Hai to Gensou no Grimgar

Volumen 1

Capitulo 20: El pequeño orgullo de los asesinos de goblins

Se despertaron antes de que sonaran las campanas a las 6:00, y comenzaron a prepararse. Comieron lo que parecía bueno para el desayuno, dirigiéndose a la puerta norte a las 8:00. Se encontraron con Mary y se dirigieron a la Vieja Ciudad de Damuro. Todavía no habían terminado de hacer su mapa de la Vieja Ciudad todavía. Ellos mapeaban más mientras buscaban goblins.

Si solo fueran tres goblins, habían llegado al punto en que podrían manejarlos sin demasiado problema ahora. Sin embargo, cuando los goblins de la clase de peso ligero, que se especializaban en la evasión, se lanzaban a la mezcla tenían que tener cuidado.

En algún momento los goblins también tenían armas a distancia. En su mayoría eran basuras burdas. Sus flechas eran lentas y no tenían mucha fuerza, por lo que no eran tan aterradoras, pero las ballestas eran peligrosas. Si recibían un golpe de ellas en el lugar equivocado, las ballestas podrían ser instantáneamente letales. Y los goblins fuertemente equipados a veces eran extrañamente fuertes, por lo que si los subestimaban, tendrían problemas.

Para grupos de cuatro o más, a menos que las condiciones fueran excepcionalmente buenas, los dejaban ir. Cuatro goblins estaban cerca de su límite.

Si veían un grupo de cinco, fingían que no lo habían hecho. Si había cinco, seis o más goblins, era seguro asumir que eran una familia, un clan o algún otro grupo con su propio territorio. A menudo había grupos similares cerca, así que atacar a uno era como pisar la cola de un tigre.

La mayoría de los goblins que actuaban solos parecían ser pobres, pero a veces tenían objetos valiosos escondidos en sus bolsas de goblins. Eso los convertía en un objetivo.

Una vez al día, iban a ese lugar.

Los goblins de la Vieja Ciudad se dividían en dos grandes categorías: los que se quedaban en un lugar y no se movían mucho, y los que viajaban de un lugar a otro. Esos dos de ahí eran de la segunda categoría. Solo estaban en ese lugar de vez en cuando.

Cuando el grupo los vio desde la distancia, tuvieron dificultades para quedarse quietos.

Pero no. No te apresures. Aún no es el momento.

Actualmente, el grupo de Haruhiro era el único que utilizaba la Vieja Ciudad de Damuro como sus cotos de caza. No tenían que preocuparse por que alguien se los robara. Ahora era el momento de construir su fuerza.

Cuando regresaban a Altana, aunque no todos los días, iban a la Taberna Sherry.

No hacían nada en particular. Solo bebían y hablaban. Mary no hablaba mucho, pero eso era un millón de veces mejor que Ranta, que hablaba demasiado.

Los otros soldados voluntarios a veces se burlaban de ellos diciendo: “Hey, Asesinos de Goblins” O, “¿Cómo están, Asesinos de Goblins?” O, “¿Damuro es divertido, pícaros Asesinos de Goblins?” En realidad, cada vez que iban a la taberna, podían contar con ser llamados así una o dos veces.

Ranta diría: “¡Oh, cállate!” Pero si se enojaran cada vez, no tendría fin.

A Haruhiro no le importaba mucho el nombre. En realidad, pensaba que no sonaba tan mal.

Asesinos de Goblins. Es agradable. Me gusta bastante. Si nos llaman así, nos convertiremos en los mejores asesinos de goblins del Cuerpo de Soldados Voluntarios.

Día tras día, eran goblins, goblins, goblins. Goblinsgoblinsgoblins.

Al principio, todas las caras de los goblins le parecían iguales, pero ahora, Haruhiro podía distinguirlos bastante bien. La gran mayoría eran machos y las hembras eran excepcionalmente raras. Según Mary, la mayoría de las hembras eran criadas en la Nueva Ciudad por los goblins de clase alta como esposas.

“Hay un harén del que no estoy celoso en absoluto…” dijo Ranta.

“Incluso las chicas goblin no te querrían, Ranta.”

“Haruhiro, imbécil, ¿no lo sabes? ¡Soy atractivo incluso con los gobs! ¡No te tomes tan a la ligera a Ranta, el Rey Errante de la Atracción!”

“Dices eso, Rey de la Atracción, pero Yume te ve hablando con chicas en la taberna y siendo ignorado, ya sabes.”

“E-Eso es… bueno… ya sabes… incluso a un sujeto invencible como yo le tiene que suceder aveces…”

“El Rey de la Atracción también es rechazado, eh. A pesar de que se supone que es atractivo, el atractivo Rey de la Atracción.”

“¡Deja de decir ‘Rey de la Atracción’ una y otra vez! ¡Además, si esas idiotas no pueden entender mi encanto, no valen la pena! ¡Las personas que lo entienden, realmente lo entienden! Mary, si fueras obligada a elegir a uno de los tres, ¿quién sería? Totalmente yo, ¿verdad?”

“Si tuviera que hacerlo, Moguzo-kun.”

“¡¿Qué…?!”

“¿Eh? ¿Y-Yo…? Moguzo abrió mucho los ojos, parecía más sorprendido que tímido.

“Hmm…” Haruhiro miró hacia atrás y adelante de Mary a Moguzo.

Yume dijo: “¡Hoh!” Ella parecía impresionada.

Shihoru miró a Mary, parpadeando.

“¡Qué, q-q-q-q-q-q-qurgh!” Ranta se mordió la lengua tartamudeando sobre sus palabras. “¡¿Por qué?! ¡¿Yo no, pero Moguzo de todas las personas?! ¡Esa elección es increíble, ¿sabes?!”

Mary estaba tranquila y compuesta. “Es grande y adorable.”

“…Lo elegiste por tamaño… B-Bueno, no puedo competir contra eso… No hay nada que pueda hacer para vencerlo en eso… Aun así, pensar que perdería… Y ante la estupidez Moguzoooooo… ¡Maldicioooooooón!”

“Muy mal, eh, ¿Rey de la Atracción?”

“¡Ya te lo dije, deja de llamarme Rey de la Atracción, Tetas Pequeñas! Estás poniendo sal en la herida…”

Haruhiro estaba un poco sorprendido por haber perdido con Moguzo también. Parecía que a Mary le importaba algo más que un bonito rostro. Tal vez porque veía su propio hermoso rostro en el espejo todos los días, no estaba tan preocupada por los rostros de otras personas. Pero, no, ni Haruhiro ni Ranta tenían rostros especialmente atractivos, por lo que ese tampoco era el problema.

Haruhiro era el epítome de la mediocridad en lo que se refiere a su apariencia y habilidades, pero después de tantos días seguidos de enfrentar goblins, al menos tenía confianza en sus habilidades de lucha contra goblins.

Pero aún así, no te pongas arrogante, Haruhiro se recordó. No soy especial como Renji, Manato o Mary. Cuando Manato estaba vivo, me llevaba como a un bebé. Ahora, estoy dando mis primeros pasos como asesino de goblins. Si un sujeto mediocre como yo se descuida, definitivamente fracasará. Aunque no me descuide, sigue siendo peligroso. Así que, al menos, no puedo bajar la guardia.

En los días buenos, podian ganar más de diez platas en un día, e incluso en los días malos, podian ganar alrededor de dos platas. Aparentemente, Mary estaba viviendo en una casa de hospedaje bastante buena, pero Haruhiro y los demás seguían viviendo en la terrible pero barata casa de hospedaje de soldados voluntarios. Mantenían sus gastos en alimentos a menos de doce cobres al día, invirtiendo el dinero que habían logrado ahorrar para el grupo en conjunto.

Uno de los lugares donde se destinaban esas inversiones era hacia el equipo. El otro era hacia las habilidades.

En el caso de Haruhiro, para la defensa compró un protector de pecho de segunda mano y una banda protectora para el abdomen, así como una armadura de brazos y piernas. Todos estaban hechos con cuero, por lo que eran ligeros y no lo entorpecerían. El aumento de defensa era poco más que un placebo, pero era importante que lo hiciera sentir más seguro.

En cuanto a las armas, podía ir a un afilador para mejorar el filo de ellas, y ya estaba acostumbrado a usar las que tenía. Así que por el momento, no tenía intención de comprar otras nuevas. Si tenía dinero, era mejor gastarlo en equipo para Moguzo.

Moguzo estaba tratando de ensamblar el conjunto completo de la armadura de placas que quería. Normalmente, la armadura de placas se hacía a pedido, pero si la ordenaban a un herrero de armaduras, incluso en su forma más barata, estarían pagando no solo unas pocas monedas de oro, sino más de diez. Por supuesto, eso estaba fuera de alcance, por lo que encontrarían algo barato usado y harían que un herrero de armaduras la cambiara de tamaño. Incluso entonces, todavía estaban en el reino de gastar decenas de platas en cada una de las partes.

Moguzo tenía actualmente el peto, las hombreras, el espaldar y los avambrazos, así como la mitad de las grevas, que cubrían la parte delantera de las espinillas, y llevaba todo eso en una cota de malla. Para el casco, todavía estaba usando su barbuta. Su espada todavía era la espada bastarda que recibió de su gremio. Se estaba dañando, y necesitaba reemplazarla pronto o algo malo sucedería.

Ranta compró una camisa de cota de malla, usando una armadura de cuero sobre ella por alguna razón. Su armadura de cuero tenía el emblema de Skullhell y parecía muy orgulloso de ello. Se había enamorado de un extraño casco que parecía un cubo al revés, que se llamaba heaume, por lo que también llevaba eso. En cuanto a las armas, una vez había encontrado una espada larga de aspecto bueno en el mercado y la había comprado por impulso, por lo que Ranta se quedó sin dinero por un tiempo.

Que idiota.

Yume había conseguido un abrigo y pantalones de cuero, y se veían bastante bien en ellos. Con una capa con capucha, empezaba a parecer una cazadora seria.

Para Shihoru, la túnica y el sombrero de mago que su gremio le había dado comenzaban a romperse y aparecer agujeros en ellos, así que había comprado unos nuevos. Ella todavía tenía el mismo báculo. Aparentemente, a diferencia de las otras clases, la magia de sombra en la que Shihoru estaba enfocada principalmente, Magia Darsh, no se veía afectada por las cualidades del báculo que usaba. De hecho, ella dijo que podía usarla incluso sin un báculo.

Shihoru también había aprendido un nuevo hechizo, Sleepy Shade.

Haruhiro había aprendido las habilidades Sneaking y Swat de Barbara-sensei, mientras que Moguzo había aprendido War Cry. Ranta había aprendido Avoid y Exhaust. Yume había aprendido Quick–eye, mejorando su precisión con el arco, y con la habilidad de Pit Rat, ella había aprendido a esquivar rápidamente los golpes del enemigo.

Mary ya era una sacerdotisa cuya fuerza y experiencia estaban varios niveles por encima de Haruhiro y los demás, por lo que las habilidades del grupo definitivamente estaban mejorando. El problema era, ¿cuánto?

En la Vieja Ciudad de Damuro, había un lugar al que llamaban herrería. Estaba medio colapsado, pero con lo que parecía ser un horno y un yunque, ese edificio sin techo todavía tenía una serie de rastros que sugerían que una vez había sido una herrería.

En ese edificio, ahora había un grupo de cinco goblins.

Habían llegado a la herrería varias veces antes, incluso tomando un descanso y almorzando ahí. Hasta este punto, nunca habían visto a un solo goblin.

Parecía que había una gran disparidad entre los goblins de la Nueva Ciudad y los que hacían de la Vieja Ciudad su hogar. Al parecer, los goblins de la Nueva Ciudad que perdían las luchas por el poder o eran excluidos, se veían obligados a venir a la Vieja Ciudad.

Estos goblins deben haber sido recién llegados que vinieron de la Nueva Ciudad hasta aquí.

Los recién llegados primero elegían un lugar, y si eran un grupo grande, trataban de establecer su territorio. Los cinco nuevos goblins probablemente eligieron la herrería como su base de operaciones.

Después de explorar, Haruhiro regresó al lugar un poco alejado de la herrería donde los demás estaban esperando.

“Vamos a intentarlo,” propuso. “Hay cinco de ellos. El de la cota de malla tiene una ballesta. El resto tienen armaduras de cuero, uno con una lanza, uno con una espada corta y un escudo braquel, uno con un hacha de mano y uno con una espada. El gob de la ballesta probablemente es el jefe, y los otros cuatro gobs siguen sus órdenes. Son enemigos fuertes, pero será una buena prueba.”

“Suena interesante.” Ranta se lamió los labios y agarró su casco como cubo, el heaume, que estaba a su lado. “Vamos a hacer esto. Estoy a punto de pasar los 41 vicios. Una vez que llegue ahí, puedo convocar a mi demonio Zodiac al mediodía. Jejeje…”

Yume bañó a Ranta con una mirada fría. “¿Qué podrá hacer Zodiac por nosotros esta vez? En este momento, todo lo que hace es susurrar en los oídos del enemigo aveces, interponiéndose en su camino.”

“No dejes que esto te sorprenda, ¿de acuerdo? Ahora, Zodiac, que es aún más poderoso, ¡increíblemente tirará de los brazos o piernas del enemigo, interrumpiéndolos por nosotros! —Cuando él quiera.”

Shihoru parecía exasperada. “…Al final, todo es un capricho.”

“Ah, y una cosa más. Solo hace la cosa de tirar de las pierna y brazos a partir de la noche. Hasta la noche, bueno, ya saben, hará el ataque de susurro, decirme si hay enemigos y contar chistes de demonios. —Cuando él quiera.”

Mary se burló. “Eso es demasiado caprichoso.”

“Oh, cállense.” Ranta se puso el heaume y ahora estaba vestido al estilo cubo. “¿Qué saben ustedes sobre Zodiac? No tienen que entender. Yo puedo ser el único que entiende Zodiac. Heh. Los caballeros oscuros están solos. ¿O más bien al margen?”

“V-Voy…” Moguzo dio un gran asentimiento. “…a jalar a tantos de ellos como pueda. Dos, definitivamente. Si se trata de eso, los intimidaré con War Cry.”

Shihoru abrazó su báculo, metiendo su barbilla. “Voy a empezar poniendo a uno de ellos a dormir con magia.”

“Sí,” asintió Haruhiro. “Entonces está bien, Shihoru pondrá al gob de la ballesta a dormir. Hará una gran diferencia si lo golpeas al primer intento o no.”

“…Lo sé. Déjamelo a mí.”

“Cuando Yume termine de hacer su tiro preventivo, hará todo lo posible por tomar uno de ellos en combate cuerpo a cuerpo.”

“Voy a ponerme detrás de ellos, y si surge una oportunidad, terminaré a uno. Mary, tú…” Haruhiro echó un vistazo y Mary asintió en silencio.

Sentía que ella ahora hablaba incluso menos que antes, pero si él le preguntaba algo, ella contestaba, y hacía lo que se suponía que debía hacer y lo hacía bien. Si bien su estilo no era como lo que Hayashi había descrito, Mary debe haber aprendido de su gran… demasiado grande… error y cambió la forma en que hacía las cosas. Ella nunca era demasiado blanda con ellos, pero Mary era una sacerdotisa en la que podían confiar.

Ahora, si solo sonriera una vez cada pocos días, sería perfecto.

“Esto es una prueba.” Haruhiro miró a cada uno de sus camaradas, estirando su mano derecha. Ranta, Moguzo, Yume y Shihoru colocaron sus manos derechas sobre la de Haruhiro. Entonces Mary hizo lo mismo. No estaban tan lejos de la herrería, así que Haruhiro habló en voz baja.

“Fighto,” dijo en un susurro, y todos respondieron como uno.

“Ippatsu.”

Haruhiro abrió el camino, trayendo a Yume y Shihoru con él. Ranta, Mary y Moguzo los siguieron después.

Bajando sus caderas, aflojando sus rodillas, Haruhiro usó Sneaking para moverse sin hacer ruido. No siendo ladronas, Yume y Shihoru no podían esperar imitarlo, pero podían seguir sus pasos, caminando hacia donde él caminaba. Incluso eso hacía un gran cambio.

Se movieron a la sombra de los restos de un edificio. Siguiendo una pared que parecía lista para derrumbarse en cualquier momento, se pegaron a una montaña de escombros. Sleepy Shadow tenía un rango de aproximadamente doce metros. Llegaría desde aquí.

La herrería solo tenía dos paredes, que estaban llenas de agujeros, que quedaban en pie. Las otras casi se habían derrumbado por completo. Desde donde estaban ahora, tenían la confirmación visual de cuatro de los cinco goblins, por lo que podían elegir sus objetivos como les plazca.

Cuando Haruhiro dio la señal con sus manos, Yume y Shihoru asomaron sus cabezas entre los escombros.

Yume preparó su arco y apuntó una flecha, cerrando los ojos y respirando profundamente. Sus ojos se abrieron. Ella había activado Quick-eye. Aparentemente, el uso de ejercicios especiales para los ojos y la autohipnosis mejoraban su capacidad para ver a distancia, incluso mejorando su visión cinética por encima de eso. Esa era la verdadera naturaleza de la habilidad de Quick-eye.

Shihoru dibujó sigilos elementales con su báculo y comenzó a cantar en voz baja.

“…Ohm, rel, ect, krom, darsh.”

Un elemental negro, parecido a la niebla, voló desde la punta de su báculo. No era tan rápido como Shadow Beat, por lo que si el enemigo lo detectaba, sería bastante fácil de evitar.

Está yendo. Debe ser bueno. Está yendo. Llegó.

El elemental de sombra golpeó en la cara al gob de la ballesta, forzando su camino hacia la nariz, las orejas y la boca. El gob de la ballesta comenzó a tambalearse. El gob de la lanza, que había estado sentado contra la pared, se dio cuenta y saltó. Fue entonces cuando Yume dejó volar su flecha.

La flecha se enterró en el hombro del gob de la lanza. El gob de la lanza, previamente en pie, cayó sobre su trasero. Haruhiro gritó.

“—¡Moguzo! ¡Ranta!”

Moguzo y Ranta gritaron ruidosamente y cargaron hacia la herrería. El gob de la ballesta se derrumbó en el suelo.

Estaba durmiendo. Era más profundo que el sueño normal, pero si alguien lo pellizcaba o pateaba con fuerza, se despertaría. Necesitaban eliminar a los otros gobs para evitar que despertaran al gob de la ballesta.

Haruhiro y Yume siguieron después de Moguzo y Ranta.

Moguzo gritó: “¡Gracias!” Para intimidar al gob del hacha de mano con su Rage Blow, que llamaban el Corte de Gracias, y Ranta atacó al gob de la espada con Anger. Aunque falló.

Moguzo no le prestó atención al fuera de balance gob del hacha de mano, atacando al gob del broquel en su lugar. Cuando el gob del broquel retrocedió, bloqueando la espada bastarda con su escudo, Moguzo rápidamente se volvió hacia el gob del hacha de mano y lo golpeó.

Moguzo tenía la intención de tomar tanto al gob del hacha de mano como el del broquel. Ranta estaba intercambiando golpes con el gob de la espada. Yume cargó contra gob de la la lanza que ella ya había herido con una flecha.

Haruhiro miró a Shihoru y Mary rápidamente. Mary estaba observando la situación de la batalla con una mirada terriblemente seria en sus ojos, con su bastón de sacerdote listo. Si algún enemigo se acercara a Shihoru, ella estaría ahí para interceptarlo. Como maga, Shihoru estaba prácticamente indefensa, por lo que era reconfortante tener a Mary protegiéndola. No es que pretenda hacer que Mary se meta en la batalla.

“¡Lo derribaré!” Gritó Haruhiro. Una vez más, comprobó las posiciones de sus camaradas y de los gobs. ¿Cúal? Elige un objetivo. Ese. El gob del hacha de mano.

Sin caminar ni correr, Haruhiro mantuvo su postura baja, moviéndose por el suelo como si estuviera deslizándose. Era la misma idea que Sneaking. Pronto, se había puesto detrás del gob del hacha de mano. Ese fue el momento en que sucedió.

Su visión se enfocó en la escuálida espalda del gob del hacha y vio algo como una luz. Solo era algo que era como la luz. Probablemente no era una luz real. En cualquier caso, trazaba una línea incolora, que indicaba un punto en la espalda del gob del hacha.

Lo que era eso, Haruhiro no tenía ni idea. No sucedía todas las veces, o incluso con frecuencia, pero recientemente, una vez en una rara ocasión, sin ningún razonamiento detrás de ello, pensaría: Justo ahí.

Haruhiro movió su daga a lo largo de la línea que había aparecido repentinamente, y tan repentinamente desapareció. La hoja entró increíblemente fácil, y rozó contra algo.

Justo aquí, pensó Haruhiro. En el momento en que pensó eso, ya lo había atravesado.

Cuando sacó la daga, el gob del hacha soltó un gemido corto y se derrumbó. El gob ya estaba muerto.

Habiendo perdido lo que podría llamarse su compañero, el gob del braquel se paró sobre las puntas de sus pies, tomando uno… no, medio paso atrás. Inmediatamente, Moguzo lanzó un grito y golpeó el braquel con todas sus fuerzas, derribándolo de sus manos, y luego continuó cargando contra el gob, que ya no era el gob del braquel. El gob blandió su espada corta, pero no había necesidad de molestarse en esquivar.

La armadura de Moguzo desvió la espada. Empujó al gob hacia abajo, levantó su espada bastarda y con un: “¡Hungh!” La puso sobre el cráneo del gob.

Se partió en dos.

Quedan tres.

“¡Tch! ¡Exhaust!” Ranta chasqueó la lengua, saltando hacia atrás a una velocidad increíble.

Exhaust era una habilidad que usaba movimientos especiales para abrir instantáneamente una gran brecha entre el usuario y su oponente. El gob de la espada persiguió a Ranta, como si hubiera sido absorbido. Esa era la trampa de Ranta. Rompiendo en una sonrisa mientras retrocedía, empujó su afilada espada larga hacia adelante.

“—¡Avoid!”

El gob de la espada no pudo detener su impulso para evitar el golpe.

Su garganta.

La espada larga de Ranta apuñaló la garganta del gob de la espada. Ranta le dio un giro a su espada larga, pateando al goblin al suelo. “¡Bwajajajajajaja!” Se rió en voz alta. El canto de Shihoru quedó medio ahogado por esa fuerte… no, esa estúpida risa.

“¡Oh, oh, rel, ect, vel, darsh!” Era Shadow Beat. El elemental fue lanzado desde la punta del bastón de Shihoru, golpeando al gob de la lanza.

Cuando las hipervibraciones causaron que todo el cuerpo del gob de la lanza temblara, Yume se acercó. Primero, su machete apartó su lanza y, sin perder tiempo, gritó: “¡Hah!” Y cortó la base de su cuello. Incapaz de esquivarlo por completo, el gob de la lanza soltó un grito cuando ella le cortó el hombro. En ese punto, la batalla ya había sido decidida.

“¡Gracias…!” Moguzo intervino poderosamente, golpeando con el Corte de Gracias al gob de la lanza.

“…Podemos hacerlo. Así,” asintió Haruhiro. “Es hora de llevar a cabo el plan.”

“Finalmente, eh,” Ranta caminó hacia el dormido gob de la ballesta, blandiendo su espada larga. ¿Alguna vez llegaría el día en que esa sonrisa teatralmente cruel le quedaría bien? “Bueno lo que sea. Este es el fin. No solo para estos gobs. Para esos tipos también.”