Honzuki no Gekokujō (NL)

Volumen 3: La Hija De Un Soldado III

Capítulo 22: Contrato Mágico y Registrando el Taller

«Aquí tiene, señor». Mark colocó una hoja de papel de contrato utilizada para contratos mágicos y un frasco extrañamente diseñado lleno de tinta especial sobre la mesa. Los reconocí a los dos.

Benno puso su pluma en el tarro de tinta y comenzó a escribir el contrato. La tinta era azul en lugar de negra, tal como lo recordaba. Observé cuidadosamente mientras él escribía el texto del contrato.

Lutz se reserva el derecho de vender productos creados por el Taller de Myne. Para establecer un representante, primero se debe obtener la aprobación de Myne, Lutz y Benno, luego presentar una solicitud al Gremio de Comerciantes.

«¿Para qué es esta línea?», Señalé el contrato y Benno levantó una ceja.

«Seguro. Si un contrato involucra solo a niños, algunas personas tratarán de evitarlo a través de la violencia o el secuestro. Me estoy involucrando a mí y al Gremio para evitar ese tipo de cosas tanto como sea posible. Al hacer contratos como estos, es mejor involucrar a terceros con los que pueda contar para que te apoyen. Recuérdalo.»

«… Gracias». No solo sugirió hacer un contrato mágico a pesar de todo el trabajo involucrado para él, incluso se involucró activamente para poder ayudarme si fuera necesario. Tomé un bolígrafo de Mark y firmé mi nombre. Lutz siguió con el suyo y después de que Benno firmara su propio nombre, comenzamos a estampar nuestra sangre en él.

«Lutz, por favor». Cerré los ojos y extendí el pulgar para que Lutz pudiera cortarlo. Una vez que lo hizo, presioné la sangre que manaba contra mi firma.

La tinta azul absorbió la sangre y se volvió negra como la última vez. Una vez que todos estamparon su nombre, la tinta brilló intensamente, quemó agujeros en el papel, y finalmente el papel desapareció. De nuevo, como la última vez. Benno dejó escapar un suspiro lento mientras veía que el papel se quemaba intensamente.

«Por lo menos, esto asegura que puedas seguir vendiendo productos y ver a Lutz incluso si te arrastran al barrio de los nobles. Aprende a protegerte si no quieres que eso suceda, Myne».

Apreté mis puños primero para mostrar mi determinación y Benno, Lutz e incluso Mark hicieron una mueca de preocupación escrita en sus rostros.

«Pero recuerda. Este contrato solo funcionará en personas que sepan lo valiosos que son sus productos».

«¿Qué?»

«Si un noble solo se preocupa por tu maná, no se preocupará por tus productos. Afortunadamente, estoy bastante seguro de que aquí no hay nobles lo suficientemente ricos como para ignorar cuánto dinero podrías ganar. Además, como mencioné antes, los contratos mágicos solo funcionan en la ciudad donde se registraron. Ten cuidado».

Una vez hecho esto, redactamos un contrato idéntico en pergamino normal. No significaría mucho para los nobles, pero era importante para informar al gremio y demostrar que el contrato existía en caso de que algo sucediera fuera de la ciudad.

«Haré rodar esta bola hoy mientras el hierro esté caliente. Nos dirigimos al Gremio de comerciantes de inmediato. Registraremos el Taller de Myne y lo estableceremos como su capataz. Eso te permitirá fabricar y vender productos sin ningún problema. También le dará más poder en las negociaciones al demostrar que tiene opciones fuera del templo y que es financieramente independiente».

El Gremio de comerciantes estaba camino a casa, así que una vez que terminamos nuestro negocio allí, tendría tiempo para relajarme. Benno me apresuró y después de ver a Lutz subir a su habitación para cambiarse, lo miré.

«¿Qué puedo hacer para que mis negociaciones con el templo vayan bien?»

“En primer lugar, comience por pensar en el mejor resultado posible para ti. Averigua qué necesitas obtener del otro lado para que eso suceda, piensa en lo que puedes ofrecerles y piensa en lo que quieren».

Mientras escuchaba hablar a Benno, pensé en lo que quería de esto. Lo primero que me vino a la mente fue el permiso para entrar en la sala de libros y leer los libros. Idealmente, me gustaría unirme al templo no como una aprendiz de soltera con túnica gris para evitar el arduo trabajo que se les exige. Podría ofrecerles maná y dinero. Si Benno tenía razón, la otra parte quería maná y dinero. Bueno… supongo que estas negociaciones podrían funcionar, ¿entonces?

 «Eso me recuerda que el Sumo Obispo me dijo que no podría pertenecer a ninguna otra organización si quisiera unirme al templo. Dijo que trataría de negociar con el maestro del gremio, pero ¿crees que registrarme como una capataz se interpondrá en el camino?” Dije, pensando en lo que había dicho el Sumo Obispo, y a cambio Benno me golpeó con un fuerte golpe.

“Vamos, Myne. No cuentes con que otros hagan nada por ti. Participa tu misma y asegurate tu propia posición. No sabes qué tipo de términos irrazonables te exigirán».

«Tienes razón. Para ser honesta, nunca esperé que el cáliz pudiera extender mi vida así. Solo quería leer libros, y como me estaba muriendo en seis meses en el mejor de todos modos, no me importaba nada más. Aceptaré que solo contaba con que otras personas hicieran todo por mí. Pero ahora que probablemente voy a sobrevivir y he encontrado una sala de libros, estoy motivada a hacer todo lo posible para conseguir un futuro mejor para mí. Trabajaré duro».

«Usa la cabeza para que la motivación no se desperdicie en nada».

«Estaré mejor».

Lutz bajó corriendo las escaleras. Debe haberse esforzado mucho, dado lo fuerte que estaba respirando. Miré hacia la escalera de siete pisos y sentí asombro en mi corazón por la heroica hazaña que acababa de lograr. Si intentara subir esa escalera, definitivamente colapsaría antes de llegar a la cima.

«Está bien, vámonos».

Benno puso sus manos debajo de mis brazos y me levantó como si fuera una cuestión de rutina. Otto me había dicho que caminaba demasiado lento para que lo soportaran los adultos, así que últimamente me había rendido y acepté que era mi destino ser llevada. Intentar resistir me cansaría más.

«Si los que se unen al templo no pueden pertenecer a gremios y similares, terminarás siendo la única en el templo capaz de comerciar con el Gremio de Comerciantes. Si el hecho de que aún no esté registrada no es suficiente para superarlos, ahorra algo de dinero y oblígalos a que te permitan seguir dirigiendo tu taller».

Benno continuó su sermón incluso mientras caminábamos hacia el Gremio de comerciantes, sin querer perder ni un segundo de tiempo que podría estar usando para formular planes y enseñarme cómo negociar. Quería escribir todo lo que dijo, y fue realmente frustrante que no pudiera. Miré a Benno y trabajé en cada neurona de mi cerebro para tratar de memorizar la mayor cantidad posible de sus consejos.

«Como mencioné, es muy posible que la falta de sacerdotes azules resulte en huérfanos desempleados y una disminución en las donaciones. Haga una lista de un montón de basura como si quisiera darles un futuro en la vida, si quiere darles trabajo o si desea mejorar su situación de vida, lo que sea necesario para obtener su permiso para mantener su taller funcionando y el suyo. Los que están en el templo al menos deberían ser lo suficientemente inteligentes como para saber que todo funciona con dinero”.

«Correcto.»

«Mientras lo hace, mencione que necesita a alguien que vigile tu salud y trabaje para ti directamente. Tome un hecho con un núcleo de verdad y exagere tanto como sea necesario para conseguir personas que hagan trabajo físico por ti. Lutz trabaja para mi tienda ahora y estará ocupado durante al menos la mitad de cada semana».

Asentí repetidamente y procesé su consejo concreto, fácil de entender. Explotar el terreno moral para asegurar los derechos de mi taller, exagerar mi debilidad para conseguir trabajadores. Era cierto que necesitaría ayuda para llevar a cabo el taller, derechos o no.

“Una vez que aprenden que incluso los huérfanos trabajarán duro en los talleres, es posible que también puedan comenzar a aceptar otros talleres. Su actitud podría cambiar a medida que vean huérfanos creando los nuevos productos que creas. Todo esto depende de tu habilidad como capataz”.

«Bueno. Lo haré lo mejor que pueda.»

Benno no solo estaba pensando en mí, incluso estaba pensando en los huérfanos. Eso realmente me impresionó, pero él solo sacudió la cabeza y suspiró.

«Haaah… ¿Alguna vez piensas por ti misma? No solo asientas y trates de hacer todo de una vez. Calcula tus prioridades con anticipación”

«¿Bwuh? ¿Qué quieres decir?” Parpadeé sorprendida ante la repentina reacción de Benno y él frunció el ceño. Aparentemente, me había estado probando algo otra vez.

«Priorízate sobre los huérfanos hasta que hayas establecido tu posición dentro del templo. Realmente, considera a los huérfanos como herramientas para explotar apareciendo como un salvador para ellos. Odio decirlo así, pero a más personas les importará que te lastimes que a nadie por esos huérfanos».

«… Está bien». Asentí justo cuando llegamos al Gremio de Comerciantes. Luz abrió la puerta para dejarnos entrar y Benno hizo una mueca.

“Cuando tengas cosas para vender, necesites ayuda o tengas problemas, ven a hablar conmigo. Te cobraré por lo que vale la ayuda, pero seré generoso».

«Gracias. Esto significa mucho para mí, señor Benno”.

Era tarde en la noche, y no había mucha gente en el Gremio de comerciantes. Pasamos por los dos primeros pisos en poco tiempo y nos dirigimos al mostrador del tercer piso. Devolvimos nuestras tarjetas temporales de gremio y les dimos los documentos que Benno había preparado desde mucho antes de nuestro bautismo para registrarnos oficialmente. Los documentos identificaron a la Compañía Gilberta como nuestra tienda afiliada con Lutz como intermediario.

“Hola, Myne. ¿Finalmente estás aquí?” Freida bajó las escaleras con sus colas gemelas de color rosa claro flotando y vino corriendo después de pescarme en la estantería en el área de espera.

«Pensé que llegarías para registrarte justo después de la ceremonia, pero no te he visto desde entonces. Empecé a preocuparme de que te hubieras derrumbado durante tu bautismo”.

«Ajaja, bueno, eso fue lo que pasó. En realidad me derrumbé. Me tomó hasta ahora mejorar”, le expliqué, riéndome un poco por el hecho de que Freida había predicho exactamente lo que sucedió. Miró a Lutz, que estaba mirando un mapa abierto extendido.

«Pensar que colapsarías con Lutz a tu lado».

«No es culpa de Lutz en absoluto. Realmente, todo depende de mí». Mis lados explotando en la pose de Glico Man y yo volviéndome loca por la sala de libros fueron completamente culpa mía. Fue mi culpa que Lutz mereciera una disculpa de mi parte, para ser honesta.

«Hey, Myne. Ven aquí.»

Nuestras nuevas tarjetas del gremio se habían terminado mientras hablaba con Freida. Ella regresó al mostrador para trabajar y yo me quedé para obtener los detalles de mi nueva tarjeta. Jadeé de miedo cuando me explicaron que la nueva tarjeta había transferido todo de la tarjeta temporal, pero necesitaba un nuevo sello de sangre.

«Ríndete, Myne».

Metí mi dedo con la aguja dada y presioné la sangre que manaba contra la tarjeta, haciéndola brillar. Así completado el registro. Fue simple pero doloroso. Pagamos la tarifa de registro de cinco platas pequeñas y el empleado comenzó a explicar la diferencia entre una tarjeta de gremio temporal y una tarjeta de capataz. Freida escuchó eso y me miró.

“¿Mi, mi dios, el taller de Myne? ¿No te convertías en un aprendiz de comerciante en la Compañía Gilberta?”

«Renuncié a eso porque soy demasiado débil para mantener un trabajo estable».

«En ese caso, ¿puedo sugerirte que venda sus productos también a la Compañía Othmar?» Los ojos de Freida se mostraron inmediatamente con el brillo de un comerciante que buscaba ganancias.

Miré hacia otro lado.

«Aaah, lo siento. Lo tenemos configurado para que Lutz venda lo que hago a la tienda del Sr. Benno».

«… Lutz otra vez, ¿hm?»

Freida frunció los labios infelizmente, pero lo que estaba hecho estaba hecho. Le había dado los derechos exclusivos de los pasteles de Libra (Pound cake) y eso tendría que ser suficiente para ella.

«Ya te di el pastel de libra, ¿no? ¿Cómo es? ¿Crees que se venderá bien?»

“De hecho, estoy haciendo que Leise experimente con nuevos sabores. Me gustaría escuchar su opinión antes de ponerlos en el mercado. Por favor, ven y pruébalos, si quieres. ¿Qué tal mañana?»

 Quiero decir, quiero comer el pastel. Creo que las cosas dulces son perfectas cuando la vida es particularmente difícil. Pero no tendré tiempo para probar los dulces de prueba hasta que termine de negociar con el templo.

«Gracias por la oferta, pero mis planes están empacados para mañana».

“¿Qué pasa con el día después de eso, entonces? Podrías traer a tu hermana si quisiera venir. Eso significará que Lutz no tiene que venir, ¿correcto?” Freida estaba utilizando Tuuli para neutralizar a Lutz. Él la miró con dureza, casi mordiéndola. Lo que me recordó que había volado a Lutz la última vez al hacer que Tuuli subiera al carruaje.

«Freida, no seas mala. Sabrá mejor si todos comen juntos. Y si Leise está experimentando con sabores, debe haber mucho pastel”.

«Eso es cierto, pero…» Freida parecía insatisfecha, así que comencé a pensar en cómo podría convertir su invitación emocional en una de negocios.

“Creo que las pruebas de sabor serán mejores para predecir ventas futuras si hay más personas para dar opiniones variadas. Los niños y los adultos quieren diferentes sabores, por no mencionar a las niñas y los niños, por lo tanto».

«… ¿Más gente? ¿Opiniones variadas? Una fiesta de té apenas durará con un gran grupo de personas». Los ojos de Freida tenían la mirada aguda de un comerciante. Sin embargo, parecía que ahora estaba pensando en celebrar una fiesta de té sin siquiera pensar en Lutz. Comencé a acumular seguimientos para intentar que aceptara que Lutz viniera.

«No tiene que ser una gran reunión ni nada. Puede cortar trozos de diferentes pasteles en trozos pequeños y preguntar formalmente a las personas qué les gustó más. De esa manera, Lutz puede…”

«¡Esa es una idea perfecta!»

Antes de que pudiera terminar lo que estaba diciendo, Freida aplaudió con los ojos brillantes. Su expresión dejó en claro que ya estaba completamente de acuerdo con mi sugerencia. Parecía muy feliz y emocionada, pero al mismo tiempo, parecía que ya ni siquiera me estaba mirando.

«Me pondré en contacto contigo cuando se decida la fecha del evento de prueba de sabor. Por supuesto, tu hermana y Lutz pueden venir. Aaah, estaré muy ocupada. Adiós, Myne, Lutz. Ten una buena tarde.»

Freida giró como un centavo y corrió escaleras arriba, queriendo implementar de inmediato los planes que acababa de pensar. Me imagino que estaba a punto de discutir el evento de prueba de sabor con el maestro del gremio. No estaba seguro de por qué estaba tan entusiasmada con eso, pero como finalmente invitó a Lutz conmigo, no tuve quejas.

Vi a Freida irse, emocionada de comer todo tipo de pasteles después de que todo este asunto con el templo se calmó, pero Lutz suspiró interrumpiendo mis pensamientos felices.

«¿Mira? Freida y Myne son iguales, ¿no?», Dijo. Me di vuelta para ver a Benno riéndose y asintiendo.

Cuando terminamos el papeleo y abandonamos el Gremio de comerciantes, incluso el sol de verano de larga duración estaba a punto de ponerse. La plaza una vez ocupada ahora tenía solo unas pocas personas dispersas caminando. Lutz y yo comenzamos nuestro camino a casa. Mientras observaba nuestras largas sombras, sentí la mano de Lutz apretar la mía.

«¿Qué pasa?» Me detuve y miré a Lutz. Me estaba mirando hacia abajo, su expresión se torció con una compleja tormenta de emociones, desde enojado hasta lloroso. Soltó un murmullo que cayó al suelo oscuro.

«… ¿Realmente te unes al templo?»

“Mhm, probablemente. Si Benno tenía razón sobre todo eso, no creo que el templo me permita alejarme de ellos. Escuchaste lo que dijo, ¿verdad?»

Lutz apretó los labios con fuerza, luego me miró con ansiedad.

«¿Crees que podrás negociar con ellos?»

El sol poniente proyectaba sombras espesas en su rostro, haciéndolo lucir aún más lloroso y ansioso. Podía sentirlo apretando mi mano cada vez más fuerte. Sonreí, queriendo ayudar a calmarlo lo más posible.

«Nunca he negociado con nobles antes, así que no estoy segura. Pero si el Grial es realmente una herramienta mágica que puede mantener mi Devorador bajo control, unirme al templo será bueno para mí, sin mencionar que quiero leer los libros en la sala de libros. Pero no sobreviviré como una doncella gris del santuario. Todo depende de cómo vayan las negociaciones. Trabajaré tan duro como pueda para ponerme en la mejor situación posible allí».

«Sí… Buena suerte». Lutz arrugó brevemente la cara como si sintiera dolor, luego bajó los ojos y continuó caminando.

Por un momento caminamos uno al lado del otro en silencio. Lutz levantó la vista, fingiendo sentir curiosidad por un carruaje que pasaba, pero luego se tragó lo que quería decir. Estaba cada vez más curioso mientras seguíamos caminando en silencio.

“Um, Lutz. Si quieres decir algo, no te detengas. Escucharé.»

Lutz se detuvo y abrió la boca, luego la cerró. Después de un momento de reflexión, apartó la vista de mí.

«… Es lamentable, no quiero decirlo».

Por curioso que fuera, probablemente sería prudente respetar el deseo masculino de actuar con calma. Asentí y continué caminando.

Nuestro silencio continuó. Los ruidos de las personas que se apresuraban a casa al igual que nosotros resonaban en los caminos de piedra, y el bullicio de la vida hogareña se podía escuchar desde las ventanas circundantes, pero el aire entre Lutz y yo permanecía pesado y silencioso. El sol terminó de ponerse y las sombras en las calles se fusionaron, cubriendo la ciudad en una espesa oscuridad que hacía que fuera más difícil de ver.

«… Dijiste que haríamos papel y comenzaríamos a vender libros reales juntos. Myne, mentirosa». El murmullo de Lutz casi se perdió entre el ruido de un carruaje que pasaba, pero lo escuché. Su queja de que había querido decir pero nunca encontró la oportunidad de perforar mi corazón hasta ahora.

«Lo siento, Lutz».

«Sé que soy demasiado débil para hacer algo al respecto. Benno tiene razón, y quiero ayudarte lo más que pueda para mantenerte a salvo allí”. Lutz apretó los dientes. “Pero… odio esto. Dijiste que comenzaríamos una librería juntos…»

«Yo sí. Pero solo recuerda, quiero hacer libros para poder leerlos. No dejaré de hacer libros porque me uniré al templo. Realmente, voy a trabajar más duro ahora que voy a sobrevivir más tiempo. Mi sueño no se hará realidad a menos que extienda libros por todo el mundo”, dije, lo que hizo que Lutz mirara hacia arriba. Se encogió de hombros con una sonrisa forzada y llorosa.

«¿Tu sueño de estar rodeado de libros que pasas todos los días leyendo?»

«Está bien. Quieres ser un comerciante, ¿verdad? ¿Quieres ir por todo el mundo como comerciante? Yo también tengo mi propio sueño. Trabajemos duro para que nuestros sueños se hagan realidad», dije.

Esta vez, Lutz realmente estuvo a punto de llorar. A pesar de la oscuridad, pude ver claramente las lágrimas que brotaban de sus ojos.

«Quiero ayudarte. Pero… he llegado hasta aquí porque estaba contigo. Quería trabajar duro en la tienda de Benno contigo. Quiero seguir haciendo cosas contigo”, dijo Lutz antes de abrazarme y enterrar su rostro en mi hombro. Podía escucharlo desesperadamente conteniendo sollozos silenciosos.

«Todo irá bien. Todavía podemos hacer cosas juntos después de unirme al templo. Definitivamente seguiré haciendo libros».

«No. Eso no es lo que quiero decir. No quiero vender libros que hiciste con otra persona, quiero vender libros que hicimos juntos».

La presa se había roto y Lutz estaba dejando salir toda la frustración que había estado guardando adentro. Sacudió la cabeza como desafiando la realidad y sentí una punzada de dolor en el pecho. Las lágrimas salieron de mis propios ojos. Le devolví el abrazo a Lutz, abrazándolo a él y su frustración mientras le acariciaba la espalda suavemente.

“Nada será diferente de lo que planeamos. Harás las cosas que pienso, ¿verdad? Cuando tenga nuevas ideas, hablaré contigo primero. Antes que Benno, antes que nadie, pediré tu ayuda».

«¿Aunque no puedo hacer nada?» Lutz levantó la vista, sorprendido. Limpié las lágrimas en su mejilla y sonreí.

«Si no puedes hacer nada, ¿qué demonios puedo hacer yo? ¿Hay algo? Y bueno, ¿quién más sino tú te quedarás y me ayudarás a hacer las cosas raras que se me ocurren? Te necesito. No podré hacer nada sin ti».

«… Nah. Todos ya saben que lo que haces vale dinero”. Te ayudarán. Lutz frunció los labios y rápidamente se secó las lágrimas, avergonzado de haber comenzado a llorar. Luego se enderezó, habiéndose calmado escupiendo toda su frustración acumulada.

“Mmm, lo único que puedo ver que sucede es que otras personas intentan ayudarme, fallan y finalmente te llaman para que te comuniques conmigo. ¿Todavía me ayudarás cuando eso suceda?”

Me encogí de hombros y Lutz finalmente se rió. Apretó mi mano y caminó hacia adelante, su brillante sonrisa contrastaba con nuestro entorno cada vez más oscuro.

«No te preocupes. Haré cualquier cosa que pienses, pase lo que pase».