Honzuki no Gekokujō (NL)

Volumen 3: La Hija De Un Soldado III

Capítulo Extra 5: La Vida de un Aprendiz de Comerciante

 

 

Una campana sonó ruidosamente en el medio de la ciudad oscura, anunciando que era hora de que los ciudadanos trabajadores se despertaran temprano en la mañana.

«¿Ngggh, mañana ya…?» En el pasado dormí hasta la primera campana y me quedé en la cama hasta que mamá me despertó, pero ahora que era un aprendiz de comerciante, tenía que despertarme.


Forcé mi cuerpo cansado a pesar de sus quejas y comencé a moverme. Como tal, contratado hasta los diez años, tenía que trabajar cada dos días. Hoy fue otro día, lo que significa que tuve que ir a la Compañía Gilberta.

«Guuuh, estoy tan cansado…»

“Esto es lo que querías, Lutz. Deja de quejarte”.

Me dirigí a la cocina y tomé el desayuno mientras mamá se quejaba de mí. Mojé pan duro en la sopa sobrante de ayer y comí. Para terminar la comida, tomé un poco de leche que obtuvimos al intercambiar huevos de nuestras gallinas y me limpié la boca con una manga. Fue entonces cuando me di cuenta de mi error.

«Oh, mierda…» Miré reflexivamente las manchas de leche en mi manga, recordando cómo Mark me había dicho que comiera con gracia y usara un paño al limpiarme la boca.

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Para los clientes adinerados de la Compañía Gilberta, todavía actuaba y hablaba con demasiada brusquedad para trabajar en el piso. A pesar de tratar de seguir los consejos que me dieron y deshacerme de los malos hábitos, siempre terminaba actuando como siempre cuando no estaba prestando atención. Myne me dijo que siguiera el ejemplo de Mark y estaba haciendo mi mejor esfuerzo para hacer eso, pero tenía tantos malos hábitos que ni siquiera me di cuenta de que eran malos.

… Es difícil notar este tipo de cosas a menos que alguien te las señale. Como alguien criado por una familia de constructores, no sabía nada acerca de qué tipo de comerciantes del mundo vivían. Fue solo después de hacer papel y abrir un camino para ser aprendiz en la Compañía Gilberta que comencé a recibir pequeños consejos de Mark. Nadie en toda mi vida me había advertido que me limpiara la boca después de comer, que mantuviera mi ropa y mi cabello limpios, que hablara cortésmente, que tuviera una postura adecuada, o que incluso tratara las cosas con cuidado.

Gracias a eso, finalmente entendí cómo se sentía Myne cuando dijo que tenía recuerdos de vivir en otro mundo y que tenía problemas para entender cómo vivir aquí. Si me preguntaste, estaba mucho más cerca de Myne de lo que solía estar. Realmente no podrías notar estas cosas a menos que alguien te lo dijera.

«Gracias mamá. ¡Nos vemos!” Terminé rápidamente mi desayuno y salí corriendo del departamento.

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Las puertas se abrirían una vez que sonara la segunda campana. Los agricultores que se despertaron en la primera campana para vender sus cosechas, junto con los comerciantes que tuvieron que pasar la noche en dichos pueblos después de que se cerraron las puertas, comenzarían a llegar a la ciudad. La Compañía Gilberta abrió exactamente en la segunda campana para hacer negocios con estos clientes, lo que significaba que teníamos que estar allí incluso antes para preparar la tienda.

Mi padre y mi hermano mayor Zasha trabajaban en la construcción, por lo que su trabajo dependía en gran medida del clima. Se fueron una vez que el hijo se levantó. Sieg y Ralph fueron aprendices en talleres de carpintería. Mamá tejió tela en un taller textil. La apertura de las puertas era irrelevante para los talleres, por lo que aquellos que trabajaban en uno tendían a irse después de la segunda campana, justo cuando los niños que iban al bosque comenzaron a reunirse afuera.

Básicamente, ahora que era un aprendiz lehange en la Compañía Gilberta, me despertaba y trabajaba muy temprano.

Pasé con dificultad para ver pequeños callejones y corrí por la calle aún oscura. Cada día de verano fue más caluroso que el anterior desde mi bautismo, pero el aire todavía estaba fresco gracias a la hora temprana y me golpeó las mejillas agradablemente mientras corría.

Los empleados de la Compañía Gilberta eran generalmente hijos de comerciantes adinerados, lo que significaba que todos vivían al norte. Yo era el más alejado, por la puerta sur. Era común para mí terminar tarde a pesar de levantarme y moverme en el momento en que escuché la primera campana. Al menos todavía era verano. Las cosas se pondrían aún más difíciles una vez que llegara el invierno y cada día comenzaría teniendo que abandonar mi cama caliente.

Cuando llegué a la Compañía Gilberta, era lo suficientemente temprano como para que nadie estuviera preparándose todavía. La puerta para los empleados, lehanges, todavía estaba cerrada. Solté un suspiro de alivio y comencé a subir las escaleras al lado de la tienda, en ese momento escuché el fuerte sonido de la puerta abriéndose.

…Oh mierda. Ya está abierto. ¡Rápido! Corrí a mi habitación alquilada en el ático y me lavé la cara con la pequeña jarra dentro, luego la limpié con una toalla. Pellizqué un poco de sal y la froté contra mis dientes, luego los limpié con la toalla también antes de hacer gárgaras. Una vez hecho esto, agarré un par de mi ropa de aprendiz de un hilo colgante y me cambié apresuradamente antes de usar un peine que Mark me compró para arreglar mi cabello lo más posible.

«Nmm, sí, debería lavarme el pelo hoy». Me toqué el pelo mientras lo cepillaba y suspiré. Estaba un poco grasiento. Mark probablemente me avisaría si no lo lavara pronto. Tenía algo de rinsham que hice yo mismo, pero como mis hermanos se burlaban de mí cada vez que me veían usarlo en casa, siempre lo hacía aquí. Esta noche lavaría mi ropa y mi cabello.

Después de vestirme, agarré mi bolso que tenía tinta, bolígrafo, calculadora, etc., antes de bajar corriendo las escaleras y entrar a la tienda.

«Buenos días.»

«Buenos días, Lutz. El Sr. Mark ya está en la parte de atrás «, advirtió un leherl que estaba limpiando la sección frontal de la tienda, donde iban los clientes. Me apresuré a la sección trasera. Casi todas las tiendas guardaban la mayoría de sus productos en la parte posterior de sus tiendas para evitar robos. Solo ponen algunos ejemplos al frente. Los clientes señalarían lo que querían, luego se sacaría más de la parte posterior de la tienda o del área de almacenamiento del sótano. Básicamente, la parte posterior de la tienda era mucho más grande que el frente de la tienda y estaba llena de productos.

«Lutz, llegas un poco tarde».

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«Lo siento, dis — perdóneme mi tardanza, Sr. Mark».

Me disculpé con Mark, que estaba dirigiendo los lehanges cercanos mientras organizaban el área de almacenamiento, luego me puse a trabajar junto a ellos. La gestión del área de almacenamiento en la parte posterior era el trabajo de los lehanges recién contratados. No podría hacer nada si no supiera qué hay detrás, dónde estaba y cómo manejarlo. Lo primero que tenía que hacer Lehanges era aprender a manejar los numerosos productos diferentes, desde accesorios hasta tipos de tela. Quién sabe cuánto tiempo llevaría memorizar todo como Mark.

«Lutz, lleva las horquillas al frente».

«¡Sí señor!» Las horquillas que Myne y yo habíamos hecho durante el invierno se vendían muy bien. Myne había mencionado vender el proceso de fabricación a la Compañía Gilberta, por lo que en el futuro las horquillas probablemente se harían en el taller de Corinna, pero por ahora eran todas horquillas que habíamos hecho juntos.

Pensé que las horquillas para el cabello solo se venderían desde fines del otoño hasta principios de la primavera, ya que fuera del invierno, aquellos con ceremonias de bautismo y ceremonias de la edad adulta podían recoger flores por su cuenta. Pero los comerciantes que viajaban atraídos por productos raros estaban comprando las horquillas en abundancia.

… Espero que también se vendan hoy. Coloqué delicadamente las horquillas en una bandeja, teniendo cuidado de no dañar la forma de las flores. De las cinco flores de diferentes colores en la bandeja, una tenía flores que se veían peor que el resto. Me reí un poco al pensar en cómo Myne probablemente había hecho esa.

Sonó la segunda campana y se abrieron las puertas. Los clientes llegaron uno tras otro. Algunos vinieron a vender lana, tela e hilo mientras que otros compraron las mismas cosas antes de irse. Todos ellos hicieron el frente de la tienda ruidosa y ocupada. Como aprendiz en su mayoría inútil, todavía no se me permitía trabajar en el frente de la tienda. Lo máximo que pude hacer fue llevar productos facturados a la parte trasera de la tienda.

El lehange que se unió en la primavera era hijo de una gran tienda, por lo que estaba acostumbrado a tratar con los clientes. Les ofreció té, llevó sus entregas adentro y básicamente trabajó en el frente de la tienda.

«Lutz, ¿podrías llevar esta entrega a la parte trasera de la tienda? Dale a Leon, si quieres”.

«Entendido».

Le quité la tela y me dirigí a la parte de atrás, luego busqué al leherl Leon para dárselo. Él asintió y puso la entrega donde tenía que estar. La tela se organizó en función de la calidad y el color, pero aún no pude determinar la calidad de la tela al tocarla. Leon provenía de una tienda que trabajaba con telas y era tan hábil con ellas que, a pesar de haberse inscrito como lehange, finalmente lo promocionaron como leherl.

… Puede que no sea posible para mí convertirme en un leherl, pero al menos tenía que hacer un trabajo lo suficientemente bueno para que mi contrato de lehange de tres años no terminara antes de tiempo.

Todos los demás que trabajaban en la Compañía Gilberta eran de familias de comerciantes. Como hijo de un carpintero, carecía de la experiencia de la infancia con los negocios que tenían. Necesitaba trabajar mucho más duro que nadie. Fui aceptado como aprendiz porque hice el papel y las horquillas con Myne, pero ese no fue realmente mi logro. Todo fue Myne.

Cuando sonó la tercera campana, los clientes que habían entrado en la ciudad justo en la segunda campana habían comenzado a irse y ser reemplazados por comerciantes de la ciudad. Los nuevos lehanges irían al frente de la tienda cuando llegara su familia y practicaran el trato con los clientes. Pero como nadie en mi familia vino a hacer negocios, no tuve oportunidad de practicar. El maestro Benno dijo que tendría que practicar con Myne. Pero dado que Myne no era comerciante, no pensé que fuera la mejor práctica.

La cuarta campana marcó el final del trabajo de la mañana y el comienzo del almuerzo. La tienda cerró y con una persona que se quedaba de guardia, todos volvieron a casa o tomaron algo de comer en los puestos y restaurantes de la calle principal. El pan que mamá me hizo llevar al trabajo no era suficiente para almorzar, por lo que generalmente obtenía algo en un puesto. Tener mi propio dinero que podía gastar en mí mismo me pareció increíble. Le debía mucho a Myne por enseñarme a ahorrar dinero para cuando lo necesitara en el futuro.

Fue un dolor, pero al almorzar tuve que volver al ático y cambiarme de ropa. No importa lo hambriento que estaba, no podía comer nada mientras usaba mi uniforme de aprendiz. Mark se enojaría conmigo si me viera caminando comiendo comida barata.

Los puestos de comida al oeste de la ciudad eran más baratos que los puestos de la plaza o al este. Compré una galette allí y me la comí en mi camino de regreso a la plaza debajo del cálido hijo de verano. Las galettes eran una forma móvil de comida hecha de mezclar tres tipos de harina, hornearlos un poco y luego envolver el pan resultante alrededor de jamón, tocino, salchichas y otros tipos de carne. A diferencia del pan cocinado en seco con fines de conservación, las galettes eran fáciles de comer sin sopa.

Hoy podía comer fuera gracias al buen tiempo, pero en los días lluviosos tenía que arreglármelas con agua y el pan duro que traía de casa. No había muchos puestos de comida que funcionaran bajo la lluvia y, de todos modos, estaba nervioso por caminar afuera con mal tiempo. Básicamente, el clima siempre fue importante.

Terminé mi galette justo cuando llegué a la plaza y por costumbre me limpié las manos en los pantalones. Me sacudí de miedo y miré a mí alrededor para ver si había alguien en la tienda.

… Menos mal, nadie. Suspiré aliviado y corrí de regreso a mi habitación en el ático. A diferencia del Maestro Benno, que odiaba las comidas lentas, tuve mucho tiempo libre durante el almuerzo y tendía a aprovechar la oportunidad para lavar la ropa. También quería lavarme el pelo hoy. Tomé una bañera y puse un balde, mis uniformes de repuesto, una toalla, jabón, un estante para lavar y un frasco de rinsham en él antes de bajar las escaleras y dirigirme al pozo. Fue duro vivir en una habitación del ático debido al uso de todas las escaleras.

Saqué agua del cubo en el pozo, puse el rinsham y me lavé el cabello primero. Me quité la camisa, vertí el cubo de agua de rinsham sobre mi cabeza sobre la bañera, volví a poner el agua en el cubo y repetí el proceso. Mojar mi cabello completamente y luego secarlo con una toalla fue cómo me lavé el cabello. Tenía el pelo corto a diferencia de Myne, y no tenía a nadie que me ayudara, así que esta era la mejor manera para mí.

Después de secarme el cabello con la toalla, lavé mi ropa con la toalla. Después de lavar mis uniformes de aprendiz y la toalla, regresé a mi habitación y los colgué del hilo para que se secaran. De esa manera, estarían secos la próxima vez que viniera.

Me pasé un peine por el pelo. Mi cabeza se sentía genial y mi cabello estaba liso. Tiré de un mechón de cabello y asentí después de ver que estaba sedoso nuevamente. Una vez hecho esto, me puse el uniforme que llevaba en la mañana y regresé a la tienda.

“Oh, veo que te lavaste el cabello. Es bueno que hayas aprendido a hacer eso antes de señalarlo. Mantenerse limpio es muy importante”, dijo Mark, felicitándome. El reconocimiento de mis esfuerzos me dio la fuerza para seguir dando lo mejor de mí. Quería aprender del ejemplo de Mark y ser más capaz de vigilar a otras personas. Eso no será fácil.

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Los comerciantes de la ciudad pasaban por la tienda ocasionalmente durante la tarde, pero en comparación con la mañana estábamos mucho menos ocupados. Esto fue cuando el Maestro Benno y Mark fueron al distrito de los nobles los días en que tenían negocios allí.

Después de que sonó la quinta campana, a los novatos les enseñamos a los leherles experimentados sobre los hombres de negocios que pasan por la tienda, enviamos recados al Gremio de Comerciantes y estudiamos para hacer mejor nuestro trabajo. Teníamos mucho más tiempo libre y era más fácil hacer preguntas que en cualquier otro momento.

«Hoy aprenderemos sobre cómo escribir pedidos de suministros. Cada tienda escribe sus pedidos de maneras algo diferentes, así que olvídate de cómo lo haces en casa. Deberá aprender cómo nosotros, en la Compañía Gilberta, redactamos nuestros pedidos de suministros».

“… ¿Reaprendiendo cosas de nuevo? Es muy difícil recordar todas las pequeñas diferencias». Los novatos sabían cómo funcionaban las cosas en su casa, pero tuvieron que volver a aprender mucho para trabajar en la Compañía Gilberta. Aprender algunas cosas desde cero fue difícil para mí, pero probablemente fue aún más difícil para ellos volver a aprender lo mismo con ligeras diferencias.

¿Ya sabes cómo escribir pedidos de suministros, Lutz? Parece que estos son exactamente como los escribe la Compañía Gilberta. Sí, todo bien. Intenta hacer los cálculos para estos informes de ventas, entonces.

«Entendido.»

Hombre… Myne es realmente increíble. Gracias a que Myne me enseñó a leer, escribir y hacer matemáticas además de aprender a contar dinero y escribir pedidos de suministros a través de nuestro negocio con Benno, de alguna manera me las arreglé para hacer mi trabajo a pesar de la falta de conocimiento del niño criado como un comerciante. Si no fuera por ella, me imagino que los leherls habrían dejado de molestarse tratando de enseñarme hace mucho tiempo.

Honzuki no Gekokujou Vol 3 Capítulo Extra 5 - Novela Ligera

 

Tintineé las piezas de la calculadora mientras hacía los cálculos. Todavía era lento con eso, pero el hecho de que estaba un poco más lejos de ser tan rápido como los otros aprendices fue gracias a cómo había practicado usarlo con Myne.

“Lutz, el maestro te está llamando. Por favor, vaya a su oficina». Mark me llamó y me dijo que fuera a la oficina de Benno. Me puse de pie y sentí las miradas envidiosas de los aprendices a mí alrededor.

«Lutz otra vez, ¿en serio…?»

“El Maestro Benno siempre lo llama el Jefe de Myne. Apuesto a que es solo algo que ver con Myne nuevamente».

Me dirigí a su oficina mientras escuchaba los lehanges murmurando detrás de mí. No se equivocaron. Solo terminé como aprendiz de comerciante gracias a ser el amigo de la infancia de Myne y el tipo que la cuidaba. Por eso exactamente tenía la intención de hacer mi trabajo como «el Jefe Myne».

… Nadie más podría ser su jefe excepto yo.


“Ahí estás, Lutz. Se trata de Myne «, dijo el Maestro Benno en el momento en que entré en la habitación, buscando un poco de papel y tableros que no estaba revisando.

«¿Qué dicen todos a tu alrededor sobre Myne uniéndose al templo?»

«No creo que nadie sepa que se está convirtiendo en una doncella del santuario, excepto yo y su familia. Todos los demás piensan que ella solo está trabajando en casa y yendo aquí como lo ha estado. Su familia no está corriendo la voz ya que suena mal por fuera… creo».

Solo los huérfanos se unieron al templo. Esos huérfanos eran niños antes del bautismo que fueron abandonados por sus familias, tal vez, y no tenían parientes cercanos para cuidarlos. Los niños bautizados podrían convertirse en aprendices con sus empleadores como guardianes. Sus vidas se volverían mucho más difíciles, pero mantendrían sus trabajos y su estatus.

Hubo muchos rumores sobre niños criados en el orfanato del templo. Algunos dijeron que fueron trabajados hasta los huesos en mansiones nobles, algunos dijeron que estaban atrapados dentro del templo por el resto de sus vidas. Nadie los contrataría nunca, y dado que supuestamente nunca participaron en ceremonias de bautismo o ceremonias de la edad adulta, ni siquiera fueron contados como ciudadanos de la ciudad. Fueron tratados como equipaje no deseado. La familia de Myne sería burlada y menospreciada si se supiera que su hijo se unió al templo.

«Myne será tratada como una doncella azul del santuario, pero la mayoría de la gente no entenderá el significado de eso, y estamos seguros de que no sabemos qué sucederá si se involucra con un verdadero dolor de un noble. No digas nada que no tengas que decir. He recibido informes de que alguien está husmeando por la ciudad para obtener detalles sobre Myne. Ten cuidado.»

Parecía que Freida le había advertido que un hombre había visitado el Gremio de comerciantes buscando información sobre Myne.

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«Freida simplemente pensó que era otro comerciante al que Myne le pisó los pies, pero sabemos que está entrando al templo. No sería extraño que alguien del lado de la nobleza reuniera información sobre ella. Lutz, no será difícil para ellos descubrir que tienes un contrato mágico firmado con ella. Vigílate a ti mismo y a tu entorno».

El Maestro Benno tenía la intención de ocultar a Myne tanto como fuera posible, y yo tenía la intención de hacer lo mismo. Para ser honesto, nunca había tratado con nobles, así que no sabía qué los hacía estar tan asustados o molestos. Pero todos estaban tan en guardia hacia ellos que sabía que yo también debería estarlo.

«Por cierto, ¿Myne está a punto de mejorar?»

«Creo que sí. Han pasado tres días desde que se enfermó con fiebre, por lo que debería estar mejorando pronto».

«Tráela aquí cuando puedas, necesito hablar con ella sobre algo».

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«Entendido». Asentí y salí de su oficina, solo para ver que todos ya estaban cerrando la tienda.

“Lutz, por favor guarda los productos no organizados que todavía están en la trastienda. La campana está a punto de sonar”, dijo Mark, justo cuando la sexta campana comenzó a sonar. La sexta campana marcó el cierre de la tienda.

«Nos vemos mañana». Todos los lehanges comenzamos a dirigirnos a casa. La tienda estaba cerrada por los leherls que tenían habitaciones en los pisos superiores de la tienda, como Mark y Leon. Tenía que irme pronto para que la tienda pudiera cerrar. Apresuradamente agarré mis cosas y salí corriendo.

Luego subí a mi habitación del ático para comenzar a prepararme para ir a casa. Me quité el atuendo de aprendiz y lo tiré a la bañera antes de ponerme mi ropa habitual. Luego revisé la jarra de agua para ver cuánta agua le quedaba. Si no hubiera suficiente agua para lavarme la cara allí, no tendría tiempo para obtener más a la mañana siguiente.

… Parece que todavía hay suficiente.

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Cerré la puerta de mi ático y corrí escaleras abajo, luego comencé a caminar a casa. Casi todos en la ciudad se fueron a casa a la sexta campana, por lo que la calle constantemente oscura se llenó de gente. Había una brisa fresca, pero el calor corporal de la multitud lo hizo inútil.

… Nunca había tanta gente cuando volvía del bosque. Ahora que tenía un trabajo, estaba atrapado caminando con la sexta campana, pero cuando estaba reunido en el bosque, ya que la sexta campana indicaba que las puertas se estaban cerrando, solo vi la pelea entre comerciantes tratando de forzar su camino. En la ciudad y los guardias de la puerta tratando de cerrar las puertas.

Los niños podríamos deslizarnos en pequeños callejones de camino a casa, para evitar las multitudes.

«Ah, bienvenido, Lutz». Cuando llegué a casa, mamá estaba preparando la cena. Mis hermanos también estaban en casa. Era una práctica diaria para mamá gritarme que ayudara con la cena, recordándome que todos los demás también estaban cansados, y que hoy no fue la excepción.

Nuestro menú de inicio se había ampliado un poco gracias a las recetas de Myne, pero muchas de ellas requerían cosas que solo crecían en invierno, por lo que nuestros hábitos alimenticios normales no habían cambiado tanto. Principalmente solo comimos pan, sopa, jamón y salchichas.

«¡Gaah! ¡Ralph! ¡Eso es mío!»

«¡Eres culpa tuya por ser lento!» Ralph robó una loncha de mi jamón, así que levanté mi plato, los ojos se abrieron con rabia, pero luego Zasha vino a un lado por mi salchicha.

«Eres un aprendiz de comerciante, no te mueves demasiado. Somos carpinteros y tenemos mucha más hambre que tú».

«¡Alto, Zasha!» Rugió mi madre.

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«¡Siéntate y come!» Mi salchicha se salvó gracias a los gritos de mamá, pero pude ver por sus ojos que todavía estaban apuntando a mi comida. Si no terminara mi plato mientras todavía estaban mansos por la mirada de mamá, volverían a hacerlo de inmediato. Tengo miedo por mi salchicha y luego se trasladó a mi pan empapado en la sopa.

… ¡Gaah, maldita sea! ¡Pagarán por esto! Gracias a mis ahorros, tuve suficiente dinero para comprar algo de comida para mí, pero aun así, el robo de mi comida realmente me molestó.

Nuestra cena llena de conflictos terminó y me moví directamente a prepararme para la cama. No podría levantarme temprano si no me acostara temprano, y en cualquier caso no había mucho que hacer después del atardecer. Acostarse rápido para ahorrar velas era el mejor plan.

Escuché sonar la séptima campana, indicando que era hora de dormir.

… Creo que iré a ver a Myne mañana. Ella debería estar mejor por ahora.

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