Hai to Gensou no Grimgar

Volumen 1

Capitulo 3: Yorozu-chan

Compañía de Depósitos Yorozu. Eso era definitivamente lo que decía el letrero que estaba frente al edificio de tipo depósito. La forma en que estaba en relieve dorado era extravagante, al punto que parecía un poco insípido.

Haruhiro había llegado ahí sin perderse, así que eso lo puso de un mejor humo. El problema era que todavía estaba hambriento. Si no cambiaba su dinero aquí, corría de regreso donde el vendedor de brochetas, y comía unas buenas brochetas de carne, iba a morir.

Entrando por la puerta principal, llegó a un pasillo abierto con un mostrador al final de unos escalones de piedra. Una fila corta se había formado en el mostrador. Se puso en la fila, esperó, y muy pronto alguien llamó: “¡Siguiente!” Y fue el turno de Haruhiro.

Al otro lado del mostrador había una enorme silla de cuero y, en completo contraste con su tamaño, había una niña de unos diez años, sentada ahí con valentía. Con un llamativo atuendo rojo y blanco acentuado con oro, tenía lentes con borde de oro, una pipa dorada encima y una actitud acorde.

“Hmm,” la niña sostuvo la pipa en su boca, tomando una bocanada mientras escudriñaba a Haruhiro. “Eres una cara nueva. ¿Esta es tu primera vez aquí?”

“Sí…” respondió, sintiéndose un tanto lamentable. Pensar que tenía que ser muy cortés con una niña pequeña. Haruhiro se aclaró la garganta.

“Es mi primera vez aquí, entonces…”

“Por lo que se ve, yo diría que eres un soldado voluntario aprendiz. Ya veo. Un novato, eh.” La niña se dio una palmada en el muslo levantado.

“Yo soy la Yorozu. La cuarta Yorozu. Como es habitual en los Yorozu, conozco de memoria los nombres, las caras, los saldos y el historial de las transacciones de mis clientes. No hay nada que los Yorozu no puedan recordar. Aún así, mantengo un libro de contabilidad, porque otros no son bendecidos con la buena memoria de los Yorozu. Permíteme anotarte en el libro de contabilidad de una vez. Tú, ¿cómo te llamas?”

“Ah… soy Haruhiro.”

“Ya veo.” La Yorozu se inclinó hacia adelante, abrió el libro de contabilidad en el mostrador y escribió algo con un bolígrafo.

“Ya. Ahora puedes hacer tratos con la Compañía de Depósitos Yorozu.” Cuando echó un vistazo al libro de contabilidad, Haruhiro vio su propio nombre escrito en un hermoso guión fluido a través de una página casi en blanco. Levantando los ojos, vio el rostro de Yorozu de cerca.

Ella era pequeña, pero en realidad no podía tener diez años. Tal vez ella era un poco mayor que eso. Cuando la miró más de cerca, haciendo caso omiso de su extraño atuendo, tenía una nariz bien definida, ojos azules que le recordaban a la buena cristalería y los labios redondos y regordetes. Ella era belleza bastate joven.

“¿Qué?” Ella hizo una mueca y se volvió hacia un lado.

“La cara de la Yorozu no es algo para estar embobado, insolente.”

“Oh, lo siento.”

“Diré esto para tu beneficio,” dijo la Yorozu, apuntando su pipa a la cara de Haruhiro.

“La cuarta Yorozu es joven, pero perfecta como Yorozu. Si me muestras una falta de respeto, lo pagarás caro. Harías bien en recordar eso. Además, Haruhiro, te recordaré de ahora en adelante como el insolente.”

“…Preferiría que lo olvidaras.”

“Imposible. La Yorozu es un Yorozu, y entonces no puedo olvidarlo. Si tuviera que olvidarlo, el Yorozu tendría que ceder la posición de Yorozu al próximo Yorozu. Así es el código de los Yorozu.”

“Parece… algo difícil, ser un Yorozu,” dijo Haruhiro, mirando alrededor del pasillo. Tal vez por coincidencia, Haruhiro era el único cliente en este momento. Tampoco vio a nadie que pareciera un empleado.

“…¿Podría ser que manejas la compañía de depósito tú sola?”

“Por supuesto que no. El Yorozu es el símbolo de esta compañía, así como su presidente y director. Para el transporte de artículos y dinero, tasaciones, gestión de almacenes y otras tareas, empleamos una gran cantidad de empleados y aprendices. ¿Sabes qué tipo de negocio hace esta compañía?”

“Bueno, escuché que tomas depósitos de dinero y puedes actuar como un cambiador de dinero.”

“Manejamos más que solo dinero. Esta compañía también puede tomar depósitos de artículos. Si tu depósito es dinero, la tasa de depósito es 1% de cada 100 del total. Si se trata de un artículo, la tarifa de depósito es 1% de cada 50 del valor tasado del artículo.”

“1% de 100…” Entonces, si dejo 100 monedas de cobre con ella, me cobrará una moneda de cobre por el privilegio, ¿eh?... “Un poco caro, ¿no?”

“Si te sientes así,” Yorozu dejo salir una larga bocanada de su pipa, “simplemente no necesitas hacer un depósito. No tiene importancia para nuestra compañía. Sin embargo, como Yorozu, diré que tú, como soldado voluntario aprendiz, gradualmente comprenderá cuán útil es nuestra empresa. Entonces, ¿para qué tipo de negocio has venido hoy, insolente?”

“Insolente…” Se preguntó si ella iba a seguir llamándolo así para siempre. Haruhiro sacó una… no, dos monedas de plata de su bolsa.

“Vine porque quería cambiarlas en monedas de cobre.”

“Hmm. Por cierto, nuestro cambio de dinero se proporciona como un servicio maravillosamente gratuito, por lo que tus dos monedas de plata te darán 200 monedas de cobre. ¿Entiendes lo voluminosas que serán todas esas monedas, insolente?”

“Ah.” Haruhiro recordó la moneda de cobre que el hombre barrigón de Brochetas Dory le había mostrado. Había sido una moneda bastante pequeña, pero 200 de ellas sumarían un buen peso.

“Ya veo… Llevar una gran cantidad de dinero es una molestia. Es por eso que las personas pagan la tarifa de depósito para depositarla aquí, ¿eh?”

“Bueno, ahí lo tienes. Además, el Yorozu puede calcular hasta 1% de 100 de cobre instantáneamente, por lo que si nos dejas solo una moneda de cobre, tu depósito será de 1 de 100 de cobre. El Yorozu recordará esto y también lo anotará en el libro mayor. Cuando se acumulen 100 cobres completos, la cantidad requerida se tomará de tus fondos en depósito. Por lo tanto, no es necesario tratar de hacerse el listo depositando 99 cobres a la vez.”

“Básicamente, me estás diciendo que no hay trampas en el sistema. Lo entiendo.” Haruhiro dejó una moneda de plata sobre el mostrador. “Bien, entonces voy a cambiar una moneda de plata.”

“Muy bien.” La Yorozu golpeó una campana que se encontraba en el mostrador con su pipa, y un sujeto con ropa plateada brillante salió por una puerta en la parte posterior. La Yorozu no echó un vistazo en la dirección del sujeto antes de gesticular con los dedos para que hiciera algo. Cuando lo hizo, el sujeto se inclinó en silencio, se dirigió hacia la puerta y luego regresó con una bandeja negra. Encima de la bandeja habían monedas de cobre. El chico dejó la bandeja sobre el mostrador y luego se fue.

“100 monedas de cobre son 100 cobres. Puedes tomarlas, insolente.”

“¿Ya puedes dejar de pensar en el ‘insolente’…?” Murmuró Haruhiro mientras tomaba las monedas y las deslizaba en su bolsa. Las monedas tenían aproximadamente el tamaño de la punta de su dedo meñique, pero con 100 de ellas, la bolsa estaba llena.

“Es bastante voluminoso. Puede que no encaje en mi bolsillo así.”

Yorozu resopló con aire de suficiencia.

“Podría tomar un depósito por ti ahora mismo, si quieres. Insolente, puede ser, pero nuestra compañía hace una política de atesorar a todos sus clientes.”

“Naa, estoy bien por ahora. Puedo llevarlo en mi mano. Es un poco complicado.”

“Si tú lo dices.” La Yorozu tomó otra bocanada en su pipa.

“Entonces vuelve cuando nos necesites, insolente. Nuestra compañía está abierta todo el año, nunca se toma vacaciones. Estamos abiertos desde las 7:00 de la mañana hasta las 7:00 de la noche. En cualquier momento, para cualquier propósito, yo, la cuarta Yorozu, estaré esperando en esta ventana para atender tus negocios.”

“¿En algún momento? ¿Qué, no tomas el almuerzo?”

“No hago tal cosa. El Yorozu está aquí de 7:00 a 7:00. Este también es el código de los Yorozu.”

“Bueno, no eres una gran trabajadora…”

Pensándolo, ella parece tenerlo todo bajo control, pero debe ser duro para una joven, dejo la Compañía de Depósitos Yorozu y su estómago rugió.

Carne. Había brochetas de carne esperando.

Haruhiro se apresuró a volver a Brochetas Dory en el mercado y, después de tomar un profundo respiro de su delicioso aroma, se compró una brocheta recién cocinada. Incapaz de resistirse, se deleitó ahí mismo, y el sabor salado y la jugosidad de la carne marcaron un golpe directo en su cerebro.

“¡Delicioso!”

Después de pulir esa primera brocheta en poco tiempo, se angustió sobre si debería comprar otra, pero después de una batalla agotadora, su autocontrol ganó. No me importa Ranta, pero se lo diré a Shihoru y Yume, y puedo volver con ellas más tarde. Haruhiro bailó en el mercado de buen humor, luego se detuvo de repente.

“Oh, mierda. Este no es el momento para comer brochetas de carne. Necesito reunir información…”

Miró alrededor del área, sus ojos cayeron sobre un letrero en forma de arco que decía “Calle Jardín de Flores.” Un hombre con ropas blanquecinas caminaba en esa dirección. Mientras que el hombre llevaba una capa sobre una armadura de metal, con un escudo sobre la espalda y lo que parecía ser una espada en la cadera, tenía una vibra diferente de los guardias en la Torre Tenboro. Haruhiro tenía la vaga sensación de que tal vez, solo tal vez, podría ser un soldado voluntario.

Él exhaló profundamente, tratando de recomponerse. Luego, animándose un poco, lo saludó con un “¡Hola!” Y el hombre se detuvo y giró en dirección a Haruhiro.

“¿Necesitas algo?”

“Um, bueno, discúlpame, y lo siento si me equivoco, pero, ¿eres… un soldado voluntario…?”

“Sí, lo soy, ¿por qué?” ​​Dijo el hombre, parpadeando un par de veces antes de romper a sonreír.

“Ohhh. ¿Podría ser que eres un soldado voluntario aprendiz?”
“¡Ah, sí, lo soy! ¡Me acabo de convertir en uno! No sé qué decir, apenas sé que salió de la derecha en este punto, así que esperaba…”

“Es así para todos nosotros al principio. Sé que te sientes perdido, pero paso a paso, si sigues avanzando, gradualmente encontrarás tu camino.”

“¿Así es… cómo es? Pero, aún así, me siento realmente inseguro acerca de hacia dónde me dirijo desde aquí…”

“Entiendo,” dijo el hombre, asintiendo con una sonrisa amable.

“Sin embargo, esta experiencia que estás pasando ahora es algo que podrás usar más adelante. Si no puedes andar a tientas a ciegas en la oscuridad, nunca serás capaz de llegar a ninguna parte.”

“¿Así es… como es? No, quiero decir, si no te importa, podrías…”

“Soy Shinohara, de Orion.”

“Oh, soy Haruhiro.”

“Haruhiro-kun, los miembros de Orion suelen estar en un lugar llamado Taberna Sherry. Si surge algo, por favor, ven a buscarnos ahí.”

“¿Eh? Uh… Sí, T-Taberna Sherry, ¿verdad? ¿O-Orion…?”

“Sí. Te deseo suerte, Haruhiro-kun. Hasta que nos encontremos de nuevo.”

Shinohara se fue, dejando solo el aire brillante y refrescante que traía consigo.

“…¿Acabo de fallar en la recopilación de información?” Haruhiro bajó la cabeza. Debería haberlo detenido y haber sido más insistente. Pero se sintió como si lo rechazaran con suavidad, pero con firmeza.

Puede que el hombre no lo pareciera, pero tal vez era un poco mezquino. ¿O tal vez había estado tratando de enseñar algo a Haruhiro, como alguien con más experiencia?

“Una taberna, eh…” Haruhiro miró hacia el cielo, entrecerrando los ojos ante el brillo del sol. No estaba seguro, pero era demasiado temprano para visitar una taberna.

Al caminar por la Calle Jadín de Flores por falta de una mejor opción, buscó a cualquiera que pudiera ser un soldado voluntario. Pasó junto a unos pocos, pero todos los que lo miraron cuando sus miradas se encontraron, tenían rostros descaradamente atemorizantes o parecían rufianes, no la clase de personas a las que podía hablarles.

“Ya me estoy cansando de esto…”

Cuando salió de la Calle Jadín de Flores Haruhiro se agachó a un lado del camino. Había un macizo de flores y una serie de grandes edificios que parecían recidencias. Se quedó ahí inmóvil por un tiempo.

Tal vez si se quedaba así, alguien subiría y vería si estaba bien. Sin embargo, no lo estaba haciendo con ese tipo de motivo oculto. Bueno, tal vez lo estaba, solo un poco.

“…Tal vez he sido un poco ingenuo.”

Pero no puedo evitar eso, ¿verdad? Quiero decir, ni siquiera sé dónde estoy. Quiero decir, ¿no recordar nada más que mi nombre? ¡No tiene sentido! Luego, de repente, me convertí en soldado voluntario aprendiz o algo así. Como, ¿qué es esto? Mientras me quedaba de pie, todas las personas de aspecto capaz se fueron. No puedo confiar en ninguno de los que se quedaron. No puedo confiar en mí mismo tampoco. A pesar de eso, de alguna manera me quedé atrapado teniendo que reunir información por mi cuenta. Y esto no está yendo bien en absoluto.

“Por supuesto que perdería mi corage después de todo esto…”

¿Qué pasa con perder mi corage? No sería extraño para mí ceder a la desesperación. Lo sé. Iré a comer otra brocheta. Comeré todo lo que pueda por mi cuenta. No solo brochetas de carne: vi un montón de otros alimentos sabrosos en el mercado. Voy a probar hasta el último de ellos. Cuando llegue la noche, iré a un bar. Tiene que haber un lugar en alguna parte con chicas para servir mis bebidas. Cualquier clase de bebida, la beberé. Jugaré alrededor. Voy a divertirme hasta que se agote el dinero.

Haruhiro se puso de pie.

“No es que realmente vaya a hacer eso.”

No podía ser optimista, pero rendirse a la desesperación era igual de difícil.

Volvió por La Calle Jadín de Flores hasta el mercado.

Bueno, ¿y ahora qué? ¿De vuelta al frente de la oficina? Prácticamente no tengo nada que mostrar para mi esfuerzo, pero ha pasado un tiempo. Todos deben estar hambrientos. Si quiren comer, tendremos que ir a la Compañía de Depósitos Yorozu y cambiar su dinero ahí.

Cuando lo pensaba, lo que había aprendido sobre la Yorozu era información valiosa. También se había encontrado con Shinohara. Buscar esa Taberna Sherry como grupo una vez que comieran era una opción. Además, no era como si Haruhiro necesitara hacer todo el trabajo solo.

Sí. ¡Es cierto! Todos tienen una participación en esto.

En ese sentido, decidió regresar a la oficina de muy buen humor, pero… que extraño. Aunque iba en la dirección correcta a juzgar por la ubicación de la Torre Tenboro, no importaba cuántas curvas girara, no veía la oficina.

“…¿Estoy perdido?”

No quiero, pero tengo que admitirlo. ¿Que más puedo hacer? Haruhiro se dirigió hacia la Torre Tenboro. Una vez que llegue a la plaza, revisaré cuidadosamente mi ruta. El camino por el que primero vine a la plaza fue, si no recuerdo mal, ese. Si lo descifro, puedo volver a la oficina, creo. Probablemente.

“No, espera, ¿Realmente ese fue el camino…? ¿O el de ahí? Puede ser que esté equivocado. ¿Me equivoco? ¿Cuál era de nuevo? Ya no estoy seguro. Esto es malo…”

“¡Haruhiro!” Alguien gritó.

“¿Eh?” No habría imaginado que alguien lo llamaría, así que estaba bastante sorprendido.

El dueño de la voz parecía que tenía un halo de luz sobre él. Esa era una ilusión óptica, por supuesto, pero la sonrisa del hombre que lo saludaba con la mano y se precipitaba era verdaderamente radiante.

“¡Manato…!” Gritó Haruhiro, corriendo hacia el hombre.

“¡Manato! ¡Estoy intentando regresar a la oficina, pero no puedo encontrarla! ¡Encontrarla aquí es como tropezarse con el Buda en el infierno!”

“Estás exagerando,” dijo Manato, mirando a su alrededor. “Haruhiro, ¿estás solo? ¿Hay otros?”

“Sí. Ranta, Shihoru y Yume están frente a la oficina… o deberían estarlo. Shihoru comenzó a llorar. Después de eso, acordamos que yo iría a buscar información mientras esperaban ahí.”

“Oh, así que eso es. Entonces, descubriste un montón de cosas, ¿y estás de regreso ahora?”

“Bueno…” Haruhiro se rascó nerviosamente el cuello. Quería presumir un poco, pero si mentía ahora, la verdad saldría en muy poco tiempo, por lo que probablemente no tenía mucho sentido.

“No sé si todo lo que averigüé es como descifrar cosas. Qué encontré… la Compañía de Depósitos Yorozu, ¿tal vez…?”

“¿Yorozu? ¿Compañía de depósitos? Todavía no sé sobre eso.”

“De ninguna manera. ¿En serio? Es un lugar donde puedes depositar tu dinero o cambiarlo. Parecía algo importante. Ah, también, había un buen lugar comprar brochetas carne en el mercado… Naa, eso no es tan importante.”

“Eché un vistazo al mercado un poco. Entonces, hay brochetas de carne ahí, ¿eh? Si son tan buenos como dices, me gustaría probar una.”

“Te mostraré el lugar. Recuerdo exactamente dónde estaba… Aunque olvidé el camino de regreso a la oficina.”

“Bien, ¿entonces deberíamos ir juntos?” Dijo Manato como si fuera la cosa más natural del mundo.

“Estaba pensando en regresar a la oficina.”

“¿Eh…?” Haruhiro estaba atónito en silencio.

Claro, Manato había dicho: “Los veo a todos más tarde,” antes de irse de la oficina, pero, ¿acaso no se trataba de una frase corriente, una forma educada de decir adiós? Así fue como Haruhiro lo había interpretado. ¿Se había equivocado? ¿Manato todo el tiempo había tenido la intención de volver a la oficina después de recopilar información?

Algo cálido surgió en su pecho.

Manato dijo: “¿Hm?” Inclinó un poco la cabeza hacia un lado.

“¿Hay algo mal?”

“¡N-Nada en absoluto!” Dijo Haruhiro, dando palmadas a Manato en la espalda.

“V-Vamos. A la oficina. No me importa Ranta, pero estoy seguro de que Shihoru y Yume se sienten solas e indefensas.”

“Sí.” Manato asintió y comenzó a caminar.

Mientras lo seguía, Haruhiro se alegró de haberse encontrado con Manato nuevamente.

Manato caminó con grandes zancadas, sin mostrar señales de que no estaba seguro de hacia dónde iba, por un camino completamente diferente al que Haruhiro había estado apostando.

Aparentemente Haruhiro no había recordado el camino de regreso correctamente.