Hai to Gensou no Grimgar

Volumen 1

Capitulo 17: Preciado

Si podía o no podía, mientras respirara, el tiempo continuaría fluyendo. Cuando se iba a dormir, el sol salía. Cuando llegaba la mañana, tenía que ir a la Vieja Ciudad de Damuro.

Emboscaron a dos goblins, hiriendo a uno con el ataque preventivo. Ranta y Yume se enfrentaron al goblin herido, mientras que Moguzo y Haruhiro se enfrentaron al ileso.

El goblin ileso llevaba un casco abollado y una rudimentaria cota de malla, y estaba armado con una espada dañada. Era un rival bastante duro, pero, dicho eso, Moguzo era mucho más grande que él y tenía la ventaja en términos de fuerza también. Parecía que debería haber sido capaz de abrirse camino a través de su defensa, pero Moguzo no lo hizo.

¿Por qué no? ¿Porque Moguzo tenía miedo?

Era cierto que Moguzo no era tan imprudente como Ranta. Sin embargo, tenía buenas razones para ser cauteloso.

El goblin llevaba puesto un casco, así que Haruhiro notó algo mientras los observaba a los dos. Con un casco, no morirías de un ligero golpe en la cabeza. Sin embargo, sin uno, incluso un leve golpe podría causar lesiones graves, por lo que no podría evitar ser cauteloso.

La noche anterior, Moguzo había dicho que quería un casco y una armadura de placas. No una espada nueva y afilada: lo que quería era equipo de defensa. Con un equipo que lo defendiera mejor, podía lanzarse a la lucha más plenamente. Eso era probablemente lo que había querido decir.

Haruhiro pasaba la mayor parte de su tiempo pensando en cómo ponerse detrás del enemigo. No llevaba armadura, por lo que cada ataque enemigo le daba miedo. Solo era un poco exagerado decir que un corte podría ser su final, por lo que los evitaba con todo lo que tenía.

Sin embargo, Moguzo tenía que enfrentarse al enemigo en un intercambio directo de golpes. Si Moguzo corriera como Haruhiro, todo se convertiría en un desastre total.

Debido a que sus roles eran diferentes, Haruhiro no había entendido eso. No había visto nada. No, no había tratado de ver nada.

“¡Moguzo…!” Haruhiro llamó a Moguzo, golpeando al goblin mientras lo hacía.

El goblin se giró en su dirección. Haruhiro retrocedió.

El goblin vaciló por un momento.

Solo un momento.

El goblin se volvió para enfrentar a Moguzo, pero Moguzo ya estaba blandiendo su espada bastarda.

“¡Hunghh…!”

La espada bastarda se enterró profundamente en el flanco del goblin. Pero las criaturitas vivas no mueren tan fácilmente.

El goblin gritó: “¡Gyagyahh!” Y trató de balancear su espada.

¡No te dejaré hacer eso! Haruhiro atacó al goblin por detrás. La mano de la espada del goblin. Apunta a su mano. La muñeca.

“—¡Slap…!”

No fue capaz de cortarla, pero su daga alcanzó el hueso y el goblin perdió el agarre de su espada. Moguzo gruñó y trató de blandir su espada bastarda. El goblin gritó, tratando de agarrar a Moguzo. Haruhiro agarró el casco del goblin con su mano izquierda, arrancándolo con todas sus fuerzas, luego apuñaló su daga debajo de su barbilla.

“—¡Ahí!”

Incluso después de todo eso, el goblin tardó un tiempo en dejar de luchar.

Había vidas en juego aquí. Ambas partes eran serias. No se ponía más peligroso que eso. No había manera de que fuera fácil. ¿Manaoto no había dicho eso?

Al igual que ellos no querían morir, los goblins tampoco querían morir. Los mataban, tomando sus cosas para seguir viviendo.

Y el otro goblin, Ranta y Yume, Shihoru lo debilitó con magia y Ranta asestó el golpe final.

Una vez que terminó la batalla, mientras Haruhiro estaba recogiendo las bolsas de los goblins, Mary llevó los cinco dedos de su mano derecha a su frente, presionando su frente con el dedo medio.

¡Eso fue muy rápido! Casi me lo pierdo. Sin embargo, logró verlo correctamente.

Ese es el signo del hexagrama. Manato a menudo hacía eso después de vencer al enemigo. Estoy un poco sorprendido, ella no parece ser del tipo para hacer eso. Por otra parte, realmente no la conozco. No sé nada de Mary. Nunca he tratado de conocerla.

Durante el descanso de la tarde, le dijo a Moguzo: “Oye, voy a colaborar. Moguzo, no importa si es barato, pero cómprate un casco. Tal vez busque alguna armadura usada de tu tamaño también. Incluso si no puedes encontrar ninguna, ve cuánto costaría repararla. Eso nos dará una idea del precio.”

“…¿Eh? ¿De verdad? Pero… no pudo. No creo que debas pagar por eso, Haruhiro.”

“Está bien, de verdad. Por ahora, esto es todo lo que necesito,” dijo Haruhiro, golpeando su daga. “Si no tienes todo el conjunto de equipamiento, es un problema para todos. Entonces, es por mi propio interés pagar, ¿ves? La armadura de hierro es costosa, ¿no? Si estuviéramos ganando mucho dinero, te dejaría manejarlo, pero como no lo estamos haciendo, es mucho esperar que tú puedas pagarla toda.”

“Ahh, cuando lo dices así, Yume está de acuerdo,” Yume le dio una sonrisa relajada. “Moguzo, si compras equipo defensivo, Yume donará a la causa. Vamos todos a buscar un lindo casco juntos, ¿de acuerdo?”

Shihoru vacilante levantó su mano. “…En ese caso, yo también lo haré. No puedo escatimar mucho, pero puedo poner un poco.”

“¡No importa lo que pase, no me sacarás ni un solo cobre, ¿de acuerdo?! ¡Solo digo!” Declaró Ranta.

“Esta bien. Nadie esperaba nada de ti, Ranta,” dijo Haruhiro.

Luego echó un vistazo para ver la reacción de Mary.

Mary estaba mirando hacia la distancia, como para decir que no era su preocupación. Aun así, ¿era solo la imaginación de Haruhiro cuando pensó que ella se veía un poco triste y sola?

Se le ocurrió que, si podía permitírselo la próxima vez, debería mirar a Mary durante el combate. Ella solo sostiene su bastón, nunca se mueve hacia frente, casi nunca nos cura, no tiene motivación, básicamente está parada ahí, era su impresión actual de Mary. ¿Pero era realmente cierto?

Los primeros goblins que encontraron en la tarde era un grupo de tres, así que las cosas eran demasiado agitadas para que pudiera observar lo que Mary hacía en combate.

Después de eso, no pudieron encontrar ningún grupo o goblins individuales que parecieran buenos objetivos, pero al salir de la Vieja Ciudad de Damuro, se encontraron con un par de goblins.

Habían estado caminando uno al lado del otro, por lo que se convirtió en un tumulto repentino. Shihoru y Mary, el equipo de retaguardia, ni siquiera tuvieron tiempo de retroceder.

Uno de los goblins se abalanzó sobre Mary.

Ella jadeó.

“No te quedes con la mirada perdida…” Ranta tacleo al goblin y lo tiró al suelo. “…¡Perra estúpida!”

“¡No estaba con la mirada perdida!” Espetó ella.

Cierto, no parecía que Mary tuviera la mirada perdida.

El otro goblin intentó saltar sobre Shihoru. Mary gritó, dándole un buen golpe con el bastón de sacerdote. Esa era la habilidad de autodefensa de los sacerdotes, Smash. Era una que Manato también había aprendido, así que estaba seguro de ello.

Había dos enemigos, por lo que estaban en una buena posición desde el principio. Mientras Haruhiro miraba las espaldas de los goblins, de vez en cuando miraba a Mary.

Ya me lo imaginaba. El bastón no es solo para mostrar. Ella ha aprendido las habilidades adecuadas de autodefensa. No quiere moverse al frente, pero aún así protegió a Shihoru.

Más que eso, cuando un goblin agarró a Moguzo, dándole un golpe en la barbilla, Mary observó todo lo que sucedía de cerca. Justo después de eso, ella se dio la vuelta. Como si estuviera pensando, él está bien. No hay necesidad de sanarlo.

¿Mary solo está ahí de pie? ¿No tiene motivación? No es eso en absoluto. Mary estaba observando la situación desde la retaguardia, emitiendo juicios cada vez que un camarada resultaba herido. Incluso usaría su bastón si tenía que hacerlo.

Con la batalla terminada, Shihoru fue y habló con Mary. “Um, gracias por lo de antes.”

Mary apartó la mirada de ella. “¿De qué estás hablando?”

Ella no tiene que decirlo así. Si solo dijera “de nada,” o sonriera, entonces todos, chicos y chicas, querrían a Mary. No debería ser difícil. Estoy seguro de que hacerlo también le facilitaría la vida a Mary. Entonces, ¿por qué no lo hace?

Después de que regresaron a Altana y vendieron su botín, Haruhiro la llamó. Él notó que ella estaba a punto de irse sin decirles. “¡Ah, Mary, espera un segundo!”

Mary se rascó el cabello y se dio la vuelta como si fuera una molestia. “¿Todavía tienes algún asunto conmigo?”

Como he dicho, asustas con cada cosa pequeña. Estoy empezando a pensar que quieres ser odiada. Aun así, somos miembros de la mismo grupo, ¿no? Tiene que ser mejor ser querida que ser odiada. Desearía tener las agallas para decirle eso, pero no puedo. Si trato de involucrarme demasiado con ella, es probable que Mary se escape. Tengo la sensación de que diría: “¡Ya es suficiente! ¡Adiós!” Y abandone el grupo.

“No lo llamaría asunto, pero ¿te gustaría venir a comer con nosotros? Podemos ir a la taberna o algo después de eso.”

“No, gracias.”

“…¿Por qué tan cortés?”

Mary miró hacia abajo y lejos, frunciendo el ceño ligeramente. ¿Estaba enojada? Parecía avergonzada de alguna manera. “…No hay un significado real detrás de eso.”

“Oh, ya veo. Lamento molestarte por una pequeña cosa como esa.”

“Realmente no…” Mary comenzó a fruncir los labios pero se detuvo, mirando hacia abajo y sacudiendo la cabeza de izquierda a derecha. Entonces ella dijo: “Nos vemos.”

Probablemente, la siguiente palabra que había estado a punto de pronunciar era mañana. Para Mary, que siempre se iba sin decir ni una palabra, esto era inusual. O hubiera sido inusual pero, en última instancia, nunca sucedió. Deteniéndose con solo esas dos palabras, Mary le dio la espalda a Haruhiro y a los demás.

Mary camina rápido, pero la forma en que camina es extraña. Como si estuviera nerviosa.

Ranta se burló. “Seee, que mujer tan desagradable. En serio.”

“¿De verdad…?” Moguzo se acarició la barbilla. Era leve, pero le crecía barba.

Tu barba seguro que crece en grosor, Moguzo.

“Me siento como si hoy fuera un poco diferente.”

Yume asintió con la cabeza. “Sí, sí, ella fue diferente hoy, ¿eh? La Mary-chan de hoy fue un poco linda. Sin embargo, ese es solo un vaaaago sentimiento que Yume tuvo, ya saben.”

Ranta miro a Yume con el rabillo del ojo. “No solo llames lindo a todo y a todos, lindo, lindo. Tu ‘lindo’ se aplica a un rango tan amplio, que ni siquiera sé lo que significa.”

“No necesito que alguien como tú lo entienda, Ranta. No quiero que me entiendas.”

“Eso no es muy lindo.”

Una vez que lograron calmar a Yume y Ranta, fueron a buscar un casco para Moguzo. Había una tienda en el mercado que vendía cascos de hierro usados, y un tipo llamado barbuta era barato.

Las barbutas se forjaban con una sola lámina de hierro, por lo que eran tan baratas como simples. Tenían la forma del dedo gordo del pie de una persona, y cuando lo usabas, tus ojos, nariz y boca quedaban expuestos a través de la abertura en forma de T.

A primera vista, parece que se caería fácilmente, pero hay cuero envuelto en el interior, así que supongo que no, pensó Haruhiro.

Ranta regateó obstinadamente el precio, y obtuvieron una barbuta que se ajustaba perfectamente a Moguzo, incluso si estaba rayada y abollada, por 18 platas cuando el precio original había sido de 42 platas. De eso, Haruhiro pagó tres platas, Yume y Shihoru tres platas cada una, y Moguzo pagó ocho platas.

Mientras comían en un puesto, Ranta dijo: “¡Bueno, efectivamente puse 24 platas, ¿entendido?! ¡Será mejor que estén agradecidos, chicos!” E hinchó su pecho con orgullo, lo que hizo que Yume y Shihoru fruncieran el ceño.

Haruhiro también estaba horrorizado, pero cuando lo pensó, Ranta podría tener razón. Probablemente nadie más que el descarado Ranta podría haber regateado tan fuerte. 24 platas podría haber sido una exageración, pero probablemente habían ahorrado alrededor de diez platas gracias a Ranta.

“Sí. Gracias, Ranta,” dijo seriamente Haruhiro.

Ranta parpadeó sorprendido y dijo: “S-Seguro,” luego miró hacia abajo. “…M-Mientras lo entiendas. Es mi, ¿qué, mérito? ¿Mi valor? ¿Mi verdadero valor? Algo así, de todos modos. Ya que ustedes tienden a despreciarme. Tomen esto en serio, para futuras referencias. En serio. Se los ruego, honestamente. Bueno, no, no voy a rogar…”

Habían planeado echar un vistazo a la armadura después de comer, pero ya era tarde, así que fueron a la taberna. Mary no parecía estar ahí. Haruhiro la había invitado a venir, así que eso podría haber hecho que decidiera no presentarse aquí esta noche.

“Esa mujer en serio es única. Es incluso peor que Yume,” murmuró Ranta. Parecía estar amargado porque Mary no había dicho una sola palabra de agradecimiento después de haberla ayudado. “Quiero decir, ni siquiera puede dar un buen saludo, o gracias, o lo siento. Ella no tiene remedio. Las miradas son todo lo que tiene. Solo su apariencia. Sin embargo, su aspecto físico es de primera categoría. Bueno, sin embargo, ella no es nada comparada con esa elfa del grupo de Soma.”

“P-Pero…” tartamudeó Moguzo. Todavía llevaba su barbuta. Parecía que le gustaba bastante.

No va a ser fácil beber con esa cosa, penso Haruhiro.

“Antes, cuando ella me sanó, me dijo que lo sentía. Mary-san lo hizo.”

“¿Ehhh? No mientas, Moguzo. Como si alguna vez ella haría eso.”

“E-Es cierto. Fue cuando me lastimé la cabeza. La mano de Mary-san tocó la herida, y gemí de dolor, así que ella dijo que lo sentía.”

“Sí, eso sucedió.” Haruhiro también lo recordó. Él no había podido escucharla, pero Mary definitivamente le había dicho algo a Moguzo esa vez. “Ya veo. Eso fue una disculpa.”

“Ella también me protegió,” asintió Shihoru. “Es difícil de acercarse, pero no creo que sea desagradable o sin corazón. Ella no es ese tipo de persona.”

“Mary-chan también es un verdadero pastelito, ya saben,” agregó Yume.

“Entonces, estuve observando a Mary más de cerca hoy,” dijo Haruhiro, “y…”

Describió a los demás lo que había notado en combate. Mary estaba trabajando duro para cumplir su papel a su manera. Simplemente, no les decía lo que estaba pensando, no les hablaba bien y tenía problemas de actitud. Por eso la entendieron mal.

“—Ahora, probablemente es eso, pero si entendemos el método de Mary, creo que podemos usarla bien. Sin embargo, no estoy seguro de si eso es lo suficientemente bueno.”

“¿Qué tiene de malo?” Ranta tragó un poco de cerveza, luego resopló burlonamente. “Si esa mujer está haciendo su trabajo, como tú dices, no hay problema. Aunque no estoy convencido de que la mujer realmente lo haga.”

“Si te sientes así, Ranta, ya es un problema.”

“¿A ustedes incluso les importa cómo me siento, chicos? Siempre me están ignorando, ¿no?”

“No te pongas malhumorado.”

“No estoy malhumorado en absoluto. Solo afirmando la verdad. Esa perra es una forastera en el grupo, pero no soy muy diferente en ese aspecto, ¿verdad?”

¿Ranta se había sentido de esa manera? Haruhiro nunca lo había notado. No solo había sido Mary, Haruhiro tampoco había estado mirando a Ranta. ¿Eso era lo que significaba?

Ahora que lo pienso, Ranta también es un humano. Si lo trataran mal, no estaría bien con eso.

Aunque, en ese caso, tal vez debería haber tratado de hacer algo con respecto a la forma en que hablaba y actuaba. Sentía que estaba recibiendo exactamente lo que se merecía. Aun así, incluso si le dijeras a alguien que arregle su personalidad, no era algo que pudiera arreglarse tan fácilmente.

Incluso como es ahora, Ranta tiene algunos puntos buenos. Bueno, al menos no absolutamente ninguno.

“Mi error,” Haruhiro bajó la cabeza. “Lo siento, Ranta. Tendré más cuidado en el futuro.”

“¡S-Sí! ¡S-Será mejor que seas más cuidadoso, imbécil!”

“…El ‘imbécil’ era innecesario.”

“¿Qué hay de malo en llamar imbécil un imbécil, imbécil?”

“Hombre…” Haruhiro se rascó el cuello. Ni siquiera podía enojarse en este punto.

¿Qué es Ranta, un niño? Sí, definitivamente lo era. Tal vez era mejor no prestar atención a cada pequeña provocación, y dejarlo pasar. Ahora que lo pienso, Manato lo manejaba de esa manera.

Mientras suspiraba y miraba alrededor de la taberna, una capa de Orion llamó la atención de Haruhiro. Era Shinohara. Estaba subiendo las escaleras hasta el segundo nivel.

“Ah. Iré a saludar a Shinohara-san,” dijo Haruhiro.

“¿Queeeé? Déjame adivinar, Haruhiro, estás tratando de entrar a Orion sin el resto de nosotros, ¿verdad?” Ranta exigió. “¡No te dejaré hacerlo! ¡Yo también voy!”

“…Bueno, no, no tengo ninguna intención de hacer eso, pero seguro, puedes venir.”

“E-Entonces, yo también.”

“Si todos ustedes van a ir, tal vez Yume también irá.”

“Eh… B-Bueno, entonces yo también… sería un poco extraño ser la única que se quede atrás…”

Haruhiro tenía sus dudas de que deberían hacerlo de esta manera, pero los cinco subieron las escaleras juntos. Shinohara los notó antes de que Haruhiro pudiera llamarlo, y se levantó de su asiento.

“Oye, Haruhiro-kun. Ha pasado tiempo. ¿Estos son tus camaradas?”

Vaya. Solo me hablé con este sujeto una vez, y aún me recuerda. Eso es algo increíble. Y, espera, casi todos los que están sentados alrededor de Shinohara son parte de Orion. Tiene que haber más de veinte… no, treinta de ellos. La mayoría son hombres, pero tal vez una tercera parte son mujeres, y todos llevan la capa de Orion.

“S-Sí… Q-Que bueno verte, uh…”

“Vamos, por aquí. Hayashi, ¿podrías conseguir algunos asientos para ellos?”

“Está bien, Shinohara-san.” El hombre de cabello corto y ojos delgados que había llamado Hayashi trajo algunas mesas y sillas de las cercanías.

“Acérquense a mí aquí,” dijo Shinohara. Él se sentó en una de las sillas que rodeaban la mesa que Hayashi trajo, y Haruhiro y los demás hicieron lo mismo.

Los miembros de Orion no miraron boquiabiertos; simplemente continuaron hablando en voz baja entre ellos.

Son demasiado educados, demasiado agradables, pensó Haruhiro.

A pesar de que todavía no habían ordenado, las bebidas llegaron para ellos. Olvídate de Moguzo, Yume y Shihoru, incluso Ranta estaba tan callado y dócil como un cordero.

Es increíble lo de Orion, pensó Haruhiro.

“Bueno, ¿cómo estás, Haruhiro-kun? Parece que todavía no has comprado tu insignia, pero, ¿estás empezando a acostumbrarte al estilo de vida?”

“¿Eh? ¿Cómo sabes que todavía no he comprado mi insignia?”

“Siempre estoy interesado en lo que los novatos están haciendo. Estás frecuentando la Vieja Ciudad de Damuro, ¿verdad? Parece que algunas personas han empezado a llamarlos a ustedes los Asesinos de Goblins a sus espaldas.”

“Ahh… hemos estado apuntando a nada más que a goblins todo este tiempo, así que eso es lo suficientemente justo.”

Shinohara se detuvo por un momento, luego ajustó su postura. “Lo que le pasó a tu camarada fue lamentable.”

“…Sí.” Haruhiro bajó sus ojos a la mesa, apretando sus manos. Incluso él lo sabe, eh. Por otra parte, tal vez sea así.

Altana le había parecido enorme al principio, pero en realidad era un espacio fijo con todo dentro de él. El mundo de los ocupados soldados voluntarios era una porción aún más pequeña de eso. Si no hicieran todo lo posible por ocultarlo, las noticias de casi cualquier cosa se divulgarían en un instante. Probablemente debería tener eso en cuenta.

“…Quiero decir, también me deprimió mucho,” dijo Haruhiro. “Era un gran sujeto.”

“Puede ser engreído de mi parte decir esto, pero sé lo que es perder a un camarada,” le dijo Shinohara. “También lo he experimentado.”

“Ya… veo. Eso es…”

“Por favor, nunca olvides ese dolor,” dijo Shinohara, mirando a Haruhiro y los demás. Sus ojos eran pacíficos pero llenos de una profunda tristeza. “Incluso mientras llevas ese dolor, puedes seguir adelante. Quiero que ustedes lo guarden muy profundamente en sus corazones. Además, quiero que atesoren a los camaradas que tienen ahora. Atesoren el tiempo que pasan con ellos. Porque una vez que el tiempo pasa, nunca volverá. Sin duda se arrepentirán, pero, por favor, trabajen duro para dejar el menor número de arrepentimientos que puedan.”

Mientras escuchaba a Shinohara hablar, Haruhiro inconscientemente se llevó una mano a su pecho. Atesorar a los camaradas que tengo ahora.

Si tan solo hubiera hecho más para atesorar a Manato mientras estaba vivo. Si tan solo hubiera hecho más para entender a Manato. Sin embargo, eso ya no era posible. Esa era una razón más por la que necesitaba valorar el tiempo que tenía con los camaradas que tenía ahora. Para no arrepentirse.

No se sabe cuándo yo mismo podría morir.

Era lo mismo para Moguzo, para Ranta, para Yume, para Shihoru e incluso para Mary. No quería quedarse pensando en cómo debería haber hecho esto o aquello de otra manera si alguien moría de nuevo. No quiero que ninguno de nosotros piense eso.

“Shinohara-san, tengo que pedirte un consejo.”

“¿Qué podría ser? Espero poder ayudarte.”

“Se trata de Mary. Ayer, subiste y hablaste con ella, ¿sí? Sabes que Mary también está en nuestro grupo, ¿no?”

“Sí. ¿Qué hay con ella?”

“Queremos que nos lo hables. Acerca de Mary. Cualquier cosa que sepas. Puede que me esté dirigiendo a la persona equivocada, pero no creo que nos lo diga ella misma, incluso si intentáramos obligarla a hacerlo.”

Shinohara golpeó la mesa solo una vez con su dedo índice. “Más que yo, Hayashi es el sujeto con quien hablar sobre eso. Él estuvo en un grupo con ella en un momento dado.”

“¿Eh…?” Haruhiro miró hacia la mesa de al lado, donde Hayashi actualmente estaba tomando una copa. Hayashi notó la mirada de Haruhiro y le hizo una reverencia silenciosa.