. Era de sentido común no dejar ningún objeto verdaderamente valioso en una habitación alquilada.

“Bien. Esperemos que haya un trabajo decente o dos en la pizarra…” Habiéndome puesto la bata, dejé la posada y me dirigí al gremio.

***

Habían pasado varios meses desde mi llegada a esta ciudad. Aparte de reiniciar mi entrenamiento físico, había estado trabajando para establecerme como aventurero, siguiendo mi plan inicial.

“¡Hey, Quagmire! ¡Gracias de nuevo por tu ayuda el otro día!”

“Siempre es bueno tenerte para apoyarte, chico”.

“Sí, tu sincronización con esos hechizos de apoyo es realmente increíble. Creo que he aprendido una o dos cosas.”

Considerando todas las cosas, parecía que había tenido un comienzo bastante decente.

“Debería agradecerles, a todos. Sólo estaba ayudando un poco. Las cosas sólo salieron tan bien gracias a tus talentos”.

“Heh. ¡Eres demasiado modesto, chico! Después de todo el trabajo que has hecho, me esperaba una charla basura”.

“Demonios, te dejaríamos entrar en nuestro grupo para siempre, si quisieras.”

“Uh, bueno, yo…”

“¡Oye! Se supone que no debemos reclutarlo, ¿recuerdas?”

“Whoops. Mi error.”

“Ahaha…”

Yo todavía estaba operando esencialmente como un aventurero en solitario. Siempre que veía a un grupo debatiendo si debían aceptar un trabajo desafiante, me acercaba a ellos y les ofrecía mis servicios como mercenario. Durante los últimos meses, había ayudado a muchos grupos diferentes. El precio que pedía era la décima parte de las recompensas monetarias, además de un cincuenta por ciento de recorte en cualquier botín que pudiera llevarme. El Gremio de Aventureros aparentemente desaprobaba este tipo de arreglos temporales, pero no estaba rompiendo ninguna regla real, y hasta ahora, lo estaban dejando pasar.

La gente que trabaja en esta rama supuestamente había oído que había “perdido” mi grupo y buscaba desesperadamente a mi madre. Tenía la sensación de que se lo tomaban con calma por compasión. Si me mudara a una nueva ciudad, probablemente tendría que empezar a unirme a los grupos para los que trabajaba de forma temporal. Sin embargo, por el momento, aún no me sentía cómodo con la idea de agregar un nuevo nombre a mi tarjeta, ni siquiera por unos días.

“De todos modos, hicimos una buena decisión al traerte, chico. ¡Estoy deseando trabajar contigo de nuevo!”

Mi estrategia general fue comportarme de manera modesta y amistosa, y también hacer sentir mi presencia en el combate. Funcionó bastante bien hasta ahora. Mi nombre era relativamente bien conocido en Rosenburg en este momento.

“¡Hey, Quagmire!” llamó una voz mientras me adentraba en la habitación.

“¡Oh, es Quagmire!” gritó otro.

“¡Ven a echarnos una mano, viejo! ¡Estábamos a punto de salir!”

“Gracias por la oferta, chicos, pero hoy sólo estoy echando un vistazo”.

Pensándolo bien, tal vez mi nombre real no era tan conocido. La mayoría de la gente parecía conocerme por el apodo de “Quagmire”. Era comprensible, ya que tendía a no hacer nada más que ese hechizo en la batalla. A veces utilizaba otra magia de apoyo como Deep Mist cuando la situación lo requería.

En cualquier caso, la mayoría de los aventureros de este gremio ahora sonreían al ver mi cara. Hacer mi mejor imitación de Timothy parecía dar sus frutos, y no hacía daño que me presentara como un joven mago ingenuo y servicial que no conocía el valor de sus propios servicios. Es fácil ser querido cuando uno se hace tan útil.

Aún así, los habituales de aquí me reconocían y sabían mi nombre. A este ritmo, no tardaría mucho en que unos rumores sobre mí se extendieran por toda la ciudad.

“¡Hey, Quagmire! Nos vamos de la ciudad hoy. Enviaré un mensaje si me entero de algo sobre tu madre por ahí, ¿de acuerdo?”

“Oh. Gracias, realmente lo aprecio.”

También me las arreglé para convencer a unos cuantos viajeros como este para que mantuvieran los ojos abiertos a Zenith cuando se movieran y dejaran atrás Rosenburg. Con todo, las cosas iban bastante bien. Suponiendo que mi madre estuviera en algún lugar de este vecindario, tarde o temprano oiría algo sobre mí.

Esa fue una gran suposición, por supuesto. Pero no sentía que estaba perdiendo el tiempo aquí de cualquier manera. Una vez que descubriera una buena rutina en Rosenburg, podría fácilmente hacer exactamente lo mismo en otras ciudades. Si saltaba de una ciudad a otra, moviéndome constantemente hacia el este a través de los Territorios del Norte, podía correr la voz por toda esta región. Me tropezaría con Zenith eventualmente.

Me había llevado tres meses llegar a este punto, pero finalmente empezaba a sentir que estaba haciendo algún progreso real. Si quería ser minucioso, podría necesitar pasar un año más o menos en cada ciudad en la que me detuviera. En otras palabras, mi plan podría tardar mucho tiempo en llevarse a cabo.

Aún así… tenía que seguir avanzando, paso a paso. ¿No es así, Roxy? “Hey, mira. ¡Está rezando otra vez!”

“Déjalo en paz. Quagmire es sólo un niño piadoso. Lo vi haciéndolo en medio de la calle el otro día…”

Ups. Eso fue un descuido de mi parte. 

En algún momento, metí la mano en el bolsillo e incliné la cabeza en una oración reflexiva. Mientras tuviera mi reliquia sagrada, estaría bien. Podía soportar cualquier cosa que el mundo me arrojara. Con Roxy cuidándome, nada podría hacerme daño. Era invencible. ¡Era Mecha- Rudeus, el indestructible!

“Pfft”.

“¿Quagmire Rudeus? Dame un maldito respiro”.

“Ese chico está tan lleno de sí mismo…”

Naturalmente, también había algunas personas que no pensaban muy favorablemente de mí. Pero no iba a dejar que eso me molestara, ya que no interferían activamente en mis actividades. Mientras mantuviera mi actitud dócil y sumisa, mantendría una sólida mayoría del Gremio de mi lado. En un mundo perfecto, eventualmente me ganaría también a la minoría que no me gustaba, pero por ahora, los evité.

“Oh…” Justo cuando estaba a punto de dejar el Gremio, me encontré cara a cara con una conocida mía. Era Sara, para ser específicos.

Hizo una mueca al verme. No es el mejor sentimiento del mundo.

“¿Qué estás mirando?”

“Uh, nada”.

Nuestra relación no había cambiado mucho en los últimos meses. Claramente me había puesto en su lado malo desde el principio, y su tono de voz nunca pareció ser menos agresivo.

“¿Vas a volver a la posada o algo así?”

“Uh, sí. Ayer terminé un trabajo, así que pensaba descansar un poco esta noche”.

“Bien. Estábamos a punto de tomar un nuevo trabajo nosotros mismos. ¿Quieres acompañarnos?”

“Oh. Hmm…”

Counter Arrow me invitaba regularmente a unirme a ellos en sus trabajos, probablemente por mi actuación en nuestra primera salida juntos. Trabajé con ellos más que con cualquier otro grupo. Dada mi meta general, trabajar repetidamente en equipo con un solo grupo no era particularmente eficiente. Una vez que establecí una buena relación con un grupo y les dije mi objetivo, no había ningún beneficio nuevo al estar repetidamente con ellos.

“Eh… ¿vas a salir mañana?”

Y aún así, por alguna razón, me resultó difícil rechazar a Counter Arrow. No estaba del todo seguro de por qué. Tal vez quería pagarles por ayudarme a identificar algunas de mis debilidades.

Sara frunció el ceño irritablemente.

“Siempre eres tan condenadamente reacio a ello. Si no quieres venir, puedes decirlo. No es como si estuviéramos rogando por tu ayuda o algo así”.

Como siempre, el tono de la chica era frío. Aún así, sentí que su actitud era un poco mejor de lo que había sido al principio. La hostilidad abierta que había sentido de ella al principio ya no estaba en juego. No es que fuéramos amigos ahora o algo así…

No importaba, de todos modos. No necesitaba gustarle a todos en esta ciudad.

“Lo siento por eso. Supongo que soy una persona indecisa. Me lleva un tiempo decidirme sobre cualquier cosa”.

“…¿podrías dejar de disculparte por cada pequeña cosa, también? Es un poco patético”.

A juzgar por la mirada ligeramente desesperada de Sara, estaba expresando sus verdaderos pensamientos en lugar de intentar herir mis sentimientos. Aún así, no iba a cambiar mi comportamiento sólo porque ella lo encontrara “patético”. Ya había decidido mantener una actitud dolorosamente educada para el futuro inmediato.

“Ya basta, Sara”, llamó una voz desde la entrada.

Los otros miembros de Counter Arrow habían seguido a Sara al Gremio. Suzanne estaba a la cabeza del grupo, seguida de cerca por Timothy con su bata roja. Patrice y Mimir se encargaron de la retaguardia.

“Bien, lo que sea”, murmuró Sara, haciendo pucheros mientras giraba la cara hacia un lado.

“¿Qué dices, Rudeus?” preguntó Suzanne con una sonrisa.

“¿Vienes?”

Hice una pausa por un momento. Aunque me llamé indeciso, en realidad ya me había decidido por esta. Por alguna razón, sólo quería actuar como si estuviera inseguro.

“Sí. Iré contigo, si me aceptas.”

“¡Suena bien! Elijamos un trabajo hoy, entonces.”

“Seguro”.

Si ignorabas la mala actitud de Sara, era fácil trabajar con Counter Arrow. Me gustaba estar cerca de ellos. Suzanne era una persona cariñosa y considerada; Timothy era bondadoso y sociable. Los otros dos tipos eran reservados, pero eran bastante amables. El grupo estaba bien equilibrado y habían aprendido a integrarme en su estrategia, así que el combate solía ir muy bien. Intentaron que Sara y los combatientes de primera línea adquirieran experiencia en cada combate, así que tuve que restringir cuidadosamente mi hechizo, pero parecía que estaba trabajando con ellos, en lugar de ayudarlos.

En otras palabras, me sentí como parte del equipo.

“Bien, entonces, veamos. Esta vez tenemos a Rudeus con nosotros, así que…”

“¡Hey, Suze! ¿Qué tal esta?”

“Whoa. ¿Un trabajo de recolección de categoría A? Oh, quieren un montón de escamas de Snow Drake… Hmm. No lo sé, Patrice. Suena un poco arriesgado”.

“Sí, pero tenemos a Rudeus, ¿verdad? Bien podría tomar uno que pague bien”.

Ver a los cinco hablando de cosas delante del tablón de anuncios me puso un poco nostálgico. No hace mucho, había visto a Eris y Ruijerd tener conversaciones como esta en gremios a medio mundo de distancia. En ese entonces, yo era el que tomaba las decisiones reales…

“…¿Qué opinas, Rudeus?”

“¿Hm? Oh. Claro. Creo que suena bien, personalmente”.

En estos días, todo lo que tenía que hacer era dar mi opinión cuando se me pedía. Era un papel muy diferente al que había interpretado en Dead End. Yo no tenía ninguna autoridad en este grupo; era un forastero, en realidad. Podía decir lo que pensaba, y entonces alguien más tomaba la decisión. Sin estrés.

“Bien entonces, creo que estamos de acuerdo”, dijo Suzanne.

“Tomemos ese trabajo”.

Así de simple, la decisión fue tomada. La búsqueda no era muy diferente de las que habíamos abordado en el pasado, pero persistir en obtener resultados es parte de cómo se construye una reputación. Tendría que dar todo de mí, como siempre.

***

Al día siguiente, empaqué mis cosas y salí de Rosenburg con los miembros de Counter Arrow. Nos dirigimos a una antigua ruina situada a unos dos días al sur de la ciudad. Nunca había estado allí antes.

Por si sirve de algo, había investigado un poco la noche anterior. Como nuestro objetivo era recoger las escamas de Snow Drake, empecé preguntando por ellas. Resultó que el Snow Drake era un monstruo que sólo se encuentra alrededor de estas ruinas específicas, al menos en esta zona. Como su nombre sugiere, era un tipo de dragón menor con escamas blancas puras. No tenían alas, y tendían a tener tres o cuatro metros de tamaño. En lugar de volar por los cielos, anidaban en las profundidades de cuevas y mazmorras, normalmente en grandes grupos.

Los Snow Drake eran criaturas poderosas, y normalmente se les encontraba en manadas, por lo que se les consideraba amenazas de rango S en combate. Pero odiaban la luz brillante, lo que significaba que no se aventuraban en la superficie muy a menudo. Además, eran relativamente dóciles, rara vez atacaban a alguien a menos que sus nidos fueran amenazados. En general, la mayoría de los aventureros no los consideraban especialmente peligrosos. Eran tal vez un monstruo de rango A avanzado, en el peor de los casos.

Nuestro trabajo esta vez era abrirnos paso hasta su hogar, las Ruinas de Galgau, y simplemente recoger las escamas que encontráramos por allí. Estas escamas eran excelentes aislantes y se usaban a menudo en la construcción. Los habitantes de esta región del mundo habían ideado todo tipo de formas de evitar el frío, y para aquellos que podían permitírselas, las escamas de Snow Drake eran una de las mejores. Además de su firmeza y durabilidad, eran de un hermoso blanco puro, con un encantador brillo azulado a la luz. A menudo las encontrabas embaldosando los suelos de las habitaciones en las mansiones de la nobleza local.

Las escamas también podían usarse para hacer armaduras o escudos. No encontrarás muchos aventureros ordinarios vestidos así, pero un veterano de rango S podría tener una o dos piezas, y los caballeros del Ducado de Basherant supuestamente usaban mallas de escamas de Snow Drake. Los monstruos más fuertes de esta región eran más duros que cualquier otra cosa viva en este continente. Era fácil entender por qué la gente quería fabricar equipos de alta gama con ellos.

Por supuesto, asegurar estas escamas significaba irrumpir sin invitación en el territorio de algunas criaturas muy poderosas. No teníamos intención de lanzar un ataque al nido de los Snow Drakes, pero estas ruinas eran el hogar de muchos otros monstruos… y aunque los Drakes eran normalmente dóciles, siempre podían decidir atacarnos de la nada. Todos parecían un poco nerviosos mientras íbamos hacia el sur.

Cuando llegamos a las ruinas, acampamos fuera y celebramos nuestra habitual reunión de grupo para revisar el plan.

“Traje flechas de huesos de Wyrm para esto, pero no estoy segura de que puedan atravesar las escamas de Snow Drake”.

“Hmm. Supongo que deberíamos probar el veneno también.”

“No les gusta la luz brillante, ¿sí? ¿Podríamos asustarlos con magia de fuego?”

“Si eso fuera suficiente para asustarlos, no serían monstruos de rango S.”

Como de costumbre, los miembros de Counter Arrow se tomaron los preparativos en serio. Todos ellos habían reunido información por su cuenta, y trataron de averiguar cómo maximizar sus contribuciones. Si tuvieran un poco más de talento como individuos, o tuvieran un grupo completo de siete, probablemente podrían haber llegado al rango A sin muchos problemas.

Para ser honesto, era raro encontrar un grupo tan diligente con su trabajo. La mayoría de la gente estaba como improvisando.

“No has dicho gran cosa, Rudeus. Intenta no fastidiarnos ahí dentro, ¿de acuerdo?”

“Claro. Haré lo que pueda.”

“En serio, más vale que lo hagas. Quiero decir, mis flechas podrían no funcionar en esas cosas… Si una de ellas se acerca a ti, podríamos no ser capaces de ayudar…”

Sara definitivamente parecía nerviosa por esto. Podía disparar flechas con una velocidad y precisión increíbles, pero eso no significaba mucho contra enemigos con defensas naturales tan duras. Aunque podía encontrar puntos débiles para apuntar, como los ojos o la boca, la precisión que requería la ponía en una verdadera desventaja, especialmente contra grupos más grandes de enemigos.

Y por supuesto, había bastantes monstruos de rango A que podían encogerse de hombros ante una flecha, o incluso esquivarlos en el aire. Los Snow Drakes estaban definitivamente en esa categoría. Los otros monstruos que habitaban estas ruinas en su mayoría no eran demasiado amenazadores. Pero si nos encontrábamos frente a un monstruo de categoría A, era difícil saber si Sara podía hacer mucho daño. Eso era claramente frustrante para ella.

Aún así, así fue como las cosas fueron en esta línea de negocios. Pocos aventureros podían lograr mucho sin un grupo. Yo tampoco era muy bueno por mi cuenta. Cuando empezaste a ser engreído, era sólo cuestión de tiempo que apareciera alguien mejor. Y cuando creías que habías descubierto cómo funciona el mundo, no pasaba mucho tiempo antes de que te diera la vuelta a la tortilla. Mantenerse humilde era la única forma de hacerlo.

Sara era todavía joven. Probablemente no había experimentado muchos contratiempos reales todavía, y por lo tanto parecía más preocupada por lo que podría pasar a los otros miembros del grupo si no podía desempeñar su papel. El hecho de que ella misma pudiera estar en peligro no parecía reflejarse .

Por supuesto, el resto de nosotros siempre podíamos intervenir para ofrecer un poco de ayuda discreta cuando ella lo necesitara. Si eso no fuera suficiente, bueno… tendríamos que cruzar ese puente cuando llegáramos a él.

“No te preocupes demasiado por eso, Sara”, dije.

“Nuestro trabajo es recoger las escamas, no luchar contra Snow Drakes. Básicamente, estamos limpiando sus cabellos caídos”.

“Tiene toda la razón”, dijo Timothy, asintiendo suavemente.

“Intentemos no luchar contra ellos si es posible”.

“¡Si llega a lo peor, siempre podemos salir corriendo!” añadió Patrice.

“Eres muy bueno huyendo, Patrice. Te daré eso,” dijo Mimir.

“No seas tan modesto, Mimir,” dijo Timothy.

“Eres nuestro mejor corredor por mucho tiempo.”

Todo el mundo estalló en risa, y la tensión en el aire pareció disminuir un poco. Timothy era un hombre de voz suave, pero sabía cómo interponer una broma o una sugerencia cuando se le pedía. Esa era otra cosa que quería aprender a imitar.

“Bien entonces”, dijo Suzanne, aplaudiendo con las manos juntas.

“¿Nos vamos, amigos?” Todo el mundo se puso de pie, sus expresiones serias una vez más.