Honzuki no Gekokujō (NL)

Volumen 3: La Hija De Un Soldado III

Capítulo 20: Rechazo y Persuasión

El Sumo Obispo convocó a un sacerdote gris para que me llevara de regreso a la sala médica, y esta vez la doncella del santuario se quedó para que no me dejara sin supervisión. Como resultado, me vi obligado a usar el baño mientras ella me vigilaba y limpiaba. Fue tan vergonzoso que casi lloré. Me sentí tan mal por eso que ni siquiera podía mirarla a los ojos. Si fuera lo suficientemente fuerte como para enterrarme en las mantas y rodar, lo habría hecho, pero no lo fui.

Me tendí en la parte superior de la cama y miré al techo, desesperado por mi incompetencia hasta que finalmente Lutz vino a verme. La vista de mí siendo vigilado en una habitación tan elegante lo tomó por sorpresa y corrió a la cama de inmediato.

«¡¿Qué hiciste, Myne?!»

«Ummm, fui a buscar agua y… colapsé». Levanté la cabeza y resumí lo que había sucedido. Lutz entrecerró los ojos y sacudió la cabeza con los brazos cruzados.

«Eso no puede ser todo. Escúpelo todo.

«Ngh… Ummm, encontré una sala de libros, y me emocioné mucho…»

«¿Qué es exactamente una sala de libros?»

“Un paraíso que nos dieron los dioses. O en otras palabras… Una habitación llena de libros”.

«Aaah… Muy bien, eso es suficiente. Puedo adivinar el resto”. Lutz puso una mano sobre su frente y me alejó con la otra mano. Ese fue el final de eso, así que agarré mi horquilla para poder irnos.

«No le dijiste la parte más importante. Esta jovencita se derrumbó después de forzar su camino hacia una reunión con el Alto Obispo”, agregó la doncella del santuario encogiéndose de hombros, después de haber escuchado nuestra conversación. Lutz palideció y luego pellizcó mis mejillas, tirando de ellas.

«¡¿Cómo puedes ser tan tonta?!»

«Lo siento. Sé que me emocioné demasiado”.

Hubiera sido mejor si hubiera procedido con más cautela después de pensarlo detenidamente, pero finalmente había forjado un camino para convertirme en una doncella del santuario y se me había dado la oportunidad de leer la Biblia dentro de la habitación del Alto Obispo. Sabía que me equivoqué, pero no me arrepiento de lo que había hecho.

«Nos vamos a casa antes de que hagas algo más». Lutz me sacó del templo sobre su espalda con la salida de la doncella del santuario. Papá nos estaba esperando frente al jardín del templo, luciendo frustrado.

“Parece que alguien vino a buscarte. Me despediré, entonces”.

«Gracias por su ayuda». Me mudé a casa de papá y comenzamos a ir a casa. Mientras escuchaba a Lutz informarle a papá lo que sucedió hoy, el temblor constante de ser llevado me llevó a dormir.

«Voy a firmar mi contrato en la tienda antes de irme a casa», dijo Lutz, volviendo a la realidad. Estábamos frente a la Compañía Gilberta, pero, naturalmente, no estaba en un estado para pasar. Lutz y yo nos separamos para que pudiera entrar para informar lo sucedido y firmar su contrato de aprendiz.

Sin embargo, antes de que papá y yo nos fuéramos, Mark salió a saludarnos. Lo saludé mientras aún estaba de espaldas a papá.

“Gracias por hoy, señor Mark. Estoy demasiado débil para entrar ahora, pero volveré».

«Cuídate.»

«Lutz, no arruines el contrato».

«Sí. Descansa un poco”. Me despedí de Lutz y Mark, luego me fui a casa con papá.

Terminamos el almuerzo, algo más elegante que lo que comíamos generalmente por motivos de celebración, y mientras todos bebíamos té juntos, miré a papá. Tenía que hablar con él sobre cómo quería convertirme en aprendiz de doncella del santuario.

«Um, papá».

«¿Sí?» Papá tomó un sorbo de té, de buen humor.

«Creo que quiero ser una aprendiz de doncella del santuario, en el templo».

En el segundo que dije eso, la sonrisa de papá se desvaneció. Luego golpeó su taza contra la mesa con tanta fuerza que tembló. Me estremecí cuando el té salió de la taza y cayó sobre la mesa.

«… ¿Qué fue eso? Dilo de nuevo». La voz de papá era tan baja e intensa que parpadeé sorprendida. Su ira y asco eran tan evidentes que mi corazón comenzó a latir más rápido.

«… Una aprendiz de doncella del santuario, en el templo».

«¡No bromees! No enviaría a mi hija al maldito templo».

«P-papá. ¿Por qué estás tan enojado?” Solo pude parpadear confundida ante el repentino cambio de actitud de papá. Esperaba que se opusiera a esto, pero realmente no podía imaginar por qué estaba tan furioso hasta el asco.

“¡Solo los huérfanos se convierten en sacerdotes y doncellas! Los huérfanos no tienen padres o tutores, por lo que deben convertirse en ellos. No tienen otra opción. ¡Eres diferente!»

«¿Solo los huérfanos se convierten en doncellas?»

“Sí, y sacerdotes. Tienes padres y familia. No te estás convirtiendo en una doncella del santuario. ¡No vuelvas a mencionar esto!»

Solo podía sentarme en estado de shock, aturdido por la respuesta extrema de papá. Pero al mismo tiempo, podía entender de dónde venía. Había notado que algunas cosas estaban en el templo. El Alto Obispo se había sorprendido de que alguien «voluntariamente» quisiera convertirse en una doncella del santuario, y la aparente riqueza de mi familia lo había desechado.

«Gunther, no tienes que ser tan duro. Myne simplemente no lo sabía».

«… Sí, tienes razón». Papá respiró hondo para calmar su frustración y me revolvió el pelo.

Mamá comenzó a limpiar el té mientras me miraba con curiosidad.

«Aun así, sin embargo. ¿Por qué querrías ser una doncella del santuario, Myne?”

Estaba claro que tanto mamá como papá estaban fuertemente predispuestos contra sacerdotes y doncellas. Pensé que ambas eran profesiones honorables y respetadas, así que, para ser sincero, me sorprendió mucho.

«Bueno, cuando colapsé en el templo, me perdí buscando agua».

“Estabas en una sala de espera, ¿verdad? Debería haber agua justo afuera de ella”. Papá, después de escuchar lo mismo de Lutz, se frotó la barbilla. Era cierto que las salas de espera para los plebeyos tendían a tener agua cerca de ellos. Pero tuve que sacudir la cabeza.

«… Mi atuendo era tan elegante que pensaron que era hija de una familia rica y me llevaron a la clase de habitación a la que iría un comerciante con una carta de presentación de un noble. No había agua cerca».

«Ah, sí, no pudieron evitar eso con un atuendo como el tuyo”. Papá asintió repetidamente. Mamá y Tuuli también lo entendieron.

«Mientras estaba perdida, terminé en una parte del templo destinada a los nobles».

Mis dos padres palidecieron. Vivíamos en una sociedad estratificada donde los de diferentes estados se mantenían completamente separados. Si me hubiera perdido y molestado a un noble, eso podría haber significado el final de nuestras vidas en ese mismo momento.

“Una doncella del santuario me encontró primero, así que nunca conocí a un noble, pero sí encontré una sala de libros. Estaba lleno de libros. Tenía muchas ganas de leerlos, pero no pude entrar…»

«Libros, ¿eh?» La ceja de papá se crispó.

«Pregunté cómo podía entrar y me dijeron que tenía que convertirme en una aprendiz de doncella del santuario…»

“Y decidiste convertirte en uno sin pensar en absoluto, ¿eh? Sheesh, Renuncia a esos libros. Solo sigue intentando hacerlos como lo has estado haciendo”.

No podía creer que papá me estuviera diciendo que renunciara a los libros que había dedicado toda mi vida a obtener. Solo lo miré fijamente. Me estaba mirando con una expresión seria y mortal, sin una sonrisa a la vista.

“¿Cuál quieres más? ¿Cortar a su familia y vivir en un orfanato para leer libros, o seguir viviendo con nosotros como lo estás haciendo?”

Mi cabeza se puso blanca. Libros o mi familia, elige uno. Quería vivir con mi familia el mayor tiempo posible antes de que mi Devorador me matara. Quería usar algo de ese tiempo para hacer y leer libros si es posible.

Pero había encontrado una sala de libros y me emocioné mucho con la oportunidad de leer libros reales. Quería convertirme en una doncella del santuario para entrar en la habitación, eso era todo. No entendía por qué tendría que cortar a mi familia.

«… ¿Cortarlos? ¿Por qué?” Mi voz era temblorosa y apenas audible.

Papá asintió con la cabeza. “Las doncellas aprendices de santuario viven en el templo. El trabajo es duro y los huérfanos solo reciben ayuda unos de otros. Nunca durarías allí con tu Devorador. ¿Qué trabajo podrías hacer cuando eres tan mala en el manejo de tu salud que colapsas durante una ceremonia? Sin mencionar que los libros son caros. Son tan raros que usan herramientas mágicas o lo que sea para protegerlos de extraños en el templo. ¿Crees que te dejarían leerlos de inmediato solo porque seras una aprendiz?»

Todo lo que dijo papá era correcto. No tenía espacio para discutir. Sabía en mi cabeza que sería imposible para mí convertirme en una aprendiz de doncella del santuario. Pero no quería rendirme después de ver todos esos libros.

Me mordí el labio para contener las lágrimas y Tuuli me cogió la mano. Con lágrimas en los ojos, apreté su mano.

“¿Por qué quieres ser una doncella del santuario tanto? Prometiste quedarte con nosotros. ¿Quieres ser uno tanto que romperías tu promesa conmigo?” dijo Tuuli, empujando una estaca a través de mi corazón. Sacudí mi cabeza débilmente, sintiendo la fuerza drenándose de mi cuerpo.

«…No. Solo quiero leer los libros que vi. No quiero ser una doncella del santuario ni nada, solo quiero estar en esa habitación».

Convertirse en un aprendiz de doncella del santuario era un medio para un fin, no el fin en sí mismo. No era lo suficientemente importante para mí lastimar a mi familia y aislarme de ellos. Mi respuesta hizo que Tuuli sonriera, pero me di cuenta de que todavía estaba ansiosa.

«Eso es un alivio. Myne… te quedarás conmigo, ¿verdad? Lo prometiste, ¿verdad?”

«Mhm. Una vez que mejore, le diré al Arzobispo que cambié de opinión».

Papá suspiró aliviado y me dio un fuerte abrazo.

«Me alegra que entiendas. Eres mi preciosa hija No te voy a entregar al templo».

Por un lado, me alegré de no tener que cortar a mi familia, pero en el momento en que la puerta que conducía a un futuro en la sala de libros se cerró firmemente, sentí que el calor devorador comenzaba a hervir dentro de mí.

«Myne, siente que tienes fiebre».

“Ella ya colapsó varias veces hoy, ¿recuerdas? El estrés de esta conversación la atrapó. Déjala dormir.»

Mis padres me llevaron a la cama y cerré los ojos suavemente mientras sentía que el calor devorador se extendía por mí.

… Nunca hubiera pensado que elegiría algo más que los libros. Toda mi vida hasta ahora había estado centrada en los libros. Todas las elecciones llevaron a los libros. En mis días como Urano, hubiera elegido libros en un instante y me hubiera separado de mis familias. No importa el costo, los libros fueron primero. Y sin embargo, no había podido recoger libros aquí. Pensé que mi familia era tan importante para mí porque carecía de libros, pero en algún momento se habían vuelto tan importantes como los libros para mí.

… Pero aun así, finalmente había encontrado libros. Quería leerlos. No podía recoger libros sobre mi familia, pero tampoco podía abandonar los libros. La presión de ser pellizcado entre dos deseos me dificultó contener el calor como solía hacerlo. El calor devorador se extendió rápidamente por mi cuerpo, como burlándose de mi débil estado mental. Me sentí frustrada por las cosas que no funcionaban como solían hacerlo y comencé a pensar en un compromiso entre mi familia y los libros.

… ¿Hay alguna forma de leer los libros sin convertirse en una aprendiz de doncella del santuario? La actitud del Alto Obispo cambió cuando mencioné mi donación, así que ¿tal vez me dará permiso para entrar en la sala de libros si ahorro más dinero? No me gusta la idea de usar dinero para controlar a las personas, pero tengo que hacer lo que tengo que hacer. ¿O tal vez debería estar satisfecho con ir a la habitación del Alto Obispo y simplemente leer la Biblia allí?

Al final, me tomó dos días completos para bajar el calor del Devorador. Finalmente pude salir de la cama una vez que mi fiebre bajó, pero mi cuerpo todavía se sentía pesado. Probablemente mejoraría después de otro día de descanso ya que había embotellado el calor devorador.

Lutz vino a verme y arrugó la cara después de ver cómo me veía.

«Todavía te ves enferma. Benno quiere hablar contigo, pero parece que eso no va a suceder hoy».

“¿Tienes algún plan para mañana, Lutz? Quiero ir al templo y luego ir a la tienda de Benno», le pregunté, haciendo que Lutz inclinara un poco la cabeza.

«¿El templo? Claro, pero ¿por qué?”

“Quiero leer la biblia allí. Mientras esté allí, les diré que ya no quiero ser aprendiz de doncella del santuario».

«¿Huh? ¿Aprendiz de doncella del santuario? ¿De dónde viene eso?»

Correcto. La doncella del santuario le había dicho a Lutz que forcé mi camino hacia una reunión con el Alto Obispo, pero no sobre lo que había estado preguntando.

“Te dije que encontré una sala de libros durante la ceremonia, ¿verdad? Solo las personas involucradas con el templo pueden entrar, así que quería unirme al templo. Me dijeron que convertirse en aprendiz de doncella del santuario sería la forma más rápida de hacerlo, así que aproveché la oportunidad”.

«Eso es más tonto que yo queriendo ser un comerciante viajero, ¿sabes? Sé un poco más realista. ¿No eres tú quien me enseñó a no cargar sin pensar? ¿Intentar encontrar un camino más realista hacia adelante?”

Lutz se había transformado de un niño que anhelaba sueños imposibles a un niño que perseguía sus sueños con los pies plantados firmemente en la realidad. Sus palabras me apuñalaron en el pecho.

«… Estaba pensando que esta sería la forma más rápida de conseguir libros».

“Sí, siempre dejas de pensar cuando los libros se involucran. Estoy pensando que deberías dejar de ir al templo en absoluto. Simplemente te seguirás decepcionando y eso no es bueno para ti. ¿No hará que tu calor devorador se vuelva salvaje?»

«Me las arreglé para hacer retroceder el calor devorador al pensar en cómo al menos llegar a leer la Biblia».

Lutz me miró con una expresión conflictiva, luego sonrió y me dio unas palmaditas en la cabeza.

«Resolvió un compromiso, ¿eh? No pensé que alguna vez cederías con los libros en la línea. Lo hiciste bien. Si ir al templo es todo lo que necesitas, está bien para mí. No es como si estuvieras lo suficientemente saludable como para trabajar en el templo de todos modos».

«Mhm, lo sé».

Al día siguiente, Lutz y yo fuimos al templo. Llevamos nuestra nueva ropa de aprendiz ya que íbamos a ir a la tienda de Benno. El área alrededor del templo también era bastante elegante, así que pensé que serían mejores que nuestra ropa normal.

Le dije mi nombre al guardia y que quería ver al Alto Obispo. Debe haber sido informado de mí antes de tiempo, tan pronto llegó un sacerdote gris para guiarme a través del templo.

“¿Y tú, Lutz? No tendrás nada que hacer si vienes conmigo. ¿Tal vez deberías ir a estudiar a Benno? Iré allí una vez que termine aquí».

«Iré a buscarte después de la quinta campana, así que espera aquí hasta entonces. No te vayas por tu cuenta».

«Está bien». El sacerdote gris me llevó a la habitación del Alto Obispo, pero él estaba ausente. En su lugar, el Sumo Sacerdote de túnica azul me saludó.

Parecía ser tan viejo como Benno y su rostro era como una estatua tallada, sin revelar ninguna emoción. Tenía ojos dorados claros y cabello azul pálido que se extendía hasta los hombros. El Sumo Obispo tenía un poco de sobrepeso, pero el Sumo Sacerdote era muy alto y tenía una complexión delgada. Se veía exactamente como el tipo de líder hábil que podría administrar eficientemente a cientos de sacerdotes si fuera necesario.

“¿Eres Myne? El alto obispo me habló de ti. Entra.»

«Gracias.»

«El Sumo Obispo me pidió que le leyera la Biblia hasta que regrese».

Um… Eso es genial, pero ¿por qué le pidió al Sumo Sacerdote que hiciera eso? ¿No hay cosas más importantes para él? Por qué iba a… Oh, cierto. La donación de dinero. Estaba ofreciendo donar tanto dinero que probablemente ahora me trataban como VIP. Mi donación sugerida realmente parece haber dejado un impacto en ellos. Podría usar esto para mi ventaja. Tal vez una pequeña negociación realmente podría abrir el camino a la sala de libros.

«Por favor, tome asiento». El Sumo Sacerdote comenzó a leerme en la mesa, pero como estaba sentado frente a mí, no podía ver las páginas. Parecía que no me dejarían tocar el libro en sí. Pensé por un momento, luego, vacilante, decidí empujar mi suerte.

“Um, Sumo Sacerdote. No solo quiero escuchar las historias, también quiero leer el libro.»

«¿Por qué es eso? ¿No estás aquí para aprender más sobre los dioses?”

«Lo estoy, pero también quiero aprender a leer palabras nuevas».

El Sumo Sacerdote parpadeó sorprendido, como aturdido por lo que había dicho. Luego, después de pensarlo un momento, asintió profundamente.

«…Muy bien. Pero sepa que esta biblia es muy preciosa. ¿Prometes no tocarlo?”

«Lo haré. Prometo no tocarlo”.

El Sumo Sacerdote me sentó en su regazo y continuó leyendo, posicionado de tal manera que podía leer la Biblia y él podría detenerme de inmediato si intentaba tocarla. Hermosas letras escritas cubrían las páginas de pergamino, amarillentas en los bordes donde la gente las tocaba. Inhalé profundamente el aroma del papel viejo y dejé escapar un suspiro de admiración.

Tal como esperaba, la escritura se había simplificado enormemente para el festival del bautismo. Todo el ambiente era diferente. Aprendí nuevas palabras mientras el Sumo Sacerdote leía en voz alta la Biblia. Los sustantivos y verbos que había querido saber leer durante tanto tiempo llovieron sobre mí en un torrente interminable de entretenimiento.

Finalmente, comencé a señalar palabras que reconocí vagamente (asegurándome de no tocarlas) y a leerlas en voz alta mientras el Sumo Sacerdote divertido me enseñó lo que significaban.

“Parece que aprendes rápido. Me encantaría enseñarte a alguien que absorbe el conocimiento como tú. Hm… ¿No eres un noble? ¿Es posible que alguno de tu familia lleve sangre de un linaje noble?”

«Definitivamente no.»

«Entiendo, es una pena».

No sabía por qué el Sumo Sacerdote estaba decepcionado con eso. Pero tuve la sensación de que él enseñó a los sacerdotes y a las doncellas aquí, al igual que Mark enseñó a los aprendices de Benno. Tenía una especie de ambiente de maestro y parecía estar acostumbrado a enseñar a la gente, de manera similar a Mark.

«Oh, ya has llegado. Te agradezco que esperaras”.

El Alto Obispo regresó, así que volví a mi asiento y el Sumo Sacerdote cerró delicadamente la Biblia, cerró el broche de piedras preciosas y lo volvió a colocar en la estantería.

“Me divertí mucho gracias al Sumo Sacerdote que me leyó la Biblia. Estoy muy agradecida.»

El Sumo Obispo se sentó cómodamente donde el Sumo Sacerdote había estado sentado, quien se movió para pararse junto a él.

«En cualquier caso, ¿qué dijeron tus padres?»

«Se enojaron conmigo y me dijeron que no, ya que solo los huérfanos se convierten en doncellas brillantes».

La esperanza desapareció de los ojos del Alto Obispo y él dejó caer los hombros. Suspiró y sacudió la cabeza. El Sumo Sacerdote, de pie junto a él, respondió en su lugar.

“No es cierto que solo los huérfanos puedan unirse al templo. Hay hijos de nobles aquí. Muchos huérfanos se convierten en sacerdotes y doncellas, pero eso se debe simplemente a que pocos lugares de trabajo los aceptarán. Con sus opciones limitadas, no tienen más remedio que convertirse en aprendices de sacerdotes y doncellas”, dijo el Sumo Sacerdote, haciéndome parpadear sorprendida.

«¿Por qué no pueden trabajar en otro lugar?»

«No tienen a nadie que los presente, ni a nadie que los cuide».

Lo entendí completamente. Esta ciudad se fundó con padres y familiares que presentaron a los niños a los lugares de trabajo, lo que no era bueno para los huérfanos. Era difícil para los niños normales conseguir trabajos que sus padres no apoyaban, era difícil imaginar lo difícil que sería para los huérfanos encontrar trabajo.

“No tienes que ser huérfano para convertirte en una doncella del santuario. Eso es todo lo que quiero que entiendas”.

«Pero los aprendices viven en el templo, y yo soy demasiado débil para hacer un trabajo regular de aprendiz aquí».

«¿Estás diciendo que no estabas enferma ese día, simplemente estabas débil regularmente?» El Alto Obispo frunció el ceño y se acarició la barba. Asentí, mientras pensaba en la parte de atrás de mi cabeza que se vería perfecto con un traje de Papá Noel.

«Sí. Estoy enferma de una enfermedad llamada Devorador».

El Alto Obispo, que me había estado escuchando con calma, de repente salió disparado de su silla con los ojos bien abiertos. El Sumo Sacerdote prácticamente golpeó sus manos contra la mesa y se inclinó hacia mí.

“¡¿El Devorador?!” dijeron ambos al unísono.

«S-sí. ¿Qué pasa con eso?”

Me incliné reflexivamente hacia atrás, abrumado por su repentina intensidad. Cuando parpadeé por miedo a haber dicho algo que no debería haber dicho, el Alto Obispo señaló la puerta con mano temblorosa.

«Sumo Sacerdote, tráelo aquí de una vez».

«Lo sé».

El Sumo Sacerdote asintió y salió rápidamente de la habitación. Sus movimientos fueron elegantes, pero increíblemente rápidos. Dejó la puerta abierta detrás de él, probablemente debido a tanta prisa.

Lo vi alejarse, atónito, y vi al Alto Obispo voltearse para mirar el estante con la biblia.

«¡Alabado sea los dioses!» De la nada, comenzó a rezar a los dioses con el puesto de Glico Man, e instintivamente levanté los brazos para hacer la mitad de la pose.

«¡Gloria a los dioses!»

Observé al Alto Obispo inclinarse para genuflexionar aturdida, desconcertada y asustada por lo que estaba sucediendo. Esto definitivamente no fue un buen desarrollo. Quería huir, pero a juzgar por lo serios que parecían, probablemente no me dejarían salir de aquí.

Me senté en la silla, congelada en su lugar mientras trataba de no mirar al Alto Obispo rezando. Escuché pasos rápidamente viniendo en la dirección y antes de darme cuenta el Sumo Sacerdote había regresado, sosteniendo algo envuelto en tela. Lo puso sobre la mesa y retiró la tela, revelando el santo grial que una estatua en la capilla había estado sosteniendo.

«Por favor, toca este cáliz».

«¿Bwuh? ¿Está bien que lo toque?»

«Sí. De Prisa.»

Tímidamente extendí la mano hacia el cáliz sobre la mesa. Ambos me miraban tan fuerte que daba miedo. Finalmente, solo empujé mi mano. En el momento en que mis dedos tocaron el cáliz, comenzó a brillar con una luz brillante.

«¡Kyaaah! ¡¿Qué está pasando ?!”Apreté mi mano rápidamente y la luz se desvaneció. Miré entre mi mano y el cáliz mientras el Sumo Obispo y Sumo Sacerdote se saludaban.

«Myne, me gustaría hablar con tus padres».

Um… mamá, papá, lo siento. Creo que las cosas se pusieron realmente mal, muy rápido.