Tantei wa mou, Shindeiru (NL)

Volumen 1

Interludio 1: El monólogo de una chica 1

Cada vez que pienso en ello, siento cómo, desde siempre, he estado buscando a alguien, aunque solo ha pasado un año desde que estoy aquí… Más aún, aquello que la gente llama “identidad” es, para mí, algo que recién se ha establecido hace poco.

No, espera.

Antes de que digan algo, me gustaría que me presten atención por un momento.

He estado enferma desde niña, y pasé todos mis días en cama; es por eso que no necesitaba tenerla… no, la verdad es que trataba de no tener una.

Debido a mi condición, “Quiero ponerme mis zapatillas y correr por la pista” o “Quiero estar con mis amigos después del colegio y beber tapioca” eran cosas que no podían cumplirse, aun si las deseaba.

Si no podía cumplirlas, aunque realmente las anhelara, era mejor no pedirlas en lo absoluto.

Teniendo eso en mente, me obligaba a no desarrollar o tener una identidad. Es por esa razón que no conservo muchos recuerdos de mi pasado.

Tengo vagos recuerdos de un pequeño cuarto, y de una pequeña cama donde me hacían dormir; pero, aparte de eso, no recuerdo más. Y, cuando trato de recordar, me empieza a doler la cabeza…

Sin embargo, está bien.

Me decía a mí misma que así estaba bien.

Pero un día, mi antigua yo tuvo un deseo que realmente quería que se volviera realidad.

Este pecho… este corazón, estaba gritando. Decía que quería encontrarse con alguien.

¿Qué hago ahora?

Nunca he deseado algo, ni he tenido algo que quisiera lograr.

¿Qué puedo hacer?

Teniendo esto en cuenta, ¿podré cumplir el deseo de este corazón? Antes de siquiera notarlo, ya había empezado a correr.

Mi yo actual se encontraba pateando el asfalto cada vez más fuerte.

Podía sentir todos aquellos sentimientos que había estado acumulando durante estos dieciocho años.

Mientras tuviera eso, sería invencible.

—¿Tú eres detective?

Pensé que al fin lo había encontrado, pero la esperanza que había hallado era una perezosa y falta de espíritu, como si se hubiera rendido respecto de varias cosas… De alguna manera, se parecía a la antigua yo.

Por esa sencilla razón, no podía ignorarlo.

Inconscientemente, lo regañé y, en un descuido, incluso le mostré mi cara llorosa.

Eso… eso definitivamente fue un error, pero…

Aunque haya sido un error, me terminó salvando a mí también.

—No importa a quién le haya pertenecido ese corazón, vive tu vida como tú quieras.

Recibí esas palabras.

Es por eso que seguramente sea verdad.

Mi vida, desde hoy… desde ahora, comienza nuevamente.

***

Un día, hace dos años

—Fu, fu, fufu~

Mientras caminábamos a través de un bosque con densa vegetación, bajo el ardiente sol, mi compañera tarareaba alegremente.

—Estás de muy buen humor, Siesta.

Continuábamos nuestro viaje siguiendo a ‘SPES’, o, posiblemente, siendo perseguidos por ellos. Sin embargo, la autoproclamada detective no parecía sentir ningún tipo de nerviosismo.

—Si no puedes controlar tu propio humor, fallaste como adulto —dijo ella, interrumpiendo su tarareo.

Pensé en responderle “Pero tú no eres un adulto”, sin embargo… Realmente, no sé cuál es su edad actual. Al parecer, un verdadero detective no revela su información personal tan casualmente. Hasta ahora, incluso no he escuchado su verdadero nombre.

—¿Cuál era la canción que cantabas?

Pensé que, al menos, me podría decir el origen de la canción que tarareaba.

—Es la canción de una idol of Japan.

—Japan… ¿De qué país vienes?

Bueno, a decir verdad, Siesta no parecía ser necesariamente japonesa.

—Aunque,  debo  decir  estoy  sorprendido.  No  sabía  que  también  te interesaban las idols…

—Si eres una detective, tienes que poder cantar las canciones populares de las idols.

—No puedo imaginar la concepción que tienes sobre los detectives…

—¡Soy una detective en el mejor de sus momentos! ¡Canto, bailo, y a veces peleo contra humanos artificiales!

—… Eso definitivamente sería un boom.

—No es eso. Si quieres ser detective, tienes que ampliar tus conocimientos. Literalmente, la vista y el sonido son los dos sentidos más importantes de los cinco sentidos del hombre.

Ampliar tus horizontes… ¿y poner una antena a tu alrededor? De esa manera, podrías conseguir información con tus ojos y oídos… Ya veo.

—Bueno, no tengo intenciones de volverme uno, por lo que no tiene nada que ver conmigo.

—No eres nada lindo, ¿sabes?

Déjame en paz, y no me mires con esos ojos de lástima.

—Bueno, aunque es verdad que no te volverás un detective.

—¿Verdad?

—Sí. No serás un detective. Estoy segura, siempre continuarás como el ayudante de uno.

—… ¡¿Ahh?!

En ese momento, no sé por qué, pero los ojos de Siesta parecían vacilar, y la hacían ver solitaria.

—Bueno, ya casi llegamos a nuestro destino.

Sin embargo, aquello duró solo por un momento, y rápidamente volvió a su habitual y calmada expresión.

El lugar al que apuntaba su mano era una gran mansión, como un antiguo castillo.

—¿Es realmente allí donde está “Medusa”?

Medusa… Un monstruo que te convierte en piedra si la miras a los ojos. Oímos un sospechoso rumor sobre que ese monstruo se asentó en esa mansión, así que vinimos a investigar.

—No lo sé. Si realmente existe, estoy segura de que es un miembro de alto rango de ‘SPES’.

—Bueno, supongo que no lo sabremos hasta que la encontremos — suspiré, ya habiéndome rendido.

Y, mientras yo bostezaba fuertemente, Siesta, que se encontraba caminando a mi lado, me miraba fijo.

—¿Qué pasa?

—… No, nada. Solo pensaba en que estás acostumbrado a este tipo de cosas.

—No es como si lo hubiera querido.

Mientras hablábamos, continuamos avanzando en dirección a la mansión, alrededor de la cual volaban los cuervos.

—Vaya, vaya… Saludos cordiales a ustedes, que han venido desde tan lejos.

Al llegar, un anciano, apoyado sobre una silla, sonrió suavemente mientras nos miraba a ambos.

—Deben de haber pasado mucho calor a la intemperie, ¿no? Sin embargo, me temo decirles que nuestro aire acondicionado se encuentra malogrado en estos momentos.

—No se preocupe —sin ninguna gota de sudor, Siesta respondió calmadamente.

Como siempre, ella sigue siendo increíble. En cuanto a mí, perdón por ser patético, pero dentro de mí me encontraba quejándome porque no había ninguna ventana abierta.

… Sin embargo, es mucho mejor que si esto se hubiera convertido en el peor de los casos posibles.

Para ser honesto, desde el momento en que tocamos la puerta y entramos aquí, ya esperaba que entráramos en pelea, pero… lo que nos esperaba era una inesperada bienvenida. Como dije antes, nosotros vinimos aquí solo por un rumor, y en lugar de ello fuimos recibidos con amabilidad por el hombre que decía ser el dueño de la mansión.

Es por eso que, a pesar de habernos dirigido rápidamente hacia aquí para comprobar la verdad sobre “Medusa”, ahora nos encontrábamos hablando en la sala de recepción.

—Entonces, ¿es correcto asumir que usted está al tanto del rumor? — preguntó Siesta al dueño con una expresión y actitud decidida.

—Sí, en efecto. El rumor de que el monstruo conocido como Medusa ha estado convirtiendo en piedra a cada persona que viene a esta mansión… y es muy probable que se refieran a mi hija.

“Aunque se trata de mi hija adoptiva”. Al decir eso, el dueño puso una mirada sombría.

—Entonces, ¡¿es verdad?!

—¡No, es un malentendido! —Al escuchar mi pregunta, el anciano se levantó, exaltado—. Hace unos dos años, mi hija tuvo un accidente… Afortunadamente, sobrevivió… no, en verdad, solo se puede decir que no murió.

—Está en estado de coma, ¿eh?

El señor asintió con angustia a las palabras de Siesta.

—Mi hija está inconsciente, y no puede mover su cuerpo. Solo parpadea y respira por su cuenta. Por así decirlo, es como una piedra. ¡Así que es al revés!

¡Mi hija no es Medusa, mi hija es víctima de ser convertida en piedra por ese monstruo llamado Medusa!

—… Entonces, ¿tergiversaron la historia y la propagaron como un rumor?

—Supongo que eso es lo que pasó.

El dueño asintió resignadamente a mi pregunta. Entonces, el silencio cayó sobre la habitación por un momento.

—No, lo siento. Perdí la compostura… Todavía estoy un poco acalorado.

Traeré bebidas frías.

En poco tiempo, él recuperó su compostura y se fue hacia el fondo.

—Al parecer, era mentira.

Aparentemente, ‘SPES’ no está involucrado esta vez, y ni siquiera podemos llamarlo un incidente. Bueno, si esto no causa ningún problema innecesario, es mejor no inmiscuirnos. Tomemos la bebida fría y volvamos.

Como no soportaba el calor, abrí dos botones de mi camisa.

—¿Qué tal si tú también te lo desabotonas?

—Eres un idiota.

—¡Duele!

Siesta, con su inexpresiva cara, me pisó el pie. Al menos, mírame cuando lo hagas…

—Perdón por la espera.

El dueño volvió con vasos en una bandeja y, cuando yo estaba a punto de recibir uno de ellos…

—¡Auch!

Siesta volvió a pisarme tan fuerte que parecía que mi pie se iba a romper, y así, me caí estrepitosamente hacia delante. Naturalmente, rompí mi vaso, y el área a mi alrededor estaba húmeda.

—¡¡¡Siesta!!!

—Eso es por el acoso de antes.

—Pero ya me habías pisado…

Sin embargo, mi queja no llegó a sus oídos, y Siesta se levantó para secar la ropa del dueño con su pañuelo.

—Lo siento. Mi asistente es muy descuidado.

Eh, así que es mi culpa… Eres irrazonable.

—Ja, ja, está bien… Pero, si quieres disculparte, ¿podrían ir a ver a mi hija?

Es raro tener visitas, y estoy seguro de que ella se alegrará de verlos.

—Sí, por supuesto —Siesta mostró una sonrisa que parecía de etiqueta.

—Mary, tenemos visita.

El anciano dueño nos llevó hasta una habitación del tercer piso, donde una chica llamada Mary estaba acostada en una cama con dosel. Con su cuerpo delgado, su cabello rubio brillante, y ojos color jade que parpadeaban mecánicamente, era hermosa como una muñeca, o tal vez esa no es la metáfora correcta. Ella se estaba esforzando para sobrevivir utilizando un respirador… Mary no es una muñeca de ninguna manera.

Un poco consternado, cambié de lugar con Siesta, y desvié la mirada. Tal vez por culpa, pero sentía que se me hacía un poco más difícil respirar.

—Oh, pobre Mary. Eres tan hermosa y, aun así, la gente fuera del bosque te llama monstruo. Una injusticia —el dueño de la mansión se cubrió la cara y lamentó la tragedia que le ocurrió a su hija.

… Ya veo. Supongo que es por eso que le da la bienvenida a nuestra visita. Sabe que un detective entenderá que su hija no es el monstruo conocido como Medusa. Seguro piensa que arreglará las cosas.

“Tomaremos la responsabilidad y le diremos a la gente que está fuera del bosque sobre la equivocación…”.

Cuando estaba a punto de decir eso y acercarme al dueño, me di cuenta de que el piso estaba delante de mí.

… ¿Piso? ¿Me he caído? ¿Por qué?

Por alguna razón, no tengo fuerza en el cuerpo.

—Es por eso que está bien, Mary. Ahora te haré más amigos.

… ¿De qué estás hablando?

Traté de mover un poco mi cara y mirar al anciano desde abajo… Él estaba riendo.

—Ja, ja, ja, ja. No tengas miedo, todo está bien, nada te dolerá, no te asustes.

Mientras decía esto, sacó una jeringa de su bolsillo… y, cuando pensaba que era para mí, se clavó la aguja en su brazo derecho.

—¿Pensaste que te iban a apuñalar? Ja, ja, esto es un antídoto. Es debido a que ya he esparcido el veneno en esta habitación desde el principio.

¿Qué…? Entonces, ese es el porqué del entumecimiento de mi cuerpo…

—En pocos días, sus cuerpos no podrán hacer otra cosa que no sea respirar, ¡y sufrirán el tormento eterno de no poder dar ni un solo paso como Mary!

Ya veo… esa era la razón por la que las ventanas estaban cerradas. Además, dijo que Mary podía respirar por sí misma. Sin embargo, la razón por la que estaba usando un respirador era para protegerla del veneno… Debí haber notado ese detalle antes…

—Con esto, tú y la detective de allí, dentro de poco, se volverán… compañeros… de ella…

Sin embargo, la condición del anciano cambió repentinamente. Sus ojos se abrieron de par en par, como si algo lo sorprendiera… y, entonces, como lo hice yo antes, dobló sus rodillas y cayó fuertemente al suelo.

—¿Por… qué…?

Y lo que se acercó al hombre, que soltaba los gritos de desesperación… por supuesto, era la persona que suponía que lo haría.

—Quédate en silencio.

Después de restringir al hombre con sus siempre listas esposas, rompió la ventana en pedazos con el mosquete escondido en su espalda… Con esto, el veneno se disipará hacia fuera.

Después de haber llegado tan lejos, la detective finalmente se dio la vuelta y me miró, cuando aún seguía en el suelo.

—Eres un idiota.

Ya veo, es por eso que me pisó el pie dos veces…

—Así que ya habías descubierto lo que buscaba… —le pregunté en el camino de regreso, después de llamar a las autoridades competentes y de que todo se hubiese arreglado, mientras Siesta me llevaba a cuestas debido a mi cuerpo aún entumecido.

—Bueno. En verdad, me sorprendí cuando intentaste beber tranquilamente esa bebida de bienvenida.

—Lo siento…

Seguramente la bebida también estaba envenenada. Por eso, para protegerme, Siesta me pisó… Pero ¿no podrías haberlo hecho con más amabilidad?

—Entonces, mientras limpiabas su ropa con el pañuelo, ¿reemplazaste el antídoto?

—Así fue. Es por eso que pude usarlo y moverme con seguridad.

Como siempre, ella va a su propio paso. Hizo todo el trabajo por sí misma, o quizás es que soy yo el que va muy lento.

—Pero, por supuesto, al inicio no eran más que suposiciones. Fue la mirada en los ojos de Mary lo que me convenció.

—¿Los ojos de Mary?, pero ella estaba inconsciente…

—No, estaba tratando desesperadamente de atraer mi atención parpadeando con fuerza. Un movimiento que no era mecánico ni reflejo, era uno que tenía una intención. Estoy segura de que intentaba decirme sobre el error que estaba cometiendo su padre.

¿Acaso ese tipo, sumergido en la locura, no se daba cuenta de lo que era importante para su hija? De alguna manera, eso parecía ser una patética… no, una triste historia.

—Aun así, sí que eres observadora.

—Eres un idiota.

Era la tercera vez que me lo decía hoy. Ella es tan irrazonable…

Bueno, solo por hoy, no puedo negarle nada.

—¿Olvidaste lo que te dije cuando íbamos de camino a la mansión? La importancia de ampliar tus horizontes, la importancia de perfeccionar la visión y el oído. Por ejemplo, tú necesitas ser más sensible a la mirada de las personas.

—Ya veo. Como era de esperarse de una detective.

Puede que, para asegurar mi protección, sea necesario aprender esas habilidades en el futuro.

—Siesta.

—¿…?

Entonces, como dijo Siesta, empezaré por expandir mis horizontes.

—¿Puedes decirme el nombre de la idol que hizo la canción que estabas tarareando hoy?

Entonces,  Siesta,  por  alguna  razón,  mostrando  una  cara  satisfecha, respondió:

—Su nombre es…