Ore ga Heroine o Tasukegite

Volumen 1

Capitulo 3: Solo Soy Un Humano. ¿Puedo Detener Una Guerra Interestelar?

Parte 2

Visto desde el espacio, Finerita era un planeta verde. Cuando aterrizamos en la superficie, pude ver llanuras cubiertas de hierba que se extendían hasta el horizonte. Si la Tierra era un planeta de agua, tal vez era un planeta de campos.

La nave espacial de Iris fue bloqueada en su lugar por los anclajes de la Flota de Autodefensa y traída aquí. Nos llevaron al centro de una gran torre que se extendía hasta las nubes. En el centro de la torre había una “boca” abierta. Los barcos de la flota formaron una línea y entraron. Esta fue probablemente la sede de Owaria, el comité que gobernaba el planeta

Finerita.

Lo primero que hicieron cuando aterrizamos fue quitarme mi reloj de urdimbre y mi pistola láser. Intenté usar el reloj deformado para escapar antes de que nos agarraran, pero parecía que había algún tipo de tecnología de bloqueo deformado en la torre. Supongo que sin algún tipo de bloqueador, la tecnología de urdimbre sería demasiado peligrosa para dejar que cualquiera la tenga.

Nos llevaron a una especie de ascensor que parecía una tarima. Tenía miedo de caerme del borde cuando el estrado se levantaba, pero Iris explicó que había un campo de fuerza invisible que lo rodeaba.

Iris no dijo mucho mientras la fuerza de autodefensa nos rodeaba. Sus labios estaban presionados en una delgada línea, y ella miró hacia abajo.

Bueno, supongo que eso es lo que esperarías después de la forma en que su padre la trató. ¿Qué estaba pensando su padre, que supuestamente era el jefe de la Owaria?

Nos llevaron como prisioneros a una habitación con una mesa redonda en la parte superior de la torre, donde se reunieron los Owaria. La habitación estaba bien iluminada, con luces incrustadas en el techo. Parte de la pared era de vidrio, por lo que se podía mirar y ver las nubes.

Sentados en la mesa redonda había viejos que vestían ropa con cuellos vueltos hacia arriba. Probablemente eran los miembros de Owaria, y todos parecían muy estrictos. Habla de una mala bienvenida.

Sentado justo frente a nosotros, al otro lado de la mesa redonda, había un hombre de mediana edad, de aspecto sombrío, con el pelo corto y plateado y la frente arrugada. Su mandíbula descansaba sobre sus manos juntas, y estaba mirando a Iris con una mirada aguda. Le susurré una pregunta al oído de Iris, preguntándole quién era.

“Ése es mi papá. Él es el jefe de la Owaria”.

“¿Por qué está tan enojado?”

“No lo sé. Probablemente sea porque me escapé de casa… pero nunca antes lo había visto tan molesto”.

Hmph.

Miré a R. Esta vez, sin embargo, ella solo se encogió de hombros. “Incluso no puedo adivinar sin más información”.

Es verdad. Por ahora, necesitaba información. De lo contrario, no había forma de que me dejaran ir, y no había forma de que pudiera volver a la Tierra.

“U-Um…”

“No sé quién eres, pero por favor permanece en silencio”.

¡Ni siquiera había dicho nada todavía! Pero yo era un extraño aquí. Solo tendría que dejar que Iris hablara con su papá.

“Iris”. Le hice señas para que le preguntara a su padre qué estaba pasando.

“Oh, sí…” Iris probablemente estaba teniendo problemas para ver a su padre mirarla en silencio así también. Estaba inquieta como si no quisiera hablar, pero finalmente levantó la vista.

“Um… ¿Papá?”

“¿Qué?” Incluso hablando con su hija, su voz aún era firme.

“¡Hwahh! Um…” Los labios de Iris temblaron cuando escuchó su voz, y miró hacia el suelo.

“¿H-He hecho algo malo?” Su voz era apenas un susurro, pero toda la mesa redonda se congeló cuando la escucharon.

¡Venga! ¡Esa no es una buena pregunta! Casi le grité, pero logré detenerme.

Estaba claro por la atmósfera de la habitación que todos estaban locos. Preguntar si había hecho algo mal, como si no tuviera idea, solo estaba vertiendo aceite en el fuego. Justo como esperaba, algunos de los hombres estaban golpeando sus puños contra la mesa.

“¿‘Hice algo malo’, preguntas?”

“¡¿Ni siquiera sabes lo que has hecho?!”

“Presidente, incluso si ella es su hija, ¿no cree que la ha malcriado demasiado?”

Hubo una tormenta de maldiciones y palabras duras que me hicieron querer taparme los oídos. Los otros miembros de Owaria, en particular, parecían ser los que estaban más entusiasmados. El padre de Iris solo estaba presionando sus labios y esperando que todos se calmaran.

“¿Qué está pasando aquí?” Iris sollozó, ya llorando.

Traté de averiguar qué estaba pasando, pero la mitad de lo que escuché fue solo maldiciones inmundas, y no pude llegar a ninguna parte.

“Ya veo. Así que eso es todo”. R, sin embargo, parecía haber descubierto algo.

Antes de que pudiera preguntarle qué era, el padre de Iris tocó una campana de plata que se colocó sobre la mesa. Un sonido agudo que amenazaba con perforar mis tímpanos y apuñalar directamente en mi tronco cerebral resonó por la habitación, e instantáneamente se hizo el silencio. Debe haber sido algún tipo de herramienta para calmar los debates cuando se calentaron demasiado.

“Nuestro planeta ahora se enfrenta a un peligro mayor que cualquier otro desde que obtuvimos el primer vuelo espacial”. Su voz era baja y clara cuando comenzó a hablarnos. No, él estaba hablando con Iris. “El planeta Finerita ya ha extraído todos sus recursos naturales. Sobrevivimos importando recursos de otros planetas, procesándolos y luego exportándolos. Al menos lo sabes, ¿verdad?” Iris asintió un poco, en silencio.

“Esto significa, sin embargo, que tenemos poca capacidad de sobrevivir por nuestra cuenta. Si alguna forma de presión cortara todas nuestras importaciones, no tendríamos más remedio que morir de hambre.” Sus palabras se detuvieron. Todos en la sala miraban a Iris.

En este punto, incluso yo sabía lo que estaba pasando. El planeta Finerita estaba a punto de cumplir el destino que el presidente acababa de describir. Y la razón fue…

“Iris, esto es porque te negaste a casarte con el rey Satamonia”.

Sí, eso fue lo que pensé.

Iris sacudió la cabeza, como si realmente no supiera lo que estaba pasando. “Pero… pero…” Ella no dijo nada más. Ella seguía sacudiendo la cabeza.

“¡E-Espera un segundo!” Me moví entre los hombres e Iris. Todos comenzaron a mirarme.

“¿Quién eres tú?”

Tragué saliva de miedo antes de responder a su pregunta. “Mi nombre es Rekka Namidare. Por qué estoy aquí es una larga historia, pero hay algo mal con ustedes”.

“¡Esto no es de tu incumbencia, niño!” Uno de los miembros de Owaria me gritó, pero el presidente levantó la mano para detenerlos.

“Rekka Namidare, te traje aquí para averiguar qué ha estado haciendo exactamente mi hija, pero eso puede esperar un momento. Le pediré que permanezca en silencio hasta que sea hora de que hable”.

El papá de Iris estaba hablando como uno de los maestros en la escuela. No era bueno tratando con ese tipo de persona. Pero, bueno… no podría estar aquí en silencio.

“Ustedes siguen hablando como si todo fuera culpa de Iris. Fue el rey Satamonia quien le pidió que se casara con él cuando no quería, ¿verdad?

Entonces ella debería tener el derecho de rechazar, ¿no? ”

“Lamentablemente no.”

“¿Por qué?”

“Porque Iris es mi hija”. No había emoción en su voz. “Soy, para bien o para mal, el representante del planeta Finerita en la galaxia. Por lo tanto, siempre debo considerar los intereses de este planeta y su paz, mi máxima prioridad. Eso va para mi hija también”.

“Ese es tu problema, no el de ella”.

“¿Entonces estás dispuesto a dejar que un planeta entero se muera de hambre, solo para ayudarla?”

“¡Uh! N-No, eso no es lo que dije… ”

“El rey Satamonia es un hombre persistente y contundente. Si el matrimonio se retrasa más, puede invadir nuestro planeta esta vez. Hay muchas maneras de inventar una causa para la guerra, si él quiere una”.

¿Alguien iría normalmente tan lejos, solo por una chica? No, el problema era que el Rey Satamonia no era normal. Podría comenzar una guerra interestelar si tuviera que hacerlo. Por eso todos se veían tan sombríos.

El presidente miró a Iris. “Iris. Has vivido una vida muy fácil. Y no solo eso, te he dejado escapar con casi todas las cosas egoístas que querías hacer. Todo eso fue porque eres la hija del presidente. ¿No crees que es hora de devolverle al planeta todos los beneficios que te ha dado? ”

Iris miraba el suelo todo el tiempo mientras escuchaba. Su cara estaba pálida. Ella no debe haber tenido idea de que sus acciones habían provocado todo esto.

Mmm… ¿Qué debo hacer? No podría pensar en ningún contraargumento tampoco. Estaba empezando a pensar que tenían razón.

Toda la sala quedó en silencio. Iris y yo nos quedamos allí impotentes. Y luego, de repente, todas las luces de la habitación se apagaron.

“¡¿Qué pasó?!” Uno de los miembros de Owaria gritó.

Estaba demasiado oscuro para ver algo. Podía escuchar un confuso balbuceo que me rodeaba. Lo único que pude distinguir fue la voz aguda y baja del presidente, diciéndole a uno de los guardias que descubriera lo que había sucedido.

No tenía idea de lo que estaba pasando, y no había nada que pudiera hacer. Todo lo que pude hacer fue pararme allí… pero luego, de repente sentí un tirón en el borde de mi camisa.

“¿Iris?” Por la dirección que me atraía, me di cuenta de que era ella. Pude sentir por su mano que estaba temblando. Justo antes de hablar, la habitación se iluminó nuevamente.

Pero esta vez, no fueron las luces del techo. La ventana de cristal se había convertido en algo así como un monitor de computadora, y la luz estaba saliendo de ella.

“¡Gwah fwah fwah fwah! ¡Mi amada Iris! ¡Eres tan linda como siempre!” Hubo una risa desagradable, desagradable. En la pantalla vi a un hombre que parecía una combinación de un humano, un pug y un sapo, con una cabeza calva y antenas. Su cuerpo obeso era morado, y cada vez que se reía, su grasa abdominal se sacudía. De pie junto a él había un hombre delgado que también era morado.

“Entonces, ¿quién es ese?”, Preguntó R. Su voz era tan desinteresada como siempre.

El presidente no pudo haberla escuchado, pero habló con el hombre en el monitor con una mirada amarga en su rostro. “Rey Satamonia. No recuerdo haber abierto un canal de comunicaciones”.

Así que este gordo fue el Rey Satamonia, ¿eh? El rey volvió a reír cuando escuchó las palabras del presidente.

“¡Gwah fwah! No seas una camisa tan rellena. Estaba tan feliz de escuchar que mi amada Iris había regresado que no pude evitarlo. Pregúntale a mi jefe de personal aquí.” El hombre delgado debe haber sido su jefe de personal. La sonrisa viscosa en su rostro me estaba enojando.

“En efecto. Cuando escuchó el informe, se apresuró directamente a su personal de comunicaciones, señor. Tenías tanta prisa que pisaste a una de tus mascotas y la aplastó.”

“¿Hmm? ¿Lo hice? No me acuerdo”.

“Compraré otro del mismo tipo para usted más tarde”.

“Hmm… No, la próxima vez quiero un gorila de Dumbrage del planeta Janbarila”.

¿Se estaban saliendo del tema? El rey y su jefe de personal comenzaron a hablar sobre la próxima mascota que iban a comprar, aparentemente ajenos al hecho de que habían interrumpido nuestra conversación. Por supuesto, nadie en el lado del planeta Finerita estaba participando.

“Su Alteza, ¿qué puedo hacer por usted?”

“¿Qué más? Estoy aquí para hablar sobre mi matrimonio con la pequeña Iris”. La cara de Iris se tensó cuando escuchó eso.

El rey Satamonia era ajeno a su cambio de expresión. Si hubiera estado mirando más de cerca, podría haber visto cuánto odiaba la idea de casarse con él. Pero si ella se negaba, algo terrible le pasaría a este planeta.

Todos en la sala miraban a Iris. Todos le decían en silencio que dijera que sí.

Estaba empezando a entrar en pánico, pero al final, no pude decir nada. Solo miré la cara de Iris. Si ella rechazara el matrimonio, habría una guerra interestelar.

Una guerra… ¿Qué se suponía que debía hacer al respecto? Todo lo que tuve que hacer con el Señor Demonio fue, bueno, matar al Señor Demonio. Pero una guerra fue diferente. No fue un problema que pudiera resolver por mi cuenta. Un movimiento en falso y millones morirían. Así funcionaba la guerra.

No era algo que pudiera manejar solo. No se me ocurre ninguna forma de resolver esto. ¿Debería cumplir con su deber, como dijo el presidente? Tal vez ella no tiene otra opción, pensé para mí mismo.

Me di cuenta de que Iris estaba a punto de darse por vencida y asentir. Se estaba mordiendo el labio y todavía miraba hacia abajo. Ella iba a renunciar a sus propios deseos, sofocar sus propios sentimientos y hacer lo que todos querían que ella hiciera.

Había una sola lágrima corriendo por su mejilla que no podía ocultar del todo…

“¡Aguanta ahí!” Grité.

Todos se giraron para mirarme.

“¿Rekka?” Iris me miró con lágrimas en los ojos.

“¿Hmm? ¿Quién diablos eres tú?”

“¡Cállate, rana cerdo!”

“¡¿GWAP?!”

Le dije al tipo en el monitor que se callara, luego respiré para calmarse. Estaba tan abrumado por lo que estaba pasando que había olvidado lo que era importante. Incluso ahora, la “historia” de Iris se dirigía directamente a un mal final.

Y todo lo que había estado haciendo era verla llorar y decirme a mí misma que no había nada que pudiera hacer, o que no podía pensar en nada. Qué idiota. Si todo iba a funcionar sin que yo hiciera nada, hoy no habría tenido todos estos problemas. La única forma en que estas historias iban a tener finales felices era si hacía algo. No estaba seguro de si lo que estaba haciendo era correcto, pero de todos modos haría mi mejor esfuerzo. ¡Tenía que detener esta tragedia!

“¿Están realmente bien con esto?”

Todos me miraron como si no entendieran lo que quería decir. Nadie me respondió.

Los ojos del presidente, especialmente, eran agudos y estrechos. Le pregunté de nuevo. ¿Y usted, presidente? ¿De verdad estás de acuerdo con que Iris se case con este tipo?

“Joven, por favor, cállate. Este es el problema de nuestro planeta para resolver. No es tuyo.”

“Te pregunto si estás de acuerdo con eso”.

“Mis sentimientos personales no son importantes. Proteger este planeta y su gente es mi deber”.

“¡Cállate y responde la pregunta! ¡Te estoy preguntando, su padre, si estás de acuerdo en casarla con alguien con quien no quiera casarse! ¡Si realmente piensas que eso hará felices a todos! ”

La expresión del padre de Iris se torció. Me miró y se mordió el labio, mostrando enojo por primera vez. La corriente de sangre que corría por su labio me dijo exactamente lo que realmente pensaba. “Entonces, ¿qué quieres que haga?”

“Todo lo que tenía que hacer era mirar de esa manera desde el principio. ¿Verdad, Iris?”

“Papi…” Los ojos de Iris todavía estaban rojos e hinchados, pero la tensión había desaparecido de su rostro.

No había nada más difícil, o más doloroso, que hacer de tu padre un enemigo. Debe haberse sentido mucho mejor sabiendo que su padre realmente no quería que se casara con el rey Satamonia. Los dos probablemente estarían bien ahora. Todo lo que quedaba era…

“¿De qué están hablando? ¿Estás tratando de interferir con mi matrimonio con Iris?” Terminó con un furioso eructo. El rey Satamonia escupía de rabia al ser ignorado.

R, que había estado observando todo, suspiró. “Entonces, ¿qué harás, Rekka? Si no tienes cuidado, podrías comenzar una guerra interestelar”.

Ella tenía razón. Eso arruinaría todo. Lo que significaba… no tenía otra opción.

Le devolví la mirada al Rey Satamonia. “Claro que soy yo. Porque… ¡soy yo quien se va a casar con Iris!”

“¡¿Q-Qué?! ¿De qué estás hablando?”

“¡Cállate! Me enamoré de ella, ¡maldita sea! ¡La forcé a traerme aquí desde la Tierra, solo para poder casarme con ella!” Eso no era exactamente cierto, pero estaba lo suficientemente cerca.

“¡Puedo hacer a Iris más feliz que tú! ¡De ninguna manera la voy a entregar a una rana como tú! ”

“¡¿A-A quién llamas rana cerda?!”

“¿Eso te hizo enojar? Entonces…” Levanté el puño hacia su cara y grité lo más fuerte que pude. “¡Lucha conmigo por Iris!”

“¡¿Q-Qué?! ¡Nunca he oído hablar de tu pequeño planeta ‘Tierra’! ¡No te atrevas a decirme qué hacer! ”

“¡Si eres un hombre, lucha con tus puños! ¿O estás feliz de invadir un planeta con tus ejércitos, pero demasiado loco para luchar contra un terrícola uno contra uno? ¡Hah! ¡Qué cobarde!”

“¡Gebubububu!” Su rostro se había vuelto de un color púrpura rojizo, y su ira había alcanzado su punto máximo.

“Entonces, ¿qué será, sapo cerdo?” Grité cada provocación que pude pensar, y apreté mis manos temblorosas y sudorosas en puños.

Todo lo que mi línea de sangre me dio fue una última oportunidad para salvar una historia. Y si había una posibilidad de que pudiera tener éxito, también había una posibilidad de que pudiera fallar. Pero lo único que se me ocurrió hacer fue desafiar al rey a una pelea uno a uno.

Solo mirar esa pistola láser Satamonian me dijo que su ejército debe ser tan fuerte como todos decían. En una pelea uno contra uno, había una buena posibilidad de que me convirtiera en cenizas… pero al menos de esta manera no habría guerra. En el peor de los casos, nadie sufriría sino yo. Podría encontrar una forma de ganar más tarde. Por ahora, mi trabajo era lograr que aceptara la pelea.

“Señor, ¿puedo hablar?” Su delgado jefe de gabinete, que había estado en silencio todo este tiempo, dio un paso adelante.

“¡¿QUÉ?!” El rey furioso escupió saliva por todas partes cuando se dio la vuelta, pero el hombre delgado sonrió sin siquiera levantar una ceja.

“Tengo una idea. Permíteme susurrarte eso.” Cuando el hombre delgado comenzó a susurrar, la cara del rey cambió de un púrpura rojizo enojado a un púrpura normal, y al final, comenzó a sonreír y reír.

“Muy bien, muchacho. Acepto tu solicitud.”

“O-Ok…” Mi plan había funcionado, ¿por qué me sentía tan nervioso?

“Pero tú fuiste quien interfirió con mi matrimonio con Iris. Entonces seré yo quien decida la naturaleza del duelo”.

“Bien…” ¿Por qué se veía tan seguro? Para empezar, este era un plan a largo plazo, pero después de que el chico flaco habló, comencé a sentirme aún más preocupado.

Y luego el Rey Satamonia abrió su boca grande: “Esta noche, a la medianoche, dejaré caer un meteorito en la Tierra”.

—Y me dijo cuál sería el duelo.

“¿Eh?” Por un momento, en serio no entendí lo que estaba diciendo. Pero era menos de lo que no entendía, y más de lo que no quería aceptar lo que acababa de escuchar. Quiero decir… ¿un meteorito?

“Si puedes detener el meteorito, ganas. Si no puedes, yo gano”.

“¡E-E-Espera! ¡Entonces, si fallo, ese meteorito golpeará la Tierra! ”

“Bwahaha. No te preocupes Me aseguraré de que tenga el tamaño adecuado para destruir el planeta”.

“¡Eso es aún más preocupante, maldición!”, Le grité, pero eso solo lo hizo más feliz.

Se balanceó en su silla y se rio a carcajadas. “¡Bwahahaha! Haz lo que quieras para intentar detenerlo. De lo contrario, ¡hará explotar tu planeta! ¡Eso es lo que obtienes por hacerme enojar!”

“¡E-Espera!” La pantalla se puso negra y la transmisión terminó.

¿Medianoche esta noche? ¿Un meteorito? Si fallaba, ¿la Tierra estaba condenada? ¿Hice algo realmente malo?

***

La reunión con Owaria terminó después de eso, y me entregaron al presidente. Pero en lugar de interrogarme, me dejó con Iris y regresó a su oficina. Probablemente estaba tratando de hacerle un favor. Estaba agradecido por ello.

Iris me había llevado a su habitación, donde me senté en un lujoso sofá. Había salido de la habitación para tomar unas copas y algo ligero para comer, y no estaba aquí ahora. Mi reloj me dijo que eran las 5:00 PM. El meteorito estaría golpeando la Tierra en siete horas.

“¿Qué demonios se supone que debo hacer con esto?” Alguien me dice cómo se supone que un tipo debe detener un meteorito, si es que hay alguna manera.

“¿Se te ocurre alguna forma de detenerlo, R?”

“¿No podrías atarte un poco de dinamita y golpearla?”

“Supongo que no”. Si eso funcionara, en realidad estaría dispuesto a hacerlo. Bueno, a R no se me permitió ayudar a resolver las historias, por lo que no esperaba mucho para empezar… pero aún estaba desesperado por cualquier ayuda que pudiera obtener.

Cuando me recosté en el sofá y miré al techo, Iris regresó a la habitación, acompañada por un robot flotante que llevaba platos. “Rekka, ¿estás bien?”

“Sí…” No quería preocuparla demasiado, pero no tenía suficiente fuerza para fingir que estaba bien.

Iris puso algo que parecía bebidas y pastel sobre la mesa e hizo que el robot saliera de la habitación. Unos momentos después de que estuviéramos solos, ella habló vacilante. “¿No vas a comer?”

“Lo siento. Voy a tomar mi bebida”. No tenía apetito en este momento. Me conformaría con mojar mi garganta reseca.

Iris se sentó a mi lado, sin tocar la comida ni las bebidas. Ella tampoco parecía estar bien.

“¿Qué pasa?”

“¿Huh?”

“No te ves tan bien”.

“No es tan malo como tú”.

“¡Ack! Puede que tengas razón…” Me rasqué la cabeza y la miré.

“¿Tiene su nave espacial algo que pueda derribar un meteorito?”

“Es capaz de deshacerse de los desechos espaciales, pero… lo siento. No puedo manejar un meteorito”.

“Ya veo… hombre, ¡tengo que hacer algo!” Iris parecía triste. “Lo siento. Esto es mi culpa.”

“No te preocupes por eso. Yo soy el culpable”.

“No… es mi culpa”.

“¿Huh?”

Se había vuelto mucho más mansa en los últimos minutos. Finalmente miré hacia abajo desde el techo y hacia la cara de Iris.

Me estaba mirando directamente a los ojos. ¿Por qué me salvaste allí? No tenías nada que ver con esto.

“Vamos, ¿no es un poco tarde para preguntar esto?”

“Lo siento.”

“No, no te estoy culpando”. Iris parecía sentirse culpable. Bueno, podía entender eso, pero no era así como quería que se sintiera. “Es normal querer ayudar a una niña cuando está llorando, ¿verdad? No te preocupes por eso”. Me pareció que podría haberlo redactado mejor, pero eso fue lo que dije.

Pero Iris debe haberse sorprendido por mi respuesta, porque sus ojos se abrieron por un momento. Entonces, ella se rio un poco. “Eres bastante tonto, ¿verdad, Rekka?”

“Lo entiendo mucho. Sin embargo, no estoy de acuerdo”. Bueno, si ella estaba sonriendo de nuevo, eso era todo lo que importaba. Pero…

“He tomado mi decisión. Me voy a casar con el rey Satamonia”.

“¡¿Eh?! ¿De qué estás hablando? ¡Odias a ese tipo!”. No estaba segura de cómo manejar el repentino cambio de opinión de Iris.

Pero había una resolución escondida en su sonrisa. “Todavía lo odio… pero a este ritmo, tu planeta está en peligro, ¿verdad? Si me entrego a él, estará satisfecho y terminará este estúpido juego”.

“Escucha…” Traté de que se rindiera, pero Iris era inquebrantable.

“Pero sabes, no quiero que sea mi primer beso. Así que por favor, Rekka…Toma mi primer beso, ¿de acuerdo?”

Y ahora se sonrojaba y me decía que la besara. “¡¿B-B-Besar?! ¡No, espera! ¡Cálmate!”

“¡Hablo en serio!” Su expresión seria era muy bonita. Cualquier hombre estaría feliz de besar a una chica como esta.

Pero convoqué todo mi autocontrol para eliminar ese deseo. Si la besara aquí, estaría satisfecha y se casaría con el rey Satamonia. Si eso sucediera, su historia se dirigiría directamente a un mal final.

La única forma en que podía detenerla era convencerla de que sabía cómo detener el meteorito. Pero no se me ocurrió nada. ¿Qué tengo que hacer? Mientras trabajaba frenéticamente los pequeños cerebros que tenía para encontrar una respuesta, algo en mi bolsillo comenzó a vibrar.

“¿Qué?”

Era el teléfono que Satsuki me había dado en la fábrica abandonada.