Tantei wa mou, Shindeiru (NL)

Volumen 1

Capitulo 2: Así es, ella es la autoproclamada “Saikawa idol”

Parte 1

En el atardecer de un fin de semana, frente a la estación… Me llamo Saikawa Yui. Soy una idol.

De un problema a otro…

Los problemas se reúnen donde esté el detective.

No estoy seguro de en dónde escuchó hablar de mí, pero, al parecer, la nueva cliente se había enterado de los rumores que rondaban sobre mí, por lo que se dirigió a nosotros.

Saikawa Yui. Como una estudiante de secundaria que canta y baila, llegando a convertirse en una idol, actualmente se encontraba en el centro de atención de Japón.

Se dice que debutó cuando estaba en sexto grado de la primaria. Desde entonces, teniendo un excepcional sentido para cantar y bailar, y, sobre todo, debido a su lindo rostro, se ha vuelto popular entre hombres y mujeres de todas las edades. En cuanto a ventas, siempre se ha mantenido como los CDs número uno de los tops semanales, y su imagen puede ser vista en portadas de revistas y en comerciales.

… Aun así, Saikawa Yui…

Hey, Siesta, ¿es esta otra coincidencia? O…

Sin embargo, esas respuestas no las sabe nadie más que ella. Respirando hondo, la idol, Saikawa Yui, gritó:

—¡Quiero que impidan el robo de un zafiro que está valorizado en tres mil millones de yenes!

Vuelvo a decirlo, nos encontramos frente a la estación durante un fin de semana, al atardecer.

Era fácil adivinar cuánta gente estaba cerca de nosotros, pero si una chica de secundaria dice algo como “un zafiro que vale tres mil millones de yenes va a ser robado”, es natural que la atención de la multitud se concentre en nosotros.

Por esa razón, podría decirse que lo que hice a continuación era algo natural.

—Entiendo, mantente callada.

Diciendo eso, cubrí la boca de la estudiante frente a mí Con ambas manos, tan fuerte como pude, silenciando a la famosa idol que acabo de conocer.

—¡Uh! ¡Mm~~~! ¡Mmmm~~~~~~~~~~~!

—Está bien, buena chica… Tranquila.

Sostuve a la inquieta Saikawa, luchando por mantener su boca cerrada. Después de todo, acabo de terminar un trabajo.

Sí, estoy cansado. Así es, estoy muy agotado.

No existe ninguna ley en todo Japón que me acuse por usar ambas manos para mantener la pequeña boca de una popular idol, ya sea de una chica menor, cerrada.

—No dijiste nada como tres mil millones de yenes, ¿verdad? Auch… hey, no huyas.

Sin embargo, la chica me mordió la mano y, con un rápido movimiento, se alejó de mí.

—¡¿Qu-qu-qué estás haciendo?! ¿Quién crees que soy? ¡Soy Yui Saikawa, la idol más ‘Saikawa’26 del mundo! ¡¿Cómo puedes hacer algo así contra mí?!

—Cálmate, Saikawa. Es cierto que tu saliva se quedó en mis manos, pero no es como si fuera a guardarla para divertirme más tarde. Solo estoy cansado, y quería que te quedaras callada.

—¡Uwaaa! ¡Pensé que eras un detective, pero eras un pervertido! ¡Ah! ¿No eres tú el criminal que cometió el delito del aviso? ¡Uwaaa! ¡Pensé que eras un pervertido, pero eras un ladrón! ¡Un policía! ¡Por favor, alguien llame a un policía!

—Ja, ja. Es una pena, pero la policía y yo tenemos una relación muy íntima.

—¡Im-imposible! ¿Acaso este país ya está contaminado desde los de abajo hasta los que están más arriba? ¡La policía, los abogados, los políticos… todos están del lado de un ladrón de ropa interior!

—Espera, ¡no hagas que piensen que, además de ladrón y pervertido, también soy un ladrón de ropa interior! ¡No des un motivo para que, si en algún momento llego a ser un prisionero, sufra abuso por esa razón! Más bien, tampoco soy un ladrón ni un pervertido…

—La condena por ser un agresor sexual es de dos mil años. Una fría voz me hizo recobrar la calma.

Me di cuenta de que no había nadie alrededor de nosotros tres, como si un pequeño agujero hubiese aparecido a nuestro alrededor.

—… Natsunagi, no es mi culpa.

—Todos los culpables dicen eso.

Al parecer, mi nueva compañera es también alguien difícil de tratar.

***

Un trabajo simple para proteger una reliquia familiar de 3000 millones

—¡Ehem! ¡Ayer perdí la compostura, perdón!

Ayer estábamos cansados, así que Natsunagi y yo nos reunimos con la cliente… con Saikawa Yui, de nuevo. Habíamos sido invitados a su casa, y nos sentamos en una mesa para conversar.

Natsunagi y yo estábamos de un lado, y en el lado contrario se encontraba Saikawa.

Esa es la posición en la que estábamos, pero…

—¡Lejos! ¡Está demasiado lejos! ¿Cuántos metros tiene esta mesa?

—¡¿Sí?! ¡No creo que sea así!

—Entonces, ¿por qué es que estamos hablando como si estuviéramos gritando?

—Eso es porque, si hablamos como siempre, no podríamos escucharnos, obviamente.

¡Sabía que tu casa era extraña!

Seamos sinceros.

Esta era la casa de Saikawa Yui, o, más bien, su mansión. Incluso podrías llamarlo un castillo.

Había que recorrer varios kilómetros desde el enorme portón de la entrada hasta la puerta principal de la casa en sí misma, y, cuando entras, el techo estaba tan alto que se podía confundir con el cielo. Incluso el baño era lo suficientemente grande como para que varios adultos pudieran dormir en él.

Así de majestuosa, lujosa y brillante era la residencia de Saikawa Yui… En otras palabras, ella era una ojou-sama. Ella probablemente había sido criada mimada y consentidamente.

Sabiendo esto, no es raro que se llame a sí misma la más bonita… ¿o sí?

Bueno, no importa. De todos modos, al día siguiente de que Natsunagi y yo nos encontrábamos frente a la estación, vinimos a la casa de Saikawa para escuchar su encargo con mayor detalle.

Pero, antes de eso…

—Tu ojo izquierdo, ¿está herido?

Cuando finalmente nos sentamos cara a cara —como debió ser desde el principio—, pregunté lo anterior.

Al igual que ayer, el ojo izquierdo de Saikawa estaba cubierto con un parche.

Ahora que lo pienso, recuerdo que ella suele llevar un parche en forma de corazón cuando sale en televisión y en las portadas de las revistas…

—Aah, cómo se le dice… ¿creación de estilo? Algo parecido.

—Los idols luchan desesperadamente por sobrevivir —dijo Saikawa con una sonrisa agria.

Para que, incluso en su intimidad, guardara ese aspecto, debe de tener muy en cuenta las responsabilidades de su trabajo.

—Ahora que recuerdo, hubo un tiempo en que usé uno cuando me lastimé el ojo.

—Bueno, dejemos ese tema de lado.

—Yo debería ser el que diga eso…

… Bueno, no importa.

Vayamos al grano entonces.

—Lo siento mucho por haberles pedido que vengan tan repentinamente.

No tenemos mucho tiempo.

—¿Te refieres al robo del diamante de tres mil millones? —pregunté, recordando la conversación de ayer.

—No es un diamante, sino un zafiro… Uhm, ¿ayer me escuchaste con cuidado?

Ups, me descubrieron. Para ser sincero, me ganó el cansancio… o, mejor dicho, mi mente estaba ocupada con otros pensamientos, así que no había prestado mucha atención.

Aunque intento mantener la calma delante de Natsunagi, también soy un ser humano.

Mi compañera, que pensaba que estaba muerta, aún tenía su corazón vivo… y ahora, este estaba latiendo a mi lado.

Ese hecho por sí solo ya había llenado mi cabeza. Bueno, si dijera algo tan sentimental, esa excompañera se reiría de mí.

—Dejando eso de lado, usted es el asistente, ¿verdad? Yo tengo asuntos con la detective…

Es tal y como Saikawa dijo.

Hace cuatro años, no era más que un asistente, e incluso ahora, el detective es…

—Fufu, así es. ¡Puedes dejar todos tus problemas a esta gran detective, Nagisa Natsunagi! —dijo ella, con cara de orgullo, mientras cruzaba sus brazos.

Vaya, me pregunto de dónde vendrá tanta confianza…

—Entonces, Saikawa-san, ¿puedes contarme más detalles?

Si está motivada, no hay necesidad de que me oponga. Solo soy un asistente, después de todo.

—En realidad…

Entonces, Saikawa comenzó a contarnos los detalles de su historia.

—Ya veo —Natsunagi asintió al terminar de escucharla. Según Saikawa, estos fueron los sucesos:

Un día, una carta llegó a la mansión de Saikawa.

“El día del concierto en vivo de Saikawa Yui, me quedaré con el zafiro valorizado en tres mil millones de yenes”.

Resultaba extraño que el criminal enviara algo que le podría jugar en contra en estos días, pero, como en verdad está sucediendo, no tenemos más que aceptarlo.

De todos modos, esta es una advertencia de que el crimen será cometido el día del concierto de Yui Saikawa, el cual será en una semana.

La solicitud que Saikawa tenía para nosotros era, justamente, evitar que eso sucediera.

Dejando eso de lado, me pregunto cómo Saikawa habrá llegado hasta nosotros… ¿Acaso fue por mi constitución?, ¿o acaso ese corazón la llamó?

—¿Tienes alguna idea de a qué objeto exactamente se refiere al decir “zafiro de tres mil millones”?

—Sí. Estoy segura que se refiere al “Zafiro Milagroso”, una reliquia familiar que está resguardada en la sala de tesoros.

—‘Sala de tesoros’, ‘reliquia familiar’, ‘Zafiro Milagroso’…  las  palabras idóneas para un incidente como este.

—El próximo domingo es el gran concierto, por lo que la casa estará vacía.

Creo que su plan es robar el zafiro en ese lapso de tiempo.

Sin embargo, el que el culpable haya revelado su plan a través de la carta, ¿no es algo bueno?

¿O es que piensan que podrán robarla incluso después de delatarse? Es cierto que, para estos casos, hay gente que los comete por diversión.

—Pero, si sabes la fecha del crimen, ¿no bastaría con aumentar la seguridad solo ese día? Hay muchos guardias en esta casa, ¿no?

De hecho, hasta subir hasta este cuarto, pudimos ver en varias partes a muchos hombres, vestidos con trajes, que parecían fuertes. Si se lo dejamos a ellos, no seríamos necesarios.

—No, eso no es posible. Como dije, el día del crimen es el mismo día de mi concierto.

—¿Eh? Aaah, ¿te refieres a que ellos serán los que te protegerán durante el evento?

—Oh, no. Ellos son grandes fans míos, por lo que es más importante para ellos verme cantar y bailar que proteger el zafiro de tres mil millones.

—¡Que todos ellos se queden sin trabajo! — Era tan ridículo que me levanté de mi asiento.

Que solicitud tan inimaginable era esta…

—Espera, Kimitzuka —sorprendentemente, fue Natsunagi la que me detuvo—. Ya que has depositado tu confianza en nosotros, ¿por qué no nos dices un poco más?

—¿Qué pasa? Estás muy proactiva.

¿Estás siendo positiva porque te llamaste a ti misma ‘gran detective’?

No negaré que yo mismo soy caritativo… pero eso no significa que no me arrepienta de haberme involucrado más de lo que debería en algunos casos.

He vivido durante dieciocho años con esta constitución. Si fueras esa detective invencible sería otra cosa, pero, para alguien normal como Natsunagi, creo que sería una carga pesada…

Mientras pensaba en esta cosas, Natsunagi se acercó y me dijo al oído:

—No es eso. Ya sabes, es la solicitud de una chica que vive en una casa como esta. Eso significa que…

Ya veo… Bueno, la recompensa podría ser una buena motivación.

—Ser detective no es un trabajo para ganar dinero, ¿sabes?

—Aunque digas eso, el dinero es importante, ¿no? No sabemos con qué trabajo nos veremos envueltos en el futuro.

… Eso es cierto. Habiendo vivido esos tres años, creo que entiendo la importancia del dinero mejor que nadie.

¿Eso significaba que Natsunagi estaba preparada para ello?

Tal vez, de ahora en adelante, las cosas que viví esos tres años con Siesta sean las que nos estén esperando. Es posible que no pueda llevar una vida normal. Esa resolución…

—Nuevo traje de baño…

—Hey.

Bueno, está bien. El dinero es importante, aunque nuestros objetivos sean diferentes.

No es que quiera ver el nuevo traje de baño de Natsunagi ni nada parecido (en verdad no lo es), pero volví a sentarme.

Además…

Esta es una petición de nadie menos que de la idol Saikawa Yui.