Honzuki no Gekokujō (NL)

Volumen 3: La Hija De Un Soldado III

Capítulo Extra 2: Leise – Receta de Confitería

«Leise, volveré con Myne, así que por favor prepara los pasteles de libra para nosotros».

«Prepararé todas las recetas”. Le di a Freida una respuesta de corazón y fui directamente con mis herramientas de cocina.

Mi elección de ser chef fue el resultado natural de que mis padres dirigieran un restaurante. Cuando era joven, hicieron lo mejor que pudieron con un pequeño puesto, pero no pasó mucho tiempo antes de que abrieran un pequeño restaurante junto a la puerta este. Crecí viéndolos cocinar. Gracias a ellos pude cocinar antes de convertirme en aprendiz y tenía mis propios ahorros, lo cual era raro para los niños que no habían sido bautizados.

Después de mi bautizo comencé a trabajar en un restaurante propiedad de un amigo de la familia y absorbí receta tras receta. Me encantaba aprender y me encantaba pensar en cómo mejorar las recetas que me habían enseñado y las recetas que había robado al ver a otros cocinar.

Exploré varias tiendas para perfeccionar mis habilidades y finalmente me pidieron que cocinara en una mansión noble. Mis padres me dijeron que no lo hiciera, ya que no podría volver a la parte de la ciudad de los plebeyos, pero fui de todos modos. No quería perder la oportunidad de aprender las recetas servidas a la nobleza.

Comencé siendo trabajado hasta los huesos como lavaplatos, y lentamente con el tiempo robé las técnicas que sostenía el jefe. Los ingredientes y especias utilizados para las comidas de los nobles estaban muy por encima de todo lo que yo había usado. Incluso sus platos eran más elegantes que cualquier cosa que verías en un restaurante normal. Aprendí más todos los días.

Pero eso solo duró unos pocos años. No importa cuánto entrene, nunca me moví a la cocina. En las mansiones nobles, no solo necesitabas habilidad, sino también conexiones y una línea de sangre digna para moverte hacia arriba.

Estaba atrapada en el barro cuando el maestro del gremio me llamó. El jefe líder me había recomendado, ya que sabía que yo era lo suficientemente hábil como para ser jefe líder, pero no tenía las conexiones para llegar allí. Me pidió que preparara la comida para nobles para su nieta, para que ella estuviera mejor preparada para vivir en el barrio de los nobles cuando llegara a la edad adulta.

… Dije que sí en el acto. Finalmente tuve la oportunidad de mostrar mis habilidades como jefe líder. Sin mencionar que estaría trabajando para el maestro del gremio del gremio de comerciantes, que tenía más dinero que algunos laicos. Su cocina fue construida como la de un noble y tenía los mismos ingredientes y especias. No había mejor lugar para que trabajara un chef. Para mostrar mi agradecimiento por tener esa oportunidad, trabajé duro cada día. Cada día fue enormemente divertido y gratificante. Construí total confianza en mis habilidades. Estaba segura de que nadie sería capaz de superar las recetas que había creado.

Hasta que apareció Myne, eso es.

No lo podía creer. El azúcar era un edulcorante recientemente desarrollado que el maestro del gremio había conseguido comprar recientemente de la Soberanía. Nadie en el mundo que yo conociera había logrado mucho con eso. Intenté experimentar con él de varias maneras sin mucho éxito. Y, sin embargo, Myne hizo algo grandioso con el azúcar como si fuera la cosa más natural del mundo. Tuve que hacer todo por ella ya que ella no tenía la fuerza para hacerlo ella misma, pero sus instrucciones dejaron en claro que sabía la receta de memoria.

El pastel de libra que horneó era esponjoso, húmedo, tenía una dulzura refinada y se rompió en la boca. Era diferente a todo lo que había visto o hecho antes. Ni siquiera la cocina de los nobles había hecho algo así.

Pero cuando le pregunté a Freida de dónde era Myne, ella me dijo que era una niña plebeya con un padre soldado y una madre tintorera. Su familia sería demasiado pobre para participar en dulces extravagantes. A lo sumo podría comer la fruta y la miel que reunió en el bosque. ¿Dónde había aprendido una receta de confitería?

Desde entonces, había estado experimentando con la receta del pastel de libra que me enseñó al alterar la masa y cambiar el calor del horno. Después de hornear innumerables pasteles, finalmente hice uno que podría considerar mi obra maestra. Incluso Freida decía que esta era comida adecuada para los nobles.

Cuando Myne se comió el pastel de libra que había trabajado incansablemente para mejorar, simplemente compartió ideas para mejorarlo aún más a cambio de azúcar. Ella dijo que el sabor cambiaría al poner cosas en la masa antes de hornear, y que las cremas y las frutas harían que el pastel se vea más elegante.

Mientras preparaba un pastel de libra con cáscaras affelsige molidas, apreté el tazón. Myne había sabido cómo mejorar el pastel de libra de la parte superior de su cabeza. Ella definitivamente tenia nuevas recetas más.

… los quería. Quería sus nuevas recetas. Quería saber cada receta que tenía Myne.

“¡Leise, Leise! ¡He traído a Myne!»

Justo cuando estaba alineando platos con pequeñas rebanadas de mis pasteles en la mesa en la esquina de la cocina, Freida entró corriendo por la puerta con una amplia sonrisa en su rostro.

Freida nació débil y cuando fui contratada por primera vez, rara vez salía de su habitación. Había cambiado tanto después de conocer a Myne que era difícil imaginar que era la misma chica que consideraba que contar monedas de oro en su habitación era su mayor alegría. Se había convertido en comerciante con tanto entusiasmo como Benno, un joven que cada día crecía en poder e influencia. Su misión era hacer que Myne se uniera a su historia.

Freida se había esforzado por sorprender los límites después de haber decidido celebrar una ceremonia de prueba de sabor. Tenía a toda su familia envuelta alrededor de su pulgar, ordenándolas de todas maneras. Myne parecía haberse envuelto en esto también y Freida la había llevado a participar en la prueba de sabor.

“Entonces, Myne, ¿crees que debería considerar a los niños como un grupo demográfico importante?” preguntó Freida. Myne respondió mientras miraba alrededor de la cocina.

«Definitivamente será demasiado caro para que lo compren los niños comunes, pero los niños comerciantes pueden entender el precio y tener el dinero para comprarlo. Las personas en edad de aprender podrán leer, así que… Lo que hay que recordar aquí es que los alimentos que comes en tu infancia permanecerán contigo hasta la edad adulta».

«¿Es así?», Murmuró Freida mientras garabateaba algo en una pizarra, lo que me hizo sentir incómoda de alguna manera. De cualquier forma que la mirara, el crecimiento de Myne se había ralentizado por su devorador y parecía, como mucho, una niña de cinco años. Pero ella hablaba por completo como si ya hubiera alcanzado la edad adulta.

«Además, cuando lo vendes no tienes que vender todo el pastel a la vez. Puede bajar el precio y obtener más compradores vendiendo rebanadas individuales. Eso sería bueno para las parejas que solo quieren dos rebanadas, o para celebrar la ceremonia de bautismo de alguien. Cosas como esas.»

“Tengo la intención de vender principalmente a los nobles al principio. Espero que una confitería cara les vaya bien”.

Freida quería mantener el precio lo más alto posible ya que tenía derechos exclusivos para venderlo. Myne, por otro lado, quería bajar el precio para que más personas pudieran comer el pastel. A pesar de ser dos chicas jóvenes de la misma edad, ambas tenían filosofías muy diferentes.

«Explotar su exclusividad no es una mala idea, pero creo que bajar el precio y difundirlo es lo mejor si desea que su marca sea conocida».

“Mi exclusividad solo dura un año. Dentro de un año se extenderá independientemente de lo que haga, ¿no? Quiero pasar este año aprovechando todo lo que pueda con los nobles como mi núcleo demográfico».

Freida dijo que haría que Myne probara mis pasteles y negociara el derecho de venderlos. No había duda de que Myne buscaría conexiones con nobles. Freida le presentaría a un noble que la trataría bien a cambio de los derechos exclusivos del pastel de libra.

Pero, contrariamente a sus expectativas, a pesar del verano que se acerca Myne nunca visitó una sola vez. Cuando Freida entró en pánico y arrastró a Myne a la fuerza aquí, no parecía preocupada en absoluto por el límite de tiempo de su vida.

«Mmm. En ese caso, podría usar frutas de temporada para hacer nuevos sabores de pasteles limitados a cada temporada. Eso lo distinguirá de la competencia y hará feliz a su base de consumidores».

¿Nuevos sabores de pasteles, limitados a cada temporada…? No dejé pasar por alto la sugerencia de Myne. Inmediatamente comencé a pensar en frutas de temporada.

«¿Qué pasa con el invierno, cuando la fruta no crece? ¿Qué puedes hacer entonces?”

«Quiero decir, no puedes hablar de cosas dulces en invierno sin mencionar parues, ¿verdad? También hay (rumtopf) y…»

Myne se congeló a mitad de la oración y se cubrió la boca. Le levanté una ceja y dije que cualquier otra cosa costaría dinero, con un dedo sobre su boca. Parecía que se había dado cuenta a mitad de la oración que se había quedado tan atrapada en la conversación que estaba obteniendo información valiosa de forma gratuita. Freida se rió ante la expresión incómoda de Myne.

“¿Me pregunto qué ibas a decir? Tengo una suma considerable preparada para pagar tu información, Myne”.

Cuando se le ofreció un precio que consideraba un valor justo de mercado, Myne no quiso aportar información adicional de forma gratuita como un «bono». Freida dijo que eso era mucho mejor para formar relaciones amistosas a largo plazo que tratar con avidez de maximizar las ganancias o intentar para engañar a los demás. Teniendo en cuenta que solía decir que engañar a la gente era el pan de cada día de los comerciantes, era fácil ver cuán dramáticamente había cambiado.

“Mmm, iba a hablar sobre (rumtopf). En pocas palabras, es fruta que pones en frascos con alcohol. Toma mucho tiempo remojarlos para que tengan el sabor perfecto, pero creo que serían perfectos para los pasteles de invierno”.

«¿Cómo suenan cinco platas grandes?» Con el conocimiento básico de remojar la fruta en alcohol obtenido, todo lo demás podría manejarse a través de la experimentación. Incluso si las negociaciones se interrumpieran, estaría bien. O eso pensé bien mientras Myne miraba el azúcar.

«… Supongo que dado que el azúcar no se ha extendido mucho, nadie sabe cómo hacer o usar (rumptofs) tampoco».

A pesar de mencionar solo la fruta y el alcohol, parecía que lo que estaba hablando usaba como azúcar. Pedir detalles probablemente sería inteligente, entonces. Las recetas relacionadas con el azúcar exigieron mucha prueba y error. No había muchas recetas por ahí usándolo. Miré a Freida y ella asintió.

«¿Qué tal ocho oros pequeños, entonces?»

«Bueno. Te enseñaré cómo hacerlos y usarlos. Podrás guardarlo para ti hasta que el azúcar se extienda, así que no necesitas un contrato esta vez».

Tocaron tarjetas de gremio para intercambiar dinero, luego Myne señaló un frasco en la cocina.

«Necesitaremos una jarra como esa, ¿tienes alguna otra?»

«Podemos usar ese, no tiene nada. ¿Qué más necesitas?»

Me moví por la cocina siguiendo las instrucciones de Myne y obtuve lo que necesitábamos. Lavé algunas rutbers, una fruta que solo creció en esta temporada, y las corté en pedazos antes de ponerlas en un tazón. Llenamos aproximadamente la mitad del tazón con azúcar y lo dejamos reposar. Myne dijo que era importante dejarlo reposar hasta que el agua se escurriera de las rutbers y el azúcar comenzara a derretirse en ellas.

“¿Sabes cuánto cuesta el azúcar? ¿Estás segura de que deberíamos usar tanto de una vez?”

«Es para la preservación. Intenté esto con esperanza pero la fruta salió mal y no pudimos comerla. Además, la fruta se pudrirá si no le pones alcohol súper fuerte, tan fuerte que se destila en el frasco».

Tuve la sensación de que el sentido del dinero de Myne había sido dañado por lo mucho que ganaba vendiendo recetas y derechos de productos. El azúcar valía su peso en plata, pero ella estaba usando esto en un solo lote de dulces.

«Una vez que el agua salga de las rutbers, colóquelas en la jarra y agregue el alcohol. Mmm… Debes asegurarte de que todas las frutas estén debajo del líquido, o las partes que sobresalgan crecerán moho. Además, debe agregar un tipo diferente de fruta después de unos diez días. Pfirsloches y prunbeers están a punto de comenzar a venderse, ¿verdad? Realmente quieres empacar sabores de verano aquí y comerlos una vez que llegue el verano. Correcto. Las frutas como los apfelsiges no son demasiado buenas para esto, creo».

Freida anotó todas las advertencias que nos estaba dando. Los grabé en mi memoria mientras revolvía el tazón. Podía decir que se humedecen menos por el momento.

«¿Estás haciendo esto también?»

«Mhm. Usando el azúcar que me diste antes. Es la primera vez que los hago también. También puedes ponerlos en pasteles o usarlos como mermelada. También son buenos para hacer (parfaits) o para poner (helado)».

Myne sonrió para sí misma, murmurando algo acerca de esperar el invierno, cuando de repente Freida se levantó y miró a la mesa.

«Oh no. Nos hemos salido del camino. Olvidé todo acerca de la prueba de sabor».

«Eso me recuerda. Benno dijo que también quiere probar el sabor de los pasteles. ¿Puede venir?” Freida miró a Myne con los ojos entrecerrados. Myne se rascó las mejillas y levantó la vista un poco, como si tratara de recordar lo que Benno había dicho.

«Ummm, la prueba de sabor sigue siendo bastante rara, ¿verdad? Está interesado en qué tipo de dulces vas a vender, pero está aún más interesado en cómo funcionan los eventos de degustación de prueba».

Freida se puso a pensar, luego levantó la vista con una sonrisa. Ella debe haber pensado en algo. Se dio la vuelta y se dirigió a la puerta de la cocina.

“Tengo algo que necesito preguntarle al abuelo. Tendrás que disculparme por un momento. Leise, por favor mantén a Myne entretenida”.

Freida tenía una extraña rivalidad con Benno y él que venía aparentemente había iluminado su corazón desafiante y llameante. Dejó a Myne en la cocina y rápidamente salió de la cocina, manteniendo su elegante aura todo el tiempo.

«… Bueno, ahí va ella».

«Ella no suele actuar así, ya sabes».

«Freida dijo lo mismo de ti cuando te dije cómo mejorar los pasteles de libra».

Myne se rió y solté un suspiro. La gente había estado señalando durante años que nunca podría quedarme quieta después de aprender una nueva receta, pero no mostraba signos de dejarla pasar.

«Eso es culpa de tu receta».

«… Aww. Lo siento.»

«No necesitas disculparte. Soy yo quien quiere aprender nuevas recetas. Entonces, ¿te importaría decirme cómo terminaron estos pasteles?”

Puse un trozo de pastel frente a ella que representaba mejor el consejo que me había dado: uno con refrigerios adicionales para el olor y el sabor, uno con un poco de azúcar convertido en miel y otro con nueces. Además de eso, había preparado té que combinaba con el pastel de Libra en general.

«¡Todos ellos lucen muy bien! Gracias».

Los ojos de Myne brillaron cuando sonrió y tomó un bocado lento tras otro, disfrutando los sabores al máximo. La forma elegante en que sostenía su tenedor me hizo pensar en una hija noble a la que se le habían enseñado modales estrictos. Por lo menos, ella no se veía como una pobre plebeya, considerando cómo tendían a llenarse la cara de dulces cuando se les daba la oportunidad de comerlos.

Myne sorbió su té mientras comía y dejó escapar un suspiro de satisfacción.

“De todos estos, ¿creo que me gusta más el apfelsige? Me gusta cómo florece el olor en mi boca”, dijo Myne con una cálida sonrisa después de tomar un té.

«… Oh, las hojas de té que hicieron este té probablemente también irían bien con el pastel de libra».

«¿Hojas de té? ¿No son demasiado difíciles de comer?»

Myne puso una mano sobre su boca. Aparentemente, esa fue una información valiosa. Solté un «hmph» y puse una bolsa de azúcar sobre la mesa.

«Te daré esta bolsa de azúcar si hablas. Quiero saber todo lo que pueda para hacer el mejor pastel posible. ¿Supongo que te estás quedando sin azúcar gracias a hacer ese rumtopf?»

Para ser honesta, nunca había soñado con poner hojas de té en dulces. Los dulces eran, bueno, dulces. Comprendí que los chefs de la Soberanía operaban bajo el principio de que si ibas a usar azúcar cara, cuanto más dulce mejor. Era difícil pensar que las hojas de té harían algo más dulce. No tuve tiempo suficiente para experimentar con las hojas y descubrir cómo usarlas adecuadamente.

“… Bueno, una bolsa de azúcar probablemente valga la pena, tal vez. Esta puede ser mi forma de decir gracias por todo el pastel».

Después de pensar un poco, Myne explicó a qué se refería.

“Puedes cortar y triturar las hojas de té para que no se dañen la sensación de la boca de la comida cuando las mezclas con la masa. Terminarás con un pastel que huele bien».

«¿Te refieres a hojas de té como estas?»

Levanté una botella llena de las hojas de té que había usado para la bebida de Myne y ella asintió con la cabeza. Después de mirar un poco la botella, encendí un fuego en el horno. Comencé a moler las hojas de té mientras Myne comía pastel de libra a mi lado. Quería probarlo de inmediato. Eso significaba no dejar a una invitada sola por un tiempo, pero ella sería la primera en probarlo para que todo saliera bien.

«Hey, Myne. ¿Te importa si te pregunto algo?”

«En absoluto, ¿qué es?»

“¿Quizás también tengas algunos consejos secretos para hacer una buena sopa? Parece que sí, a juzgar por la forma en que comiste mientras estabas aquí. Siempre dejaste la sopa, pero nada más. Pensé que tal vez no te gustaban las verduras, pero no las comías en otras cosas. ¿Cuál es el secreto para hacer una buena sopa?” Myne me miró con los ojos muy abiertos, con el tenedor todavía en la boca. Levanté una ceja mientras batía los huevos.

«… Eres fuerte, señorita Leise».

«Entonces, ¿me hablarás de la sopa?»

Myne sacó el tenedor de su boca y lo colocó en el plato.

«… Eso es un poco más difícil para mí. Las cosas son diferentes de antes y pronto me veré obligado a tratar con los nobles, lo quiera o no. Quiero guardar tantas cartas de triunfo como pueda bajo mi manga, para defensa propia”.

Su expresión derrotada me hizo imposible empujar más, así que solo me encogí de hombros.

Sabía a lo que se enfrentaba gracias a mi tiempo trabajando en una mansión noble. Había peligro en una sociedad basada en el estado y las dificultades que traía no eran cosa de risa. Tenía sentido que quisiera quedarse con las cartas de triunfo, y acepté que debería hacerlo.

«Sin embargo, estoy bien compartiendo recetas de dulces si Freida les compra exclusividad cronometrada».

«¡¿En serio?!» Me incliné hacia adelante con el cuenco todavía en la mano y Myne asintió repetidamente, inclinándose hacia atrás con miedo.

“Solo después de que los pasteles de libra se vuelvan populares, quiero decir. Tal vez sea un buen momento cuando se agote la exclusividad del pastel de libra”.

«¿Benno no se interpondrá en eso?», Dije, sabiendo que Freida siempre estaba hablando de Lutz y Benno intentando monopolizar el conocimiento de Myne, pero ella solo inclinó la cabeza.

«Mmm, no sé sobre eso. Probablemente no estará muy feliz por eso, pero no creo que pueda interponerse. Para ser sincera, no creo que las recetas signifiquen nada para él, incluso después de hacerse públicas».

«¿Porque eso?»

«Benno todavía no tiene fuertes conexiones con los nobles, por lo que no podrá obtener los ingredientes o los talentos necesarios. Parece que todavía no hay rutas comerciales establecidas para el azúcar, y para conseguir un chef de tu nivel necesitaría arrebatar a alguien de los nobles, ¿verdad? Freida dijo que así te contrató el maestro del gremio«.

El análisis de Myne sobre Benno, que básicamente podría considerarse su guardián, me dejó sin palabras. Parecía que Myne estaba realmente pensando adecuadamente a quién le dio información. En cuyo caso, tal vez haya una posibilidad de que ella me enseñe más recetas.

Miré a Myne mientras rociaba el tazón con harina.

«¿No te importa darme tus recetas?»

“Un chef debe ser tan hábil como usted para replicar una receta de boca en boca. Además, te apasiona tanto tu trabajo que me dan ganas de ayudarte», dijo Myne, haciéndome tan feliz que quería gritar. Básicamente decía que reconocía mi habilidad como chef. Ella me enseñaba recetas que no le enseñaría a Benno, a quien le debía tanto.

«… Pero terminará siendo injusto para varias personas si les enseño gratis, así que eso en sí, es un problema».

Myne no estaba demasiado obsesionada con las ganancias, pero no podía decirse lo mismo de quienes la rodeaban. No solo eso, sino que sus recetas hicieron grandes olas a su alrededor en más de un sentido. Sus recetas probablemente no fueron lo único que hizo sin precedentes históricos.

Mezclé mantequilla derretida en el tazón e intenté preguntarle a Myne algo que había estado en mi mente durante mucho tiempo.

«Hey… Myne. ¿Quién en el mundo eres? ¿Dónde aprendiste todas estas recetas?”

«… Mmm… Los aprendí de los sueños».

«¿Qué dices ahora?» La miré fijamente, pensando que estaba bromeando, pero ella solo dio una sonrisa preocupada.

«… No estoy bromeando. Hasta ahora, estas son todas las cosas que solo he podido comer en sueños». Myne esbozó una sonrisa nostálgica que parecía tan madura que mis sospechas solo aumentaron.

«Realmente me gustaría decir todas mis recetas a la vez y tener chefs talentosos como ustedes los hacen todos, pero bueno».

Myne cerró los ojos, luego levantó la vista y le dedicó una brillante sonrisa infantil. Pero fue el tipo de sonrisa incómoda que fue claramente forzada. Adivinando que ese era un tema del que no quería hablar, cambié el tema un poco mientras vertía la masa en el molde.

«¿No puedes hacer esto tú misma?»

«No tengo la fuerza, la resistencia, las herramientas o las habilidades para replicarlas yo misma. Todo lo que necesito es un chef experto que me ayude y puedo enseñarles innumerables recetas. O bien, no puedo en este momento, pero sabes a lo que me refiero».

Myne pateó sus piernas mientras fruncía el ceño con una mirada triste en su rostro. Bajé la vista hacia sus brazos delgados y débiles, recordando que le faltaba la fuerza para incluso mezclar un tazón de harina. Era difícil imaginarla cocinando algo con eso.

“Solo pregunta si alguna vez quieres comer algo. Haré cualquier cosa por ti si me dices la receta». Mi corazón bailaba ante la oportunidad de recrear recetas que solo existían dentro de los sueños de Myne.

… Aaah, estoy tan emocionado. ¿Qué tipo de recetas están durmiendo dentro de esta chica? Miré a Myne comiendo más pastel de libra mientras metía la nueva masa de pastel de hojas de té en el horno.