Hai to Gensou no Grimgar

Volumen 1

Capitulo 13: Una pieza importante

La mañana sigue llegando, eh, pensó Haruhiro. No importa quién muera, la mañana siguiente llega, una y otra vez.

Eran las 8:00 de la mañana siguiente, frente a la puerta norte de Altana. Antes de que el eco persistente de las campanas terminara, Ranta gritó, sonando desesperado: “¡Y, en esa nota, todos! ¡Quiero presentarles a todos nuestra nueva amiiiiga! ¡Es la sacerdotisa, Mary! ¡De acuerdo, denle un buen aplauso…!”

Haruhiro y Moguzo aplaudieron, al menos, pero Yume y Shihoru parecían estupefactas. No era difícil entender cómo se sentían. Haruhiro y los demás los habían despertado a primera hora de la mañana, traídos aquí, y ahora esto. Sería extraño si no estuvieran sorprendidos.

A pesar de que era la primera vez que se encontraba con Yume y Shihoru, Mary no hizo ningún intento de saludarlas. Parecía tener una voluntad fuerte, y no estaba tratando de ocultar su indisposición, por lo que no era inesperado. Pero aun así, Haruhiro se preguntó si ella no podría haberlo manejado un poco mejor. Aparentemente no. Esa era casi la razón por la que incluso ellos habían podido reclutarla.

Ranta le hizo un gesto a Mary una vez más. “E-Esta es Mary-san…”

“Ho…” Shihoru se inclinó tímidamente. “…Hola.”

“En…” Yume también vacilaba. “Encantada de conocerte.”

Incluso después de eso, Mary ni siquiera saludó. Ella entrecerró los ojos sin decir una palabra, mirando fijamente a Shihoru y Yume. Haruhiro había sido observado de la misma manera la noche anterior. Eso había sido difícil de soportar.

Para empezar, ella es linda. Y no solo la lindura común. No es que sus ojos sean grandes, o que tenga la nariz y los labios bien formados, o que su cabello liso y brillante sea bonito. Es algo en una dimensión muy por encima de todo eso. Me cuesta creer que sea humana como nosotros. ¿Qué es lo que me hace sentir así? Probablemente sea el equilibrio entre todas estas cosas. Su pequeña cabeza, y su figura. Con solo una mirada, puedes ver que es diferente. Ella tiene ese tipo de aura sobre ella. Es tan poderosa que, al principio, tuve problemas para pararme frente a ella. Pero noté algo de inmediato. Su mirada es fría. Anormalmente fría. Esta mujer es un problema. Del tipo que es mejor no acercarse; solo mirar desde la distancia. Ese es el tipo de mujer que es.

Pero lamentablemente, la situación de Haruhiro y los demás no les dejaba más remedio que reclutarla.

Según Kikkawa, los soldados voluntarios que no podían un grupo no eran comunes, y los sacerdotes eran especialmente infrecuentes. Incluso aveces había peleas para conseguir un sacerdote talentoso, por lo que escaseaban. Además de eso, Haruhiro y los demás seguían siendo aprendices, y parecía que se habían quedado atrás del Team Renji y Kikkawa, los otros que llegaron al mismo tiempo que ellos. En otras palabras, eran el grupo con la clasificación más baja dentro de Red Moon, y todavía se arrastraban por la parte inferior. No estaban en posición de ponerse quisquillosos. Ya fuera Mary o cualquier otra persona, siempre que tuvieran un sacerdote para unirse a su grupo, era bueno. Si no tuvieran a alguien, tendrían que darse por vencidos o uno de ellos tendría que cambiar de trabajo para convertirse en sacerdote.

Mary cepilló su cabello con su mano, luego miró a Haruhiro.

“¿Estos son todos?”

“Sí…” Haruhiro apresuradamente miró hacia abajo. Había estado mirando a Mary sin querer. Al menos era agradable de ver. Mary llevaba un traje de sacerdote blanco con líneas azules. No era particularmente elegante, y no acentuaba las líneas de su cuerpo, pero aún se veía genial. Simplemente era hermosa.

“Oh, sí. Estos son todos. Contigo incluida, somos seis.”

“Ya veo,” Mary dio un pequeño resoplido, riendo. “Bueno, está bien. Mientras yo reciba mi parte, no me importa. ¿A dónde nos dirigimos? ¿Damuro?”

“S-Sí…” Haruhiro miró al resto de sus camaradas.

El estado de ánimo aquí no es bueno. Es terrible en realidad. ¿Esto va a funcionar bien?

“…¿Supongo?”

“¿Supones? Se claro.”

“D-Damuro. La vieja ciudad. Cazar globlins… En cuanto al resto, no lo sé.”

“Está bien, lo que sea. Bueno, ¿qué tal si se adelantan? Yo los seguire.”

“…Oye, ¿sabes?” Ranta miró a Mary. “¿N-No podrías, uh, hacer algo sobre la forma en que hablas, tu actitud…?”

Los fríos ojos de Mary atravesaron a Ranta. “¿Eh?”

“…No, lo siento… Realmente, lo siento. No es nada…”

Das miedo, Mary. Demasiado miedo. Eres malas noticias, en serio. Estás a la altura de tu reputación.

Según Kikkawa, Mary tiene varios apodos. Uno es Malhumorada Mary. Otro es Aterradora Mary. Ella es principalmente un agente libre. Es invitada a grupos que no tienen sacerdotes o no hay suficientes. Mary nunca se niega. Sin embargo, nunca se queda por mucho tiempo en un grupo. Aparentemente, Mary no piensa en las personas como personas. La calidad de su trabajo como sacerdote también es dudosa. Ninguno de los rumores que escuché era bueno. En cualquier caso, ella es de primera clase cuando se trataba de apariencia, pero su personalidad deja poco espacio para la cooperación. Demasiado poco. Por cierto, si bien nunca rechaza una invitación a un grupo, rechazará invitaciones para una cita a la velocidad de la luz. Escuché que Kikkawa fue rechazado bastante espectacularmente. Me sorprende que tuviera las bolas para invitarla a salir. Eres increíble, Kikkawa.

No hubo absolutamente ninguna conversación durante la caminata de una hora a Damuro.

Esto es duro. Demasiado duro. Ranta y Moguzo están aterrorizados por Mary, y Yume y Shihoru la ven con sospecha, duda e incertidumbre. ¿Porqué? Haruhiro no lo entendía. No estoy seguro, pero Yume y Shihoru parecen desconcertadas, y tal vez un poco molestas. Tal vez estén molestas por traer a un nuevo sacerdote justo después de que Manato muriera. ¿Es así? Especialmente considerando como es ella. ¿Es eso…?

Honestamente, Haruhiro no podía decir que no sentía lo mismo.

¿No podríamos haber esperado al menos un poco más? Nunca consultamos a Yume y Shihoru tampoco. No es que tuviéramos que decidir en el acto ese día. Debería haberlo pensado más. Si Manato estuviera cerca, nunca se habría ido con la corriente y habría dejado que las cosas salieran así.

Además, es demasiado pronto para que volvamos aquí.

A la Vieja Ciudad de Damuro.

Al lugar donde murió Manato.

“…¿Y si nos topamos con ellos de nuevo?” Murmuró Haruhiro.

“Si lo hacemos,” dijo Ranta, forzando las palabras sombríamente. “Tendremos que matarlos. No estaré satisfecho hasta que les corte las orejas y las ofrezca en el altar de Lord Skullhell.”

“Pero…” dijo Shihoru fríamente. “No podemos ganar. No como somos ahora.”

Ranta se burló. “Lucharemos incluso si no podemos ganar.”

“Si morimos haciendo eso,” la voz de Yume se estremeció. “…Si morimos así, todo será por nada.”

Moguzo asintió vigorosamente. “Morir no es bueno. No quiero que nadie más muera.”

“¿Alguien…” Mary comenzó a decir, luego se mordió el labio. “…va a ir? ¿O no? No me importa cuál, pero háganlo rápido.”

Ranta apartó la vista de ella, chasqueando la lengua con desaprobación. “Haruhiro, vamos a seguir con esto.”

“Sí…” dijo Haruhiro, luego un pensamiento cruzó su mente. ¿Quién era el líder de este grupo? Antes, no había duda de que había sido Manato. ¿Pero ahora? Ranta no estaba hecho para liderar. Moguzo no era del tipo que podía hacer que todos se unieran a él, y tampoco lo eran Yume o Shihoru. Entonces, ¿era él? No, él tampoco tenía la capacidad de liderar a la gente. Era demasiado indeciso. Manato lo había dicho mucho.

Al final, Manato miró a Haruhiro y dijo que contaba con él.

¿Eso significaba que quería que yo cuidara a los demás por él? Pero, Manato, eso es imposible. No puedo hacerlo. No puedo ser como tú.

Haruhiro intentó decir: “Vamos,” a los demás, pero salió con un tartamudeo. Eso lo hizo sentir bastante patético.

Siguiendo el mapa que todavía estaban haciendo, caminaron con cuidado a través de las áreas donde aparecían los goblins.

Como Manato se había ido, enfrentarse a un grupo de tres sería difícil. Pero en el día de hoy, de todos los días, aunque se encontraron con grupos de tres o cuatro, no pudieron encontrar un grupo de dos o menos. Para cuando tomaron su descanso de la tarde, todos estaban llenos de impaciencia, frustración y cansancio, y el estómago de Haruhiro comenzó a doler. A este ritmo, había muchas maneras en que simplemente no iban a durar. Haruhiro tomó una decisión silenciosa. Si encontraban un grupo de tres o menos, atacarían. Tenían un sacerdote, estaba seguro de que lo podrían manejar de alguna manera.

La oportunidad para eso pronto llegó. Había rastros de una fogata en un área rodeada por muros derruidos. Ahí, encontraron tres goblins. Uno estaba vestido con una cota de malla y llevaba una lanza corta, pero los otros dos llevaban ropa hecha de tela, uno con un hacha en sus manos y el otro con una espada corta. El bien construido gob de la lanza parecía estar a cargo, con el gob del hacha y el gob de la espada corta siguiendo sus órdenes.

Podemos manejar a estos tipos de alguna manera.

“Primero, Yume, y Shihoru lanzarán un ataque preventivo al gob de la lanza. Yo, Ranta, Yume y Mary mantendremos ocupados al gob del hacha y el gob de la espada corta, así que Moguzo y Shihoru tomarán al gob de la lanza. Si es difícil para ustedes dos, Ranta o yo interveniremos para ayudar. Una vez que matemos al gob de la lanza, esto será fácil.”

“Espera,” la voz de Mary era aguda. “¿Por qué tengo que luchar contra los globlins?”

“Eh…” Haruhiro parecía desanimado. “¿E-Eso no estaba bien? ¿Eh? ¿Por qué no…?”

“Yo no voy al frente. Soy una sacerdotisa, la razón debería ser obvia.”

“Oye…” Ranta estaba a punto de estallar, pero se calmó. “…Camarada.”

La mirada aguda de Mary se clavó en Ranta. “¿Camarada?”

“…¿T-Tú? No, es raro para mí dirigirme a ti así… ¡M-Mary!”

“¿Dónde está mi -san?”

“M-Mary…- san,” una vena palpitaba en la sien de Ranta. “A-Ahora escucha, ustedes los sacerdotes llevan esa cosa con ustedes. Eso, uh, ¿cómo se llama? ¿El bastón de un sacerdote? Tú tienes uno, ¿verdad? Esa cosa es para golpear cosas, ¿verdad? ¿O es solo para mostrar?”

“Sí,” dijo Mary, inflando su pecho y mirando por la nariz a Ranta. “Es solo para mostrar.”

“Tú, pequeña…”

“¿Pequeña?”

“M-Mary…- san, tú, no podrías ser un poco más, ya sabes, más… uh, no lo sé. Olvídalo. Solo haz lo que quieras…”

“Haría lo que quisiera sin que me lo dijeras, ¿te das cuenta?”

“¡Por supuesto que sí! ¡Jajajaja! ¡Me lo imaginé! Maldita sea, ¿cuál es el problema de esta perra…?”

“¿Podrías abstenerte de usar malas palabras? Me ensucias los oídos.”

“¡Lo siento mucho! ¡Mi error! Si realmente no te gusta, ¿por qué no pruebas unos tapones para los oídos?”

“¿Por qué debería tener que molestarme en hacer eso?”

“B-Bueno…” dijo Haruhiro, rascándose el cuello. “Entiendo lo que dices. Mary se mantendrá en la retaguardia hasta que la necesiten. Um, tal vez cerca de Shihoru sería lo mejor. Shihoru es una maga, así que ella no va al frente. Eso debería estar bien… ¿verdad?”

Mary le dirigió a Haruhiro una mirada que hacía que pareciera que estaba dispuesta a rendirse ante él por inútil. “Suena razonable, ¿supongo?”

“Bueno, entonces vamos con eso…” Haruhiro se sintió tranquilo, pero también molesto. ¿Por qué tenía que cambiar las cosas por ella de esta manera? Ella acababa de unirse al grupo hoy. Sí, ella tenía más experiencia que Haruhiro y los demás, pero, ¿no eran todos camaradas aquí? Aunque, dicho eso, no tenía el valor de decirle eso a Mary. Ella daba miedo. Incluso cuando formaron un círculo e hicieron su habitual ritual fighto ippatsu, no sentían que pudieran hacer esto. “…Yume, Shihoru, por favor.” Haruhiro suplicó.

Yume y Shihoru asintieron en silencio.

¿Están demasiado molestas como para hablar? Ambas tienen miradas de extremo disgusto en sus rostros. Desearía que no hicieran eso. No estoy más contento con esto que ellas, pero, ¿qué opción tenemos? Al menos deberían tratar de entender eso.

Si decía algo, sabía que no se detendría ahí. Haruhiro decidió embotellarlo todo en lo profundo de su pecho.

Haruhiro tomó la delantera con Yume y Shihoru siguiéndolo detrás. Pronto estarían en el rango de la magia. Cuando Haruhiro dio la señal con sus manos, Shihoru comenzó a dibujar sigilos elementales con su báculo y a cantar en voz baja. Yume colocó una flecha y tiró de la cuerda del arco. Un elemental salio desde la punta del báculo de Shihoru.

Vamos. Sí. Golpea.

El gob de la lanza recibió un golpe justo en el pecho del elemental y las convulsiones de todo el cuerpo hicieron que dejara caer su lanza corta. La flecha de Yume falló, volando lejos. Desde atrás escucharon un: “…Eso fue terrible,” de Mary, y los nudillos de Yume se pusieron blancos cuando agarró su arco.

“¡No te preocupes por eso!” Haruhiro le gritó a Yume mientras sacaba su daga. Moguzo y Ranta ya estaban a punto de cargar contra los gobs.

También necesito apresurarme. Vamos a derrotar a estos enemigos. Vamos a ganar esto. Si perdemos, podríamos morir. Ganar es nuestra única opción.

Moguzo gruñó, el gob del hacha y el gob de la espada corta estaban en su camino. El gob de la lanza estaba tratando de usar ese tiempo para volver a ponerse de pie. Ranta atacó al gob del hacha con un grito de batalla, y logró alejarlo de Moguzo, pero el gob de la espada corta era más obstinado. Moguzo no pudo apartar a la espada corta de su camino. Este es mi trabajo entonces, pensó Haruhiro.

“¡Backstab…!” Haruhiro se puso detrás del gob de la espada corta, inmediatamente apuñalándolo con su daga. El gob de la espada corta soltó un grito, tratando de darse la vuelta. La daga rozó el costado del gob de la espada. El gob de la espada corta atacó con su espada corta.

“¡Shigyahh! ¡Shigyahh! ¡Shigyahh!”

“¡Urkh, ah…!” Haruhiro saltó hacia atrás, saltó a la derecha, luego retrocedió rápidamente. Era un pequeño y rápido gob. No era de extrañar que Moguzo tuviera problemas. Pero con esto, el último obstáculo frente a Moguzo había sido eliminado. El gob de la lanza empujó su lanza hacia Moguzo. Moguzo golpeó hacia abajo la lanza corta del gob de la lanza con su espada bastarda. Ahora había tres batallas uno a uno. No, parecía que Yume venía a ayudar a Haruhiro. Ella blandió su machete, golpeando al gob de la espada corta.

“—¡Diagonal Cross…!”

“¡…!” El gob de la espada corta bajó sus caderas, saltando hacia atrás casi dos metros para huir.

Guau, es ágil. Vemos gobs como ese veces. Pequeños, sin poder ofensivo, pero con una capacidad ridícula para esquivar. Siempre son un dolor para matarlos. Es un gob de clase ligera. Son un problema.

“¡Ohm, rel, ect, vel, darsh​​…!” Shihoru lanzó Shadow Beat. Un elemental de sombra voló hacia el gob de la lanza. Lo esquivó. Moguzo siguió inmediatamente con un corte de su espada bastarda, pero estaba demasiado lejos. Solo corto el aire. El gob de la lanza apuñaló a Moguzo una y otra vez. Al apuñalarlo tanto, Moguzo no tenía más remedio que poner algo de distancia entre ellos. Era una lanza corta, sí, pero aún era más larga que la altura del gob de la lanza. Moguzo no podía llegar a una distancia de ataque de la lanza. En una consideración más cercana, esta podría haber sido la primera vez que tenían una pelea adecuada con un enemigo que usaba una lanza. Parecía probable que las dificultades de Moguzo se derivaran de eso. Era la falta de experiencia.

“—¡Ay!” Ranta dejó escapar un pequeño grito y saltó hacia atrás. Había recibido un corte en el muslo izquierdo y estaba sangrando. El gob del hacha balanceaba su hacha salvajemente desde su baja estatura, apuntando a la mitad inferior del cuerpo. Parecía que iba a ser otro tipo problemático con el que lidiar.

“¡Yume, yo me encargaré de ese, toma al gob del hacha! ¡Mary, sana a Ranta!”

Mary respondió: “No,” sin perder el ritmo.

“¡¿No?! ¡¿Eh?! ¡¿Por qué no?!”

“No es una herida que requiera tratamiento inmediato. Lámela.”

“¡Tú…!” Ranta se quejó en el gob del hacha. “¡Maldita sea, maldita sea, maldita sea, maldita sea! ¡No te dejes engañar solo porque eres un poco, bueno, muy atractiva! ¡Esto es una mierda! ¡Una mierdaaaaa…!”

Haruhiro y Yume estaban persiguiendo alrededor al gob de clase de peso ligero, pero simplemente no podían atraparlo.

“¿No se supone que debes estar sufriendo, Ranta?”

“¡Tengo dolor! ¡Hatred…!” Ranta cortó diagonalmente hacia abajo hacia el gob del hacha, pero este lo evitó con destreza. “¡Estoy derramando sangre aquí, ya sabes! ¡Por supuesto que duele! ¡Duele, maldición…!”

Con un grito de sorpresa, Yume aterrizó boca abajo. El gob de la espada corta la había hecho tropezar.

Oh, mierda. Esto es malo. Yume está en problemas.

“¡Tú…!” Haruhiro se lanzó entre el gob de la espada corta y Yume de una manera imprudente, y—Oye, espera, ¡¿simplemente estás huyendo?! El gob de la espada corta saltó, poniendo distancia entre ellos. Se alejó inmediatamente. La daga de Haruhiro no lo alcanzaría más.

“Todos ustedes están desgastados,” murmuró Mary.

Y de quién es la culpa, pensó Haruhiro. Si fuera Manato en tu lugar, estos enemigos hubieran sido fáciles. Manato podría tanquear como Moguzo, era un sanador, un estratega y nuestro líder. Si Manato estuviera aquí, podría ser una exageración decir que era tan bueno como otros 100, pero seguro que se sentía así. Manato no era como tú, una sacerdotisa que solo sana, y ni siquiera haces un buen trabajo en eso. La brecha es tan amplia, que ni siquiera vale la pena compararlos a los dos.

Pero Manato ya no está aquí. Él no está en ninguna parte. Hemos perdido a Manato.