Ore ga Heroine o Tasukegite

Volumen 1

Capitulo 6: Un Largo Camino De Un Héroe

Cuando Harissa usó su magia de envío para llevarnos de vuelta a mi mundo, y la deformación de Iris nos llevó de vuelta a la Tierra, eran más de las 11:00. Apenas llegamos a tiempo para el meteorito.

Ya había hecho que Satsuki descubriera cómo el Rey Satamonia iba a dejarlo caer. Su plan, dijo, era usar algún tipo de cañón de meteoritos cargado a bordo de una nave espacial para lanzarlo a alta velocidad, y luego usar la teletransportación para que parezca justo en los cielos de la Tierra.

Según ella, esa nave espacial ya estaba estacionada a varios millones de kilómetros de la Tierra. Solo pasarían cuatro o cinco minutos hasta que golpeara. Normalmente, era imposible predecir el camino que tomaría un meteorito como este, y para cuando lo hayas notado, ya te habría golpeado. Pero esta arma aterradora tomó tiempo para prepararse. Era una señal de lo desagradable que era un tipo, el Rey Satamonia.

El meteorito que su nave espacial estaba preparando tenía unos quince kilómetros de largo. Era casi del mismo tamaño que el que había provocado la extinción de los dinosaurios.

Nos dirigimos justo debajo del punto de impacto para detenerlo. Satsuki, Harissa y yo bajamos a la superficie, e Iris se quedó en el espacio a bordo de su nave espacial. Tenía otro trabajo para ella.

“Menos mal…” Miré a mí alrededor. Había pasado un tiempo desde que había visto la Tierra.

La geografía no era lo mío, así que no sabía dónde estaba, pero era un gran campo abierto salpicado de cerezos. Debe haber estado en una zona horaria diferente a la de Japón, porque la luna apenas comenzaba a salir.

Aquí era donde iba a detener el meteorito del Rey Satamonia y terminar las cosas con el Mesías. Los tres terminamos nuestros preparativos para la última batalla. Satsuki y yo nos sentamos debajo de un gran cerezo, y Harissa se volvió invisible y se escondió.

Todo lo que teníamos que hacer ahora era esperar a que el Mesías respondiera a la invocación mágica de Satsuki.

Estaba tan nervioso por la batalla que mi garganta se estaba ahogando. También Satsuki, al parecer. Ninguno de los dos habló.

“¿Por qué no decir algo para hacerla sentir mejor?” R me susurró.

Me volví hacia mi amigo de la infancia. Se sentó allí, inmóvil y mirando a un solo punto en el suelo, mientras susurraba algo en voz baja. Ese era su hábito cuando estaba realmente nerviosa. Sí… si ninguno de nosotros dijera nada, nos volveríamos locos antes de que comenzara la pelea, y entonces no tendríamos ninguna esperanza de ganar.

Miré hacia el árbol mientras hablaba. “Supongo que tienen cerezos fuera de Japón, ¿eh?”

Satsuki saltó un poco ante mi voz, y luego levantó la vista del suelo hacia el árbol sobre ella. “Puedes encontrarlos en todas las partes cálidas del hemisferio norte. Supongo que este es el mismo tipo de árbol que tenemos en Japón, ¿eh?”

“Oh hey. Los cerezos en flor en la escuela secundaria estaban en plena floración. No fuiste a la escuela hoy, así que no pudiste verlos, ¿verdad?”

“Si.”

“Vamos a verlos mañana”.

“Sí”. Ella sonrió un poco.

El peso pesado sobre nuestros hombros se hizo un poco más ligero.

“En este punto, tenemos que ver esto”. Apreté los puños y respiré hondo.

“Te protegeré, Satsuki”.

“Gracias, Rekka”.

Y llegó el clímax de las historias en silencio. Diez minutos antes de la medianoche, un hombre bajó del cielo y aterrizó en el suelo ante nosotros: el Mesías Kyandistrapps, el mago más fuerte de la era moderna. No lo había visto en once horas más o menos, pero todavía tenía esa estúpida sonrisa en su rostro.

Pareció un poco sorprendido de verme. “Eres ese chico, ¿eh? Pensé que te habías escapado.”

“Jaja…”

Bueno, desde su perspectiva, eso es probablemente lo que parecía en la fábrica abandonada. Terminé corriendo y dejando a Satsuki atrás, después de todo.

“¿Por qué iba a huir de un coño como tú?” Pero me reí, en cambio. Pude ver las cejas de Messiah temblar.

“¿Un coño, dices?”

“Sip. ¿Por qué huiría de un aspirante idiota que cree que es el mago más fuerte del mundo?”

“¿Oh? Entonces, ¿quién podrías ser, entonces?”

“Soy el mago más fuerte del mundo, obviamente”.

“¿Qué?”

Mis palabras fueron una provocación obvia. Yo fui quien usó la magia de Satsuki para convocarlo aquí. Normalmente, eso te haría sospechar una trampa, pero supuse que se enamoraría de mis provocaciones.

Estaba seguro de que era el mago más fuerte. Que no perdería, sin importar con quién peleara, o qué tipo de trampa tendrían. Por eso había venido.

“Entonces, ¿qué quieres hacer conmigo?”

Torcí mis labios en la sonrisa más malvada que pude reunir. “Quiero que hagas un contrato y peleemos en duelo. El perdedor jura no molestar nunca más a Satsuki. Eso y liberar a sus padres.”

Satsuki me había dicho que los contratos entre magos se basaban en contratos demoníacos, y que incluso el mago más fuerte no podía romper uno. Si pudiera vencer a Mesías bajo tal contrato, no tendría más remedio que dejarla sola.

“Muy bien, muchacho. Pero…” El Mesías levantó un dedo. “¿Por qué no agregamos una condición de que la Hija de la Omnisciencia siempre debe obedecer al ganador del duelo?”

“¡¿Qué?! Tú…” Por supuesto, traté de decirle dónde podía rellenar su condición, pero Satsuki me interrumpió.

“Está bien. Creo en ti. Así que no me importa en absoluto”. Me miró y sonrió amablemente.

Sería realmente lamentable si no pudiera decir algo aquí.

“Déjamelo a mí”. No podía perder esta pelea.

“Ahora, acepta el contrato de duelo”. Satsuki se interpuso entre el Mesías y yo, y realizó el ritual.

“Asentí”, dije.

“Por supuesto, acepto”, dijo el Mesías.

Ambos aceptamos, y Satsuki cambió el hechizo para completar el contrato. Cadenas negras translúcidas se levantaron del suelo y se envolvieron a nuestro alrededor, atando algo dentro de nuestros cuerpos. Supuestamente, si rompíamos el contrato, las cadenas destrozarían nuestras almas.

El escenario estaba preparado para el duelo. Hice que Satsuki retrocediera para que no quedara atrapada en eso.

“Rekka, no mueras, ¿de acuerdo?”, Me dijo con lágrimas en los ojos.

Me reí.

“Oye, voy a ganar, ¿verdad? Así que no hay que preocuparse”.

“Tienes razón. Buena suerte, Rekka.”

“Claro”. Retrocedió unos cincuenta metros más o menos, y se preparó para ver el duelo.

Mesías y yo nos enfrentamos, el cerezo en flor se interponía entre nosotros en el fondo.

“Puedo decir de un vistazo que no tienes talento para la magia. No sé qué es lo que estás planeando, pero estás a punto de aprender que los trucos de los incompetentes no me sirven de nada”.

“Je… no puedo esperar a ver la expresión de tu cara cuando te pateo el trasero”. Me reí de nuevo y eché un vistazo rápido a mi reloj. Cinco minutos para la medianoche. Todo iba por buen camino.

“¡Aquí voy!” Me eché a correr y comencé a dar vueltas en el sentido de las agujas del reloj alrededor del cerezo. Mientras corría, saqué la pistola láser de mi cinturón. Harissa lo había hecho invisible para mí, e Iris lo había ajustado para atenuar su poder. Apreté el gatillo, y una lanza de luz voló hacia el Mesías.

“¿Oh?” Pero las barreras defensivas frente a él lo bloquearon. Había esperado esto, pero aun así, las defensas del Mesías eran increíbles.

“Pensé que no tenías talento. ¿Estaba equivocado?”

Parecía un poco sorprendido, pero no por el ataque. Estaba sorprendido por el hecho de que yo había usado, o parecía haber usado, magia. Me había subestimado totalmente.

Levantó una mano hasta la altura de los hombros. “Ahora es mi turno.” Comencé a correr tan rápido como pude para escapar de sus dedos.

“Es inútil. A menos, por supuesto, que puedas correr más rápido que la luz.” Chispas pálidas comenzaron a aparecer en el aire a su alrededor. Las chispas se convirtieron en pequeños rayos que envolvieron su brazo.

“Esto es el fin.”

Un rayo se dirigió directamente hacia mí. El hombre más rápido de la Tierra no pudo escapar de un rayo.

Por eso tenía un truco listo.

El rayo se alejó de mí y cayó al suelo.

“¡Agghh!” Había evitado ser golpeado directamente, pero el impacto del rayo había levantado tierra y piedras pequeñas, y algunas de ellas me habían golpeado. Moví rápidamente mis brazos para protegerme, pero sentía que me habían golpeado todo el cuerpo. No pensé que podría recibir demasiados golpes como ese, pero sobreviví a este.

“¿Falle?”

El Mesías parecía confundido. Tenía la intención de terminar esto en un solo golpe.

“¡Ja! ¡Apestas! ”Grité tan fuerte como pude, mientras la sangre brotaba de mi frente y bíceps.

Envió dos o tres lanzas más de relámpagos en mi dirección. Mis burlas deben haber estado llegando a él. Todos ellos doblados hacia la izquierda o hacia la derecha. Ninguno de ellos me golpeó.

El truco era simple. Satsuki me había dicho de antemano que el tipo de magia favorita del Mesías era la magia del rayo. Así que había sembrado el suelo con poderosos pararrayos espaciales que Iris había preparado para mí.

Incluso el rayo mágico seguía siendo un rayo. Sería atraído hacia un pararrayos antes de ir tras un cuerpo humano.

Normalmente, las varillas serían fáciles de detectar, pero la magia de Harissa también las había hecho invisibles. Y gracias a mi pistola láser, Messiah estaba convencido de que podía usar magia. Mientras estuviera bajo esa sugerencia, pensaría que estaba usando magia para desviar su rayo.

Por supuesto, si usaba algo más que un rayo, estaba jodido, pero la diferencia en nuestras fortalezas era obvia. No podía lastimarlo y él podía seguir atacándome mientras quisiera. Como no había ninguna posibilidad de que perdiera, probablemente pondría su orgullo por delante de su victoria y seguiría usando su tipo de magia favorita.

No podía contar con eso para que durara para siempre. Pero no necesitaba que durara para siempre. ¡Solo necesitaba que durara un poco! ¡Solo quedan treinta segundos hasta la medianoche!

“¡Mesías!” Grité su nombre, y le señalé que mirara al cielo.

“¿Qué?” El Mesías se congeló y siguió mi dedo.

Mi plan era simple: decirle que el meteorito del rey Satamonia era mi propia magia. El orgulloso Mesías destruiría “mi” meteorito para mí. Muy bien, ¡es hora de que tu trasero funcione, mago!

“¿Puedes detener mi magia?” Bajé mi dedo índice del cielo para que pareciera que estaba haciendo algo. Digamos, golpéalo con el meteorito que cae. Ahora todo lo que quedaba era ver si realmente era el mago más fuerte de la era moderna. Era extraño, pero en este punto, no tenía más remedio que creer en él.

Pero en cambio, el Mesías solo me miró. “Entonces, ¿dónde está tu magia?”

“¿Huh?” Miré hacia el cielo en pánico. Todo lo que pude ver fue una luna llena y las estrellas brillantes. No había señal de ningún meteorito.

Dejé de gritar y me volví hacia R en busca de ayuda, pero ella solo sacudió la cabeza. Justo cuando realmente la necesitaba también. ¡Vamos, dame una mano aquí!

El Mesías se rio de mí. “Te he descubierto. Todo lo que haces es un farol. Todo es un acto, una farsa. Y mientras mantengas la farsa, estarás bien.

Pero en cuanto termina, no eres nada”.

Él estaba en lo correcto. Apreté mis manos temblorosas en puños.

“Suficiente de esto, muchacho”. Levantó la mano hacia el cielo.

Un remolino de electricidad, tan poderoso que se podía ver a simple vista, comenzó a formarse. Las chispas de los relámpagos comenzaron a chocar, creciendo y convirtiéndose en una bola.

¿Era esto lo que había tratado de usar en la fábrica? Pero esta vez, fue varias veces más grande.

Un rayo de sol. No sabía si esas eran las palabras correctas para ello, pero podría decir que tocar esa cosa me freiría con miles de millones de voltios, y no quedaría nada. No había forma de que esos pararrayos pudieran detener esa cosa. Este era el poder del mago más fuerte del mundo.

Me miró con arrogancia en los ojos. “Lo has hecho bien… para alguien tan impotente, eso es. Puede presumir de su valentía en el próximo mundo”.

“Impotente, ¿eh?” Tenía razón, y lo sabía.

Al final, solo era falso. Un largo camino desde un héroe. No fui especial. Con solo la más mínima falla en mi plan, yo era solo un niño indefenso.

Pero aun así, no relajé mis puños cerrados. Estos puños también eran un farol. Nunca había estado en una pelea real en mi vida. Había pasado toda mi vida tratando de no destacar, así que eso era natural.

Pero mis manos siempre estaban listas para convertirse en puños. Cualquiera puede cerrar el puño cuando quiere proteger a alguien. Cuando cierras el puño por alguien a quien quieres proteger, puedes luchar contra cualquier cosa: un mago, un meteorito o incluso un señor demonio de otro mundo. Incluso si no fuera un verdadero héroe, aún podría luchar contra cualquier cosa.

Tiré mi pistola láser invisible y comencé a correr lo más rápido que pude con los puños vacíos. Pero no hacia el Mesías.

“¡Jaja, es demasiado tarde para correr!” Ignoré la risa del Mesías y corrí lo más rápido que pude hacia un solo punto.

Como esa nave espacial ya estaba aquí, era difícil imaginar que la amenaza del Rey Satamonia fuera un farol. Entonces, ¿dónde estaba el meteorito? Supuse que no tenía la intención de que aterrizara a medianoche. La medianoche fue cuando lo lanzó. Entonces, si pudiera resistir este último ataque, ¡todavía había una posibilidad!

“¡Rekka!”

“¡Aléjate de esto!” Grité, tanto a Satsuki, que estaba tratando de correr hacia mí, como a Harissa, que era invisible y se escondía.

Necesitaba vencer al Mesías solo, o el contrato no sería válido. Todo lo que planeé por adelantado estaba permitido, pero si alguien más interviniera en el duelo, todo se arruinaría.

“Gracias por dejar a la Hija de la Omnisciencia fuera de esto. Tampoco quiero que la maten. Chico, eres bastante valiente. Estúpidamente, de hecho.” Mesías se rio y lentamente bajó la mano. “Hiciste un excelente payaso. ¡Ahora muere!”

“¡Nwaaaahhh!” Salté y me deslicé por el suelo debajo del cerezo.

“¡Jaja! ¡No es un verdadero rayo! ¡No puedes escapar de mi hechizo de ‘Juicio Divino’ escondiéndote debajo de un árbol!” Y entonces, cayó un martillo de relámpagos, como si el cielo estuviera visitando el castigo divino sobre un pecador.

Fue una luz brillante que se tragó todo. El rayo de pesadilla quemó todo a mí alrededor. El árbol y el suelo circundante fueron completamente aniquilados, y el aire estaba lleno de humo y un hedor ardiente.

No pude moverme. No podría decir si estaba vivo o muerto. Había una sensación extraña, como si estuviera flotando. Me hizo difícil pensar. ¿Qué pasó? ¿Fallé?

“Ahora no queda nadie para interrumpir nuestra boda. ¡Ven conmigo y dame la sabiduría de la omnisciencia!” Escuché la voz del Mesías. El sonido de sus palabras melodramáticas me devolvió a la realidad.

Seguía hablando, pero Satsuki no decía nada. Así es. No hay necesidad de decir una palabra. ¡Solo espera, yo…!

Intenté moverme, pero mi cuerpo no respondía. ¿Por qué, maldita sea? ¿Estaba muerto después de todo? Todavía sentía que no había nada en mis manos.

“Nadie puede resistir el contrato. Desobedece y serás destrozado de adentro hacia afuera. ¿Estás bien con eso?” Todo lo que pude hacer fue escuchar la voz del Mesías.

“Ríndete, Hija de la Omnisciencia”.

Su nombre no es “Hija de la Omnisciencia”, es Satsuki.

“No tienes más remedio que convertirte en mi novia”.

Diablos no Satsuki es mi amiga de la infancia.

“O si te resulta tan doloroso convertirte en mi novia, ¿debería usar mi magia para arrancarte la mente y convertirte en una muñeca viviente? Todo lo que necesito es la magia de la omnisciencia. No me importa el resto de ustedes”.

Si no te callas, te voy a patear el trasero. El matrimonio es algo que haces para hacer felices a ambas personas. Esa es la forma normal. Pero solo ves a Satsuki como una herramienta. Como su amiga de la infancia, ¡no hay forma de que te deje salir con eso!

Mi ira pasó el punto de ebullición y despertó mi mente. Apreté los puños con fuerza y me puse de pie en el humo.

“Esa es la peor maldita propuesta que he escuchado en mi vida”.

“¡¿Qué?!”

Quité el polvo de mi ropa mientras escuchaba la voz conmocionada del Mesías. Estaba cubierto de hollín, pero casi ileso. Evidentemente, el impacto me había dejado inconsciente.

“¡¿C-Cómo?!” Vi al Mesías realmente asombrado por primera vez ese día.

“No hay tiempo para la sorpresa, gilipollas”. Señalé hacia el cielo nocturno una vez más.

La luz de la luna a nuestro alrededor se desvaneció, y el mundo estaba envuelto en la oscuridad. En el siguiente instante, la luz volvió. Esta vez, no fue la suave luz de la luna y las estrellas. Era una luz más feroz, la llama carmesí ardiente de un meteorito mientras se abría camino a través de la atmósfera hacia la Tierra.

“¡Esta es mi magia, de verdad esta vez!”

“- ?!”

Todo bien. Es hora de que brilles, “mago más fuerte”. Hora de que salves la Tierra.

“¡Maldición! ¡¿Qué es esta magia?!” El Mesías actuó rápido. Formó varias docenas de sus rayos de ‘Juicio Divino’ a la vez.

“¡Nadie puede derrotar al Mesías Kyandistrapps!”

Las bolas de relámpagos se estrellaron contra la superficie del ardiente meteorito rojo. Todo el cielo nocturno se iluminó con las explosiones resultantes. El rayo del mago fue reduciendo gradualmente el enorme meteorito del extraterrestre. Era como algo sacado de una novela ligera o manga. Sin embargo, no pudieron haber pasado más de unos minutos antes de que todo terminara.

“¡Nadie puede igualarme en magia!” Finalmente, el Mesías hizo pedazos el fragmento final del meteorito.

“Hahh… hahh… hahh… hahh…” Se tambaleó, jadeando. No cayó de rodillas, pero su actitud arrogante había desaparecido.

La mayoría de los fragmentos del meteorito probablemente se quemarían en la atmósfera. Incluso si algo sobreviviera, Iris estaba esperando en su nave espacial para sacar los trozos más pequeños.

Mi plan para destruir el meteorito fue un éxito. Todo lo que quedaba era derrotar al mago más fuerte.

“¡Aarrhhhh!” Grité y salte del humo.

“¡¿Qué?!” El Mesías giró en estado de shock. No me había visto venir.

Había usado una tremenda cantidad de poder mágico y concentración para destruir el meteorito, y cuando lo lograba, bajaba la guardia por un solo instante. Esa fue mi única oportunidad.

No tuvo tiempo de defenderse con su magia. Mi ataque lo golpearía primero. Normalmente, la batalla habría terminado aquí.

Pero el Mesías solo sonrió levemente. Todavía tenía sus salas defensivas. Satsuki me había dicho que cien magos trabajando juntos no podrían destruirlos. Eso fue lo que lo hizo el más fuerte de todos, y por eso estaba sonriendo. Entonces yo-

Balanceé la espada invisible del héroe a través de la guardia del Mesías y las abrí de par en par.

“¡¿Q-Qué?!”

Escuché la conmoción en su voz mientras giraba mi mano. Era otro truco simple. Hice que Harissa volviera invisible la Espada del Héroe y la plantara en la base del cerezo. Eso fue todo. La Espada del Héroe podría atravesar cualquier magia, y en una batalla contra un mago, tenía el potencial de ser mi carta de triunfo. Pero si lo hubiera usado desde el principio para bloquear toda su magia, lo habría puesto en guardia. Por eso lo escondí y esperé el momento perfecto para atacar. Este fue mi último plan.

Y funcionó. ¡Había derrotado tanto el hechizo del Juicio Divino del Mesías como su invencible escudo! “¡Esto termina ahora!” Balanceé la Espada del Héroe una vez más.

“¡Uwaaaahh!” Los gritos del Mesías resonaron por los campos.

El grito se detuvo rápidamente y llegó el silencio. No había nadie allí para tocar la campana para celebrar mi victoria. Tal vez es por eso que todavía estaba nervioso, y por qué todavía apretaba fuertemente la empuñadura de la espada.

Por favor, cualquiera, ¡que esto termine! No sé si alguien escuchó mi súplica, pero…

“¿Por qué?” Susurró el Mesías. Mi espada invisible estaba en su cuello, y un poco de sangre goteaba de ella.

“No sé cómo, pero rompiste mi guardia. Puedo sentirlo. Entonces, ¿por qué no me derrotas? ”

“Así es como hago las cosas. A menos que, es decir, no estés dispuesto a admitir la derrota”. No había nada menos normal que el asesinato, por supuesto. Miré al Mesías en un farol final.

“Bien. Pierdo.”

Ahora, gracias al contrato que habíamos hecho antes de la batalla, Messiah nunca podría perseguir a Satsuki nuevamente. Sus padres también serían liberados, y eso sería el final de eso.

Finalmente relajé mi agarre en la espada. Quería caer al suelo en alivio, pero aún no podía. Todavía quedaba una última historia que encargarme.

***

Abrí los ojos y vi al presidente del consejo delante de mí, un poco sorprendido.

“Realmente puedes teletransportarte con esto, ¿eh?” El padre de Iris estaba mirando el teléfono celular de Satsuki, aparentemente impresionado. Por supuesto, no era alta tecnología; fue un hechizo mágico lanzado en el teléfono. Pero no tuve tiempo de explicar todo eso. “Presidente.”

“Lo sé. Abriré una línea al planeta Satamonia de inmediato”. Ya le había contado parte de nuestro plan, y salió de la habitación y comenzó a guiarnos por el pasillo.

Nos apresuramos a regresar al planeta Finerita usando magia en lugar de la nave espacial para evitar que el Rey Satamonia intentara hacer trampa. Era posible que arrojara otro asteroide, o que esta vez intentara atacar el planeta Finerita. No se sabía qué podía hacer un tipo como él cuando estaba contra las cuerdas.

“¿Tienes esa información lista?”, Preguntó el padre de Iris mientras nos dirigíamos a la torre Owaria en el ascensor abierto.

“Por supuesto. De lo contrario, no estaría aquí”.

“Así es. Puede que no lo mires, pero parece que eres un hombre que hace lo que dice que hará. De lo contrario, no hubieras vuelto con vida aquí”.

“Eso es un cumplido, ¿verdad?” Se sintió como un insulto.

“Por cierto”, dijo mientras miraba detrás de mí. “¿Parece que tienes otra chica contigo?”

Espera, ¿por qué de repente parecía un treinta por ciento más severo que hace un momento?

“Bueno, la necesitaba”.

“Me sorprendió cuando apareció tu amigo de la infancia, Satsuki. Supongo que eres popular entre muchas chicas además de Iris”.

“¿Huh? No, Harissa solo quiere pagarme por la ayuda que le di, y odio seguir diciéndolo, pero Satsuki es solo mi amiga de la infancia. Y todo el asunto de los ‘amantes’ con Iris también fue solo una excusa. No soy popular con ninguna chica”.

“Hmph”. Por alguna razón, se llevó la mano a la sien y suspiró. “Mi hija ciertamente escogió uno difícil”, susurró.

“Rekka es tan denso que, después de todo, va a causar una guerra interestelar”. R asintió con la cabeza, su postura coincidía con la del presidente.

¿De qué se trataba todo esto?

Por fin, llegamos a la mesa redonda de Owaria en el piso superior. Bajaron las luces y pude ver la cara amarga del rey Satamonia en el monitor de la pared. Cuando sus ojos borrosos me vieron, los vasos sanguíneos aparecieron en su rostro como un sapo.

“¡Chico! Tú…”

“¡Eeyaaaaah! ¡Es un monstruo e-r-r-rana-cerdo! ”Harissa gritó y cayó de espaldas en el instante en que vio al Rey Satamonia.

“Mgrrg… ¿Q-Qué?” El Rey Satamonia fue interrumpido, y no pudo hacer nada más que abrir y cerrar la boca.

“Ghuhh… heh-heh-heh…” Por alguna razón, a todos nos pareció muy divertido, y fue difícil contener la risa. Iris estaba a punto de reventar, y Satsuki se cubrió la boca con la mano para detenerse lo mejor que pudo.

“Rey Satamonia, lamento haberte hecho esperar”. El presidente, el único de nosotros que no iba a comenzar a reír, hizo un gesto a las chicas para que se sentaran.

Me quedé parado en un lugar donde podía mirar directamente a la taza fea del Rey Satamonia.

El flaco jefe de personal seguía de pie junto a él. Sabía cómo mantener bajo control a su malhumorado rey. El meteoro la última vez había sido básicamente idea suya.

Esta vez, no lo dejaría ganar. Terminaría las cosas aquí mismo.

Empecé la conversación. “Rey, creo que ya lo sabes, pero gané nuestro juego. Tienes que renunciar a Iris.”

Justo como sospechaba, el Rey Satamonia no estaba dispuesto a rendirse tan fácilmente. Me miró en silencio. Era igual que los políticos en la Tierra. Incluso cuando estaba claramente equivocado, todavía no iba a admitirlo.

Pero el hecho era que había perdido. Su rostro se puso rojo púrpura mientras no decía nada.

El flaco jefe de personal dio un paso adelante. “No es necesario que mantengamos un trato así”.

“¿Oh?” Me preparé para enfrentar a mi verdadero enemigo, el hombre flaco.

“Creo que el gran rey del espacio no es tan bueno, ¿eh? Ni siquiera puede cumplir sus promesas”.

“Fue nuestro rey quien fue el primero en proponerle matrimonio a la dama

Iris. Viniste y propusiste tu pequeño juego divertido, y nuestro gran rey simplemente jugó contigo para su propia diversión. Por supuesto, esto en realidad no anula el matrimonio”.

“¡E-Eso es correcto!” El Rey Satamonia recuperó su buen ánimo, pero lo estaba ignorando. Mi oponente aquí era el jefe de personal.

“¿Entonces no vas a renunciar a Iris?”

“Por supuesto no. No hay razón para que mi señor lo haga”.

“No hay razón, ¿eh?” Así que si tenía una razón, eso significaba que se daría por vencido.

Si el rey Satamonia estaba realmente enamorado de Iris, la razón no importaba. Todavía no lo había experimentado por mí mismo, pero si estabas dispuesto a renunciar a alguien, no estabas realmente enamorado de él. Solo eras codicioso.

No podía dejar que tuviera a Iris.

“Satsuki, dámelo”.

“Correcto. Lo he hecho lo suficientemente fácil para que incluso tú lo entiendas”.

“Gracias… aunque eso suena algo malo”. Satsuki no estaba en contra de salvar a Iris, pero parecía infeliz. ¿Realmente no se llevaban tan bien?

“Denso como la madera”, dijo R.

Dejando eso de lado, tomé el montón de papeles que Satsuki me entregó y comencé a leer desde la parte superior de la lista. “Año Galáctico Grigory 707. Envío de la Séptima Flota al tercer planeta del Sistema Oraul, galaxia no registrada 305748”.

“¡¿Qué?!” Los ojos del hombre delgado se agrandaron mientras miraba los papeles en mis manos.

Seguí leyendo de la lista. Esta fue una lista de todas las fechorías del Rey Satamonia. Satsuki había usado su magia para encontrarlos, e Iris había puesto el más importante de ellos en una lista. Desafortunadamente, no entendí la mitad de las palabras en la lista, pero me dieron la pista de que él estaba haciendo algunas cosas bastante malvadas.

“Bastardo…” El padre de Iris, que hasta ahora había sido indefectiblemente cortés con el rey Satamonia, golpeaba con furia los puños contra la mesa.

El rey y su jefe de personal se habían vuelto de un color púrpura pálido. Todos los actos malvados que habían escondido salían a la luz.

“Chico…” El jefe de personal me miró con una expresión torcida en su rostro.

“Sabes lo que significa que tengo esto, ¿verdad? Ríndete con Iris.”

“¿Tienes pruebas?”

“Nop. Pero estoy seguro de que si alguien tuviera esta lista, podría encontrar alguna. ¿No estaría de acuerdo?” Si tuviera la mirada de Satsuki, también podría encontrar evidencia física.

Pero no fue bueno ir demasiado lejos con esto. Era el líder de uno de los ejércitos más grandes de la Federación Galáctica. Si lo empujé demasiado lejos, explotaría.

Lo importante era centrarme en conseguir lo que quería. Incluso sin pruebas, esto seguramente dañaría la posición del Rey Satamonia en la Federación Galáctica. Puede ser suficiente para volver a toda la Federación contra él. Y lo que es más, no tenía idea de cómo lo había conseguido. Eso significaba que se sentiría paranoico.

“A partir de ahora, dejas a Iris, al planeta Finerita y, por supuesto, a la Tierra y a nosotros solos. Si puedes hacer eso, no entregaré esta lista a la Federación Galáctica”. Ahora todo lo que quedaba era que el flaco allí decidiera cuál era más importante: el deseo egoísta de su rey de casarse con alguien, o la posibilidad de dañar su posición política del planeta.

“Mi señor, recomiendo que nos retiremos por el día”.

“¡¿Q-Qué?! Pero…” El rey trató de insistir, pero el hombre flaco sacudió la cabeza.

“Esa lista tiene el potencial de destruir a toda nuestra nación. Seguramente un rey sabio como tú puede reconocer sus peligros.”

“Yo… Hmm… Tienes razón, sí”. La adulación del jefe de personal mejoró el estado de ánimo del rey, y sonrió lo que debió haber pensado que era una sonrisa magnánima.

“Chico, por respeto a tus súplicas desesperadas, retiraré mi propuesta. ¡Se agradecido conmigo! ¡Gwahahahaah!” La pantalla se apagó y las luces de la habitación volvieron a encenderse.

“Vaya”. Había estado de pie durante tanto tiempo, pero al fin pude relajarme. Me desplomé en una silla cercana. En realidad, también me había lastimado. No más. Ni siquiera podía soportar más.

Ahora que lo pienso, todo había sucedido en un solo día. Gente del futuro, gente de otros mundos, magos, extraterrestres… ¿Cuántas personas había conocido en el último día? Esto no era normal en absoluto.

R, que había estado conmigo todo el tiempo, flotaba al revés y me daba un saludo perezoso, como cuando nos conocimos. “Buen trabajo. Me sorprende que sigas vivo”.

No actúes como si fueras más feliz de verme muerto.

Pero eso no importó. Solo quería dormir. Quería dormir ahora mismo. Tenía escuela mañana, pero si me fuera a dormir ahora podría descansar durante siete horas. Sí… hora de dormir. Dominemos todos el camino del sueño.

“¡REKKA!”

“¡¿Gwargh?!” Pero eso no iba a suceder.

Iris, con las mejillas sonrojadas de alegría, saltó a mi regazo y comenzó a darme un abrazo desgarrador.

“¡Rekka! ¡Rekka! ¡Rekka! ¡Gracias Rekka! ¡Ahora soy libre! ¡Puedo quedarme contigo todo lo que quiera!”

No, um… mis huesos están literalmente a punto de romperse. Deja de abrazarme con toda la fuerza de un ser varias veces más fuerte que cualquier terrícola, ¿por favor? Oh, creo que puedo ver un campo de flores…

“¡Oye! ¡Aléjate de Rekka!” Entonces Satsuki se unió, tirando de mi cuello para alejarme de Iris.

¡Espera, me estás estrangulando! ¡Voy a morir! ¡Voy a morir!

“¡E-Eso es correcto! ¡Sir Rekka es mi héroe!” ¡Y ahora Harissa estaba tirando de mis tobillos! Se sentía como si fuera a ser destrozado.

Ow… espera, realmente me voy a desmayar…